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ESPECIAL

Derecho Civil patrimonial vs. Derecho de Familia


La disposición de un bien social
por uno de los cónyuges
sin la intervención del otro*

Luciano BARCHI VELAOCHAGA**

La jurisprudencia, prácticamente unánime, ha considerado que es nula la disposición de

Tema relevante
un bien social por uno de los cónyuges sin la intervención del otro, y ello básicamente
por considerar que dicha norma es de orden público. No obstante, el autor sostiene que el
artículo 315 del Código Civil debe ser interpretado apreciando la proyección externa de
la sociedad de gananciales y, por lo tanto, tomando en consideración las reglas del trá-
fico. Ello, en su opinión, permitiría afirmar que la disposición de un bien social por uno
de los cónyuges sin el consentimiento del otro es un contrato válido, y la eficacia de dicho
contrato tomará en consideración las normas de protección de la apariencia.

MARCO NORMATIVO Sin negar la proyección fundamentalmente


interna de las normas de familia, debe acep-
• Código Civil: arts. 315, 912, 948, 1539, 2013 y 2014. tarse que, indudablemente, ellas tienen una
necesaria proyección externa. Pretendemos
Introducción analizar, precisamente, el aspecto externo
de dichas reglas; en otras palabras, preten-
Tradicionalmente el Derecho de Familia se demos demostrar, cómo algunas normas del
ha mostrado de manera antagónica al Dere- Libro de Familia del Código Civil interfie-
cho Civil patrimonial. Al respecto la doc- ren en el Derecho Civil patrimonial. Dicho
trina se ha referido a la particularidad del de otra manera, demostrar como la con-
Derecho de Familia resaltando la inderoga- dición de casado de uno de los contratan-
bilidad de sus disposiciones por la voluntad tes altera las reglas destinadas a regular el
individual1. tráfico jurídico.

* El presente artículo es una actualización del publicado en: Gaceta Jurídica. Sección de Actualidad Jurídica, Tomo 90,
Gaceta Jurídica, Lima, mayo de 2001, pp. 9-22. También sobre el tema ver: “Un asunto de familia: la venta de bienes socia-
les por uno de los cónyuges. Comentario a la Casación N°1815-2006-Callao”. En: JUS Jurisprudencia. Comentarios a la
jurisprudencia y praxis jurídica. Nº 2, Grijley Lima, julio de 2007, pp. 21-39.
** Abogado por la Universidad de Lima. Magíster en Derecho con mención en Derecho Civil y candidato a doctor por la Pon-
tificia Universidad Católica del Perú. Profesor de Derecho Civil en las Facultades de Derecho de la Universidad de Lima
y de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
1 Al respecto ver MÉNDEZ COSTA, María Josefa. “Interpretación y aplicación del derecho positivo de familia”. En:
Estudios sobre la sociedad conyugal. Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, 1981, p. 13 y ss.

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I. La importancia del intercambio de


¿Qué dice Luis bienes y servicios en la sociedad
Díez-Picazo? moderna

El Derecho Civil patrimonial puede 1. Las actividades económicas del


ser considerado como aquella parte hombre y el Derecho Civil patrimonial
del Derecho Civil que comprende El hombre tiene necesidades las cuales busca
las normas y las instituciones a tra- satisfacer para sobrevivir. En los primeros
vés de las cuales se realizan y orde- estadios históricos el hombre se esfuerza
nan las actividades económicas del por producir bienes para satisfacer sus pro-
hombre. pias necesidades. Como advierte Mundell
era “autosuficiente y autárquico, estaba obli-
gado a adaptar el consumo a la producción”2.
Con este fin debemos centrar nuestra aten-
A medida que fue progresando y que se fue-
ción en el artículo 315 del Código Civil
ron diversificando los bienes que producían
peruano y recordar que la jurisprudencia, de
los distintos grupos humanos (principio de
manera prácticamente unánime, ha conside-
especialización), surge la necesidad de obte-
rado que la disposición de un bien social por
ner bienes que algunos otros grupos tienen y
uno de los cónyuges sin la intervención del
otros carecen.
otro, es nula, y ello básicamente por conside-
rar que dicha norma es de orden público. Esa En tal sentido De Trazegnies Granda señala:
misma posición fue asumida en el IV Pleno “En la sociedad moderna las necesidades
Jurisdiccional Nacional de Civil y Procesal individuales se satisfacen a través del mer-
Civil 2015, realizado en Arequipa en octubre cado y el mercado es inconcebible sin refe-
del año pasado, en el que por una ajustada rencia al conjunto, sin referencia a la socie-
votación los jueces superiores llegaron a la dad toda, porque no consiste en otra cosa que
conclusión de que debía considerarse como en un intercambio generalizado de bienes y
nulo el acto de disposición unilateral de servicios”3.
bienes sociales.
Se comienza a establecer una estructura
No estamos de acuerdo con tal solución y basada en relaciones de intercambio. A tra-
creemos que el problema debe ser anali- vés de estas se busca la satisfacción de nece-
zado sistemáticamente, teniendo en cuenta sidades a través de la cooperación ajena.
los diferentes intereses en juego. Esperamos
que ese sea el camino que se siga en el VIII Como bien señala Díez-Picazo, el Derecho
Pleno Civil Casatorio, recientemente reali- Civil patrimonial “puede ser considerado
zado por la Corte Suprema para unificar su como aquella parte del Derecho Civil, que
jurisprudencia sobre el particular. comprende las normas y las instituciones a

2 MUNDELL, Robert. El hombre y la economía. Amorrortu editores, Buenos Aires, 1972, p. 19. En este mismo sentido De
Trazegnies ha dicho: “Dentro de sociedades más simples y primitivas, muchas de las necesidades pueden ser satisfechas a
través de una economía de autoconsumo y, en ese caso, el hombre es bastante autárquico, es relativamente independiente
de los demás hombres” (DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. CADE, p. 347).
3 DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando, Ob. cit., p. 346.

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través de las cuales se realizan y ordenan las valor del bien o del servicio) o que simple-
actividades económicas del hombre”4. En mente no se realice.
palabras sencillas, el Derecho Civil patri-
monial regula el intercambio de bienes y Esto obliga a los agentes a buscar la informa-
servicios. ción necesaria para reducir la incertidumbre.
Desde una perspectiva económica, reducir la
El marco jurídico en una economía de mer- incertidumbre; es decir, informarse, tiene un
cado debe limitarse a garantizar la aplicación costo. Como señala Perjovich: “La informa-
de los principios básicos que comprende el ción es un bien económico que podría obte-
orden público económico y que son, bási- nerse con un gasto de tiempo y dinero”8.
camente, recogidos en la Constitución Polí-
tica5. Fernández Baca indica al respecto: Los economistas denominan “costos de tran-
“(…) el rol fundamental del Estado en una sacción” a “los costos de intercambiar dere-
sociedad es el de establecer y hacer cumplir chos de propiedad y de hacer cumplir los
las reglas que definen los derechos de pro- derechos adquiridos”9, en palabras sencillas,
piedad y regulan el intercambio”6. los costos de transacción son los costos de
usar el mercado10.
2. Los costos de transacción: la incerti- La noción de costos de transacción fue intro-
dumbre en el intercambio de bienes y ducida en el análisis económico por Ronald
servicios
Coase, profesor de la Universidad de Chi-
El matemático Claude Shannon, a quien se cago que recibió en Premio Nobel de Econo-
le debe el descubrimiento de la manera de mía en 1991.
expresar la información binaria, que es la
base del funcionamiento de las computado- En su artículo sobre “La naturaleza de la
ras, define la información “como la reduc- empresa” (1937) Coase reconoce que el
ción de la incertidumbre”7. intercambio en el mercado genera costos11,
posteriormente en su artículo sobre “El pro-
La incertidumbre en el intercambio de bie- blema del coste social” (1960) señala: “Para
nes y servicios genera temor en los agen- llevar a cabo una transacción de mercado es
tes económicos, ante el riesgo de ver frus- necesario describir con quién se quiere tra-
trada la satisfacción de sus necesidades. Esta tar, informar a las personas que uno quiere
incertidumbre, desde una perspectiva jurí- comerciar y en qué términos, conducir nego-
dica resta celeridad y seguridad al tráfico, ciaciones que permitan alcanzar los acuer-
haciendo que el tráfico se realice en térmi- dos, elaborar los contratos, realizar inspec-
nos inadecuados (por ejemplo, reduciendo el ciones para asegurarse de que se cumplen

