Está en la página 1de 6

Cultura institucional: una

perspectiva para comprender


qué sucede dentro de la
organización y con su gente
Juan Domingo Fabbri

“Yo soy yo y mis circunstan-


cias”

La filosofía es el mejor camino para Esta incluye los aspectos biológicos


ingresar al tema de la cultura institu­ heredados y los elementos heredados
cional y comprenderla en toda su culturales.
multidimensionalidad. Aquí es donde detengo el tren, en la
La filosofía, por siglos, ha reflexionado estación de las herencias culturales,
sobre la importancia del entorno para y en esta estación nos quedamos:
que un ser humano se vea impulsado, “Yo soy yo y mis circunstancias”. La
dirigido, motivado y/o predestinado vamos a dejar un momento, para reto­
para ser de una o de otra forma. En marla posteriormente.
esta reflexión se ha llegado a temas Dentro de los temas relacionados a
incluso teológicos, relacionados con recursos humanos, o como última-
la libertad y el libre albedrío. mente se está llamando, desarrollo
Sin embargo, no es mi intención di- organizacional, una de las áreas más
rigir este artículo en ese sentido. El fascinantes es la cultura institucional.
propósito es iniciar un momento de Esta se parece a un ente omnipresente
que cruza a toda la institución y lo
reflexión utilizando la frase del filóso-
fo español, Ortega y Gasset, quien en hace en todas direcciones. Muchos
la han comparado con la columna
101
pocas palabras resume la tremenda
vertebral o con los fundamentos de un
importancia que conlleva el entor-
edificio, pero es preferible visualizarla
no, el medio ambiente –como dice
como la intrincada red sanguínea.
Ortega y Gasset en sus palabras “mis
Sabemos que a través de esta red, la
circunstancias”– para que la persona
sangre llega a cada parte del cuerpo,
Revista número 8 • diciembre 2000

sea, piense, actúe y sienta como lo


y no existe célula del organismo que
hace en este momento, ahora.
no reciba alimento y oxígeno a tra-
Dentro de las ciencias que intentan vés suyo. De la misma forma actúa
comprender, o por lo menos pregun- la cultura organizacional dentro de
tarse acerca del hombre, es cada vez la institución (Gibson, Ivancevich y
más valioso el tema de la bioherencia. Donnelly, 1994).
Por tanto, todo lo que sucede dentro La misma se ve reflejada en los valores
Universidad Católica Boliviana
de una institución refleja la cultura que promulga, es decir, aunque parez-
institucional. Las políticas de ascen- ca repetitivo, que cuando se hable de
sos, las políticas salariales, las políti- cultura institucional, tenemos que
cas de capacitación, los incentivos, el pensar automáticamente en valores.
plan de carrera, etc. Todos los temas Cultura es sinónimo de valores.
imaginados, relacionados al día a día Por lo tanto, la cultura institucional
dentro de la empresa, están relaciona- se levanta, se edifica con valores.
dos con la cultura institucional. Los valores son aquellos que hacen
tangible la cultura.
Definición de cultura
institucional Valores, la base
Se entiende como cultura institu­ de una cultura
cional a un sistema de significados ¿Y que es valor? Aquello a lo que
compartidos por todos los miembros damos valor, apreciamos, premiamos,
de una organización; la percepción queremos, eso es lo que podemos
común de todos los miembros de la decir que está más cerca de nuestros
organización. valores.
La cultura permite que sus miembros Hay un versículo en la Biblia que
lleguen a comprender de manera co- dice: donde está tu tesoro, ahí está tu
mún cuál es la conducta apropiada. corazón. Esto podemos aplicarlo a la
Son las reglas y lineamientos que cultura y podemos decir, allí do nde
indican a los miembros cómo partici- están tus valores, ahí está tu cultura
par, qué hacer y qué no hacer (Blake, institucional.
Mouton y McCanse, 1991; Robbins, ¿Quieren descubrir cuál es su cultura?
1993). En resumen, define cuáles son Entonces pregúntense qué es lo que
las reglas de juego. premiamos dentro de nuestra insti-
La existencia de la cultura no limita la tución, qué es lo que castigamos, qué
existencia de subculturas, pero todas es lo que reconocemos como bueno,
ellas enmarcadas dentro de la misma qué es lo que tratamos como malo,
cultura (no son otras culturas ajenas y en muchos otros casos, qué es lo
a la cultura dominante) (Robbins, que dejamos pasar. Sin embargo, la
1993). condición para que podamos recono-
cer la cultura es responder
102 en qué medida eso sucede
siempre.
Recientemente recibí un
e-mail con una serie de
chistes institucionales. Era
una lista larga de conside-
Revista número 8 • diciembre 2000

