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1.

En el mes de junio de 2019, mediante anuncios de alquiler tuve información sobre un


predio disponible para alquilar, dicho predio se encontraba ubicado en avenida La Paz
1270 -2 -1278 Departamento 1201/interior 1201 distrito de la perla, provincia del
callao.
2. En esta línea de hechos la persona encargada de portería me brindó el número de
contacto de la señora Rosario Janet Samaniego Sayritupac, identificada con DNI
10178112, con quien me comunique el número de celular 961440702.
3. Tras convenir el precio y periodo de alquiler el 28 de junio del 2019 suscribimos un
contrato de alquiler de una habitación por el monto de 550 soles mensuales, por un
periodo de 1 año. además, se pagaba un mes de adelanto y un mes de garantía ante
posibles desperfectos en el bien, así lo estipula el contrato en su clausula 9. (Anexo 1).
4. El 29 de junio del 2019 ocupé la habitación arrendada, las condiciones del contrato me
daban acceso además a áreas comunes como cocina, sala, lavandería y demás
ambientes de uso común.
5. El departamento contaba con tres habitaciones, las cuales fueron ocupadas por dos
personas más quienes eran el señor Roberto Bazan Campoverde y Elmo Erick Chávez
Tasilla, quienes ocuparon las otras dos habitaciones a partir de julio y setiembre
respectivamente, siempre bajo las mismas condiciones de uso de los espacios
comunes.
6. Sin embargo, a inicios de enero del 2020 recibí la visita de dos familiares mujeres (mis
hermanas de 25 y 10 años), esto le fue comunicado con anticipación a la señora
Rosario Janet Samaniego Sayritupac, la misma que accedió a dicha visita con la
condición de que realice un pago extra el cual en un primer momento fue de 75 soles;
sin embargo, al día siguiente la hija de la señora se acercó al departamento a pedirme
que realice el pago del mantenimiento del edficio por la estadía de mis dos hermanas.
7. Esta situación generó una airada discusión que se llevó a cabo el día 14 de enero entre
la señora Rosario Janet Samaniego Sayritupac quien se encontraba conectada vía
llamada telefónica, la hija de la señora y un tercer sujeto cuyo nombre desconozco, en
dicha conversación yo manifesté de manera clara y concisa mis intenciones de
abandonar la habitación, de la misma forma la arrendataria aceptó que yo me retirase
de la habitación, si bien es cierto no se estableció fecha ni hora para abandonar la
habitación si se exteriorizó la decisión de dar por culminado el contrato de mutuo
acuerdo. (Anexo 2)
8. Tras ello, y mediando sucesivas comunicaciones con la señora Rosario Janet
Samaniego Sayritupac, las cuales constan vía whatsapp y cuyas capturas se encuentra
anexas a la presente (Anexo 3), le comuniqué que estaba dejando el departamento, así
como le informé sobre la entrega de sus llaves y solicité la devolución de mi garantía.
9. No obstante mis insistentes comunicaciones con la señora y su hija estas no fueron
atendidas, ante la premura de arrendar un nuevo lugar ya que el contrato había sido
rescindido y a fin de no incumplir con el acuerdo ni ocupar el predio más allá del
tiempo que fuera pactado, abandoné el departamento el 28 de enero del 2020.
10. En un exceso de diligencia por mi parte a fin de no perjudicar a la arrendataria, le
solicité al señor Adolfo (.,..) quien es supervisor del conjunto habitacional en el turno
mañana, para que compruebe el estado del departamento en el cual yo lo dejaba;
cabe mencionar que también acudí al centro policial a solicitar se realice una
constatación no obstante esta me fe negada por lo que opté por hacer una grabación
cuya fecha y hora se puede constatar fácilmente mediante un peritaje simple al
material videográfico que adjunto a la presente (Anexo 4).
11. Asimismo, debo mencionar que no hice entrega de las llaves porque, en principio no se
me había devuelto la garantía como correspondía y en segundo lugar ni la arrendataria
ni ningún representante de esta se apersonó al lugar pese a mi insistente solicitud, por
ello las llaves permanecieron en mi poder.

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