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Coaching y trabajo en equipo

Proceso de coaching
Bitácora de coaching

Nombre participante:

Por: Dr. Jose Josán

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Proceso de Coaching
Por Jose Josán
(Basado en el material de estudio de Alberto Calderon Danel)

Todo proceso de Coaching se centra en el individuo y siempre están presentes


tres elementos: Quién, Qué y Cómo. El Coach puede iniciar el proceso en
cualquiera de estos elementos.
El siguiente diagrama de Venn, tomado de CoachVille, ilustra este proceso.
Proceso de coaching
1) Ayudar al cliente a descubrir y entender
quién es él.
2) Ayudar al cliente a identificar y clarificar
qué es lo que quiere.
3) Ayudar al cliente a crear y desarrollar
estrategias sobre cómo alcanzará sus objetivos.
Se ha descubierto que lo que hace muy poderoso
al coaching es el elemento “quién”. Los objetivos
(qué) y las estrategias (cómo) son potentes, pero
a menos que estén integradas con la persona (quién), se llevará mucho tiempo
para cumplirlas, y probablemente no sea lo que la persona realmente desea y
no se logren los altos niveles de felicidad y plenitud que son posibles.

EL COACHING SISTÉMICO.
El Coaching Sistémico es el proceso de crear un espacio de crecimiento y
aprendizaje para quienes participan en el mismo. Presenta, en esencia, la
posibilidad de realizar distinciones básicas a nivel social, de interacción y
psíquico, siendo factible realizar acciones que llevan a diferenciar y a rescatar al
individuo de su entorno social, diferenciándolo, además, de los diversos roles
que desempeña. Por otra parte, al separar lo social de su entorno, se posibilita
mejorar las condiciones intrínsecas del sistema societal en que se participa,
rediseñando su funcionamiento para enriquecerlo con condiciones más
productivas y de mayor calidad.
Cuando el Coach trabaja con su cliente y lo lleva a lograr estas distinciones
le está ayudando a ubicarse a sí mismo y dentro del contexto en que vive,
facilitando así, las posibilidades para su proyección futura.
Un individuo es hacia fuera y hacia su futuro, solamente lo que es en el presente
y por dentro; nadie puede dar lo que no tiene ni lo que no es. Y esta es
precisamente la clave para avanzar en un proyecto de mejoría: saber que todo
dependerá, a partir de ese momento, de uno mismo y de nadie más. Cuando el
ser se encuentra consigo mismo, a la luz de las propias características, sin
nadie que le venga a salvar, solo, con sus fortalezas y debilidades, percibe,

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asimismo, el infinito de posibilidades que existen en la vida, surgiendo también
el encuentro con su naturaleza y con su propia potencialidad. Es el momento en
que el ser hace una importante y fundamental declaración de “basta” o “hasta
aquí” o “se acabó”, las cuales cierran la posibilidad de continuar con un
determinado estado de insatisfacción y abre, con la misma declaración, la
posibilidad hacia otros rumbos, a nuevas acciones, a otro observador, a otro
marco de referencia y a diferentes interpretaciones; es cuando se decide a mover
en una dirección diferente, con nuevos elementos y recursos.
En todo ese camino es el Coach quien le ayuda a llegar a esa determinación, a
establecer nuevos rumbos, a planificarlos, a acompañarlo, a soportarlo y
ofrecerle elementos para que permanezca firme y avance durante todo el
trayecto.
Existen fundamentalmente dos procesos básicos en los cuales se trabaja
dentro del Coaching Sistémico: el proyecto y la sesión.

El Proyecto de Coaching Sistémico.


Un proyecto de Coaching Sistémico es el acuerdo formado por dos o más partes
interesadas para participar en un proceso de mejoramiento individual.
Este proceso tiene una duración variable de tiempo, pudiendo ser algunos meses
o hasta varios años, dependiendo del mismo proyecto.
Aunque desde un principio existe una intervención, todo proyecto de Coaching
Sistémico pasa por cuatro etapas: Inicio, Introducción, Diseño, Implantación y
Seguimiento.
Inicio.
Esta etapa comprende de dos a tres sesiones e incluye el establecimiento de los
acuerdos del proyecto, manejo de expectativas, llenado del contrato, explicación
del proceso del coaching sistémico, dinámica del mismo, explicación de la
filosofía, estándares de conducta, compromisos éticos, distinciones con otras
disciplinas, cuestionarios, evaluaciones y, en general, cualquier aspecto
relacionado con el proyecto y que se considere necesario tratar desde un
principio. El Coach comienza a observar los posibles desequilibrios existentes
en el cliente e intenta definir lo desequilibrios básicos o maestros. Esta
interacción se realiza con total apertura, procurando establecer un ambiente de
confianza y respeto.
Introducción.
Tiene una duración estimada de tres sesiones. Esta etapa se enfoca a crear un
contexto de confianza, respeto e intimidad, en la cual cliente y Coach realizan
interacciones y se comunican con el fin de establecer un ambiente propicio para
el surgimiento de pensamientos y sentimientos más profundos. Se comienza a
crear el proceso de aprendizaje como una entidad social, diferente a los
individuos, en el cual ambos comienzan a trabajar para lograr su mutuo
crecimiento. En base a los desequilibrios encontrados, el Coach procura que el
cliente realice una declaración de “basta”, “hasta aquí”, “ya no quiero más”, etc.,
con el fin de comenzar a abrir nuevos caminos
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Diseño.
Esta etapa dura lo necesario para identificar nuevas posibilidades, estudiar
alternativas, acercarse de nuevos modelos, definir metas, planes de acción,
estudiar recursos, roles, lugares, y todo lo que permita establecer estrategias y
líneas de acción. Se define el qué hacer y el cómo lograrlo.
Implantación y Seguimiento.
De duración abierta y dependiente de la visión y estrategias diseñadas, el Coach
acompaña al cliente en el avance de sus acciones, apoyándolo con recursos,
elementos y distinciones que le ayuden a superar cualquier obstáculo que se le
presente. La comunicación es fluida y muchas sesiones particulares son de
retroalimentación. El Coach utiliza modelos de todo tipo, así como experiencias
y conceptos asimilados durante su experiencia.
Generales.
Si en la etapa de Inicio el proceso es mayormente dirigido por el Coach, en la
medida en que se avanza el proceso debe ser cada vez más dirigido por el
cliente, ya que es él quien decide qué y cómo hacer.
Punto importante es que todo proceso de Coaching tenga una conclusión. Por
ello, en la medida en que se avance en el proceso y especialmente en la etapa
de implantación, es recomendable acordar un momento para el cierre del
proceso. Es válido, si el cliente lo desea, poder abrir nuevos proyectos,
enfocados a diferentes acciones; pero todo proceso abierto debe tener su
momento final. Un proyecto termina cuando el cliente genera una declaración de
cumplimiento del proceso y una declaración de satisfacción con el resultado
obtenido.