4 DÍEZ-PICAZO, Luis. Fundamentos del Derecho Civil patrimonial. Volumen I, 2ª edición, Tecnos, Madrid, 1986, p. 41.
5 Como son la propiedad privada, el libre mercado, la libre competencia, el libre comercio y la libertad de elección.
6 FERNÁNDEZ BACA, Jorge. “El rol del Estado en una economía de mercado: La labor del Indecopi”. En: Ius et Veritas.
Año V, Nº 8, Lima, p. 219.
7 Claude Shannon citado por MANRIQUE, Nelson. “La teoría de la información”. En: diario oficial El Peruano.
8 PERJOVICH, Svetozar. Fundamentos de economía. Un enfoque basado en los derechos de la propiedad. Fondo de Cul-
tura Económica/Serie Económica, México, 1985, p. 44.
9 FERNÁNDEZ-BACA, Jorge. Ob. it., p. 219.
10 Veljanovski citado por TORRES LÓPEZ, Juan. Análisis económico del Derecho. Tecnos, Madrid, 1987, p. 51.
11 COASE, Ronald. “La naturaleza de la empresa”. En: La empresa, el mercado y la ley. Alianza Editorial, Madrid, 1994, p. 38.

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son aquellos en los que se incurre para ase-


Comentario relevante
te gurar el cumplimiento del contrato; así, por
del autor ejemplo, los que incurre el mutuante para
controlar la solvencia del mutuatario desde
Del principio del nemo plus iuris se que se celebra el contrato hasta la devolu-
deduce que nadie puede transmitir ción del dinero.
un bien del cual no es titular, en tal Con el fin de reducir la incertidumbre en el
sentido, solo quien tiene la capacidad intercambio de bienes y servicios, el marco
o el poder de disposición (legitima- legal debe brindar mecanismos que permitan
ción) puede transmitir la titularidad reducir esos costos de transacción.
de la propiedad. Bajo este principio,
muchas legislaciones consideran la II. El sistema de transferencia de la
legitimación como “presupuesto” del titularidad de la propiedad en el
contrato con función traslativa (con- Código Civil peruano
trato traslativo); en tal sentido, se
sanciona con nulidad la falta de legi- 1. La transferencia a non domino14 en el
timidad del agente. Código Civil peruano
Todo sistema de transferencia, en aras de la
seguridad jurídica debe partir de la idea que
toda transferencia no debe producirse sin el
los términos de los mismos, etc. Estas ope- consentimiento de su titular, en palabras de
raciones son por lo general extremadamente Paz-Ares diremos que: “la seguridad jurídica
costosas incluso para impedir que se con- aspira a que la pérdida o la perturbación del
creten muchas transacciones que tendrían derecho no ocurra en ningún caso sin que el
lugar si el sistema de precios funcionara sin titular lo consienta”15.
costes”12. Este principio lo encontramos en el Derecho
Romano recogido en el D. 50,1,54, nemo
Williamson distingue los costos de transac-
plus iuris in alium transferre potest quam
ción ex ante de los ex post13. Entre los pri-
ipse habet (en adelante simplemente nemo
meros encontramos todos aquellos costos en
plus iuris).
que se incurren previamente a la celebración
de un contrato; así, por ejemplo, aquellos en Del principio del nemo plus iuris se deduce
los que incurre el mutuante para determinar que nadie puede transmitir un bien del
la solvencia del mutuatario para decidir si cual no es titular, en tal sentido, solo quien
realiza o no el préstamo. Los costos ex post tiene la capacidad o el poder de disposición

12 COASE, Ronald. “El problema del coste social”. En: La empresa, el mercado y la ley. Alianza Editorial, Madrid, 1994,
p. 134-135.
13 WILLIAMSON, Oliver. Las instituciones económicas del capitalismo. Fondo de Cultura Económica/Economía Contem-
poránea, México, 1989, p. 30.
14 Como señala Cenini: “Con la expresión ‘adquisición a non domino’ se quiere indicar la transferencia de un derecho patri-
monial (normalmente el de propiedad, pero no únicamente) por parte de un sujeto que en realidad no es titular (non domi-
nus) ni tiene legitimación para disponer” (CENINI, Marta. Gli acquisti a non domino. Giuffrè, Milano, 2009, p. 3).
15 PAZ-ARES, Cándido. “Seguridad jurídica y seguridad del tráfico”. En: Revista de Derecho Mercantil. N° 175-176, enero-
junio, Madrid, 1985, p. 15.

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(legitimación) puede transmitir la titularidad El error como vicio de la voluntad se pre-


de la propiedad. senta en el plano meramente subjetivo, en
cambio el error en la apariencia se presenta
Bajo este principio, muchas legislaciones en el plano objetivo de la idoneidad de la apa-
consideran la legitimación como presu- riencia de llevar a engaño a una generalidad
puesto del contrato con función translativa de terceros. En este sentido Mengoni señala:
(contrato traslativo); en tal sentido, se san- “En cuanto pertenece al campo del juicio, la
ciona con nulidad la falta de legitimidad del apariencia está ligada al error, pero no se con-
agente. funde con él. El error es un fenómeno indivi-
Otras legislaciones sancionan la falta de legi- dual y subjetivo: es una falsa representación
de la realidad que se forma en la mente de
timidad con la anulabilidad, la cual supone
un sujeto y no es necesariamente producida
un análisis distinto. Si falta la legitimidad el
por señales falsas, pudiendo en cambio brotar
contrato translativo producirá efectos mien-
de la falta de señales o de la falta de percep-
tras no sea declarado nulo a petición de
ción de señales exactas. La apariencia es un
parte. Existiría siempre un riesgo pendiente
fenómeno social objetivo: es una falsa seña-
de ver frustrada la adquisición.
lización de la realidad que se inserta en un
Algunos autores sostienen que: “en el caso determinado ambiente social como causa de
en el cual el comprador haya ignorado el un posible error colectivo; es decir estimada
carácter ajeno del bien, podría existir un como fuente de (abstracta) confianza de la
supuesto de error in cualitate”16. generalidad de los asociados”18.

