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Caso Starbucks

En el caso de Starbucks, la empresa del grupo residente en Holanda -Starbucks Manufacturing-


que se ocupaba de vender y distribuir el café y el resto de los productos asociados, recibió un APA
en 2008, otorgado por las autoridades fiscales holandesas, que le permitió por un lado pagar a una
entidad del grupo – situada en Reino Unido y no sometida a imposición- un precio artificialmente
elevado por determinados servicios (know-how para la elaboración de sus cafés) y por otro pagar
un precio inflado a otra empresa del grupo situada en Suiza y sometida a una tributación reducida
(por los granos de café que utilizaba).

Con ello, se incrementó artificialmente los costes soportados y se redujo la base imponible que
Starbucks Manufacturing declara en Países Bajos, incrementando por otro lado el beneficio
atribuible a las entidades del grupo que no tributaban o lo hacían a un tipo inferior al holandés. La
Comisión solicitó a Holanda la recuperación de ayudas por la cantidad de 30 millones.

Tanto la entidad como las autoridades holandesas presentaron varios argumentos.

 El primero cuestiona que la Comisión pueda analizar desde las ayudas fiscales un método
reconocido en un APA.
 El segundo cuestiona los argumentos presentado por la Comisión para considerar que la
aplicación de un método determinado distinto del arms length pueda considerarse una
ventaja económica selectiva.

El Tribunal General en la presente resolución ha dictaminado que la Comisión puede analizar


desde la perspectiva de las ayudas de estado los APAs sin por ello ir más allá de sus atribuciones.
En relación al segundo argumento ha considerado que la Comisión no ha probado en su decisión
que el método reconocido en el APA confiere una ventaja económica selectiva y si no se
demuestra de forma suficiente y sólida, no puede presumirse que un determinado método
confiera automáticamente una ventaja selectiva.

Caso Fiat

En el caso Fiat, tanto la entidad como las autoridades luxemburguesas presentaron varios
argumentos.

 El primero, que las ayudas de estado no pueden analizar cuestiones fiscales porque con
ello se pretende llevar a cabo una armonización fiscal encubierta por parte de la Comisión.
 El segundo argumento se refiere a que la Comisión erró al cuestionar que el método
utilizado por la entidad (TNMM) pudiera otorgar una ventaja económica a favor de dicha
entidad y el tercer argumento cuestiona si este método en todo caso pudiera, pese a
reconocerse la hipotética ventaja económica, ser considerado selectivo.

El tribunal General en su resolución recuerda que hay jurisprudencia reiterada que reconoce que
las ayudas de estado pueden analizar cuestiones fiscales y tax rullings otorgados por las
autoridades fiscales si de ellos se deriva una menor tributación y con ello no se pretende una
armonización encubierta.

Posteriormente reconoce que el método reconoció en el tax rulings confiere a la entidad una
ventaja económica no justificada y que dicha ventaja es además selectiva dado que el resto de las
entidades que operan en Luxemburgo no gozan de dicho tratamiento y deben someter a
tributación sus beneficios de acuerdo con la legislación luxemburguesa. La selectividad viene
definida cuando un Estado aplica medidas fiscales de diversa índole, que benefician de iure o de
facto a uno o varios operadores económicos específicos frente a otros en una situación jurídica y
fácticamente comparable.

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