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FUNCION PUBLICA
Debe entenderse por función pública el conjunto de recursos humanos, las mujeres y los
hombres, que se encuentran directamente al servicio del Estado, pero también las
funciones y servicios públicos que éstos desempeñan y el régimen jurídico y la
organización en que se encuadran.
A través de la función pública se establece una relación mucho más estrecha y duradera
entre el Estado y el funcionario, que la que podría producirse en una relación entre
privados. Se trata de una carrera funcionaría que permite ascender, contar con una
estabilidad en el empleo y un vínculo que se mantiene incluso más allá de la jornada
habitual de labores del funcionario. Frente a ello, es posible apreciar responsabilidades, en
especial la disciplinaria y la penal, de carácter mucho más estricto que en los casos de
relaciones laborales privadas.
Si no existiera el régimen de la función pública, con sus materias, contenidos y elementos
particulares, la relación entre el Estado y sus funcionarios se explicaría a través del
contrato de arrendamiento de servicios y del contrato de trabajo. Pese a ser vistos como
regímenes distintos, la función pública y el régimen laboral contienen elementos
comunes, los que han llevado a que en muchos casos este último régimen sea el elegido
por las Administraciones Públicas para vincularse con sus servidores.
SISTEMAS
La forma en que la Administración del Estado recluta a sus servidores y el estatuto que se
les aplica, varía entre diversos sistemas, los que son el resultado del contraste que se hace
entre el modelo típico del régimen privado y el sistema de función pública más tradicional.
Sistemáticamente se puede encontrar:
● Sistema abierto: Se trata de un sistema en que el reclutamiento de funcionarios, al
igual que en la empresa privada, se realiza según las necesidades del servicio, y la
selección para un puesto de trabajo se efectúa de acuerdo con un fin concreto. No
existe derecho a una carrera ni a ascender.
Los defensores de este sistema señalan que es mucho más flexible, eficiente y
económico, ya que sólo se cuenta con los funcionarios necesarios para asumir las
tareas que se requieran en un momento dado. El problema, sin embargo, se
encuentra en que, a diferencia de la empresa privada, la actividad estatal no se
guía simplemente por un sistema de ganancia, sino además por una finalidad
pública, cuyo objetivo no será necesariamente optimizar económicamente los
recursos.
● Sistema cerrado: Parte de la base que la función pública exige una formación
especial, que no se puede adquirir directamente del mercado laboral, y que la
Administración Pública debe formar dentro de sus plantas a los cuadros que la
integran, o exigir para su ingreso unos conocimientos que la educación tradicional
no entrega, por lo que se requiere una preparación especial para el ingreso. Dicho
conocimiento es examinado por la vía de los concursos u oposiciones.
A su vez, en un sistema cerrado es posible encontrar los siguientes elementos:
o Estatuto: Uno general, que impone a los funcionarios mayores deberes y
responsabilidades que en un régimen privado; y otros estatutos
particulares, en los cuales se especifican las obligaciones, deberes y
derechos de cada funcionario, respecto del servicio.
o Cuerpo: El reclutamiento no se realiza para un puesto determinado, sino
para un colectivo jerarquizado, que tiene a su cargo la responsabilidad del
funcionamiento del servicio público.
o Carrera: Que supone el ascenso progresivo dentro de la respectiva planta,
lo que conlleva ocupar empleos cada vez más importantes, con mayor
responsabilidad y remuneración.
Evidentemente, estos sistemas no se dan en un estado puro, existen matices. Siempre en
la realidad se dan elementos de uno y otro, a pesar de que mayoritariamente se verifique
la adscripción a uno de ellos en un determinado sistema jurídico administrativo.
En el sistema chileno es posible encontrar elementos de un sistema cerrado, pero con
aspectos que destacan un carácter abierto, por ejemplo, los funcionarios a contrata y los
servidores contratados a honorarios, que se han transformado en una situación habitual al
interior de la Administración del Estado. A ello se agregan la concursabilidad de cargos al
interior de la Administración y la creación del sistema de Alta Dirección Pública, los que
incorporan un componente gerencial al régimen funcionarial.
DERECHO FUNCIONARIAL
El Derecho funcionarial se encuentra constituido por una serie de normas provenientes de
distintos cuerpos normativos, que a continuación se señalan:
● Art. 38 inc. 1º, CPR: En cuanto remite al desarrollo por parte de la norma orgánica
constitucional de la carrera funcionaria, y los principios de carácter técnico y
profesional en que debe fundarse y asegurará tanto la igualdad de oportunidades
de ingreso a ella como la capacitación y el perfeccionamiento de sus integrantes.
● Ley N° 19.882: Crea la Dirección Nacional del Servicio Civil y la Alta Dirección
Pública, además modifica el Estatuto Administrativo, ley N° 18.834.
ESTATUTO ADMINISTRATIVO
El Estatuto Administrativo (EA) es un texto normativo con rango legal, que regula de forma
exclusiva la relación entre el Estado y sus funcionarios, las obligaciones, deberes y
derechos que se derivan de ella, las responsabilidades que se pueden producir y las causas
que ponen fin a ésta. Es necesario tener en cuenta que conforme al art. 43 inc. 2o,
LBGAE°, pueden existir estatutos de carácter especial para determinadas profesiones o
actividades, los cuales, en todo caso, deben someterse a las disposiciones de los arts. 43 a
51 LBGAE0.
Según el art. 43 LBGAE°, “el Estatuto Administrativo del personal de los organismos
señalados en el inciso primero del art. 21 regulará la carrera funcionaria y considerará
especialmente el ingreso, los deberes y derechos, la responsabilidad administrativa y la
cesación defunciones, en conformidad con las bases que se establecen en los artículos
siguientes y en el Título III de esta ley”.
