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Uno.

Las primeras concesiones veniales: el celibato piden la renuncia que desde el primer
momento se presenta como bastante difícil. Es totalmente normal que un joven normal ciento las
exigencias de la naturaleza de su propia necesidad afectiva o siento el peso de la soledad. Si no
experimenta todo esto, quiere decir que no es del todo normal. Por otro lado, es así como
comienza descubrir que significa ser virgen por el señor, y a decidir hacerlo de verdad punto y
aparte.
La conciencia en este estadio está totalmente atenta, reconoce lo que está sucediendo y no puede
dejar de experimentar una cierta inquietud, pero no supera diciendo sé que en el fondo es una
exigencia legítima. Se trata de gratificaciones pequeños, totalmente ilícitas. A fin de cuentas, uno
se sienta mejor, así que también Dios Está contento. Aunque la conciencia está vigilante, no tiene
la lucidez suficiente para llamar a las cosas por su nombre, suele ser el primer paso de un
dinamismo que lleva lejos de ti y del propio nombre.
Página 69 y 70.

Dos. Repetición y nacimiento de las actitudes: la persona se siente autorizado a adoptar un tipo de
comportamiento siempre que advierte dentro decí cualquier situación o inquietud afectiva ligada
a la sensación de estar solo, de sentirse insignificante o abandonado. Entonces repite y repite. La
repetición es muy importante en los procesos psicológicos: crea familiaridad con el
comportamiento de qué se trata, lo hace cada vez más natural y espontáneo. Egosintónico, quiere
decir que la repetición atrae y orienta cada vez más al sujeto a ver y a sentir como normal,
atractivo y bueno ese modo de obrar, mientras que este queda cada vez más reforzado con cada
repetición. La conciencia permanece todavía vigilante pero seguirá sintiendo inclinado a confirmar,
de una manera cada vez más segura y firme, la bondad de lacto hola conducta que se está
repitiendo. Eso conciencia crítica tendrá a ir desapareciendo a medida que tales concesiones se
repitan, la repetición consigue que, a los ojos de la persona, al final Todo quede justificada y
bendecido. Aquellas concepciones veniales le parecerán un modo natural de actuar y reaccionar.
Continuará su resistencia a llamar a las cosas por su nombre.
Escándalos y abusos sexuales 71 72 punto y aparte

Tres. Hábitos información de la sensibilidad: el paso de la repetición Alamito es corto, pero no lo


es si consideramos lo que sucede en el mundo interior de la persona. El hábito no sólo convierte
en algo normal y pacífico un determinado comportamiento, sino que de una manera permite Al
sujeto no pensar mucho en ello, ni tener que hacer una verdadera opción, detenerse a
preguntarse y discernir. Una presión interna orienta ya en una determinada dirección. El sujeto
vierte la presión, las vierte hasta tal punto que le parece completamente normal y natural
satisfacerla. La sensibilidad es orientación emocional que imprimimos a nuestra existencia y a
nuestra persona en diferentes áreas a partir de las experiencias pasadas y de las opciones que
seguimos haciendo. La sensibilidad no es una cortada que justifica lograr, por qué cada uno, en
este sentido, es responsable de la sensibilidad que encuentren cinismo, tiene la sensibilidad que se
merece y que lentamente se ha construido y continuar construyendo se. Por este motivo cada
elección es importante y deja su señal, porque en cada ocasión, significa orientar la energía en una
dirección determinada. La sensibilidad es consecuencia de toda decisión, implícita o
explícitamente, importante o trivial, conciente o incociente. En esta fase la conciencia comienza a
depender del impulso. Escándalos y abusos sexuales página 72 y 73..

Se piensa que el celibato es algo frívolo y banal, Según esta interpretación, el compromiso no
quedaría desmentido por gratificaciones pequeñas, por esa razón al individuo que sufre
abstinencia y que esto no afecta en el fondo a la opción de vida, al contrario, le ayuda a
mantenerlo. Esta idea es absolutamente falso, la opción virginal los obligatoria queda
comprometida . el problema , Está en no darse cuenta, en una inconciencia a medio camino entre
el no querer ver y el no poder ver. La conciencia p arece incapaz de oponerse a la tendencia
impulsiva y de emitir un juicio que debería tener otros puntos de referencia.
Página 70 y cuatro.

