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• CAPÍTULO 3
•
• El choque de la conquista
• 24 copias
•
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• Cuando veíamos el país a través de nllfStra visión interior;
•
y en un desorden absoluto.
MOlOUNIA. Memoriales
•
•
•
• Los mestizajes desencadenados por la conquism del Nuevo Mundo'"
•
parecen inseparables de otros dos fenómenos mayores en la América
del siglo xvi; por una parte. lo que se suele llamar el «hoque de la con
'
'
• 106. Hemos esbozado su historia en Carmen Bemand y Serge Gruzinski, Histolrt
•
(trad. cast.:
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••
«
Mundos atropellados''" La segunda p�ga llevó a los combatientes indígenas a la muerte. 41
bb Los mestizajes de los tiempos modernos aparecen de ordinario sobre la cual andaban los muertos hinchados. sobreaguados, a manera de
•
b7 •
fondos turbios, en cauces d�n_tidades rotas. .Ji no todos los mestiza ranas tienen los ojos salidos del casco, sin cejas ni cobertura, mirando
jes nacen forzosamente de una conquista, los que la expansión occi a un parre y a otra, denotando en esto que los pecadores son disolutos
•
dental d�encadenó e�!f¡i principian invariablemente en los sin guarda del corazón,» �,veres atestan_ las aguas de los lagos
•
escombros de una� como el pescado podrido. envenenando el� los alimentos._Los tes
1 1
timonios indígenas corroboran esta visión espantosa: cEn los caminos
•
En 1521, «este triste y espantoso año1, '-" México cae en manos de los
conq�ores españoles y de sus aliados indígenas Debemos la mejor yacían huesos rotos. cabellos revueltos. los techos de las casas están •
1
descripción de este período a un monje franciscano al que los indios descubiertos, las viviendas están coloradas lde sangrel, abundaban los �
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1
apodaban Motolinía, «el pobres, Un capíruio de su crónica describe las gusanos en las calles. Los muros están manchados de sesos; el agua era
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.
1
� ¡ repercusiones deÍacaída de Mexico a principios de la década de 1520. como rojiza. como agua teñida. Así la bebimos. Hasta que bebimos �
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.
«Hirió Dios esta tierra con diez plagas muy crueles por la dureza e agua salobre 1...1 y tuvimos un sólo precio: éste fue el precio general � .
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cuales fue que LI en uno de sus navíos vino un negro herido d�
Ll, La primera de las
para un joven. para
niño.o.'"
un sacerdote, para una muchacha, para un
;-Porque como todos enfermaron degolpe no podían curar unos de A.RQgjiRsis_se esfuerzan por que los indios desaparezcan de la tierra
•
otros ni había quien les hiciese pan». En muchos lugares, familias ente
en que vivían,'" •
ras quedaron aniquiladas, •y para remediar el hedor. que no los po A la desorganización de la producción. provocada por las destruc
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dían enterrar, echaron las casas encima de los muertos, ansí que su casa ciones y el abandono de los trabajos agrícolas. se añaden los estragos
•
fue sepul�ra,. Se llamó a esta enfermedad la ,gran lepras, «porque del nuevo sistema de explotación y la sangría de los tributos. Algunos
leprososs, Como había ocurrido en Egipto, donde las aguas, las fuentes egipcianos que afligían al pueblo de Israeb. ,Todo lo enconan y •
y los torrentes se habían transformado en un mar de sangre, eesta tie corrompen; hediondos como carne dañada de moscas por sus malos •
ejemplos., _[nvasores que no eran más que campesinos en España se
rra se convirtió en sangre de muertos. La viruela segó la vida de niños y
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adultos, Dios castigaba así las atrocidades� es decir. la práctica toman por señores y se ponen a dar órdenes a los�� cn;ruralesµi;
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del sacrificio humano: ,En esta tierra había mucha crueldad y derra �.;¡�o:� algunos negrc;s;; h;en �ir y temer más que �i fuesen
mamiento desangre ofrecida al demonio ángel de Satanás». señores naturales> .' H La descomposición de las jerarquías sociales
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108. Tomo la exprnión de Dtnys Dtl.1gt C Le pays renvrr.;¡_ Amérindiens et Europé lll. En el relate de Tlatelolco, publicado en Anales� T/a1elolco. Unos anales his·
! eas tn Amériq� du Nord-Est, 1600-1664, Quebec, Bon!al, ¡qq11. d Nación Mexicana y Códice de Tlalelolco,
tdricosde I traducción de Heinrich Berlin, •
109. Toribio de Benavente, llamado Motolinia, MemtJriaf� o libro ck fas cosas dt Mlxico, Parrüa, rseo, págs. 70·71.
•
4
acompaña a otros fenómenos igualmente incontrolables. La fiebre del tacrísís atinó igualmentq a los rangos de los vencedores. Las riva
• 68
oro precipita a los españoles ,en lazos y cadenas del demonio de las
vertido en la «rabeza de la Nueva España», está en el ojo del hura más tiempo, produjeron más muertos y fueron un resultado de la
cán. La reconstrucción de la ciudad es una tarea gigantesca «en la crueldad y la codicia de los "hombres, antes que una manifesÍáción d
-;,
;En las obras, a unos tomaban las vigas, y otros caían de alto, sobre Imágenes de catástrofes y claves milenaristas
otros caían los edificios que deshacían en una parte para hacer en
otras» Como en el Apocalipsis, en un huracán de truenos y rayos. El monje encuentra sus imágenes y Sl!5 int�retaciones en eJ !:xq¡!Qy __
la ciudad se dividió eo tres y se entregó ca la codicia de la carne. a la en el Apocalipsis. Su retórica de la ca_tástrofe y del castigo se dedica
codicia de los ojos. a la soberbia de la vidas, La pluma de Motolinía primero a �os a.sgntecimientos 9e la s_c,nguist;! en una��
'denuncia así la vanidad de los vencedores impacientes que se hacen tiva metafisica y providencialista. El recuerdo de las plagas de Egipto y
construir mansiones gigantescas que sus linajes no habían conoci la evocación del segundo, el sexto y el séptimo ángel del Apocalipsis
Muchos indios son reducidos a esclavos. Algunos padres venden a del acontecimiento. Aguas putrefactas. rí.;-de sangre, espíritus
sus hiÍos para poder pagar el tributo. Se atormenta a los indigenas para inmundos que surge-;; de la boca del dragón y de la bestia. rayos y
arrebatarles sus bienes; se les encierra en jau las de las que sólo salen truenos, paralelismos históricos de la caída de Jerusalén y de su des
para morir. ,porque los trataban bestialmente. y los tenían en menos trucción por parre de Tito: todos los medios valen para traducir la con
estima que a sus bestias y caballos,.'" Procedentes de todas partes, fusión de los tiempos, pintar los estragos de la enfermedad y de la
gi__gantescos rebaños humanos convergén hacia la ciudad de México. guerra. y describir la perversión de las relaciones sociales y el reinado
donde se les marca ron ltierro candente. Es la octava plaga. y no la exclusivo del oro y de la plata.
menor. La novena es aún peor. Es el trabajo forzado en las minas. La Desde la Edad Media. los textos y las imágenes de la tradición�
en las minas murieron. fúe tanto el hedor que causó pestilencia. en pavorosas repercusiones. Los muros de la Capella Nuova de la cate
especial en las minas de Huaxyacac en las cuales media legua alrede dral de Orvieto lo atestiguan. Aquí. en los últimos años del siglo "!.V,
dor y mucha parre del camino apenas pisaban sobre muertos y sobre Luca Signorelli representó el reino del Anticristo, largamente comen- _L
huesos. e eran tantas las auras y cuervos que verúan a comer los cuer tado por los historiadores del arte.'" Los frescos de Orvieto o el texto
pos muertos, e andaban cebados en aquella cruel carnicería. que ha de Motolinía son una forma cristiana de describir y de explicar el
118. Luca Signo�m conoció las inquietudes apocallplicas que venian de la lejana
Castilla y que, algún tiempo más tarde, lraidas por los misioneros franciscanos se
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quista, víctima de mutaciones espectaculares y de calamidades inau
a la invasión. militares o epidémicos, de las perturbaciones endógenas 4
ditas, sólo se puede expresar en las formas extremas del relato apoca·
causadas por el establecimiento de los españoles. Esta inestabilidad
4
70 líptico.!"
crónica domina el paisaje social de las primeras d¡;:.,das de la coloñi 71
los vencidos dilata las viejas estratificaciones sociales. mientras que los
�aos social: divididos y dispuestos a matarse entre sí-los españoles
•
enfrentamientos entre conquistadores conducen al pais al borde del
están rodeados de indios que, a su vez. están dispuestos a abalanzarse •
abismo: ,Quedó tan destruida la tierra de las revueltas y plagas ya
sobre sus vencedores,"- Apartando las interpretaciones dualistcls o •
dichas que quedaron muchas casas yermas del todo, y en ninguna
maniqueas, el monje restituye la iI�dad y las [>t!rfurbaciones _
•
hubo adonde no cupiese del dolor y llanto, lo cual duró muchos
de un mundo que había podido observar durante la década de 1520. 1
- 121
anoss.
