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En ROJO JEHOFER

En Amarillo RICKARD
En Negro Humberto
ANÁLISIS

El Estado debe dar respuestas, adecuadas y oportunas, a la multiplicidad de demandas


provenientes de un ambiente caracterizado por la complejidad y el cambio acelerado, lo
que requiere de un aparato administrativo ágil y flexible, que responda a tales exigencias.

Quizás uno de los problemas más importantes para la ejecución eficaz y eficiente de las
funciones del Estado, es la inadecuación entre esa necesidad y la existencia de un aparato
administrativo lento, engorroso, más orientado al cumplimiento de los procedimientos que
hacia el logro de resultados. Lo que exige una transformación de la Administración Pública
para adecuarla a tales necesidades.

Este proceso de cambio en los aparatos administrativos, que podemos resumir como de
desburocratización, requiere de una estructura jurídica que establezca los mecanismos
institucionales y las modalidades de gestión que conduzca a tales fines.

El Estatuto de la función pública contiene aquello que es común al conjunto de los


funcionarios de todas las Administraciones Públicas, más las normas legales específicas
aplicables al personal laboral a su servicio. Partiendo del principio constitucional de que el
régimen general del empleo público en nuestro país es el funcionarial, reconoce e integra la
evidencia del papel creciente que en el conjunto de Administraciones Públicas viene
desempeñando la contratación de personal conforme a la legislación laboral para el
desempeño de determinadas tareas. En ese sentido, el Estatuto sintetiza aquello que
diferencia a quienes trabajan en el sector público administrativo, sea cual sea su relación
contractual, de quienes lo hacen en el sector privado.

El Estatuto de la función pública es un paso importante y necesario en un proceso de


reforma, previsiblemente largo y complejo, que debe adaptar la articulación y la gestión del
empleo público en España a las necesidades de nuestro tiempo, en línea con las reformas
que se vienen emprendiendo últimamente en los demás países del Latinoamérica y en la
propia Administración comunitaria.

El Estatuto de la función pública establece los principios generales aplicables al conjunto


de las relaciones de empleo público, empezando por el de servicio a los ciudadanos y al
interés general, ya que la finalidad primordial de cualquier reforma en esta materia debe ser
mejorar la calidad de los servicios que el ciudadano recibe de la Administración.

OBJETIVOS DE LA LEY DEL ESTATUTO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

1. Crear el marco regulador que conforme un sistema de incentivos definidos para el


funcionario público, con reglas claras de actuación, para que su gestión se oriente a
garantizar que la Administración Pública Nacional esté al servicio de los ciudadanos,
fundamentada en los principios de honestidad, participación, solidaridad, celeridad,
eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de
la función pública, con pleno sometimiento a la ley y el derecho.

2. Promover que el funcionario público se identifique como servidor público, que actúa en
función de la acción del Estado para llevar a cabo sus fines esenciales y forma parte de
una Administración Pública al servicio de la ciudadanía.
3. Crear un régimen que oriente la actuación de los funcionarios públicos hacia una conducta
intachable, regida por los códigos de ética y moral administrativa, con el más alto sentido
de dedicación y compromiso para la realización de los principios y normas de la
Constitución.
4. Crear las condiciones para que los funcionarios que ingresen y permanezcan en la
Administración Pública, respondan a los más altos niveles de capacitación y experiencia
técnica y profesional.
5. Establecer las normas que garanticen que el acceso y ascenso en la Función Pública, sólo
se realice en el más estricto respeto a la igualdad efectiva y real, con base en la selección
objetiva del más apto, mediante la competencia pública sobre conocimientos, méritos y
experiencia.
En consideración a que el funcionario público debe actuar dentro de condiciones que
compensen adecuadamente su comportamiento, el Estatuto de la Función Pública crea las
condiciones para el establecimiento de:

1. Beneficios o prerrogativas, sean o no económicas, que equilibren sus condiciones laborales


y que el disfrute de los mismos, esté en relación con los méritos logrados en su desempeño
individual, determinado en forma objetiva
2. Garantizar a los aspirantes y miembros de la Función Pública, así como a los ciudadanos,
en sus relaciones con aquella, el debido proceso en todas las actuaciones administrativas y
judiciales, para que sea efectivo el Estado democrático y social de Derecho y de Justicia,
así como la promoción de medios alternativos para la solución de conflictos.
3. Garantizar a los funcionarios públicos las peculiaridades del ejercicio del derecho a la
sindicación, la negociación colectiva y la huelga, conforme a los intereses, derechos y
garantías constitucionales de la población y a los fines del Estado y de la Administración
Pública.

El Estatuto de la Función Pública persigue lograr un adecuado equilibrio entre los intereses
de los funcionarios públicos como trabajadores, los derechos y garantías constitucionales de
la población y los objetivos de la Administración Pública como instrumento para el logro de
los fines del Estado.

DISPOSICIONES FUNDAMENTALES

Artículo 1.- Objeto, Ámbito de Aplicación e Instituciones Excluidas.

En este artículo se pauta que la Ley regirá las relaciones de empleo público entre los
funcionarios públicos y la administración pública ya sea nacional, estatal y municipal.

Tales relaciones de empleo público, se distribuyen en dos grupos:

1. El sistema de dirección y de gestión de la Función Pública y la articulación de las


carreras públicas.
2. El sistema administrativo de personal, indicándose como sus distintos componentes los
siguientes:

 Los relativos a la planificación de los recursos humanos,


los procesos de reclutamiento, selección,ingreso, inducción, capacitación y desarrol
lo.

 La planificación de las carreras.

 Los concernientes al propio funcionario, como la evaluación de méritos, ascensos,


traslados, transferencias, valoración y clasificación de cargos, escala de sueldo,
permisos y licencias, régimen disciplinario y normas para el retiro

Este se ocupa de los funcionarios excluidos, debemos tener en cuenta que aunque estos
funcionarios están excluidos de les aplica de manera supletoria esta Ley, ya que la
Asamblea Nacional no ha legislado en las materias correspondientes.

En los numerales 1, 2, 3, 4, 5, 7 y 8 aunque se encuentran excluidos se les aplica de


manera supletoria la Ley del Estatuto de la Función Pública y la Ley Orgánica
de Procedimientos Administrativos ya que la Asamblea Nacional no a legislado en
las materia s que compete a cada numeral.

En el numeral 6 de los obreros, estos se encuentran excluidos ya que a ellos se les aplica
su Ley por excelencia, que es la Ley Orgánica del Trabajo.

Artículo 2.- Obligatoriedad de las disposiciones legales.-

Este artículo pauta la obligatoriedad de la normativa de las distintas


administraciones en sus respectivos ámbitos

En su segundo párrafo dispone que sólo por ley especial podrán dictarse estatutos para
determinadas categorías de funcionario s o que presten servicios en determinados órganos,
lo que equivale a que existe la posibilidad de legislar en determinadas circunstancias sobre
la materia de Función Pública de forma distinta a lo establecido en la presente ley.

Artículo 3.- Definición de Funcionario Público.-


Este artículo define qué se entiende por funcionario público todo aquel funcionario que
cumpla con los siguientes elementos:

1. Ser persona natural,

2. Que tenga un nombramiento,

3. Que éste haya sido otorgado por autoridad competente,

4. Que ejerza una función pública,

5. Que esta sea remunerada,

6. Que tenga un carácter permanente.

Tales elementos son indispensables y deben darse, además, conjuntamente.

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