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f10 Libro Finalvfvf
f10 Libro Finalvfvf
Mapa de un festival
3 — Filba 10
Filba 10 / Inés Acevedo ... [et al.]. -
1a ed. - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires :
Fundación Filba, 2018.
200 p. ; 23 x 16 cm.
ISBN 978-987-46898-1-8
Fundación Filba
Queremos que la literatura circule
FILBA 10
Publicado por Fundación Filba
Honduras 5582, Ciudad de Buenos
Aires, Argentina
www.filba.org.ar
FundFilba
@FundacionFilba
@FundacionFilba
Fundación Filba
Sobre la interpretación. Lectura 2044 Memoria, presente Fuga geográfica Libros viejos Bingueras
Notas para una conferencia Jeremías Gamboa, y escritura de Ernst Toch Andrés Barba, 2011 142 Samanta Schweblin,
Ricardo Piglia, 2012 28 2014 66 Félix Bruzzone y Nona Mercedes Cebrián, 2014 162
Fernández, 2014 88 2012 115 Kissoflife
Desfiguraciones La señora vieja Yuri Herrera, 2011 144 Mansiones
Martín Kohan, 2015 32 Rae Armantrout, 2016 72 Escribir para resistir Hace frío ya Ricardo Romero,
Cristina Rivera Garza y de Los Iracundos La isla desierta 2015 165
Cuerpo argentino Los mocos de la furia Cynthia Rimsky, 2015 96 Selva Almada, 2012 116 Rodrigo Hasbún,
María Moreno, 2016 46 Liliana Bodoc, 2017 76 2012 146 El reino del lugar
Wílmar es la Laguna Azul común
Mariano Blatt, 2012 120 Fantasmas Juan Sklar, 2015 168
Hernán Ronsino,
Venecia 2012 149 Lautaro va a la clase
DE TODO UN POCO
por la ciudad
Correspondencia
Recorridos
Hoja de ruta
Conferencia
Cruce epistolar
MEZCLADITO
Bitácoras
PARA EMPEZAR
literarios
inaugural
Mapa de un festival — 16
Filba: encuentro y ósmosis
Porque sé que es así, cada año
cuando se anuncia el festival busco
Un festival es un encuentro. Encuentro con entusiasmo qué invitados serán
de escritores, de textos, de lectores, de la partida. No busco confirmar
de libros, de palabras. No alcanza mis propios gustos literarios sino
que todos esos elementos coincidan que el festival me sorprenda, que me
en tiempo y espacio, tiene que haber acerque a autores que leo y no soñé
además una suerte de “ósmosis conocer o que me resulte de guía
literaria” que permita que se penetren por lecturas nuevas que a partir de
recíprocamente, que se influyan, que la “ósmosis” Filba se conviertan en
cada uno de ellos no sea el mismo imprescindibles. Le debo a este festival
después del encuentro. Eso me pasa haber entrevistado a Philippe Claudel,
cada vez que participo del Filba. Lo un autor que leo y admiro desde hace
hice como escritora y como lectora, muchos años, y haber podido conversar
arriba del escenario y desde la butaca, de los personajes de Almas grises
con textos terminados y en proceso. como si fueran amigos en común. Le
Entrevisté a escritores que admiro, debo haber entrevistado a Tobias Wolff
participé en mesas con colegas y llevarme de ese encuentro anécdotas
y amigos, escuché conferencias acerca de su método de escritura, de
inolvidables. De cada experiencia salí cómo elige los títulos de sus cuentos
distinta, me llevé palabras de otros o de la adaptación al cine de Vida de
prendidas al cuerpo, cargué mi bolso este chico, pero también secretos de
con nuevos libros, anoté en mi libreta su madre y hasta un cedé de jazz de
nombres de autores que leería en un la banda de su hijo. Le debo al Filba
futuro cercano. haber escuchado leer a John Coetzee
sentada junto a su amigo Paul Auster,
17 — Filba 10 Mapa de un festival — 18
en el patio de Eterna Cadencia con una
copa de vino en la mano.
19 — Filba 10
Confere
inaugur
Hoja de
ral
escritor o escritora hablar sobre literatura,
el oficio de escribir y la vida misma. Toda
una comunidad participando de lo que
en estos diez años ha sido nuestro rito
inaugural: poner en el centro del escenario
la palabra para dar comienzo a nuestra
ruta
fiesta literaria.
Desfiguraciones
‘astros’– yo representaré a los escritores”. saludó con un abrazo pero carta), se ubicó donde más y mejor
Bajo esta idea de representación hay que confundiéndola, lamentablemente, convenía (por supuesto que es posible
Martín
entender que un escritor nunca es en con otra: con Libertad Leblanc. considerar que a una estrella de verdad,
sentido estricto un astro, y difícilmente No era esta la primera vez que como Nélida Lobato, fatigada de
una personalidad socialmente destacada; Manuel Mujica Láinez concurría para escenarios y de tapas de revista, le daba
Kohan,
pero que una revista de interés general, integrar la foto de Gente de las exactamente lo mismo sentarse en un
como Gente, no puede sino reservar un personalidades del año; cuando el lugar o en el otro, ir a parar al pliegue o
cupo fijo para ese rubro, el de los escándalo por la prohibición de Bomarzo al despliegue; para un escritor, en
2015
escritores, y que Manucho era en esta (otra vía hacia la notoriedad social del cambio, apenas un escritor, falso astro,
ocasión a quien le tocaba ocuparlo. escritor: verse envuelto en un escándalo) se trataba de un verdadero
En la carta del 28, Mujica Láinez ya le había tocado asistir. De ese acontecimiento sin dudas: no podía ni
contaba cómo le había ido en el asunto. antecedente, Manucho había obtenido quería desperdiciarlo).
Es interesante consignar a quiénes atinó una invalorable astucia, que le explicaba Los tiempos, por supuesto, han
a reconocer en la reunión y a quiénes a Monesterolo así: “Me ha enseñado la cambiado; en parte, porque es lo que
argentino
enanos del general–, el y entre Oliveira y La Maga mujer (bueno, eso está en
¿Quieren que diga pene? –personajes que hicieron duda) la exasperó con piel y
que Perlongher coloca en soñar e incitaron desde pelo y baba y queja, la vació
su poema “Cadáveres” las páginas de Rayuela a hasta lo último de su fuerza
en el caño de una combi hacerse amantes a tantas magnífica, la tiró contra la
María
y el trasero “lacayo” parejas de lectores– era almohada y una sábana y
de Erdosain, claro que descripto a la manera de la sintió llorar de felicidad
atravesado por la mazorca una violación: “Oliveira contra su cara”.
que el unitario patilludo sintió como si La Maga “Aniquilación”,
recibió en “El matadero” esperara de él la muerte, “vejación”, “uso”, “muerte”.
