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Resumen.
Este artículo desarrolla las distintos tipos de fuerza necesarias para el entrenamiento en el fútbol. En este sentido, existe una
fuerza de base, una fuerza - coordinación y una fuerza específica para todas las manifestaciones deportivas. Distintos modelos
para la mejora de cada una pueden ser aplicados en varios momentos y niveles. Continuaremos profundizando en los medios
de aplicación; aquí la especificidad se torna aún más importante a la hora de elegir los ejercicios para construir la sesión y
distribuir las cargas en la semana, mes y año de entrenamiento.
Dentro de éstos, distintos métodos de ordenamiento de carga se aplicarán basados en los estadios de desarrollo que se
encuentre el deportista (profesional, amateur; primera, inferiores, infantiles). Encontraremos también un profundo informe
sobre la fuerza y muscularidad necesaria para jugar al fútbol: ¿Hasta dónde es necesario llegar?; y un completo análisis sobre
aplicación y evaluación de uno de los medios de entrenamiento más importantes: La Pliometría. Todo esto fundamentando en
detalle los cambios morfofuncionales producidos en el deportista, como para no dejar lugar a la improvisación.
Podemos definirla como la capacidad de un músculo o grupo muscular para generar fuerza bajo condiciones específicas; o
decir que es el producto de una acción muscular iniciada y orquestada por procesos eléctricos en el sistema nervioso
(Verkhoshansky 2000).
La fuerza en el ámbito deportivo se entiende como la capacidad de producir tensión que tiene el músculo al activarse o
contraerse (G. Badillo 1997)
A nivel ultraestructural, la fuerza está en relación al número de puentes cruzados de miosina que pueden interactuar con
los filamentos de actina (Goldspink 1992).
En el ámbito deportivo debemos considerar el concepto de fuerza útil que introduce G. Badillo, donde se la define como
aquella fuerza que podemos manifestar a la velocidad que se realiza el gesto deportivo.
A partir de esta consideración, tenemos que redefinir el concepto de fuerza, para ello podemos citar a autores como Hartman
(1993), que considera a la fuerza como la habilidad de generar tensión bajo determinadas condiciones definidas por la
posición del cuerpo, el tipo de movimiento, el tipo de activación y la velocidad de movimiento; ó a Knuttgen y Kreamer
(1987), quienes definen a la fuerza como la máxima tensión manifestada por un músculo a una velocidad determinada.
Pero además, en el deporte interesa la fuerza que seamos capaz de aplicar en un tiempo determinado, ya que si disponemos
de 3-4 segundos podremos manifestar nuestra fuerza máxima. Pero en los gestos deportivos de disciplinas como el fútbol,
rara vez contamos con más de 200 a 300 milisegundos para hacerlo. Por lo tanto la fuerza útil, además de estar condicionada
por la velocidad, será aquella que podamos manifestar en estos períodos de tiempo.
En gran cantidad de disciplinas deportivas no es necesario desarrollar la fuerza al máximo de las posibilidades
del deportista, sino que se debe buscar la fuerza óptima que aporte el mayor beneficio en la realización técnica y en el
rendimiento deportivo.
Otra cualidad relacionada con la fuerza es la velocidad de ejecución, y tal relación aumenta a medida que la resistencia a
vencer es mayor. Una mayor rapidez en la aplicación de la fuerza puede llevar a una mayor potencia, lo que se traduce en una
velocidad más alta de ejecución de un gesto deportivo (G. Badillo 1997).
La relación entre la fuerza y la velocidad también puede ser explicada desde la física, según la segunda ley del movimiento de
Newton: F = M x A. Si la Masa (M) permanece constante (peso corporal del sujeto o implemento a movilizar) y como
Aceleración (A) es igual a velocidad final menos velocidad inicial (velocidad inicial es cero si el movimiento comienza con la
masa en reposo); entonces la velocidad es directamente proporcional a la fuerza.
Sin embargo, en el ámbito deportivo esto puede no ser así; un sujeto fuerte puede no ser veloz, y un deportista veloz puede
ser fuerte ante cargas ligeras pero no serlo ante cargas elevadas; todo dependerá de la carga genética y del tipo de medio
(ejercicios) utilizado para desarrollar la fuerza.
Los deportistas más fuertes por lo general tienen más resistencia ante cargas elevadas en “términos absolutos”, pero
menos en “términos relativos”. Es decir, un sujeto fuerte podrá soportar más tiempo ante una carga pesada que uno más
débil, pero éste último será capaz de repetir más veces con un 40-50% de su máximo que el fuerte con el suyo, podemos
decir que el sujeto más débil tiene más resistencia relativa.
Por lo tanto el entrenamiento de fuerza máxima mejora dicha fuerza máxima y la resistencia ante cargas elevadas, pero hace
disminuir la resistencia relativa con respecto al nuevo nivel de fuerza; en cambio un entrenamiento desarrollado sobre un
número elevado de repeticiones por serie, mejora la fuerza máxima en menor medida, pero permite una fuerza
relativa mayor con respecto a la nueva fuerza máxima conseguida.