raciones acerca de com-


portamientos organizacio-
nales. Decía uno de ellos: si
un empleado está leyendo
el periódico en horas de
trabajo, está flojeando;
Sir Lawrence Alma-Tadema, Frigidarium. si el jefe lo está leyendo,
entonces se está informando. Si un Por lo tanto, pensar que la cultura es
empleado quiere imponer su criterio, asunto exclusivo de recursos huma-
está siendo un insolente y rebelde, si nos es mito y mal augurio a aquellos
es el jefe es el que impone su criterio, esfuerzos de una institución cuya
está re-orientando la actividad. autoridad máxima no está comprome-
Quedamos en la palabra mágica siem- tida profundamente con los valores de
pre: aquellos valores que definen nues- la cultura (García y Dolan, 1997).
tra cultura, son aquellos que siempre
se aplican. No son aquellos que están Toda institución
bajo el influjo de la ley del embudo.
Entonces, la primera lección aprendi- tiene una cultura:
da es: los valores de la cultura deben explícita o implícita
ser aplicables para todos.
Es común pensar y decir que no todas
Y aquí viene la segunda lección que las instituciones tienen cultura. Sin
se desprende de la anterior: la cultura embargo, toda institución que ha te-
institucional no es una cuestión del nido permanencia en el tiempo, tiene
departamento de Recursos Humanos una cultura.
o de Desarrollo Organizacional, sino
que es un asunto de los ejecutivos Muchos que están trabajando actual-
de la institución, o por lo menos del mente en una institución que ha teni-
gerente general, del presidente o de su do permanencia en el tiempo, pueden
homólogo de lo que sería la autoridad estar pensando que su institución
máxima. Si éste no está convencido y no tiene cultura institucional. Para
no cumple las normas de la cultura, descubrir cuál es la cultura, se llega
en vano se afanan los trabajadores a tener una primera aproximación
(Heifetz, 1997). preguntándose cuáles son las reglas de
juego de esta institución y puede ser
Otro tema muy común relacionado a que uno se encuentre con una cultura
las organizaciones exitosas. Muchas de disfuncional implícita, no explícita.
ellas se dejan embriagar por el éxito, y Un ejemplo claro de cultura insti-
posteriormente cuando están al borde tucional disfuncional es la empresa
del colapso, es que intentan desespera- pública, que aunque no premia, tolera
damente mantenerse a flote. De estos el anti-valor del menor esfuerzo, las
ejemplos hay miles. Esto les sucedió aceitadas o coimas (la corrupción),
a IBM, Xerox, British Airways. Y para la inercia, la burocracia, etc. (Blake,
que estas empresas pudieran sobrevivir,
tuvieron que venir nuevos jefes (con
máxima autoridad) para transformar
Mouton y McCanse, 1991).
En la empresa privada vemos culturas
103
su cultura obsoleta en una cultura institucionales disfuncionales donde
abierta al cambio y así responder a la se premia el servicio al jefe (en con-
renovación permanente, o pasar de una tra incluso del servicio al cliente), la
cultura de servicio al jefe, a una cultura cultura del Olimpo (el jefe es Dios), el
valor de la informalidad (que encubre
Revista número 8 • diciembre 2000

