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Revisión Bibliográfica

El juego como estrategia en la intervención de Terapia


Ocupacional en el/la niño/a.
G. Belén Ramírez Cifuentes.

Introducción

Desde sus inicios, el quehacer de la Terapia Ocupacional en el área infantil ha sido


uno de los pilares en el desarrollo de la disciplina. A lo largo de más de cincuenta años de
profesión en Chile, los servicios de Terapia Ocupacional han crecido exponencialmente.
Específicamente en la infancia, existen condiciones que han permitido la sobrevida
de niños y niñas (N.N.) con cuadros médicos complejos, como enfermedades
degenerativas, traumatismos por accidentes y prematuros extremos, entre otras. La
disminución de la tasa de mortalidad infantil, de 33 muertes por 1.000 nacidos vivos en los
años 80, ha disminuido a 7,4 en el 2010 (Ministerio de Salud, 2011). Este escenario ha
presentado nuevos desafíos para la Terapia Ocupacional, que demanda formas nuevas de
intervención para cubrir las necesidades ocupacionales actuales de los/as N.N.. “Cuando se
habla de desarrollo integral en la niñez no solo se piensa en proveer salud física, sino
también proveer las bases para el desarrollo emocional, para brindar salud mental para
toda la vida.”(Arellano, 2002)
En este sentido, el aporte de la disciplina se enfoca en las ocupaciones de los
infantes, entendiendo que la Ocupación es una actividad inherente al ser humano que le
otorga significado e identidad. Mediante ésta, el individuo satisface necesidades y deseos e
interactúa con su entorno (Christiansen, 1999). El juego como ocupación, es un medio
placentero, en el cual el/la niño/a expresa diferentes pensamientos y emociones, es
considerado no sólo como un sinónimo de recreación sino también como una modalidad
terapéutica. Logrando a través de éste desempeños fundamentales para el crecimiento
físico, intelectual, emocional y social (Palma, et al., 2012).
El juego, en sí mismo es universal aunque los juguetes y la forma de jugar difieran
de un país a otro. Incluso es un derecho fundamental reconocido por la convención
internacional sobre los derechos del niño, ratificada en 1989 por la Organización de las
naciones unidas.
Por su parte el desarrollo del niño/a es un proceso complejo y dinámico que se
produce continuamente y en interacción con el ambiente biofísico y social de los cuales el/la
niño/a aprende, es por ello que es de vital importancia la calidad, cantidad y variedad
de estímulos que recibe el niño (incluyendo los procesos interventivos de terapia
ocupacional si corresponde) ya que en esta etapa se pueden alcanzar importantes logros
(reflejados en la complejización de las estrategias utilizadas en el juego) y que se tornan
fundamentales para la concreción de logros futuros como el aprendizaje motor, sensorial,
intelectual, habilidades sociales, etc. del niño/a.

Definiciones de juego

Fue John Huizinga en el año 1938, en su obra Homo Ludens, quien definió juego
“como una acción o actividad voluntaria, realizada en ciertos límites fijos de tiempo y lugar,
según una regla libremente consentida pero absolutamente imperiosa, provista de un fin en
si, acompañada de una sensación de tensión y de júbilo, y de la conciencia de ser de otro
modo que en la vida real”. (Cañeque, H. 1998). Burghart (2005) sugirió una definición que
abarca el juego humano y el juego animal; el juego es repetitivo, comportamiento
incompletamente funcional que se diferencia de versiones estructuralmente más serias,
contextualmente u ontogenéticamente y es iniciado voluntariamente cuando el animal está
en un ambiente relajado o de bajo estrés”. Miller (2010) sugiere una definición que integra
diversas conceptualizaciones, “juego es cualquier actividad libremente involucrada que es
divertida o disfrutable y que está apropiadamente combinada con las habilidades de cada
quien para representar un desafío alcanzable”.

Sumado a ello, autores como Bruner (1984),Elkonin (1985), Cagigal (1996) y


Huizinga (2005) también han incluido aportes en la construcción de la definición de juego.
En definitiva se pueden desprender las siguientes características comunes o más
representativas de la definición de juego:
✓ El juego es una actividad libre.-nadie está obligado a jugar.
✓ Tiene un carácter incierto.- al ser una actividad creativa, espontánea y
original, el resultado final del jugo fluctúa constantemente, lo que motiva la
presencia de una agradable incertidumbre que nos cautiva a todos.
✓ Es una manifestación que tiene finalidad en si misma, es gratuita,
desinteresada e intrascendente.
✓ El juego se desarrolla en un mundo aparte, ficticio, es como un juego
narrado con acciones, alejado de la vida cotidiana, un continuo mensaje
simbólico.
✓ Es una actividad convencional ya que todo juego es el resultado de un
acuerdo social establecido por los jugadores, quienes diseñan el juego y
determinan su orden interno, sus limitaciones y sus reglas.