Sin ahondar en detalles, vamos a resaltar las diferencias más importantes entre los diferentes tipos de fibras musculares. Las
fibras lentas o ST tienen una elevada resistencia aeróbica, es decir son muy eficientes en la producción de ATP a partir de la
oxidación de los hidratos de carbono y de las grasas. La velocidad de contracción de estas fibras es lenta y la fuerza producida
por unidad motora es baja; tales fibras son involucradas en ejercicios de intensidad baja y prolongados, como por ejemplo en
competencias de fondo o en el mantenimiento de determinadas posturas.
Las fibras rápidas ó FT tienen una relativamente mala resistencia aeróbica y están mejor adaptadas para rendir
anaeróbicamente, sus unidades motoras generar gran fuerza pero se fatigan rápidamente, estas fibras son requeridas en
ejercicios de intensidad moderada - alta como la natación en 400 mts.; pero se reconoce una subdivisión de las fibras FT: Las
FTa a las cuales ya nos referimos, y las FTb ó explosivas que tienen características similares pero que son capaces de entregar
mayor fuerza y se fatigan aún más rápidamente.
Ahora bien, todo expuesto hasta aquí sobre el sistema muscular ya es conocido desde hace tiempo; pero resulta
relativamente fuera de lugar analizar la acción muscular sin considerar el papel que desempeñan los tejidos conectivos
asociados al músculo. Estos no sólo protegen, conectan y encierran el tejido muscular, sino que son esenciales para
determinar el grado de amplitud articular (flexibilidad) y para mejorar el movimiento almacenando y liberando energía elástica
derivada de la contracción muscular.
En términos mecánicos, el músculo puede ser analizado de forma más detallada (Levin y Giman 1927) en términos de un
componente contráctil en serie, con un Componente Elástico en Serie (CES) y con un Componente Elástico en Paralelo (CEP).
A pesar de no haberse identificado la precisa situación anatómica de estos elementos, el CEP contiene probablemente
sarcolemas, puentes cruzados en reposo y tejidos como membranas alrededor del músculo y sus sub unidades. También se
considera que el CES incluye tendón, puentes cruzados, miofilamentos, filamentos de titina y discos Z.
El CEP es responsable de la fuerza realizada por un músculo relajado cuando es estirado más allá de su longitud en reposo;
por su parte, el CES es activado cuando se lo coloca bajo tensión por la fuerza desarrollada en el músculo contraído
activamente. La energía elástica almacenada en el CEP es pobre y no contribuye demasiado en el balance final de energía del
ejercicio; sin embargo se produce una importante acumulación de energía en el CES si el estiramiento se produce de forma
súbita.
Éstas nuevas evidencias son de real importancia para la programación de entrenamientos que combinen trabajos de fuerza,
flexibilidad y movimientos balísticos; para aprovechar al máximo todas las prestaciones del sistema muscular y que ello se vea
reflejado en la eficacia y eficiencia de los movimientos deportivos.
Así, toda acción muscular dinámica es trifásica: la fase inicial desde el estado de reposo es siempre isométrica, a la cual le
seguirá una fase concéntrica o excéntrica, que al completarse será seguida de una nueva actividad isométrica, donde por un
período de tiempo la articulación implicada permanecerá estática; después de la cual le seguirá una acción concéntrica o
excéntrica para retornar la articulación a su posición original. La existencia de una fase isométrica en todo movimiento
debe reconocerse en el análisis del movimiento y al programar el ejercicio.
El conocimiento de las características y del significado de la C:f-t es de vital importancia para optimizar la programación, la
dosificación y el control del proceso del entrenamiento, así como para diferenciar a unos deportistas de otros.
La relación entre la fuerza manifestada y la velocidad viene representada por una curva hiperbólica llamada
curva fuerza velocidad ( C:f-v ).
Si bien la fuerza y la velocidad mantienen una relación inversa en su manifestación: cuanto mayor sea la velocidad en un
gesto, menor será la fuerza aplicada ó a mayor fuerza menor velocidad; no debe interpretarse como que cuanto más fuertes
seamos, más lentos seremos, sino que por el contrario, si el entrenamiento se realizó correctamente, cuanta más fuerza
tengamos seremos capaces de desplazar un objeto a mayor velocidad.
La C:f-v es un factor diferenciador tanto de las especialidades deportivas como de la categoría y la forma de los deportistas; el
objetivo del entrenamiento será mejorar constantemente la totalidad de esta curva, es decir ser capaz de conseguir cada vez
más velocidad ante cualquier resistencia. Un concepto importante del entrenamiento, y que viene de la mano de la C:f-v es el
de POTENCIA y lo definimos como el producto de la fuerza por la velocidad en cada instante del movimiento; por lo tanto
también existe una curva de potencia (C:p) dependiente de la C:f-v.
Lo más importante para el entrenamiento es el pico máximo de potencia, es decir el mejor producto de fuerza velocidad
conseguido a través del movimiento y que define las características dinámicas (fuerza aplicada) del ejercicio.