Moreno,
de Echeverría y la boca algo en ella que no era su ¿Pero dónde están las
de una venus felatrix como yo despierto, una oscura vergas de Apollinaire, los
la Samantha de Flores forma reclamando una senos que Gómez de la
Robadas en los jardines aniquilación, la lenta Serna confundía con la
de Quilmes, de Jorge Asís, cuchillada boca arriba frutería de Eros, los príapos
2016
calzada con las alpargatas que rompe las estrellas joviales a lo Comedia
de Victoria Ocampo, de la noche y devuelve dell’Arte? “La vejó como
un libro de poemas de el espacio a las preguntas a un adolescente”. Tal vez
Alfonsina en la mano. Este y a los terrores. Sólo esa Oliveira hubiera preferido
cuerpo argentino saldría vez, excentrado como un muchacho.
en manifestación, como un matador mítico para Erdosain sueña en Los
dice el final de “El fiord” quien matar es devolver siete locos con jaulones
de Osvaldo Lamborghini, el toro al mar y el mar al tremendos adonde los ricos
y estaría vestido con el cielo, vejó a La Maga en aburridos encierran a los
vestido rosa de César Aira. una larga noche de la que tristes luego de cazarlos
Voy a empezar por seguir esas dos palabras detrás exclusiones, su forajidos, sus Ah, pero con el arnés de poco hablaron luego, la con lazos de perrera o
la etiqueta: dar cuenta de un nombre propio, los fuera de catálogo. Nada de Vera Ortiz Beti (anagrama hizo Paosifae, la dobló y la con antecocinas viciosas
del título general de este sobrevivientes recuerdan las manos del General ni del con que Fogwill enmascaró usó como a un adolescente, donde él mora entre relatos
encuentro, luego tratándose a quien ya no está: Fulano dedo de Evita, de cadáveres a la finadita Beatriz Viterbo) la conoció y le exigió las obscenos de subalternos,
de un cuerpo, el argentino, de tal: Presente, ahora eyectados por el turismo debajo. Me quedaba corta. servidumbres de la más un saco apenas le tapa el
aunque imaginario, no y siempre. político, de las piernas de triste puta, la magnificó a traste y una corbatilla blanca
faltará el elogio de algún Mi cuerpo argentino Messi o de Maradona. Cuerpos tristes constelación, la tuvo entre de lacayo. A veces habla de
esfínter que irrumpa en mi pretende ser irónico, Alguna vez imaginé un Ya lo dijo David Viñas: lo los brazos oliendo a sangre, un afán por los escenarios
buena educación. “Cuerpo ajeno a las pretensiones cuerpo como Frankenstein fundante de la literatura le hizo beber el semen que abyectos representados por
presente” es un voto porque esencialistas con que las para los primeros días de argentina es la violación. En corre por la boca como el zaguanes llenos de cáscaras
cuerpos vivos y cuerpos ideas de Patria o de Nación la democracia: una travesti “El matadero” de Echevería desafío al Logos, le chupó de naranja y regueros de
muertos se reporten, arman sus modelos de con la cabeza meducina esta es un intento y una la sombra del vientre y de ceniza y rodeados por
ningún NN, nunca más. Es pertenencia. Más bien me de Facundo, las tetas de amenaza que constituyen la grupa y se la alzó hasta la ventanas alambradas o de
por eso que, con una de gustaría armarlo con sus la Coca Sarli –miembros el sustento del relato. El cara para untarla de sí misma humillación “como el de
Mi cuerpo argentino
no por compasión sino poesía para recoger un Sigrid Weigel). Todo texto
para ser más indignos de cuerpo más festivo. Si no sería femenino a condición
la piedad de Dios, que se véase este texto elegido de que lo realizara un macho.
pretende ser
sentiría asqueado de verlos al azar del modelo Néstor El Eros en este caso
buscar el cielo con pruebas Perlongher: “Se trata en no coincidía con una
tan repugnantes”. Las el plano de la escritura de literatura de tema erótico
fantasías de Erdosain son
S/M. Es cierto que si en él la
humillación se manipula en
hacer un cuerpo y de ahí lo
chirriante, lo susurrante,
lo fruitivo, el rasguido de
como, por ejemplo, un
cuento sobre sexo, al estilo
norteamericano (intriga/
irónico, ajeno a
un gesto político hasta ser
convertida en soberanía, no
deja de ocupar el lugar del
las enaguas en el frú frú del
rouge, la tensión diminuta
del ánade en los tules, los
trama/desenlace como
equivalentes a tumescencia/
desentumescencia/cigarrillo)
las pretensiones
que está abajo, verdadero
activo y director de escena
íntimos recovecos del slip, el
roce del esmalte en el botón
sino con un viboreo gozoso
por la lengua.
Hace poco escribí un
esencialistas con que
las ideas de Patria
en el S/M. Cuando se bruñido. Chispazos de una
describe a sí mismo como intermitencia maquinal texto sobre Copi y, como me
el fraudulento, el hombre lían los filamentos sueltos, recomendó Mario Bellatin
o de Nación arman
de los botines rotos, de derraman baldes de sombra luego de que él entregara
la corbata deshilachada, en la sucesión y alteración el mismo texto para un
del traje lleno de machas de las palabras”. congreso de declamadoras,
sus modelos de
–mientras al mismo tiempo En los ochenta del una antología sobre el
describe la galera del siglo XX el devenir mujer cigarrillo y otra sobre el
astrólogo cubriendo el de Felix Guattari hizo que cuerpo, yo le obedezco
me gustaría armarlo
que, en el circo, actúan el cabellos si la acusaban químico, ovulante,
clown y el Tony. Después de serlo– cuando la risa e(j/y)aculatorio, apátrida;
de todo Erdosain se llama de la parodia le caía mal vivo o muerto, actúa. Es que
su forajidos,
la bofetada, el humillado, rosa de Aira, breteles de La guerra de las mariquitas)
pero también el que provoca Perlongher, niñismo de un todo está trastrocado;
activamente esa humillación. Arturito (Carrera) asustado los sexos, las patrias, los
vivir como si se
Jorge Di Paolo Levin, Miguel de las nuevas acepciones de de Soussens, chupados contraste con las zonas
Briante, Norberto Soares: la palabra “desaparecido”. por la luz de Roberto Arlt sucias del periodismo y la
escribiera.