Asimismo, el juego constituye una actividad importante para el desarrollo del/la niño/a y es
necesario para un crecimiento sano. “Podemos manifestar que un niño que no juega es un
niño enfermo”.
Existen diversos tipos de juego, los mismos que varían según los diversos autores.
Por su parte Piaget (1975) clasifica al juego de acuerdo con las etapas del desarrollo. Así
existen el juego sensoriomotor, simbólico y el juego de reglas.
Para Miller existen 5 etapas de juego dependiendo de los hitos de desarrollo y
etapas del ciclo vital en que se encuentre la persona, (anexo 1). Entre ellas se puede dar el
Juego con objetos, juego motor, juego simulado y juego social presentes en mayor o menor
medida en casi todas las etapas de la infancia incluyendo la adolescencia.

Funciones del juego

El juego además cumple ciertas funciones en el desarrollo de la persona. Ferland


(2006) propone las siguientes:
Sumado a ello, Polonio (2008) menciona que la Ocupación juego colabora además
en formar la identidad ocupacional del niño. Christiansen (1999) define el concepto de
identidad como la expresión unificada de nuestro ser y el propósito en la vida. Los seres
humanos expresan su identidad a través de las ocupaciones que dan significado a su
existencia. En la niñez, esta ocupación es el juego (Polonio, 2008)

Según una recopilación realizada por Figueroa (2013) las funciones del juego
varían según el tipo de juego. De las que se desprenden:
Así, la función del juego adquiere distintas connotaciones, en general sirve para
desarrollar destrezas motoras, sociales, cognitivas, emocionales y sensoriales, las cuales
en equilibrio favorecen el desarrollo integral del menor. Además según un estudio realizado
en nuestro país (Palma, et al, 2012) con escolares de primero básico, se aprecia que los
niños que poseen un juego libre más fluido e imaginativo presentan también mejores
resultados en sus pautas de evaluación escolar.
Independiente del tipo de juego, es claro que el contexto donde se realizan los
juegos favorece o dificulta la aparición de diversos desafíos que estimulan el desarrollo
a través del desempeño ocupacional. Se incluye en esto si son espacios cerrados o
ambientes naturales y se considera los juguetes o elementos del ambientes que
motivan el juego en el niño. El lugar conlleva el potencial para influenciar fuertemente o
dar forma al significado que nosotros obtenemos desde nuestras experiencias diarias que
son conducidas a través de la ocupación.(Manuel, P.2003)

Sumado a ello, el/la niño/a presenta comportamientos de juego distintos en el hogar


y colegio, presentando en algunos casos una conducta o estilo de juego completamente
distinta en su hogar, apreciándose con esto la influencia del ambiente en la elección de las
actividades del niño, como también la posibilidad de interactuar con sus pares lo cual en
algunos favorece y en otros limita su participación espontánea (Palma, et al, 2012).

El juego como estrategia en la intervención en terapia ocupacional

Hoy, la Terapia ocupacional ha ido complementándose con la revisión de la


conceptualización de la discapacidad, pasando desde un enfoque biomédico a la
incorporación del enfoque biopsicosocial, debido a que las necesidades ocupacionales de
los niños y niñas han exigido su abordaje desde diferentes perspectivas, especialmente en
contextos familiares, escolares y sociales. Ejemplo de ello es la existencia de espacios de
intervención en áreas como educación y participación social, en los que el Terapeuta
Ocupacional contribuye a la inclusión de niños y niñas en áreas que antes no eran
considerados en la planificación de la rehabilitación. Las políticas de integración han
favorecido la inclusión de niños y niñas con necesidades educativas especiales, que
necesitan el apoyo por medio de estrategias efectivas para su incorporación a la vida
escolar plena, en la educación regular.
En este sentido se confrontan diferentes corrientes, algunas en favor y otras en
contra de la el prematuro aprendizaje y adquisición de ciertos contenidos escolares. Autoras
como Ferland proponen que la sobreestimulación de contenidos en preescolares puede
incluso ser perjudicial para estos niños “ningún estudio ha demostrado que aprender a leer
a los 3 años, aprender nombre de pinturas de grandes maestros, etc. garantice que ese
niño va a tener una vida más dichosa o va a ser más dichoso que otro que adquiera ese
aprendizaje más tarde”. Por ejemplo se ha demostrado que adolescentes que habían
aprendido a leer a los 4 años, leían mucho menos que los que habían aprendido a los 6 o 7
¿se puede ver en ello un efecto de saturación o de desinterés en el niños que ha empezado
demasiado pronto estos aprendizajes? (Ferland, 2005).
En este sentido algunas corrientes proponen que la intervención en preescolares
eincluso etapas previas de la infancia, debiese ser principalmente lúdica utilizando
estrategias de juego en pos del desarrollo de habilidades del niño/a. Por ejemplo, según
Bruner (1986) el aprendizaje de la lengua materna es más rápido si se inserta en un
contexto lúdico.
En el área infantil la/el Terapeuta Ocupacional desarrolla su intervención
basándose en el análisis de las conductas y el desempeño en las ocupaciones en las que
se compromete el niño o la niña, y en el contexto en el que éstos de desarrollan.