A diferencia de las versiones hispanófilas o indianófilas de la con
1
---¡;;;.; Morolinia. la desintegración se caracteriza por su ritmo acele
quista, tan reductoras unas como ocras. � ���onio invita a perci·
1
rado y sus arrebatos: .!fue tanta la priesa que en los primeros años die
bir el pasado en su desorden y su complejiclad, pero sin que el monje
rciñ a ¡;;;cer esdavos U. por la priesa que daban a los indíoss, El monje
abdique ni por un instante de sus convicciones profundas�ta
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.,
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buían a prolongar la vida de los dioses. que se alimentaban con la san
El desorden de las cosas
cado por las apariciones de los antiguos dioses y por las del nuevo
y de murallas almenadas a la castellana. ¡-iispano-india y medieval·_
enganchan una a otro como los vagones del tren Europa. instaurando
�edición. La sociedad prebisp.ínic:a daba la mayor importancia ila
inconcebibles continuidades.
«cuenta de1os tiempos>, que ocupaba un lugar esencial en la cosmolo
• entre las ciudades del valle precipitaban su ritmo, y las lentitudes cal·
•
123- Suponiendo qlH! pudieSffl ser intercambiables. La difusión del tiempo crisliano
culadas de la víctima que ascendía los peldaños de la pirámide antes
exigia una larga preparación: los misioneros escaactes tuvieron que explicar .J los
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de sucumbir bajo el cuchillo de obsidiana diferían temporalmente el indios tos ritos y el calendario de la nueva fe, y establecer el man::o material de las
celebraciones católicas .
instante de la muerte. Los derroches de ofrendas y de víctimas contri·
11
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tes españoles tuvieron que improvisar una sociedad para la que .Etº
de �cabarniento y una estabilidad relativa que solamente se _::lcanzarán 4
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«Zonas extrañas»: conquista e inestabilidad crónica •
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percibir la conquista como un hecho irremediable. Estos conglomera ffl
�
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dos pasan por fases de rurbulencias más o me.nos acenruad� y más o
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En México. como en todos los frentes del Nuevo Mundo, la irrupción z
�
� os largas. Estas últimas se intensifican a veces hasta provocar ca� �
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de los europeos fue rime.ro sm!Íill!Do..d.e..desordeo y de caos. Engen
trofes humanas -los tres millones de muertos de las Antillas entre 1494
tadas por una revisión radical de los aparatos políticos y de las jerar
de ehidalgoss, rechazan ponerse manos a la obra. la enfermedad debí
espadas d
-;, acero o los cañones ensordecedores de olor nauseabundo.
brados desde su infancia. exiliándose lejos de sus padres y de sus ami·
125. Bartolome de Las Casas, Historia de /as Indias, L 1, Mtxico, FCE, 1qab, pág.
124. Citado en Bernand y Gruzinski ( 1 9 9 1 , t. 1, pclg. 2b) l (trad. cast.: Mtxico,
254.
FCE, 19qq¡_
126. SegUn Las Casas, op. cu., pag. 376.
i
imprevisible. Lo irnprevisible del descubrimiento: los invasores otros de linajes oscuros y baxoss.'" Cantidad de delincuentes y de desa
desembarcan en abril de 1519 en la costa tropical de Veracruz y. en rraigados aíluyen a las Indias españolas: otros formarán el grueso de la
7b noviembre, se encuentran en un paisaje de montañas nevadas frente a población portuguesa que puebla Brasil"' Las disparidades regionales se 77
una monstruosa aglomeración que en aquel entonces constituye pro añaden a las diferencias sociales: castellanos. vascos y extremeños se
bablemente la mayor ciudad del mundo, México-Tenochtitlán. Lo detestan cordialmente y les cuesta mucho entenderse.
imprevisible de la conquista: de hecho. tas disensiones en el seno del La di versid.ad de los protagonistas indígenas y europeos -religiosa.
campo español pusieron sin duda en peligro tanto a Cortés y a sus par lingüística, fisica, sociaL-y las tensiones que les oponen introducen
tidarios como las reacciones de los indígenas. una heterogeneidad que la conmoción de la derrota y las deficiencias
Atacadas, aterradas y deshechas. las sociedades indígenas son polí del marco político acentúan aún más. Los poderes locales tradiciona-
s ticamente mutiladas. socialmente dislocadas, y diezmadas por ta gue les. deshechos militarmente y privados de su aura ancestral, padecen
¡¡
w
rra y las epidemias. Los mexicas y sus aliados pierden la hegemonía una crisis de legitimidad, mientras que las nuevas autoridades hispá- \
•
:? nicas sufren por definirse e imponerse. La conquista erosiona cual- l
z
que¡,retendían ejercer sobre la mayor parte del México central Pero
w
i los colaboradores indígenas de los españoles. apenas más favorecidos. g_uier autoridad La influencia del nuevo poder soberano. encarnado
�
z por el emperador Carlos Quinto, que reina desde España o los Países
w toman conciencia rápidamente de la precariedad de su situación y de
•
�
w la incertidumbre que les acecha. Bajos. es limitada. por no decir inexistente. Las distancias oceánicas y
/ Las relaciones entre vencedores. vencidos y colaboradores -todos continentales retrasan la transmisión deoroenes y de informaciones.
surgidos de universos con trayectorias muy dispares- y las consecuen Para Motolinía, el alejamiento hace que México se vuelva resuelta
cias que acarrean son de una complejidad sin precedente, porque las mente ingobernable: ,una tierra tan grande y tan remota no se puede
hibridaciones de la Iberia medieval son procesos distintos d�es bien gobernar de tan lejos: ni una cosa tan divisa de Castilla ni tan apar
iízajes de la conquista. Si la historia de la península ibérica se había tad.a no puede perseverar sin padecer gran desolación e ir cada día de
�nstruido durante mucho tiempo a partir de intercambios y de con: caíd.a en caíd.a por no tener consigo a su rey y cabeza que la gobíerne.=
flictos. de mezclas y de coexistencias entre tres mundos. el cristiano, el La corrupción se generaliza. Las costumbres se relajan. la Inquisición
};;;to y el musulmán, estos contactos se habían extendido en el tíern española tiene poca autoridad y los más fuertes hacen lo que les da la
�los habitantes de España se ,frecuentaban, desde hacia siglos- y se ganaui La guerra civil amenaza a cada instante con estallar entre los
habían desarrollado sobre un fondo común: el paganismo anti�y conquistadores. que se dividen en digas y munipodi.;;:-_.bandos,, epar
el monoteísmo� -- - - - - --
tidoss, <parcialidades,, epasioness, ,tiranías,, y forman;upos de presión
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J;!l América, el choque es tan brutal como imprevisto. No se reduce a a los que se acusa de querer imitar a los comuneros de Castillam
una cuestión de mero desfase. ni a una colisión de dos sistemas estables Los imaginarios también son perturbados. Los mexicas tienen
en la que uno de ellos seria repentinamente peOJtcbada par la im1'2Qón muchas dificultades para situar a sus invasores y solamente más tarde,
rado de <direrentes maneras de gentes,;"' si creemos a sus cronistas. son 129. Antonello G�bi, Le! naturaleza de las Indias nuevc1s. Ot Crist6bal Coldn a
Gonzalo Ftrn�ndez dt Ov,er:Ja, Mexico, FCE, ICJ78, pág. 3qo); Laura de Mello e
casi siempre individuos poco recomendables: ,En aquellos principios si Sooza, ln�mo at/Jntico. Demonologia e colanir��o. Skulos svt-xvnt, S.kl Paulo,
127. Femández de üvrede. citado en Bernand y Gruzinski (l'J'Jl, l. 1, pág 2&21 132. Jb1dt-m, 'J Bffltand 'J Gruzinsti {1991, L 1, p.igs.. 353-356) (trad. cest.: MéJU•
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tras un paciente trabajo de relecrura, de maquillaje y de selección de tadores no siempre trataron de frenar sus excesos. Las indias constitu
los hechos. asimilaran la llegada de Cortés al retomo del dios Quetzal yeron una presa fácil pa� los invasores, que ruarnuviernn con estas
78 cóatl.!" En ruanto a los conquistadores. no tardaron en darse ruenta mujeres relaciones a menudo violentas y efímeras. sin apenas preocu
79
de que los vencidos no eranj11díos ni musulmanes, y de que la reali parse por los jóvenes seres que dejaban tras de sí. Violaciones. concubi
dad que descubrían era más desconcertante de lo que habían imagi natos y muy po<:os mar · rnoníos engendraron una población de un
nado. Si. muy al principio. las imágenes sacadas de los libros de tipo nuevo y de estatuto impreciso -los n1estizos- de los que no se
caballería les habían servido para interpretar lo que ellos solos no sabía si integrar]?S en el universo español o en las comunidades indí
podían explicarse. no les proporcionaron mucha ayuda cuando g�nas. En principio. estos entreverados no tenían lugar en una socie:
hubieron de emprender el gobierno de esta tierra extraña y diabólica dad jurídicamente dividida en una ,república de los indios, y una
Durante algún tiempo soñaron con las sierras de la Dama de la Plata y •fepÜbiÍca de los españoles>. Afortiori, si se trataba de mulatos nacidos
con su palacio de metal precioso antes de dejarse mecer por las noti de negras y de españoles. o de negros yde indias,":
cias fabulosas que llegaban de Perú o que describían. en el lejano Por todas estas razones. indios, negros y españoles tuvieron que
norte. las Siete Ciudades de Cibola. una versión norteamericana del inventar a diario modos de coexistencia o. sobre todolos primeros,
Mestizajes las aceleraciones asesinas que Las Casas denuncia en su Historia de las
Las relaciones entre vencedores y vencidos también adoptaron la tiene palabras lo bastante violentas para incriminar las epruebas y
fonna de mestizajes que enturbiaron los limites que las nuevas autori experiencias y mudanzas y novedades» que estuvieron a punto de
dades trataban de mantener entre las dos poblaciones. Desde el princi poner fin a la cuestión india,?: La rapacidad de los invasores. combina
pio, el mestizaje biológico, es decir. la mezcla de los cuerpos -a da con una fulta absoluta de delicadeza colonial. provocó lo irrepara
menudo completado con el mestizaje de las prácticas y de las creen ble, La fiebre del oro. la impericia. el desbarajuste y los objetivos a
das-, inrrodujo un nuevo elemento perrµrbadoc corto plazo, mezclados con una buena dosis de indiferencia y de des
Los primeros emigrantes europeos eran varones en una mayoría precio. precipitaron la explor;i_ción des!nfrenada de una mano de
aplastante: soldados, clérigos. comerciantes y aventureros de todo tipo. obra india a la que nadie se le ocurría alimentar. Se siguió de ello un
Solteros o separados de sus mujeres (que permanecían en Castilla o en genocidio «sin premeditación» [.