El EA vigente fue aprobado por la ley N° 18.834, publicada en el D.O. de 23 de septiembre
de 1989, y modificado por la ley N° 19.653 y por la ley N° 19.882.
Ámbito de aplicación
El art. Iº del EA señala el objeto de esta normativa, el cual es fijar las relaciones entre el
Estado y sus funcionarios. El EA es aplicable a los funcionarios de la Administración
ministerial, intendencias, gobernaciones y los servicios públicos centralizados y
descentralizados creados para el cumplimiento de la función administrativa.
Las excepciones a la enunciación efectuada vienen señaladas en el art. 21 inc. 2o, de la
LBGAE°, de modo que el EA no se aplica a: la CGR, el Banco Central, las Fuerzas Armadas y
de Orden y Seguridad Pública, los gobiernos regionales, las municipalidades, el Consejo
Nacional de Televisión y a las empresas públicas creadas por ley. Ellos se regirán por las
normas establecidas en sus estatutos funcionariales especiales (como en el caso de las
Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública y las municipalidades) o por las normas
del Código del Trabajo (como ocurre con las empresas públicas creadas por ley).
● Planta de Personal
El art. 3oletra b) del EA la define como “el conjunto de cargos permanentes asignados por
la ley a cada institución, que se conformará de acuerdo a lo establecido en el artículo 5o”.
La planta de una institución sólo podrá consistir en: directivos, profesionales, técnicos,
administrativos y auxiliares (art. 5º del EA), y sus cargos, según el art. 4o inc. Iº del EA,
pueden desempeñarse en tres calidades:
- Titulares: corresponden a aquellos funcionarios que son nombrados para ocupar un
cargo vacante, en propiedad (art. 4o inc. 2o, EA).
- Suplentes: se denomina de esta forma a aquellos funcionarios que son designados en
esta calidad en los cargos que se encuentran vacantes, y en aquellos que por alguna
circunstancia no sean desempeñados por el titular durante un lapso no inferior a 15 días
(art. 4oinc. 3o, EA).
La suplencia de un cargo vacante tiene una duración máxima de seis meses, a partir de lo
cual deberá proveerse con un titular. El funcionario tendrá derecho a percibir la
remuneración del titular cuando el cargo esté vacante.
- Subrogante: tienen esta calidad aquellos funcionarios que entran a desempeñar el
empleo del titular o suplente por el solo ministerio de la ley, cuando estos últimos están
impedidos de desempeñarlo por cualquier causa (art. 4o, inc. final, EA).
Ligada con la planta del personal, se aprecia aquella situación descrita y regulada en el art.
7º del EA, correspondiente a los cargos de exclusiva confianza. Ella se refiere a aquellos
cargos públicos cuyo nombramiento y remoción depende de la decisión del Presidente de
la República o del jefe superior de la Administración Pública respectiva, como, por
ejemplo: SEREMIS, director de servicios, etc.
La ley N° 19.882 modificó el art. 8º del EA, excluyendo a los jefes de departamento del
régimen de exclusiva confianza y estableciendo un sistema de carrera, con nombramiento
a través de concurso al interior de la Administración del Estado regida por el EA y
subsidiariamente, por concurso público.
● Empleo a contrata
Según el art. 3º letra c) del EA, el empleo a contrata “es aquel de carácter transitorio que
se consulta en la dotación de una institución”. Expiran el 31 de diciembre de cada año,
salvo que se proponga la renovación con 30 días de anticipación.
El EA, en su art. 10 inc. 1°, establece un límite para los empleos a contrata, los que en
proporción no pueden exceder del 20% del personal de planta.
En este punto, cabe tomar en cuenta que todo cargo público, es decir, de planta o a
contrata, necesario para el cumplimiento de la función administrativa, tendrá asignado un
grado, de acuerdo con la importancia del cargo que se desempeñe. Al funcionario le
corresponderá recibir el sueldo de ese grado y las demás remuneraciones que tenga
derecho (art. 9º E A).
● Honorarios
De acuerdo al art. 11 del EA, para la realización de labores accidentales o cometidos
específicos, es posible contratar a honorarios a profesionales y técnicos de educación
superior o expertos en determinadas materias o extranjeros, que posean título
correspondiente a la especialidad requerida.
La enumeración descrita en el art. 12º debe complementarse con las disposiciones del art.
13º EA, que señala los medios a través de los cuales se acreditará cada uno de los
requisitos.
Según el art. 14º EA, la provisión de cargos se realizará por nombramiento o promoción,
los que serán resueltos por los ministros, intendentes, gobernadores o jefes de servicios
(art. 14 inc. 2º EA), salvo los de exclusiva confianza del Presidente de la República.
Ingreso en funciones
En lo que se refiere al ingreso en las funciones correspondientes, de acuerdo con el art.
16º EA, el nombramiento rige desde la fecha indicada en el respectivo acto administrativo
o desde que quede totalmente tramitado por la CGR.
Cabe la posibilidad de que el acto administrativo de nombramiento, determine como
fecha de asunción de funciones una anterior a la de su total tramitación, en cuyo caso el
interesado (nombrado) entrará en el cargo en dicha oportunidad. Si esto ocurre, el
decreto o resolución no podrá ser retirado de tramitación ante la CGR. Si el decreto o
resolución nada dicen, será fecha de asunción la de su total tramitación.