de servicio al cliente. ¿Pero quiénes


son los que logran estos cambios? Los una serie de ineficiencias), etc.
“líderes carismáticos” con alguna idea La diferencia entre una cultura sus-
obsesiva (como ser la obsesión por el tancialmente buena y una cultura dis-
servicio) o “una autoridad máxima funcional es que mientras la primera
frente a una crisis de muerte”. conlleva una mejora o edifica, la otra
encubre o refuerza taras. Las culturas
negativas son contraproducentes para que podrían haber empapelado la ciu-
Universidad Católica Boliviana
el esfuerzo directivo que busca mejo- dad de La Paz con papelitos, en Miami
rar el desempeño (Gibson, Ivancevich son igualmente estrictos como cual-
y Donnelly, 1994). quier otro norteamericano o suizo.
¿Qué pasó? Lo que sucede es que “yo
Por qué tener culturas soy yo y mis circunstancias”. Aquí
es donde la cultura juega ese papel
explícitas que favorez- fundamental para lograr que lo bueno
en una buena cultura se potencie, o
can buenos valores por el contrario, lo malo en una mala
Cualquier institución que perdura cultura se empeore. O al revés, que
tiene valores o antivalores, que están lo bueno, en una mala cultura se di-
como base de su cultura. Sin embargo, luya, o lo malo en una buena cultura
cuando la cultura no es explícita, la se amortigüe (Gibson, Ivancevich y
tendencia natural es que hayan más Donnelly, 1994).
antivalores reinantes que valores edi-
Vamos a un tema común, el del ser-
ficantes (García y Dolan, 1997).
vicio. En muchas culturas organiza­
Aquí es cuando se debe enlazar la cionales no es el cliente una razón de
frase inicial traída del filosofo Ortega: alegría –aunque debería serlo porque
“Yo soy yo y mis circunstancias”. es él quien paga mi salario– sino que es
Una cultura con valores positivos una molestia porque significa trabajo
promueve actitudes positivas, y una adicional. El razonamiento va en el
cultura con valores negativos, promue- siguiente sentido: “Aparte de tener que
ve actitudes negativas (Gibson, Ivance­ levantarme temprano todas las maña-
vich y Donnelly, 1994). ¿Qué sucede? nas, aguantar a mi jefe, tener que venir
Cuando Ortega asevera que “yo soy aquí todos los días; además de todo
yo y mis circunstancias” está dejando eso, tengo que atender a este cliente”.
entender la gran importancia de las Para cualquiera que conceptúe a un
circunstancias para que la persona sea cliente de esa manera, claro que no
de una o de otra forma. Cuando uno va a tener ningún ánimo de atenderlo.
está en Bolivia, y tiene en su mano un Pero lo más seguro es que esa forma
papel que es basura, sin ningún cargo de conceptualizar a su cliente lo ha
de conciencia, este ciudadano tirará el aprendido por ósmosis en su relación
papel en cualquier calle de la ciudad con su jefe o con sus colegas.
y se justificará al decir: “¿qué le hace La cultura permite además altos ni-
104 una raya más al tigre? Si todos tiran
papeles, yo también puedo tirarlos”.
veles de control social. La psicología
social tiene como tema de su interés
Estamos en una cultura donde no se la reproducción social. Esto significa
hace control estricto de la limpieza que la sociedad tiene como una de las
de la ciudad. Es un valor (o antivalor) funciones principales, hacer que los
compartido y eso es todo, aunque se- grupos sociales hagan lo mismo una
pamos que está mal. y otra vez, además de generación en
Revista número 8 • diciembre 2000

Es interesante notar el proceder de los generación, como estrategia de super-


bolivianos con la basura cuando ya no vivencia. A eso se debe que los padres
están en Bolivia. A pesar de que los quieran que sus hijos sean como ellos
bolivianos no son limpios en nuestras y se inician los enfrentamientos gene-
ciudades, cuando llegan a Miami o a racionales. Lo mismo pasa en las cul-
Ginebra, aquellos mismo ciudadanos turas institucionales. El grupo juega el
rol de reproductor social, controlando yo debo atender”. Generalmente en el
a sus miembros para que se alineen en ser humano, esas cosas son lineales:
sus costumbres. Bien si eso favorece a te trato como me tratan. La cultura
la institución; mal si ese control social institucional da lugar a que no haya
va en su contra. esas incoherencias internas.
Permite además que todo entre al
Los beneficios lugar que le corresponde. Si se lanza
un nuevo producto al mercado, si
de la cultura es que responde a los valores de la
Primer beneficio: el gran paraguas. La cultura, tiene aceptación plena por
cultura institucional, el gran omnipre- el personal. Si es que se lanzan las
sente, puede ser también considerado políticas de incentivos, si responde a
como el gran paraguas, es decir, aque- los valores de la cultura, es aceptado
llo del que todo lo demás se desprende plenamente. Y así sucesivamente. Por
(Guízar, 1997). lo tanto, tiene el valor de certificador
¿Qué significa, por tanto, esta afirma- interno: si responde a los valores,
ción? Lo que significa es que mientras entonces es asumido (Gómez-Mejía,
no tengas este gran paraguas claro y Balkin y Cardy, 1997).
definido, toda acción que realices, es El segundo beneficio de la cultura
un parche, o en términos más estéti- institucional es la satisfacción. No es
cos, sólo maquillaje. tan preclaro como el anterior, pero es
Y ahora, aquí va un condimento más aun más valioso que el anterior puesto
en esta sopa para captar la importancia que las culturas buenas, promueven
de la cultura institucional: no sólo las mayores niveles de satisfacción de los
políticas relacionadas a los recursos empleados (Robbins, 1993).
humanos tienen base en la cultura ins- Sin embargo viene la gran discusión:
titucional, sino también las estrategias no se tiene bien claro si instituciones
de mercado de la empresa, su forma de exitosas originan culturas con altos ni-
relacionarse con los clientes, con los veles de satisfacción o si es al revés.
proveedores, y con sus demás recursos
(García y Dolan, 1997).
¿Cuáles son los límites?
Por tanto, tener una cultura permite
que las cosas tengan una lógica inter- Uno de los temas más de moda en
na. Hace que todo sea un continuo y no la actualidad es el de la ética. Varios
se presenten incongruencias internas. autores indican que, en general, las
Es muy común querer que haya servi-
cio al cliente (es también otro término
normas éticas de las instituciones
están muy relacionadas con la ética
105
que se ha puesto de moda en Bolivia; moral del país en el que se encuentra.
casi todas las oficinas tienen áreas de Por lo tanto, lo mismo sucede con las
servicio al cliente, hasta informaciones culturas institucionales. Si sus valores
ahora se ha cambiado con servicio al no son suficientemente fuertes y domi-
cliente). Se espera que los que atien- nantes, esa cultura institucional débil
Revista número 8 • diciembre 2000