- que los paliativos dispuestos a toda
las islas de las Antillas), estos europeos se arrogaron los derechos de prisa no hicieron más que inrensificar. y que desencadenó la importa
todos los vencedores. Se comportaron tanto más libremente cuanto ción masiva de esclavos africanos..
b� del sacramente del matrimonio, la Iglesia habla de regularizar las unionrs mix
mínima expresión. y los pocos curas que acompañaban� los co11quis-
tas. El linaje iberico, esa familia ampliada y tentacular, podla integrar concubinas,
ceoes subaltemas. Pero esre tora insuficiente frente a un fenómeno que, a medida que
133. Susan D. Gillespie 11989), rhe Aztec Kinr;s. The Construceion of Rulership i
n se generalizaba, se escapaoa tanto de ros españoles como de los indios.
Mexica History, Tucson, The Unlversity of Arizona Press, 1989, ptigs. 228-230. 136 . .. Qpinión del padre Betanzos•, en Cofecci6n de documentos para fa historia de
historia de Mixico, op. en., ptlg. 3ó3. Bemand y Gruzinski (lCM3, L 11, l)ags. 338- 137. Jacques Ruffré, citado en Bemand y Gruzinski c19q1, t. 1, pclg. 25ó) (trad. •
)42) !trad. cast.: México, FCE, ¡9qqJ. cest.: Mexico, FCE, ¡qq9).
lCorrería México la misma suerte? Una fórmula lapidaria expresa Andes provocó un choque social, político y religioso. Pero dos asesina
el desorden reínarue en el México de la década de 1520: •L.., tierra esta tos acentuaron la inestabilidad política y la incertidumbre sobre el
80 perdidas, •ya todo está perdido e de cada día se perderá rnáss,' ;¡. La porvenir del pais: Diego de Almagro murió decapitado en 1538 y. tres 81
expresión se aplica tanto a los enfrentamientos armados que oponen años más tarde. Francisco Piza.rro fue asesinado. Una serie de subleva
a los conquistadores entre sí como a la mala conducta de las esposas ciones mantuvieron un dima de guerra civil que fomentó la partid·
de oficiales reales, como al impudor de las prostirutas o a la suerte de pación de tas facciones incas divididas entre partidarios y adversarios
los españoles acribillados de deudas. encerrados en prisión o condena de los españoles. Estos acontecimientos contribuyeron a retardar la
dos a errar de isla en isla. Las consecuencias de esta •perdición• son i�tauración de un �er colonial fuerte y �tado. Así. Perú parece
igual de desastrosas en las nuevas generaciones indígenas: el.os mozos haber materializado todos los temores que infundía la experiencia
de diez y ocho y de a veinte años (sonl tan perdidos y tan desvergonza mexicana sobre un fundo de crisis de las noblezas autóctonas. de mor
dos, tan borrachos, tan ladrones. cargados de mancebas, matadores, talidad de las poblaciones indias, de desarraigo y de autodestrucción
- --
facinerosos, desobedientes. malcriados, atrevidos, glotones,».": de los invasores.
lCómo describir estas perturbaciones en cadena? La dificultad de Hubo que esperar hasta_ mediados del siglo xvi para 9ue la sírua
comprenderlas no se debe únicamente al número de variables que ción empezara a estabilizarse. y hasta la llegada del virrey Toledo para
implican, a la imprevisión de las trayectorias que se cruzan o a la dispa que la Corona impusiera definitivamente sus reglas a todos los parti
ridad de las herencias que tropiezan entre si. Proviene también de la dos. Las secuelas del desconcierto y de la conquista no dejan por ello
�terminación de los conjuntos que se enfren� <4ónde empiex.a el de pesar de una manera irreversible. A principios del siglo xvn, el cro
mundo indígena y dónde termina el de los conquistadores? Sus confi nista indio Felipe Guamán Poma de Ayala ofrece una visión espantosa
En efecto. resulta imposible describir, en términos simples o unívocos, tintivos: ,Vido lía ciudad] atestado de yndios ausentes y cimarrones
situaciones tan diversas como los intercambios de un español con su hechos yanaconas. oficiales ciendo mitayos, yndios vajos y tributarios
medio indígena, las relaciones entre las dos comunidades en el seno de se ponían cuello y se bestia como español y se ponía espada, y otros se
la ciudad de México o las que anudan a las dos poblaciones a escala del tresquilava por no pagar tributo ni servir en las minas. ves aquí el
país entero. El mismo nivel de indeterminación, de precariedad y de mundo al reves 1-1. Asi mism o vido el autor muy muchas indias putas
improvisación caracteriza a estas diferentes situaciones, que no se pue cargadas de mestici.llos y de mulatos todos con faldellines y butines,
den anaJiz.ar meramente en términos de aculruración y desculruración. escofietas; aunque son casadas. andan con españoles y negros. Y anci
Del Perú de las revueltas al Brasil de los mamelucos de la ciudad y no ay rernedio.o.r" Esta larga serie de turbulencias, mul
En Perú, el desorden fue más profundo. más espectarular y más dura poblaciones indígenas. confiere a los mestizajes peruanos unas carac
dero. Como en otros lugares. la irrupción de los conquistadores en los terísticas distintas de las que encontramos en MéxÍa> -
--
La c:olo�ción de Brasil resenta otro caso de figura que soslaya
- - - - - - . -
tanto las guerras civiles peruanas como el choque de los imperios. Si
139. Diego Duran, Historia ck las Indias de Nueva Espaifa e Islas de la Tierra 140. Felipe Guamán Poma de Ayala, El primer nut"va crónica y buen gobierno,
Fi�. !,,iéx1co, Porrua, 19b7, L 1, pág. 188. México, Siglo XXI, L 1 1 1 , isso, (ll28J, pag. l.025.
l
1
las vacilaciones de la política colonial y el exterminio de los indios
México. un Perú, o un Brasil aún más desconcertantes que las metró
Pero la no imposición de un marco �ólid(? r arte de la Corona ción de las formas de vida y de las tradiciones, que pasaba casi desa
otorga también y durante mucho tiempo acentos salva�y brutales percibida en Europa, es reemplazada por una aceleración repentina
; esta OCUQilció¿,. en particular cuando implica la sumisión a esclavi de los aprendizajes y las experiencias nuevas. Negros y europeos
�d d� las poblaciones autóctonas. y luego la importación masiva de afrontan contextos desconocidos que transforman irrernediablernen
negros africanos." te el sentido de las cosas y de las relaciones entre los hombres.
La pérdida de referencias cual, por la fuerza de las cosas. tuvo que ,retrocedeiicon respécto 'a su
cuencia de su derroca. �na parte de sus referencias. El desmorona· que se les atribuía originalmente. Los objetos que transitaban de un
epidemias. la interrupción de los sistemas de enseñanza tradicionales, !Tuan: su ciro.ilación entre los grupos los separaba de la tradición y a
141. Nadie ha cescruc y analizado mejor los mestizajes eresuencs que el historia�
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dor Sérgio Buarque de Holanda. Su obra Cdminhos e fronteiras, Ria de Janeiro, Jase
información,": 1
creencias locales. A veces adoptaba la forma extrema del desengaño,
-que acam,aba-;;ña pérdida de sentido y a la vez una pérdida de legiti En otros dominios. WS investigaciones emprendidas �r los misio 85
84
midad. Los seres y las cosas quedaban privados de su aura o de su fuer neros, los administradores y los médicos españoles proyectaban sobre
za, puesto que los lazos que les unían a una concepción global. el medio indígena claves de interpretación que lo reduóan a las pñ;
metafísica por así decirlo, de la vida y del cosmos se desvanecían. � porciones de una «naturaleza• desencantada y de una «fauna. o una
derrota y la humillación de las aristocraáas indígenas pusieron en ,flora, expurgadasdetodapresenciapaga-;;a de origen amerindio.
