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LA MISION DE BQ¡.IVAR EN LONDRES EN 1810
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LA MISION DE BOLIVAR EN LONDRES EN 1810 fuego de la discordia qu e ya ll ameaba vigoroso en la


famili a real.
Llega a España en momentos en qu e los reyes y su
La intriga pa laciega, e1 favorito se desazonan buscando segunda esposa para
temor y el odio que el de-
salmado amante de la rein
a Maria Luisa de España el el futuro rey; Godoy pretende casarlo con su cuñada
atrevido Goday,
prmc
, 1pe
• de la Paz, que guiaba con ma- para legitimar así los vínculos non santos que le atan a
no maeStra la ruina de
España, acrecentaron ante el la casa de Barbón, y Escóiqu iz, que anhela burlar al
p ueblo y la nobleza la figu de la P az y que anda en intrigas con el Embajador
_ ra del pigmeo Fernando, Prín­
r,1pe de Asturias, nacido francés, presenta a éste el plato servido. para que c um­
de «ingrata y avielia condición,
tau cobarde como falso y pla su misión. Estefaní a Tascher de la Pagerle, sobrina
embusteroi> • y que sin embar­
go fue, por obra del idealism de Napoleón, es propuesta en seguida por Beauharnais.
o, el más popular de cuan­
tos monarcas reinaron ea
España. No alcanza el histo- Pero el E mperador, que en esto de arreglar matrimo­
riador cómo fue pos1"bl e,
por aI la• en el amanecer d" la nios toca en vicio de cuarentona, desaprueba lo ofrecido
e�ao cipación americana. el
nombre de Fernando elec- por su enviado, pues ya tiene a 1-,. bella Estefaoía pro­
trizara • 00 so't O a ¡ os pen
insulares que no quisieron ver metida al Duque de Arenberg. Y el despierto Beauhar­
los defectos del monarca, sin
o también, atravesando el nais insinúa a Fern ando l a conveniei;icia de manifestar
Mar Tenebroso, llegara, aur
eolado por el cautiverio que de oficio sus deseos de vincularse con la ahora ilustre
hubo de su frir de Napoleón
, como fruto de su cobardía casa de Bonaparte, y aqu él comete la torpez a de h acer­
y maldad, a exaltar el espír
. _ itu de los colonos que h a­ lo por mano y Cónsejo de Escóiquiz, con el ánimo de
br1ao sacrifi cado su vida por defender 1011
fueros del de- derroca r a Godoy. La carta q u edó sin respuesta aparente,
seado, suspirado J' rnil veces
, am ado d on Fernaodo. pero pocos meses después, con el pretexto de seguir a
Escoiq uiz, el lisonjero y pervertido
. ayo del heredero, Portugal, encamina Napoleón sus huestes vencedoras a
� ugaodo su doble política, como tertuliano del Val conquistar los fértiles campos de la Madre �atria.
mstructor del Príncipe soñ ido e
., • ó en su ava11a 11adora ambi- De todos los pechos españoles se alzó una bendi­
�10 � figur ar al fren
te del ministerio q ue h abría ción para ·el Emperador a q uien creían, ingen uos, ve­
t1tu1r su discípulo Fernando de cons-
cuando exaltado éste al nía a libertarlos de la tiraní a del Príncipe de l a Paz.
tron� de sus mayores, desple
gara toda la m aldad, la co­ De m aduro cayó el fruto. Fernando comenzó a reinar
b ard1a, el egoísmo y la ven
ganza q u e le había inspira­ por gracia de un motín, y no tuvo obstácu lo en suplan-·
do el mentor a través de largo
s años. Serpenteando del tar a su padre q u e a guijoneado por la gota y lleno de
bufete del Príncipe de l a P
az al estudio de s u
llevaba y traía la intriga, que discípulo pesadumbre se vió solo y abandonado en el silencio de .
exaltaba y exasperaba al su palacio de Aranjuer:. El nuevo rey aprovecha s u ele­
futuro rey hasta h acerlo caer,
como incauta paloma, en las vado c arácter constitucional y pide al Emperador la
redes de su vecino-de Francia
_, . • Napoleon , B. onaparte ce- mano de su sobrina Lolotte, la hija de Luciano y de
ni a l a corona imp .
eri al; su mirada aquilina ote
p�e a y pue el fruto caería ó l a fácil Catalina Boyer, «cuyos m aternos y legítimos abuelos
� � de maduro, encomendó al
hab1l marques de Beaubaro eran unos hosteleros h u mildísimos». Lolotte fue la Dul­
afs. el cuidado de
atizar el cinea de este nuevo Quijote, antagonista del Ideal crea-
.
REVISTA DEL COLEGIO�EL ROSARIO
LA MlSION DE HOLlVAR EN LONDRES EN 1810