escribir pero no publicar, no Como si para contar y recluidos en la categoría publicidad, los monstruos
poder escribir, escribir por ciertas cosas hubiera que bohemia que sepulta la obra garantizan el número de
rutina y paga, vivir como si renunciar a los goces de debajo del personaje. oro de la belleza, el arte
se escribiera. Unos cuerpos la retórica y el uso del En segundo término, la de la silueta inglés que tan
Internacional Argentina), Aunque ¿por qué los mismos de escritores adherían al español debiera limitarse, nueva ascética instalada por bien cultivaba Lewis Carrol
los pollos se reproducen que decían a través del mito sacrificio de un deseo que en una suerte de voto de Borges y el grupo Sur, que debe más a lo que queda
en pollos al spiedo, los que Evita era el verdadero imaginaban como una forma abstinencia, a su mera marcó aun a sus adversarios fuera de contorno que a lo
huevos paren huevos fritos macho de la pareja Perón- de acción en duelo. ¿No era funcionalidad, a la manera ideológicos y que asociaba que va cerrando la tijera
(El uruguayo), los papás Evita, gritaron “¡blasfemia!” individual la intermitencia de un ritual de duelo que los fastos del español a la sobre el cartón. Médicos,
son mujeres de clítoris cuando fue representada de la obra? ¿Enmascaraba el no cesa. guarangada consumista maleantes y maricas, de
decapitado (La guerra de las por un hombre? Encima un diferir de la obra, su eterna de nuevos ricos, sirvió Jorge Salessi, que fue la
mariquitas), los bebés salen hombre que tenía el mismo marinada, luego de haber Cuerpo ascético para consolidar ideales de biblia rosa de muchos,
por el culo (El homosexual o nombre que un libro clave publicado ya varios libros, La conexión modernista que economía. ¿Cuántos juraron muestra, contrariamente,
la dificultad de expresarse) de la literatura argentina, un duelo colectivo aunque preserva Pedro Lemebel, obediencia debida a esa que la existencia de una
y las ratas escriben cartas Facundo, de Domingo F. sin concertar? los porteños la perdimos idea ainglesada de que “homosexualidad” argentina
como Madame Sevigné (La Sarmiento, biografía de La primavera de cuajo en dos momentos. con menos palabras mejor, no es solo un efecto de la
Cité des Rats). Borges tiene Facundo Quiroga, el caudillo democrática no floreció El primero fue cuando la que la belleza se cultiva en política sino un sustento
una hija, Raúla (femenino llamado a representar la en géneros variados y consolidación del Estado a el ahorro y la usura de los de su construcción. Salessi
del nombre del padre de prehistoria clínica de la proliferó el realismo. manos de la generación del tropos? Tanta austeridad relata cómo la sodomía,
Copi) procreada con una barbarie, y el mismo apellido La no ficción pegaba la ochenta y las que vinieron en el cuerpo de la escritura utilizada como metáfora por
empleada de la limpieza que el mayor cineasta del novela al documento, la exigió una ficción de ser amerita cambiar de cuerpo. los discursos maestros para
de la Biblioteca Nacional camp peronista: Armando lengua flaqueaba. El autor nacional que patologizó O mejor, ir de cuerpo. representar a la barbarie,
cuyos gustos parecen una Bo. ¿No les pareció se agregó las jinetas de la lírica modernista con la fue organizando categorías
burla a los paternos ya que suficiente que Copi salvara cronista, como garante etiqueta de “neurastenia”. Ir de cuerpo que se aplicaron luego
sabe recitar de memoria el a Eva de la muerte? Porque del cumplimiento de la Sylvia Molloy conoce Imaginen una vertical para para patologizar cualquier
alfabeto chino y el Corán. la Eva de Copi vive, y quien ley jurídica, donde el muy bien los versos el cuerpo, por favor no sean forma de insubordinación
En la conceicão do mundo la vio representada por un periodismo se homologaba perfectos del poeta perezosos y evoquen la social y cómo, más tarde, al
peronista de Copi Evita hombre, Facundo Bó, sabe a periodismo político, anónimo, autor del “Poema erección, tampoco la sonrisa compás de la consolidación
tiene pito. Pero eso no entonces que esa Eva no la verdad coincidía con de la pantera” y “La Venus ídem, sino un segmento con del Estado, el aparato
parece haber sido la causa puede morir enferma de un la sentencia y el estilo y, Felatriz” publicados en los una flecha que apunta hacia médico higienista pasó de
del escándalo que la obra órgano que no tiene: aunque no renunciara al Cuadernos de Psiquiatría abajo y atrás aunque se la política sanitaria a una
provocó en Argentina. la matriz”. rasero literario marcado por de José Ingenieros, donde parezca jocosamente al logo política a secas que con el
La puesta en
su propia inscripción en la leída en pendant con “Carta sometidos, violados, podés estar viendo el Sena”,
memoria a través del común a mis amigos”, se convierte, desaparecidos. Y por cómo pescaba Molina. Norma
movimiento del
“Walsh” de la lápida, pero a pesar de haber quedado fueron las ficciones, las Arrostito, prisionera fetiche
también por la “normalidad” oculta dentro de un papel que permitieron evadirse que intentó suicidarse
de esa muerte pública que privado –el diario–, en una del cautiverio, salirse del tres veces en la ESMA
lo garantiza. Si la dimensión
trágica reside, precisamente,
Carta Abierta al igual que
las más excelsas piezas
cuerpo y de la vida sin
rango de vida hacia otros
hasta que sus captores
lograron hacer propia su
duelo no es olvido
en los deslizamientos
que produce en los dos
del género como “Yo, el
intelectual” donde Drieu
cuerpos y otras vidas, sin
límites hacia las zonas de
decisión de eliminarla,
sobrevivía memorizando el sino levantamiento
textos entre su condición
de padre, periodista y
La Rochelle explicaba su
próximo suicidio ante los
la imaginación donde el
Poder desaparecedor no
Romancero gitano y llegó a
fabricar un ejemplar único de fronteras en
compañero, Walsh se
permite, además, utilizando
miembros de la resistencia
que habrían de juzgarlo y en
solo no es poder sino que
no está. “Conversábamos
de un libro de historietas
hecho con recortes. En la la lengua.
