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a l a

m a n e r a
d e l p i g u c h é n
a la manera
del piguchén
ara arias
higuera ardiendo

en las piernas de un niño roto


la prótesis

avanza tullido
baj o un disfraz de guerrero ciego

avanza infecto
sigue rascándose la marca

avanza la noche
de la higuera ardiendo

las amo
las amo tanto, dij o
(M. A. N)

a la manera del piguchén

tras la estampida
llega la noche
destilada.
apenas

degullar pan de ceniza


la suma de las extremidades
el mentón
ahij ado del trigo de la araña

le tej e a ratos
el manto que cubre su ruina:
piedras amontonadas
que amurallan la ribera
de un río invisible

magullones en las rodillas


se hinca
el peregrino estival
apenas pasa un día
en un itinerario guiado por las abej as
un día que se cuela
por la ventana de un segundo piso

volver al maúllo
pidiéndole al santo
que el rezo valga
la pena.
el cuco vocinglero

el paire por el padre


el caule por el cable
el pauto por el pacto

amén de los siete días


escucha la voz de la posesa
espasmo el galope la mano espasmos

patitas invisibles en la escalera


un remolino
sin nombre un páj aro arrima
cuenta que despierto
soñando que un tren cercano
a las cinco
llama a un viaj e
sin riel

( el día tiene el color de los párpados)


rafael

de poco dormir
y de toscas tristezas
en trescientas casas inundadas
adentro
sus dueñas inventan cuentos
de que un día el río
refalaba sin andamios

tras la inundación
deditos perdidos de un niño manco

pide para sí la negrata


el caule que trae las palabras
que no conocemos
apenas la lengua se traba
el soplido del durmiente
trabilla niña ingrata
es llevada a los lugares
en donde la estela de un día lej ano
o el día anterior estampó

pide para sí
y la plegaria es escuchada
dormirando el resquebraj ado pasar
de los que lamen sus párpados:
los oj os, la maleta y el vestido
muestran lo que no es
olor a metal y a sangre seca
sombralada de un peregrino estival

para sanar, oculta


el ángel que vino
en un terrible sueño.
cuando el chucao canta

pellej a, pellej a el paj ariuco


trae el claro la ventura
si trina ronco a la mala
Ellos, han truncao a un niño tonto
y con el gesto del enamorado
cosieron sus fauces
y trabaron su lengua

pellej a, pellej a el paj ariuco


aúllan las chillpilas al poniente
tej en convulsas
lo que en un tiempo
llamaban herej ía
Ansiosas de verle
desean morir

pellej a, pellej a el paj ariuco


tira al sueño los rincones
davitú, quelquevú
buscan de memoria
lo cubierto por el barro
davitú, quelquevú
casi me muerdo
el nombre.
( la octava nota)

la cuerda de una guitarra


que suena la mano invisible
de una bruj a salida del mar
dos humos rebote, sahumera
entona el canto nocturno
de cumpleaños
gaviotas que se burlan
graznando el vuelo
pobres niños durmientes
suben a la roca más alta
y las olas nos dicen buena suerte
buen viaj e y engaña.
pero a quien no mira
bien
apretamos los oj os
para saber ver
que si no tiene fantasía
no sabe ver repite
la espuma
repite.
la collulla

ciega la de ocho patas


en la pelea invisible
con el sol amarillo

lej os en la casa
vienen ellos
a buscarme
no me dej an escribir
dicen que vienen
y llegan al mes siguiente
con aliento a feligrés enamorado
o llegan hoy
en el ruido de una conversación
con patas y cabeza
de buey ensangrentado
pasaj es que llevan
a ninguna y todas las partes
una habitación
con dibuj os en las paredes
rayas de un j ardín pantanoso
olor a purén y risotadas a contraluz
sentir deseos de perder en el caudal
como la fIgura víctima del San Isidro
que una vez fue castigado
por una horda de campesinos sin casa

porque no llovía

y ahora que llueve


perdida, santa y collulla
al favor de la corriente
vimos un incendio el otro día

sigo con rabia


o rencor o envidia
hicimos una carrera
y lo que hice con la mano
lo guardé en el caj ón

historias que me contaba


antes de dormir
cuando se acaben las flores
el agua oscura
pero es mentira
hacer ruidos y moverse
muy mentira