do por Cervantes, y que, valga la verdad, abundaba más


mar, el 1 4 de,.., enero de 1,809, el célebre t� atado de paz
en la grosería de Sancho sin ten.._er sus virtudes. y alianza por el cual el gobierno de Sa10t James se
Y este mismo Fernando, obsesionado con los Bona­ .
obligaba «a continuar auxiliando con todos los med10s
parte, abrió el camino al intruso José, a quien le escri­ que en su poder estuviesen, a la nación española en s�
be para felicitarlo por el triunfo de sus armas en España, _
lucha contra )a tiranía y usurpación de Francia, as1
«que se consideraba miembro de la augusta familia de
como también a no reconcer ningún otro Rey de �s­
Napoleón,. a causa <ie que había pedido al Emperador
paña y sus Indias, sino a su Majestad Católica Ferna_n­
una sobrina por esposa y esperaba con11eguirlo:t. ( 1)
do, sus herederos,- o los legítimos sucesores que la
Y fue el desalmado que tales y peores líneas tra­ nación española reconozca» ( 1 ).
zara incensando a quien tan villanamente· le robara la Pronto cruzaron el mar cantábrico los bajeles ingle­
corona, el que dejara a su pueblo por. ir en pos de Lo­
ses, y las tropas veteranas de J ohn Bu11; penetraron a
lotte, a quien nunca alcanzó, el que mereció de sus com­
Portugal, invadieron a Andalucía y pusieron en fuga ª
patriotas los ditirambos que rey alguno ha logrado, el Pepe Botellas, rey intruso de España. Pero esta ayuda
que exaltó hasta lo increíble el espíritu patriota de los venida de Inglaterra y atendida así, tan eficazmante,
r.riollos de Indias, quienes a vista de la imposición de tenía otros fines bien distintos de los de simple y ge­
Bonaparte en �spaña, juraron defender y conservar, a. nerosa colaboración. Colocada como puerto de salvación
costa de su sangre, estos dominios para el llorado, sus­ del reino español, a su gobierno Iban a parar cuantas
pirado y deseado Fernando VII.
recla�aclones se ofrecieron a los sufridos súbditos de
A este son se instalaron en PStas partes de Indias, Fernando VII. Frailes cuyos conventos fueron quema­
y a la manera de las· de la Península, las Juntas Supre­
dos comerciantes cuyas mercaderías fueron robadas por
mas, que ¿epoolendo a las autoridades españolas sospe­
las 'tropas francesas, todos piden indemnización al go­
chosas de bonapartistas, enarbolaron el estandarte del
bierno inglés. Este cumplía generoso las cláusul�s del
afrancesado Fernando VII, cuya infelicidad no le per­
Pacto buscando solapado la formalización de otro, que
mitió siguiera honrarse, ya que no 11evando al tálamo
abrie;a a los mercados de Londres el misterio de Amé­
de Carlos V a la plebeya Lolotte, pero menos aún el
rica, y no como quiera sino con la consabida cláusula
lucir sobre su pecho la Cruz de la Gran orden Españo­
Internacional del país más favorecidu.
la. creada por su querido José I y a quien repetidas­
Los esfuerzos de Canning cerca de los Embajadores
veces pidió tan ambicionada merced.
de España en Londres, don Pedro de Ceballos y el Al­
La Junta Central de Sevilla, que se abrogó la auto­
mirante Ruiz de Apodaca, no tuvieron éxito, e igual
ridad del legítimo gohlerno mlentra11 el intruso se hol­
suerte corrieron los del ministro· de Inglaterra en Se­
gaba en Palacio. volvió los ojos a Inglaterra, la única
villa, Marqués de Wellesley, cerca de don Martín Garay,
potencia capaz de hacer frente al megalomaoo Napo­
Secretario de la Junta Suprema. Un año de conversa­
león, que estuvo a punto de cumplir su juramento: La
ciones se ha �umplído. El Marqués de Wellesley acaba
France sera le monde/ Y en busca de la gran Albión,
de reemplazar a Canning en el Foreig O/fice y el her­
fue la Embajada española, que logró formalizar y fir-
mano de aquel, Sir Henry preside la Embajada ahora
( 1) Marqués de Villa U rrutia. Las m •tj1res de Fernandü v Il.
-z;) Archivo Hi�tórico, anexo a la Biblioteca Nacional.
REVISTA DEL COLEGIO DEL ROSARIO
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LA MISION DE BOLIVAR EN LONDRES EN 1810
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en Cádiz. Un suceso inesperado anuncia a Inglaterra el misiva confidencial para Sir Henry, la que dará el gol­
triunfo de sus pretensiones con España. pe de gracia a la ofuscada regencia:
Acaban de desembarcar en Portsmouth tres indianos cLos socorros que hasta la fecha ha concedido a Es­
portadores de sorprendentes mensajes para el gobierno paña S u Majestad (el rey de Inglaterra), escribía el Mi­
de S. M. B. Desconcertado despliega el oficio el mar­ nistro de Estado el 1 3 de julio de 1 8 1 0, no han sido limi­
qués Ministro de' Estado: tados sino por la extensión de los recursos de su reino;
«La Suprema Junta Gubernativa, establecida última­ pero es evidente que este apoyo debe cesar si nos son
mente en Caracas, capital de· las Provincias de Vene- suministrados c�n precisión recursos adicionales. 1,on­
. zuela en la América Meridional, nos ha constituido sus sisten éstos ante todo, como bien sabéis, en abrir a los
Diputados cerca de Su Majestad Británica, entregándo­ súbditos de Su Majestad algunas de las grandes ramas
nos pliegos que debemss poner en manos de Vuestra del comercio con las colonias españolas. Tened a bien