Ouda las concepaones que les atnbman casi orgánicamente parcelas Salvo raras excepaones, ias dtmens1ones cmetafisicas:t que los indios
-ilecliviñiaad-''' La destrucáónilelosíaofostuvo un alcance todavía atribuían al mundo que les rodeaba eran censuradas. desoídas o des
más inmediato: la aniquilaáón material del objeto no dejaba más que preciadas por los eui:opeos_ Preocupados por desviar la curiosidad
cenizas y restos mutilados. y la fundición hacia desaparecer para invasora de sus poderosos interlocutores. los informadores indígenas.
siempre preciosas formas metálicas. Al hacer añicos los ídolos y por su parte, adoptaron la costumbre de silenciarlas o minimizarlas"'
demoler las pirámides. los invasores evidenciaban la radical impoten Pero la obligación de tener que dar respuestas ajustadas a 1as exigen
su inexistencia, el choque resultaba penoso. No era más que el inicio certante y a menudo acrobático. Y este ejercicio se repitió cuando los
brutal de una desacralización de lo� y las cosas. pero precipitó pintores indígenas fueron obligados por los vencedores a realizar cen
tanto más la desorientación de ��cuanto que suponía la inte tenares de mapas de pueblos indios. De nuevo, los especialistas locales
rrupción definitiva de los grandes cidos ceremoniales. fueron conminados a procurarles a sus nuevos amos una información
A estas agresiones espectaculares se añadía la dificultad de com le¡¡¡@einventanéiouna cartografía y un espacio adaptados parcial
prender las nuevas realidades coloniales y los desafíos lanzados por la mente a la mirada europea,":
confrontación con otros saberes y otras técnicas. Si la adopción ferro Los estragos de las grandes epidemias. por sus proporciones inédi
sa del cristianismo ponía en entredicho muchos comportamientos y tas, trastocaron igualmente las mentes de las poblaciones y �esarma
creencias. los cambios se extendían a muchos otros dominios. Una ron a los «curanderos, mexicanos_ Al no poder seguir explicándolas
innovación técnica romo la sustitución de los antiguos códices por la por medio de la intervenáón de las divinidades indigeñas;-las victi
escntura alf'�bénca. el manuscrito y el libro introdujo una nueva rela mas a las que interrogaban las autoridades españolas _termin�r
ción con la informaáón o con lo que cumplía esta función entre los asociarlas con causas sociales y políticas. Los ef
ectos de la enfermedad
indios. La adopción de un soporte material de una sorprendente efi y la imposición de nuevos marcos de vida llevaron a los informadores
• cacia competía con las disposiciones de glifos y de colores de múlti indígenas a esbozar razonamientos sociológicos avant la lettre y a
• ples connotaciones. El uso de la escritura alfabética modificó inventar explicaáones materialistas. Estas dedaraciones podían ser o
• importadas por los europeos se limitaban a representar realidades 144. Sobre la difusión de ta ese-no-e alfabetica 'J del libro, véase Gruzinski (l<JSSl
• situadas en otro tiempo o en otros lugares. lo cual era aún más deter-
y Mlqnolo (lqq5¡_
iseo.
. Hemández, Obras completas, Mixico, UNAM, L I y L V I I ,
antiguos nahuas,
Cittrpo humano e ideologia.
Mt-xico, UNAM, t. 1,
Las concepciones d
•
•
constante que ejercían los nuevos tiempos sobre las representaciones Las incertidumbres de la comunicación
�
de las poblaciones vencidas. El desengaño podía por tanto tomar
Bb caminos -el saber médico, la cartografía, la escritura- aparentemente El choque de la conquista no consigue secularizar la manera de ver
87
menos dolorosos e infinitamente más sutiles que la demolición de los el mundo. Pero es suficiente para convulsionar hábitos ;ndados en el "
santuarios. tiempo y sembrar la duda, la ambigüedad y la indecisión. La pérdi�a
..
"
Pero la presión colonial se expresó también. de manera más brutal y
•
e
Sin embargo, no solamente los indios y los negros padecían el dis Fragmentos y astillas que. al contactar unos con otros, duraban muy
s
<
�
sentido. Los vfficedores también los experimentaban. aunque de un
---- -
Al multiplicar los fenómenos de desorientación y de dístorsíón= la
z
�
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•
..
z modo infinitamente menos dramático y a menudo menos consciente. conquista imprimió una tonalidad, una dinámica y unas obligaciones
w
�
.: Los españoles, que se habían habituado a consumir maíz, distaban bastante singulares a la comunicación entre los seres. Ésta es fundamen
•
mucho de conocer la carga cósmica que entrañaba el cereal divino _talmente •caótica., en el sentido en que todos los intercambios que per ..
para los indígenas. Si hubiesen querido conocerla. habrían tenido que mite poseen un carácter fragmentado, irregular e intermitente:"? los
..
penetrar en el dominio de las creencias con reputación de idólatras de
igualmente de las presencias divinas que los impregnaban. Su consu la manera en que los españoles representaban para sí mismos su con •
..
mo, un privilegio reservado para la nobleza indígena antes de la con quista, la Nueva España. no dejó de cambiar en función del origen de
quista española, ofrecía a los hombres el medio de mantener sus informadores y del tipo de información que lograban entender.
•
..
intercambios con el mundo divino. En la época colonial, transforma La indeterminación y la confusión predorninabanjnás a menudo
dos en meras mercancías, los mismos productos terminaron por con que lo que reflejan nuestras fuentes,'?' El cronista Femández de;;.,. ..
vertirse en el núdeo de una sociabilidad profana y a veces femenina ..
por lo que hace al chocolate. S." el12P"zaron a consumir imaginando
..
�rituales> refinados que habían perdido toda dimensión religiosa �
cen las manifestaciones artísticas indígenas (Studies in Ancient American and Euro· ..
- - - -
los sentidos y el lujo de los objetos -se crearon servicios de chocolate y
-· pean Art.
Reese,
The Coflected Essays of George Kubler, edición a cargo de
..
149. Retomo aqui la sugerencia de Omar Calabrese, ta eta neobarocca, Bari,
150.
¡qi:;7, pAg.
Los coloquios de
132.
147. Sobre la aculturación de los españoles, véase Solange Alb«!rro, Les Espagnofs
dos y sentados por escríto
véase
decadas despues de los encuentros de
¡qqq¡,
París, A11'1'1dnd Colin, ¡qq2 cristiana, edición a cargo de
1i:;ati.
león-Portilla, Mtxico, UNAM, Fundación de
..
,.
-
do relata un episodio que opone, sobre la cuestión de las imágenes, a lo mismo: «Diciendo Maria o Santa Maria pensaban que nombraban a
un juez español, el «licenciado» Zuazo, y a unos indios de México. Resi Dios y a todas las imágenes que veían llamaban Santa. Marias, En otros
dente en la ciudad en 1524, mientras Corlés estaba en campaña en lugares como Michoacán. las cruces eran las que pasaban por ser Dios as
88
.. Honduras. el juez reci b i ó a un grupo de notables indios. «uatro hom Esta confusión entre la Virgen, las representaciones cristianas y la divi
.. bres de los más autorizados y sabios de ellos de aquellas provinciass . rúdad tergiversó en gran medida la recepción de las imágenes cristianas
ít «Los christianos assimismos tenían aquellos mismos ídolos e írnáge entre el español y sus interlocutores -sus argumentos se traducen e
nes>.º' La afirmación incomodó a Zuazo, que les explicó la posición de interpretan en términos occidentales-. conserva la huella de las dificul
" s los aistianos a través de intérpretes: ,Nosotros no adoramos las imáge tades que suscitaba la menor discusión. aunque ésta fuese «rvilizadax'"
E: nes por lo que son. sino a los que representan en el cielo de los que allá .Las incertidumbres de la comunicación dependían de la barrera
w
�
o estan y de quien nos viene la vida y la muerte y el bien con todo lo de las lenguas y de la imposibilidad de hacer coincidir palabra por
�
;:;
demás quea nuestro propósito es en este mundos. Al mismo tiempo palabra unos universos conceptuales y unas memorias qm,todo sepa·
i
<
� raba Mediremos la amplitud del obstáculo enumerando los esfuerzos
z que pronunciaba estas palabras. tomó una imagen de san Sebastián
w
e,
•
que estaba colgada sobre su cama y la rompió delante de los indios, lingü1Sticos desplegados por las poblaciones de lengua náhuatl para
,:
ehízo lo pedazos ante ellos con otras muchas razones a este propósito designar los nuevos conceptos y objetos que introducían los invaso
• para los desengañar y apartar de su infidelidad y díxoles que no creye res.•• En Brasil la perplejidad y las explicaciones confusas suscitadas
• sen que nosotros adoramos aquellas ymagines según ellos». La reac por la santidade de Jaguaripe. un movimiento mesiánico de origen
• dónde los indios no se hizo esperar: «Como vieron esto. sonrióse el indigena nacido en la región de Salvador de Bahía. así como la mane
•
íí
uno de ellos hazia la lengua y díxole que no creyan que el licenciado
los tenía por tan necios. que ellos sabían que aquellas ymagines las
ra somera en que los adeptos de la secta interpretaban el aistianismo.