55 — Filba 10 Mapa de un festival — 56
delitos de lesa majestad, subrrogado y tóxico por los la desconfiguración y
el encuentro de los nietos químicos del anglosajón, al reconfiguración como
de las Abuelas de Plaza padre casto de la Literatura exceso y desborde de los
emancipadores que
—
en los primeros relatos la compró como tal y que
María Moreno - Ciudad
aparecidos en democracia fue su Helena y que muerta de Buenos Aires, Argentina
parecía un síntoma con le dejó como herencia su
en la séptima presentación
de representación del un oxímoron: La negra
Otro mítico –el santo grial rubia (la cara le quedó un
obrero, el pobre del cono poco tirante hasta que un
las desconfiguración y
derretimiento del duelo con la literatura social de la
es puesta en cuestión del tradición, Cabezón Cámara
realismo, somos de nuevo inventa una santa popular
S
y la lectura como eje central de nuestro
programa, desde hace cinco años
iniciamos las actividades del festival con
la lectura de textos escritos en base a una
consigna que atraviesa el encuentro.
IRAMOS
textos, en donde la invitación fue a que
los escritores imaginaran, proyectaran y
se inspiraran en situaciones personales y,
a partir de eso, nos relataran cómo creían
que serían en el futuro, sus predicciones
para los próximos treinta años, sus
cicatrices personales , y su peor día
de furia.
H
ace ya tantísimo tiempo, cuando mi padre estaba por
Lectura 2044
cumplir los setenta años, le diagnosticaron su primer
cáncer. Yo no pude estar cuando se enteró de la noticia
ni cuando se preparó para la operación que le extirparía la
próstata pero llegué a conocer su miedo desde la distancia
cuando hablamos por teléfono una noche en que lo llamé
a Lima desde Colorado, en el medioeste norteamericano,
adonde había ido a estudiar una maestría de literatura que
poco a poco me estaba quitando la vida y en la que finalmente,
de una manera casi milagrosa, terminé de escribir mi primer
libro de cuentos. Entonces era 2006 y yo sabía que mi papá
había anhelado que alguna vez me convirtiera en escritor.
Esa noche me dijo con la voz apretada que prefería que fuera
como Roberto Bolaño pero jamás como José María Arguedas,
un escritor que sin embargo admiraba. No quería que fuera
como los hombres de su tierra, que agachaban la cabeza
ante los otros, enterraban la mirada en el piso y se quedaban
mirando los guijarros golpeados por el sol. Eso me dijo mi
papá. Después de eso me dijo que temía su operación, temía
quedarse en la sala y no volver a abrir los ojos, no volver a
tener conciencia del mundo y que este desapareciera para
él. No volver a ser él. Todo eso me dijo. Yo había entrevisto
el temor de él algunas veces, o había empezado a sospechar
que temía, pero no recuerdo que jamás me hubiera confesado
su miedo. Aquella fue la primera vez que le hablé como si
él fuera mi hijo y yo su padre. Le dije que había batallado
bastante para escapar del destino trágico de un niño que
tiembla pegado a una de las cuatro paredes de una choza de
barro en un extremo de un pueblo al borde del precipicio
en Vilcashuamán, y que esta vez no nos iba a demostrar
lo contrario. Tienes razón, me dijo, y al cabo de un rato
colgamos. Días después la operación se llevó a cabo y él salió
bien de ella y regresó al mundo y en el mundo todo estaba casi
igual. Era él quien debía batallar para recuperar la continencia
urinaria y hacer el duelo debido ante el carácter irreversible miedo y a la vez tantas ganas de vivir. Nos dijimos cosas
de su impotencia. “Para lo que me puede servir a mi edad”, tremendas, cosas que ambos intuíamos dentro de nosotros y
me dijo. habíamos custodiado celosamente pero que esa noche, ante
El segundo cáncer lo encontró a los setenta y tres años y la posibilidad real de su partida, nos animamos a decir del
para entonces yo ya había regresado a la ciudad sin cielo de mismo modo en que nos abrazamos con la desesperación de
Lima, en la que él me vio nacer. Tuve el temible privilegio dos amantes forzados a separarse por el horror de una guerra
de verlo doblarse de un ataque de pánico en una cama del o una catástrofe. Dejamos las cuentas claras. Agotamos todas
hospital público en que lo internamos y de llorar días antes las palabras que pudimos. Para entonces yo había terminado
y días después de la operación que lo devolvió a la tierra sin de escribir mi primera novela y mi padre había leído días
estómago. Para entonces era un hombre que ya había perdido antes un manuscrito que imprimí para que lo acompañara
del todo la necesidad de aparentar ante sus hijos algún tipo en el hospital. Supe después que una de esas tardes le dijo a
de fortaleza, de manera que se entregó a todo lo que le tocaba mi mamá, como un secreto y a la vez con algo de ceremonia
vivir con la actitud y replegada de un animal asustadizo ante mortuoria, que ya podía irse al otro lado del mundo porque
las garras de un depredador insomne. Lo vi llorar y temblar se había enterado del “tipo de escritor” que sería su hijo.
mucho, lo vi quebrarse. Lo vi desamparado cuando tenía Supongo que en cierto momento se arrepintió de esa
que enfrentar las noches solitarias en el hospital, presa de resignación o una fuerza interior con más luz afloró en él. Lo
la ansiedad ante lo que podría pasar en el quirófano. Lo vi cierto es que de una manera insospechada, en un momento
resignarse, cansado de los tubos que entraban y salían de de aquella noche me recordó que siempre se había resistido
su cuerpo, de las condiciones en que tuvo que permanecer a contarme pasajes de su vida, que nunca había querido que
inmóvil, enfrentado a solas con el dolor. En su miedo supiéramos de él o su pasado antes de ser nuestro padre,
desembozado, abierto, pude reconocer el mío, secreto y pero que ahora pensaba que si salía vivo de esta operación me
guardado. En silencio, mientras lo veía reponerse lentamente, la contaría toda si yo consideraba que valía la pena para una
me juré no llegar jamás a esa edad. novela. Le dije que sí casi temblando. Luego me dijo que si no
Era la edad que tengo precisamente ahora que he salía vivo de esa sala de operaciones le jurara que contaría esa
empezado a escribir esto. noche, ese diálogo y las anteriores como había hecho Philip
El día anterior a esa operación de doce horas y alto riesgo, Roth con su padre en la novela Patrimonio, que él había leído
papá y yo tuvimos una larga conversación en el hospital unos años atrás. Me dijo que no me guardara detalles, que no
público en el que lo atendieron porque mi hermana médica mintiera y yo le prometí que así lo haría.