Cuatro ambigüedad: esta dirección los deja progresivamente decide entidad y su verdad, y lo
conduce a una deformación de su sensibilidad y hacia una correlativo insensibilidad frente a los
valores ligados a su mismo identidad y verdad. Esto se produce en tres ámbitos particulares:
insensibilidad relacional, se orienta hacia una atención privilegiado asimismo, a las propias
necesidades. Poco a poco lleva a usar a los otros para las propias necesidades y carencias. En este
momento quizá no se den todavía verdaderas transgresiones y mucho menos escándalos, pero se
ha instalado o se está instalando en la sensibilidad relacional de la persona un principio de
actuación ambiguo y peligroso. El plano se inclina peligrosamente si el individuo se obstina en ver
y juzgar sus propios comportamientos sólo con un criterio legalista moralista y no pasa al criterio
psicológico espiritual. Encontramos un ejemplo en la que puede considerarse una compensación
muy frecuente en el campo de la sexualidad: la que viene garantizada por la multiplicación
ilimitado de las posibilidades de gratificación ofrecidas en este terreno por los medios de
comunicación, internet, Videos, contactos en redes sociales que permanecen ocultos. Es una
búsqueda de gratificación que aplica a la letra el principio de usar a los otros. Una acción de este
tipo jamás puede ser considerado como expresión de un corazón que quiere mantenerse célibe
por el señor, con la búsqueda división de pornografía en la Red, que reduce al otro apuro objeto
de placer. Página 75 a 80.

La expresión hay cosas peores, oculta otro mecanismo de defensa, mediante el cual el individuo le
quita valor y gravedad moral a un determinado gesto o comportamiento simplemente
comprándolo con algo que es considerado más grave y que él no ha cometido. La otra de
formación de la sensibilidad se produce en la relación con Dios. No puede pretender tener esa
peculiar experiencia de Dios que sólo es accesible para que no septo estar a solas con Dios solo.
Para alcanzar esta presunción, es necesario aceptar que hay que tocar ese fondo, es Decir,
respetar la soledad, vivirla, no contaminarla, sino aprender a escuchar el silencio. Porque sólo
entonces el individuo comienza a desarrollar los sentidos espirituales que es imposible sentir a
Dios, verlo, escucharlo, tocarlo, estar en su compañía, gustar su presencia, reconocer su voz, esa
que sólo se escucha en el silencio total. Si he saturado y nutrido los sentidos con un determinado
alimento , Mal educándolos con un determinado tipo de sabores, si por la mañana se despierta
con la boca todavía saturada de esos sabores, con el mal aliento y la sensación de pesadez que
causa un atracón controlado, no puede pretender apreciar otros gustos, ni que su sensibilidad se
sienta atraída de otra manera, divinamente.
Pues tú no 82 punto y aparte si sentidos y sensibilidad camino en una dirección opuesta a la
identidad propia del virgen o se le ve por el reino como es absolutamente normal que desaparezca
en el sentido de la intimidad con Dios y la familiaridad con los valores del espíritu, y que en vez del
enamoramiento de Dios se presenta en primer lugar la frialdad en relación con él y la sensación de
extrañeza, después la oración reducida a un deber y el ministerio a una carga, y finalmente
cualquier otro tipo de enamoramiento. La sensibilidad está hecha de energía qué quiere decir ante
todo dinamismo, y puede llegar a ser pasión, fuerza interior orientada y orientador, lugar de
acción de la gracia y de su correspondiente respuesta humana. Si va o la orientamos en una
Determinada dirección, la partamos de la otra, aún cuando siempre queda la posibilidad teórica de
invertir la dirección o de comenzar a cambiarla. Página 83 .
Cinco. automatismo: si no existe desde fuera alguna intervención adecuada que incite a cambiar,
poco a poco las gratificaciones y las concesiones afectivos y afectivos sexuales se hacen
automáticas, como si se activó hacen solas, anticipándose, y abortando la conciencia y las
decisiones del sujeto, o incluso impidiéndole en la práctica tomar conciencia de lo que realmente
está sucediendo dentro de él y elegir un comportamiento libre y responsable. Con el automatismo
sucede en realidad algo nuevo, la persona entra en una situación en la que ya no es dueña de sí
misma, simplemente porque ya no es libre, Porque él no intervino a su debido tiempo, cuando
podía y como debía haberlo hecho. Si antes tales concepciones podían procurarle un cierto placer
o satisfacción, ahora ya no es así. La compensación promete libertad y relajación, pero crea
dependencia e insatisfacción. El sujeto se vuelve incapaz de gozar E incapaz de sufrir. No sabe usar
verdaderamente quien no conoce el sufrimiento, lo mismo que no sabe de la esperanza que no
experimentado jamás la desesperación. Página 83 87.

