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La revolución del trabajo remoto

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El trabajo remoto se ha convertido en una verdadera revolución en la forma en que
muchas personas se ganan la vida. No hace mucho, estaba reservado únicamente
para algunos profesionales, principalmente relacionados con la informática. Pero
hoy en día, gracias a la penetración de internet, a las mejoras en el ancho de
banda, y al acceso que tienen cada día más personas, la mayoría de los trabajos
son compatibles con esta modalidad de trabajo. Tradicionalmente, aprendimos que
trabajar significa ir a una oficina, permanecer en nuestro puesto de trabajo por
ocho horas, sin importar la carga de trabajo, y una vez terminada nuestra jornada
diaria, volver a casa. Cuando este modelo se implementó durante la Revolución
Industrial, fue un verdadero avance en los derechos de los
trabajadores. Antiguamente, los trabajadores obreros tenían jornadas de 12 y hasta
16 horas. Vivían dentro o cerca de la planta en la que se desempeñaban. Sus vidas
giraban en torno al trabajo, al punto de que sus patrones eran dueños de casas,
ropas, y hasta las tiendas de licor o comida, y los abusos eran la
norma. Eventualmente, el grueso de los empleos migró al sector de servicios y
muchas personas pasaron de ser obreros o agricultores a ser oficinistas. Aquí es
donde nacen los burócratas y el concepto de trabajar en la oficina. Un trabajo
digno con un horario definido, pero conservando conceptos antiguos, como la
supervisión de sus superiores y realizar el trabajo en propiedad de la
compañía. Regresando a nuestros tiempos actuales, la oficina, lo que en algún
momento era la promesa de una vida más cómoda, terminó convirtiéndose en una
trampa. Hoy en día, millones de personas pasan la mayor parte de su
tiempo trabajando en cubículos anónimos, transportándose de y hacia su lugar de
trabajo cada día. Si asumimos una jornada de trabajo de ocho horas, les
agregamos dos horas diarias para llegar a la oficina y otras dos para
regresar, tenemos un promedio de 12 horas dedicadas exclusivamente al
trabajo. Doce horas en las que es imposible, o muy difícil, dedicar tiempo a otras
actividades. Trabajar remotamente ofrece beneficios tanto para los trabajadores
como para las empresas. Los trabajadores pueden reducir sus tiempos de
conmutación, trabajar en la comodidad de su hogar, pasar más tiempo con sus
familias, y aprovechar las ventajas de la movilidad para trabajar desde cafés o
lugares remotos. Las empresas, por su parte, también se benefician gracias a que
los empleados están más motivados. Reducen radicalmente los costos
operativos, ya que no tienen que invertir en infraestructura o servicios, y en muchos
casos, la reestructuración permite aumentar considerablemente la
productividad. En tiempos donde el enfoque de las personas va hacia mejorar su
calidad de vida, explorar el mundo, y principalmente, ver el trabajo como una
herramienta para vivir la vida y no un lugar para verla pasar, el teletrabajo se está
convirtiendo en la opción preferida de cada vez más personas. En este curso,
vamos a aprovechar esta revolución naciente en nuestro beneficio. Te compartiré
todo lo que he aprendido en casi una década de trabajar en esta modalidad, para
que puedas ser parte, ahora mismo, de esta nueva forma de trabajar.

Qué es un trabajo remoto


Comencemos delimitando qué es el trabajo remoto. Porque, aunque en teoría el
término aplica a cualquier trabajo o labor que se realice en un lugar separado de
una oficina, en la práctica tenemos muchos estilos y combinaciones. En un lugar de
trabajo moderno, vamos a tener tres tipos o modalidades de trabajo. Los que se
encuentran en modo totalmente presencial. Los que están en modalidad
totalmente remoto. Y las personas que están en una modalidad mixta. El clásico
trabajador promedio se encuentra en la modalidad presencial y debe asistir de
manera regular a una oficina física. Luego tenemos a los que se encuentran en un
régimen totalmente remoto. Estos son los empleados que no tienen un puesto
físico de trabajo, y en muchos casos, su empresa ni siquiera tiene una locación en
el mundo real. En este grupo, tenemos varias formas de trabajo. Los que trabajan
completamente descentralizados, o sea, que trabajan completamente a través de
medios remotos. Estas personas solo interactúan con su empresa y compañeros de
trabajo a través de medios remotos, como internet o vía telefónica. También
tenemos a los que trabajan en un modo remoto con reuniones ocasionales. Son las
personas que aunque no deben asistir a un lugar físico para trabajar, de forma
periódica el equipo organiza reuniones presenciales para que los miembros del
equipo interactúen socialmente. Por otro lado, tenemos a los que están en un
régimen parcial, que en este momento en que muchas empresas están en una fase
de exploración del trabajo remoto, es una de las modalidades más populares. Los
que trabajan en un régimen parcialmente remoto, generalmente son parte de una
empresa que sí tiene ubicación física, y a la que muchos, o la mayoría de sus
empleados asisten diariamente. Estas empresas ofrecen facilidades para que sus
empleados trabajen desde casa uno o varios días por semana. Usualmente realizan
turnos entre los empleados para ir rotando el día remoto. De esta forma se
garantiza que la oficina tradicional funcione de manera regular. Gente atendiendo
el trabajo físicamente, mientras sus empleados disfrutan el beneficio de trabajar
desde casa, aunque sea por unos días. No sólo tenemos diferencias en el tiempo
que pasamos en una oficina presencial. Los trabajadores remotos, tanto los que se
encuentran en la modalidad totalmente remota como los que están en el modo
parcial, tienen diferentes formas de asignarles trabajo. Un grupo importante trabaja
por horas, siendo necesario cumplir un horario Por ejemplo, de ocho de la mañana
a cinco de la tarde, para permanecer sincronizados con los demás empleados de la
empresa. O simplemente para que el empleador se sienta seguro con la cantidad
de horas específicas por las que paga. En esta modalidad de trabajo remoto es muy
similar al de la oficina, ya que se cumplen horarios específicos e incluso horas de
almuerzo simultáneas con la oficina presencial. Si el empleado termina sus tareas
del día, debe permanecer conectado esperando a que se le asigne más trabajo, o
esperar a que acabe su jornada. Por otro lado, tenemos los que trabajan por
metas. Estos empleados no tienen un horario ni un tiempo definido para hacerlo. El
empleador se asegura únicamente que todas las tareas que fueron asignadas al
empleado se cumplan en los plazos estabecidos. En esta modalidad, los
trabajadores tienen mayor libertad de horarios, porque el momento en que
terminen sus tareas pueden dedicarlo a su vida personal. También permiten que el
trabajador realice sus tareas en el horario que considere más pertinente. Algunas
personas prefieren trabajar por las noches y dedicarle tiempo a su familia en el
día. O distribuir en bloques según sus necesidades específicas, para recoger a sus
niños del jardín o salir a estudiar. Sin importar la modalidad o combinación de ellas
en la que te encuentres, cada una tiene una serie de características y beneficios que
debes tener perfectamente identificados para aprovechar al máximo el trabajo
remoto.