Teniendo en cuenta que la máxima potencia no se alcanza ni a la máxima velocidad ante cargas ligeras, ni utilizando grandes
cargas a baja velocidad; si no que se consigue a velocidades y cargas intermedias; la C:f-v es un continuo en el que se
distinguen tres grandes zonas:
ZONA 1: De utilización máxima o gran fuerza y mínima o poca velocidad: Potencia media-baja.
ZONA 2: En la que la fuerza aplicada y la velocidad presentan valores intermedios: Potencia alta-máxima.
ZONA 3: En la se consigue una gran velocidad pero ante resistencias pequeñas: Potencia media-baja.
* nota: en la C:f-v, las zonas 1, 2, 3 se manifiestan de izquierda a derecha.
Déficit de Fuerza.
Como hemos dicho en páginas anteriores, el entrenamiento de la fuerza con resistencias puede traer efectos de tipo funcional
ó estructural. Al determinar si un deportista requiere un tipo de entrenamiento u otro, es necesario introducir el concepto de
déficit de fuerza.
Según Verkhoshansky, se define al Déficit de Fuerza (DF) como la diferencia entre la fuerza máxima voluntaria y la fuerza
máxima absoluta (involuntaria), tal diferencia referida una misma acción, o sea el DF es específico y puede definirse bajo
condiciones estáticas ó dinámicas. El DF refleja el porcentaje de fuerza máxima que no es utilizado durante la tarea motora.
La forma física es un estado complejo determinado por varios componentes que interactúan entre sí, y cada uno de los cuales
requiere un entrenamiento especializado para desarrollarse de forma óptima; la fuerza desempeña un papel especialmente
importante sobre el control de la estabilidad y la movilidad del cuerpo en el deporte.
Gran cantidad de estudios ha demostrado que la fuerza y la resistencia muscular desempeñan un papel clave en la
consecución de un rendimiento superior, incluso en los deportes de fondo como las maratones; y sobre este tema (como
interviene el entrenamiento de la fuerza y de la técnica en el rendimiento de las pruebas de fondo) el Dr. Ziff (1986) ha
investigado y llegado a las siguientes conclusiones. Para mejorar el rendimiento se debe:
Mejorar de la capacidad del CES del complejo muscular para almacenar y liberar energía elástica.
Modificar la técnica de carrera para mejorar la capacidad del deportista para emplear la energía elástica almacenada y
ahorrar energía muscular.
La experiencia que se ha atesorado sobre el entrenamiento especial de la fuerza, aunque es aún muy escasa, ha permitido el
análisis de algunos principios generales sobre el lugar y el papel que ocupa el entrenamiento especial de la fuerza, y tal
análisis sólo puede realizarse mediante una investigación científica que vaya encaminada en dos direcciones principales:
1. Estudios avanzados sobre los principios que gobiernan el acondicionamiento general del cuerpo para determinar los
medios científicos con los que alcanzar el potencial físico de los deportistas.
2. Estudios intensivos de los principios que determinan el proceso para alcanzar la maestría deportiva (PAMD) específica a
largo plazo (Verkhoshansky 2000).
La capacidad para emplear con eficacia el potencial motor y tener éxito constituye la esencia de la maestría
deportiva (Verkhoshansky 2000).
Resulta importante estudiar los programas de entrenamiento que se relacionan directamente con la fuerza muscular y la
organización cinesiológica del movimiento en el espacio y en el tiempo mediante:
El aumento del resultado de trabajo de los movimientos
El perfeccionamiento de la estructura motriz de los movimientos deportivos
Perfeccionamiento de la estructura biodinámica de los movimientos.
Esta estructura constituye el marco básico del sistema del movimiento y determina sus características espacio-temporales y el
funcionamiento del resultado del trabajo.
Por lo tanto, la estructura biodinámica del ejercicio específico de un deporte es una condición extremadamente
importante para resolver con éxito el problema del entrenamiento de la fuerza especial.
La lógica de los entrenadores inmediatamente se vuelca sobre los 95% del juego (incluido el 35% de reposo) pensando que la
preparación física se debe estructurar principalmente sobre este tipo de esfuerzos.
Con este razonamiento se llega a una consideración esencial: el desarrollo de la resistencia. Trataremos de resumirla. Se
desarrollan a diferentes vías energéticas: aeróbicas, anaeróbicas lácticas y anaeróbicas alácticas.
El trabajo aeróbico constituye la base sobre la cual deben reposar los otros dos. Esto se debe representar sobre la forma de
una pirámide, los esfuerzos explosivos son desarrollados después de un período necesario de entrenamiento de la resistencia.
Es con esta pirámide con la que se planificaba y se desarrollaba la preparación física en la época de la resistencia. Entre los
medios disponibles para mejorar la resistencia, la carrera continua a constituido durante largo tiempo la base esencial, se
habla de la resistencia fundamental con un bajo nivel de frecuencia cardiaca (130 p.p. aprox.) o de trabajo a velocidad
máxima aeróbica.