trabajaba allí. Me quedé con él hasta la noche y hablamos La operación fue un éxito, y en los días siguientes a ella yo
mucho tiempo de ambos, de los años que vivimos juntos descubrí de verdad el cuerpo del hombre que me engendró.
pero incomunicados como dos hombres extraños, de la casa Y ahora que lo escribo me doy cuenta de que de algún modo
que compartimos en San Luis, de las oportunidades que fue el primer acercamiento al cuerpo que mal que bien me
dejó pasar cuando joven y hombre adulto, y ahí fue que me contiene hoy. La flacidez de la carne, la inexistencia de glúteos,
reveló que nunca antes en toda su vida había tenido tanto la palidez cetrina de su piel y el repliegue de su sexo. Luego
71 — Filba 10 Mapa de un festival — 72
habría de olvidarlo. Cuando él salió del hospital y se recuperó sentido sino con su misma desaparición física. Con el hecho
de todo el proceso a pesar de haber perdido cerca de quince de su muerte real.
kilos, le hice cumplir su promesa y empecé a escuchar su Es sobre el proceso de recopilación de una vida en esos
vida entera, desde sus primeros recuerdos hasta su vejez al últimos años de su vida, y sobre las conexiones entre esa vida
lado de nosotros, con la sensación permanente de un insecto anterior y la que yo he vivido es que va este libro. Sabía que
atrapado en la garganta: su infancia desnutrida y analfabeta para escribirlo era necesario que él no estuviera en el mundo,
en los Andes, el rigor casi salvaje con que fue criado, las pero no sospeché, cuando lo concebí, que iría dejándolo de
dificultades de la escuela rural, su viaje penoso a Lima y la lado entre un proyecto y otro y una estación y otra porque la
serie de humillaciones que tuvo que atravesar en la ciudad vida me sobrepasaba. Algo en mi vida no me dejaba encarar
hasta encontrar una mujer con la que construiría un hogar ese libro de no ficción que empezaría con el relato de los
para finalmente convertirse en mi padre. Con esos insumos primeros síntomas letales de la futura muerte de mi padre.
me dediqué a la escritura del libro de ficción que le debía a Algo me impedía encararlo. La vida y el lenguaje establecen
través de un personaje llamado Andrés Mendívil, un tipo que un vínculo que siempre será un misterio para quien se sienta a
experimentaba los hechos de su vida pero a través de mi piel y escribir. Simplemente ocurre que hay un punto determinado
de mi sensibilidad; una especie de vida intermedia entre la de en el que tu momento de vida y el momento de la escritura
él y la mía; un lugar en el que por fin tanto mi padre como yo convergen. Y entonces las palabras que tenías guardadas en
ocupábamos un mismo espacio, y conversábamos. El ejercicio ti brotan con cierta naturalidad. Después de la muerte de mi
prolongado me obligó a imaginarme como el niño que él padre me volví padre de dos niños, contribuí a levantar un
fue, a que viviera con mi propia sangre su desarrollo hacia la hogar y vi cómo mi espacio se vaciaba de la vida de ellos hasta
adultez, la paternidad y la vejez. A ser él. Posiblemente ese tipo quedarme casi completamente solo. Ahora que han pasado
de labor reforzó en mí la idea de que mi vejez iba a ocurrir a veinte años desde que él se murió, enfrentado a la misma
imagen y semejanza de la suya. edad y a los mismos miedos que vi en él en el tiempo en que
Sin embargo, mientras iba desplegando la narración de esta historia empieza, es que me siento listo para astillarme
la vida de ese hombre que nos contenía a los dos, empecé de nuevo escribiéndolo. Supongo que podría empezar por
a sentir que existía una especie de resto de sentido que no contar la primera vez que un médico me dijo que esta vez era
podía abordar a través de la ficción, una zona biográfica que mi propio cuerpo el que padecía la misma enfermedad que
se resistía al trabajo de la imaginación y que anidaba en la padeció el de él cuando yo escribía mi primer libro en los
vida real de ese hombre que me había contado su historia con Estados Unidos. Supongo que ese inicio le podría hacer cierta
tal nivel de detalle que había dejado de ser un extraño para justicia a la extraña simetría que separó nuestras dos vidas.
mí. Con el paso del tiempo, mientras escribía y publicaba esa
y otras ficciones, empecé a intuir que era quizás necesario
escribir esa otra historia de mi padre, la historia sin ficción.
Una historia sobre lo que él había sido en verdad. Una que —
no terminaría con un episodio seleccionado por su dolor y su Jeremías Gamboa - Lima, Perú, 1975
Mapa de un festival — 74
H
ay muchas palabras en inglés que se refieren
La señora vieja
específicamente a las mujeres viejas: arpía, vieja
bruja, viuda, vieja gruñona, vieja gagá o urraca, vieja
o viejita. No hay tantos términos para los hombres viejos.
Todas estas palabras tienen una connotación negativa o,
al menos, despectiva. Todas –y esto es un lugar común–
sirven para diferenciar “a las mujeres de cierta edad” y
convertirnos en una especie aparte.
Para esta discusión, se nos ha pedido que escribiéramos
sobre nuestros cuerpos. Pero ¿poseemos nuestros cuerpos?
¿Son nuestros? (El inglés hace trucos extraños con el verbo
poseer). Definitivamente, nuestros cuerpos hacen cosas más
allá de nuestra voluntad. Sangran. Envejecen (y dejan de
sangrar). El poeta George Oppen escribió: “El viejo / nuevo
a la edad como los jóvenes / a la juventud”. Es verdad. La
edad es un país extraño en el que nos encontramos viviendo
de forma inesperada, sin importar cuánto hayamos pensado
en llegar. Como cualquier cosa que desconocemos, puede
ser aterrador, pero también interesante. Soy vieja desde hace
algunos años, eso creo. Pase los 60. ¿Debo esperar hasta
cumplir 70 para decir que estoy vieja? Algunos lo hacen. Yo
decidí no esquivar las palabras nunca más.
Entendí que era vieja no por cómo me sentía sino por
cómo me trataban. La mayoría parecía no verme en absoluto.