Excelencia. hacerlo entender en los términos más claros.... Los di­
«Tenemos el honor de notificar a Vuestra Excelen­ putados de Caracas acaban de llegar a Londres•••. No
cia este importante suceso, así como nuestra llegada e l dejo de abrigar la esperanza de que este acontecimiento
día d P. ayer a esta ciudad, después d e treinta y un días puede contribuír al resultado que perseguinios.
de feliz viaje en el berga,;itín Wellington de Su Majes­ «Al mismo tiempo, es necesario que ós prevenga,
tad Británica, despachado desde la isla de San Tomas añadÍi:I. confidencialmente "\Vellesley, que aun en caso de
por el General Cochrane para conducir nuestras perso­ que la provincia de Venezuela siguiera desconociendo
na's a este Reino. la autoridad del consejo de regencia, no entra en las
«Una vez que nos envíe el correspondiente pasapor­ intenciones del gobierno de Su Majestad el renunciar
te, como lo esperamos de la bondad de Vuestra Exce­ a relaciones amistosas con esa cofonia. Y menos aún
lencia, pasaremos sin dilación a esa capital a cumplir habríamos de prestarnos a obligarla por la fuerza a so­
debidamente nuestra comisión. meterse. Es este un punto muy delicado, y a vos dejo
Dios guarde a V 1:1estra Excelencia muchos años. el cuidado de sacar de él el partido mas ventajoso» (1 ).
El e minente historiador Maticini, de quien copio los
Portsmouth, julio 11 de 18 1 0.
apartes leídos, comenta admirablemente la política zorra
Simón de Bolívar-luis Lópea Méndez> (1). de Inglaterra: «De estas indicaciones se desprende,
pues, l a línea de conducta que en lo sucesivo va a se­
Sin detenerse en dudas Wellesley despacha los pa­
guir el gabinete de Saint-James; por una parte, inti­
saportes oficiales que han de llevar a Londres al Coro­
midar a\ consejo de regencia por el solo hecho de re­
nel de Bolívar, al Comisario Ordenador don Luis López
cibir y de escuchar a los embajadores de la culonla re­
Méadez, y al oficial primero de la Secretaría de Rela­
beliie, y determinar así a Espafta a que acate la volun­
ciones Exteriores del nuevo gobierno de Caracas don
Andrés Bello. tad inglesa; dar al mismo tieúlpo a Venezuela la im­
Y mientras llegan, el correo inglés lleva a Cádiz la presión de que solo el respeto debido a compromisos
solemnes prohíbe el ser más complacientes para con ella,
(1) Marqués de Rojas, Bolívar, pág. 13.
(1) Cit. de Mancini, Bolívar, págs. 312-313.
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y, con esto, reservarse los beneficios eventuales de su tre historiador español Marqués de Villa-Urrutla, y las
gratitud; presentarse como mediadora inevitable entre hembras, que reputaban imperial la ardientísima sangre
ambos partidos, y, bajo las apariencias de trabajar en que corría por sus venas, eran más celosas de su rango
interés de cada uno, no trabajar en realidad más que que d e s u honra. Reinaba ya en Nápoles José, en Ho­
para ella sola: tal es el plan que se ha impuesto In­ landa Luis, y en Wetsfalla Jerónimo. Elisa, que tenía
glaterra, y que se dispone a observar exactamente su más de agria que de hermosa, descontenta con su Prin­
ministro en el momento en que Bol,ívar y su séquito cipado de Luca y Piombino, obtuvo el Gran Dui:-ado
dese.nbarcan en Southampton> ( I ). de Toscana, del que se desposeyó a la Infanta Doña
Qué había pasado en la lejana Venezuela? El motín
María Luisa, Reina de Etruria. Carolina, Gran Duquesa
del 19 de abril de 1810 puso término al gobierno de
de Berg, soñaba, no sólo con diademas reales, sino con
don Vicente da Emparán, Gobernador de la Provincia;
la imperial que podrí'a recoger Murat el día en que
el cabildo caraquefio coastituyóse en Junta Suprema,
Napa"león hallase una gloriosa muerte en el campo de
desconoció · el gobierno de Cádiz y juró defender y con­
batalla, y la insaciable ambiciosa e infafigable conspi­
servar el territorio para Fernando VII.
radora no vaciló en pagar con su cuerpo el escote de
La situación económica . de Venezuela, su falta ab­
sus tramoyas con Junot y con Metternlch· y con tantos
soluta de recursos, el conocimiento del éxito que le
otros. Paulina era la belleza de la familia. Habíale to­
traería el abrir sus codiciados puertos a los mercados
cado, como suele suceder, escasa parte del patrimonio
del mundo, obteniendo así a base de canjes, las armas
intelectual, !)Or lo que se. contentó con ser reina de la
y recursos que eran precisos para hacer al nuevo go­
hermosura y de la moda, y no queriendo que fueran
bierno respetado y respetable, dieron origen a los pri­
únicamente sus afortunados contemporáneos los que go­
meros ensayos diplom:iticos del joven país, y balbu�
zaran en sus divinas formas, hizo que Canova la .es­
ciente ahora, surge la gran confederación Américo-espa-
-culpiera en mármol, para que pudiera admirarlas la
. ñola, cuya primera voz, lanzada a través del Continente,
posteridad, no muy veladas én la estatua del Palacio
fue en el oficio inolvidable. del 2 7 de abril de I 81 o.
Borghes e de Roma y sin velar en la Venus del Museo
De las alturas del Avila, hasta las estepas argentinas,
llega la increpación a América; la encarna más tarde de Florencia> (1).