Problemas de trabajar remotamente


Muchas personas creen que trabajar remotamente es como ganarse la lotería. Te
olvidas de la oficina, de los dramas de los jefes, nadie te vigila, y te levantas a
cualquier hora. Algunos dirían incluso que es como si no trabajaras. Pero nada más
lejano de la realidad. Al contrario, trabajar remotamente implica una serie de
problemas y dificultades diferentes a la oficina. Problemas que en muchos casos
deberás resolver por tu cuenta. Por ejemplo, algunas empresas no están
preparadas para administrar empleados remotos, no tienen diseñados procesos y
protocolos que les permitan integrarse y ser parte de la dinámica de la empresa. Se
generan fricciones y dificultades para poder trabajar de manera regular. Con
frecuencia encontramos casos donde no se establece comunicación de
calidad para empleados remotos, y ocurren situaciones incómodas. Como por
ejemplo, que la empresa organice un almuerzo únicamente entre los empleados
presenciales para anunciar un movimiento importante dentro de la compañía. Los
empleados que no se encuentren en ese momento quedarán fuera del
acontecimiento y sin información. Es posible que cometan errores críticos debido a
la ignorancia de esta noticia. Otro de los grandes problemas con los que nos
vamos a encontrar al trabajar desde casa, es el de la soledad. Sé que muchos verán
esto como una ventaja, y por supuesto que es genial que Gutiérrez, el de
contabilidad, no llegue cada 10 minutos a pedirnos ayuda. Que puedes vestirte
como quieras, o que el del cubículo de a lado no pase una hora al
día interrumpiendo tu trabajo para contarte sus dramas personales. Sí, la soledad
puede ser una bendición. Sólo tú y tu trabajo. Pero hay otra cara de la soledad que
sí puede afectarnos profesionalmente. Por ejemplo, al no tener compañeros de
trabajo con los cuales conversar, tenemos menos espacio para crear ideas nuevas o
enriquecerlas con la opinión de otros. Tampoco tenemos la oportunidad de
conocer profesionales mejores o con más experiencia que nosotros para que sean
nuestros mentores en la oficina. Además, ya que estamos separados del entorno
físico, es más difícil que la gente note nuestras habilidades personales o nuestros
dones especiales. Eso genera que sea más difícil hacernos visibles o destacar
dentro del grupo, haciendo más difícil conseguir ascensos o aumento de
salario. Muchas veces la comunicación se dificulta entre miembros del
equipo porque interactuamos únicamente a través de medios virtuales. Se pierde
en muchos casos la sutileza de la comunicación entre personas, las expresiones
corporales, tonos, inflexiones, y gestos que le pueden cambiar el significado a las
palabras. Un correo electrónico con una broma amistosa o un comentario
inocente puede ser malinterpretado como un ataque feroz o una crítica
destructiva si no se le da la interpretación correcta. La falta de control también
puede ser un problema. Posiblemente, si trabajas en una oficina, lo que más añoras
es eliminar ese control y supervisión de los jefes. Sin embargo, muchas
personas después de una vida de supervisión constante, muchas veces
excesiva, llegan a desarrollar problemas para poder trabajar y concentrarse sin
ninguna presión externa. Una frase que he escuchado muchas veces es: "No podría
trabajar en casa, yo soy de los que necesita que me controlen". El trabajo remoto
requiere una personalidad proactiva y la capacidad de imponerse metas para
cumplirlas diariamente. Finalmente, algunas personas simplemente no se sienten
cómodas con el concepto de trabajar desde casa. Se sienten atrapados, poco
motivados, y necesitan un entorno social para dar lo mejor de sí mismos. No
podemos esperar que todos los trabajos y oficios se adapten fácilmente a la
modalidad de trabajo remoto. Siempre existen profesiones y roles en los que la
interacción cara a cara, en vivo, sea un requisito. Forzar las cosas da siempre como
resultado frustración. Conocer nuestros límites y capacidades es un elemento
clave antes de comenzar una jornada laboral remota. Y aunque efectivamente
existen dificultades al inicio, todas ellas son totalmente solucionables, y son
opacadas por los muchos beneficios que encontramos al trabajar remotamente.
Beneficios de trabajar remotamente
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Trabajar remotamente en cualquiera de sus modalidades, tanto para los que
laboran de forma totalmente remota como para la modalidad mixta, se convierte
poco a poco en una posibilidad cada día más real en la oficina promedio. Estoy
convencido de que no pasará mucho tiempo antes de que el trabajo remoto sea
una opción más para la mayoría de los empleados y empresas. Puede que aquí me
cueste tomar un punto totalmente imparcial porque tengo casi una década de
trabajar remotamente. Y francamente ya no puedo imaginarme otra forma de
trabajar. Los beneficios han sido tantos que puedo decirte con total
honestidad que para mí ha sido uno de los eventos más importantes, si no el que
más, en mi vida profesional. El trabajo remoto se ha vuelto tan popular en los
últimos años que ya es prácticamente un asunto generacional. Los más jóvenes
están acostumbrados a verlo en todas partes, al punto que podríamos decir que es
el sello de identificación de la generación millenial y la cultura del
emprendimiento. En muchas industrias y gremios ha tenido un impacto radical. Por
ejemplo, en la informática, si una empresa de alta tecnología quiere asegurarse de
contratar únicamente profesionales de élite, es prácticamente un requisito incluir
en sus procesos de reclutamiento la opción de trabajo remoto. Un caso interesante
fue el de Yahoo, que por políticas internas decidió dejar de dar por un tiempo este
beneficio y enfrentaron fugas masivas de talentos, que prefirieron renunciar a su
trabajo antes que asistir a una oficina. La popularidad de este modo de trabajo se
debe precisamente a los grandes beneficios que brinda. El primero y más obvio de
los beneficios de no trabajar en la oficina es dejar de utilizar el transporte
público. Para llegar al trabajo, en promedio, las personas ahorran de dos a cuatro
horas diarias. Únicamente por ese factor. Dos a cuatro horas diarias que
inmediatamente se endosan al tiempo libre del empleado, lo que permite
enfocarse en otros proyectos, como estudios o familia, sin descuidar o afectar en lo
más mínimo el tiempo dedicado a su trabajo. Estas horas adicionales nos permiten
disfrutar de más tiempo, de lo que nos gusta, podemos tener nuevos
pasatiempos, estudiar una nueva carrera, disfrutar tiempo con nuestra familia,
amigos, o pareja. Sencillamente podemos pasarla bien con ese juego o una nueva
película que acaban de estrenar. Al trabajar desde casa te ahorras
dinero, comenzando por eliminar los costos de transporte diario, alimentación, y en
algunas empresas te quitan la necesidad de comprar y usar a diario traje formal,
uniformes, o ropa especializada. Otro factor interesante del trabajo remoto es
que, ya que no tenemos que asistir presencialmente a una oficina física, podemos
desplazarnos a cualquier parte del mundo. Algunas personas aprovechan esta
ventaja para mudarse a países donde tengan mayor poder adquisitivo. Por
ejemplo, pensemos en este caso. Tenemos un desarrollador que trabaja en Silicon
Valley, California. El costo de vida es extremadamente alto allá y por ende los
sueldos deben compensarlo para ser competitivos y atraer talentos. Este
desarrollador decide mudarse a otro país, donde tengan un mejor panorama
económico. Por ejemplo, irse a Polonia, donde el tipo de cambio es muy
favorable y el costo de vida es mucho menor. De esa forma, sin aumentar su
sueldo puede incrementar sustancialmente su poder adquisitivo. Finalmente,
muchos estudios indican que trabajar desde casa logra aumentar
significativamente los niveles de felicidad entre los empleados. Posiblemente
porque la mayoría de los casos disponen de más tiempo libre y pueden disfrutar de
sus vidas personales. Los trabajadores felices, por regla general, tienden a tener
mayor productividad y más creatividad. Mejores empleados con mejores resultados
producen empresas productivas y así tenemos un círculo virtuoso de
beneficios, donde todas las partes están felices.

Crear organizaciones compatibles con el teletrabajo


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Con el crecimiento de la demanda de teletrabajo, las empresas y organizaciones
comienzan a enfrentar nuevos retos. Ya sea que la organización tenga la
totalidad o una parte de sus empleados trabajando en modalidad
remota, necesitan adaptarse a este nuevo paradigma y ajustar sus procesos para
que todo funcione correctamente en un nuevo entorno y filosofía de trabajo. Si una
organización no logra integrar correctamente sus trabajadores remotos, lejos de
generar beneficios, van a producir consecuencias negativas sobre la producción, la
calidad de trabajo y la comodidad tanto de los trabajadores remotos, como a los
que se encuentran trabajando en oficina tradicional. Entre los cambios y
adaptaciones más importantes que deben incorporar las organizaciones
tenemos: permitir un acceso igualitario a todos los miembros de la empresa sin
importar la modalidad de trabajo. Todos los empleados deberían tener igualdad de
condiciones para acceder datos o consultar a sus superiores e interactuar con
servidores o entornos de trabajo. Garantizar que todos los empleados pueden
realizar su trabajo en igualdad de condiciones y facilidades, ayuda a evitar que
existan clases o diferencias en el trato de empleados según la modalidad en que
trabajen. Mantener a todos los miembros actualizados sobre los objetivos y
procesos de la empresa. En una oficina física, generalmente tenemos un flujo más
sencillo de la información porque usualmente los empleados pasan su tiempo
laboral en áreas comunes. lo que genera interacción social. Usualmente las noticias
de la empresa son uno de los temas cotidianos. Sin embargo, en un entorno
remoto este tipo de interacción es rara o nula. Y muchas veces, los empleados que
se encuentran trabajando remotamente permanecen en la oscuridad sobre las
decisiones y movimientos de la empresa. Sin comprender qué sucede, pueden
incluso llegar a pensar que la compañía está tomando malas decisiones y buscar
otros rumbos. Evitar o disminuir al máximo las reuniones. En la medida de lo
posible, se debe tratar de reducir las reuniones en especial las que tienen poco
impacto sobre la productividad. Utilizar otros medios como correos electrónicos o
programas de mensajería que permitan una comunicación asincrónica dan la
oportunidad para responder con calma o incluso ayudan a los empleados que
trabajan en otros países para que tengan tiempo de revisar el mensaje en su
horario local. Si se tienen que hacer reuniones, hay que aprovecharlas al
máximo. Las reuniones con equipo de trabajo en modalidad remota deben ser
aprovechadas para explotar al máximo la interacción social entre los miembros. Lo
ideal, es tratar de enfocarse en los procesos que son más difíciles de lograr cuando
las personas que no se conocen entre sí, interactúan. Por ejemplo, conversar sobre
temas subjetivos que son más difíciles de explicar por un correo electrónico. Hacer
lluvias de ideas creativas. Tratar de generar actividades que unan al grupo y,
¿porqué no? aprovechar para dar o recibir retroalimentación entre los miembros
del equipo. Evite crear demasiados procesos. Para algunas organizaciones puede
ser intimidante trabajar con empleados a los que no se pueden controlar
directamente. Y una respuesta común de algunos jefes es compensar esta
inseguridad a través de la creación de procesos y controles que
aparentemente aseguren que los empleados cumplan con sus obligaciones. Sin
embargo, esos controles terminan siendo engorrosos tanto para la empresa, como
para los empleados que terminan perdiendo tiempo productivo o restringiendo su
creatividad gracias a estos controles. Lo más recomendable es definir claramente
las responsabilidades para que cada miembro conozca y delimite correctamente su
trabajo. Permitir que ellos sean los que generen sus propios procesos
internos. Demasiados procesos limitan la creatividad. y hacen sentir a los
empleados que se les tiene poca confianza. Entrenar a los nuevos empleados. En la
oficina tradicional es común que cuando llega un nuevo empleado sus compañeros
le expliquen los procesos internos. Los detalles de la oficina, según se van
necesitando, vamos informándolos. Sin embargo, por la naturaleza de un entorno
remoto este proceso es poco común y muchos empleados experimentan
ansiedad y tienden a cometer errores importantes dentro de la organización por
ignorar lo que se espera de ellos. Es necesario asegurarse que cada nuevo
empleado conozca cómo usar las herramientas comunes del equipo. Que tengan
acceso a todos los datos y repositorios de código o a la documentación necesaria
para poder hacer su labor diaria. Trabajar asíncronamente. Los equipos de trabajo
remotos tienden a encontrarse en diferentes puntos geográficos. Y muchas veces
esto significa trabajar con diferencias de horarios. Para esos casos es sumamente
importante que los miembros trabajen con un nivel de independencia que
permita que su avance, o la falta de él, no genere obstáculos a sus compañeros. Si
todos los empleados trabajan en un mismo horario, pero algunos se encuentran en
otros países, es posible que para algunos, la jornada de trabajo ocurra en la
mañana mientras que para otros, ocurra en la noche. Cuando ocurre esta
situación, encontraremos diferentes niveles de concentración, cansancio y
creatividad que afecten el rendimiento y el comportamiento general del equipo. Lo
recomendable es que cada empleado maneje proyectos independientemente o
que trabaje en tareas separadas que no afecten a sus compañeros. También que se
mantenga una comunicación fluida entre los miembros del equipo y así, todas las
partes pueden avanzar de manera independiente. Cuando es correctamente
utilizado, el trabajo asincrónico no sólo elimina el problema de rendimiento entre
empleados en diferentes horarios. Al contrario, puede convertirse en una
ventaja haciendo que la organización pueda trabajar sin parar, las 24 horas del día.