A medida que se adentra en el plano inclinado la persona pierde progresivamente de la libertad de


percibir sus propias contradicciones y su propia falsedad, no ve su propio mal y coma si lo ve, lo
justifica y le quite importancia, no percibe su gravedad, no experimenta vergüenza alguno con
relación así mismo, y sobretodo, si es creyente, no lo reconoce delante de Dios, y por
consiguiente, no lo sufre, no lo llora. Página 87.

Isaac de Nínive dice que quien conoce sus propios pecados es mayor que aquel que con su oración
resucitar a los muertos. Quien llora una hora por sí mismo es mayor que tiene enseña a todo el
mundo. Aquí en la King lees dado conocer la verdad sobre sí mismo es >aquel a quien se le ha
concedido ver a Los Ángeles. Página 87.

Puede darse el fenómeno en cierto modo inverso. Siempre con la intención de defenderse y de
eludir la verdad. Es lo que sucede con el célibe que va subiendo un comportamiento sexualmente
agresivo y que, para justificarse o convencerse de que no hay ningún problema, puede llegar hasta
el punto de hablar sin parar de la belleza de la castidad, y en ocasiones ser muy riguroso en lo que
propone o exige a los demás en este tema . Éste mecanismo de defensa le permite continuar con
un estilo transgresor pero gratificante, sin decirse la verdad e incluso tranquilizando sé sí mismo.
Página 89 y 90.

Señales indicadoras: hablar siempre de estos temas, la lengua bate donde el diente duele,
especialmente en los niveles oficiales, como en las homilías, Y ser excesivamente severos con lo
que se pretende de los demás, especialmente si se tiene un cierto poder o responsabilidad sobre
ellos. Página 90.6. Haciendo escándalo: el sujeto se orienta fatalmente Al camino en direcciones
hasta ese momento desconocidos y que nunca antes se siguieron, llegándose al punto más bajo.
Se sabe de donde se parte, pero no adonde se puede llegar. Hasta el punto de caer en ciertas
desviaciones sexuales de diversa gravedad: desde la gratificación frecuente, que degenera en
dependencia , Del impulso sexual genital, homo o heterosexual, A varias formas de doble vida,
desde la tendencia sistemática a consumir pornografía, a las diferentes formas de parafilia, que
conducen de forma irremediable al aislamiento, sin excluir las consider adas gravemente
patológicas, en las que la conciencia o sensibilidad moral ha llegado en la práctica a una total
dependencia del impulso. Página 91.
Clínicamente se reconocen Como las mayores formas de parafilia las siguientes: exhibicionismo,
fetichismo, fortísimo, pedofilia, pedofilia de fijación o de regresión, masoquismo, sadismo,
fetichismo de travestismo, voyeurismo..

Página 90 y dos.

No hay que olvidar que a esta dependencia ha llegado poco a poco, no era dependiente al
principio, cuando se contentaba, por así decir, con simples contactos y leves gratificaciones. Ha
llegado hacerlo repitiendo esas modalidades relacionales y llegando, paso A paso, formas de
intimidad más comprometedoras y transgresivas. Página 94.

En cualquier caso, resultaría demasiado cómodo irrespetuoso con la verdad, interpretar todo
como una expresión fatal e inevitable de condicionamientos patológicos. Página 95.

Es consecuencia de un estilo de vida que el principio condescendía tan sólo con algunas leves
exigencias Y necesidades psíquicas, después se fue tornando ambiguo y cada vez más equivoco,
hasta que llegó a ser engañado condicionado dominado por el sistema de la compensación. Sería
ilógico y de nuevo estúpidamente defensivo querer reducir el fenómeno a una patología. Y sería
aún más defensivo y absurdo hacerse los ofendidos y emprender la contra quien presuntamente
estaría orquestando un plan para atacar a la iglesia y aprovechar el asunto acaso con fines
económicos. Y el punto central no es la pedofilia en cuanto tal o la transgresión extrema, sino el
fenómeno de la compensación o de las compensaciones, por qué pueden ser varias, o el de una
vocación sacerdotal o religiosa o una virginidad por el reino vivido solo gracias a estas estrategias
defensivas. Por lo tanto, débil, vulnerable, incierta y estéril, poco apasionada y menos aún amada,
escasamente creíble e incapaz de transmitir nostalgia de Dios, lleno de compromisos y falsedades,
Soportada como ley y sufrida como maldición. Página 95 y 96

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