Aquellos con los que me relacionaba, mozos o barmans,
me llamaban de forma condescendiente “señorita”, como
si eso me gustara. Tal vez podría gustarme, si fuera tan loca
como ellos creen. Otras veces me llamaban “querida”. Si
los cuestionaba, y claro que lo hacía, contestaban que solo
trataban de ser amables. Lo voy a creer cuando se lo digan
a alguien de 30. Pero claro, nunca se atreverían, el cliente
podría pensar que están coqueteando y ofenderse. Que te
llamen querida es lo mismo que te digan linda. Los chicos
son lindos, pero los chicos tienen futuro aún. Una vieja es el
epítome de lo inútil. Es incluso vista como más inútil que un ser alegre, provocadora, sexy o sarcástica –formas que nadie
viejo. Tal vez, se deba a su corta vida reproductiva y tal vez asocia con la vieja, la vieja gruñona–, o puedo ser directa y
porque no se espera de ellas nada demasiado importante, confrontativa. Este próximo poema mío, “El lamento de la
menos aún en su madurez. ¿Qué deberíamos hacer o cómo vieja en otoño”, hace alguna de estas cosas. Es una especie
deberíamos sentirnos ahora que nos percatamos de nuestra de caricatura (o imitación satírica) del poema de William
inutilidad? Celebrarla, tal vez. Las viejas son inútiles como Carlos Williams “Lamento de una viuda en primavera”. En
los poetas también lo son. Soy doblemente inútil, entonces. su poema una mujer no encuentra razón para seguir viviendo
Estamos a la vanguardia del descubrimiento de nuestra luego de la muerte de su esposo. Ella piensa ahogarse en
propia inutilidad. ¿Pero no somos todos en realidad inútiles? un estanque. Williams es uno de mis poetas favoritos, pero
¿Quién necesita a la especie humana? Claramente, no otras este poema me molesta. Empieza así: “El dolor es mi jardín”.
especies, ni siquiera el universo. Voy a leer mi poema basado en el suyo. Es bastante corto y
¿Por qué la gente tiene la necesidad, apenas nos ven, de termina conmigo apropiándome de la palabra vieja.
referirse indirectamente a nuestra diferencia, a nuestra edad?
Porque eso los hace sentir incómodos. Les recordamos la
muerte y el cambio, todas las cosas que no pueden controlar. El lamento de la vieja en otoño
Somos emisarios de otro país, un lugar al que le tienen miedo
pero por el que no pueden dejar de sentir curiosidad, un Para WCW
lugar donde finalmente van a vivir. ¿Deberíamos decirles lo
que se siente? No nos creerían. Los viejos, incluso las viejas, El dolor es el negocio de la esquina
todavía tienen esperanzas, ambiciones, pasiones, deseos. Donde los globos de Halloween
No sé si eso es bueno o malo. Algunos de nosotros, los que Se colocan con el último helio
hemos aceptado nuestra inutilidad, podemos tomar con El mostrador es dorado
pinzas esos deseos y ambiciones. Con bolsas numeradas
A veces, de hecho, es un alivio ser invisible. Pero, por De caramelos Werther’s
otro lado, si quiero ser un emisario de esta tierra extraña, Nadie es Werther
debo aparecer. Y, como poeta, debo hablar. ¿Siempre tengo
que decirles cómo es? No. ¿Por qué cargar con ese peso? Ayer por la noche un periodista
Debemos recordar la ventaja que tenemos sobre los jóvenes. Mencionó a una “víctima anciana”
Nos recordamos jóvenes, ellos en cambio no pueden No me llames así
imaginarse viejos. Soy vieja
En mis poemas obviamente puedo ensayar distintos roles, Y obstinada.
elegir qué voz usar. Puedo imponer autoridad, o un tono de
autoridad, ese que nunca me dejaron usar. Entonces, puedo —
alterar la autoridad desde su interior. En un poema puedo Rae Armantrout Vallejo, California, Estados Unidos, 1946
L
a furia, como moneda que es, tiene dos caras: puede ser
Los mocos de la furia
látigo sobre la avaricia de los mercaderes, pueden ser
patadas contra las costillas del caído.
La furia, como máscara que es, tiene dos muecas: la del
oprobio y la de Dios. Habrá que decir que nada se opone tanto
y para siempre como las dos caras de una misma cosa, tal vez
porque la diferencia es lo único que les da identidad. Soy cruz
porque no soy cara. Soy Dios porque no golpeo a un niño.
Aunque de lejos sus ademanes se parezcan, hay
diferencias constitutivas entre la una y la otra. A mí me gusta
pensar en los motivos.
Los motivos de la furia que llamaré, provisoriamente,
divina deben ser entendidos como metáforas. Furia que no
tiene un destinatario específico, que no intenta someter
a un individuo sino impugnar un mundo. Furia, en cierto
modo, como una acción performática y estética que procura
desbaratar la conciencia hegemónica, la idiotez hegemónica.
Y bien, aquella furia de mis 9 años quiso ser divina.
Y fue tan decisiva que aún perdura, y soy capaz de revivirla
como si no hubiesen pasado 50 años desde la noche en que
el flamante director de la cementera llegó a cenar a mi casa.
Fue un acto de gentileza por parte de mi padre, jefe del
laboratorio, que por entonces lidiaba con su reciente viudez y
sus viejas deudas, severamente agravadas.
Mi abuela salió al rescate. La vi lavar acelga, picar bien finita
la cebolla, la vi acumular una pila de panqueques, y cocinar la
salsa con su estofado durante un tiempo considerable. La vi
poner en agua jabonosa las flores de plástico para que lucieran
como recién cortadas de un jardín imaginario. Y por último, la
vi hacer malabares para llegar al postre.
¿Se acuerdan? Esa crema de vainilla, leche, azúcar,
huevos, con canela a veces, o con cascarita de limón...
Después de una cena silenciosa y tensa, llegó el postre y con
él mi primer y peor día de furia.