El interesado deberá ser notificado personalmente o por carta certificada de la
oportunidad en que deberá asumir sus funciones o de que el decreto o resolución de
nombramiento se encuentran debidamente tramitados por la CGR, siendo este el único
medio formal para que el funcionario nombrado tome conocimiento de tales
circunstancias (art. 16 inc. 3o, EA).
El nombramiento queda completo con un elemento de hecho que concurre una vez
tramitado el acto respectivo, tal es que el interesado asuma el cargo dentro de tercero
día contado desde la fecha que correspondiere (la que señale el acto de nombramiento o
el de su completa tramitación ante la CGR). La asunción del cargo consiste en la
manifestación de voluntad expresa o tácita de entrar a desempeñarlo.
Funcionario de hecho
La investidura regular previa transforma a un particular en un funcionario público,
revistiendo los actos que dicte, en ejercicio de sus funciones públicas, de los diversos
efectos y caracteres que determine la ley. Puede ocurrir, sin embargo, que la investidura
adolezca de alguna irregularidad que impida al interesado nombrado fungir como
funcionario público. Es en estas circunstancias que surge la teoría del funcionario de
hecho, que busca solucionar el conflicto que pudiera producirse entre legalidad y buena
fe, existente en aquellos casos en que un individuo con un título irregular o aparente
ejerce funciones como si fuera un verdadero funcionario público, siendo reputado como
tal no obstante carecer de esta calidad desde el punto de vista legal.
La teoría del funcionario de hecho puede ser extraída a partir de diversas disposiciones de
la LBGAE0 y del EA128, entre las cuales se encuentra la segunda parte del inc. 2° del art.
16 de este último cuerpo normativo. Esta última disposición se pone en el caso en que la
Contraloría no da curso al acto de nombramiento, señalando que la persona designada,
previa notificación de esta circunstancia, cesa ese día en sus funciones, y no puede ser
considerada funcionario público para ningún efecto legal. No obstante, la misma norma
dispone que: “Las actuaciones del interesado efectuadas durante ese periodo serán
válidas y darán derecho a la remuneración que corresponda”. Una aplicación irrestricta
del principio de legalidad, llevaría a que la observación que hace la Contraloría determine
la carencia de efectos de los actos dictados por el individuo que ha cesado en sus
funciones, puesto que él no podría ser considerado funcionario público para ningún efecto
legal. A ello se debe agregar que el propio texto constitucional en el art. 7mo inc. Iº, entre
los requisitos para un actuar válido de los órganos del Estado, establece la investidura
regular de los integrantes del órgano público, de modo que la falta de ésta habilitaría para
reclamar la denominada nulidad de Derecho público respecto de los actos dictados. Sin
embargo, tomando en consideración la situación de apariencia de un funcionario en
ejercicio de su cargo, la ley concede valor jurídico a sus actuaciones.
Para estar ante un funcionario de hecho en el caso en comento, deben concurrir las
siguientes condiciones:
● Asunción: Que la persona asuma el cargo en forma previa a la tramitación total del
acto administrativo de nombramiento;
● Acto en trámite: Que exista un acto administrativo de nombramiento en trámite;
● Observación del acto por ilegal: Que con posterioridad se determine la ilegalidad
del documento que la nombra o la imposibilidad de hacer la designación por parte
de la Contraloría General de la República.
Los efectos del carácter de funcionario de hecho que la ley otorga consisten en que el
mismo tiene derecho a percibir la remuneración por el periodo en que desempeñó el
cargo, siendo sus actuaciones consideradas válidas durante el tiempo intermedio, esto es,
entre la asunción del cargo y la notificación de la ilegalidad.
Carrera funcionaria
El art. 3o letra f) del EA señala que la carrera funcionaria “es un sistema integraI de
regulación del empleo público, aplicable al personal titular de planta, fundado en
principios jerárquicos, profesionales y técnicos, que garantiza la igualdad de
oportunidades para el ingreso, la dignidad de la función pública, la capacitación y el
ascenso, la estabilidad en el empleo y la objetividad en las calificaciones en función del
mérito y de la antigüedad’’.
La carrera funcionaría se inicia con el ingreso en calidad de titular a un cargo de la planta,
y se extiende hasta los cargos de jerarquía inmediatamente inferior a los de exclusiva
confianza (art. 6º EA).
La importancia de la carrera funcionaria radica en que, por tratarse de un sistema integral
de regulación del empleo público, éste abarca todos sus elementos.
En esta materia se debe tener en cuenta el art. 38 inc. Iº, CPR, el cual señala que la carrera
funcionaria y sus principios deben ser garantizados por una LOC, al igual que el ingreso,
capacitación y perfeccionamiento de sus integrantes.
También es necesario considerar el art. 45 inc. 2o LBGAE0, el que señala que la carrera
funcionaria, regulada en el EA, protege la dignidad de la función pública, fundándose en el
mérito, antigüedad e idoneidad de los funcionarios que se encuentran sometidos a ella
(personal de los organismos a los cuales se les aplica el EA).
Concurso público
De acuerdo al art. 17 EA, el ingreso a la carrera funcionaria, en un cargo de planta, se
realiza por concurso público y procede en el último grado de la planta respectiva, excepto
si existen vacantes de grados superiores.
El concurso es definido como un procedimiento técnico y objetivo que se utilizará para
seleccionar el personal que se propondrá a la autoridad facultada para hacer el
nombramiento. En este procedimiento se evalúan los antecedentes que presenten los
postulantes y las pruebas rendidas (art. 18, EA).