El antagonismo fisiológico entre estos dos tipo de fibras es conocido desde hace mucho tiempo: Nunca se preparan las fibras
rápidas con un entrenamiento para las fibras lentas.
También podemos retomar las bases teóricas de Howald con relación a la transformación de las fibras.
Este esquema presenta que la transformación de las fibras rápidas a lentas es fácil (flechas grandes), a la inversa
(lentas hacia rápidas) es muy difícil (flechas pequeñas).
Vamos a desarrollar un análisis estadístico de los esfuerzos en el fútbol en el que se observa el aspecto cuantitativo. Si
simplificamos la lectura de uno de los jugadores más activos sobre el terreno (centrocampista), se obtiene el gráfico siguiente,
con un 5% de esfuerzos rápidos y un 95% de los esfuerzos de menor intensidad. Y no son el 95% de los esfuerzos medios o
lentos y de reposo los determinantes en un partido de fútbol,sino más bien el 5% de las acciones explosivas. Proponemos
concentrar nuestro análisis en ese 5%.
Aunque el número total de acciones intensas parece elevado (alrededor de 120 a 140 sprints cortos de 10 a 15 mts. por
partido) debemos recordar que la cronología de los esfuerzos nos muestra que el reposo entre acciones de alta intensidad es
relativamente largo (de 30 a 40 segundos promedio) para permitir una recuperación importante.
El resultado de nuestro análisis nos lleva a presentar el fútbol como un deporte que exige de las fibras rápidas. Toda
fundamentación basada en la resistencia nos parece errónea. Empezar con carrera lenta va en contra de lo que hemos
fundamentado en la investigación: mejorar le eficacia del futbolista.
La preparación física debe permitir la mejora de la eficacia de todas las acciones, como, por ejemplo, saltar más alto, acelerar
más rápido. La musculación es la que permite el desarrollo de esta fuerza explosiva. Luego, es necesario tratar de aumentar
la potencia y la velocidad de una acción, lo que nos es fácil de obtener.
Por eso pensamos que debemos invertir la pirámide de la resistencia. La fuerza explosiva debe ser la base de la
preparación física, la resistencia debe venir después.
Entrenamiento de la fuerza:
Se define como el empleo de métodos de resistencia progresiva (propio peso, peso libre, máquinas) para
incrementar la habilidad de vencer o resistir una carga.
La definición hace referencia a varios métodos, por lo que es inteligente que no se aplique un solo método.
La definición hace referencia también a uno de los principios básicos: El de la Progresividad de las Cargas; por lo que tenemos
que tener muy claro cual es la fuerza máxima de la persona, desde donde comenzamos y hacia donde vamos.
También se brindan varios tipos de sobrecarga, los cuales deben elegirse y combinarse para sacar el máximo beneficio de
cada uno.
Por ultimo hace referencia a vencer cargas, lo que puede significar saltar mas alto, la fuerza del oponente, golpear mas fuerte
un objeto (balón).
Tipos de Ejercicios:
Ejercicios derivados de la ley de Hill (Sentadillas, Press plano de pecho, etc.).
Ejercicios derivados del levantamiento de pesas (dinámicos: cargadas de potencia, arranque, etc.).
En este caso la misma sería solo del 25%, ya que no necesita de más fuerza para lograr el éxito deportivo. Por lo tanto los
gestos se realizarán con un esfuerzo menor. Esta sería la filosofía para el fútbol, ya que la fuerza necesaria no varía
demasiado y no significa el éxito deportivo; tal como si sucede en deportes como el judo, levantamiento pesas, boxeo, etc.
Desarrollo de la potencia.
Un gesto explosivo como habíamos visto en las definiciones de los tipos de fuerza es aquel movimiento cuyo tiempo de
aplicación no supera los 300 milisegundos.
Los ejercicios más comunes para el desarrollo de la potencia son los saltos, los lanzamientos y los golpes.
En el fútbol sin dudas que los saltos son la forma mas apropiada para desarrollar la potencia de los miembros inferiores. Esto
no quiere decir que ejercicios populares de sobrecarga como las sentadillas no sirvan para el desarrollo de la potencia, todo lo
contrario son la base para el logro de la misma.
Pero para empezar a hablar del tema de saltos que es lo que nos interesa, tenemos que saber que no todos los son
explosivos. ¿Cómo hacemos para saber que un salto es explosivo? No queda otra alternativa que evaluar en una plataforma
de salto el tiempo de contacto. Cuando trabajamos con saltos con sobrecarga, le agregamos carga hasta que el tiempo de
contacto no supere los 300 milisegundos, cuando lo hace sabemos que hasta esa carga estaremos trabajando la potencia.
En un estudio que hizo Wilson en el 93 donde utilizo 10 semanas de entrenamiento con tres tipos de programas de
sobrecarga. El primer grupo realiza trabajos de sentadillas a altas intensidades, el segundo trabajo en saltos pliométricos y el
tercero trabajo con saltos con sobrecarga. Los resultados indicaron que los que trabajaron con saltos con sobrecarga
obtuvieron los máximos progresos, luego estuvieron los que realizaron saltos pliométricos y por último los que realizaran
sentadillas.
