Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

FILOSOFÍA GENERAL. FGC-104

TAREA SEMANA VIII. LA FILOSOFÍA CRISTIANA Y


MEDIEVAL

Facilitadora:

Licda. Teresa García

Participante:

Eddy B. Nuñez Garrido

Matricula: 2019-09275

Introducción:
La filosofía medieval cristiana1 fue utilizada para explicar y defender las realidades afirmadas
por el cristianismo, pero también para fomentar un correcto entendimiento de las mismas.

En efecto: lo que se podría llamar “filosofía medieval cristiana” jugó una función ancilar a lo
largo de la Edad Media, fungiendo para el desarrollo de la teología. De hecho, quizá el nombre
más preciso para distinguir el fenómeno intelectual de la cristiandad medieval sea “teología
filosófica”. Para llevar a cabo este proyecto, los teólogos medievales desarrollaron todo un
vocabulario mediante el acuño de nueva terminología y dotando de significado teológico
términos provenientes de otros campos del saber. Muchos primeros escritores cristianos se
dedicaron al estudio de la filosofía antes de convertirse al cristianismo y desarrollar la teología
cristiana. Gracias al tiempo invertido al estudio de la filosofía, estos pensadores se percataron de
la pertinencia de la filosofía para formar un cuerpo doctrinal. El caso paradigmático de este
modelo de escritor cristiano fue San Agustín.

I. Presenta en un párrafo breve, las diferencias entre el pensamiento cristiano y el


filosófico.

El cristianismo trajo consigo doctrinas radicalmente nuevas, ajenas a cuanto habían afirmado los
filósofos anteriores.

En primer lugar, una nueva concepción de la historia que es vista por los cristianos de una forma
lineal y abierta, frente a la concepción circular o cíclica defendida por los griegos. La historia
humana es también el escenario de Dios; Dios interviene en ella (providencia divina) dándole
sentido. Este Dios cristiano presenta rasgos totalmente distintos a los de las divinidades griegas:
es uno (monoteísmo), y también es el creador de todo a partir de la nada (creacionismo), además
de omnipotente y padre. Pero, lo que es más absurdo de la imagen cristiana de Dios es que éste,
en un momento y en un lugar determinados, se hace hombre y muere de la manera más indigna
en la cruz.

Por otro lado, la concepción cristiana del hombre y de la moral contiene elementos novedosos.
El hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, el alma es inmortal y los cuerpos
resucitarán (esta última idea es especialmente chocante para los griegos). Por su parte, la moral
cristiana no es intelectualista, el mal (el pecado) no es fruto de la ignorancia como pensaban la
mayoría de los filósofos griegos sino de la maldad humana y de la libertad individual. El
cristianismo, en fin, se presenta como una Verdad absoluta, única y revelada que excluye el
diálogo y la discusión filosófica, y por ello, resulta inaceptable para un filósofo griego.

II. Cita los aportes de San Agustín y Santo Tomás de Aquino a la filosofía medieval. De
manera breve, sin cuadro y sin colocar biografía.

San Agustín

Lo importante para San Agustín es la verdad revelada y el camino para encontrar esa verdad es la
fe. La fe y la razón en San Agustín se encuentran en su íntima relación y esta puede expresarse
del siguiente modo: “Comprender para crecer, crecer para comprender”

Para San Agustín Dios es en cierto modo el mundo de las ideas de Platón. En fin, si Dios es
fuente de toda verdad e ilumina la comprensión de la realidad tendríamos del mismo modo que
afirmar su existencia. También afirmaba que el fundamento ultimo del bien y del mal es la razón
a la cual se subordina la voluntad. La razón puede decirse que ocupa un rol secundario frente a la
fe.

La diferencia entre el griego y el cristiano es la siguiente: el griego creía que la razón le servía
como medio para llegar a Dios, el Cristiano sabe que no puede alcanzar a Dios pero se sirve de la
razón para recibirlo.

Por todo lo expuesto, se puede decir que tanto la ciencia como la epistemología se fundamentan
en una antropología filosófica; para San Agustín la ciencia y todo el conocimiento está
impregnado de una atmósfera religiosa. Por eso, su pensamiento está indisolublemente ligado a
lo teológico y filosófico, la ciencia se encuentra subordinada a la religión. En la confección de
los calendarios, entonces, se aprecia un distanciamiento a la ciencia objetiva y un acercamiento a
la concepción de tiempo y espacio presente en el texto bíblico.