Los llamados a concurso público deben ser publicados en el DO los días 1 ó 15 de cada
mes y los factores que se considerarán en cada concurso son:
● Estudios y cursos de formación educacional y de capacitación.
● Experiencia laboral.
● Aptitudes específicas para el desempeño de la función.
La institución respectiva deberá determinar previamente forma en que cada factor será
ponderado y el puntaje mínimo para ser considerado candidato idóneo, lo que debe ser
informado, antes de que se inicie el proceso de selección, a los concursantes.
En las pruebas que rindan los candidatos deberá mantenerse en secreto la identidad de
los concursantes, asimismo, se debe dejar constancia en acta de los fundamentos del
resultado del concurso y comunicar dicho resultado a todos los candidatos (art. 19, EA).
El procedimiento de concurso público debe llevarse a cabo por un comité de selección,
compuesto por el jefe o encargado de personal y por quienes integran la junta central o
regional señalada en el art. 35 EA, según corresponda, exceptuando al representante de
personal (art. 21 inc. Iº, EA).
De acuerdo al resultado del concurso, el comité propondrá a la autoridad que efectuará el
nombramiento, un máximo de 3 candidatos para cada cargo a proveer, correspondientes
a aquellos que lograron los mejores puntajes. De todas formas, el concurso podrá ser
declarado desierto en el caso en que ninguno de los candidatos haya alcanzado un puntaje
mínimo (art. 21 inc. 4oy 5o, EA).
Empleo a prueba
La ley N° 19.882 introduce el sistema de empleo a prueba en el art. 25, EA. Se trata de una
facultad con que cuenta el jefe del servicio, la cual forma parte del proceso de selección
de personal, debiendo informarse a los candidatos que se aplicará el sistema en comento
antes del inicio del mismo.
El empleo a prueba es un sistema temporal de contratación por un periodo de entre 3 y 6
meses, de acuerdo a lo que señale el jefe del servicio, el cual no puede ser prorrogado ni
extenderse más allá de dichos plazos.
El funcionario a prueba es considerado para todos los efectos como empleado a contrata y
tendrá todos los derechos y obligaciones que conciernen a los funcionarios en las tareas
que correspondan al cargo vacante concursado.
Dentro de los treinta días anteriores a cumplir el periodo de empleo a prueba el jefe del
servicio debe realizar una evaluación del desempeño del funcionario, previo informe del
jefe directo de éste. Si es evaluado en forma satisfactoria será designado titular en el
cargo correspondiente.
Promoción
Según el art. 53 del EA, "la promoción se efectuará por concurso interno de las plantas de
directivos de carrera, profesionales, fiscalizadores y técnicos y por ascenso en el
respectivo escalafón en las plantas de administrativos v de auxiliares, o en las equivalentes
a las antes enumeradas
El concurso se realizará por un comité de selección, compuesto de acuerdo a lo señalado
en el art. 21 EA y por 2 representantes del personal elegidos por éste.
Los factores que deben considerarse para la provisión del cargo son:
● capacitación pertinente,
● evaluación del desempeño,
● experiencia calificada y
● aptitud para el cargo,
cada uno con una ponderación de 25%. Las condiciones y procedimientos que pueden
adoptar los concursos internos se encuentran señalados en el art. 53 inc. 5º y 6º del EA.
El art. 55 del EA dispone acerca de los funcionarios que serán inhábiles para ser
promovidos, señalando que corresponderán a:
● Aquéllos que no hubieren sido calificados en lista de distinción o buena en el
periodo inmediatamente anterior;
● Aquéllos que no hubieren sido calificados durante dos periodos consecutivos;
● Quienes hubieren sido objeto de la medida disciplinaria de censura, en más de una
oportunidad, en los doce meses anteriores de producida la vacante, y
● Quienes hubieren sido sancionados con la medida disciplinaria de multa dentro de
los doce meses anteriores de producida la vacante.
Por mandato del art. 60 del EA, incorporado por la ley N° 19.882, “un reglamento
contendrá las normas complementarias orientadas a asegurar la objetividad,
transparencia, no discriminación, calidad técnica y operación de los concursos para el
ingreso, para la promoción y para cualquiera otra finalidad con que estos se realicen
Obligaciones funcionarias
El art. 61 EA señala como obligaciones de cada funcionario las siguientes:
● Desempeñar personalmente las labores de su cargo de forma regular y continua,
sin perjuicio de las normas sobre delegación (ver cap. XII, 3, c).
● Orientar sus funciones al cumplimiento de los objetivos de la institución.
● Realizar sus labores con esmero, cortesía, dedicación y eficiencia.
● Cumplir la jornada de trabajo y realizar los trabajos extraordinarios que ordene el
superior jerárquico.
● Cumplir las destinaciones y comisiones de servicio.
● Obedecer las órdenes impartidas por el superior jerárquico. Esta obligación debe
ser complementada con el art. 62 del EA, que dispone para el caso en que el
funcionario estima que la orden es ilegal, señalando que deberá representarla por
escrito, pero si el superior reitera la orden, deberá cumplirla quedando exento de
toda responsabilidad.
● Observar el principio de probidad administrativa.
● Guardar secreto respecto de aquellos asuntos que tengan carácter de reservado.
● Observar una vida social acorde con la dignidad del cargo.
● Proporcionar los datos que la institución le solicite.
● Denunciar a la justicia los delitos y a la autoridad competente los hechos
irregulares de que tome razón.