Esto muestra que los saltos con cargas (con los tiempos de contacto inferiores a 300 milisegundos) son los más efectivos para
el aumento de la potencia del tren inferior y no debieran faltar en ningún programa de entrenamiento. Obviamente que hay
que tener en cuenta un tipo de periodización acorde y coherente con este tipo de trabajos.
Pliometría
Es común que los gestos explosivos se confundan con un movimiento o contracción pliométrica. La pliometría es otro tipo de
entrenamiento explosivo, es el entrenamiento de mayor calidad dentro de este aspecto pero requiere de una consideración
especial. La podemos definir a la pliometría como un método de entrenamiento de la fuerza explosiva, que utiliza la
acumulación de energía almacenada en los componentes elásticos del músculo y los reflejos durante la fase excéntrica de un
movimiento, para su posterior utilización y potenciación durante la fase concéntrica.
Esta metodología nació en la Ex Unión Soviética cuando Iurig Verkhoshanky en 1955 buscando la mejora de la potencia
muscular. Este tipo de entrenamiento se basa en dejarse caer desde una altura específica y luego saltar. Esta altura se
incrementa hasta un punto donde el aumento de la altura de caída no mejora el rendimiento en el salto. Cuando un deportista
logra su máximo salto es donde existe una altura de caída óptima que esta de acuerdo al nivel del deportista. A mayor nivel
mayor altura de caída.
El concepto de pliometría literalmente habla de una aplicación de fuerza que no supere los 170 milisegundos de contacto con
el piso.
Adaptaciones fisiológicas al entrenamiento de fuerza y potencia.
Existen dos formas de cambiar las características de las proteínas contráctiles (fibra muscular) y por ende la eficiencia
muscular durante el entrenamiento. Estos procesos son:
Interconversión de fibras.
Hipertrofia selectiva.
Hipertrofia Muscular
El aumento del tamaño del diámetro transversal de las fibras se debe a un aumento de los filamentos contráctiles de actina y
miosina producido por síntesis proteica. Si nos guiamos por este concepto podríamos pensar que a mayor masa muscular,
mas fuerza y a su vez mayor rendimiento deportivo. La primer parte de la aseveración es cierta, a mayor tamaño de las fibras
musculares se puede realizar mayor cantidad de fuerza pero que esta condición indefectiblemente produzca un aumento del
rendimiento deportivo es algo que no siempre es posible. De este modo nos interesa encontrar la forma de maximizar la
hipertrofia de las fibras de tipo II A y B ya que son las que producen los niveles mas altos de potencia.
Estos entrenadores tenían razón, el trabajo que se les ofrecía era similar a los que realizan los fisicoculturistas y los resultados
eran desastrosos. El entrenamiento con Pesas correctamente planificado y realizado teniendo en cuenta la integralidad de los
movimientos y la velocidad de ejecución es la más fantástica herramienta de la preparación física y los resultados que produce
son rápidos y tangibles.
La musculatura abdominal y lumbar, componen el sostén de la columna vertebral y deben ser entrenadas como prioridad
fundamental. La musculatura de ejecución debe ser entrenada mediante la utilización de ejercicios dinámicos como el
arranque o las cargadas de potencia. En el caso de que haya interés en trabajar ejercicios que posean un adecuado nivel de
reclutamiento de unidades motoras pero bajo nivel de velocidad y excesivo tiempo de aplicación de la fuerza, estos deben ser
transferidos. Los ejercicios de transferencia son aquellos que permiten acreditar la gran activación conseguida por los
ejercicios de fuerza y ejercitarla en los rangos específicos de velocidad y tiempo de reacción.
Ejemplos:
Periodización del Entrenamiento.
Todas las disciplinas deportivas adecúan su preparación en función de la ubicación y frecuencia de las competencias.
Una vez confeccionado el macrociclo, se definirán los mesociclos, que son estructuras de entrenamiento con fines
determinados. Estos mesociclos pueden ser de preparación básica, especial, competitivo y mantenimiento de la forma. Duran
generalmente entre 2 y 5 semanas.
El entrenamiento con sobrecarga ocupará un porcentaje determinado dentro del volumen general del entrenamiento. Debido a
que el estímulo de la fuerza es un auxiliar de la preparación, ese porcentaje es mayor en la preparación básica y mínimo en el
período competitivo y en el mantenimiento de la forma. Una vez adjudicado el porcentaje que corresponderá a la sobrecarga
para cada uno de los ciclos de entrenamiento, se podrá calcular el volumen e intensidad general de cada mesociclo.
Luego se realizará el proceso de selección de los ejercicios, y se determinará un diferente porcentual de volumen para cada
uno en correspondencia con la importancia relativa que tienen en la preparación individual de cada deportista.
Las intensidades de cada ejercicio, irán en correspondencia directa con las valencias que se quieren mejorar, y con el sistema
energético y tipo de fibra que se quiere involucrar.
