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28 LA VANGUARDIA CULTURA MIÉRCOLES, 10 AGOSTO 2016

Una muestra en el principado sobre el pintor, que luego viajará a Bilbao, se centra en sus relaciones con otros autores

Francis Bacon en el casino de Mónaco


Balmoral. Pero en realidad, su ver­
dadera casa, en los cuatro años que
pasará en el principado, será el casi­
no. En 1966, en carta al escritor y
crítico de arte británico David Syl­
vester, explicará su fascinación por
ese casino monegasco al que “uno
puede entrar a las 10 de la mañana
parasaliralas4delamadrugadadel
día siguiente”.
SiPaintingeshoy,muyrevisitado
por su pincel, uno de sus cuadros
célebres, Bacon se desprendió con
éldesuprimeraetapa.YenMónaco
pintó su primera versión del Papa
Inocencio, obsesionado por el re­
trato que Velázquez realizó hacia el
año 1650.

Su verdadera casa, en
los cuatro años que
vivió en el principado,
fue el casino, donde
dilapidaba su dinero

El principado y el sur de Francia


serán destino de sus múltiples es­
tancias. En los cincuenta y sesenta,
con sus amigos del Soho. Las dos
décadas siguientes lo verán más
bien con amigos parisinos. Y con
John Edwards, a la vez compañero
y musa. Aunque el aire mediterrá­
neo le iba bien por su asma crónico,
Bacon prefería el del casino. De tal
MB ART FOUNDATION
palo: su padre, capitán de artillería
Un aspecto de la muestra, ahora en Mónaco, y que a partir del 30 de septiembre podrá verse en Bilbao reconvertido en entrenador de ca­
ballos de carrera, era un jugador in­
ÓSCAR CABALLERO pintó, Mónaco fue el catalizador de do en 1976 y presente en la exposi­ berg. Ahí, dirá más tarde, supo que veterado. “Y el pequeño Francis

