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Chile tiene ocho campos minados en su frontera con Salta

Hasta el momento el vecino país sólo reconocía cuatro sitios con explosivos

Extraído del Diario El Tribuno - Lunes 16 de Agosto de 1999

Debido a que el El Tribuno retiro las noticias de años anteriores del portal en internet es por ello
que publicamos la noticia por este medio.

Ocho sectores de la frontera salto-chilena están sembrados con minas antipersonales desde 1978, cuando las fuerzas
militares comandadas por Jorge Videla y Augusto Pinochet decidieron finiquitar la cuestión del Beagle con una guerra que
el Vaticano frenó a último momento. Un equipo periodístico de El Tribuno recorrió el frente cordillerano que vincula al
departamento de los Andes (Salta) con el desierto de Atacama (II Región) y constató la existencia de campos minados en
inmediaciones de los cerros Aracar, Bayo y Tecar, la quebrada del Llullaillaco, la ladera Sur del mismo volcán y los portales
de Huaytiquina, Socompa y Aguas Calientes.

Por Antonio Oieni, de la Redacción de El Tribuno.


Fotos de Osvaldo Stigliano

En los últimos años la Argentina y Chile solucionaron todos sus diferendos limítrofes y rubricaron tratados de integración,
cooperación y complementación inimaginables dos décadas atrás, cuando las fuerzas militares de ambos países estuvieron a punto
de resolver por las armas el atolladero creado en el canal del Beagle, en el extremo Sur del continente. Los dos gasoductos y el
colosal tendido de alta tensión que alimentarán con energía salteña a la región de Antofagasta, en el Norte chileno, demuestran
cuánto avanzaron las relaciones de paz en la región.

Sin embargo, las 500.000 minas terrestres que hasta el momento reconocieron las fuerzas armadas chilenas en catorce pasos
cordilleranos, desde Jama hasta Tierra del Fuego, siguen enterradas desde 1978 y han matado o mutilado a decenas de personas
sin distinguir edad ni condición alguna. Esta delicada asignatura pendiente en las relaciones internacionales de la Argentina y Chile
quedó graficada en varios trabajos publicados por este medio desde el pasado 27 de junio. Los informes revelaron la existencia de
otra similar cantidad de minas explosivas en los límites de Chile con Bolivia y el Perú, donde los daños causados a las poblaciones
civiles, la fauna y los emprendimientos económicos fueron tratados con igual descuido. El guía que acompañó al equipo periodístico
en la recorrida a los campos minados del frente salto-chileno, Eusebio Roberto Alegre, está convencido de que fueron los "Niños del
Llullaillaco", como se conoce a los tres pequeños incas extraídos de la cumbre más alta de provincia en marzo último, los que
activaron a las cancillerías de ambos países.

En realidad, a los pies del Llullaillaco había comenzado a desentrañarse, el 26 de marzo, la existencia de minas terrestres "olvidadas"
a corta distancia de los hitos cordilleranos. Ese mismo día el equipo periodístico bajaba con la noticia del asombroso hallazgo
arqueológico, cuando aparecieron tres lugareños. "No sigan por aquí o volarán por los aires", remarcaron los baqueanos al advertir la
proximidad de uno de los campo minados: el "Llullaillaco Sur". Cinco meses después, en el mismo sector, otro guía de la zona
encabezó la recorrida a sitios minados en la alta cordillera salto-chilena y en el desierto de Atacama, donde los costos de la frontera
explosiva quedaron testimoniados con el crudo relato de varias víctimas mutiladas y silenciadas.

Hasta ahora el Ministerio de Defensa trasandino sólo reconocía cuatro campos minados en los flancos de la II Región con Salta, pero
se comprobó la existencia de ocho sitios con explosivos: cinco al Norte y tres al Sur del volcán Llullaillaco, la máxima cumbre de la
provincia, con 6.737 metros sobre el nivel del mar.
Numerosos andinistas, geólogos, vulcanólogos y aventureros suelen trepar, cuando los deshielos lo permiten, hasta el
imponente nevado del Llullaillaco, que tiene sembradas con explosivos sus laderas Norte y Sur.

En las alambradas del campo minado "Llullaillaco Norte", Eusebio Alegre encontró en 1997
los restos de una mochila y jirones de una campera de alta montaña. Ambos elementos,
entregados a la Justicia de Antofagasta, constituyen los indicios más claros que se tiene
ahora sobre el destino de Donald Davison Junior, el científico de Nueva Jersey que
ascendió solo al volcán, dejó un testimonio en su cumbre y desapareció antes de retomar la
camioneta que había dejado estacionada a corta distancia del sembradío de minas.

En la cara opuesta del volcán Llullaillaco, próxima a la base del glaciar que guarda los
restos del infortunado montañista alemán Erik Newbery, está el campo minado "Llullaillaco
Sur", de unas dos hectáreas. Ambos sitios, señalizados con calaveras y alambradas de
púas, están cubiertos por la nieve, lo que torna inviable y extremadamente peligroso
cualquier intento de aproximación hasta octubre o noviembre próximo. Algunos kilómetros
más abajo, cerca de la ladera Sur del cerro Silla, se encuentra otro de los campos minados,
en la cuesta que los lugareños conocen como Agua de los Pajaritos.

CAMPO MINADO PORTEZUELO LLULLAILLACO SUR

Más al Sur, pegado al límite tripartito que comparten Salta, Catamarca y Chile, está ubicado el cuarto sitio con minas terrestres, en el
portal de Aguas Calientes. A unos 70 kilómetros al noroeste del nevado del Llullaillaco, sobre el portal de Socompa, se ubica el quinto
campo minado, a ambos lados del camino que une la punta internacional de rieles del ramal C-14 con la estación chilena de
Monturaqui. Alto del Inca se denomina la cuesta donde, sólo en los últimos cinco años, resultaron gravemente heridas cinco
personas: la propietaria de la cantera de ónix "Leoncito" (perdió sus dos piernas al atravesar el sembradío de explosivos con su
"jeep") y cuatro trabajadores del yacimiento de cobre La Escondida (una mina antipersonal que habían levantado del lugar explotó
dentro de su vehículo).
CAMPO MINADO DEL PASO DE SOCOMPA

Los restos que se pueden ver corresponden a una Land Rover que se atrevió a pisar fuera de la línea de la ruta

Los restantes campos minados están ubicados en inmediaciones del Portal de Huaytiquina, la Laguna del Pular (próxima al cerro
Aracar) y la quebrada de Aguas Delgadas (en cercanías del cerro Bayo o Tecar). A los mencionados sitios minados en la cordillera
salto-chilena se suman otros en la ladera Sur del volcán Licancabur (sobre el paso jujeño de Jama), el Valle de la Luna y el Llano de
la Paciencia, en la comuna de San Pedro de Atacama, dentro del desierto más árido del planeta.
CAMPO MINADO DEL PASO DE HUAYTIQUINA
En nuestro visita al Portezuelo de Huaytiquina nos informaron también que una persona había pasado en
vehículo por allí y que una mina exploto bajo el mismo amputándole las piernas. Lo encontraron días después
muerto.

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