Generadores de contenido
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Trabajar desde casa es una puerta abierta para que entre la creatividad. Puedes
cambiar de entorno en cualquier momento o adaptar un lugar a tu gusto para
hacer fluir las ideas. La flexibilidad del trabajo remoto y el control total sobre el
entorno pueden ser herramientas sumamente valiosas para las mentes creativas. En
Internet, los contenidos generados por la gente tales como videos, música, libros
electrónicos y blogs concentran buena parte del tráfico y de los recursos
generados por publicidad y patrocinios comerciales. Tenemos la fortuna de vivir en
un mundo donde si somos buenos haciendo algo y tenemos algo de
suerte, podemos generar dinero compartiéndolo con los demás. Es común
escuchar en las noticias sobre estrellas del YouTube o blogueros famosos con
millones de seguidores en redes sociales que utilizan su influencia sobre la gente
como una forma de ganarse el sustento. Algunos de ellos llegan incluso a ganar
varios millones de dólares anualmente. Y en la mayoría de los casos, producen
todo el material desde sus casas o directamente desde eventos o áreas
públicas. Un número importante y creciente de generadores de contenido eligen el
trabajo remoto porque se ajusta mejor a sus necesidades. Si ya eres, o buscas
convertirte en uno de ellos, vas a necesitar varias herramientas comunes. Un
ordenador portátil o una tablet para escribir contenidos, guiones o artículos. Una
cámara fotográfica para ilustrar ideas o ayudar a comunicar mejor el
mensaje. Cuentas en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram para
distribuir contenidos y alcanzar más potenciales seguidores. Pero tenemos
diferentes tipos de contenidos y cada uno genera necesidades distintas. Los
bloggers, por ejemplo, son posiblemente los pioneros tanto del concepto del
trabajo remoto, como de la generación de contenido en Internet. Utilizan sus blogs
o bitácoras en línea para compartir sus intereses y conectarse con la gente. Y es
que, aunque los blogs originalmente se trataban sobre bitácoras o diarios
personales donde las personas detallaban sus memorias, hoy en día, su número es
enorme y abarcan una amplia gama de temas y formatos. Van desde el periodismo
de investigación hasta los chismes de artistas. Desde consejos de maquillaje a
reseñas de películas y juegos. La variedad es enorme y su popularidad no deja de
crecer. Para ellos, herramientas como la plataforma de contenido de Wordpress,
Medium o Linkedin, son de gran ayuda para distribuir sus textos. Google Images y
Flickr son una buena fuente de recursos para ilustrar sus ideas. Otra buena idea
para los blogueros es utilizar la nube para guardar sus contenidos. Plataformas
como Google Docs o Apple iCloud o Microsoft One Drive se encargan de
almacenar remotamente todo su trabajo. Así, si un día, por cualquier motivo, no
pueden usar su equipo no se pierde la información. De la misma forma en que en
los inicios del Internet teníamos las bitácoras en años más recientes y gracias al
aumento del ancho de banda hemos presenciado el surgimiento de los contenidos
audiovisuales. En estos tiempos, el video no es sólo un medio sencillo de
acceder por la mayoría de usuarios de Internet, sino que también es uno de sus
favoritos. Posiblemente el sitio de videos más relevante es YouTube.com Y
justamente, su popularidad se debe a los miles de canales de video y personas que
publican sus contenidos allí, como popularmente los conocemos,
youtubers. Trabajar remotamente es prácticamente el estándar de este
gremio. Principalmente porque por lo general son productores independientes de
videos que necesitan estudios de grabación y para reducir los costos utilizan
usualmente sus casas. Para mantener sus contenidos frescos y en renovación
constante es muy común que se desplacen a diferentes lugares para mostrarnos
escenarios, entrevistar personas o darle cobertura a algún evento. En el caso de los
productores audiovisuales, encontramos una necesidad adicional de tener uno o
varios discos externos de alta capacidad de almacenaje. para guardar los videos
tanto editados, como por editar. En particular, quienes trabajan con video de alta
definición pueden encontrar serios problemas para almacenar sus contenidos en la
nube tanto por el volumen de datos, como por el tiempo que puede tardar en
transportarse a través de Internet. Es una buena práctica tener al menos un par de
discos duros adicionales. Uno de uso constante, para llevar puntos concretos o
llevar a viajes o en algún lugar seguro donde ir almacenando los respaldos de
videos más antiguos. En la producción audiovisual, se requiere muchas veces de
videos antiguos para reutilizar o para reseñar. Y son necesarios archivos
originales para mantener la calidad y resolución óptimos.

Trabajadores de TI
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Los trabajadores de las tecnologías de la información o TI, como se le
conoce, abarcan a las personas que laboran en áreas relacionadas con el
manejo, proceso y transporte de datos. En un amplio sentido, abarcan desde
administradores de sistemas y programadores hasta productores multimedia. Por
su naturaleza tecnológica, esta es posiblemente una de las industrias que mejor se
ha adaptado al trabajo remoto. En especial porque la mayoría de los que trabajan
en ella producen o procesan datos que pueden ser transportados a través de
Internet. lo que les permite movilizarse con libertad y trabajar remotamente sin
afectar el flujo regular de sus ideas. Desde programadores hasta administradores
de servidor, pasando por los encargados de control de calidad y jefes de
proyecto, Prácticamente todos los miembros de un equipo tecnológico pueden
desarrollar su tarea remotamente. Los "startups" han abrazado esta modalidad para
abaratar costos y adquirir talento, además de volverse más competitivos para
contratar empleados utilizando el trabajo remoto como un beneficio adicional. Una
incontable cantidad de empresas tienen decenas y hasta cientos de
empleados distribuidos por el mundo trabajando remotamente. Sin embargo, esto
no es una opción para todos los que trabajan en las Tecnologías de la
Información. Algunas tareas específicas aún requieren de nuestra presencia
física. Por ejemplo, los que se encargan del mantenimiento de equipos o la
administración de servidores deben darle mantenimiento o reparación o
configuración física a sus servidores. Para poder trabajar remotamente, la mayoría
de personas en este sector necesita al menos una conexión a Internet confiable y
un equipo de cómputo, de preferencia, portátil. Tener una conexión redundante a
varios puntos de acceso a Internet es una enorme ventaja. Por ejemplo, una
conexión por ADSL y contratar Internet en tu móvil. Así tienes la garantía de que si
una de las conexiones falla, la otra puede mantenerte en línea y evitar dejar
desatendido tu puesto de trabajo. En algunas empresas, el equipo
computacional viene incluido de manera gratuita por parte del empleador, pero
esto desgraciadamente no es la norma. Así que es muy posible que vas a tener que
comprar tu equipo para poder trabajar en modalidad remota. En caso de que
utilices un ordenador portátil, recuerda siempre tener una batería adicional. De ser
posible, cargadores extra a mano y cualquier adaptador necesario para conectar
periféricos adicionales. Hacer una copia de seguridad en la nube de toda la
información se vuelve crítico para salvaguardar tu trabajo en caso de problemas
técnicos o por robo de tu equipo. Si los respaldos están bien hechos, es
únicamente cuestión de copiar en un nuevo equipo y seguir trabajando de
inmediato. Por experiencia propia, después de quedarme sin equipo varias
veces, te puedo decir que es muy buena idea tener un plan B en caso de
emergencia. Lo mejor es ahorrar una pequeña parte de tu sueldo y tener un fondo
para comprar o reparar tu equipo. También puedes conversar con un amigo o
familiar para que te preste su ordenador por un tiempo en caso de ser
necesario. Estar sin equipo o conexión a Internet mientras trabajas desde casa es el
equivalente a abandonar tu puesto de trabajo. Y no podemos permitir que esto
suceda. Siempre debes estar preparado. Aprovecha el fondo de emergencias para
adquirir repuestos y darle mantenimiento a tu equipo. Y con el tiempo, adquirir
equipos de mejor calidad y capacidad para mantenerte siempre actualizado. En
algunos casos es necesario que también adquieras periféricos para realizar tu
trabajo. Por ejemplo, en el caso de los diseñadores, muchos de ellos necesitan
tabletas y lápices digitales para realizar sus ilustraciones. En la gran mayoría de los
casos, los trabajadores de Tecnologías de la Información van a necesitar
herramientas de software. Toma en cuenta que es importante adquirir las licencias
correspondientes para evitar problemas legales, ya que estás utilizando el software
para fines comerciales, y muchos programas, ya sean de pago o gratuitos, exigen la
adquisición de licencia en estos casos.

Redes sociales para el teletrabajo


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Un área bastante nueva y símbolo de estos tiempos es la que se relaciona con los
medios sociales. En los últimos años y con el surgimiento de redes como Facebook,
Twitter o Instagram, cientos de millones de personas consumen constantemente el
contenido generado en ellas que tienden a tener un tráfico descomunal. Para que
tengas una idea de la actividad que tienen este tipo de redes, en el año 2000
teníamos aproximadamente 360 millones de personas conectadas a internet. Hoy,
solamente Twitter, tiene 320 millones de usuarios. Una sola red mueve
prácticamente, toda la internet de principio de siglo. y Facebook, la más grande de
las redes actuales, tiene más de 1700 millones. Más de cinco veces la internet del
año 2000. y aproximadamente la mitad de la internet actual. Las empresas
entienden perfectamente la importancia de estos números. y le han dado a sus
marcas y productos un espacio en las redes para permanecer en contacto con sus
clientes. Desde branding hasta soporte al cliente, prácticamente todas las marcas
importantes tienen algún tipo de presencia en redes sociales. Todos estos
productos y el tráfico de usuarios sedientos de contenido, necesitan personas que
administren y publiquen contenido constantemente. Para eso nacieron los
administradores de redes sociales o social media managers, como se les conoce
comúnmente. Estas personas son contratadas por empresas o agencias
especializadas para lidiar con el contenido e interactuar con las personas que se
encuentran allí. Y en las redes, no sólo tenemos a los que administran
contenidos, sino a los que utilizan este medio para crear su propio contenido. Estas
personas además de distribuir sus audios, videos o imágenes generan una estrecha
comunidad con los usuarios. Gurús de maquillaje, modelos, comediantes, autores,
dibujantes y un amplio etcétera. aprovechan las redes sociales para darse a conocer
entre personas de todo el mundo y además, posicionar sus productos. Tienen la
capacidad de recomendar a su público que usen otros productos. Estas personas se
llaman influencers o influenciadores. y al igual que los social media managers,
tienen un mercado laboral en total explosión con una demanda creciente. Para este
tipo de trabajadores, el trabajo remoto, más que una opción, es el
estándar. Quienes trabajan en este sector son generalmente personas que
nacieron en un mundo donde ya existía la internet o al menos se sienten muy a
gusto con la cultura que allí predomina. La mayoría son trabajadores
independientes y comienzan a trabajar desde sus casas. Para ellos nunca hubo
oficina tradicional. El teletrabajo es la forma de trabajar desde el inicio. Si quieres
dedicarte a trabajar en redes sociales, vas a necesitar mucha creatividad y algunas
herramientas especializadas. Primero, necesitas conexión a internet todo el
tiempo. para estar monitoreando actividad y subir contenidos. También necesitas
una cámara fotográfica de gama media o alta para compartir el mundo con tus
seguidores. Si aún no estás listo para invertir en una cámara profesional, considera
adquirir un buen teléfono móvil. Así matas dos pájaros de un solo tiro con la
cámara y la movilidad de tu conexión a internet. También es fundamental que
tengas alguna herramienta para publicar contenido en diferentes redes
sociales. Existen muchos servicios dedicados, pero si quieres arrancar con uno
gratuito puedes usar Buffer. para administrar tus cuentas en Twitter, Facebook y
Linkedin. Finalmente, una de las herramientas más importantes para cualquier
persona que trabaja en redes sociales es el control de métricas. En estos días la
información que puedes obtener en redes sociales es bastante granular edad, sexo,
país, intereses, contactos, influencias, horas de mayor actividad y un sin fin de
datos más.

