Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Actividad 4 Evidencia 3
Actividad 4 Evidencia 3
EL RIESGO EN LA EMPRESA
Risk Rating
Una vez hemos categorizado y determinado los riesgos que pueden ocurrir en
nuestra Cadena de Suministros, hay que dotarla de una valoración objetiva. Esta
valoración comprende fundamentalmente dos valores: Probabilidad e Impacto.
La combinación de ambos nos ofrece un rating del riesgo, y nos ayuda a
comprender mucho mejor dónde una organización debe poner sus esfuerzos.
Probabilidad: Es la probabilidad de que ocurra el evento. Para ello se crean
diferentes categorías y se el asigna una probabilidad. (de menor a mayor
probabilidad).
Impacto: Representa la magnitud de la pérdida (o ganancia). Igual que lo anterior,
existen diferentes categorías y magnitudes del impacto.
En ambos casos, es la empresa la que realiza la clasificación y da los
correspondientes valores a las categorías.
Risk Rating = Probabilidad x Impacto
La combinación de la probabilidad de que ocurra y la magnitud de la pérdida nos
da como resultado una matriz como la que se representa a continuación. De esta
forma, los riesgos se pueden cuantificar y valorar, ofreciendo una herramienta de
gran facilidad de construcción en la que se puede ver dónde se deben poner los
esfuerzos humanos, técnicos y financieros para mitigar los riesgos.
Así, como se puede ver en la matriz, el valor del riesgo para un determinado
suceso que sea Probable y con un impacto Extremo tendría un valor de
30 % x 80 % = 24 %
Los riesgos pueden ser catalogados de una forma más general como Riesgo Bajo,
si se encuentra en la zona blanca, Riesgo Medio, si está en la zona gris y Riesgo
Elevado, si está en la zona azul.
Categorías básicas del Riesgo
Análisis cuantitativo del Riesgo
Un análisis cuantitativo nos ayuda a valorar de forma económica el efecto del
riesgo en un negocio o parte de él. Este tipo de análisis ofrecen
resultados cuantitativos, por lo que reducen la incertidumbre y proveen de una
información más clara para valorar los costes a emplear.
La valoración del riesgo se realiza de forma individual, dando como resultado un
nivel agregado por áreas funcionales u operacionales.
Un análisis de cuantificación solo se debe realizar en aquellas categorías de las
que dispongamos datos reales y fiables. Por lo que no es conveniente aplicarlo si
no disponemos de datos suficientes para su valoración real.
La fórmula básica para valorar el riesgo es la Expected Monetary Value (EMV)
EMV = Probabilidad x Impacto x Coste
La diferencia con la fórmula del Risk Rating es que la representamos en términos
monetarios.
Por ejemplo, si un determinado riesgo tiene un coste estimado de 100.000 €, y una
probabilidad x impacto del 10 %, podemos estimar que el riego supone un valor de
10.000 €
EMV = 100.000 x 10 %
Acciones Preventivas y Correctoras
Las acciones preventivas son respuestas diseñadas antes de que un riesgo
ocurra. La intención es responder de forma proactiva antes que esperar a una
respuesta urgente.
Las acciones correctivas son respuestas diseñadas una vez el riesgo se ha
producido. El objetivo es minimizar el impacto monetario, físico o de reputación
ante el evento producido.
Por lo tanto, en el diseño del plan de riesgo se debe contemplar ambas acciones.
En el siguiente cuadro podemos ver un ejemplo de un cuadro resumen de los
riesgos detectados en una empresa.
El Plan de Contingencia
Finalmente, una vez hemos identificado los riesgos de la Cadena de Suministro,
se han cuantificado y valorado los mismos, se debe establecer un Plan de
Contingencia que asegure la continuidad de las operaciones. El plan de
contingencia incluye de forma detallada instrucciones y planes para restaurar
servicios o procesos claves de la organización (lineas de comunicación,
electricidad, disrupciones generales el producción, caídas en sistema informáticos,
huelgas, etc,,,). Por lo tanto, debe recoger aspectos clave que realmente
supongan riesgos elevados.
Todo plan de contingencia debe ser comunicado y previamente ensayado. Es muy
importante que todas las personas involucradas conozcan los detalles para que se
trabaje de forma coordinada sin necesidad de dar más instrucciones de las ya
expuestas en el plan.
Algunas buenas prácticas a tener en cuenta.
(I) Los planes de contingencia deben recibir siempre el soporte de la Dirección
(II) Preparar un reporte detallado del impacto real en caso se produzcan los
riesgos con costes. Este reporte también debe incluir los tiempos de recuperación
previstos.
(III) Actualizar de forma periódica los planes de contingencia
(IV) Asignar responsables que garanticen la aplicación del plan en caso de que
ocurra el suceso.
(V) No apoyarse en inventarios extras. En algunos sucesos, se necesitarán
procesos alternativos para mantener la actividad.
(VI) Asegurarnos que nuestros proveedores mantienen también planes de
contingencia. Las responsabilidades son compartidas.
(VII) Si nos aprovisionamos en países exteriores con probabilidad alta de
desastres naturales o conflictos, tener siempre preparado planes alternativos con
fuentes de suministro más estables.
(VIII) Mantener siempre los planes de contingencia actualizados y entrenados a
los empleados que participen en dichos planes.