No obstante creemos que debe distinguirse Por otro lado, debe tenerse en cuenta que la
el error tutelado por el principio de aparien- validez no significa necesariamente la efica-
cia del error como vicio del consentimiento. cia del contrato. La eficacia supone la exis-
En efecto, el error del tercero, tutelado por tencia de determinados requisitos los que,
el principio de la apariencia, se diferen- normalmente, se distinguen en: requisitos
cia del error vicio del consentimiento. En voluntarios y requisitos legales de efica-
ambos casos un sujeto considera existente cia. Esto significa que un contrato puede ser
una determinada realidad que, sin embargo, válido pero ineficaz.
no es tal. Pero las consecuencias jurídica Los requisitos legales de eficacia suponen
de uno y otro operan en sentido similar a que la producción de efectos queda subor-
un espejo: el error vicio determina la ine- dinada a una circunstancia determinada
ficacia del acto o la precariedad de su efi- impuesta por el legislador. Para alcanzar el
cacia, removible a iniciativa del sujeto que efecto negocial, necesariamente debe estar
incurre en error; el error generado de la apa- presente el requisito impuesto por la ley.
riencia, contrariamente, determina la efica- Será, pues, en última instancia el legislador
cia del acto no obstante la falta de integra- quien: “en función de los intereses concre-
ción de los correspondientes presupuestos tos, regule aquellos que entiende necesario
normativos17. incorporar (...)”19.

16 CASTILLO FREYRE, Mario. Los contratos sobre bienes ajenos. Fiessa, Lima, 1990, p. 178.
17 IMARISIO, Natalia. L’apparenza del diritto. Profili pratici ed applicazioni giurisprudenziali. Giuffrè, Milano, 2015, p. 14.
18 MENGONI, Luigi. Gli acquisti “a non domino”. Terza edizione, Giuffrè, Milano, 1994, pp. 343-344. Ver también
CENINI, Marta. Ob. it., pp. 227-228.
19 CARNELLI, Santiago y CAFARO, Eugenio B. Eficacia contractual. Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1989, p. 120.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 31 • ENERO 2016

titularidad de la propiedad que se pretenda


Comentario relevante
te transferir. En otras palabras, mecanismos que
del autor permitan informar al interesado, entre otras
cosas, la identidad del titular.
Quien acude al Registro puede encon-
trar la información que requiere, con 2. Los mecanismos de publicidad
lo que los costos de transacción se
reducen. No obstante, la publici- La publicidad puede ser definida siguiendo a
dad registral no siempre es posible. Díez-Picazo como: “un conjunto de medios
La publicidad registral de los dere- o sistemas que permiten conocer quiénes son
los titulares y cuál es el estado jurídico de
chos solo puede funcionar cuando
los bienes para dar seguridad y eficacia a su
las cosas sobre las que recaen se
tráfico”20.
encuentran inmatriculadas.
Un mecanismo de publicidad es el registro,
a través del cual podemos verificar la iden-
tidad del titular de un bien. Al respecto, el
Considerar la legitimación como un requi- artículo 2013 del Código Civil establece21:
sito de eficacia, supone admitir la validez
del contrato traslativo pero supone también “El contenido del asiento registral se pre-
su ineficacia ante la falta de legitimación del sume cierto y produce todos sus efectos,
agente (ineficacia funcional del contrato). mientras no se rectifique por las instan-
Debe advertirse que la legitimación consti- cias registrales o se declare su invalidez
tuye un requisito de la eficacia translativa, por el órgano judicial o arbitral mediante
lo que significa que el contrato translativo resolución o laudo firme.
puede generar una relación obligatoria pero
no genera el efecto translativo. El asiento registral debe ser cancelado
en sede administrativa cuando se acre-
Como puede apreciarse la rigurosa apli- dite la suplantación de identidad o fal-
cación de este principio (nemo pluis iuris) sedad documentaria y los supuestos así
implicaría para la transferencia de la titulari- establecidos con arreglo a las disposicio-
dad de la propiedad altos costos de transac- nes vigentes. La inscripción no convalida
ción en la medida que obligaría a los adqui- los actos que sean nulos o anulables con
rentes a informarse sobre la real titularidad arreglo a las disposiciones vigentes”.
del bien para no verse frustrada su adquisi-
ción; en otras palabras, será necesario verifi- En tal sentido, quien acude al Registro puede
car la legitimidad del transferente. encontrar la información que requiere, con
lo que los costos de transacción se reducen.
En tal sentido, se hace necesario entonces que No obstante, la publicidad registral no siem-
el marco legal brinde mecanismos que permi- pre es posible. La publicidad registral de los
tan reducir esos costos de transacción. Esto derechos solo puede funcionar cuando las
es, establecer mecanismos de publicidad que cosas sobre las que recaen se encuentran
permitan brindar información respecto a la inmatriculadas22.

20 DÍEZ-PICAZO, Luis. Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. Volumen II, 2ª edición, Tecnos, Madrid, 1986, p. 245.
21 Texto según Ley N° 30313.
22 La inmatriculación es el acto en virtud del cual una cosa tiene su ingreso en el Registro.

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ESPECIAL | VIII PLENO CASATORIO: LO QUE DIJERON LOS AMICUS CURIAE

En tal sentido resulta útil la siguiente clasifi-


cación respecto a las cosas23: Comentario relevante
te
del autor
1. Cosas susceptibles de inmatriculación; y,
La posesión constituye la exterioriza-
2. Cosas no susceptibles de inmatriculación.
ción de la propiedad, así encontramos
En un sistema en que el Registro no es obli- el artículo 912 del Código Civil que
gatorio como el nuestro, es posible que no establece: “El poseedor es reputado
todas las cosas susceptibles de inmatricu- propietario, mientras no se pruebe lo
lación se encuentren inmatriculadas, de tal contrario”. En virtud de dicha norma
manera que podemos ampliar la clasificación debe presumirse (presunción iuris
anterior de la siguiente manera: tantum) que el poseedor de la cosa
1. Cosas susceptibles de inmatriculación: goza de legitimación.

1.1. Inmatriculadas; y,

1.2. No inmatriculadas. Este medio de publicidad se consigue a tra-


vés de la posesión. En tal sentido, la pose-
2. Cosas no susceptibles de inmatriculación. sión constituye la exteriorización de la pro-
piedad, así encontramos el artículo 912 del
En tal sentido, es necesario establecer meca- Código Civil que establece: “El poseedor es
nismos de publicidad, diferentes al Registro, reputado propietario, mientras no se pruebe
que permitan brindar información respecto a lo contrario”. En virtud de dicha norma debe
derechos que recaen sobre cosas no suscepti- presumirse (presunción iuris tantum) que el
bles de inmatriculación. poseedor de la cosa goza de legitimación.
En palabras de Díez-Picazo y Gullón: “(...)
Se busca, entonces, otro medio de instru-
la posesión es la situación jurídica que legi-
mentación de la publicidad el cual: “consiste
tima a una persona en virtud de la apariencia
en permitir que, por lo menos prima facie,
para ejercitar el derecho de dicha apariencia
se consideren como existentes y auténti-
manifiesta o pública, o permite a los terceros
cas aquellas situaciones que detecta el mero
confiar en ella”25.
hecho de estar ejercitando los derechos. Se
presume o se entiende que existe coinciden-
3. La protección de la apariencia
cia entre el hecho exterior de encontrarse
ejercitando un derecho y el derecho mismo Ahora bien, es posible que exista una inexac-
que corresponde a tales actos de ejercicio. titud o falsedad en lo publicado. Así, por
Los actos de ejercicio de un derecho son la ejemplo, es posible que el título en virtud del
forma de exteriorizar o de hacer cognoscible cual quien aparece como titular en el Regis-
el derecho”24. tro sea nulo, lo que significaría que quien