hazían los amanreeas -que quiere decir maestros- y assí también ha· los escollos de la comunicación fuesen únicamente de orden concep
• zían las suyas y que nos las adoravan ellos en quanto ymagines salvo aospor labrutalidad y el desprecio de los europeos.
tualifúéfoñ áinpha
•
fl
-como nosotros- por el sol y por la luna y por aquellas lumbres e
• aprieto del juez no fue sin duda un caso excepcional. Le conduce a ges· Supervivencia, adaptación y mestizajes
• acecho de los destructores de imágenes. Estas deficiencias de la comunícacíén. que constituyeron un fenóme
• biem. Zuazo les satisfizo sin figurarse los equívocos que este regalo
•
153. James Lockh.art, TM Nohuas after the Conq�c. A Social and Cultur.il His·
• 151. Gonzalo Fm,.,\ndu de Ovitdo, Crónica rk las Indias. La h,s1or1a ��ral <k las 154. Ronaldo Vainfas, A Mrfi1a dos Indios: catolicismo e �tH!ldi.J no Brasil colo·
• fndfas, Salamanca., Juan die la Junta, 1547, r• ctxiou -». met, S.\o Paulo, Companhia das Letras, 1qq5_
•
••
'
t!
inventar rituales indios sin sacrificio humano -puesto que en lo sucesi 411
cia de la onda de choque de la conquista, prefiguran igualmente nues
vo están prohibidos-, del mismo modo que casar la carne de cerdo, una
tras maneras de abordar las realidades plurales de las que se compone �
90 hoy en día nuestro universo. El esfuerzo que realizamos por reunir los
novedad europea, con lao salsas y los condimentos indígenas. Desde la
91
,.
cima de las pirámides hasta el fondo de las cocinas, se suceden ajustes,
fragmentos que nos llegan sin interrupción de todos los rincones del
flf
globo se ha convertido en un ejercicio planetario que, de hecho, inten
compromisos y virajes. Lo impensable se volvió práctica corriente y
,,
tolerada cuando, al principio de la conquista, por razones tácticas. algu
sifica unas prácticas inauguradas en el México del Renacimiento. No
,,
nos españoles aceptaron la práctica de la antropofagia de sus aliados
obstante, en la América del siglo XVI esta especie de zapping se instaura
más ricas.
ve obligado a construir su palimpsesto ·¡;;;rsonal a partir de las impre "
..
El imperativo de la supervivencia o de la adaptación explica que
siones, las imágenes y las nociones que ha captado, dándoles sentidos
,.
y valores nuevos. A falta de poder descifrar de una manera lineal las
los grupos más directamente implicados en la conquista aprendieran
a no contar más que con unos saberes locales y parciales. Los que ha
informaciones que llegan de todas partes, se obtienen saberes o prácti ..
cas que. a fuerza de yuxtaponer de manera ocasional y aleatoria los
bían vencido a los mexicas habían tomado el poder en un país del que
"
de unos y la adaptación de otros se vuelvan un ejercicio de miope."' Se
lSó. Stuart Schwartz recuerda que •el proceso de contacto cultural era a menudo
..
han de resolver las cuestiones más vitales y las más triviales: saber
"oesordenado" e indirecto, cambiaba con el tiempo y era interactivo, puenc que las
..
percepciones y las acciones inflt.uan unas en otras en ambas direcciones de la ecua
and Reflecting on lhe Encounters Beiween Europeans and Other Peoples in rht
..
155. catebeese 11987, pag. 140l.
Eilrly Modtrn Era, Cambridgt, Cambridgt Univtrsity sress. 1994, pag. &.
..
fil
• De este modo comprcndcn1os mejor el acento puesto en el perío
•
CAPITULO 4
fueron tiempos de decisiones rápidas y de elecciones inmediatas. indi
sz
vidu�es y c�l�vas. conscientes o inconscientes. sobre innumerables
• Occidentalización
• cuestiones,"
er lbn se dé¡>lyse.
:;; crear. en todos los sentidos del término, un medio caótico, sensible a la
•
w
Le moden sympathise
•
o menor perturbación. No obstante, otro proceso desempeñó un papel
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igual de apreciable. l,o. .'.JC (
ctlwp.rrwu�t
ee hop, l'Ckcidcnt
• •
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Gu1ro-1 PATn. l.a nuirquisc·
•
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w
•
• Si los conquistadores de la América española se dedicaron primero a
• anexionar por las armas unos tenitorios que se extendían desde Florida
• •
a la Tierra del Fuego, desde las Pequeñas Antillas a las orillas del Pacifi-
• mente para implantar los marcos y los modos de vida que Europa
•
nación introducidos en América por la Europa del Renacimiento:Jg
•
• 157. George M. Fosll!r, Cultura y conquista. La he�ncfa �pañof,1 dr Aminca,
• El universo te bautiza,/ y uno se desorienta. / El mundo simpatiza I y hop, movi
•
•
•
ción efectuó, mediante oleadas sucesivas. del siglo xv1 al siglo xrx, la
Parecía que nada pudiera atajarla. ni siquiera el inmenso océano Pacifi
o� contenidos. otros objetivos y otros ritmos, la ocddentalización se castellana de Asía antes de interesarse por Nagasak.í, como un preludio
te con el conjunto del globo.'" Esca extensión irresistible se acompañó de una política de unifor
'
bles indios. En la introducción a su Política indiana, el jurista Solórzano
A lo largo del siglo x111. la occidentalización instaura por tanto muchas '
Pe.re.ira exalta este «ilnperio que abrazó en sí tantos reyes y tan varias.
trucción sistemática del territorio y de la sociedad colonial se realiza daderarnente otro mundo.':" Los decretos que se destinaban a una
la reconstrucción o la transferencia de los linajes ibéricos a América, <leyes de las Indiass, compiladas a parcir del siglo xvu, fueron el fruto
cada vez que unas familias de conquistadores y sus clientelas se lanzan del trasplante de las leyes de Castilla a un continente y dos hemisfe
sentido la aparición de una infraestructura de tipo europeo, la edifica mejor. el «derecho indianos- regentaba la vida cotidiana, definía las
ción de las ciudades. los puercos. las carreteras. las fortalezas y los arse relaciones del individuo y del grupo con el Estado, imponía la noción
nales; la creación de las universidades; y las gigantescas campañas de de propieclad privada y legitimaba el beneficio. El jesuita José de Acos
construcción que cubrieron de iglesias. de catedrales, de dauscros, de ca resumía esca uniforrnización del derecho de la siguience manera:
ron Nueva España (es decir. México), Nueva Calicia, Nueva Castilla y
comunidad política, y no dos entidades distintas una de otra, pues
cantos otros reinos de nombre can familiar, dobles evocadores de las todos tienen un mismo rey y están sometidos a unas mismas leyes. un
provincias de la península ibérica solo tribunal les juzga. y no hay un derecho diferente para unos y para
extendieron rápidamente al conjunto de las posesiones españolas. La América española era una réplica de la Castilla real o ideal y de
municipalidades o «abildoss, Obispados y arzobispados se multiplica recibía Carlos V en las correspondencias del Nuevo Mundo. A decir
ron al ritmo del auge de la joven aistiandad. l..a expansión de las insti
verdad, esta América innovaba. pues no había de tener en cuenta.
tuciones hispánicas se hizo a medida de la inmensidad americana. como en Europa. los obstáculos heredados del pasado medieval, y se
•
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ogro
•
l[I
cruzaban en ángulo recto, las ciudades y los pueblos ofrecían el molde por los rnendicantes.s'" Trabajadores. esclavos de derecho o de hecho,
•
ti
introducirse. En todos los centros de las ciudades se erigían los símbo
palidad y del representante del rey, y la fuente en la plaza mayor. tualmente entre los recién llegados: la Iglesia de los misioneros. La inte
•
ti
Enteramente nuevas. ciudades como Puebla. en México, o Lima pre gración de los indígenas en la sociedad colonial se sometía a una
figuraron las fundaciones más recientes del continente americano: condición imperativa: los vencidos tenían que abjurar de sus creencias
• fueron las Brasilia del Renacimiento. Esta política urbanística materia A todos se les tenia por ,idólatras>, ya fuesen víctimas del diablo u olvi
lSc contenta ria con levantar un decorado curopciz.ado, destinado La cristianiz...a ci ó n de los indios de América repetía la de los morís
• a reproducir en América una Castilla medieval y renacentista. buro cos= Pero también trataba de reproducir la cristiandad primitiva. al
• crática y conquistadora? La réplica del Viejo Mundo no excluía a las tiempo que se presentaba como una nueva versión del Antiguo Testa
• poblaciones amerindias. O mejor. no podía prescindir de ellas Jurídi mento. en su lucha contra la idolatría. o de la Tebaida egipcia en su
• camente. los vencidos constituían uno de los dos cuerpos y uno de los
dos pilares de la sociedad colonial: la ,república de los indíoss frente a na española. gran lector de Luciano y del humanista Tomás Moro y
• la de los españoles. Institucionalmente. formaban comunidades inspi futuro obispo de Michoacán. afirmó que veía «en esta primitiva.