Emprendedores y freelance
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Los emprendedores y profesionales en modalidad freelance tienen un punto en
común que los une muy frecuentemente al trabajo remoto. Necesitan aprovechar
sus recursos al máximo. reunirse con potenciales clientes y muchas veces, atender
jornadas maratónicas de trabajo antes de algún ITO o venta. El trabajo remoto
parece una opción diseñada especialmente para ellos Rentar una oficina
física, contratar servicios básicos como agua, electricidad, teléfono e internet. En
algunos casos obtener patentes de funcionamiento y luego de todo eso, conseguir
los muebles y decorar el lugar, es un esfuerzo muy grande y costoso para un tipo
de trabajador al que su ocupación le exige todo el tiempo posible. Y que muchas
veces tiene que lidiar con la incertidumbre de los ingresos, que no siempre son
fijos. Mientras que los de una oficina física, irremediablemente lo son. Los cafés,
espacios de coworking y oficinas en casa, son los lugares favoritos para los
freelance y emprendedores. Allí pueden comenzar a trabajar en sus proyectos sin
necesidad de hacer grandes inversiones o de siquiera formalizar sus negocios antes
de obtener su primer cliente o validar sus productos. El trabajo remoto les da una
opción mucho más relajada para tomarse un tiempo cuando no hay clientes. y
retomar la actividad rápidamente cuando llegan los momentos de alta
demanda. En el caso de los freelance, entre el trabajo y su flexibilidad de horario les
permiten ampliar sus horizontes y el número de posibles clientes. Pueden ofrecer
sus servicios a agencias y clientes en cualquier parte del mundo. Además, para un
freelance que cobra sus servicios por hora, el solo hecho de ahorrarse el tiempo de
conmutación a una oficina tradicional puede significar un aumento de sus ingresos
importante. Si tomamos en cuenta que en promedio se gastan cuatro horas
diarias moviéndose desde y hacia una oficina, hablamos de un 50 por ciento de
posibles ingresos extra. Independientemente de por dónde se mire, el teletrabajo
es un excelente complemento para un freelance. Por otro lado, los
emprendedores también se benefician mucho del teletrabajo. En especial en las
etapas tempranas donde cada centavo cuenta. Un buen emprendedor sabe que
siempre es mejor invertir en cosas que produzcan dinero en vez de gastarlo en
lujos. Por eso, muchos en vez de gastar su capital en una oficina, con todos los
servicios y costos fijos que eso conlleva, prefieren ahorrase el dinero e invertirlo en
publicidad para atraer nuevos clientes y generar entradas. Al no estar atados a
oficinas o lugares fijos, pueden conseguir servicios a un precio más competitivo
contratando profesionales en otros lugares donde el tipo de cambio y el costo de
salarios les beneficie. Países como Polonia o Pakistán, por ejemplo, tienen
profesionales de primer nivel que cobran sólo una fracción de lo que cuesta
localmente. Particularmente, en la etapas tempranas de un emprendimiento, es
posible que sus fundadores se encuentren trabajando en otros proyectos para
generar fondos para el startup. El trabajo remoto, además de permitirles ahorrar
tiempo, facilita cambiar de roles o dedicar tiempo durante las noches o
madrugadas. Pero no todo se trata de empuje y actitud, tanto los emprendedores
como los freelance necesitan herramientas especializadas para aprovechar al
máximo el teletrabajo. Si estás pensando emprender u ofrecer tus servicios
profesionales desde casa, debes comenzar por utilizar un programa de
administración de proyectos. Hay miles de ofertas de diferentes niveles de
sofisticación. Si no conoces ninguno, puedes empezar con Trello que ofrece un
servicio gratuito. También debes asegurar que tu trabajo se encuentre respaldado y
debidamente organizado. En este caso, lo mejor es un repositorio en la
nube. Posiblemente el servicio más popular sea GitHub que ofrece una capa de
servicio sin costo. Finalmente, tanto para los freelancers como para los
emprendedores, servicios como freelancer.com pueden ayudarles a
encontrar profesionales a un precio competitivo para ofrecer sus servicios
profesionales a empresas de todo el mundo.

Convencer a tu jefe para trabajar remotamente


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Si el rol que desempeñas en tu oficina es compatible con el teletrabajo, no tienes
que esperar hasta que tu empresa se decida a migrar a esta modalidad. Es más, tal
vez esto nunca ocurra si no haces algo. Puede que tus jefes no conozcan el
concepto de teletrabajo. Que no lo proyecten como una opción en su empresa. O
sencillamente que no se sientan seguros de implementarlo aún. Por eso debes
tomar una actitud proactiva. Si el teletrabajo no viene a ti, ve tú por él. Toma la
iniciativa y convence a tus jefes. Podrías cambiar por completo tu experiencia
laboral y la de tus compañeros. Convencer a tus jefes puede ser una tarea
complicada, pero no imposible. Si sabes jugar bien tus cartas, puedes, no sólo
lograr tu cometido, sino mejorar tu valor como empleado en oficina, demostrando
iniciativa y compromiso con la organización. Para que tu misión sea menos
difícil, te voy a dar unos consejos que me han resultado muy útiles para hacer que
empresas y organizaciones se decidan a hacer, de una vez por todas, la migración
al teletrabajo. Enfatiza los beneficios. No olvides que esto es una empresa. La mejor
forma de comenzar la conversación es expresarse en términos relativos a los
intereses de la compañía, más que los personales. Así que, en vez de decir, que
quieres alejarte de la distracción de todos los compañeros de la oficina, y trabajar
más cómodamente en pijamas, mejor menciona que las horas que ahorras de
conmutación al trabajo, puedes dedicarlas a avanzar en tu trabajo. O que el ahorro
puede significar dejar de alquilar una oficina dedicada. Muestra alternativa de
comunicación. Para muchas personas, la comunicación puede ser una barrera para
abrirse a la opción del teletrabajo. Sienten que estar separados puede afectar la
comunicación. Si tus jefes prefieren las conversaciones cara a cara, ofrece opciones
que se adapten a su estilo. Como reuniones periódicas usando videollamadas. O si
la tecnología no es lo suyo, puedes ofrecerles adicionalmente la alternativa de
reunirse presencialmente, cada una o dos semanas. Ofrece métricas y control. Es
posible que algunos jefes sientan el temor de que al estar en casa los empleados
disminuyan su productividad o se dediquen a otras actividades. Si ese es el
caso, ofrece soluciones para llevar un control del progreso de las tareas. Existen
literalmente cientos de herramientas para administrar proyectos que permiten a
todos los miembros del equipo conocer el estado y avance de cada tarea
asignada. Es posible llevar un control del tiempo invertido en cada tarea, asignar
fechas límites y hasta enviar alertas automatizadas para recordar que una tares está
atrasada. Esto me lleva al siguiente consejo. Sé responsable. El trabajo remoto se
basa en una relación de confianza mutua. debemos hacer que nuestros jefes y
clientes tengan la seguridad total de que en caso de que no estemos físicamente
en una oficina, vamos a cumplir con nuestras obligaciones a tiempo. No abuses de
la confianza con excusas, o haciendo otras tareas mientras estás trabajando. Si el
equipo está esperando tu trabajo, no es momento de salir a hacer compras. Claro,
nadie te vigila y puedes salir en cualquier momento a donde quieras, pero es
crucial que asumas por tu cuenta el mismo nivel de responsabilidad que tendrías si
estuvieras junto al jefe. No sólo es una cuestión de ética profesional. Cumplir con
tus obligaciones a tiempo, siempre que puedas, es la única forma de poder
mantener un trabajo remoto. Sé productivo, puedes usar muchas razones para
convencer a tus empleadores. Pero el mejor argumento es tu trabajo. Si tus jefes
confían en ti, tendrán menos barreras para dejarte trabajar fuera. Antes de siquiera
tratar de convencerlos, mejora tu productividad. Llega temprano, y conviértete en
un empleado en el que se puede confiar por completo para que cumpla con su
trabajo. Haz que tu productividad sea tan buena que sea imposible argumentar
algo sobre el teletrabajo. Tendrás ganada la mitad de la batalla antes incluso de
comenzar.

