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Aceptación de un cliente nuevo

La Comercializadora Eléctrica de Occidente, S.A. de C.V. (CEOSA) era una empresa


mexicana ubicada en el estado de Jalisco, desde finales de los años setenta, con más de 30
años de experiencia en la fabricación y venta de material eléctrico (conductores, contactos y
cableado estructurado). Sus operaciones se extendían por catorce estados de la República
mexicana. En febrero de 2019, el Consejo de Administración decidió contratar a una
compañía de auditores para dictaminar los Estados Financieros de XXXX y eligieron a la
representada por Joaquín González quien sometió a CEOSA a un proceso de aceptación de
clientes prospecto. Una vez concluido el proceso y conocedores de la información
publicada en los principales diarios locales de Guadalajara (ciudad capital de Jalisco) en el
sentido CEOSA presuntamente había incurrido en algunas prácticas indebidas, Joaquín
González y su firma se cuestionaban sobre la posibilidad de aceptarla como cliente o no.

La empresa y sus inicios


La compañía Comercializadora Eléctrica de Occidente, S.A. de C.V. fue fundada en 1978
en Zapopan dentro de la zona metropolitana de Guadalajara, Jalisco (México). Al principio
producía cables y conductores y diez años más tarde sus productos ya incluían contactos,
aislantes y otras herramientas. Tenía presencia en otros estados de la República mexicana
como Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí. En el año 2000 la
empresa comenzó a comercializar materiales para iluminación que importaba de Estados
Unidos y China. En 2009, CEOSA ya tenía presencia en 24 estados (de un total de 32
entidades federativas) a través de distribuidores independientes y exportaba sus productos a
Centroamérica, Colombia y Venezuela.

CEOSA investigada

En 2014 CEOSA fue investigada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (máxima
autoridad en México respecto a funciones de recaudación y regulación fiscal) por presunto
lavado de dinero; sin embargo, la investigación se cerró ese mismo año ya que no se
encontraron elementos suficientes para imputarles tal práctica. Asimismo, dos accionistas
estuvieron bajo sospecha de vínculos con el narcotráfico, pero no hubo pruebas que lo
demostraran.

Como consecuencia de las investigaciones sobre lavado de dinero realizadas a varias


compañías en México, autoridades de Estados Unidos emitieron recomendaciones para no
invertir en varias empresas bajo sospecha, entre la que figuraba Comercializadora Eléctrica
de Occidente.

En 2019, cuando CEOSA solicitó los servicios de auditoría a la firma de contadores


representada por Joaquín González, todas las investigaciones habían terminado.

El posible cliente
Como primer paso para conocer al nuevo cliente, la firma de auditoría envió como
representante a Joaquín González, uno de sus gerentes de Auditoría, para entrevistarse con el
Sr. Juan Antonio Martínez, director General de CEOSA. Durante la reunión, el Sr. Martínez
expuso las razones por las que el Consejo de Administración de la compañía había decidido
cambiar de despacho auditor para el dictamen fiscal de 2019; señaló que la firma anterior
tenía una mala atención y en el último ejercicio el dictamen se había presentado fuera de la
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fecha límite señalada por las autoridades. Además, agregó, varios de los consejeros habían
recomendado a la firma representada por Joaquín González y que no habían considerado aún
otro despacho de auditores.

Mientras el Sr. Martínez detallaba la historia y generalidades de CEOSA a Joaquín, éste


tomaba nota de la información que le pudiera ser útil e importante para determinar si la firma
aceptaría a este cliente prospecto. De acuerdo a los comentarios del Sr. Martínez, CEOSA ya
había implantado el Gobierno Corporativo, es decir, tenía órganos de gobierno con funciones
bien definidas; la Junta de Accionistas estaba conformada por los nueve socios y el Consejo
de Administración estaba integrado por algunos accionistas y cuatro consejeros
independientes.

En la visita, Joaquín González tuvo la oportunidad de conocer al Contralor general de


CEOSA quien le habló sobre la metodología, el software utilizado para los registros
contables y la forma en que se archivaba toda la información y además le mostró una copia
de los últimos estados financieros. Durante el encuentro, el Sr. Martínez refirió que la
contraloría era uno de los departamentos de la compañía con mejor desempeño. Joaquín tuvo
acceso a los estados financieros y al último dictamen realizado y durante la revisión no
encontró anormalidades significativas.

Por otra parte, Joaquín planteó al director de CEOSA la posibilidad de entrar en contacto con
el despacho auditor que había trabajado antes con ellos y de parte del Sr Martínez no hubo
ninguna objeción. De cualquier manera, Joaquín de momento no consideraba esto necesario.

Con la información recabada durante la entrevista, Joaquín llenó el formato de aceptación de


clientes y el formulario de cotización en pesos mexicanos, para estimar los honorarios que
deberían cobrarse a CEOSA.