• radas en el modelo castellano. nueva y renaciente Iglesia desee Nuevo Mundo, una sombra y dibujo
• La Corona española separaba y al mismo tiem¡,o unía: cristalizaba de aquella primitiva Iglesia de nuestro conocido mundo del tiempo
• a las sociedades vencidas en una posición de alteridad. pero ésta estaba de los sanctos apóstoless,"!
• calcada del universo hispánico. Eo todas partes las elites indias sirvie
ron de intermediarias obligadas -y a menudo interesadas- entre el europeo del Renacimiento. religión y política se mezclaban jnex
• europeos y masas amerindias Estas proporcionaron los contingentes tricablemente. La integración política de los pueblos indios exigía su
• de mano de obra necesarios ·para las innumerables canteras que se cristianización. pues 1a f
e proporcionaba el único denominador
• abrieron en América central. en los Andes y en México. Ellas produje común de los sujetos de Carlos V. que eran tanto flamencos de Gante
• ron los víveres que reclamaban los vencedores. fabricaron enteramen o moriscos de Granada como vascos de Bilbao. Además, el cristianis-
• a menudo obligadas y engañadas las poblaciones autóctonas afronta 161. Javier Gómez Marlinez, Fortalezas �ndicantes. Clallf!S y proc�os en los con
•
venios no110h1spdnos ckl siglo xvt, Mé:iuco, Uni�rs1dad tberoam,ricana, l qq1, pág.
ron otras maneras de trabajar. al mismo tiempo que eran proyectadas 100. Sobre este capitulo, eease Gruzinslci {lq88) y c1qqo¡ y las bibliografias reunidas
162.
1 11qqll y L 11 (1qq3) (trad. cast.: México, FCE, 1qqq1.
• 163. Vasco de Quiroga, De t:kbellandis ,ndis, edición a cargo de Reré Acuña, M�x•
•
•
mo del Renacimiento era un modo de existencia antes que un con· el territorio americano con nuevos puntos de referencia que los indi
junto bien definido de creencias y de rituales: englobaba la educa gcnas tienen continuamente ante sus ojos.
98 ción. la moral. el arte, la sexualidad, las prácticas alimenticias y las Pero este decorado y esta réplica estilizada de un modelo europeo sólo qq
relaciones de alianza, y acompasaba el transcurrir del tiempo y cobrarían todo su sentido si las poblaciones recibían una formación cris
los momentos esenciales de la vida. Por todas estas razones, la cristia tiana que arrancara las raíces de la idolatría. La llegada de_los primeros
nización constituyó un eslabón esencial de la occidentalización del franciscanos a México fue el punto de partida de una empresa de educa
Los instrumenros de esta conversión revelan la diversidad de las siglo XVL Las escuelas de los monasterios se multiplicaron: los hijos de la
estrategias que los monjes desarrollaron para someter a los vencidos a nobleza indígena aprendieron a leer y a escribir. los mejores tuvieron el
su ley y hacer de ellos cristianos. Si el urbanismo a la europea ya signi privilegio de formarse en México. en el colegio de Santa Cruz de Tlatelol
ficaba una ruptura física y una sustitución legibles por las poblaciones co. donde se familiarizaron con el latín, la tipografia y los grandes clásicos
indígenas, la Iglesia materializaba este programa por si sola. Esta de la Antigüedad. Un humanismo de filiación erasmista y que se alimen
nueva construcción visualizaba una supremacía espiritual y a la vez raba de las ideas de Tomás Moro inspiró la formación de una intelligentsia
técnica que participaba de las formas de la arquitectura europea. En indígena que estuvo a punto de ser admitida en el sacerdocio y que ayudó
los Andes y más aún en México. la bóveda, difundida mediante cente eficazmente al rescate de una parte de los saberes prehispánicos. Esta occi
nares de ejemplares, tenía con qué pasmar y fascinar a los indios, que dentalización de alto vuelo. calcada de un modelo del Renacimiento, des
ignoraban totalmente este procec:timiento de construcción. Esta técni pertó también la inquietud de los laicos españoles. disgustados al ver que
ca. audaz contribuyó a manifestar el advenimiento de un nuevo impe los notables indios dominaban la escritura tan bien o mejor que ellos.
rio simbolizando de forma espectacular el orden terrestre y celeste del A esta conquista de las mentes se añadió una conquista de los
que se reclamaba la Iglesia": La proliferación de conventos fortifica cuerpos, destinada a someter a la familia. el matrimonio y las costum
dos con muros almenados dio un aspecto francamente militar a esta bres más íntimas a las normas universales de la Iglesia. A finales de la
presencia. sin que sepamos hoy con certeza de qué enemigo -cindios década de 1520. la difusión masiva del matrimonio cristiano pareció
o españoles?- trataban de protegerse los franciscanos,'?' el modo más eficaz de obtener una cristianización profunda y rápida
«Concha protectora de la nave y el claustro, prodigio de la bóveda, de las poblaciones indígenas. Durante las décadas siguientes a la con
majestad del porche. cuadricula de calles que se cruzan en una plaza quista y sin esperar al concilio de Trente. los religiosos definieron y
dominada por la casa de Dios (o teocallil de los cristianoss": adrrunis adaptaron el sistema de valores. de rilas y de conductas que debía
•
eran y promueven la conquista espiritual jalonando obstinadamente regir el matrimonio y la vida conyugal de los vencidos. La monoga
4
t
164. Éste es igualmente el caso del arco del pórtico bajo el que pasaban los neófit� en una tradición y un derecho escritos. participaba, en todos los senti
y que la tradicion clasica yinculaba con el arco de triunfo de los romanos y con la ser·
dos del término. de la réplica de las formas de vida occidentales. Por
vidumbre de los vencidos. vease vatene Fraser, The Archirecture of Conquest: Buil· •
\ ding in the Viceroyalty of Peru, l5J5·16JS, Cambridge, Cambridge University último, el control de las almas también pasaba por el de la carne y los
Press, 1 qqo. •
placeres más secretos. como lo revelan los manuales de confesión
165. Gómez Martinez ( l qq1>. El •atrio· destinado a acoger a las grandes crece
sienes era, por su parte, una rtplica del claustro espar'\ol, tenia so misma funcion y, a
redactados en lengua índígcna.v
•
menudo, el plano del pueblo con sus capillas reproducia la disposición det •atrio pro·
�ional•: .De este modo, todo el pueblo de indios enfatizaba el amplio carácter con •
ventual• (Gómez Martinez. 1qq1. p.ig. 122l.
' •
1
• la copia india: producción y reproducción dcscornposidón rneticulosa de las etapas de la fabricación y su memori
" Reproducir Occidente también era reproducir sus técnicas.' Este pro secreto de los españoles.'
.,
-
100
yecto acompañó inmediatamente a los progresos de la evangelización. El uso del oficio de tejer de Castilla se impuso de un modo igual de
lOt
pues la cristianización concebida en los términos del Renacimiento fulminante. Los indios copiaban atuendos. muebles e incluso instru
• pasaba por la importación de un modo de vida al estilo occidental Las meneos de música, que fabricaban luego en serie: •Vihuelas y arpas [-1.
• exigencias del dero y las necesidades de los conquistadores implicaban Hacen flautas bien entonadas, de todas voces según se requiere para
• por tanto una transferencia de técnicas al seno de las poblaciones indi oficiar y cantar con ellas canto de órgano. También han hecho chiri
genas. Las condiciones de esta transferencia y de este aprendizaje se dis mías. y han fundido sacabuches buenoss," Bartolomé de las Casas
' o
N
;:
tinguen por la parte creciente de la inicia ti va indígena y por la calidad queda asombrado por la calidad de los instrumentos musicales que se
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w de la copia india?" deben a manos indígenas.•'4
"
� El ritmo de esta adaptación sorprende tanto como sus aspectos Con lodo. existían muchos obstáculos. La fabricación de los primeros
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i voluntarios, puesto que los artesanos indígenas más expuestos a las pre órganos, un instrumento sin equivalen te en la sociedad indíge,na y para
•
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• !
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siones de los invasores se apropiaron de las técnicas europeas cada
ducir extensamente las artes del Viejo Mundo, sino que lo hicieron muy concertadas. que parecen propiamente órganos de palo porque son
• deprisa Por ejemplo, el aprendizaje del batido del oro. En lugar de cur muchas flautass,'" En otros casos. los indios practicaron el bricolaje y la
• sar ocho años de aprendizaje -ése era el tiempo estimado como ne reutili7.ación: ,Un sacabuche hacen de un candeleros." La construcción
cesario por un maestro español-, unos indios emiraron todas las de instrumentos musicales y la rápida difusión de la música occidental
..
" particularidades del oficio, y contaron los golpes que daba con el marti -da música está en la tierras- dieron lugar a una evaluación global de las
llo. y adónde heria. y cómo volvia y revolvía el molde. e antes que pasase capacidades miméticas de los indígenas: •Esta gente son como monas:
ti
el año sacaron oro batido. e para esto tomaron al maestro un librillo pres que lo que unos hacen, luego lo contrahacen los otros>. En la retórica
•
ft
tado. que no lo vi ó x':" B espionaje de los movimientos más ínfimos, !• la. medieval. la figura del mono designa la facultad de imitación
.. 172. La copia exacta se practicó en los más diversos dom1n,os: por ejemplo, en la
de
19 Espai'la. Introducción al estudio dt los ccnteacnancs en lenguas indlgenas•, en fundición de campanas, segun los modelos espaftoles (ya se trate medidas, de pro
as M�tal,dadd.
