Está en la página 1de 2

Territorios en movimiento y memorias en el sur.

Por Fernando Guerrero F.


Emoción
Me pregunto: ¿qué hacer con la memoria de los abuelos en estos tiempos de
olvido?¿cómo leer el territorio en el encuentro de saberes?

Hace un par de años, taita efren Tarapues nos decía a un grupo de amigos que
habíamos venido al encuentro con el pueblo de los Pastos: cada lugar tiene memoria, cada
sitio sagrado se despierta cuando se sabe leer esa memoria.
Fue así como iniciamos un recorrido por diferentes sitios sagrados de este territorio:
putiznan, tulpud, guachavez, tekalacre, mayasquer, la tungurucha, esnambud, ñangimbu,
cuyimba, chaitan, potosí, rumichakas, los machines entre otros. Cada sitio fue tejiendo un
hilo de pensamiento que nos condujo a escuchar voces y memorias del territorio.
Escuchamos mayores, mayoras, tejedoras, sabedores, sobanderos, médicos
tradicionales, autoridades; escuchamos el viento frio de los paramos, la sequedad de los
guaicos, la honda música de los abismos de este territorio. Nos detuvimos a escuchar el vuelo
de las aves en las lagunas, el paso de los ríos entre peñascos, la lluvia de invierno y el viento
del verano.
Cada época tenía una historia, una palabra que nos sumergía en esa profunda memoria
del territorio, fuimos escuchándolas voces de la tierra y de lo profundo de la tierra, nos
deslumbramos con la luz roja del atardecer que cae tras el Cumbal y el chiles; nos encantamos
en la salida del sol por males, justo donde los paramos crean otras visiones del territorio y de
quienes en el habitan.
Fue así que poco a poco se fueron construyendo historias y relatos que se han ido
dejando en cada uno de los documentales que hemos venido acompañando.
Lucia moreno en Muellamués nos había contado que en sueños sus mayores habían
llegado a enseñarle la importancia del sitio sagrado de Tulpud, y así nació el documental
tulpud: cerro negro de alimento espiritual, el cual acompañamos por cerca de 7 meses, mientras
aprendimos que para cortar la madera, el cuayar, llevar las piedras y organizar el espacio, había
que leer los tiempos lunares y solares que hay en el territorio. Aparte del proceso de mingas
que se dieron en el territorio, donde la autoridad organizo a sus comuneros para que presten
la mano en este trabajo comunitario.
Durante este caminar, escuchamos la palabra de Don Cervelion Micanquer en
Muellamués, a quien posteriormente visite con la replica de un bastón Pastos muy antiguo,
un bastón con 3000 años de antigüedad y en el cual se encontraba graficado la imagen del
dios del rayo Catequil; al mirar este bastón, don Cervelion dijo una frase que marco el rumbo
de un amplio trabajo de indagación de la memoria pastos: “los bastones tienen los millones de
energías que habitan en el territorio” esta frase, los millones de energías que habitan en el
territorio y que están en el bastón, hizo que en conjunto con amigos del territorio, entre ellos
taita Efrén Tarapues, don Porfirio Piarpuezan, don Julio Paguay, don Francisco Chapuel,
don Camilo Pai del pueblo Awa, mama Sonia Gómez y Taita Camilo Quispe del pueblo
Quillasinga y entre ellos la autoridad de este resguardo taita William guadir, nos
acompañaron en la realización del documental Kamashik: el camino del bastón. Documental en
el cual se recordó y reactivo las memorias de los momentos de la sacada espiritual de madero
en lo profundo de la selva; la velación de este en compañía de las comunidades; la siembra de
este en los altos cerros; y, la toma de bastón con los millones de energías que habitan en el
territorio. Ritualidades que están en el territorio y que se mantienen con gran fuerza, dando
un mensaje distinto del camino del bastón para los pueblos indígenas.
Durante este caminar, la palabra y sabiduría de taita Efrén Tarapues ha sido un puntal
del pensamiento que hemos logrado dejar plasmado en estos trabajos documentales, y es a el
a quien precisamente se le dedica uno de los documentales que serán de gran importancia
para las generaciones que vienen: “tugta: pinta de pensamiento”, documental en el cual no solo
se narra el camino de una de las autoridades mas importantes para el pueblo de los pastos,
sino que se deja plasmado en este trabajo, el caminar de alguien que ha aprendido a leer,
escuchar y comunicarse con el territorio conservando la tradición y legado ancestral que como
pueblos de los Pastos se tiene.
Este es quizás un breve recuento del proceso que hemos caminado, del habitar el
territorio en la memoria de los seres de lo visible y lo invisible.
Caminar la palabra es caminar las memorias que están en cada territorio, por eso, estos
trabajos son solo una ventana al gran conocimiento que como pueblos indígenas tienen, y
quizás, las generaciones que vienen, encuentren en estos trabajos, la memoria, vida y sabiduría
que aun se mantiene viva en estos momentos de crisis.
Vienen transformaciones en el territorio, han llegado pensamientos foráneos que nos
han dejado en el umbral de las decisiones: caminamos hacia el futuro con la memoria del
territorio latente en nuestro pensamiento, o poco a poco vamos caminando con el
pensamiento foráneo que va dejando de lado la importancia de estas sabidurías y tradiciones
ancestrales.
Este proceso nacido desde el encuentro de amigos que han acompañado procesos
comunitarios, se consolidó en la productora Kunturi films, en la cual, Diana Moreno, Lizeth
Rodríguez, Pablo Trejo y mi persona asumimos la gran responsabilidad de realizar estos
proyectos audiovisuales que ahora se convierten en un proyecto de memorias que tomaran el
rumbo que las comunidades definan.
Varios amigos que aportan enormemente al audiovisual en estos territorios han
acompañado este proceso: Carlos Puerres, Mauricio Telpiz, Maryori Ceballos, Jesus Bucheli,
Diego Ortega, Arvey Enriquez, Andres Huertas, Andrea Trejo, Liliana Guadir, Esneida
Reina, Lizando Chaucanes, entre muchos otros, quienes desde siempre han asumido que el
audiovisual no es solo registrar imágenes, es ser parte de un proceso en el cual la memoria
mantiene vivas las tradiciones y saberes de los pueblos indígenas.
Un pai a todos y cada uno de los que se citan al encuentro entre memorias e imágenes,
un pai para las generaciones que vienen y los conocimientos que seguirán activándose al andar:
Que las memorias del territorio, sean el libro de la vida que no dejemos de leer.

Ciudad de Ipiales, junio 17 del 2019.


6:02 a.m.

También podría gustarte