Dónde conseguir trabajos remotos


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Imagino que en este punto del curso debes estar pensando, “Claro, el teletrabajo
suena muy bien, me encantaría aplicarlo en mi vida, pero no veo ninguno así en la
sección de empleos del periódico”. Te garantizo que hay muchísimos trabajos en
esta modalidad. Y en esta lección, vamos a hablar sobre cómo conseguir un
empleo remoto. El primer lugar que debes buscar es LinkedIn, que es la red más
extensa para encontrar ofertas de trabajo. Puede que de entrada no encuentres
ofertas de teletrabajo. Pero sólo tienes que agregar la palabra "remoto" a tu
búsqueda y veras cómo comienzan a aparecer posibilidades. Todo es cuestión de
saber buscar. Toma en cuenta que, muchas veces en LinkedIn, los encargados de
selección de personal te contactan para ofrecerte el trabajo. Si este es el caso, no
olvides consultarles directamente si el trabajo remoto es una opción en oferta. En
muchos casos lo es y el entrevistador no necesariamente lo menciona de
entrada. Otra opción interesante es buscar en páginas especializadas en ofertas de
trabajo remoto. Posiblemente, la opción más popular es AngelList, donde cientos
de empleadores de todo el mundo postulan ofertas de trabajo en busca de
profesionales de alto nivel. Aunque hay muchas opciones para todo tipo de
profesionales, la mayoría de las ofertas que encuentras aquí se relacionan con
temas de tecnología, internet e innovación. Así que, si eres desarrollador,
diseñador o tienes experiencia en marketing o levantando capital, es posible que
encuentres muy buenas ofertas con buena paga. Toma en cuenta, eso sí, que estos
sitios tienen una oferta mucho menor y más especializada de la que puedes
encontrar en redes masivas como LinkedIn, Además, por la naturaleza internacional
de los proyectos, en muchos casos necesitas dominar el inglés para comunicarte
con los miembros del equipo. La opción más fácil y rápida para encontrar trabajos
remotos son los Startups. Se tiende a usar esta modalidad para ahorrar
costos. Además, al ser empresas pequeñas con pocos miembros, tienen más
flexibilidad para ajustarse a tus necesidades. Si buscas detenidamente en cada país
o cuidad, hay al menos un grupo de emprendedores locales. Y muchas veces
puedes encontrar sitios especializados con ofertas de trabajo para personas que
viven en tu zona. Estos sitios y grupos tienen la ventaja de hablar tu idioma y
generalmente buscan profesionales con perfiles más cercanos al tuyo. Busca en
sitios como Meetup alguna reunión de emprendedores cerca de ti. Pronto estarás
conectado con la comunidad de tu ciudad y tendrás acceso a toda la escena
local. Otra buena fuente de trabajos son los grupos de Facebook. Sólo necesitas
unos minutos de búsqueda para encontrar grupos relacionados con tu área
profesional. Hazte miembro de estos grupos, revisa los mensajes que tienen. Es
muy posible que encuentres ofertas de trabajo. Y si no fuera así, en un grupo lleno
de profesionales con tus mismos intereses, no pasará mucho tiempo antes de que
compartan enlaces o consejos sobre empresas interesadas en contratarte en tus
condiciones. Finalmente, toma en cuenta que en cada entrevista de trabajo a la que
asistas, puedes preguntar sin ningún problema si la empresa ofrece la opción de un
trabajo remoto. Cada día es más común, y en ocasiones con solo mencionarlo abre
la posibilidad de trabajar en tus condiciones.
Qué necesito para trabajar remotamente
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Supongamos que encontraste el trabajo remoto de tus sueños y estás listo para
vivir tu nueva vida de aventuras y libertad laboral. Pero de pronto te llega la gran
pregunta: ¿Tienes todo lo que necesitas para trabajar? Trabajar en una oficina física
tiene sus ventajas. Solo debes llegar a tiempo, y casi siempre las necesidades
básicas para que realices tu trabajo están cubiertas, desde los clips hasta la
limpieza. La empresa se encarga de tus necesidades para que tú trabajes. Pero
bueno, que ya hemos llegado muy lejos y estamos a punto de cumplir nuestro
sueño. No vale la pena sufrir por lo poco que perdimos. En especial si tomamos en
cuenta todas las opciones que tenemos para hacerlo nosotros mismos, sin siquiera
sufrir en el intento. Comencemos por lo básico. Necesitas un equipo para
trabajar. Un ordenador de escritorio en una buena opción. Un equipo portátil es
una mejor opción. Aprovecha lo que tienes. Y si no tienes ninguno aún, puedes
hacer la inversión. Adquiere un equipo portátil, de preferencia con garantía
extendida, para saber que tu inversión esta relativamente protegida. Resuelto el
asunto del equipo, es casi seguro que necesitaras una conexión internet. No puede
ser muy lenta en caso de que necesites hacer videollamadas. Pero no es necesario
que compres la conexión más cara del mercado. Te recomiendo que adquieras al
menos un plan de un megabyte, tanto de subida como de bajada. En estos tiempos
la mayoría de las conexiones igualan o superan esa velocidad. Por supuesto, si es
más rápido mejor. En cuestiones de ancho de banda, el cielo es el límite. Pero para
que manejes un rango aproximado, es difícil que necesites conexiones con más de
cinco megabytes de descarga. No te quedes sin un plan B. Necesitas siempre, una
segunda conexión a mano en caso de que el acceso principal falle. El plan de datos
de tu dispositivo móvil es una excelente opción. Tener la clave de un amigo que
viva en tu edificio o localizar un café cercano con conexión gratuita puede ser de
mucha utilidad. Y si tu trabajo es de vida o muerte, que siempre estés
conectado, puedes analizar la posibilidad de invertir en una segunda conexión con
otro proveedor de servicios. Te recomiendo que esta sea tu última opción porque
vas a agregar un gasto fijo que utilizarás sólo ocasionalmente. El lugar que elijas
para trabajar tiene una gran relevancia para tu productividad, comodidad y hasta
en tus costos. Puedes elegir trabajar en casa. Pero el trabajo remoto consiste en
tener opciones. Y ya que puedes movilizarte libremente, ¿por qué no salir a trabajar
a otro lugar? Los cafés son una opción muy popular. En estos tiempos la mayoría
están equipados con acceso gratuito a internet a cambio de que los visites y
consumas sus productos. Muchas cadenas populares de café tienen totalmente
asumido el concepto de que haya clientes que llegan a trabajar y ponen a
disposición tomas eléctricas, y en algunos casos hasta mesas de trabajo para que
puedan pasar el día entero consumiendo sus productos. Aunque puede parecer
trivial, un buen par de audífonos pueden hacer mucho por ti. Pueden ayudarte a
concéntrate, a alejarte de las distracciones que se encuentran a tu alrededor y
hasta inspirarte para producir tus mejores ideas. Los audífonos son un accesorio
popular entre los desarrolladores y diseñadores que trabajan remotamente. Te
recomiendo que utilices unos audífonos que cubran tu oído por completo y de
preferencia que tengan un sistema de cancelación de ruido. Estas dos
características ayudaran a que te separes por completo del entorno y puedas
trabajar con total comodidad. Sin importar el lugar que elijas para trabajar, piensa
en tu comodidad y salud laboral. Busca un asiento cómodo y una mesa de trabajo
con suficiente espacio para trabajar. No tengas miedo de invertir en equipos y
muebles ergonómicos. Piensa que, si trabajas desde casa, estos implementos no so