Métodos de Entrenamiento:
Antes de tomar una decisión, el entrenador ha de formularse una serie de preguntas acerca de las cargas a emplear, como,
por ejemplo: efectos fundamentales de las mismas, positivos y negativos, nivel de fuerza que necesito alcanzar, ángulos en el
que se va a desarrollar y manifestar el efecto del entrenamiento realizado, velocidades a las que se va a ser útil la fuerza
desarrollada, efectos sobre el peso corporal, tiempo necesario para obtener una mejora del rendimiento, tiempo límite
aconsejado para mantener un determinado tipo de entrenamiento, etc.
Sólo pretendemos, con estas puntualizaciones llamar la atención del entrenador sobre una de sus tareas más importantes
como planificador del proceso de entrenamiento y no agotar todas las posibles interrogantes. Precisamente, la capacidad y
habilidad para preguntarse a sí mismo sobre las variantes del entrenamiento va a ser la principal fuente de mejora y
aprendizaje del propio entrenador.
Método Ruso: El deportista ruso tiene mayor porcentaje de fibras rápidas que el argentino, lo que le permite realizar los
gestos en forma muy explosiva. Este método se aplica entre 6 a 10 semanas y generalmente con una variación 3 x 1 (3
semanas pesadas de carga progresiva, y 1 de supercompensación). De acuerdo a las características de nuestros deportistas,
las variaciones de carga puede ser 1 x 1. El método ruso apunta hacia la hipertrofia (acidez, 5 – 7 repeticiones
mayoritariamente) y toca la intensidad cada 6 semanas.
Método Polaco: Se destaca por tener una semana de mucho volumen y una semana de mucha intensidad, es decir toca
intensidad cada 15 días.
Método Búlgaro: Método del sistema nervioso; se basa en intensidades máximas y pone atención en la fatiga nerviosa. Este
método prioriza la carga máxima y la velocidad de ejecución. Trabaja siempre a máximas intensidades (90% - 95% de 1 RM
en series efectivas). El volumen y la intensidad suben en forma conjunta.
Sistema cubano: Es el que más se adapta a nuestra idiosincrasia. Respetan que si aumenta el volumen disminuye la
intensidad y viceversa. Utilizan variantes chatas para acumulación de trabajo, y variantes escalonadas para lograr cargar y
luego supercompensar.
Importante: cuando trabajo en variación de cargas de 1 x 1 y luego de la semana de carga realizo la de descarga o la de
supercompensación y no logro aumentar la carga, esto me avisa que el sistema colapso, a partir de entonces comenzamos
con un 2 x 1.
Los métodos Polaco, Búlgaro y Cubano se recomienda utilizarlos al largo plazo, cuando el deportista tiene historia deportiva en
esta cualidad. Puede llegar a durar 12 meses con posible aumento de hasta 30 Kg. o más. Cuando logro aumentar la
intensidad puedo comenzar 1 x 1 nuevamente y comienza a pegar arriba en su rendimiento. Puede sí comenzarse con el Ruso
de la carga estable.
Si en la pirámide sencilla comenzamos por realizar cada serie con el máximo peso posible, llegaremos fatigados a los pesos
máximos y el efecto sobre los factores nerviosos será pequeño. Si, por el contrario, realizamos las primeras series con poco
peso, como un simple calentamiento para realizar mejor las intensidades altas, solo tendrá el beneficio nervioso. Para que
este método tenga un efecto complejo, habría que hacer una pirámide doble en la que la subida hasta los pesos máximos, se
realizara como un calentamiento, con poca fatiga, para bajar posteriormente a las intensidades inferiores haciendo el máximo
número posible de repeticiones por serie en cada peso. Así estarían más próximos al doble efecto de tipo nervios y estructural
(hipertrofia).
Para que haya una visión global, en el concepto del fútbol, yo siempre parto de la base de centrar un modelo global de
rendimiento en fútbol. Si analizamos un partido de fútbol siempre tenemos lo que se denomina plano explicativo. Vemos un
partido y observamos que hay acciones positivas y acciones negativas, esto nos da una lectura de cómo se desarrolla el
partido. Simplemente observando, se puede plantear que esto es un "modelo periodístico del fútbol" y un "modelo estadístico
del fútbol". Esto constituye el primer plano explicativo.
Sin embargo nosotros, como técnicos, a estas acciones negativas y positivas, tenemos que buscarles un segundo plano
explicativo: El por qué ocurren las cosas. Ocurren porque hay capacidades condicionales, tácticas, técnicas y habilidades
psicológicas. Estas son las que fundamentan a nivel interno, en el sujeto, el porqué ocurre lo positivo o lo negativo en el
desarrollo de esa estadística en ese partido de fútbol.
El tercer plano explicativo hace referencia a que cualquier aspecto táctico, físico o técnico está basado en criterios biológicos.
Es el que, como norma general, estudia la Fisiología y Medicina del Deporte.
Por ejemplo, que un jugador tenga un buen nivel de remate puede ser explicado por una buena condición física que, a su vez,
se ve que tiene unos criterios biológicos favorecedores para que esto puede llegar a ocurrir.