El tema del juego en la intervención de terapia ocupacional es retomado a fines de


los años 60 y principios de los 70 por Mary Reilly quien en 1974 publica el libro “Play as
Exploratory Learning”, donde construye un marco conceptual llamado “Comportamiento
Ocupacional” en el que unió el juego con el desarrollo contínuo del ser humano.
Por su parte Anita Bundy propone un modelo donde se expone que la conducta
juguetona (1997), o la disposición de una persona a la hora de jugar, puede estar
determinada por la presencia de tres aspectos importantes: Motivación intrínseca (donde el
hacer (Proceso) es más importante que el resultado); Control interno: o que los jugadores
están a cargo de sus acciones y al menos de algunos aspectos de los resultados de la
actividad; y Libertad para suspender la realidad: donde el jugador elige que tan cerca de la
realidad objetiva está el juego. Estos tres elementos presentan cierto equilibrio y determinan
la presencia de una conducta juguetona relativa.
Bateson (1971, 1972) describe un cuarto concepto denominado “marco de juego”
en el cual los jugadores dan señales a otros acerca de cómo ellos quieren ser tratados. Al
ser un buen jugador, la persona debe estar en capacidad de dar y leer señales sociales.

En la disciplina se han incorporado además otros modelos como el Modelo de


Integración sensorial creado por Jean Ayres, que se basa en que algunas personas no
procesan adecuadamente los estímulos táctiles, vestibulares y propioceptivos, lo que
llevaría a una deficiente integración de éstos en el cerebro por lo que al niño/a con trastorno
sensorial se le deben otorgar experiencias sensoriales adaptativas.
En una investigación que realiza Fuentes, et al. (2006) se presentan adem{as
diversos tipos de intervención clínica para personas con Trastorno del Espectro Autista
(T.E.A.), de los cuales se rescata la terapia de integración sensorial.
Otra de las estrategias utilizadas en niños/as con T.E.A. es el tiempo del suelo
“floor time” que consiste en una serie de técnicas abrir y cerrar círculos de comunicación,
con el objeto de fomentar la capacidad interactiva y de desarrollo del niño/a. Para ello, la
estrategia consiste en generar una interacción no estructurada, dirigida por los propios
intereses del/la niño/a favoreciendo la interacción social.
Finalmente, otra de las estrategias recopiladas, según una propuesta de España es
la Terapia del Juego (Schaefer, 2000) presentada como un modelo terapéutico para
niños/as que ha experimentado situaciones de estrés emocional y que han tenido un efecto
observable en las pautas de su desarrollo normal. Según la Asociación Española de Terapia
de Juego (A.E.T.J.), existen variadas técnicas utilizadas en niños/as que pueden favorecer
expresión y autocontrol de emociones, la expansión de la conciencia, el reconocimiento de
los propios recursos y potencialidades, así como la normalización de pautas de desarrollo.
Estas estrategias pueden ser utilizadas por un/a terapeuta ocupacional especializado,
algunas de ellas son:
● terapia cognitiva: ayuda a que los niños afronten situaciones conflictivas de una
manera más adecuada por medio del conocimiento de comportamientos adaptados,
creando para esto situaciones ficticias en donde ellos puedan resolver estas
dificultades desarrollando su habilidad de juego y juicio cognitivo (West, sf).
● Terapia de juego psicoanalítica: El terapeuta utiliza el juego para comprender el
contenido interno y de ahí interpretar.
● Terapia de juego estructurado: Juego de reglas, normas, instrucciones y
excepciones preestablecidas con claridad, sirve como una forma de moldeamiento
en el niño que presenta problemas de conducta, cortesía, cooperación, y tolerancia a
la frustración, entre otros. (Bunge E. G., 2009)
● Terapia de juego familiar: corriente en la que los padres aprenden habilidades
parentales más efectivas y estilos de interacción en un ambiente agradable de forma
conjunta con sus hijos, permitiéndoles aprender utilizando menos técnicas
transmisoras y más las de experimentación.
● Terapia de juego razonable: Se basa en que dentro de la terapia se debe tratar por
igual a los niños, especialmente a los que tienen problemas de hostilidad,
aislamiento, manipulación, fobias o respondan de manera inadecuada a situaciones
de tensión. Elaborando las condiciones en las que los niños puedan aprender formas
adaptativas de resolver sus dificultades y establecer relaciones interpersonales
satisfactorias.
● Terapia de juego en escenarios escolares: usada por las escuelas primarias para
colaborar con el desarrollo intelectual, emocional, físico y social de los niños
proporcionándoles oportunidades de aprendizaje adecuadas, utilizando el juego
como estrategia.