23 Resulta interesante lo señalado por Lacruz Berdejo cuando aclara que en el Registro español se inmatriculan fincas, se ins-
criben títulos y se publican derechos (Lacruz Berdejo citado por DÍEZ-PICAZO, Luis. Ob. cit., volumen II, p. 277). Ver
también JARA FLOREZ, Humberto. “Clasificación de bienes muebles e inmuebles”. En: Derecho. Programa Académico
de Derecho/Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, diciembre de 1983, pp. 67-94.
24 DÍEZ-PICAZO, Luis. Ob. cit., volumen II, p. 239.
25 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Sistema de Derecho Civil. Volumen III, 5ª edición, Tecnos, Madrid, 1990,
p. 1102.

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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 31 • ENERO 2016

a) Artículo 2014 del Código Civil27: “El


Comentario relevante
te tercero que de buena fe adquiere a título
del autor oneroso algún derecho de persona que en
el registro aparece con facultades para
El adquirente debe informarse sobre otorgarlo, mantiene su adquisición una
la “real” titularidad y, en tal sentido, vez inscrito su derecho, aunque después
para obtenerla puede recurrir a la se anule, rescinda o resuelva el del otor-
gante por virtud de causas que no cons-
publicidad registral o posesoria. Pero
ten en los asientos registrales y los títulos
es posible que dicha información sea archivados que lo sustentan.
falsa o inexacta; es decir, que quien
figura como titular en Registros o el La buena fe del tercero se presume mien-
poseedor, no sean realmente los titu- tras no se pruebe que conocía la inexacti-
tud del registro”.
lares de la situación jurídica, sino que
solamente lo “aparentan”. El orde- b) Artículo 948 del Código Civil: “Quien de
namiento jurídico reacciona ante buena fe y como propietario recibe de otro
esa posibilidad y brinda la seguri- la posesión de una cosa mueble, adquiere
dad al adquirente confiado en dicha el dominio, aunque el enajenante de la
“apariencia”. posesión carezca de facultad para hacerlo”.
Con esto el ordenamiento jurídico brinda
mayor seguridad al tráfico reduciendo los
costos de información. En efecto, hasta aquí
aparece como titular no lo es en la realidad;
hemos dicho que el adquirente debe infor-
o, por otro lado, que el poseedor no sea en
marse sobre la real titularidad y, en tal sen-
realidad el propietario. tido, para obtenerla puede recurrir a la publi-
En este caso la publicidad deviene en apa- cidad registral o posesoria. Pero es posible
riencia, y lo que constituye un medio de pro- que dicha información sea falsa o inexacta;
es decir, que quien figura como titular en
tección al tráfico de bienes se podría con-
Registros o el poseedor, no sean realmente
vertir en su contra, puesto que obligaría a
los titulares de la situación jurídica, sino que
verificar la exactitud de lo publicado. Esta
solamente lo aparentan.
posibilidad obliga al marco legal a tutelar
la apariencia. Cano Martínez, al respecto, El ordenamiento jurídico reacciona ante esa
señala: “La apariencia no es sino publici- posibilidad y brinda la seguridad al adqui-
dad desacertada o equivocada, que motiva rente confiado en dicha apariencia. Según
una especial reacción defensiva del Ordena- Díez-Picazo y Gullón: “(…) por existir una
miento para los terceros”26. realidad de hecho que con frecuencia se
mueve de espaldas a los esquemas abstractos
En tal sentido, encontramos en diversos de la lógica, es por lo que el Derecho se ve
ordenamientos jurídicos normas que tutelan precisado a legitimar ciertas situaciones apa-
la apariencia, como las siguientes: rentes dotándolas de alguna eficacia”28.

26 CANO MARTÍNEZ, J. Ignacio. La exteriorización de los actos jurídicos: su forma y la protección de su apariencia.
Bosch, Barcelona, 1990, p. 56.
27 Texto según Ley Nº 30313.
28 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Ob. cit., volumen III, p. 81.

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La protección jurídica de la apariencia es


solo excepcional y, por lo tanto, se basa en Comentario relevante
te
dos requisitos: del autor

a) la buena fe del adquirente; y,


En ocasiones resulta conveniente
b) la adquisición en virtud de un título prescindir de la buena fe “ya que este
oneroso. requisito puede multiplicar la litigio-
sidad y, consiguientemente, disparar
A. La buena fe del adquirente
los costos de administración del sis-
La buena fe supone que el adquirente no tema”, pero también debemos recor-
tenga un conocimiento efectivo obtenido dar que la seguridad jurídica busca
por una vía extrarregistral o fuera de la publi- reducir los costos de información y,
cidad posesoria. Si él conociera que quien por lo tanto, cuando el adquirente está
aparece en el Registro o el poseedor no es el informado, los costos ya se encuen-
titular, entonces, no hay apariencia, puesto tran de antemano reducidos, es por
que conoce la realidad. ello que en este caso, creemos, que sí
Cantuarias Salaverry considera que exigir la se justifica el requisito de la buena fe.
buena fe incrementa los costos de transac-
ción, así señala: “poder probar la existen-
cia de mala fe civil (análisis subjetivo) es efecto de oponibilidad (o exclusión), pronto
sumamente costosa y lleva la posibilidad de comprenderemos la necesidad de otor-
que los bienes tengan que salir del mercado, garle un carácter objetivo y absoluto, por lo
mientras se discuta judicialmente cuestio- tanto, cualquier requerimiento o limitante
nes absolutamente subjetivas que harán difí- adicional al adquirente registral (como por
cil el poder prever su resultado. En cambio, ejemplo, exigirle que desconozca de otras
la existencia objetiva de la buena fe, permite transferencia no registradas), distorsionará
que en los casos en que exista litigio, pueda completamente la razón de existencia del
preverse de manera precisa su solución, con registro, originando, precisamente, inseguri-
lo cual se reducirá el volumen de los jui- dad en el tráfico, mayores costos de transac-
cios y se evitará que los bienes salgan del ción y, curiosamente, injusticia”30.
mercado”29.
Compartimos con los autores antes citados
En el mismo sentido Pizarro Aranguren que en ocasiones resulta conveniente pres-
nos dice: “A nuestro parecer, si recurrimos cindir de la buena fe “ya que este requisito
nuevamente a la esencia del registro, como puede multiplicar la litigiosidad y, consi-
medio de publicidad de los derechos para guientemente, disparar los costos de admi-
crear seguridad en el tráfico de bienes, aba- nistración del sistema” 31, pero, también
ratando los costos de transacción, gracias al debemos recordar que la seguridad jurídica

29 CANTUARIAS SALAVERRY, Fernando. “La función económica del Derecho: a propósito de los derechos de prenda e
hipoteca”. En: El Derecho Civil peruano. Perspectivas y problemas actuales. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, Lima, 1993, pp. 81-82.
30 PIZARRO ARANGUREN, Luis. “Reflexiones sobre el Libro de Registros Públicos del Código Civil”. En: Thēmis, Revista
de Derecho. Nº 30, Lima, 1994, p. 224 y ss.
31 PAZ-ARES, Cándido. Ob. cit., nota (22), p. 27.