Semmario de H1sloria de l El placer de fM!(dr y ,1 dfdn rk normar, porciones o de la altacrón de metales), e incluso en el curtido del cuero y la fabrica
lit Mt!xico, Joaquin Mort1z, lqa7, �gs. 1 &q-21 s ción de •fuelles•. El monje franciscano enumera con satisfacción los artlculós de
1&8. vease las �iones de L�z Medef citadas en Amos Megged, Expor cutro que los indígenas reproductn sin ninguna dificultad: .zapatos, servillas, borct
tmq tM Catholic Reformation. Local rrlfg,on m Early·Colonial Mexico, Leiden, guies, alcorques, chapines•.
Nueva York, Colonia. E. J. Brill, 1qeJ6, p.ig. 85 173. Jbldem, pAgs. 242 - 243 . La 1m1t.ación 1ncluia tanto la observación minuciosa
evangelizadores franciscanos. El mcrue flamenco se hab1a formado en una Europa labrada y trjida en el telar, y cuando los otros ndlos maestros iban a comer y en las
• del norte cuya espiritualidad estaba man:ada por las realizaciones de tos Hermanos
telar, peines
instrumentos
y todo
y herramimtas,
el
171. Ibídem, pag. 243: •el oficio qut prunero hurta.ron ... -, con respecto a la con 174. Bartoloml! de Las Casas, Apol*ticah,storia sumaria, México, UNAM, ICJ67,
fección de ropa. Para ,l()rttlder e 1m1t.ar el traba¡o del cuero dorado y plateado -los t. 1, pág ]27
•giJadameclles• o tametes-, los artesanos tndigenas hurtaron muestras de materia 175. Ehuatlapitzalh�huttl, es decir, •tambor-mstrumenlo con vientre de piel•
nosotros lo habemos. por mis que el espahol se ese.onda, nosotros haremos guada
Que s1 (Loc:khart,
176.
¡qq2, pág. 28U.
• mecrles y les daremos e.olor de dorado y plateado como los maestros de Castilla• 1n. Las casas c1q61, L 1, p.ag. l27J.
•
•
-
•
t.�Gb.c:. Celé: margen para s.cJ·:�G\lé:.rd.ar U!.S creencias y len gtS"'15
•
Los indios demostraron el mismo talento reproductor en materia
de construcción y de arquitectura: ,Después que los canteros de España <·-nc.guer.:? La multiplicadón de las copias tenía lugar en un maco des
•
el
vinieron. labran los indios todas cuantas cosas han visto labrar a los rirualizado. que había perdido el sentido que la tradición autóctona l C, 3
102
mimetismo indígena Un artesano indio encontró a un español vesti protocapitalista de la producción. La reproducción acelerada, a escala
'
do con un escapulario puntiagudo, el esarnberuu», propio de los peni y en cantidades preindustriales era el fruto de una intervención de la "
..
máquina europea. Esto era aún más cierto para los libros y grabados
tentes de la Inquisición. Intrigado por lo que tomó por una vestimenta
venderlos por las calles gritando «lTicohuaznequi Benito?, (,¿Quieres cismo andaban por tanto unidas.
los productores indios y, a veces. conducirles a fabricar cualquier cosa= Mimetismo y comunicación "..
La anécdota plantea otra cuestión, la de la relación de los indios
con el mercado colonial Su extraordinaria capacidad mimética era Mediante el teatro y la ritualización dran1árica la reproducción �l •
algo más que una demostración de virtuosismo gratuito o de inagota in1aginario occidental generó una nueva dilnensión del proceso
•
ble ingenio.?' La fabricación de objetos a la europea respondía a la miméti�''"' Los misioneros utilizaron el teatro para explicar y difun
•
demanda de una clientela. india y española, ávida de estos productos dir el contenido de la te cristiana, Obras edificantes erepresentarons, es
inmediato en la competencia a la que se libraban los artesanos espa del panteón cristiano y la geografía sagrada de Occidente. Una vez •
más. algunos indios participaron activamente en ello. El argumento
ñoles e indios. Permitió que los narurales rompieran el monopolio de
'
del espectáculo se debía a los monjes pero lo realizaban los indios."!
los artesa�os españoles ofreciendo mercancías de calidad a los consu
1979. '
181. Los monjes de Nueva España decidieron llegar al püblico indlgen.a montando
•
escecraccres. Los mas espectaculares tuvieron lugar durante la d!cada de 1530 en
178. Mololinia tl�71, pags. 243-244>.
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ti Para el dominico Bartolomé de Las Casas. «cierto parece o que son dimensiones obedecía a los mismos principios de orden que la com
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posición escrita o la distribución de los sonidos en el seno de una
•. 104 mimética deja de evocar la imagen caricaturesca del mono y de su armonía hispano-flamenca. w. 105
cibe durante una visita a una aldea. Antes de su llegada. unos indios
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La implicación directa de los indios en las representaciones teatrales
habían llamado a los fieles a misa. recitado el catecismo y dicho las explica la eficacia del espectáculo y la impresión que produce en el
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oraciones: incluso habían hecho sonar las campanas como si se tratara público, que también es invitado a participar en la acción. Perola
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del momento de la ofrenda y de la consagración. ,y esto se hace ya
más de seis años». El hecho de que este celo de los nuevos conversos
intervención india marca igualmente los limites y las ambigüedades
III i1 hubiera podido jugar una mala pasada a la Iglesia no parece enfriar en cia de ello, la representación indígena tendía a desviarse del modelo
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z absoluto el entusiasmo del franciscano.": Esta disposición sorpren hispánico original, pues era tributaria de una aproximación india a
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los conventos franciscanos. A la lectura y a la escritura se habían aña mente de los indios, que. durante siglos, habían designado del mismo
dido la música. el dibujo. la caligrafía y la pintura. Los jóvenes indíge modo -ixiptln- a la víctima del sacrificio, al dios que ésta encarnaba o
nas habían aprendido a reproducir la imagen europea al mismo al sacerdote que recibía su nombre. El mimetismo impuesto por Occí
tiempo que penetraban en otro universo de comunicación gráfica y dente se prestaba así a desviaciones que prosperaban tras las aparien
sonora. IJH cias engañosas de la copia exacta; un resultado paradójico. pero propio
No es indiferente que el aprendizaje de la escritura. de la música y de muchas de las situaciones que confrontaban la occidentalización
del dibujo tuviera lugar simultáneamente. «Hay muchos niños de con las reacciones indígenas.
hasta once o doce años que saben leer y escribir, cantar canto llano y En realidad, en los primeros tiempos la noción de copia se mues
canto de órgano, y aun apuntar para si algunos cantos» Los tres modos tra muy elástica. y varia desde la reproducción o copia exacta hasta
occidentales de expresión se basan efectivamente en el mismo princi la interpretación inventiva. En el plano técnico. el aprendizaje de la
pio: signos alfabéticos. notas e ,imágenes• se encargan de reproducir escritura se inicia con la realización de copias tan perf
ectas que no se
la palabra. el sonido o la visión. En todos los casos. los alumnos indíge aprecia una diferencia entre el original y su réplica. Es significativ_o
nas se vieron confrontados con concepciones y técnicas inéditas para que el primer ejercicio de escritura consistiera en hacer que un indio
ellos."' La coherencia del sistema europeo facilitó probablemente la de Texcoco copiara una bula pontifical. El resultado fue de un realis
tarea de los monjes maestros. Sus discípulos mexicanos podían darse mo pasmoso: esacóla tan al naturab. Los discípulos indígenas sobresa
cuenta de que la disposición de las figuras en un espacio de tres lieron igualmente en la caligrafía: •Luego las sacan tan contrahechas
las que de nuevo sacar», Las Casas cuenta que un monje franciscano le
184. ·El arte M dirigido, planificado iconogr.ificamenll!! y finalizado para conse 18ó. Motolinía se exrasre con la habilidad de un indio intérprl!!ll!! de rabel: • Toma
guir las metas precisas., l!!fl Sartor (lqq2, pag. 207). con l!!I ra� entre las flautas tiplt, y discantaba entre las flautas o sobl"I!! las flautas a
185. Salvo tal Yl!!Z en mate'ia de notación musical. (Motolinia, 1971, págs. 237-2381.
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mostró un libro escrito por un indio y que, por un momento, creyó No nos imaginemos, sin embargo. la copia antigua a partir de •
que se trataba de una obra impresa, pues la calidad de la tipografía nuestro uso de la fotografía. el escáner o la fotocopiadora -estarnos
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ti!