● Rendir fianza cuando tenga la administración y custodia de fondos o bienes de
acuerdo a la Ley Orgánica Constitucional de la Contraloría General de la República.
● Justificarse ante el superior de los cargos que se le han formulado con publicidad,
en el plazo que el mismo fije. De acuerdo al art. 63 del EA, si los cargos
comprometen el prestigio de la institución, el superior debe ordenar al inculpado
publicar sus descargos en el medio de comunicación en el cual se formularon,
haciendo uso del derecho de rectificación y respuesta que confiere respectiva ley.
Jornada de trabajo
La jornada de trabajo de los funcionarios puede ser desarrollada de forma ordinaria y
extraordinaria. La jornada ordinaria, según el art. 65 del EA, será de 44 horas semanales,
de lunes a viernes, no pudiendo exceder de 9 horas diarias. Por razones de buen servicio,
caben también las jornadas parciales, caso en el cual los funcionarios tendrán
remuneración proporcional.
Por su parte, las autoridades señaladas en el art. 66 inc. Iº del EA pueden ordenar jornadas
extraordinarias para desarrollar tareas impostergables.
Tales tareas pueden ejecutarse a continuación de la jornada ordinaria, de noche o en días
sábados, domingos o festivos.
Para compensar el trabajo extraordinario, se otorgará un descanso complementario igual
al tiempo trabajado más un aumento de 25%, y si ello no es posible, se compensará a
través de un recargo a las remuneraciones de acuerdo a lo expresado en el art. 66 inc. 2o
del EA.
Por último, se debe hacer presente la jornada continua de trabajo, establecida por el
decreto N° 1.897 del año 1965, del Ministerio del Interior, para los servicios públicos de
ciudades señaladas en el mismo. Según las disposiciones del decreto, los distintos servicios
públicos que enumera deberán cumplir con las especificaciones que la norma señala,
disponiéndose además que la jornada de trabajo debe interrumpirse por treinta minutos,
que serán destinados a la colación de los funcionarios, lapso que forma parte de dicha
jornada, siendo de cargo del empleador del respectivo servicio público. A través de
decretos posteriores esta jornada se implantó también en otras ciudades y comunas.
El art. 65 inc. final del EA establece que “los funcionarios deberán desempeñar su cargo en
forma permanente durante la jornada ordinaria de trabajo. Sin embargo, no se ha
señalado legalmente la forma en que se controlará tal obligación. A raíz de esto, la
jurisprudencia ha expresado que, para controlar la asistencia del personal a su trabajo, la
jefatura superior del servicio respectivo deberá implantar los controles que considere
necesarios para cumplir con dicho deber, los cuales se aplicarán a todos los funcionarios
afectados, sin importar la naturaleza de las funciones que realiza ni su jerarquía.
Por último, de acuerdo con el art. 78 del EA, los funcionarios públicos pueden cumplir
cometidos funcionarios que los obliguen a desplazarse dentro o fuera del lugar de
desempeño habitual para realizar labores específicas inherentes al cargo a que sirven.
Estos cometidos no requieren ser ordenados formalmente, salvo en aquellos casos en que
originen gastos para la institución, tales como pasajes, viáticos u otros análogos, en cuya
situación se dictará la respectiva resolución o decreto que lo encomiende.
De acuerdo a la jurisprudencia administrativa, los cometidos funcionarios deben ser
transitorios, y en el caso de no establecerse una fecha de término éstos pasan a ser
destinaciones.
Subrogación
Según el art. 79 EA, la subrogación procede cuando el titular o suplente de un cargo no lo
está desempeñando efectivamente. Tiene como fundamento la continuidad del servicio
público.
El funcionario, de la misma unidad, que siga en el orden jerárquico y reúna los requisitos
será el que asumirá las funciones por el solo ministerio de la ley.
Sin embargo, de acuerdo al art. 81 del EA, la autoridad competente puede determinar
otro orden de subrogación en los casos de cargos de exclusiva confianza, y cuando no
existan en la unidad funcionarios que reúnan los requisitos para desempeñar las labores
correspondientes.
El funcionario subrogante no tendrá derecho al sueldo del cargo que desempeñe en
calidad de tal, excepto si éste se encuentra vacante o si el titular del mismo por cualquier
motivo no gozare de dicha remuneración (art. 82 EA), y sólo si la subrogación tiene una
duración superior a un mes (art. 83 EA).
Incompatibilidades/compatibilidades
La incompatibilidad corresponde a una circunstancia material o jurídica que impide a una
determinada persona entrar o seguir en el desempeño de un cargo público. Debe
señalarse que las incompatibilidades son establecidas expresamente por el legislador, por
lo tanto, constituyen un número cerrado, siendo la regla general la de la compatibilidad.
Entre las incompatibilidades que menciona el EA se cuentan:
● Incompatibilidad por razones de matrimonio, parentesco por consanguinidad
(hasta tercer grado) o afinidad (segundo grado) o adopción en una misma
institución (art. 85 EA). Las incompatibilidades por razón de matrimonio o
parentesco se aplican cualquiera sea la condición en que se desempeñen los
cargos: titular, suplente, subrogante o a contrata. La incompatibilidad,
específicamente, dice relación con el hecho de que nunca puede producirse una
relación jerárquica entre cónyuges o parientes, de modo que en este caso la
incompatibilidad es absoluta. No rige esta incompatibilidad entre los ministros de
Estado y los funcionarios de su dependencia.