La sesión de Coaching Sistémico.


Una sesión de Coaching Sistémico tiene una duración aproximada de 45
minutos, con +/-
15 minutos de tolerancia, según los contenidos manejados durante la misma. El
número de sesiones es variable aunque es frecuente realizar alrededor de tres
mensuales, con +/-1 sesión al mes, dependiendo de los temas vistos y la
dinámica que se va generando.
Es importante que el cliente cuente con la posibilidad de establecer contacto con
su Coach en cualquier momento y por diferentes medios (1 a 1, telefónico, e-
mail, entre otras), ya que el Coach tiene su razón de ser en el crecimiento del
cliente.
Una sesión de Coaching Sistémico sigue, en secuencia, cuatro pasos: Contexto,
Proceso, Crecimiento y Acciones.
Contexto.
Se refiere a la entrada y comienzo de la sesión, en donde se establece el
contacto inicial. Es de mínima duración y solamente con el fin de establecer una
atmósfera de confianza y de poder identificar la ubicación sistémica en que se
encuentra el cliente, así como el tema y el marco de referencia desde el cual
está hablando. Se inicia con preguntas abiertas y sencillas, tales como:
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¿Cómo has estado? ¿cómo vas? ¿en qué andas? ¿en qué situación estás
trabajando? ¿qué es de tu vida? ¿qué avances has tenido últimamente?
Lo importante es establecer lo más rápido posible un ambiente para trabajar en
el proceso de aprendizaje.
Proceso.
Una vez iniciada la sesión, el Coach se centra en el proceso de aprendizaje,
siguiendo la conversación y haciendo intervenciones utilizando sus recursos y
experiencia.. Cuida que el proceso de crecimiento del cliente fluya, que se
despliegue, que se abra. Son momentos delicados en los cuales el Coach debe
seguir el contenido y vigilar el proceso, cuidando de no quedar atrapado ni
mezclarse con lo que dice el cliente. Lo importante es sacar adelante al cliente,
no al Coach.
Es válido para el Coach, si se llega a tocar un tema para el cual el Coach no está
preparado, decirle al cliente que se declara por el momento incompetente para
continuar, solicitándole continuar en otro día. Por lo general se presenta cuando
el Coach no ha superado alguna experiencia y resulta ser la misma que el cliente
quiere resolver. Declararse incompetente por el momento es de alto valor ético
y es preferible hacerlo a querer resolver el propio problema en la sesión y con la
vida del cliente.
Crecimiento.
Este es el momento en que el Coach presenta al cliente lo que ha observado en
el proceso, invitándolo a tomar conciencia de su situación, a realizar las
declaraciones necesarias, a abrir posibilidades nuevas y a definir nuevos
rumbos. Lo importante es que el cliente aprenda algo nuevo de sí mismo.
Acciones.
Se enfoca al establecimiento y diseño de las acciones necesarias para alcanzar
lo que quiere, para salir de donde está. Son las tareas a las cuales el cliente se
compromete a realizar en el siguiente periodo de tiempo establecido.
Dependiendo del tipo de intervención y de ayuda detectada, se pueden
establecer distintas acciones para ser realizadas en diferentes momentos: en la
siguiente hora; en las siguientes tres horas; el día de hoy; en la semana; en los
siguientes quince días; durante el mes; un programa anual.
Generales.
Una vez que el cliente ha entendido el proceso de una sesión de Coaching
Sistémico, es frecuente que sea él quien establezca la secuencia, la dinámica,
el ritmo, la temática. La labor del Coach se limita a vigilar el proceso, abriendo
posibilidades, soportando los avances, ofreciendo observaciones, presentando
modelos y recursos que apoyen las intenciones del cliente. Es un rol menos
directivo y más de apoyo.
Cada vez que se concluye una intervención es recomendable que el Coach
llene la “Bitácora de Coaching” correspondiente, que además de servir como
anotación de los avances del cliente, es un registro de la experiencia vivida
enfocada a identificar el proceso y en especial, lo que aprende y lo que puede
mejorar como Coach Sistémico.
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jjosan@josejosan.com
Bitácora de Coaching

Fecha:
Cliente:
Coach:

1. ¿Sobre qué conversamos? (una ayuda es utilizar el modelo GROW)

2. ¿Cuáles son las tareas para la siguiente sesión?

3. ¿Qué documentos o textos utilizamos durante la sesión?

4. ¿Qué fue lo que más llamó mi atención, que fue lo que aprendí en esta
sesión?

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