106 aproximaba este trabajo manuscrito a una obra salida de ]as prensas demasiado acostumbrados a la exactitud de la reproducción mecá
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occidentales= Las Casas cita igualmente el ejemplo de una carta que nica-. En el siglo xvr, el único dominio, en principio, en que la copia
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le enviaron los indios de México y que presentó al Consejo de Indias. podía ser técnicamente perfecta. el único registro donde era casi el
El documento dejó perplejos a los consejeros, que fueron incapaces de puro producto de la intervención de la máquina, era el del grabado y *
determinar si se trataba de un texto impreso o escrito a mano. Los la impresión gráfica. En los restantes casos. a excepción del dogma, la •
indios se habían convertido en maestros calígrafos, y rivalizaban con concepción europea de la reproducción dejaba un campo considera
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el trabajo de la máquina, en este caso la prensa de imprenta. El mime ble a la interpretación, especialmente en el registro artístico. Aun f
tismo rara vez habrá sido tan perfecto. que el modelo europeo seguía siendo en esencia la manifestación de
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En materia de pintura, la crónica tampoco admite matizaciones. la superioridad de los vencedores, a los indios se les reconocía el m
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Desde la década de 1540, los pintores tlacuiws se convirtieron en exce derecho a la invención en la copia. Las Casas se refiere a ella explíci "
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lentes copistas seguidores de las normas europeas. •Después que los tamente cuando alaba «las maneras tan exquisitas y nuevas que z: •
aistianos vinieron han salido grandes pintores. después que vinieron inventan- y al añadir que «y de cuántas y cuáles cosas sacan y toman " •
las muestras e imágenes de Flandes e de Italia que los españoles han materia de adornar y cornplir e perficionar los actos que pretenden
y contrahagan, en especial los pintores de México. porque allí va a La pintura europea procuraba ante todo evocar un tema con la '
ayuda de una gama restringida de elementos estrictamente indis
parar todo lo bueno que de Castilla viene.,'"' Bartolomé de Las Casas,
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inspirándose probablemente en Motolinia, se muestra también elo pensables. siempre extraídos de un repertorio conocido por la gran
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gioso. Los eprogresoss son especialmente notorios en materia de repre mayoría.!" Este margen que se dejaba al artista coincidió con la
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sentación humana y animal.?" En su rhistoria verdadera» de la falta de preparación de los pintores mexicanos. Éstos no poseían
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conquista de México, Berna! Díaz del Castillo -que habitualmente no ninguna noción de historia de la pintura europea ni de la evolu
es blando con los indios- tampoco escatima elogios sobre el talento de ción de los estilos, y las formas que reproducían aplicadamerite
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los pintores mexicanos,'?' eran demasiado nuevas para imponerse de un modo interiorrnen
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te aprernianre. Este desconocimiento y esta distancia constituye
de los artistas indígenas al de Flandes: • De los oficiales que emre ellos habia y hoy
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hay, pintores dt pincel y el primor con que las cosas pintadas que quieren hacen, es ya
nombrado, natural de Burgos C ... J, el cual tiene gran fama como Apeles, no harán
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t.at1 manifiesto y claro que sera scoe-uue decillo por novedad, mayormente despue5
que se dieron a pinlar nuestras imágenes, las cuales hacen tan perfectas y con tanta con sus muy sutiles pinceles las obras ce los esmeriles ni relicarios que hacen los tres •
gracia cuanto los mas primos oficiales de Flandes y otras cuaresqu.era naciooes las indios maestros de aquel oficio, m�xicanos, que se dicen Andm de Aquino y Juan de �
la Cn,.ll y �I Crespillo• l lbidem, t. 11, pag. Jb2l.
pueden sacar perfeccionadas, y pintores ha habido entre eucs tan señalados que
191. L a s C a sa s ( I q b 7 , t . l , p .i g . J 2 8 ) .
sobre muchos de los señataoos donde quiera que se hallasen se pueden sei'ialar•
nq&J, t. 1, pags. 322-32Jl. 192. Michael Baxandall, P,1intin9 ,1nd E1tperience in Fifteench·Century lt.tly, •
190. <tres indios hay ahOra en la ciudad ee México tan primisimos en su oficio de Oxford, Oxford Univers,ty Pr�ss, 1'18&, pags. 4S·Só. 4
entalladores y pintorM, que: se dicen Marcos� Aquino y Juan de la Cruz y �I Crespi 193. Aun cuando la distancia con Europa se reduzca muy rápidamente. En cuanto
llo, que si fueran en et tiempo de aquel antiguo o aiamado Apeles, o de Micael Ánqel, los pintores del viejo ccmmesue se .:icostumbraron a buscar en los grabados de los 4
o Berruguete que son de nuestros tiempos, t.ambi!n IH pusi�an en ef numero de libros antes que en la lenta evolución eslilistica de la tradición local, los artistas�
eues- CDiaz d�t Castillo, 1qt>e, L 1, pág. 27Sl. •Se me significaba a mi juicio que ambos mundos empezaron a compartir unas condiciones ee trabajo bastante análo 4
aqu�t tan nombrado pintor como fué �1 muy antiguo Apel�s y de nuestros tiempos gas: la disponibilidad del modelo grabado hizo que éste predominara sobre otras
herencias.
que se decían Berrugu�te y Miguel Ángel, ni de otro moderno ahora nueya1nente muy
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• 108 En los Andes se desarrollaron procesos parecidos, aunque con desfases �nglesa, holandesa e incluso francesa. la ,Conquista, española convier !OS
• debidos a las guerras civiles y con variaciones ligadas a las particulari te al indígena en uno de los protagonistas de la reproduccion. Para lo l
• dades de las órdenes religiosas y las poblaciones sometidas.'?' En el ;;,ejor y parsilo peor: ,¿Quié� ha edificado tantas iglesias y monaste
• hemisferio norte, como en el hemisferio sur. la cristalización de la rios como los religiosos tienen en Nueva España, sino los indios con
reproducción. la occidentalización. que. primero, tiene la forma de un la América castellana el indio terrruna ineluctablemente por ser mar
• injerto brutal de los marcos y modos de vida europeos y, posterior ginado, excluido o exterminado- explica que el mimetismo se pueda '
• mente, se renueva al hilo de los tiempos. ya que las transformaciones ,52nvenir autom�ticamente� una �nte de invendones y � - mesti
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sucesivas de la misma Europa occidental repercuten y se introducen
en la América española.
zajes. Dado que la versión indígena de la reproducción inco�
i /: dinámicas miméticas de la occidentalización nes. yuxtaposiciones. amalgamas y encuentros donde tiene lugar el
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Las r,, que se desple-
� garon en medios perturbados. imprevisibles e inciertos. canalizaron fuego cruzado del mimetismo y los.mestizajes.
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ü! progresivan1ente los desórdenes de la conquista. Favorecieron conver Ciertamente. la occidentalización tropezó con resistencias qu_e
gencias. equilibrios e inercias que, a su vez. produjeron nuevas formas adoptaban formas diversas. desde la rebelión abierta a todo tipo de
de vida y de expresión. Rasgos de diversa procedencia -institucional. hostilidades larvadas. Los ,idólatras, rechazaban el cristianismo,'?' Los
religiosa, artistica.juridica o económica- se aglutinaron para formar indios que huían de las «ongregacíoness, esas reuniones forzosas de
polos estabilizadores como, por ejemplo, el culto de las imágenes las poblaciones. los que se ocultaban en las selvas del Petérr?' o los que
mariales..encabezado por la virgen de Cuadalupe.> que ocupo un simplemente saboteaban el trabajo en las minas manifestaban la
lugar destacado en la sociedad colonial." - --- repulsa de los modos de vida que la Corona y la Iglesia pretendían
•\ Inglaterra. en el GISO de la América española la occidentalización apa mente en cuestión la dominación española salvo en las fronteras. Y
• rece como una empresa de duplicación de las instituciones del Viejo sobre todo. coexisten siempre con otras formas de reacción, directa·
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19<1. 84!:mand y Gruzinski, H11to1rf! du Nou�au Monde (¡qq¡ y l<J<Jll (trad. cest.:
M!xico�E.1qqq1; Wachtel ( l <J 7 1 l (trad.cast: Madr,d Alianza 1 9 7 ': l incroducción de las técnicas europeas permitan a las poblaciones ven
•
1q5_ Dinatnicas, y no ·lógicas•, pues estas ultimas supondr1an un automatismo,
cidas
una racionalidad e incluso una inehxtabtlidad gut las fuentes desmienten. ¡
• 196.
¡q7_
Gruzinski (19'10, págs. 180·221) !trad. eest.: México, FCE, ¡qqq).
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[11
la imitación, del doble, de la reproducción o de la representación. Desde este punto
observamos entre una copia y su original. Pero una relación de este tipo es cualquier
cosa menos simple. Implica una dependencia que se puede modificar con et tiempo y
!!' mas más di\'i!:r-sas: creación de dobles, elaboración de copias exactas o de réplicas
1qq. Véase el caso de los bcmbres-droses a lo la1"90 de la época calamar en Gruzins
ti captura t invttSión en los casos más.exlremos. Estas observaciones valen sin duda
200. Nancy M. Farris, Maya Soc1ety I.Xldtr Colonial Rule. r� Coll«tive Enterpri
ll!t diato a la rreete, aunque ros ntmos, las formas y las etapas difieran, por supuesto, de
Resisl.ilnct to Spamsh Rule. Time and History on a Colonial Fron11�r. AlbuQutrQue,
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quista. occidentaliz.ación impuesta a escala conrinerual >. rnírnetisrno
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un esfuerzo de recomposición de un universo pulverizado y. a la vez,
como una adecuación local a los nuevos marcos impuestos por los
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conquis_cado� Estos dos movimientos son inseparables Ninguno de
descrito.