●
● Incompatibilidad entre empleos del EA (art. 86 EA). Se trata de una
incompatibilidad entre empleos del estatuto, como también otras funciones que se
presten al Estado. Pero no alcanza a los empleos del campo privado. En principio,
quedan excluidos aquellos servidores contratados a honorarios, salvo que la glosa
de la ley de presupuestos en base a la cual se contratan les dé el carácter de
agentes públicos. Esta incompatibilidad incluye a los cargos de elección popular.
● Incompatibilidades de la LBGAE° (art. 55 bis y 56).No obstante, lo señalado en el
art. 86 del EA, el art. 87 señala que hay compatibilidad entre los cargos regulados
por el EA y:
o Cargos docentes hasta un máximo de doce horas semanales.
o Ejercicio de funciones a honorarios, fuera del horario de trabajo.
o Ejercicio de un máximo de dos cargos de miembros de consejos o juntas
directivas.
o Con la calidad de contrata, suplente o subrogante.
o Cargos de exclusiva confianza o cuyo nombramiento sea por plazos
determinados.
o Directivos superiores de establecimientos de educación superior del
Estado.
Derechos funcionarios
Derechos en general
El art. 89 EA señala que todo funcionario tendrá derecho a:
● Estabilidad en el empleo. Este es el denominado “derecho a la función”, el cual
implica que el funcionario, legalmente investido, permanece en su cargo y lo
desempeña de acuerdo a los principios que rigen el empleo público. Este derecho
perdura mientras no concurra alguna causal de cesación de funciones señaladas en
el art. 146 EA, disposición complementada por el art. 46 inc. Io de la LBGAE°.
● Ascender en el respectivo escalafón.
● Participar en los concursos.
● Hacer uso de feriados, permisos y licencias.
● Recibir asistencia en los casos de accidentes en actos de servicio o enfermedad
contraída como consecuencia del desempeño de sus funciones.
● Participar en las acciones de capacitación.
● Gozar de las prestaciones y beneficios de previsión y bienestar.
● Protección de la maternidad, la cual se verificará en conformidad con lo dispuesto
en el Título II, Libro II del Código del Trabajo.
● Además, de acuerdo al art. 90 EA, tienen derecho a ser defendidos y a que la
institución a que pertenecen persiga la responsabilidad civil y criminal de las
personas que atenten en contra de su vida o su integridad corporal con motivo del
desempeño de sus funciones, o que, por dicho motivo, los injurien o calumnien en
cualquier forma.
● También tiene derecho a ocupar la vivienda que exista en la institución, junto a su
familia, cuando su trabajo sea de mantención o vigilancia permanente del recinto y
deba vivir ahí obligadamente (art. 91 EA).
El art. 98 del EA enumera las asignaciones que tienen derecho a percibir los funcionarios.
Tales asignaciones son: por pérdida de caja, movilización, horas extraordinarias, cambio
de residencia, viáticos, pasajes u otros análogos y las demás establecidas en leyes
especiales. Para el cobro de estas asignaciones se cuenta con un plazo de 6 meses desde
que ellas se hicieron exigibles, prescribiendo este derecho una vez transcurrido este
periodo.
Derecho a feriados
El art. 102 del EA establece que: ‘‘se entiende por feriado el descanso a que tiene derecho
el funcionario, con el goce de todas las remuneraciones durante el tiempo y bajo las
condiciones que más adelante se establecen:
El feriado corresponde a cada año calendario y variará dependiendo de los años de
servicio que el funcionario tenga:
● 15 días hábiles para los funcionarios con menos de 15 años de servicio.
● 20 días para los funcionarios entre 15 y 20 años de servicio.
● 25 días para los funcionarios con más de 20 años de servicio.
Cabe tener presente que para estos efectos los días sábado son considerados inhábiles.
Permisos
Se entiende por permiso la ausencia transitoria de un funcionario de la institución, en los
casos y condiciones que la ley señala. De todas formas, el jefe del servicio puede conceder
o negar discrecionalmente tales permisos (art. 108, EA).
Por razones particulares se pueden solicitar también los denominados días
administrativos, que son permisos que pueden ser de máximo 6 días hábiles en el año, con
goce de remuneraciones, y que pueden fraccionarse por días o medios días (art. 109, EA).
Por último, de acuerdo al art. 110 EA, se puede solicitar permiso sin goce de
remuneraciones:
● Por un máximo de seis meses en el año, por motivos particulares.
● Para permanecer en el extranjero, hasta por dos años..
Licencias médicas
Según el art. 111 del EA, “se entiende por licencia médica el derecho que tiene el
funcionario de ausentarse o reducir su jornada de trabajo durante un determinado lapso,
con el fin de atender el restablecimiento de su salud, (...) Durante su vigencia el
funcionario continuará gozando del total de sus remuneraciones”. Este derecho se
encuentra regulado en el EA en los arts. 111, 112 y 113.
Prestaciones sociales
El EA consagra una serie de derechos correspondientes a prestaciones que benefician al
funcionario o a su familia en caso de fallecimiento o accidente del primero, las cuales son
consagradas y detalladas en los arts.
114 a 118 EA, tales como, por ejemplo, el derecho a percibir la remuneración del último
mes del funcionario fallecido, a afiliarse al bienestar social, asignación familiar maternal,
etc.
Derecho a ejercer cualquier profesión o industria
De acuerdo al art. 56 de la LBGAE°, todo funcionario tiene derecho a ejercer cualquier
profesión o industria, mientras sea conciliable con su posición en la Administración del
Estado, y siempre que con ello no se perturbe el fiel y oportuno cumplimiento de sus
deberes funcionarios. Esto será sin perjuicio de las prohibiciones o limitaciones
establecidas por la ley.
