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REALIDADES.
Los resultados en la ANC logro posicionar a las comunidades negras desde un marco de
referencia étnico y cultural, aunque desafortunadamente hubo lo que se cataloga, una
asimetría étnica, esto debido al fuerte discurso indigenista y la nula participación de
afrocolombianos. Este impulso del discurso indígena se debe en causa a los fuertes
movimientos de indígenas del Cauca en los años 80, además de que justo para esos años
rondaba la conmemoración del “descubrimientos de América”, lo que sirvió de influjo de
diversas manifestación de concientización, lo que significo además un importante capital
simbólico , finalmente también es necesario resaltar que el remarcado indigenismo de
ciertos académicos, que hicieron pasar por alto el debate del afrocolombiano como étnico, a
pesar de que las necesidades de las comunidades afrocolombianas estaba a la sombra, del
de las indígenas, este no fue impedimento para que se presentara alianzas con
representantes de dichas comunidades para que movilizaran sus exigencias hacia el ANC,
esta alianza se debe en gran manera porque comparten la condición de comunidades
diversas que refuerza el discurso de Colombia como un país pluriétnico, además de esto,
ambos tenían en común que sufrían de exclusión y marginalización social, y otro factor de
unión entre estas es que tenían proyectos territoriales, étnicos y sociales, que se encontraba
excluido en un discurso de proyecto nación mestiza, por lo tanto su alianza resultaba
natural. Otra alianza forjada fue con los representantes del partido AD-M19 y UP, en el que
se destacaba el académico Fals Borda, además de algunos constituyentes liberales, que
veían en estas comunidades una afinidad a su discurso de autonomía regional, todo esto dio
como resultado el Articulo Transitorio 55, en el que dotaba una definición étnica,
consolidado en un proceso político, por lo cual además, también la/el afrocolombiana/o era
posicionado como un “nuevo” sujeto político.
Posteriormente en 1993 surge la ley 70, también conocida como la ley de las negritudes,
siendo un hito en la visibilizarían institucional y política de la comunidad afrocolombiana,
en la cual permitió una generalización de la conciencia negra, entendido a su vez, la
etnicidad como troncos familiares, en el cual poseen ascendencia africana- americana, en el
cual se moldea una forma propia de historia, de relación con el territorio, con normas
internas y con una forma propia de organización productiva y social, siendo esto
presupuesto para una conciencia identitaria, esto siendo en contraposición al planteamiento
sobre lo étnico, para el gobierno y a la institucionalidad, pues no tiene una definición clara,
trayendo en principio una titulación a tierras baldías y no la debida adjudicación.
Es necesario destacar que la ley 70 no tiene el único objetivo el de “otorgar” tierras a titulo
colectivo, sino, además, permite la aparición de espacios claves para la participación de los
integrantes de las comunidades negras, repercutiendo en el desarrollo de nuevos
movimientos sociales afrocolombianos, además de que se abrieron espacios de
representación institucionales para la participación y debates sobre modelos de desarrollo y
de planeación, aunque con el remanente de que el gobierno es el que elige de una terna que
forman las comunidades. Adicionalmente se tienen en las correspondientes tierras
colectivas en que se ubican, participación en las Corporaciones Autónomas regionales
(CAR). Otros espacios en que permiten tener posibilidades al menos en aspectos formales,
de decisión políticas es la consulta previa, aunque en la realidad es un informe sobre los
proyectos que se van a realizar en el territorio.
Ahora bien, el articulo 67 de la ley 70, da forma a la circunscripción especial para el pueblo
Afrocolombiano, en el que da la posibilidad a dos representantes, aunque en la realidad
muchas veces están constreñidas bajo esquemas “politiqueros” que no representan los
intereses o las necesidades de la población negra, incluso se han dado casos que dichos
representantes no pertenecen a tal comunidad, y esto también es un problema porque
aunque se han hecho decretos que intenten desarrollar lo establecido , la necesidad de
visibilizar las vivencias de la comunidades negras, los contextos propios en que viven, la
dificultad y el aporte que pueden dar al debate nacional se ven truncados a los ya
nombrados esquemas que rodean dichas curules, por lo tanto, cuestiones como la violencia
que perpetran grupos al margen de la ley, o de presiones de grande agro empresarios- que
en casos están aliados- amenazan e intimidan para hacerse parte de las extensiones de
tierras colectivas, llevando muchas veces a consecuencias como el asesinato, la
desaparición o desplazamiento forzado, pues dado a la naturaleza de los territorios,
declarados inembargables, inalienables e imprescriptibles, teniendo además como
consecuencia, no solo la perdida material o patrimonial de la comunidad, sino también
cultural y organizacional, pues además muchos de los factores productivos de externos a
dichas comunidades se basan en la proliferación del pasto y la tala de árboles, degradando
el medio húmedo tan característico y necesario en ambientes de litoral, colateralmente
ocasionado fuertes impactos ecológicos.
Citas:
Ana Maria Valencia Mosquera, Políticas Públicas para Población Negra, Raizal y
Palenquera, Tesis, Universidad Jorge Tadeo Lozano, 2010.