El Sr. Martínez expresó que de parte de CEOSA tendrían “la mejor disponibilidad de acceso
a la información y del personal que requiriera ser consultado para realizar el trabajo de
auditoría”, esto con el propósito de facilitar el trabajo y cumplir con los tiempos impuestos
por las autoridades fiscales.

El proceso de aceptación del cliente debía realizarse aceleradamente para alcanzar a concluir
en tiempo y forma el trabajo de auditoría. CEOSA aceptó el monto a pagar por los servicios
prestados.

A pesar de haber seguido todos los procedimientos de aceptación de clientes que la firma
tenía establecidos, Joaquín González se encontraba preocupado e indeciso sobre la
aceptación o no de CEOSA:
“¿Qué decisión debo tomar?

El caso debe ser sometido a discusión por los funcionarios de la firma


puesto que la aceptación del nuevo cliente puede comprometer la reputación
de la firma, a pesar de que no se ha comprobado que la empresa este lavando
dinero y tenga nexos con el narcotráfico si ha estado sometida a investigación
y esto puede ocasionar que los estados financieros estén maquillados y por tal
razón a pesar de que la auditoria se planee se ejecute puede que no se
detecte la incorrección en los estados y al dar los profesionales su dictamen
confirmando que los estados financieros están libres de incorrección o fraude
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estos si lo estén y así se ve afectada la firma y tendría responsabilidades por
su dictamen, esto afectaría directamente a la firma por esta razón no se
aceptaríamos aceptar al nuevo cliente.
El auditor que realiza una auditoría de conformidad con las NIA es
responsable de la obtención de una seguridad razonable de que los estados
financieros considerados en su conjunto están libres de incorrecciones
materiales debidas a fraude o error. Debido a las limitaciones inherentes a una
auditoría, existe un riesgo inevitable de que puedan no detectarse algunas
incorrecciones materiales en los estados financieros, incluso aunque la
auditoría se haya planificado y ejecutado adecuadamente de conformidad con
las NIA.

- Nosotros le recomendaríamos que la decisión que debe tomar es la de no aceptar el


encargo de la entidad, aunque toda su documentación se encuentre en orden
actualmente, no deja de ser preocupante de que sea producto de acciones de
manipulación, falsificación o alteración de registros o maquillaje de documentos.

¿Afectaría la mala reputación de un cliente el prestigio de su firma?

La reputación es un factor clave para el éxito de una empresa, por lo anterior afectaría
de gran manera el prestigio de la firma, si se comprueba que la empresa Ceosa tiene vínculos
con el narcotráfico se estaría brindando una información que no es relevante mostrando así
una incorrección material y fraude partiendo desde el hecho que un auditor debe tener
respuestas técnicas y principios éticos. basándonos de que el objetivo de auditoria es brindar
una información empresarial relevante que permita tomar una buena decisión sobre el
mismo. Este hecho corrobora argumentos los cuales son cuestionables que se logre una
mayor reputación produciendo auditorias de alta calidad.

El auditor debe implementar procedimientos adecuados que permitan trabajar con una menor
probabilidad de error, la expectativas de los usuarios a parte de la expectativa de que los
auditores desempeñen su trabajo con un alto nivel de responsabilidad, se valora el hecho que
aunque no es el objetivo como lo contempla la NIA 240 no es detectar Fraude, el Auditor no
está exento de identificar el riesgo de su existencia, debido a que son inherentes por lo que el
auditor debe tener la competencia y las herramientas para detectarlos y tomar, a tiempo, las
medidas necesarias y así no inmiscuirse. Un errado suministro de La información debido a
que el deber del auditor es brindar credibilidad de los estados financieros de una compañía
determina la propia elección del auditor y afecta a aspectos tan importantes como la
estructura del mercado de los servicios de auditoría y fiabilidad de a información. Dejando la
firma de auditoria sin credibilidad ante el usuario en el mercado.

- Para nuestra apreciación sí, ya que se le puede relacionar a la firma, como una que se
vincula con entidades que tienen pasados oscuros y más como que esta que ya ha
tenido varias investigaciones y unas tan graves como lo son el caso del vínculo con el
narcotráfico y lavado de dinero.

¿Qué riesgo tendría su empresa en caso de que se reabriera la investigación por lavado de
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dinero en CEOSA?

- La empresa de Joaquín Gonzáles correría el riesgo de que se le abra un proceso penal


de investigación, debido a que es la entidad encargada de velar que la compañía
CEOSA haya seguido haciendo las cosas correctamente. Pero en vista de que se
reabre otra vez la investigación por lavado de activo, significa que ahora la empresa
auditora encargada también hace parte de ese negocio ilegal.

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