Marco legal del teletrabajo


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Comenzar a trabajar remotamente, puede ser una experiencia emocionante. Es
más, posiblemente te emociones tanto que hasta olvides poner atención a los
pequeños detalles legales. Y con el tiempo eso puede llegar a convertirse en un
gran problema. En muchos casos dejamos que todas las ventajas de trabajar desde
casa eclipsen las desventajas, y puedes perder perspectiva de detalles
cruciales. Créeme, me ha pasado. Comienzo a trabajar en un lugar y todo es
perfecto, la vida es hermosa hasta que las cosas se complican y de pronto te das
cuenta de que estás en desventaja para negociar tus condiciones laborales. O peor
aún, que tus jefes usan esta situación para aprovecharse de ti. Al comenzar a
negociar, tienes que saber que debes tener los mismos derechos que cualquier
trabajador legal. La ubicación de tu trabajo no anula, de ninguna forma, tus
derechos y obligaciones como trabajador. Un empleado en modalidad remota, no
es un empleado informal. Por eso, de ser posible firma un contrato de trabajo antes
de comenzar. Léelo detalladamente y asegúrate que no sólo no pierdas ningún
derecho laboral, sino que exprese manifiestamente todos los detalles de tu trabajo
que parezcan importantes. Si trabajas en equipos internacionales o en empresas de
otros países, asegúrate de llegar a un acuerdo sobre cuál es la legislación que
aplica en tu caso. Usualmente, se aplican las leyes de tu país. Pero deja este punto
muy claro y de preferencia por escrito, antes de comenzar a trabajar. Si trabajas
bajo la legislación de otro país, infórmate de que beneficios ganas y cuáles
pierdes. Algunas empresas sin escrúpulos no informan a los empleados sobre los
beneficios o derechos que tienen al trabajar bajo otra legislación. Y sólo la utilizan
para eliminar privilegios u obligarte a trabajar en condiciones que no te
benefician. Negocia con anticipación cualquier bono, aguinaldo o beneficio
económico a tu favor. Por ejemplo, en muchos países se acostumbra entregar un
bono navideño o para fiestas u ocasiones especiales. Conversa sobre este tipo de
temas con el empleador y asegúrate que esto se incluya en tu contrato. En caso
contrario, algo que puede ocurrir si trabajas para empresas extranjeras puedes
contemplar la opción de negociar un porcentaje adicional de tu ingreso
mensual para compensar la pérdida de bonos. Revisa con tu empleador tu horario
de trabajo. Conversa en detalle sobre las horas mensuales y días que debes
trabajar. Recuerda que trabajar desde casa no significa trabajar de más o no tener
días libres. El teletrabajo es un beneficio que te da el empleador. Pero no por eso
debes trabajar más que un empleado regular. Tu tiempo libre es absolutamente
fundamental. Y posiblemente sea uno de los principales motivos por los que
elegiste esta modalidad de trabajo. Sería una ironía perderlo en manos de una
empresa abusiva. Acuerda con anticipación los días libres, festividades y horarios
de trabajo especiales. En teoría, debes tener los mismos días libres que cualquier
otro empleado. Si trabajas para una empresa extranjera verifica cual es la política
para los días libres, y si debes cumplir los de tu país o los del país de la empresa. En
caso de que sean los días libres de tu país, envía a tus jefes directos ya desde el
inicio un documento con todos los días que te ausentarás. Y, de todas formas,
recuérdaselos unos días antes. Aunque para ti sea lo más normal del
mundo celebrar, por ejemplo, la independencia de tu país, para empleadores
puede ser totalmente inexplicable tu ausencia. Conocer y delimitar correctamente
tus derechos desde el inicio de una relación laboral, te permitirá disfrutar, sin
sorpresas, de todas las ventajas de tu nuevo trabajo remoto.
Técnicas de manejo del tiempo y productividad
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Posiblemente, una de las mayores y más frecuentes dificultades que enfrentan los
trabajadores que optan por el teletrabajo es administrar correctamente su tiempo y
poder equilibrar saludablemente todos los aspectos de sus vidas. Cumplir a tiempo
nuestros compromisos laborales es particularmente importante cuando nos
encontramos en equipos donde muchas veces, los miembros ni siquiera se
conocen y a veces, ni siquiera están en el mismo país. Administrar correctamente
nuestro tiempo se vuelve absolutamente crucial en este contexto y aplicar técnicas
para mejorar nuestra productividad es una necesidad indispensable. Mejorar tu
productividad no significa que te vas a convertir en una máquina de trabajo o que
vas a trabajar desde que despiertas hasta que te vas a dormir, al contrario, si lo
haces bien, le dedicas el tiempo correcto a cada tarea. Ni más ni menos. El objetivo
final es ayudarte a eliminar distracciones, mejorar tu productividad y darte las
herramientas para que puedas encontrar el balance perfecto entre el trabajo y tu
vida personal. En mi experiencia trabajando remotamente, he descubierto que
aunque existen muchas técnicas, no muchas funcionan tan bien como prometen. El
principal problema que he encontrado es que muchas de estas técnicas requieren
demasiado tiempo o esfuerzo para implementarlas. La clave está en usar métodos
que sean sencillos, fáciles de implementar y de recordar, que tomen el menor
tiempo y esfuerzo posibles. Te voy a compartir dos técnicas muy populares y
efectivas que utilizamos miles de personas que trabajamos desde casa. La técnica
Pomodoro y la técnica GTD. La técnica Pomodoro es muy popular en el mundo
entero y puedes publicarla en cualquier entorno de trabajo. Su funcionamiento no
puede ser más sencillo. Trabajas en ciclos de 30 minutos, de los cuales 25 deben
ser dedicados exclusivamente a trabajar con cero distracciones. Al finalizar este
periodo, tienes 5 minutos para descansar y hacer lo que quieras. A cada ciclo de
trabajo de 25 minutos le llamamos un pomodoro que es la medida de tiempo que
se usa en esta técnica. Cada 4 pomodoros o ciclos de 25 minutos, unas 2 horas de
trabajo intenso, te puedes tomar un pomodoro de descanso, o sea, 25 minutos
para hace lo que quieras sin pensar en el trabajo. Finalizado tu pomodoro de
descanso, vuelves a empezar el ciclo de trabajo. Sencillo, ¿no? La técnica GTD, o
"Getting Things Done", por su nombre en inglés, es una sencilla pero poderosa
metodología de trabajo enfocada en resultados. El sistema se basa en un principio
muy simple. Crear una lista de tus tareas pendientes e ir resolviéndolas. La lista
puede estar escrita en una hoja de papel, en un bloc de notas en tu computador, lo
importante es que siempre la tengas junto a ti y cada vez que acabes una tarea de
la lista, la marques como finalizada para pasar a la siguiente. GTD es un sistema
pensado para adaptarse a cualquier persona y cualquier proyecto. Pero no se trata
únicamente de crear una lista aleatoria de tareas, se debe de cumplir con ciertas
características. En GTD, las listas deben ser cortas y relevantes. Hablamos de una
lista con unas 4 a 10 tareas como máximo. La idea de mantener una lista reducida
es mantenerte motivado. Cualquiera puede terminar una lista con 5 o 6
elementos mientras que una lista interminable con decenas y decenas de tareas no
hace más que desmotivarnos, a sentir que es imposible terminar. Con la técnica
GTD, debes definir y de ser posible, agrupar tus tareas de acuerdo a su
contexto. De esta forma, en un contexto de trabajo, puedes incluir tareas como
realizar llamadas pendientes enviar correos electrónicos o examinar un elemento
de tu código. Si todas esas tareas están agrupadas, puedes ir realizando una
después de otra hasta finalizarlas todas. Por otro lado, puedes tener otras tres
tareas más, como recoger a los niños, cortar el pasto o grabar ese programa de TV
que te gusta que puedes agrupar en un contexto personal. Las tareas de este
contexto las puedes postergar hasta que termines tu jornada laboral y hasta
entonces, sabes que no tienes que preocuparte por ellas. Al utilizar diferentes
contextos puedes dejar de preocuparte por tareas que no puedes solucionar en
este momento y centrarte únicamente en las actividades realmente importantes del
contexto en que te encuentres. Precisamente, esa es la filosofía que hay detrás de
la técnica GTD, dejar de preocuparte por tu trabajo y ocuparte en hacer que las
cosas pasen. Ocupación en vez de preocupación. Tanto la técnica Pomodoro como
la GTD funcionan bien por separado o en conjunto y la idea es que no sólo las
utilices, si no que las adaptes a tu estilo personal. Para que una metodología
funcione, depende mucho de tu forma de trabajar. Todos los sistemas tienen, de
una u otra forma, algún punto débil. El sistema perfecto para ti es el que tú mismo
generas a partir de la adaptación de técnicas, experiencias y aprendizajes. Haz
evolucionar tu propia técnica. No te quedes únicamente con lo básico. Continúa
agregando y probando nuevos trucos y métodos. Haz que tu sistema se mantenga
siempre en evolución constante.

Herramientas y programas
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Cuando trabajas en una oficina tradicional es relativamente sencillo interactuar con
tus compañeros. Si necesitas hablar con Pérez, el de contabilidad, sólo te levantas y
vas a su puesto de trabajo. Si quieres mostrarle un plan a tu jefe, haces un par de
diapositivas y las presentas en la sala de reuniones. Y si un día no llegas a
trabajar, todos se enterarán cuando encuentren tu puesto vacío. Cuando haces
trabajo remoto, las cosas no son tan sencillas. Pero no te preocupes, tenemos un
arsenal de herramientas para compensar y en muchos casos, superar el
rendimiento del trabajo normal de una oficina. Comencemos por los problemas de
comunicación que posiblemente sean los que más frecuentemente enfrentes. En
esta área, encabezan la lista de soluciones los programas Slack y Skype, que son los
que nos permiten comunicarnos con nuestros colegas. Slack gestiona
conversaciones y mensajería privada entre los miembros de una
organización. Puedes tener conversaciones uno a uno con cualquier miembro de tu
equipo, así como enviar mensajes generales a toda la empresa. Con Slack puedes
enviar archivos, imágenes, fragmentos de código y hasta puedes integrarlo con
otros programas para llevar un registro inmediato de la actividad de todo el
equipo. Skype, por otro lado, gestiona conversaciones de voz. Puedes hacer
videollamadas gratuitas con varios miembros de equipo y hasta compartir tu
pantalla para hacer presentaciones o demostraciones de software o páginas
web. Otra área importante que debemos cubrir para el manejo fluido de una
oficina es el envío y manejo de documentos. Me refiero específicamente a las hojas
de cálculo, PDFs, manuales, documentación y presentaciones que se manejan
dentro de una empresa. Para crear, editar y gestionar documentos de uso común
en la oficina, podemos utilizar alguna solución en la Nube como Office 360 o
Google Docs. Si además de los documentos tradicionales queremos compartir
archivos como audio, video, imágenes o archivos de respaldo, una buena opción es
el servicio que te brinda Dropbox que permite almacenar prácticamente cualquier
formato de archivo en la Nube y compartirlos con los demás miembros del
equipo. Continuamos con otra área importante que es la gestión de proyectos. Uno
de los servicios más utilizados para este fin es Trello. Un servicio sin costo que
permite asignar tareas y llevar un registro detallado de su progreso. Trello puede
manejar proyectos de distintos tamaños. Desde pequeños emprendimientos de
una o dos personas hasta proyectos complejos con cientos de miembros que
trabajan simultáneamente. En el caso de que trabajes con código o
documentos que necesiten cambios y ajustes constantes, tienes que manejar un
sistema de versionado, como Git, para trabajar control granular de cada
modificación. De la mano de Git, tenemos servicios como GitHub o Bitbucket que
no sólo almacenan toda tu información, sino que respaldan todas sus versiones y
cambios. Puedes almacenar diferentes repositorios y controlar el acceso a cada uno
de los miembros de tu equipo para que puedan sincronizar sus datos y asegurarse
de que todos trabajen en la misma versión del código siempre. Finalmente,
tenemos los programas que nos permiten gestionar y llevar control de nuestro
tiempo en el ordenador. Por ejemplo, RescueTime te da un registro detallado del
tiempo trabajado, de los sitios web que visitamos e incluso, si así lo deseas, puede
bloquear temporalmente los sitios que más te distraen, como por ejemplo,
Facebook, para poder concentrarte en una tarea específica. Este tipo de programas
es muy útil para conocer nuestros hábitos de consumo de Internet y saber
exactamente qué servicio nos está distrayendo o en qué momento somos más
productivos. Como puedes ver, la oferta de herramientas para ayudarnos a trabajar
mejor desde casa es amplia y variada. Si aprendes a utilizar a tu favor todos estos
programas, no sólo puedes equiparar el rendimiento que podrías tener en una
oficina, sino que podrías superarlo con creces, gracias a todas las capacidades que
nos ofrecen estos programas especializados.
Manejando tus finanzas
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Puede parecer extraño que incluya un apartado sobre finanzas en un curso de
teletrabajo. sin embargo, te garantizo que en esta modalidad de trabajo vas a
gastar de una forma diferente. Generalmente, al trabajar desde casa, tiendes a
hacer menos gastos. Por ejemplo, te vas a ahorrar el dinero del transporte al
trabajo y a casa. Toma en cuenta que si antes tenías que desplazarte de ida y vuelta
todos los días, Estamos hablando aproximadamente de 40 viajes
mensuales. Calcula cuánto te costaba cada uno de esos viajes, multiplica esa cifra y
verás cuánto dinero te ahorras mensualmente solamente en transporte. Tal vez la
cifra no es tan alta pero si lo multiplicas por los 12 meses del año, notarás que el
ahorro es significativo. Al igual que en el caso del transporte, también es posible
que ahorres dinero en alimentos. En muchas oficinas está prohibido que los
empleados consuman comida de sus casas. Principalmente porque algunos se
quejan de los olores de esa comida que permanece en el espacio de trabajo. Por
eso, muchas empresas obligan a los empleados a comprar sus alimentos en
restaurantes y, según los lugares que se elijan para almorzar, los costos mensuales
pueden ser bastante altos. Trabajar remotamente no significa que siempre vayas a
estar en casa y vayas a tener un almuerzo preparado en casa todos los
días. Posiblemente tengas almuerzos en restaurantes, sí. Pero esto, dependiendo el
caso, es totalmente opcional y depende de ti si prefieres ahorrarte el dinero. En el
caso de que trabajes en una empresa donde, por alguna razón, tengan que utilizar
uniformes o traje formal a diario, cuando comiences a trabajar remotamente,
comenzarás a ahorrar dinero al no tener que llevarlo, mantenerlo y comprarlo. Si
bien es cierto, vas a ahorrar o reducir tus costos en muchas áreas, el cambio de
pasar de un trabajo remoto también te va a generar algunos gastos. Por ejemplo,
es posible que tengas que invertir en una conexión a Internet o que aumentes tus
costos en electricidad y calefacción. Se ser posible, y en el caso de que tengas
menos gastos que antes, te recomiendo que reinviertas ese dinero que ya no
gastas en mejorar tu entorno. Comprar muebles ergonómicos, de buena calidad y
una decoración que te inspire o aprovechar para invertir ese dinero en un mejor
equipo y herramientas de trabajo. Aunque no hay una relación directa entre el
teletrabajo y el uso de sitios que venden bienes y servicios en línea, lo cierto es que
con el tiempo he notado una tendencia clara de las personas que trabajan desde
casa a utilizar más estos servicios. Por ejemplo, para ahorrar tiempo, hago mis
compras de supermercado desde Internet y espero que me las vengan a dejar a
casa. Me ahorro tiempo y puedo recibir los productos en cuanto lleguen. El asunto
es que el servicio funciona muy bien. Recibo vinos, herramientas, y hasta los
pañales de mi hijo para que lleguen a mi casa. Ya no recuerdo la última vez que fui
a una tienda normal. Y como yo, una cantidad creciente de personas lo hacen. Te
recomiendo que desde el primer día que comiences a trabajar en modalidad
remota, utilices algún programa para gestionar tus gastos. Puedes encontrar una
gran variedad de servicios que organizan tu presupuesto para organizarte un
monto recomendable de gastos diarios, semanales o mensuales, según tus
objetivos. En mi caso personal, gracias al consejo de un colega con muchos años
de experiencia trabajando en modalidad remota, utilizo una sencilla hoja de cálculo
de Excel. donde anoto detalladamente todos mis ingresos y gastos y los ajusto a un
presupuesto mensual. Conforme va pasando el tiempo, voy ajustando y afinando
los presupuestos para ir adaptando a mi estilo. Así mantengo un sistema 100%
personalizado. Ordenar tus ingresos es más sencillo de lo que parece. Y con algo
de orden y disciplina puedes incluso comenzar a ahorrar para hacer ese viaje que
siempre soñaste o hacer esa compra que siempre postergas.