El modelo de rendimiento en fútbol es un modelo complejo, como en casi todos los deportes de equipo, y no hay relaciones
directas entre mejorar un factor y encontrar mejor rendimiento. En algunos deportes si mejora un factor mejora el
rendimiento (por ejemplo: mejora la fuerza máxima del deportista y mejora, automáticamente, el resultado, en Halterofilia);
en el fútbol esto no ocurre y no va a ocurrir nunca, porque hay demasiados factores que influyen en el rendimiento. Esta es la
primera idea que quería dejar clara para centrarnos en el sector del modelo del rendimiento del futbolista.
Centrándonos en la fuerza, yo clasifico la fuerza del futbolista en tres niveles: fuerza de base, fuerza-coordinación y
fuerza especifica del fútbol. La fuerza de base, como norma, es la fuerza que tiene el futbolista gracias a la estructura
anatómica. El jugador que tiene mayor sección transversal de fibra muscular, tiene mayor fuerza rápida. Esta fuerza de base
podríamos decir que es hereditaria y que va en la estructura muscular de cada persona. Nosotros nos encontraremos con
muchos futbolistas con diferentes estructuras y paquetes musculares, si los testamos tendremos un primer indicador de la
capacidad para generar fuerza.
Sin embargo, pasamos a un segundo nivel donde podremos expresar no todo la fuerza que tenemos, sino un porcentaje
menor, se trata de la fuerza - coordinación. En fútbol son habilidades técnicas es que el músculo tiene que desarrollar
fuerza con un modelo coordinativo. En este modelo no da tiempo a expresar toda la capacidad de fuerza. En fisiología existe el
concepto de la especificidad del entrenamiento: sabemos que el músculo está compuesto de unidades motoras, entonces, hay
músculos que tienen un umbral de excitación en un movimiento y en otro movimiento parecido tienen menos umbral de
movilización de unidades motoras. Esto plantea que el músculo aprende a reclutar las unidades motoras y las fibras
musculares en función de un patrón específico que él aprende.
Este es el aprendizaje nervioso que tiene el músculo, por eso se llama fuerza - coordinación. Como norma general, nosotros
en fuerza - coordinación en fútbol planteamos cuatro criterios básicos, que son los movimientos que va a efectuar el futbolista
para solucionar los problemas del partido: acelerar, golpear, realizar cambios de dirección y desacelerar. Básicamente,
son las funciones en las que el futbolista demuestra la utilización de unos modelos o patrones elementales para construir el
modelo de rendimiento, según muestra la siguiente figura.
La fuerza específica del fútbol hace referencia a la cantidad de fuerza producida durante una acción en el fútbol. Viene
determinada, en parte, por la capacidad de utilizar la coordinación de la fuerza en el momento apropiado (sincronización).
En diferentes trabajos de investigación que se han realizado, contemplando diferentes tipos de futbolistas y haciéndoles
diversos test de fuerza, se comprobó que había futbolistas que tenían mucha fuerza de base y no por ello tenían mucha fuerza
- coordinación; y sin embargo, otros futbolistas con mucho menos fuerza de base, tenían más fuerza - coordinación.
Esto puede comprobarse en cualquier equipo, algunos jugadores que tienen buen desarrollo del cuádriceps, a la hora de
golpear el balón lo desplazan menos metros que otros con índices menores. No necesariamente a un cuádriceps más fuerte le
corresponde un mayor golpeo.
También se comprobó que incluso en la fuerza específica de competición, futbolistas con menores niveles de fuerza máxima
eran capaces de realizar acciones de explosivas con mayor nivel de rendimiento.
Por ello a la hora de clasificar la fuerza del futbolista yo planteo esta estructura: Fuerza de Base, Fuerza-Coordinacion y
Fuerza Especifica del Fútbol. A partir de esta clasificación, vamos a ver qué medios de entrenamiento tenemos para
desarrollar cada uno de los modelos de fuerza.
Otro de los medios útiles de entrenamiento para la fuerza específica del futbolista es la pliometría:
Fundamentos de la Pliometría:
1°.- Un músculo se contraerá más fuerte y rápido a partir de un pre - estiramiento.
2°.- El pre - estiramiento se producirá en la fase de amortiguación.
3°.- La fase de amortiguación debe ser lo mas corta posible.
4°.- La contracción concéntrica (acortamiento) se debe producir inmediatamente después del final de la fase de pre -
estiramiento (amortiguación).
5°.- La fase de transición, desde el pre - estiramiento, debe ser suave, continua y lo mas corta (rápida) posible.
Variables Críticas:
1. La carga de estiramiento (C.E)
Determinada por:
a. El peso del deportista y
b. La altura de la caída.
2. La amplitud del movimiento (A.M)
Sarcómero muy elongado (respuesta débil). Sarcómeros en posición intermedia (posición ideal). Sarcómero muy
acortado (respuesta débil).