Inglaterra, señora de los mares, permanece Imper­
el genio de Bolívar y en días recientes surge rediviva
térrit a y conocedora la Jnnta de Caracas del tratado
en memorable Asamblea Continental.
que a España vincula con aquella, quiso alcanzar para
Los caraqueños vuelven sus ojos a Europa. Pujante
-sí tan valiosa amistad demostrándole, en cuantas for­
cual ninguno se destaca el imperio Napoleónico; sus
águilas dominan el panorama del viejo continente, im­ mas estuviesen a su alcance, la fidelidad que Venezuela
poniendo el reinado de los Bonapartes cuya ambición guardaba por la monarquía y su constitución, el odio,
y codicia nunca lo�ró el Emperador _yer satisfecha. y l a abominación a Francia y las promesas de una
'«Creíanse los varones nacidos para rectores de pueblos, alianza eterna e indfsoluble con la Gran Bretafia.
con púrpura y corona, escribe maravillosamente el ilus- El último de mayo, madurado el proyecto, se pensó
en el ya Co�,:mel Simón de Bolívar y en el Comisario
(1) Mancini, cit., 313.
--(-x)Villa-Úrrutia. Et rey José Napoleón, pág. II.
LA MISION DE BOLIVAR EN LONDR€S EN 1810 32I
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vita a su palacio particular. El 16 . de julio a las ocho
López Méndez, quienes, a su talento y cultura, unían el de la noche «los comisionados fueron recibidos en_ la
más decidido entusiasmo por el nuevo estado de cosas, antesala de su señoría por el caballero· Ricardo We­
como que de un año atrás habían sido mantenPdor el llesley su hijo, y después de ser conducidos al despa­
uno y asiduo concurrente el otro a las tertulias revo­ cho privado del marqués, reza el protocolo de la confe­
lucionarlas del Guayre (,). Y si por algo les faltara, rencia, se sentaron a su insinuación, y el marqués tomó
atiende la Junta Suprema la petición que le hacen los la palabra diciendo que juzgaba inoportunos los proce�
presuntos Embajadores, ,¡ el 5 de junio es agregado a dimientos de Caracas, como que todos estaban apoyados
la comitiva don Andrés Bello (2). Cinco días más tarde, sobre un supuesto falso, que era la pérdida �bsoluta de
a bordo del buque de guerra General L�rd Welllngton, España». Regañón continúa el sP.co ministro cuya ru­
que el Almirante Cochrane les envía de la base naval deza no intimida al coronel Bolívar. jefe de la misión;
inglesa de Barbados, parten con rumbo a Londres. escúchale quizás desconcerlado y apenas el marqués le
El arribo de los delegados caraqueños causa sensa­ formula las preguntas de <Si había sido la resolución de
ción. Distinguida figura. lujosa indumentaria, en pocos Cara�as dictada por resentimientos accidentales contra
días dominan el aristocrático mundo londinense. Ele­ los magistrados que existían a la época de la revolución,
gantemente alojados en Morin's Hotel, desfila por su o bien la provincia de Caracas estaba declcida a romper
apartamento lo más destacado en lo social y político. todos los vínculos que la habían unido con la metrópoli,
Mancini recuerda, cómo el conde de Mornlngton y el y a erigirse en pueblo independiente, presuroso recoge
hermano del Almirante Cochrane se hacían anunciar a Bolívar la palabra, y con la serenidad que se esfuerza en
diario, y cómo el duque de Gloucester, sobrino del rey, conservar expone exaltado la historia de los antecedentes
organizaba fiestas en su honor. «Los Embajadores de que obligaron a su patria a la heróica determinación.
la América del Sun los llaman los periódicos de la Comóla entrada de las tropas francesas a Andalucía Y la
capital. cuando registran su presenr.ia en Bond Street, toma de Sevilla «precipitó la resolución que el pueblo de
o en Hyde Park paseando en lujosa berlina, o cuando Caracas había de antemano concebido para el caso ea
vistiendo costosa etiqueta concurren a la Opera o al que los asuntos d; España tomaran un aspecto decidida-
Astelys Amphitblatre. mente. funesto ........ > «Entonces, refiere el protocolo men-
Los diplomáticos de Españll. hubieron de' tolerar, a cionado, se recibieron las órdenes e instrucciones de la
regañadientes, los agasajos oficiales brindados a los regencia, y se discutió si debía o no reconocerse; pero
jóvenes embajadores de la Provincia rebelde. Et mar­ como de lo primero resultaba necesariamente la admi­
qués de Wellesley,, apenas S'l instalan en Morin's Ho­ sión de los jefes que se enviaran a Venezuela, y por con­
tel les envía su saludo oficial, y pues precisa que la siguiente la continuación del peligro que había provo­
etiqueta inglesa ampare los derechos españoles, les in- cado la deposición de los anteriores •. creyó el nuevo
(,) Jorge Ricardo Bejarano. Orígenes de la Independencia gobierno incompatible este acto de reconocimiento c�n la
.
Suramericana. seguridad de la patria y .al mismo tiempo protesto de
1 nuevo mantep.er íntegros al soberano legítimo o al go-
(2) Oficio original de la Junta Suprema a los comisionados.
Archivo Histórico. Historia, vol. ro. Reproducido por el autor
Revista-7
en su folleto, La misión de Bolívar a Londres en I8Io. 1930.
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LA MISION DE BOLIVAR EN LONDRES EN 1810 3 23