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busca reducir los costos de información y, del principio de la apariencia a los negocios a
por lo tanto, cuando el adquirente está infor- título oneroso y no extenderla a los negocios
mado, los costos ya se encuentran de ante- a título gratuito, pues debe preferirse a quien
mano reducidos, es por ello que en este caso, pugna por evitar un daño (el adquirente que
creemos, que sí se justifica el requisito de la ha pagado una contraprestación por adquirir
buena fe. la propiedad o derecho real, por ejemplo, que
con la aplicación de la regla nemo plus nada
Como aclara Paz-Ares al respecto: “(…) las habrá adquirido), y no a quien pretende aco-
normas de seguridad del tráfico pierden su gerse al valor de la apariencia para conseguir
vigencia y no resultan de aplicación en aque-
un lucro (v.gr., el que adquiere una cosa por
llos supuestos en los que el adquirente está
donación de quien no es su propietario)”34.
informado o podría estar informado sin incu-
rrir en graves costes acerca de la irregular Desde otra perspectiva debemos tener en
situación del transmitente (caso de adqui- cuenta que los actos gratuitos no son actos
sición de mala fe o culpa grave). En tales genuinamente económicos, dado que solo
hipótesis no se necesita para nada una tutela en virtud del principio de conmutatividad
de la seguridad del tráfico, ya que los cos- podemos estar seguros de una asignación de
tes de información que se desean reducir, en los bienes a sus usos más preciosos. Por tal
la medida en que el adquirente dispone ya razón no resultan especialmente tuteladas
de la información relevante (mala fides) o por el ordenamiento jurídico.
que puede disponer de ella con escaso gasto
(culpa lata), se encuentran de antemano Pizarro Aranguren, en opinión que no com-
reducidos e incluso evitados”32. partimos ha dicho: “A nuestro entender, no
existe una razón suficientemente justificada
B. La adquisición en virtud de un título que amerite establecer una restricción a la
oneroso aplicación del principio de buena fe pública
Adicionalmente la adquisición debe rea- registral en base a la onerosidad del título,
lizarse a título oneroso, lo que significa, excluyendo a las adquisiciones que se con-
obviamente, que si la adquisición se realiza cretan a título gratuito35.
a título gratuito no se protege la apariencia.
3. Síntesis del sistema de transferencia
Jurídicamente se ha explicado esta solución en el Código Civil peruano: la capaci-
señalando que el adquirente a título gratuito dad de disposición (legitimación)
de mantener su adquisición obraría lucro
captando mientras que el verdadero titular El Código Civil peruano no considera a la
obra danno vitando, de tal manera que “entre legitimación como presupuesto del contrato
una y otra consideración, evitar un daño y translativo; es decir, que la falta de capaci-
favorecer un lucro, la ley tiene que preferir dad de disposición (legitimación) no genera
lo primero33. la nulidad del contrato. El legislador ha con-
siderado, en principio, que la capacidad de
En esta misma línea Díez-Picazo y Gullón disposición (legitimación) constituye un
señalan: “Es necesario limitar la protección requisito legal de eficacia.

32 Ibídem, p. 27.
33 LEÓN-BARANDIARÁN, José. Curso del acto jurídico. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 1983, p. 35.
34 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Ob. cit., volumen III, p. 81.
35 PIZARRO ARANGUREN, Luis. Ob. cit., p. 225. Resulta discutible el caso del artículo 948 del Código Civil.

230
ESPECIAL | VIII PLENO CASATORIO: LO QUE DIJERON LOS AMICUS CURIAE

No obstante, en base a la protección de la


apariencia habrá casos en los cuales, a pesar Comentario relevante
te
que el transferente no goza de la capaci- del autor
dad de disposición (legitimación), el efecto
translativo se producirá. Si se trata de cosas inmatriculables
pero no inmatriculadas o en los con-
Son los supuestos del artículo 2014 o 948
tratos translativos a título gratuito
del Código Civil. Es decir, en los casos de
no se protege la apariencia. En este
cosas inmatriculadas y de cosas inmatricu-
caso, si bien los contratos son váli-
lables donde funciona la protección de la
apariencia (siempre que el contrato con fun- dos son ineficaces, en otras palabras,
ción translativa sea a título oneroso y exista no se producirá el efecto translativo
buena fe). y, por lo tanto, procederá la resci-
sión conforme al artículo 1539 del
Adviértase, entonces, que si se trata de cosas Código Civil.
inmatriculables pero no inmatriculadas o en
los contratos translativos a título gratuito
no se protege la apariencia. En este caso, si
bien los contratos son válidos son ineficaces, sociedad de gananciales. Como bien lo
en otras palabras, no se producirá el efecto advierte Benavente Moreda: “El problema
translativo y, por lo tanto, procederá la res- de la naturaleza de la sociedad de ganan-
ciales, es por lo tanto, en buena medida, el
cisión conforme al artículo 1539 del Código
problema de la manera de interpretarse la
Civil36.
titularidad de los bienes y derechos que la
Esto permite comprender porque se encuen- componen”37.
tran desvalorizadas las cosas no inmatricula-
Siguiendo a Vaz Ferreira encontramos que
das. En otras palabras, el riesgo de ver frus- existen en doctrina hasta seis teorías para
trada la adquisición es mayor y por ello el explicar la naturaleza jurídica de la socie-
bien vale menos. dad de gananciales: de los gananciales con-
siderados propiedad exclusiva de uno de los
III. La regulación de la sociedad de cónyuges; de la indivisión de tipo romano;
gananciales en el Código Civil y de la sociedad civil; de la personalidad jurí-
su incidencia en el intercambio de dica; de la gesammte hand; del patrimonio
bienes y servicios autónomo38.

De acuerdo a las disposiciones del Código


1. Naturaleza jurídica de la sociedad
Civil podemos descartar a simple vista las
de gananciales
cuatro primeras teorías por lo que analiza-
Al tratar el tema de la disposición de los remos solamente las dos últimas, esto es, la
bienes sociales es imprescindible esta- teoría de la gesammte hand y la del patrimo-
blecer la naturaleza jurídica de la llamada nio autónomo.

36 Si bien el artículo 1539 se refiere a la compraventa debe extenderse a cualquier contrato con función translativa.
37 BENAVENTE MOREDA, Pilar. Naturaleza de la sociedad de gananciales. La legitimación individual de los cónyuges.
Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, Centro de Estudios Registrales, Madrid, 1993, p. 31.
38 VAZ FERRERA, Eduardo. Tratado de la sociedad conyugal. Tomo I, 3ª edición, Astrea, Buenos Aires, 1979, p. 217 y ss.