Responsabilidad administrativa
Concepto y consagración
Corresponde a la responsabilidad que tiene el empleado público, por el hecho de ser tal, y
que surge por infracción a sus obligaciones y deberes funcionarios.
Las disposiciones que consagran esta responsabilidad son las siguientes:
● Arts. 119 a 145 EA de la responsabilidad administrativa.
● Arts. 157 a 159 EA de la extinción de la responsabilidad administrativa.
● Arts. 4o, 42 y 46 inc. 2o LBGAE°: los dos primeros arts. señalan que el Estado es
responsable por los daños que causen los órganos de la Administración en el
ejercicio de sus funciones, la que procederá sin perjuicio de la responsabilidad que
pudiera corresponder al funcionario que los hubiese ocasionado. El art. 42, por su
parte, determina el factor de imputación de la responsabilidad del órgano
administrativo, correspondiente a la falta de servicio (sin perjuicio de la posibilidad
de repetir contra el funcionario) (ver cap. XV, 2, c.3). Por último, el art. 46 inc. 2º
dispone que el incumplimiento a las obligaciones debe acreditarse por
investigación o sumario administrativo.
Medidas disciplinarias
El dictamen N° 29.382 de 1993 de la CGR señala que “las medidas disciplinarias son los
medios que la ley contempla para castigar al funcionario que infringe sus deberes de tal,
previo un proceso formal destinado a establecer su responsabilidad administrativa, según
decisión de la autoridad con potestad punitiva para imponer esas sanciones
Estas medidas son establecidas en el art. 121 del EA y corresponden a las siguientes:
● Censura: Consiste en la reprensión por escrito que se hace al funcionario, de la que
se deja constancia en su hoja de vida, mediante una anotación de demérito de dos
puntos en el factor de calificación correspondiente (art. 122 del EA).
● Multa: De acuerdo al art. 123 del EA, ésta consiste en la privación de un porcentaje
de la remuneración correspondiente, no pudiendo ser inferior al 5% ni superior al
20% de ella, manteniéndose, eso sí, el funcionario en el cargo. De la multa se deja
constancia mediante una anotación de demérito en la hoja de vida, de acuerdo a la
siguiente escala: menos de 10%, 2 puntos; más de 10% y menos de 15%, 3 puntos;
más de 15%, 4 puntos.
● Suspensión del empleo: Corresponde a la privación temporal del empleo, desde
30 días hasta tres meses, con goce de entre 50% y 60% de las remuneraciones,
pero el funcionario no puede hacer uso de los derechos que le corresponden según
el cargo. Se deja constancia en la hoja de vida con anotación de demérito de 6
puntos (art. 124 del EA).
● Destitución: El art. 125 del EA establece que es la decisión de la autoridad
facultada para hacer el nombramiento de poner término a los servicios del
funcionario. Procede cuando los hechos acreditados en sumario administrativo
(no procede como resultado de investigación sumaria) constituyen:
o Grave vulneración del principio de probidad administrativa;
o Ausentarse sin motivo justificado por más de tres días consecutivos
o Infringir el art. 84 letras i), j) y k) del EA;
o Condena por crimen o simple delito;
o Efectuar denuncias de irregularidades o de faltas al principio de probidad
de las que afirma tener conocimiento, sin fundamento y respecto de las
cuales se constató su falsedad o el ánimo de perjudicar al denunciado, y
o Demás casos que señale el EA o leyes especiales.
Según lo que señala la segunda parte del inc. Iº del art. 120 del EA, el funcionario que ha
sido destituido producto de la comisión de un delito y resulta absuelto o sobreseído
definitivamente en la causa criminal, deberá ser reincorporado en su cargo. Si el
funcionario fue sancionado con otra medida y resulta absuelto o sobreseído
definitivamente, puede solicitar la reapertura del sumario.
● Sumario administrativo
El sumario administrativo, tal como la investigación sumaria, es un procedimiento
administrativo que busca determinar la responsabilidad administrativa que pudiera recaer
sobre un funcionario, sin embargo, el sumario administrativo se caracteriza por proceder
ante hechos que revisten tal naturaleza o gravedad que lo hacen exigible. Según el art.
129 del EA, la instrucción de un sumario administrativo será ordenada por el jefe superior
de la institución, el secretario regional ministerial o el director regional de servicios
nacionales desconcentrados, según corresponda, a través de una resolución, en la cual
designará al fiscal que estará a cargo del mismo.
El fiscal designado debe tener igual o mayor jerarquía que el funcionario involucrado en
los hechos que se investiguen. El art. 130 del EA dispone, además, que el fiscal designará a
un actuario, que puede pertenecer a cualquier institución de la Administración del Estado,
y que fungirá como ministro de fe del procedimiento, certificando las actuaciones del
sumario. Para los efectos legales, se entiende que el actuario está en comisión de servicio.
Según lo establece el art. 135 inc. Iº del EA, el fiscal tendrá amplias facultades para realizar
la investigación y los funcionarios están obligados a prestar su colaboración. Podrá,
además, establecer como medidas preventivas la suspensión o destinación transitoria del
funcionario inculpado a otro cargo dentro de la misma institución o ciudad (art. 136 del
EA).