Santo Tomas de Aquino

Los planteamientos de Santo Tomás se contraponen a los de San Agustín. Así, ante el conflicto
entre ciencia y religión, para San Agustín la fe adquiría relevancia, mientras que San Tomás
buscaba una respuesta científica que no objetara los postulados bíblicos.
Ante esta perspectiva, Santo Tomás realizó una obra majestuosa basada en los fundamentos
aristotélicos, logrando compatibilizar algunos de estos con la religión, especialmente, al proponer
la idea de la complementariedad que implica una conjunción del saber racional con la Teología.
Esto con el fin de encontrar una fundamentación más racional al pensamiento cristiano, de esa
manera, lograr que la Teología respondiera a las exigencias racionales de la filosofía y de la
ciencia.

A diferencia de San Agustín, que plantea que el conocimiento se consigue por iluminación
especial de Dios, Santo Tomás sostiene que este empieza con los sentidos. Así, en el proceso de
abstracción el hombre llega al conocimiento intelectual gracias a la doble acción de atraer, por un
lado, las cualidades concretas de los seres o entes materiales a través de los sentidos; y por otro,
el intelecto agente, que lo vincula con Dios. No logra, entonces, disolver definitivamente la
dicotomía entre la Teología y la Ciencia, porque el intelecto agente, al ser superior por su
sobrenaturalidad, debe supeditar lo adquirido por los sentidos a la revelación divina.

III. Presenta, sin definir, las Cinco Vías que indica Santo Tomás de Aquino. Selecciona una
y explica con tus palabras, sin copiar de internet, qué entiendes que quiere decir él con
la misma.
 El movimiento
 Eficiencia
 Contingencia
 Grados de perfección
 Finalidad: todos tenemos una finalidad en la vida, pero todos somos dirigidos por un ser
superior inteligente que es Dios que ordena todas las cosas naturales dirigiéndolas a su
fin. Las cosas y los seres vivos no poseen conocimiento por si mismo por lo que no
tienden a un fin propio al menos que sean dirigidos por alguien que dirige todas las cosas
naturales a su fin, al que llamamos Dios.
IV. Argumenta sobre la unidad que debe haber entre la fe y la razón, según lo plantea San
Agustín de Hipona. (Si estás de acuerdo en que ambas deben ir juntas o no y por qué)

San Agustín cree que la fe, aunque ocupa un lugar primordial para llegar a Dios, necesita la
razón como refuerzo. Para San Agustín la fe, para no extraviarse, para no andar “a ciegas” debe
apoyarse en la razón. El entendimiento humano por medio de las sensaciones, percepciones,
hasta elevarse a la razón serán de gran ayuda en los caminos sobrenaturales de la fe y la gracia
divina.

Estoy de acuerdo con este pensamiento que la fe debe de encontrar un refuerzo en la razón, ya
que la fe es vista como esencial e inseparable de la razón. En esta perspectiva, la fe se presenta
cubriendo asuntos que se consideran reales pero que la ciencia y la racionalidad serían
inherentemente incapaces de tratar. En consecuencia, la fe es vista como complementando la
razón, al proveer respuestas a preguntas que de otro modo serían incontestables.

Conclusión:

La aspiración a un saber total, pleno, universal, ha caracterizado al filósofo, pero también al


hombre religioso. En el primero domina la razón, mientras que en el segundo la vida emotiva. En
el transcurso de la historia la religión ha actuado sobre el hombre con gran intensidad, le ha
permitido ir en búsqueda de un poder que lo sobrepasa. La religión le ha mostrado un camino de
redención, un “saber de salvación". Ha vislumbrado en la divinidad tanto un principio de orden
natural como sobrenatural. Por medio de la religión, el hombre pretende elevarse a una vida
sobrenatural y bienaventurada; sin embargo, para acceder a esa vida requiere de la ayuda de Dios
mediante la revelación y la gracia.

Bibliografía:

Alcántara, Juan Feliz. (2003) Manual de Filosofía Aplicada. Ediciones UAPA.

Filosofía y Religión, recuperado en: https://www.youtube.com/watch?v=W1wsdlIEYsw

También podría gustarte