231
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 31 • ENERO 2016

En la comunidad romana, la titularidad se


Comentario relevante
te divide entre los participantes, correspon-
del autor diéndole a cada uno una fracción (cuota
ideal), de la cual pueden disponer y gravar
En nuestro Código Civil, la “socie- libremente. En la germana, al no existir cuo-
dad” de gananciales tiene la natura- tas ideales, el individuo no puede disponer ni
leza de una comunidad germana (en gravar, ya que el bien pertenece a la colecti-
vidad en mano común.
mano común); por lo tanto, se cons-
tituye un patrimonio separado (bie- Al respecto, el mencionado maestro espa-
nes comunes) distinto al patrimonio ñol señala: “La comunidad romana tiene su
propio de cada uno de los cónyuges origen en una concepción individualista del
(bienes propios). mundo, en la cual la preeminencia se con-
cede el derecho del individuo”. Refiriéndose
a la comunidad germana dice: “(…) parte de
Hay comunidad cuando la titularidad de una una concepción colectivista o comunitaria
situación jurídica subjetiva corresponde a del mundo. No es el derecho del individuo lo
varios sujetos de Derecho, así, la comunidad predominante, sino el derecho del grupo”40.
de la propiedad (copropiedad), la comunidad
de un crédito, etc. Algunos autores consideran a la sociedad de
gananciales como un patrimonio autónomo;
Sin embargo, como señala Díez-Picazo: sin embargo, esta teoría no excluye la teo-
“La institución de la comunidad de bienes ría de la gesammte hand sino, más bien, la
es más amplia que el fenómeno de la titula- complementa.
ridad plural de un derecho real, pues com-
prende: 1) la copropiedad o condominio; 2) En efecto, la gesammte hand constituye un
la titularidad plural de un derecho real en patrimonio con activo y pasivo, separado
cosa ajena; 3) el crédito mancomunado que del patrimonio propio de cada individuo,
no origina su fragmentación; 4) los patrimo- en tal sentido Larenz dice: “(...) la comu-
nios y masas patrimoniales bajo una titulari- nidad en mano común se refiere siempre,
dad colectiva”39. en primer término, a un patrimonio especial
determinado”41.
Históricamente pueden distinguirse dos cla-
ses de comunidad de bienes: la comunidad Nosotros creemos que, en nuestro Código
romana y la comunidad germana. Civil, la sociedad de gananciales tiene la
naturaleza de una comunidad germana (en
Podemos resumir las diferencias entre estas mano común); por lo tanto, se constituye un
dos comunidades de la siguiente manera: en patrimonio separado (bienes comunes) dis-
la romana se tiene una comunidad por cuo- tinto al patrimonio propio de cada uno de los
tas, en la germana no existen cuotas. cónyuges (bienes propios).

39 DÍEZ-PICAZO, Luis. Ob. cit. Volumen II, p. 758.


40 Loc. cit.
41 LARENZ, Kart. Derecho Civil. Parte general. Revista de Derecho Privado y Editoriales de Derecho Reunidas, Madrid,
1978, p. 183. Este patrimonio especial común (bienes sociales) está separado del patrimonio de cada cónyuge (bienes pro-
pios). Para Von Thur se trata de un patrimonio de comunión unitaria, donde un único patrimonio tiene por titular a varios
sujetos (VON TUHR. Andreas. Derecho Civil. Teoría general del Derecho Civil alemán. Volumen I.1, Depalma, Bue-
nos Aires, 1946, p. 427. Ver también WEBER-GRELLET, Heinrich. La comunidad germánica. Cuadernos de Derecho
Registral, Madrid, 2007.

232
ESPECIAL | VIII PLENO CASATORIO: LO QUE DIJERON LOS AMICUS CURIAE

Messineo, en Italia, considera que la comu-


nidad entre cónyuges se configura: “como Comentario relevante
te
una comunión germánica contemplada a tra- del autor
vés de una visión romanística y, en cuanto
tal, deformada y alterada de manera bastante Como el patrimonio pertenece, no
sensible”42. a los cónyuges singularmente, sino
Sin entrar en mayores detalles respecto a a su “suma”, esto es, a la comuni-
la deformación y alteración sufrida por la dad de gananciales, “sujeto abstracto
comunidad germana en relación a la socie- que obra como tercero distinto de los
dad de gananciales, nos interesa recalcar lo individuos que la componen”, la dis-
señalado por Vaz Ferreira: “El patrimonio posición de los bienes sociales solo
en mano común no pertenece a ningún par- puede producirse con intervención
tícipe en su individualidad, ni por entero ni de ambos individuos que componen
en parte, sino a todos juntos en su totalidad la sociedad de gananciales.
(se ha dicho) en cuanto ‘suma’, no en cuanto
‘unidad’ distinta de los elementos de que
resulta”43.
No admitimos que sea un supuesto de trans-
Como el patrimonio pertenece, no a los cón-
ferencia de cosa parcialmente ajena en la
yuges singularmente, sino a su suma, esto
medida que durante la vigencia de la socie-
es, a la comunidad de gananciales, “sujeto
dad de gananciales no existen cuotas idea-
abstracto que obra como tercero distinto de
les, vale decir, no se trata de un supuesto de
los individuos que la componen”44, la dis-
comunidad romana sino germánica46.
posición de los bienes sociales solo puede
producirse con intervención de ambos indi-
viduos que componen la sociedad de ganan- 2. La comunidad y su naturaleza econó-
micamente desventajosa
ciales, esto es, de ambos cónyuges.
La necesidad de la unanimidad para enajenar o
Resulta claro, entonces que si el bien social gravar los bienes comunes, dificulta la circula-
pertenece a ambos cónyuges en cuanto suma ción de los bienes. La comunidad no es pues,
y no individualmente; es decir, cada cón- una situación eficiente, en la medida que no
yuge, singularmente considerado carece de permite una correcta asignación de bienes.
legitimación. Entonces, la disposición de un
bien social por uno de los cónyuges sin la Esto explica que el ordenamiento jurídico
intervención del otro es un supuesto que se permita que cualquiera de los copropieta-
asimila a la venta de bien ajeno45. rios pueda solicitar la partición (art. 948

42 MESSINEO, Francesco, citado por BENAVENTE MOREDA, Pilar. Ob. cit., p. 192.
43 VAZ FERREIRA, Eduardo, Ob. cit. Tomo II, p. 229. En el mismo sentido BARBERO, Domenico. Sistema del Derecho
Privado. Tomo II, Ediciones Jurídicas Europa, Buenos Aires, 1967, p. 452.
44 SILVA SEGURA, Enrique. Acciones, actos y contratos sobre cuotas. El problema jurídico y práctico de las acciones y
derechos. 2ª edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1985, p. 46.
45 Permítaseme remitir al artículo de mi autoría: “Nada es lo que parece: la compraventa de bien ajeno en el Código Civil y en
la jurisprudencia peruana”. En: Libro homenaje a Fernando Vidal Ramírez. Tomo II, IDEMSA, Lima, 2011, pp. 269-295.
46 Código Civil
Artículo 1540.- En el caso del artículo 1539, si el bien es parcialmente ajeno, el comprador puede optar entre solicitar la
rescisión del contrato o la reducción del precio.