bieroo que legalmente lo representase los dominios de


ideas llamadas a triunfar las suyas. Por eso no había
Venezuela, al mismo tiempo que ofreció continuar sus
socorros a España en la s�nta lucha contra los usurpa• ni siquiera tenido la curiosidad de leer el pliego men­
dores ...•... pronunció solemnemente su separación del cionado. Sobraba para él, no lo necesitaba; que se que­
gobierno de Regencia, declarándolo nulo en su estableci­ dara el Ministro engañado con el texto de ellas, olo­
miento y arbitrarlo en sus disposiciones». Y firme en sus roso a fidelldad a Fernando VII, y que tenía tanta ve­
palabras, concluyó Bolívar su discurso: «liste es el espí­ racidad como el empeño de Wellesley en demostrar la
ritu del gobierno actual de Venez�ela; estos los princi­ Imposibilidad de aceptar las propuestas de los venezo­
pios que se hallan profundamente arraigados en • el lanos. Pero la hidalguía inglesa, el protocolo a prueba
coraz?n de sus habitantes y que no podrá jamás des­ necesitaban quedar a salvo ante lo.s entufados_ repre­
mentir». .sentantes de España en Londres, que exasperados no
El ministro alcanzó lo que entre líneas se ocultaba, podían tolerar que se atendiera ni aun privadamente a
Y severo repuso que de una conducta como ésta no los venezolanos.
podía menos de resultar la disolución del imperfo es­ Por más de dos horas se prolongó la vivísima con­
pañol Y el triunfo de los enemigos comunes. Y como
ferencia. Wellesley encastillado en el pacto que obligaba
para no dejar esperanza rectifica <>=que los tratados exis­ a su gobierno con la reger.cla; los diputados alegan que
tentes entre la Gran Bretaña y la España no permitían no pueden salirse de lo ya dicho «que estaban seguros,
al gobierno de Su Majestad aprobar la conducta de Ve­ -dice la minuta de la sesión, de que sus compatriotas
nezuela». consentirían primero en perecer antes que someterse a
El diputado Bolívar es.tá dispuesto a no perder la
una dominación tan dura como peligrosa y sospechosa;
partida y con sagacidad e inteligencia dice quizás más
y que dándole las gracias por su benevolencia, en favor
de lo prudente. En su ofuscación entrega al Ministro
no sólo sus credenciales, sino también el pliego de ins­ de Caracas, se veían obligados a manifest,ule que por el
trucciones que para uso privado de los delegados. ha tenor de las órdenes que habí_ an recibido de su gobierno,
preparado suspicazmente en Caracas Juan Germán Ros­ no podrían hacer otra cosa que darle cuenta del sesgo
cio. Don Andrés Bello recuerda a este propósito, el que S. S. quería dar a la ne�ociación>, y halagadores·
desconcierto de Bolívar cuando advierte su impruden­ agregarC>n «que el partido de Caracas era altamente
cia (1). Pero qué le Importaba? Era la revolución, y las útil a la Gran Bretaña como que le proporcionaba re­
laciones ventajosas de comercio, que algún día serían
. ( I) El historia �or chileno Man?el Luis Amunátegui, en su
Vi� de don And,:es f!ello, tiae 1.a siguiente versión, recibida de extensivas a todo el continente am('!rlcano español; que
lab10s �e su prop_10_ b10grafiado: «Tan luego como estuvieron en
presencia d�I mm1s!ro británico, Bolívar, poco experto en los el crédito del gobierno británico se aumentaría consi­
us�s de la d1pl omac1a, cometió la ligereza de entregar al mar- derablemente en el Nuevo Mundo por la protección que
9-ues, ta?to las credenciales, como el pliego que contenía las
mstrucc10nes. <:oncediera a Caracas. Y � areciendo poco insinúan con
«Valiéndose en seg�1!da de 1� �et?�ua francesa, que hablaba todos sus arrestos: «que las tentativas dirigidas a pro­
con la m�yor perfecc1on, le dmg10 un elocuente discurso longar la servidumbrre americana no tendrían otro efecto
desaho_go smcero de las pas_iones fogosas que animaban al ora:
dor, ,d1s <;urso en el ,cual hizo muchas alusiones ofensivas a la que el de perder la América para ella misma, para
metropoh, Y expreso deseo y esperanzift; de una inctependencia la €spaña y para la Inglaterra».
absoluta».
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LA MISION DE BOLIVAR EN LONDRES EN 1810 . 32 5
�.,...,..,.._,_,.,_,_,,_........,...,._,..-"",w...,._,...---~......,..__...~w"""~""'.,.,_._.._,...,..,_,...�

Adivinamos el ceño adusto del marqués cruzado por


ferlos; por último se enviaron de· Londres · Instrucciones
leve son r isa, que ·dulclfic� su feroz embestida ; y el futuro
a las Antillas inglesas a fin de favorecer las relaciones
Libertador que libra su primera campaña, alcanza del sa­
comerciales con Inglaterra que �ozaría del mercado ame­
ñudo ministro un cordial cumplimiento «por el ardor con ricano como una de las naciones más favorect'das ( 1 ).
que defiende la causa de su país». Replica Bolívar que es Triunfó ésta, burlando a España y t riunfó Caracas,
más g rande el de su S. S. en la defensa de España <ra que
cuyo comercio de armas se desar rollaría en las Antillas
repuso el ministro británico que sus deseos particulares y inglesas, lejos de la vigilancia española.
su conducta pública habían conspi rado siempre a la feli­ Los diputados se han atraído la admiración de todos
cidad de las colonia� españolas, por cuyo motivo se había y no se cuenta lunch o fiesta alguna a donde no se in­
g ranjeado, en cierto modo, el desafecto del anterior go­ viten, notados por el lujo de sus toilettes. Bolívar posa
bierno de España».
en el estudio del pintor de moda, y Glll hace del héroe
Y ahora caído el antifaz, cara a cara, corazón a co­ precioso retrato (que hoy se guarda en nuestro Palacio
razón, ambición a ambición, podían hablar sin rodeos, con
de Relaciones Exteriores). Amigo de la frivolidad trata
franqueza. Así Bolívar vence al Foreing O:ffíce. -de deslumbrar a los ingleses. Ensaya su pluma en el
Dos días después_ se pondrán en manos del Rey las.
periodismo y el Morning Clzronicle y el Times acogen
notas de Caracas, y el jueves 19 de julio siguiente serian
11us calurosas páginas en sitio especial. Defiende a su
reclbiqos de nuevo los comisionados.
-patria del Bloqueo que acaba de decretar a Venezuela
P resurosos escriben éstos a su gobierno: «A pesar de
el Consejo de Regencia, cediendo a las instancias de sus
cuanto se ha hecho por desanimarnos.... las Insinuaciones
representantes en Londr es. Por pr ime ra vez lanza Bolí­
de Venezuela han sido acogidas y registradas por Lord
var al mundo su ideal panamericano. «El día, que no
Wellington con toda la imparcialidad y deferencia que
�stá lejos, en que los venezolanos se convenzan de que
podíamos esperan ( 1 ).
su moderación, el deseo que demuestran de sostener
Llega el 19. La recepción es ahora en el Foreing -relaciones pacíficas con la m�trópoli, sus sacrificios pe­
Oftlce. El reconocimiento pr ivado del nuevo gobierno es
<:unlarios, en fin, no les hayan merecido el respeto ni la
un hecho cumplido. A la tarde en Aspley House la �on­
-gratitud a que creen tener derecho, alzarán definiti­
ferencia es breve y decisiva. En nota verbal solicitada
vamente la bandera de la Independencia y declararán
por el Ministro de Estado, los embajadores, de manera
la guerra a España. Tampoco descuidarán de invitar a
harto avisada y sagaz, concretan las p retenciones de su
todos los pueblos de América a que se unan en confe­
gobierno. A ellas contesta en la propia forma Saint-Ja­
deración. Dichos pueblos, preparados ya para tal pro­
mes. Venezuela podría contar con la protección marítima
yecto, seguirán p resurosos el ejemplo de Caracas» (2).
de Inglaterra para defender�a de F rancia ; ee ofrecie ron
Y si hasta ahora guardó Bolívar la cordura que su
cordialmente los buenos oficios de aquella para preve­
posición le obligaba, a partir del decreto de Bloqueo,
nir mediante una Interposición amigable, la guerra entre­
la Provincia y la Madre Patria y conservar la paz y ·0)-¡:; concl�siones aprobadas por el gabinete d� �ondres _se
amistad entre Venezuela y sus hermanos de ambos hemls- publicaron por primera vez entre nosotros en el Diario Politico
de Santafé de Bogotá, .número 32, correspondiente al 14 de di-
(1) Cit. de Mancini, pág. 315. <:iembre de 1810.
(2) Cit. de Mancini, pág. 322.
327
REVISTA DEL COLEGIO DEL ROSARIO LA MISION DE BOLIVAR EN LONDRES EN 1810
����
n to de su
da s u último y certero golpe. Miranda, el Precursor, Wellesley y de felicitarlo po r el restablecimie
está en Londres. El Gobierno de Ca racas en las instruc­ salud.
erl e p re-
ciones q ue no q uiso leer Bolíva r, le previene q ue Ve­ · «Suplican a Su Excelencia les permita hac
de su v e­
nezuela, como consecuente a su fidelidad a Fernando VII, se nte que h abién dose termi nado los objetos
�ebe considerar a Mi randa como un enemigo de su causa nida a Inglate r ra, les impor ta
regre sar a Venezuela
o de su
Y «bajo esta inteligencia, dice el pliego, si estuviere en con la posibl e prontitud; y como el Gobiern _
a l intento
Londres, o en o tra de las escalas o recaladas de los co­ Majestad Británica se ha servido ofrecerle
con toda seg u­
misionados, si se acercase a ellos sabrán tratarle corres­ un buque de guerra en qué ver ificarlo
que
pondiendo a estos principios, y a la inmunidad del ridad: han creído oportun o avisar a Su Excelencia
mismo
territorio donde se hallase»; y con sagacidad agregan: por su parte se h alla todo listo y concluído, al
de s u
«Si s u act�ar situación pudiere cont r ibuir de algún modo tiempo que le r uegan se digne ser e l órgano
p rue ­
q ue sea d ece nte a l a comisión, no será menospreciado» (1). respetuos a g ratitud a Su Majestad por esta nueva
Si ant es mantuvo en reserva su amistad con Mi­ ba de su real ben evolencia.
randa, «no vaciló (desde la p romulgación de l decreto de agosto de
«Lond res, 30 1810» (1).
de bloqueo, e scribe Manclni), en da r la mayo r o sten­
El 16 de septiemb re el Foreing Oífice anunció a
tación posible a su nueva actitud. Aún n o se había o si­
Bolívar que el bergantín Sapkire, puesto a su disp
despedido del Min istro de Relaciones Exteriores la mi­ ar r umbo
ción por el Almi rantazgo, estaba listo a zarp
sión venezo lana, cuando ya mencionaban los diario s la las costas d e In­
a Caracas, y el z 1 dejó para siemp re
pres encia en el teatro, o la visita a los monume ntos d la li­
glater ra , lle vando en su cor azón la seg�rid�� �
públicos, de los diputados de Caracas, siempre en «com­ Miran.da,
bertad de su patria. Días más tar de le s1gu10
pañía del il ustre General Mi randa». «La elegante clien­ r . López
cuyo equipaje trajo consigo el corone l Bolíva
tela del estudio del pintor Glll en Chandl er Street, Lon dres a
pudo descifra r, sobre la medalla que· e l joven america­ Mé nd ez, y el insigne Bello se quedaron en
B.
no había hecho añadi r a s u traj e, y q ue estaba sujeta insinuación del Ministro de Estad o d e S.. M.
en
con la cinta trico lor de Miranda, uno de 1011 l e mas pre­ Trasce ndental fue el eco qu e tuvo esta misión
d . Las con­
feridos del Precursor: sin libertad no hay patria». Los di­ las Provincias del Nuevo Reino de Gran a a