¿cómo era antes?


me pidió leer un sueño
o lo que sea esto

niña del castaño


anoche fue de amor
pero no dij e nada
aguamiento

decían que se había comido un vaso de vidrio


entero, que se lo sabía zampado hasta la
simiente. por fiarle el alma al mandinga, se perdía
en los portales, esos nombres que enamoran: el
Tonto azulado callaba y entre un sordo rechinar
de dientes, le decía bien despacito al oído estaca,
estáca, mirando al cristo que colgaba de la pared
con los brazos abiertos. abrasada, le pasaban los
días, hasta que llegaba el otro. Nito-nito, le torcía
a besos la espalda, y lloraba con toda sus fauces
como si fueran puertas. Nito, nito, bonito. o
c é a no. le leía el pensamiento, niña, no le
guarda lealtad a nadie.

a la endemoniada de ese Santiago de 1857


plegaria a san goloteo

a veces me quedo bien quieta tapada


de la mañana a la espera del violento
san goloteo de las ventanas:
un helicóptero invocado
por el secreto
de un obj eto implosivo
en el corazón
de un pasaj ero anónimo
se mete muy dentro
de mí retumba
los párpados
las sábanas la mortaj a
de tanto san
goloteo
perdono el paso del sol.
scarlet

los años de su infancia


se amontonaron entre las cruces
y las manos blancas
de las monj as con cara de pan
en ese entonces
yo conocí a la Scarlet
Scarlet la del puesto de adelante
Scarlet la huerfanita
Scarlet pobre scarlet
la misma que a falta de sus papis
le robaba un sacapunta de barbie
porque quería ser rubia y feliz
como ella
la que le robaba los lápices de colores
cada uno de los doce colores
uno por uno
para pintarse su carita desteñida
en las hoj as del cuaderno
que nunca fue de ella
scarlet tira las mesas
Scarlet la niña-niño
tenía el pelo tan corto
tan corto
para que los pioj os y las liendres
no invadieran su cabeza
con esas maj estuosas ciudades
y era flaca
tan flaca
que se parecía a esos niños tristes
dignos de la teresa coprofágica de los
andes

Scarlet el niño-niña
la del delantal pequeño
un recreo la seguí al baño
agachada debaj o del cubículo
parada o sentada
sentada o parada
sentada sentada
sobre el escupo de sus compañeras
ándate a otro colegio
que este es de muj eres
ándate a tu orfanato
que acá todas tenemos papás
sentada la Juana sin arco
en su niñez con pelo corto
sentada sobre el sin milagro
Scarlet
no sé como se escribía
con doble t
quizás
Scarlett
Scarlet en los pasillos del miedo
no mira atrás
ahora tiene el pelo largo
y por donde camina
va dej ando pedazo
pedacito de burla, cruz y delantal.
veranito de san j uan

pasa que después


de la noche más larga
termina de apagarse en el camino
el destello de una luz perplej a
los rezos que embolinan la perdiz
el miedo ese
a la última estrella de la mañana

me quiebro la espalda
y canto en forma de arco
como un murmullo
que aprendí de memoria
yo restauro yo reconstruyo
yo ando así rodeada de muerte
murmurando
retrocedo las imágenes
sueños con olor a sangre seca
santas perdidas en el cauce
de los ríos
una habitación
sus oj os y una niña
y como el murmullo
que aprendí de memoria
perdida, la que regresa
encuentra, la que es llamada

ella supo entonces


que tenían el corazón
como cosido a la tierra.
B
cuando no está
la imaginan como un animal

primavera-2018

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