233
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 31 • ENERO 2016

patrimonial. En efecto, la tradicional dis-


Comentario relevante
te tribución de roles en la familia, atribuyó a
del autor uno de los cónyuges (el hombre) el papel
de agente económico de la familia48 mien-
Si el bien social pertenece a ambos tras que al otro (la mujer) le correspondió las
cónyuges en cuanto “suma” y no indi- labores del hogar.
vidualmente; es decir, cada cónyuge, Rams Albesa, al respecto señala: “El pro-
singularmente considerado carece blema de la naturaleza jurídica de la sociedad
de legitimación. Entonces, la dispo- de gananciales se encuentra directamente
sición de un bien social por uno de relacionado, entre otras varias cuestiones,
los cónyuges sin la intervención del con la evolución histórica del papel de la
otro es un supuesto que se asimila a mujer en los negocios patrimoniales familia-
la “venta” de bien ajeno. res y las compensaciones jurídicas que se le
otorgaban en función de su inactividad ges-
tora (…)”49.

del Código Civil). Al respecto Díez-Picazo En tal sentido, con el fin de proteger al cón-
señala: “Esta atribución a cada comu- yuge que no tiene acceso al mercado, se con-
nero de la posibilidad de salir de la comu- sidera que debe sancionarse con nulidad
nidad imponiendo a los demás la división todos los actos de disposición en los que no
de la cosa común, es como sabemos, una intervenga.
característica fundamental de la comuni-
dad romana, en la cual con base en la idea Como bien señala C : “(...) se quiere
del carácter incidental y transitorio de esta subordinar la validez de cada acto a la pre-
situación y de su naturaleza económica- sencia de un doble consenso de los espo-
mente desventajosa, se concede a cada uno sos, lo que presenta el peligro de lentitud o
de los comuneros la llamada actio communi parálisis en la circulación de los bienes (...),
dividundo (...)”47. o posibles ostracismos del tráfico, con daño
di regreso a la familia, por todas las perso-
Si estos comentarios están referidos a la nas casadas y que viven en el régimen de
comunidad romana, debemos imaginar que comunión”50.
la comunidad germana resulta mucho más
perjudicial para la circulación de los bienes. Resulta evidente que con esta solución el
sistema de transferencia pierde coherencia,
La utilización de un modelo cerrado como puesto que el adquirente se encuentra obli-
la comunidad germana respecto a la socie- gado a verificar el estado civil del contra-
dad de gananciales tiene su justificación tante, pues esto puede determinar la frustra-
en la naturaleza protectora de este régimen ción de su adquisición.

47 DÍEZ-PICAZO, Luis. Ob. cit., volumen II, p. 775. En el mismo sentido AREÁN señala que: “el condominio no favorece la
circulación de los bienes ni propende a su mejoramiento” (AREÁN, Beatriz. Condominio. Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
1980, p. 72).
48 DÍEZ-PICAZO y GULLÓN sostienen que “la vida de la sociedad y su funcionamiento se encontraba organizado sobre
principios patriarcales (…)” (DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio. Ob. cit., volumen III, p. 170 y ss.
49 RAMS ALBESA, Joaquín. La sociedad de gananciales. Tecnos, Madrid, 1992, p. 33.
50 Paolo Cedom, citado por BENAVENTE MOREDA, Pilar. Ob. cit., p. 213.

234
ESPECIAL | VIII PLENO CASATORIO: LO QUE DIJERON LOS AMICUS CURIAE

3. Hacia una interpretación sistemática


de las normas de familia y las normas Comentario relevante
te
del tráfico del autor
El artículo 315 del Código Civil establece
la regla general del sistema de transferen- El artículo 315 del Código Civil esta-
cia, es decir, el principio nemo pluis iuris. blece la regla general del sistema
Por lo tanto, es necesario, en principio, para de transferencia, es decir, el princi-
la disposición de un bien social el consenti- pio nemo pluis iuris. Por lo tanto, es
miento del titular, el cual está constituido por necesario, en principio, para la dispo-
la suma de los cónyuges. Esto significa que sición de un bien social el consenti-
cada cónyuge considerado individualmente miento del titular, el cual está consti-
carece de legitimación. tuido por la “suma” de los cónyuges.
Pero hemos dicho que la legitimación es un Esto significa que cada cónyuge con-
requisito legal de eficacia. Por lo tanto, la siderado individualmente carece de
disposición de un bien social por uno de los legitimación.
cónyuges, sin la intervención del otro, no es
nulo, sino, en principio, ineficaz. También se
ha explicado que el sistema de transferencia se produce si se da el supuesto del artículo
flexibiliza el principio nemo plus iuris con 2014 del Código Civil.
la finalidad de reducir los costos de transac-
2) Si la cosa no es inmatriculable: se pro-
ción mediante la protección de la apariencia
duce la transferencia si se da el supuesto
y, por lo tanto, en ciertos casos ese contrato
del artículo 948 del Código Civil.
producirá el efecto translativo.
3) Si la cosa es inmatriculabe pero no
Así, en el caso de la transferencia de un bien inmatriculada: se aplica la regla general
social por uno de los cónyuges sin la interven- y el contrato aún siendo válido es ineficaz.
ción del otro, debe distinguirse dos hipótesis:
Cabe advertir que los supuestos 1) y 2) resul-
1) Que el adquirente conozca que el bien es tan de aplicación en la medida que se trate
social; o, de contratos translativos a título oneroso. Si
se trata de contratos translativos a título gra-
2) Que el adquirente no conozca que el bien
tuito se aplicará el supuesto 3).
es social.

En la primera hipótesis el efecto translativo IV. A manera de conclusión: ¿segu-


queda subordinado a conseguir el asenti- ridad jurídica vs. seguridad del
miento del cónyuge que no intervino. tráfico?

Si el adquirente no conoce que el bien es El intercambio de bienes y servicios en


social, debemos tener en consideración dis- una economía de mercado debe realizarse
tintos supuestos: de manera fluida pero segura, como señala
Bolás Alfonso: “Agilidad o celeridad y segu-
1) Si la cosa está inmatriculada a nombre ridad son dos valores del tráfico que se cohe-
del cónyuge que dispone: la transferencia nestan y actúan en forma equilibrada”51.

51 BOLÁS ALFONSO, Juan. “Presentación del seminario organizado por el Consejo General del Notariado en la Universi-
dad Internacional Menéndez Pelayo ‘La seguridad jurídica y el tráfico mercantil’”. En: La seguridad jurídica y el tráfico
mercantil. Civitas, Madrid, 1993, p. 16.

235
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 31 • ENERO 2016

Dentro de cualquier sistema de transferen- La seguridad jurídica subjetiva es la que