den al público traten a los posibles será tragada por la cultural laboral
compradores con toda amabilidad y reinante en el país, y quedará al nivel
cortesía. Sin embargo, sus jefes los de discurso (Robbins, 1993).
tratan muy mal. Entonces se produce Varios autores dicen que muchos de
una ruptura, un divorcio entre lo que los conceptos de la calidad total son
es: “como me atienden a mí, y cómo buenos para los japoneses, porque
ellos por naturaleza son así, o el cero tal, y viene un nuevo jefe que tiene
Universidad Católica Boliviana
errores está acorde con los alemanes, una gerencia vertical aprendida y
porque son alemanes, pero que son ejercida por muchos años –por más
irreplicables en Bolivia. Sin embar- charlas que escuche, por más insis-
go, he conocido gente en Bolivia que tencia y reflexiones que le hagan– no
trabaja en instituciones con culturas logrará un cambio.
fuertes, que son admirables en su gra-
Otro de los límites es el definido por
do de compromiso y responsabilidad
frente a sus trabajos. la estructura personal. Por eso es muy
importante la selección de personal.
El otro límite importante es el traído Se debe insertar personal que vaya de
de la cuna. Si una persona tiene una acuerdo con los rasgos base de una
formación moral muy fuerte, difí- cultura, porque de lo contrario, los
cilmente va a desprenderse de esas injertos no resultan.
normas, y aunque todo el mundo esté
robando a su alrededor, esa persona Si bien, la aplicación de cultura insti-
difícilmente lo hará. Sus normas mo- tucional tiene muchas limitaciones y
rales vienen desde la cuna y las va por sus dimensiones y connotaciones
a mantener. Lo mismo pasa con los dentro de la organización parece ser
valores de una cultura institucional. inabarcable, sin embargo se la puede
Otro ejemplo. Si una empresa tiene considerar como la mejor vía para que
una gerencia con tendencia horizon- una empresa, institución u organiza-
ción logre, con mejores resultados,
sus objetivos y su misión.

Bibliografía
Blake, R., Mounton, J., McCanse, A., La
estrategia para el cambio organizacional.
Addison-Wesley Iberoamericana. Pag. 69-87,
Delaware, 1991.
Robbins, S., Comportamiento Organizacional.
Conceptos, controversias y aplicaciones. Pren-
tice Hall Inc. Pag. 617-650, México, 1993.
García, S., Dolan, S., La dirección por valo-
res. El cambio más allá de la dirección por
objetivos. McGraw-Hill Instituto de Estudios

106 Superiores de la Empresa, Madrid, 1997.


Guízar, R., Desarrollo Organizacional. Prin-
cipios y aplicaciones. McGraw-Hill. Pag. 243-
258, México, 1997.
Sir Lawrence Alma-Tadema, Gorjeos y esponjas.

Heifetz, R., Liderazgo sin respuestas fáciles.


Propuestas para un nuevo diálogo social en
tiempos difíciles. Paidós, Barcelona, 1997.
Revista número 8 • diciembre 2000

Gómez-Mejía, L., Balkin, D., Cardy, R., Gestión


de Recursos Humanos. Prentice Hall. Pag. 25
ss., Madrid, 1997.
Gibson, J., Ivancevich, J., Donnelly, J., Las
Organizaciones. Comportamiento, estructura,
procesos. Addison-Wesley Iberoamericana.
Pag. 43-50, Delaware, 1994.

También podría gustarte