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Más que intentar refutar las valoraciones problemáticas, el terapeuta realiza preguntas dirigidas hacia el
pensamiento, las evidencias en que se basa y aquellas que podrían cuestionarlo.
El desafío de pensamientos automáticos negativos trata de generalizar los cambios de estos patrones
cognitivos problemáticos a nuestra vida diaria para que se consoliden los cambios.
La reestructuración cognitiva es una estrategia destinada a proporcionar hábitos cognitivos nuevos. Entre
ellos:
Consiste en varias fases aprendidas en el transcurso de las sesiones de terapia con el objetivo de
emplearlas en situaciones problemáticas a las que la persona se ve confrontada.
En concreto, las fases del entrenamiento en solución de problemas son las siguientes:
DETENCIÓN DE PENSAMIENTO
Es una estrategia de intervención para pensamientos de carácter obsesivo y fóbico.
ENTRENAMIENTO AUTOINSTRUCCIONAL
Se utiliza para modificar o contrarrestar la interferencia de los pensamientos negativos en la ejecución
correcta de una tarea o el afrontamiento de una situación, mediante pensamientos-guía estructurados en
palabras.
La intención paradójica requiere para su aplicación que el paciente renuncie a los intentos de control del
problema y que esté dispuesto a hacer aparecer y aumentar los síntomas (en contra de su propia lógica).
Prescripción del síntoma: Es la estrategia más utilizada. Consiste en solicitar al paciente que
busque y provoque de forma voluntaria los síntomas antes de que aparezcan. Está indicada en
respuestas involuntarias (pensamiento intrusivo o insomnio) o comportamientos que el paciente
siente no poder controlar.
Restricción paradójica y contención del cambio: El terapeuta desaconseja el cambio, renuncia a
él o lo prohíbe con argumentaciones pesimistas para acelerar o desbloquear el proceso de
cambio.
Cambio de postura: Se trata de adoptar la visión catastrofista que un paciente tiene de sí mismo,
exagerando esa visión. Es útil para las personas que buscan la aprobación de los demás, a través
de conductas de queja, o en pacientes desafiantes.
Programación de recaída: Se trata de programar recaídas con control, de tal forma que el
empeoramiento no sorprenda al paciente y lo genere voluntariamente para comprobar que lo
puede volver a afrontar. De esta forma se reestructuran ideas referidas a que, frente a
determinadas situaciones, el control es imposible.
Confusión e interferencia: Cuando el discurso de un paciente es ambiguo, lacónico y se percibe
resistencia a expresar el problema en términos concretos, un discurso impreciso y vago por parte
del terapeuta, es probable que provoque en el paciente serios intentos de precisar más su
información.
Utilización del paciente y anticipación de resultados: El terapeuta utiliza una estrategia de
evaluación para producir un cambio en la secuencia del problema. Se usan auto-registros, para
que el paciente sea consciente de la propia conducta, e indicaciones de que tendrá una excesiva
dificultad para realizar conductas, aunque en realidad el terapeuta tiene claro que no es así.
AUTORREGISTROS
Se utilizan desde las fases iniciales con el fin de recoger información emocional del paciente a lo largo
del día. Aportan una línea de base objetiva y útil para hacer comparaciones consigo mismo a medida que
avanza la terapia.
DESCUBRIMIENTO GUIADO
Hace referencia al proceso de ayudar al paciente a alcanzar nuevas perspectivas que desafíen sus
creencias disfuncionales mediante el cuestionamiento socrático.
TÉCNICAS DE REATRIBUCIÓN
Se utilizan para modificar los sesgos cognitivos relacionados con las dimensiones atribucionales de locus
de control, estabilidad y especificidad.
Las personas depresivas suelen hacer atribuciones internas, estables y globales para sus errores o
fracasos, y externas, inestables y específicas para sus éxitos.