Salud mental de teletrabajadores


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Trabajar en casa es genial. La libertad y la oportunidad de disfrutar más tiempo con
tu familia o incluso viajar por el mundo mientras haces lo que más te gusta es
espectacular. Sin embargo, nada es perfecto. Y definitivamente, si no sabemos
manejarlo correctamente, podemos encontrar algunos problemas. Aunque trabajar
remotamente no significa necesariamente trabajar en casa o estar encerrado todo
el día en un cuarto con un ordenador, muchos tenemos la tendencia a pasar
mucho tiempo trabajando sin darnos cuenta que trabajar demasiado sin las
condiciones correctas puede afectarnos física y mentalmente. Cuando comienzas a
trabajar en casa, el primer punto en que tienes que centrarte es el espacio donde
trabajas. Tienes que hacer que te haga sentir bien. Asegúrate de que está
correctamente iluminado y ventilado. De ser posible, que tenga una decoración a
tu gusto personal. Piensa que este es el lugar donde vas a pasar, al menos, una
tercera parte del día. Así que tiene que ser agradable y cómodo. No importa que
tan genial sea la decoración de tu oficina, si pasas semanas encerrado ahí sin ver
siquiera la luz del día Te va a afectar negativamente y créeme, esto es más común
de lo que imaginas. Pasar demasiado tiempo encerrado puede hacer que te cueste
concentrarte, que te pongas temperamental, sensible, pierdas perspectiva de las
cosas y comiences a cometer errores con excesiva frecuencia. Algunas personas le
llaman "cabin fever" o fiebre de cabaña, a la actitud que tomas cuando pasas
demasiado tiempo sin salir o tener contacto con el exterior. Para evitar que te
pueda pasar, te recomiendo que hagas una rutina diaria. De ser posible, comienza
temprano en la mañana. Sé que normalmente, las personas creativas tendemos a
trabajar de noche pero infinidad de estudios comprueban que levantarse temprano
ayuda a nivelar el estrés. Además, piensa que si comienzas más temprano también
terminas más temprano y quedas con más tiempo libre. Aunque trabajes en casa,
no olvides cada día ducharte, vestirte y prepararte como si fueras a ir a una oficina
regular. Aunque nadie más te vea. Este pequeño ritual ayuda a que sientas que tu
vida sigue transcurriendo normalmente y a que no pierdas la perspectiva de que
estás asistiendo a un trabajo. Puede parecer un consejo un poco extraño pero el
trabajo remoto es una labor que se realiza usualmente en solitario y en ocasiones
suele ser demasiado solitario. Te recomiendo que en caso de que trabajes solo o
vivas solo, procures cada día conversar con alguien. Puede ser un colega, un amigo
o el vendedor de verduras. No tiene que ser ningún tema en particular pero no
dejes pasar mucho tiempo en silencio. Hablar te ayuda a que fluyan tus ideas y a
que, en muchas ovaciones, tomes perspectiva de lo que está
pasando. Personalmente, una medida que aplico y que respeto religiosamente
todos los días, desde hace años, es evitar pasar un día completamente encerrado
sin salir a la calle. Es importante salir, aunque no tengas ningún motivo
específico. Aprovecha para hacer alguna compra en algún almacén cercano o
tomar un café. Si no encuentras ningún pretexto o no tienes mucho tiempo, sólo ve
afuera a darle la vuelta a la cuadra. Alejarte de tu área de trabajo y caminar un
poco ayuda a que se refresquen las ideas, a estirar las articulaciones y a hacer que
la sangre circule. No dejes que pase mucho tiempo sin hacerlo. Otro aspecto
importante que debes vigilar cuando comienzas a trabajar desde casa es la
alimentación. Come saludablemente y no abuses del hecho de que estás en casa o
no tienes el tiempo, para alimentarte con comida chatarra. Sí, lo sé, todos hemos
comido ese ramen instantáneo de cuando en cuando, cuando no tenemos tiempo,
pero no abuses porque a largo plazo puedes afectar irremediablemente tu
salud. Pon atención especial al sobrepeso. Muchas personas, debido a que ya no
tienen que utilizar el transporte público o subir las escaleras de la oficina,
aumentan considerablemente de peso cuando están trabajando desde casa. Si es
posible, dedica un tiempo para ir al gimnasio para compensar el ejercicio que ya no
realizas. No es necesario que pases el día entero levantando pesas pero el cuerpo,
y en especial tu corazón, van a agradecer algo de actividad física todos los días. Y
no descuides los pequeños detalles como mantenerte hidratado y dormir
correctamente, al menos 8 horas todos los días. Estas simples medidas te pueden
ayudar, no sólo a tener mejor salud, si no también, a permanecer más atento y
alerta durante el día. No descuides tu salud. Toma en cuenta, que en muchos
casos, para las personas que trabajamos administrando datos, nuestra principal
herramienta somos nosotros mismos y si descuidamos la salud, estamos
descuidando también lo que nos da sustento.

Dónde trabajar
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Una vez que tienes todo listo y encontraste el trabajo perfecto para trabajar
remotamente, llega una pregunta crucial. ¿En dónde vas a trabajar? La respuesta
más rápida y sencilla es en casa. Y sí, es una solución rápida, sencilla, y es casi un
paso natural. Pero en caso de que quieras hacer tu propia oficina en casa, debes
tomar en cuenta que no se trata únicamente de buscar el primer rincón que
encuentres disponible. Una mala elección del lugar puede afectar seriamente tu
trabajo y no podemos tomarlo a la ligera. Comienza a proyectarte trabajando en
casa. Mira el lugar que tienes reservado para ese fin. ¿Te imaginas ahí pasando al
menos 8 horas al día? Míralo bien. ¿Qué tal tendrías la espalda después de
pasar un par de meses trabajando ahí? El lugar de trabajo debe ser un espacio
dedicado, en tu casa, que tenga la iluminación correcta, ventilación, servicios
básicos, conexión a Internet y todas las posibles comodidades para pasar un tercio
del día allí. La mayoría de nosotros, después de algunas adaptaciones, logramos
encontrar el lugar perfecto en casa. Pero no todo el mundo tiene esa
posibilidad. Demasiado ruido, poco espacio, o en algunos casos, niños o
mascotas, pueden afectar tu rendimiento en el trabajo. Es por eso que con el auge
del trabajo remoto han surgido opciones bastante interesantes para poder
trabajar. Una de las opciones más populares son los cafés. Es cada día más común
ir a un café y encontrar decenas de personas utilizando sus ordenadores. Muchas
de ellas están haciendo trabajo remoto. Y habrás notado que, en muchos casos, los
cafés tienen acceso a Internet inalámbrica, tomas eléctricos y hasta escritorios para
que puedas trabajar ahí. Esto no es casualidad. Muchas grandes cadenas de café se
han dado cuenta de que el negocio verdadero no está en venderte una taza de
café en la tarde o al desayuno, sino en ofrecer un espacio donde las personas
puedan trabajar o estudiar cómodamente. Que pasen más tiempo en el local y,
naturalmente, que consuman más productos. Una relación en la que, usualmente,
todos ganamos. Sin embargo, aunque trabajar en cafés es una de las opciones
favoritas de muchas personas, también tienen algunos contras. Por ejemplo, la
conexión a Internet no siempre es muy rápida. De hecho, casi siempre es lenta. Si
algún día necesitas subir un archivo relativamente grande, muy probablemente sea
muy lento o imposible con la velocidad promedio de un café. Hacer videollamadas
puede ser bastante incómodo con una tropa de personas conversando a tu
alrededor. Y ni siquiera hablemos de la seguridad. Si vas solo y quieres ir al
baño, en muy pocos países puedes darte el lujo de dejar tu ordenador descuidado
en un café. Precisamente, por eso es que existen los espacios de trabajo
compartidos o como se les conoce comúnmente: "coworkings". Son lugares
pensados específicamente para ir a trabajar. La gran mayoría tiene café ilimitado y
bebidas, y algunos hasta ofrecen snacks. En un cowork encontrarás espacios para
trabajar, escritorios con tomacorrientes y, muchas veces, zonas comunes para que
puedas conversar con otras personas que también van a trabajar. Según el lugar,
puedes encontrar beneficios adicionales tales como salas de reuniones o
videoconferencias, y conexión a internet de alta o muy alta velocidad. Los espacios
de coworking te brindan la oportunidad de interactuar con otras personas que
están en condiciones similares. Puedes compartir experiencias, hacer actividades o
incluso encontrar socios de negocios y oportunidades laborales. En el mundo
actual, tenemos la gran ventaja de contar con muchas opciones para hacer
teletrabajo y hay una creciente oferta para todos los gustos y estilos.