3. El tiempo de transición (T.T): Es el tiempo del pasaje de la carga excéntrica a concéntrica. Debe ser el más corto, para
posibilitar el almacenamiento y reutilización de energía elástica.
La llave de la pliometría, está en el breve tiempo de acoplamiento, que es el tiempo necesario para que el músculo cambie
desde la fase de alargamiento (excéntrica) a la de trabajo con acortamiento (concéntrica). El fundamento de estos trabajos,
esta en el tiempo de acoplamiento (T.T) y no en la magnitud de estiramiento.
Efectos:
La pliometría tiene como misión, salvar la diferencia entre la fuerza simple y la potencia. Produce movimientos
explosivos.
Está destinado a capacitar los músculos para alcanzar una fuerza máxima en un período de tiempo lo mas corto
posible.
Produce cambios a nivel neural y muscular que facilitan la performance de gestos de movimientos más rápidos y
potentes.
Mejora la eficiencia mecánica de los músculos que intervienen en la acción.
Permite disminuir los tiempos de acoplamiento entre las fases excéntricas y concéntricas.
Mejora la tolerancia a cargas de estiramiento más elevadas.
Facilita el reclutamiento, de las unidades motoras y de sus correspondientes fibras musculares.
Medios:
Para miembros inferiores
Multisaltos horizontales
Multisaltos Verticales
Saltos pliométricos
El trabajo de hipertrofia se realiza en algunos músculos de las extremidades inferiores (rehabilitación), pero por sobre todo en
el tren superior.
Las preguntas más habituales que nos hacemos:
¿Qué o cómo debe trabajar un jugador de primera división, inferiores, de nivel profesional, regional, etc.?
¿Debo exigirle que realice los ejercicios propuestos o buscar alternativas?
¿Qué o cómo trabajar en edades juveniles?
¿Qué nos interesa mejorar con trabajos de Fuerza?
Cuestiones fundamentales a contemplar al responder éstas preguntas son: La mecánica de carrera, mecánica de frenado,
mecánica del salto y mecánica del golpe.
Sesión:
1) Calentamiento y musculatura de sostén (10’).
2) Ejercicio activador específico por puesto
a. de piernas
b. transferencia
c. de tren superior extensor
d. transferencia
e. de tren superior flexor
f. transferencia
g. de cuello
h. transferencia
i. de hipertrofia
j. de prevención
k. Elongación
La rutina de fuerza en la sesión puede ser tomada como la entrada en calor para posteriores trabajos, es más después de
dicha sesión, pueden realizarse las mencionadas transferencias en el campo con ejercicios que involucren el uso de la pelota.
Si querés completar este material con datos como detalles fisiológicos sobre la contracción muscular, definición y análisis de
los tipos de fuerza desarrollados para el fútbol, aplicaciones prácticas sobre la curva fuerza – tiempo y fuerza – velocidad;
caracteres específicos de la forma física, modificaciones estructurales producidas por el entrenamiento de la fuerza necesaria
para el futbolista; combinación de los estímulos de fuerza con otras cualidades en los micro, meso o macrociclos; ejemplos de
planificaciones anuales de fuerza con aplicación de métodos rusos, cubanos, polacos o búlgaros; fuerza específica necesaria
para el fútbol; edades para el desarrollo de la fuerza; técnica de aprendizaje, ejecución y entrenamiento para ejercicios
esenciales (abdominales y sentadillas profundas) rindiendo al máximo y sin lesiones; desarrollo de los ejercicios de
entrenamiento de la fuerza más efectivos en el fútbol; métodos y ángulos óptimos para el entrenamiento pliométrico; armado
de la sesión de entrenamiento; etc.; solicitar material completo de las 2ª y 7ª reunión “Fuerza y Fútbol” y material interactivo
a www.grupoekipo.com.
Bibliografía:
o Manuel Fernández Pombo; Licenciado en Educación Física; profesor titular de la Asignatura Teoría y Práctica del
Entrenamiento del INEF; Galicia; España.
o Jack H. Wilmore, David L. Costill; ”Fisiología del Esfuerzo y del Deporte”; Barcelona; Edit. Paidotribo; 1999.
o Lic. Gorosito Román; Disertación sobre “Fuerza Aplicada al Fútbol” realizada en grupo EKIPO; Rosario, Argentina; 17 de
Mayo del 2004.
o Anselmi H.; “Curso de Fuerza aplicada al Fútbol”; La Plata; Bs.As.; Argentina; 16 de Agosto del 2003.
o Lic. Cappa Darío; “Entrenamiento de la Potencia Muscular”.
o I. Verkhoshansky, I. Ziff; “Súperentrenamiento “. Barcelona; Edit. Paidotribo; 2000.
o J. Weineck. “Fútbol Total”; Barcelona; Edit. Paidotribo; 1994.
o G. Badillo; “Fundamentos del Entrenamiento de la Fuerza. Aplicación al Alto Rendimiento Deportivo”; Madrid; Edit.
Inde; 1997.
o G. Cometti; “La Preparación Física del Fútbol”; Barcelona; Edit. Paidotribo; 1998.