La terapia de juego puede ser inapropiada si el/la niño/a presenta problemas de


aprendizaje, no puede diferenciar entre realidad y fantasía, tiene T.E.A., síndrome
hiperquinético, trastornos de personalidad u hostilidad hacia la terapia de juego.

En cuanto a el trabajo en sala Bixler sugiere que el terapeuta establezca los límites con los
que se siente cómodo incluyendo (Schaefer, 2000, p. 8):
1. No debe permitirse al niño que destruya propiedades de la habitación
excepto el equipo de juego.
2. No debe permitirse al niño atacar físicamente al terapeuta.
3. No debe permitirse al niño permanecer más del tiempo programado.
4. No debe permitirse al niño llevarse los juguetes fuera del cuarto de juego.
5. No debe permitirse que el niño arroje juguetes ni algún otro material por la
ventana.

Los límites permiten al niño expresar sus sentimientos sin herir a los demás, de la
misma manera apoyan al terapeuta a mantener una actitud positiva hacia el niño (ya que no
se sienten obligados a tolerar los acting-out agresivos de éste). Los límites se establecen
desde la primera sesión (Schaefer, 2000).

Finalmente, para el cumplimiento de los objetivos terapéuticos se puede hacer uso


de las siguientes técnicas:

● Técnicas cognitivo-conductuales: Enfocadas en la vinculación del pensamiento y


la conducta, que recogen aportaciones de distintas corrientes dentro de la
psicología, siendo más que una mera fusión, como aplicación clínica, de la
psicología cognitiva y conductista. Se combinan técnicas de reestructuración
cognitiva, entrenamiento en relajación y otras estrategias de afrontamiento.
● Técnica del Rol Play Favorecer la actuación espontánea. Los niños/as eligen
eventos relacionados con sus experiencias internas y externas. En el rol play las
relaciones entre los protagonista pueden volverse reales a medida que se comparten
experiencias (West, s.f).
● Técnicas de Expresión Corporal y Movimiento: ya que las experiencias
tempranas del/la niño/a son principalmente físicas-sensoriales y así mismo es su
comunicación y expresión a través del movimiento (favorecer danza, movimiento
rítmico, imitación, juegos de narración con sonidos, etc.).
● Técnicas de Expresión Plástica y Narrativa para contrastar y reestructurar los
significados que el niño/a ha dado a su historia personal (aborda el autoconcepto a
través del uso del dibujo y otros medios plásticos , uso de narraciones y metáforas
terapéuticas que ayuden extrapolar la historia fuera de sí mismo, y a construir
nuevos significados donde puede reconocer los recursos y fuerzas internas que
posee y que lo han ayudado).

Conclusión

El juego es la principal ocupación del niño por lo que debe ser considerado como
medio y como un fín en si mismo en terapia ocupacional. Además como estrategia permite
ser utilizado como medio de observación, a través de test específicos u observación clínica
para describir diferentes requerimientos que el/la niño/a expresa, también como premio, ya
que, en el desarrollo de la sesión de tratamiento, existen exigencias que en algunas
oportunidades no son agradables a los niños, pero necesarias de realizar. Como forma de
desarrollar habilidades, donde el proceso terapéutico se basa en el razonamiento clínico
definido por el terapeuta de acuerdo a los objetivos que desea trabajar y como término de
una sesión, para que el/la niño/a finalice motivado y con mayores posibilidades de adhesión
al tratamiento, entre muchas otras finalidades.

En el desarrollo del juego es preciso considerar los hitos del ciclo vital y habilidades
particulares de cada niño/a que van indicando hacia dónde se debe guiar la intervención. En
el caso del ingreso a la educación formal hay ciertas habilidades necesarias que se deben
tener adquiridas o instaladas, que finalmente se traducen en el desarrollo de habilidades
instrumentales, por lo es preciso favorecer espacios de juego en preescolares que permitan
un desarrollo integral considerando su repercusión en otras etapas del ciclo vital.

“El aprendizaje es experiencia


Todo lo demás es información”
Albert Einstein
Bibliografía

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Terapia Ocupacional de los niños de 3 y 6 meses de edad, que concurren al
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ANEXO 1

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