Decorando tu entorno
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Si ya tienes un trabajo remoto que te permite estar en cualquier lugar, ¿por qué
limitarse a quedar en casa si puedes viajar por el mundo? Muchos colegas han
abrazado la modalidad de trabajo remoto principalmente porque les permite
viajar a los lugares que siempre quisieron conocer. Además, ya que no están de
vacaciones, sino que están trabajando, no están limitados a pasar un par de
semanas, pueden permanecer allí por todo el tiempo que quieran. El equilibrio
entre trabajo y los viajes es el sueño de todo trotamundos. Poder conocer el
mundo mientras tienes un medio para financiar y sostener el viaje
indefinidamente. Estamos acostumbrados a pensar que la única forma en que
podemos viajar a un destino lejano es durante ese par de semanas anuales que nos
dan de vacaciones. Y eso es cierto para la mayoría de las personas. Pero este es
uno de los súper poderes que tiene el teletrabajo. Podemos aprovechar esta forma
de trabajo para explorar nuevos rumbos incluso sin que ninguno de los miembros
de nuestro equipo tenga siquiera que enterarse de que estamos en otras
latitudes. Viajar mientras trabajas es una de las mejores experiencias que puedes
tener. Te ayuda a disfrutar nuevos paisajes, nuevas culturas, y con suerte, conocer
nuevos amigos. Todo mientras sigues con tu rutina de trabajo. Es lo mejor de dos
mundos. Si quieres viajar trabajando, lo primero que debes hacer es planificar con
antelación. Si compras tus vuelos con más de 60 días de anticipación, los
encontrarás a un mejor precio. Aprovecha también los buscadores que tienen las
tiendas de tickets aéreos en línea. De ser posible, viaja durante los fines de
semana. Así no afectarás el flujo de trabajo de la oficina. Evita también hacer viajes
demasiado largos en un solo fin de semana. Puedes llegar demasiado cansado el
lunes y eso puede afectar tu rendimiento. Toma en cuenta que también la
diferencia de horarios puede afectarte. No solo porque tienes que hacer el cambio
de hora y adaptar tu agenda según la zona horaria. También, si hay mucha
diferencia, te puede afectar el ciclo de sueño y tu horario corporal. Dependiendo
de tu cuerpo, puedes pasar hasta una semana adaptándote a los nuevos
horarios. Investiga muy bien el lugar donde te vas a hospedar. Si te quedas en un
hotel, consulta si tienen acceso gratuito a Internet. Muchos hoteles anuncian en sus
sitios web que tiene acceso. Pero una vez que estás ahí, descubres que tienen un
costo adicional, que en ocasiones puede llegar a ser bastante alto. Una excelente
opción para hospedarte, en particular si viajas en grupo o en familia, es el servicio
de de "Airbnb". En caso de que lo utilices, recuerda siempre consultar directamente
al arrendatario si tiene conexión a Internet y cuál es la velocidad. En todo caso,
elige un lugar que tenga cafés cercanos para poder ir a trabajar en caso de que la
conexión no funcione correctamente. Muchos países ofrecen la opción de tarjetas
de prepago para tener acceso a Internet móvil. Averigua con tiempo cuáles son los
requisitos y si tu equipo celular es compatible con estas redes. Siempre que sea
posible, procura quedarte más tiempo de lo que harías si fueras turista. No olvides
que no tienes todo el tiempo libre y que estás trabajando. Disfrutar y conocer un
país te tomará un poco más de tiempo. Y posiblemente tus horarios sean
limitados. Así que viaja con calma para poder ir visitando a tu paso los principales
lugares de cada nuevo destino. Aprovecha que te quedarás más tiempo del
regular para conocer mejor la cultura en la que te encuentras y conocer
personas. ¿Quién sabe? Tal vez aprendas algún truco nuevo, nuevas oportunidades
laborales, o termines encontrando nuevos amigos.

Trabajadores viajeros
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La oficina en casa es el espacio más importante para tu trabajo. Debes tomarlo en
serio. Poner un escritorio con una silla y esperar que todo pase mágicamente no es
suficiente. Debes invertir tiempo y, posiblemente, recursos para tener un lugar que
reúna las condiciones básicas para poder trabajar. Comencemos por la
iluminación. El lugar donde trabajas debería tener al menos una ventana que
permita una iluminación natural. Esto es importante, no solo porque la luz solar es
brillante, agradable y te permite ahorrar energía durante el día, sino también hay
un aspecto más útil. La luz influye en lo que se llama el ciclo circadiano, también
conocido como el reloj biológico. Y esto tiene un efecto directo sobre el balance
bioquímico del cuerpo y la mente. Casi todos los seres vivos reaccionan ante los
ciclos del día y la noche para regularse y activar diferentes conductas como dormir
o alimentarse. Algo tan sencillo como una ventana te deja saber si es de día o de
noche, si llevas demasiado tiempo en el ordenador o si estuviste tanto tiempo
trabajando que ya amaneció. Eliminar ese estímulo confunde a tu cerebro y puedes
tener serios problemas de sueño, cansancio, estrés o falta de concentración. En
caso de que no puedas disponer de iluminación natural en tu espacio de
trabajo, usa al menos dos fuentes de iluminación. Una bombilla de buena
potencia y una lámpara para poder iluminar elementos específicos. De ser posible,
utiliza iluminación LED que a diferencia de los sistemas fluorescentes no tiene
problemas de parpadeo que afecta la vista de algunas personas. La habitación en la
que trabajes debe ser lo más espaciosa posible. Utiliza colores claros para pintarla y
así aprovecharás al máximo la iluminación disponible. Decora tu espacio a tu
gusto. Utiliza objetos personales que te generen buenos recuerdos: fotografías de
seres queridos, pinturas, y cuadros con colores vivos o mensajes
inspiradores. Esfuérzate en generar un clima positivo en la habitación. A la hora de
elegir los muebles, la mayoría de las personas van a la segura y buscan un
escritorio y una silla de oficina, que no es mala opción, pero tampoco la única. Si
trabajas con un ordenador portátil, puedes contemplar otras opciones. Por
ejemplo, un sofá o un puff o una mesa alta que te permita trabajar de pie, que
ayuda a la circulación y a la postura. En ocasiones tenemos mala suerte y nos toca
trabajar en una zona que resulta ser muy ruidosa. En este caso, no te rindas. Hay
muchas opciones para disminuir el ruido. Puedes utilizar ventanas de doble
lámina, sellos en las puertas o material absorbente de ruidos. Todos estos
elementos son fáciles de conseguir en la ferretería más cercana y, en muchos casos,
tienen un costo bastante accesible. Una técnica que aprendí recientemente y me
pareció muy útil es la de utilizar pantallas adicionales para trabajar. Puedes
conectar tu ordenador, ya sea de escritorio o portátil, a un televisor. La mayoría de
ellos utiliza conexiones en formato HDMI y prácticamente todos los ordenadores
actuales tienen un puerto HDMI o es muy sencillo conseguir un adaptador de este
formato. Puedes utilizar también periféricos que te conecten inalámbricamente al
televisor. Dispositivos como Google Chromecast y Apple TV te pueden enviar a
través de una conexión inalámbrica dentro de tu casa imágenes del ordenador al
televisor, y así puedes utilizar, prácticamente, cualquier televisor de cualquier
tamaño como pantalla adicional para trabajar sin tener que siquiera utilizar
cables. También puedes conseguir microproyectores a los cuales puedes enviarles
directamente la señal de tu ordenador y proyectarla en una pared obteniendo
como resultado una imagen de gran tamaño con una resolución relativamente
buena y en muchas ocasiones, según el equipo, ni siquiera necesitas usar
cables. Busca en sitios de venta de equipo electrónico. Hay una oferta importante
de microproyectores de fabricación china de muy buena calidad y a un precio muy
competitivo. No escatimes en la inversión del espacio de trabajo. Piensa que aquí
es donde se produce el dinero que te sostiene.

Conclusión y despedida
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Llegamos al final del curso. Espero que para este punto tengas algunas ideas para
usar en el futuro próximo, y que hayas encontrado nuevas posibilidades para
proyectar tu carrera profesional aprovechando el teletrabajo. Si ya trabajas desde
casa, espero que los consejos sobre cómo organizar tu espacio, salud mentas y
administración de tareas, te ayuden a mejorar la calidad de tu tiempo laboral. Y si
aún estás por dar el salto al teletrabajo, ya tienes más recursos, como los consejos
para convencer a tu jefe y conocer tus derechos y obligaciones. Aprendimos sobre
herramientas de uso común, espacios alternativos para trabajar y hasta cómo
lidiar con las partes difíciles del trabajo diario. Ya sea que estés trabajando para
una empresa o estés creando tu propio negocio espero que abraces los valores
que hemos estudiado y desde etapas tempranas, ayudes a crear una
organización que sea compatible con esta forma de trabajar y trate con respeto a
sus empleados. A lo largo del curso te he recomendado muchos servicios y
técnicas, pero si tienes alguna duda sobre ellos o sobre algún tema en
particular, no olvides contactarme en mis redes sociales. Espero que estas lecciones
te ayuden a hacer un cambio en la forma en que te relacionas con el trabajo. Te
dejo con muchos de mis mejores trucos y aprendizajes en casi 10 años trabajando
y viajando. ¿Quién sabe? Tal vez algún día nos crucemos caminos en algún lugar
del mundo.

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