s se comu ­
putados de Caracas son aho ra los asiduos co mensales clusiones aprobadas por el Gabinete inglé
J S ntafé de B o R"otá. E n
de Grafton Sq uare. La libertad de Amé rica estaba de­ nicaron a la unta Suprema de a

Público se dijo que Ing ra ha­


el periódico Aviso al
later
cidida.
encia d e las co loni as
Bolíva r dio por terminada s u misión en Lond re s el bía ofrecido p roteger la independ
dactores del Dz'ario
30 de agosto de J 8 1 o, fecha en la cual s e ap resuró a del Consejo d e Regenda. Los re
presta r s us homenaj es al Gobierno inglés, a cuyo Mi­ PolíHco, e scr ibían e ntusiasmados:
defensores de la
nistro de Relaciones di rigió la siguiente comunicación� «Nuestros puer tos se abrirán a los
p única que ha sabido con­
«Don Simón de Bolívar y don Luis Méndez tienen libertad, a esta gran otencia,
ncia».
el honor de s aludar a Su Excelenci a
. el Marqu és de tener ei despotism o de Fra

(1) Cit. de Mancini, pág. 319. (i) Cit. Marqués de R�j as , págs . 30 Y 3 1 .
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328 REVISTA DEL COLEGIO DEL ROS
ARIO
� .,,. -- _,,......._,,,,�~�
LA MISION DE BOLIVAR EN LONDRES EN 1810 329
Y la Supr_e ma Junta santa
fereñ a, en oficio del 6 de delibera ción es muy conforme con el genio de la na­
m arzo de 1 8 II, d irigido
a l a de Car acas, entendió bri­ ción inglesa y no creemos que ell a jamás habrá hecho
llantemente la política ing
lesa, y d esenvolvió nítido el medidas hostiles contra nosotros, con el pretexto de
pe ��amieoto revolucion
ario,. así como su anhelo de una sostener unos derechos que nunca pudieron existir en
un100 perdurable con e
l país hermano. perjuicio de la libertad que concedió Dios a los pue­
Tal es la importancia de
. _ este oficio que rehabilita la blos y a los hombres.
discutida tes · is s 0 b re e ¡ verd
• a dero pensamiento revolu- «Pero si l a política interesada pensare obrar contra

