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CLOSTRIDIUM BOTULINUM
INTRODUCCION:
En el siguiente informe vamos a desarrollar brevemente contenido acerca la intoxicación
alimentaria causada por Clostridium Botulinum, la cual produce botulismo alimentario.
Las enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA) se producen por la ingestión de
alimentos o bebidas contaminados con microorganismos patógenos que afectan la salud del
consumidor en forma individual o colectiva. Hasta la fecha se han descrito más de 250 ETA.
La mayoría son infecciones ocasionadas por distintas bacterias, virus y parásitos.
La detección y la investigación de los brotes de ETA es uno de los principales retos para el
Sistema de Salud Pública, ya requiere obtener, de manera oportuna y eficaz, información
médica (datos personales, síntomas, etc.) y análisis de laboratorio de los restos de alimentos
o de las materias primas empleadas en su elaboración e, incluso, de las manos de las personas
involucradas en la manipulación del alimento. La detección y la identificación de los
patógenos de las ETA es fundamental, por lo que es necesario estandarizar las técnicas para
implementar la vigilancia y el control de dichos microorganismos y prevenir las
enfermedades.
DESARROLLO:
CONTAMINACIÓN:
Clostridium botulinum, produce esporas que sobreviven en los alimentos mal conservados o
mal enlatados, donde generan una toxina. Al ingerirla, (incluso en cantidades pequeñas),
pueden provocar intoxicación grave. Los alimentos que pueden estar contaminados son las
verduras enlatadas en casa, carne de cerdo y jamón curados, el pescado crudo o ahumado, la
miel o el jarabe de maíz, las papas al horno cocinadas en papel aluminio, el jugo de zanahoria
y el ajo picado conservado en aceite.
El botulismo infantil ocurre cuando el bebé ingiere esporas y las bacterias se multiplican
dentro de su tubo digestivo (se puede encontrar normalmente en las heces de algunos bebés).
La causa más común de botulismo infantil es el consumo de miel o jarabe de maíz, o el uso
de chupones que se han cubierto con miel contaminada. Se debe evitar dar miel a menores
de un año, ya que puede estar contaminada con la bacteria, la cual ataca al sistema nervioso
y puede provocar enfermedades graves e incluso la muerte.
SÍNTOMAS: comienzan con afectación de los nervios craneales (Dipopia, disatria, disfagia)
agravándose progresivamente la debilidad motora, que pasa a cuello, brazos, tórax y piernas.
Puede haber náuseas y vómitos y dolor abdominal antes o después del comienzo de la
parálisis. Hay además mareos, visión borrosa y boca seca. No aparece fiebre ni alteración del
nivel de conciencia; pupilas dilatadas y fijas, reflejos pupilares alterados, estreñimiento
intenso (después de un periodo de diarrea inicial) y retención urinaria. El botulismo de las
heridas es similar al alimento, aunque tiene un período de incubación más largo (unos 10
días).
Las esporas del microorganismo se identifican en superficies ambientales donde pueden
permanecer meses, y en las manos de personas que no tengan la higiene adecuada. La toxina
A es un factor quimitotárapico potente de neutrófilos (tipo de célula inmunitaria que va al
sitio de una infección combatiéndola). Toxina B es el factor de virulencia más importante.
Las pseudomembranas formadas, confinan a la mucosa del colon y se manifiestan por placas
amarillas blanquecinas. Por lo general, afecta todo el colon, aunque el 10% de los enfermos
no tienen afección rectal. PATOGENIA: Las esporas de C. son ingeridas, resisten la acción
del ácido gástrico, germinan en el intestino delgado y colonizan la parte inferior del tubo
digestivo, donde elaboran dos tipos de toxinas. A (Enterotoxina) y B (Citotoxina)