F
Mónaco. Servicio especial su nueva y definitiva manera”. ción. Y si bien la Tate le consagró sería pintor. Nacido y criado en el –asegura Boustany– validaba las
Además, “si la referencia fuerte, sendas retrospectivas, la más im­ confort de una familia rica, de ori­ apuestas paternas en Correos”.
rancis Bacon, Mónaco y histórica, de su pintura, es la del re­ portanteparaélfueladelGrandPa­ gen inglés, nada en su infancia tuvo De hecho, la visita de la funda­
la cultura francesa: no es trato del papa Inocencio X de Ve­ lais de 1971. Porque el único pintor que ver con el arte. ción, instalada en una de esas villas
el título de un ensayo lázquez (1650), cuya primera ver­ vivo que había recibido tal honor En julio de 1946, Erica Brausen, monegascas del Boulevard d’Italie
erudito, sino el de la ex­ sión pintó justamente en Mónaco, fue Picasso, en 1966. Bacon dejó es­ que dos años más tarde se converti­ que tanto gustaban a Bacon, con
posición que, con 66 hay influencia francesa (Degas, ta frase: ‘Si mi trabajo es reconocido ráensumarchante,lecompraPain­ pinceles, caballetes, cartas, fotos y
obras importantes del pintor naci­ Manet, Toulouse­Lautrec) o de ar­ en Francia, consideraré que he ting. Su primer cuadro bien vendi­ libros del pintor, culmina en un sa­
do en Dublín en 1909 y fallecido en tistas instalados en Francia (Gau­ triunfado’”. do. Aquellas doscientas libras son lón donde, con fondo sonoro –los
Madrid en 1992, confrontadas con guin, Giacometti, Picasso, Van Francia y la pintura se le presen­ una fortuna, que Bacon decide dila­ Nocturnos de Chopin, que Bacon
lasdealgunosdesusmaestrosoins­ Gogh), en la factura de sus obras”. tan a sus 17 años, en 1927, cuando es pidar en Mónaco. Acompañado por apreciaba– reina una ruleta. (His­
piradores, de Picasso a Velázquez, “Tampoco hay que olvidar –sub­ recibido en casa de los Bocquentin, suamadecríadeluminosoapellido, tórica: Bacon organizaba su propio
de Toulouse­Lautrec a Léger, de raya– que entre 1974 y 1984 Bacon enChantilly,cercadeParís.Yvonne Jessie Lightfoot, y su mecenas y casino, en su taller londinense de
Giacometti a Van Gogh, y esceno­ tuvo taller/apartamento en París. Bocquentin, que frecuenta el mun­ amante, Eric Hall, se instala en el Cromwell Place, mientras Jessie
grafíainspiradaenGordonCraig,se Deallíprovieneelespléndidoretra­ do artístico, le descubre a Picasso, hotel Re, de Mónaco, su primer do­ Lightfoot montaba guardia, por si
despliega sobre 4.000 metros cua­ to de su amigo Michel Leiris, fecha­ enlagaleríaparisinadePaulRosen­ micilio, antes de cambiarlo por el desembarcaban los bobbies).c
drados del Grimaldi Forum, de Mó­
naco. Única como su título. Porque
si el 30 de septiembre la muestra se
instalará en el Guggenheim bilbaí­
no, allí se llamará Francis Bacon de
Retrospectiva con detritus interactivos
Picasso a Velázquez, porque estará ]Una foto ampliada de Caverna negra. La transi­ color naranja, de las
centrada en la relación del pintor Bacon, un costillar de ción son dos telas de la dimensiones reales de
con sus referentes españoles. buey en cada brazo, ale­ serie consagrada a Van aquel estudio, para que el
Montada gracias a préstamos de goría de la crucifixión, Gogh, prólogo al trabajo visitante viva la estre­
una veintena de museos (de Espa­ recibe al visitante. Lue­ de Bacon sobre el cuerpo chez de aquel espacio del
ña, sólo el de Bellas Artes de Bilbao) go, los pintores –Toulou­ humano. Y otra sala que sin embargo salieron
ydeotrastantascoleccionesyconel se­Lautrec, Jean Lurçat, didáctica, con el primer cuadros de hasta dos
apoyo de la discreta Francis Bacon Léger– que influencia­ tríptico, expuesto en el metros por metro y me­
MB Art Foundation (MB por Majid ron al cachorro de pin­ Grand Palais en 1971. dio. En un momento de
Boustany, el hombre de negocios tor, entre 1929 y 1933. Tres salas para los Opus. riqueza, Bacon compró
que la creó el 2014), la exposición “Yo no quiero contar una Y la última tela del artis­ en Londres otro espacio,
tiene un comisario baconiano, Mar­ historia, sino provocar ta, de 1991, inédita. Cam­ amplio y luminoso. Pero
tin Harrison. Este inglés de 71 años un choque visual”, dirá. bio de escala: pequeños al cabo de una tempora­
nosóloeselautordelcatálogorazo­ Lo consigue desde la formatos con retratos de da sin poder pintar, vol­
nado del pintor, publicado en abril, segunda sala: en torno al amigos. vió al caos de Reece
sino también de una decena de en­ Inocencio X de Veláz­ Para completar el peri­ Mews.
sayos sobre su obra. Harrison orga­ quez, algunas de las fa­ plo, una evocación del El verdadero fin de fiesta
nizó ya dos exposiciones sobre Ba­ mosas declinaciones de mítico estudio londinen­ es el espacio interactivo
con, en Dusseldorf y en Londres. Bacon en torno al grito, se de Reece Mews. Fotos que clausura la visita:
Si se le pregunta ¿por qué Móna­ incluido el impresionan­ de su apartamento y cada cual puede fabricar
co? Harrison responde que “fue te Head VI (1949), el detritus –como él deno­ “nuevos detritus” (pági­
aquí, entre 1946 y 1949, donde Ba­ Papa que aúlla. minaba la acumulación nas de revista, viejas
con reformuló íntegramente sus Dos dibujos de Giaco­ de objetos y documen­ postales, fotos amarillen­
ideas sobre el arte. Había encontra­ PRUDENCE CUMING ASSOCIATED LTD / THE ESTATE OF FRANCIS BACON metti justifican el nom­ tos– de su taller. En me­ tas) como los que llena­
do su tema, el cuerpo humano. Y Head VI (1949), el Papa aullante de Francis Bacon bre de la sala siguiente: dio del salón, una caja de ban el taller de Bacon.
aunque guardó poco de lo que aquí

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