cia de titularidades debe buscarse la seguri- busca garantizar el disfrute de los bienes,
dad, la cual puede ser entendida, como bien entendido como: “La apropiación por parte
apunta Paz-Ares: “como la confianza de del titular del valor de uso y del valor de
que el aprovechamiento exclusivo del valor cambio del recurso económico sobre el que
económico de un recurso no está amena- directa o indirectamente recae”55. Esto sig-
zado por suerte ninguna de riesgos sustan- nifica que habrá seguridad jurídica subje-
ciales”52. tiva en la medida que exista confianza en
que el disfrute de un bien no está amenazado
Esta confianza puede alcanzarse básica- por conductas ajenas que lo perturben.
mente de dos formas:
La seguridad jurídica subjetiva, sin embargo,
1) A través de la seguridad privada, esto
tradicionalmente suele distinguirse por la
es, mediante la adopción de las más
doctrina en dos nociones contrapuestas: la
variadas medidas de seguridad. Así, por
seguridad estática y la dinámica o también
ejemplo, el titular de un predio, protege
conocidas como seguridad jurídica y seguri-
su bien a través de la construcción de
dad de tráfico, así se dice:
cercos, contratación de guardianes, etc.,
para disuadir a terceros de apropiarse o 1) La seguridad estática o seguridad jurí-
perturbar su propiedad; dica strictu sensu, busca la seguridad
individual; es decir, la seguridad del titu-
2) A través de la seguridad jurídica, esto es
lar evitando que la pérdida o la pertur-
a través del sistema jurídico.
bación del bien ocurra sin su consenti-
Las sociedades recurren a la seguridad jurí- miento; y,
dica debido a su menor costo en relación al
2) La seguridad dinámica o seguridad
que representaría el mantenimiento de un
del tráfico busca la seguridad econó-
sistema generalizado de seguridad privada53.
mico-social; es decir, la seguridad del
La seguridad jurídica a su vez presenta dos intercambio de bienes protegiendo al
manifestaciones: una objetiva y otra subjetiva. adquirente, de tal manera que la transfe-
rencia no se frustre por causas que le son
La seguridad jurídica objetiva es el producto desconocidas.
de la claridad y estabilidad de las normas
de determinado ordenamiento jurídico y de Podemos apreciar que, vistas de esta manera,
su eficiente administración de justicia, en ambas categorías se oponen, podríamos
otras palabras: “la seguridad jurídica obje- decir incluso que al inclinarnos por una de
tiva postula la existencia de un ius certum, ellas optamos por la seguridad de unos en
que permita al individuo prever y calcular detrimento de otros, en este sentido Bolás
cómo serán resueltos los conflictos y las con- Alfonso señala: “(...) son ideas que colisio-
tingencias que eventualmente puedan pertur- nan entre sí, pues cuando la segunda pros-
bar su programa de aprovechamiento econó- pera es detrimento de la primera, de forma
mico de los recursos54. que ambos valores normativos conviven

52 PAZ-ARES, Cándido. Ob. cit., p. 8.


53 PAZ-ARES, Cándido. Ob. cit. p. 11.
54 Ibídem, p. 12.
55 Ibídem, p. 13.

236
ESPECIAL | VIII PLENO CASATORIO: LO QUE DIJERON LOS AMICUS CURIAE

dentro del derecho privado en conflicto y


tensión permanente”56. Comentario relevante
te
del autor
A esta sensación de colisión Paz-Ares la
denomina “hipótesis de la repelencia”: la
La seguridad jurídica se establece
seguridad estática o seguridad jurídica en
en beneficio del titular del bien, en
sentido estricto, protege al que tiene mien-
tras que la dinámica o seguridad del tráfico, la medida que reduce los costos que
a quien quiere tener, así “la afirmación de un ocasionaría establecer medidas de
interés conduce irremediablemente al sacrifi- seguridad privada. No obstante, la
cio del opuesto”57. seguridad subjetiva, supone que el
titular del bien asuma un riesgo: el
Nosotros pensamos que debe armonizarse
que en determinadas ocasiones esas
ambas nociones; en tal sentido, hay que con-
mismas normas se vuelvan contra él,
siderar la seguridad jurídica subjetiva como
aquella que garantiza el disfrute de los bie- protegiendo a un tercero de circuns-
nes desde su adquisición hasta su extinción tancias que le son desconocidas.
incluyendo su posible transmisión. En otras
palabras, el interés protegido siempre es el
titular del bien y donde la llamada “seguri-
dad del tráfico” es solo un aspecto de dicha todos los casos citados de normas de protec-
protección. ción de terceros, recuérdese que su virtuali-
dad radica en el ahorro de costes para faci-
En efecto, como hemos dicho, la seguridad litar al titular del derecho el tráfico de sus
jurídica se establece en beneficio del titular bienes, limitando la necesidad de informa-
del bien, en la medida que reduce los costos ción para el adquirente”58.
que ocasionaría establecer medidas de segu-
ridad privada. No obstante, la seguridad sub- Algún lector podrá preguntarse de qué tutela
jetiva, supone que el titular del bien asuma se habla si el titular del bien corre el riesgo
un riesgo: el que en determinadas ocasio- de verse despojado de su titularidad, pre-
nes esas mismas normas se vuelvan contra cisamente en virtud de la llamada “seguri-
él, protegiendo a un tercero de circunstancias dad del tráfico”, pero sin duda alguna este
que le son desconocidas. es un riesgo que debe asumir en su propio
beneficio. En tal sentido Bolás Alfonso, nos
La seguridad jurídica protege el disfrute de dice: “El titular del derecho corre el riesgo
los bienes y la finalidad última del tráfico de verse expropiado por el juego de estas
es el disfrute de los bienes y servicios, en normas, pero estas normas están dictadas
tal sentido, la llamada “seguridad del trá- en su interés, para facilitarle el disfrute de
fico” supone también la simplificación, para sus derechos y su transmisión que, en otro
el titular en la disposición de sus bienes. Por caso, sería inevitable por razones de costes
ello, como señala Bolás Alfonso: “(...) en económicos”59.

56 BOLÁS ALFONSO, Juan. “La documentación pública como factor de certeza y protección de los derechos subjetivos en
el tráfico mercantil”. En: La seguridad jurídica y el tráfico mercantil. Civitas, Madrid, 1993, p. 45.
57 PAZ-ARES, Cándido. Ob. cit., p. 8.
58 BOLÁS ALFONSO, Juan. Ob. cit., p. 47. En el mismo sentido PAZ-ARES, Cándido. Ob. cit., p. 17.
59 Ídem.

237
GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 31 • ENERO 2016

En esta misma línea de pensamiento, en Ita- En conclusión, el artículo 315 del Código
lia, Mengoni ha dicho respecto a las adqui- Civil debe ser interpretado apreciando la
siciones a non domino que: “El problema proyección externa de la sociedad de ganan-
se desplaza por tanto sobre el plano de las ciales y, por lo tanto, tomando en considera-
relaciones con el titular del derecho (tercero ción las reglas del tráfico. Esto permite afir-
respecto a la enajenación), y bajo este per- mar que la disposición de un bien social por
fil se prospecta la exigencia que el interés uno de los cónyuges sin el consentimiento
de conservación de los derechos sea sacrifi- del otro es un contrato válido. La eficacia
cado, dentro de ciertos límites, al interés de de dicho contrato tomará en consideración
seguridad del tráfico jurídico. Este sacrifi- las normas de protección de la apariencia.
cio, siempre contenido dentro de una medida Con esta solución reducimos los costos de
equitativa, encuentra una contrapartida en información facilitando la circulación de los
la ventaja que indirectamente se deriva al bienes.
mismo titular en relación a otro, no menos
relevante interés: el interés de una fácil nego- Pero el beneficio también existe en la pro-
ciabilidad del derecho. La negociación de los yección interna, puesto que facilita a la
derechos es tanto más rápida y expeditiva sociedad de gananciales el disfrute de sus
cuando más los terceros están asegurados bienes el que comprende su transferencia. Es
contra la eventualidad de adquirir de un no cierto que con esta solución uno de los cón-
titular, y por tanto cuanto menos grave es la yuges corre el riesgo de verse expropiado,
carga de control del titular enajenante. Una pero dicho riesgo es el costo de la ventaja
rígida tutela de los derechos constituiría en que representa una fácil negociabilidad de
definitiva dañosa a los mismos titulares”60. los bienes.

60 MENGONI, Luigi. Ob. cit., p. 30.

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