c1o nar10 que animó a I os hom bres
del 20 de julio, que la filosofía y la justicia, la unión intima de los dos Es­
no pue do menos de tras
cribir siquiera sus párrafos más ta dos nos pondrá a cubierto de cualquiera invasión
destacados.
externa ; nuestros recursos y nuestra posición sobre el
Comentando el m emo .
randum de· las conferencias ce- globo, nos convidan a sostener una resolución propia
lebradas en Londres,
dice: <ie los hombres que conocieron al fin su dignidad» (1).
«Ellas m anifiestan qu
e el g a binete de Sa En apoyo �e la aceptación privada de Ingl aterra
conoce sus ve rdadero . n James
. s int ereses respecto de
la Améri- del nuevo estado de cosas surgido en Venezuel a , que­
ca Independiente,· pero
que obli. gado por honor a sos- da la nota oficial con que el gobirno de Caracas par­
tener l a lucha en la
p entnsula contra el enemig ticipó a sus delegados l a satisfacción y la gratitud del
de la Europa no se d o común
a mericanas un
ª
ecr"de dar a las negociacio
nes país por l as felices negociaciones alcanzadas. Esta car­
carácter oficial directo por ta prueba también que si consideró Bolívar eficaz su
d era contrario
qu e lo con si-
a los pactos que
tteue celebrados con el labor en Lon dres, con�ra la· opinión de varios historia­
gobierno d e Cádiz. Sin
embargo l a Inglaterra se -dores que atribuyen el pronto regreso del futuro Li­
oblf ada agradablemente verá
� a considera rnos como a un bertador a Venezuela, a l a decepción que éste tuvo al
nacfoo cuando haya sab a
ido que l a resolución de l no ver ningún resultado satisfactorio para su patria;
a pro ­
vincia de Venezuela ha
sido imitada y sostenida lejos de ell� lo consiguió y el más eficaz que por en­
todas l as d el gran con por
tinente de la América Me tonces podí a prometerse. Oigase si no la siguiente co:.
n al. Esta reflexión nos ri d io­
ha retem' do para no dar munica ci6n de Caracas al gobierno de nuestra capital:
alguoo hada S ·
p a so
M· B · hasta que form ad
el . o el con gre so «Ayer 5 del corriente (diciembre de 1810) llegó a
! �em o extienda la acta de nuestr a absoluta zndepen
.
encza ! se reconozca en ella que
son insostenibles 1011
­ esta c a pital don Simón de Bolív ar, uno de nuestros en­
via dos cerca -de su Majestad Británica, quedando en
m defimdos der echo
s de la famili a de Bor
tanto estudio observamo boo
. que con aquella Corte su compañero, don Luis López Méndez,
s se quieren hacer vale
nosotros. Espontánea y r sobre ha sta concluir la negociación con aq�el Gabinete.
generosamente hemos ofr
conservar l a dignidad ecido
real en favor de Ferna ( 1) Copiada por el eminente historiador don Eduardo Po­
s1· alguna vez le viérem n do VII,
os libre del infl UJO . de1 t fran sada, de l a Gaceta de Caracas del 22 de abril-de 1811, y repro­
de la Europa; pe o
ro sujeto a la constitución ducido por el mismo en la «Revista Bolivariana» de Bogotá, en
pueblo soberano, y de nin qu e dic te el el mencionado histo­
gún modo ba¡o cuyos dos primeros volúmenes reprodujo,
. e 1 sis
to y despo. t1c . .
o como reinaron sus
• tema abso-
riador impo rtantes documentos relacionados con la misión de
pr edecesores. Esta res.
Bolívar en Lond
3 30
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REVISTA DEL COLEGIO DEL.ROSARIO
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PARA LA HISTORIA COLOMBIANA 33 1

«Faltan voces al primero para


explfcar su recono-
cimiento al gran protector PARA LA HISTORIA
d_e nuestra causa, señor
Marqués de Wellesley; el
que aunque al principio COLOMBIANA
se les mostró indiferente,
después, vista la justicia y
la firmeza con que la sos
tuvieron nuestros Diputados,
pretextando perecer ellos
y toda la Provincia antes La política en "El Dorado"
que someterse al monstruoso
e ilegal Gobierno de Re­
gencia, accedió gustoso a Por el Dr. HERMANN TRIMBORN, Catedrático de la «Fundación
prestarnos todo influjo que
pueda comunicar aquella Cor del Co�de de Cartagena» en la Universidad de Madrid.
te para consumar la gran­
de obra que empezamos
el memorable y dichoso 19 de
abril, siendo garante de Desde el comienzo de nuestro siglo, sobre todo, se
sus generosas promesas el Ji.
beral y obsequioso tratami ha reconocido claramente que la Etnología es una par­
ento que se les dispensó» (1).
Por primera vez se pronun te de la Historia Universal. Así entendida, su labor
cia en esta ciudad el
nombre de B:J!ívar, que consiste en el estudio de la historia de fa civilización
habría de crecer «como las
sombras cuando el sol dec de un grupo de pueblos que, desde un punto de vista
lina».
En 1930, cuando el mundo meramente práctico, se pueden reunir como «pue�l?s
entero conmemoraba el
luctuoso centenario del Lib sin escritura». En estos pueblos no existe una trasmls1on
ertador, el gobierno Inglés,
fiel a su hidalguía tradicio histórica auténtica propia por medio de fuentes escri­
nal, consagró el palacio de
Aspley House con lápida tas; y por ello, al estudiar estos pueblos, la concepcwn
marmórea que recordará a
las generaciones venideras dinámica y especialmente la historia de los aconteci­
que ·dentro de esos viejos
muros. libró y ganó Bolívar mientos políticos queda propuesta a la descripción más
la primera batalla por la
libertad de América. estática de los caracteres peculiares de su civilizaci6n.
Así ocurre que esta parte del proceso histórico uni­
GUILLERMO HERNÁNDEZ DE versal se nos presenta principalmente, aunque no ex­
ALBA
Catedrático de Historia de Colombia
.
clusivamente, como «historia de la civilización» en un
sentido éstricto.
(1) Diario Politico de Santafé de Bog
otá, mí.mero 44, 25 de Esta peculiaridad no debemos .. sin embargo, tomar­
enero de 1811.
la por esencial. Nos lo veda ya nuestra nueva con­
vicción de la unidad esencial de la psique humana que
ya no permite una división en «pueblos en estado na­
tural» ( «Naturvolker») y «pueblos civilizados» ( «Kul­
turvolke r» ), _con manifestaciones vitales fundamental­
mente diferentes o, dicho de un modo más sencillo, no
hay pueblos sin civilización. La experiencia etnográ�­
ca nos enseña también que, aun en los pueblos mas
sencillos que �onocemos, existen-de igual modo que

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