El ingeniero director encendió un cigarrillo, asunto que en “A usted le hablo, señor que lo invitamos a mi casa, yo pienso
ese tiempo era plenamente admisible. que si no le gustaba lo dejaba y listo, yo me lo comía después, porque
Tal vez por mi estatura, quien sabe. La cosa es que yo mi abuela no tira nada, ni el pan duro, señor que lo invitamos a
advertí el desprecio incipiente en el modo en que apartó comer canelones y usted apagó el cigarrillo en el postre que es difícil
de si la compotera de vidrio azul, generosa de crema de de hacer porque hay que estar revolviendo y revolviendo para que
vainilla. Entonces apoyé la barbilla en la mesa, y me quedé no se agrume, y después un secreto para que no se le haga cascarita
observando, vigilando, segura de que se avecinaba un mal arriba, porque si hubiera tenido cascarita usted no podía apagar el
momento. Y, en efecto, llegó. cigarrillo. ¿Viste abuela?, eso te pasa por esmerarte. Cuando estoy
Fue exactamente cuando el ingeniero director, en un con la barbilla en la mesa es porque pienso, y ahora pienso que
gesto ostentoso, apagó el final de su cigarrillo en la crema de usted va a apagar el cigarrillo sobre la gente, o “disparen al negro”
vainilla que no había tocado, justo en el centro. que es lo mismo, o se habrá desbarrancado o fueron los indios pata
Mi abuela, agachó la cabeza. Mi mundo humillado. Así sucias... Cuando sea grande voy a cocinar el postre de vainilla,
como recordaron la crema recordarán esas lágrimas que porque, señor de mierda, no todas las batallas hacen ruido”.
antes de resbalar, queman. Esa fue mi primera acción. Y de
—
inmediato se desató una performance desquiciada.
Liliana Bodoc - Santa Fe, Argentina, 1958 - 2018
Me paré y di un grito que debió ser incomprensible para
los presentes. Grité, chillé. El grito tomaba aire y continuaba.
Empecé a golpear el piso con los pies, y a manotear el aire.
Me recuerdo como un animal, coceando y alzando el cogote.
Indomable aun para mi padre que intentaba sostenerme.
“Hace poco que se murió la mamá”, dijo mi abuela a
modo de justificación. Del invitado no sé decir nada porque
no lo veía.
Estuve sola en las cuatro esquinas de la asfixia,
atragantada de palabras desconocidas, sacudida por el hipo,
modelo de Edvard Munch, hija de Aguirre. Así, hasta que la
chorreadura de mocos me detuvo en seco.
Mi abuela se disculpó por mí y me llevó al dormitorio.
50 años después no quiero realizar el movimiento de culpar
a mi orfandad de aquella primera furia, no quiero quitarle
a ese hombre ni un gramo de responsabilidad. Al revés,
reinvindico esa furia como un bautismo. Me aferro a ese
látigo, sigo escribiendo con la barbilla sobre la mesa, y
escucho el crujido de la brasa contra la ofrenda.
Cruce ep
Correspo
literaria
siglo XXI
istolar
Las cartas, ya sea como declaraciones
abiertas, confesiones personales o,
como dice Juan José Saer, “monólogos
entrelazados”, son un instrumento para
generar vínculos a la distancia y un
ondencia
espacio de encuentro a través de
la palabra.
en el
autoras que no se conocían a escribirse
e intercambiarse cartas en las que
reflexionaran sobre la literatura, los
procesos de escritura o las marcas de
las lecturas en sus vidas. El resultado
es nuestro clásico Cruce epistolar, que
I
terminó siendo algo así como un texto
literario escrito a cuatro manos, en donde
el destinatario final resulta ser el lector,
quien ocupa un espacio de tercero en
este tránsito de ideas.
85 — Filba 10
Bruzzone /
Fernández /
Rivera Garza /
Rimsky
87 — Filba 10 Mapa de un festival — 88
SANTIAGO DE CHILE biografía como enigmas a descifrar con el
10 DE AGOSTO DE 2014 tiempo. Si nos pensamos como engranajes
MEMORIA,
de una gran máquina, o como capítulos
Querido Félix, inauguro este experimento de una historia más grande, cada relato
epistolar asumiendo el vértigo de no personal con el que aportemos otorga más
PRESENTE
conocernos personalmente. Incluso iba carne y más sangre a ese relato general
a mirar una foto tuya por internet para que a veces corre el peligro de encriptarse
ponerle cara a mi interlocutor, pero me en museos, en historias oficiales, en
Y
frené para hacerme mi propia idea de ti versiones unívocas y clausuradas. La
según lo que conversemos. Así lo junto literatura entrega siempre esas “otras
con las lecturas de tus libros y el resultado versiones”. Versiones bizarras, oscuras,
del rompecabezas lo termino de armar delirantes, secretas, personales. Pero ojo,
ESCRITURA
cuando nos conozcamos. O más bien espero que no se me malentienda, no creo
cuando nos veamos, porque entiendo, que sea responsabilidad de la literatura
a partir de estas palabras estamos hacer el documental de su época. De
POR
comenzando a conocernos. hecho, no le endilgo a la escritura ninguna
A Chejov, por ejemplo, nunca lo vi, responsabilidad, para mí es un acto libre
pero creo que lo conozco bien. Vivimos y gozoso. Lo que digo es que la literatura
en épocas y territorios diametralmente funciona como un espejo, lo quiera o
FÉLIX
distantes, pero hay puentes de conexión no. Es una condición inherente a ella. La
que me llevaron hasta él desde siempre. literatura se maneja ahí en el mismo lugar
Aquella atmósfera agobiante e inquietante donde se tejen los sueños. Su material es
BRUZZONE
de las últimas décadas de la Rusia zarista la realidad y su proyección es la que cada
en la que vivió me resulta profundamente autor le otorga. Cada texto es una sombra
familiar y concreta gracias a sus lecturas. del momento en el que fue escrito. Hay
Y
Nunca he pisado Moscú, pero siento el autores más o menos conectados con su
mismo hechizo de Masha, Olga o Irina por época (personalmente me gustan los que
volver ahí. Nunca he visto el río Neva, pero escriben con la ventana abierta, mirando
creo recordar algún paseo por su ribera. a la calle, comprometidos con el afuera,
NONA
No he estado en el Palacio de Invierno de intentando hacer la conexión con algo más
los zares, nunca fui a los Montes Urales allá que su ombligo), pero incluso los que
o a la Isla de Sajalín, confieso que nunca no lo hacen de manera explícita, de igual
FERNÁNDEZ
he leído un libro de historia rusa, pero el forma respiran algún aliento en el que es
testimonio que he recibido a través de la posible interpretar y leer un momento
literatura me hace tener la experiencia que histórico y social determinado. Somos
2014
los libros me transmiten. piezas de un todo, y nuestras imágenes y
¿Qué es escribir sino dar una especie relatos van configurando el imaginario de
de testimonio? Testimonio de una época, un inconsciente colectivo.
de una experiencia, de una memoria. Personalmente, mis obsesiones
Me gusta entender la escritura desde escriturales se han ido desplegando en
ese lugar, desde el lugar de las huellas. el intento de armar un rompecabezas
Señales que quedan en el cuerpo y en la que nunca estuvo muy claro. La historia
la flotabilidad, el humor, todo se hunde de pensamientos horrendos y con esa Francia esta expresión no se use, o se diga
precipitada y trágicamente y dan muchas imagen estremecedora de mi papá sin simplemente “flotar”, como en Chile, ¿no?
ganas de llorar. cara y estaqueado, de película clase B, –Igual, se dice igual –dice.