La investigación tiene como plazo máximo 20 días, los cuales pueden ser prorrogados por
hasta 60 días en casos calificados, si existen diligencias pendientes decretadas
oportunamente y no cumplidas por fuerza mayor (art. 135 inc. 2o y 3o, EA). Terminado el
plazo se cierra la investigación y se formulan cargos o se sobreseerá. Si la propuesta del
fiscal es el sobreseimiento, se envían los antecedentes a quien ordenó el sumario, el cual
podrá aceptarlo o rechazarlo. En este último evento dispondrá que se complete la
investigación dentro de cinco días (art. 137, EA).
El art. 145 del EA señala que: “Los plazos señalados en el presente título serán de días
hábiles.
En caso de ser procedente, el fiscal formulará cargos, momento a partir del cual el
sumario dejará de ser secreto. Dichos cargos deberán ser respondidos por el inculpado, en
un plazo de 5 días. En casos calificados, podrá prorrogarse el término señalado por otros
cinco días, siempre que la prórroga haya sido solicitada antes del vencimiento del plazo.
En su escrito el inculpado solicitará pruebas, además de manifestar sus alegaciones y
defensas. Si el inculpado solicitare rendir prueba, el fiscal señalará plazo para tal efecto, el
que no podrá exceder en total de veinte días (art. 138, EA).
Contestados los cargos o vencido el término probatorio, el fiscal emitirá un dictamen,
dentro de cinco días, en el que propone la absolución o la sanción (art. 139, EA). Esta se
eleva al jefe del servicio, el secretario regional ministerial o el director regional de
servicios nacionales desconcentrados, según corresponda, el que resolverá absolver o
aplicar la medida disciplinaria, pudiendo también ordenar la realización de nuevas
diligencias (art. 140, EA).
El art. 141 del EA establece que en contra de la resolución que ordene aplicar una medida
disciplinaria procederá:
● Reposición ante la misma autoridad;
● Apelación, en subsidio, ante el superior jerárquico del que impuso la sanción, el
cual sólo podrá tener un carácter subsidiario de la reposición, para el caso en que
esta no sea acogida.
Ambos deben ser fundados y tienen como plazo cinco días desde la notificación y serán
resueltos dentro de los cinco días siguientes. En caso de acogerse la apelación o de que se
decrete una medida distinta, se devolverá la resolución con el sumario a la autoridad
competente, para que dentro de 5 días dicte la resolución correspondiente (art. 142, EA).
Finalmente, se debe tener presente que para el caso de los sumarios administrativos
ordenados instruir por la Contraloría General de la República, la resolución del mismo está
sometida al trámite de toma de razón.
Cesación defunciones
El art. 89, EA, señala que: “Todo funcionario tendrá derecho a gozar de estabilidad en el
empleo (...)”, derecho que debe relacionarse con el art. 46 inc. Iº de la LBGAE°, el cual
establece que el personal sometido al EA, goza de estabilidad en el empleo y sólo puede
cesar en sus funciones por una causa legal.
El art. 146 del EA señala cuales son las causas por las que un funcionario cesa en el cargo:
● Aceptación de renuncia. Según el art. 147 EA: “La renuncia es el acto en virtud del
cual el funcionario manifiesta a la autoridad que lo nombró la voluntad de hacer
dejación de su cargo La renuncia se presenta por escrito, y sólo produce efecto,
una vez tramitado totalmente el decreto o resolución que la acepta. Ésta puede ser
retenida por la autoridad, en caso de que el funcionario se encuentre sometido a
sumario.
En los cargos de exclusiva confianza, el Presidente de la República o la autoridad
correspondiente, deberán pedir la renuncia del funcionario para los efectos de su
remoción. Si ésta no es presentada en las 48 horas siguientes, el cargo se declara
vacante (art. 148 del EA).
● Jubilación, pensión o renta vitalicia en un régimen previsional. El funcionario cesa
en sus funciones desde que, según lo dispuesto en las normas pertinentes, debe
comenzar a recibir la pensión respectiva (art. 149 del EA).
● Declaración de vacancia. El art. 150 EA señala las causales por las cuales procederá
la declaración de vacancia, correspondiendo a:
o Salud irrecuperable o incompatible con el desempeño del cargo. El art. 151
del EA dispone: “El Jefe superior del servicio podrá considerar como salud
incompatible con el desempeño del cargo, haber hecho uso de licencia
médica en un lapso continuo o discontinuo superior a seis meses en los
últimos dos años, sin mediar declaración de salud irrecuperable. No se
considerará para el cómputo de los seis meses señalado en el inciso
anterior, las licencias otorgadas en los casos a que se refiere el artículo 115
de este Estatuto y el Título II, del Libro 11, del Código del Trabajo”. Por su
parte, el art. 152 EA dispone: “Si se hubiere declarado irrecuperable la
salud de un funcionario, éste deberá retirarse de la Administración dentro
del plazo de seis meses, contado desde la fecha en que se le notifique la
resolución por la cual se declare su irrecuperabilidad. Si transcurrido este
plazo el empleado no se retirare, procederá la declaración de vacancia del
cargo. A contar de la fecha de la notificación y durante el referido plazo de
seis meses, el funcionario no estará obligado a trabajar y gozará de todas
las remuneraciones correspondientes a su empleo, las que serán de cargo
del empleador”.
o Pérdida sobreviniente de alguno de los requisitos de ingreso a la
Administración del Estado;
o Calificación del funcionario en lista de eliminación o condicional, de
acuerdo con lo dispuesto en el art. 50, y
o Por no presentación de la renuncia en el lapso de 48 horas de su
requerimiento, según lo señalado en el art. 148, inciso final.