Pero ahora me gustaría apoyarme en saltándome una y otra vez en cada rincón –Bueno, nunca pude “hacer la plancha”
otro escalón. Uno que está en la misma de mi casa. –digo–, siempre me hundo.
escalera pero quizá un poco más arriba. El lunes me toca ir al penal de Marcos Ella vuelve a estirar su remera y a
Desde ahí se ve cómo todo se va al pozo. Paz, al pabellón de detenidos por delitos esconderse abajo. Ahora ya parece
O cómo todo se fue al pozo. Y uno quedó de lesa humanidad. Es por un trabajo que tentada, y yo también me río bastante.
afectado, lógico, pero solo lo vio, lo estoy haciendo. No es la primera vez que Últimamente se habla mucho de esa
palpó, y quedó bastante marcado, sí, pero voy. Acompaño a Aníbal Guevara, que tesis de la Historia que se repite, que
también quedó bastante indemne. La idea tiene a su padre preso ahí. Aníbal lleva primero es tragedia y luego (ahora) farsa.
del sobreviviente blando, elástico. No el pan árabe, palta, tomate y mayonesa. Una forma de desacreditar el presente.
que fue aplastado por la Historia, sino el Apenas nos sentamos empieza a preparar Pero no es exactamente esto lo que pasa
ESCRIBIR
encargo, del tiempo... Alguien podría
Cristina, me da curiosidad saber cómo dar este relato por terminado, pero tú
es el mundo que verán los pájaros a y yo sabemos que recién comienza el
PARA
través de tus ventanas. Los que la lectura trabajo; es apenas la sospecha de una
de tu frase hizo entrar a mi casa ven al nota que late entre muchas otras invisibles
gato cruzar la calle y meterse por abajo que haremos acaso sonar. Imagino
RESISTIR
del alambrado. En el campo faltan las cómo te picaron las manos buscando
vacas del agrónomo, el dueño le pidió en el mapa las montañas que escaló
que se fuera y las tuvo que vender a Rulfo, la evocación de los nombres, el
un gitano, lloró por las vacas que ya no encuentro con el archivo, los personajes
POR
iba a cuidar. En medio de ese extenso que llegan al azar o atraídos por nuestra
predio reverdecido por las lluvias, el gato obsesión, las definiciones de la RAE y
acecha a los teros que hacen sus nidos del mercado, la mezcla, el sobajeo, el
CRISTINA
a ras de suelo. Un macho de la bandada montaje, la curiosidad por ponerse en
se acerca. Cada vez que el gato cruzó los zapatos del otro y pisar la tierra del
al campo, las casuarinas le sirvieron de otro. Uno no puede sentir lo sentido
cobijo, hoy las dejó atrás y está solo. El por otro, eso es cierto. Pero uno puede
RIVERA
tero sobrevuela en círculos cada vez más estar ahí, en ese sitio compartido, y sentir
estrechos. Quiero salir a llamarlo, pero lo propio, dices. ¿Por qué en vez de la
los pájaros que enviaste me devuelven a violencia de Pinochet, el narcotráfico, los
GARZA
la silla frente a la computadora. Deja que mapuches, como nos propusieron para
las cosas pasen, me dicen. El tero grita. este intercambio, me pongo en los pies
El gato, tenso, percibe la amenaza; como del gato, del vecino, de los pájaros? Me da
Y
si no quisiera apurar el cálculo, disfruta por pensar que en cualquier experiencia
de la libertad que acaba de conocer por nimia que sea acontece el mundo
en la pampa ventosa. En el tiempo que y que el trabajo del escritor es buscar/
tarda en decidirse, pueden picotearlo o abrir otra percepción donde el arquitecto
CYNTHIA
matarlo los perros abandonados que van dice que no es posible. Me pasa en las
a cazar animales al campo. Los pájaros novelas que he escrito, años persiguiendo
que enviaste detrás de mi ventana otra lectura para huir de la violencia que
RIMSKY
disfrutan del suspenso. Hasta que vemos ejerce el sentido predestinado. Nunca
las patas traseras del gato cohete pasar la me importaron las técnicas, el suspenso,
alambrada, la calle, la verja. Verlo a salvo los finales intrigantes, sino ampliar las
2017
no me tranquiliza. Hoy en la mañana cazó lecturas porque la violencia está en esa
un pájaro por primera vez, agobiada por falta de mí de la que tú hablas, ese miedo
la forma en la que revoleaba al pequeño a la invención que corta el vuelo de los
tero, le quité el cadáver. Fue la pérdida de pensamientos bajo el miedo de no llegar
su presa el impulso que lo hizo internarse a lo que tiene lógica y responde.
en el campo del vecino, donde el tero nos Ésta, en todo caso, no era la vida
enseñó el miedo. de Juan Rulfo como realmente había
Mapa de un festival — 98
acontecido (estoy citando de memoria una HOUSTON, TEXAS Días antes de que el huracán Harvey reciente—, la vida. ¿Qué es un desastre
de las tesis sobre la filosofía de la historia 1 DE SEPTIEMBRE DE 2017 golpeara Houston, habíamos ido a natural? ¿Por qué las áreas de más larga
de Walter Benjamin) sino como se me acampar a un parque no muy lejano. tradición y vida en Houston, como el
aparecía ahora a mí, como la inventaba Querida Cynthia: Brazos Bend State Park. Un lugar famoso lado este del centro histórico, dentro
ahora en mí, en este momento de peligro. Quise iniciar esta carta hace días. Si lo por el número de cocodrilos que viven del límite de esa loop que llamamos
Al leerte, me dan deseos de buscar las hubiera hecho, si hubiera tenido tiempo en sus lagos y arroyos. Tenía años sin 610, no se vieron tan afectadas por el
costumbres de los teros, indagar en la y ánimo, seguramente habría empezado acampar; años sin pasar ningún tiempo en huracán y sí muchas de las más recientes
amistad de dos hombres, uno de ellos, con lo que tenía frente a mí: te escribo verdad relevante en ese mundo conocido edificaciones hacia el norte de la ciudad?
propietario; en los vecinos que al mudarse desde la devastación. Afuera, del otro como el mundo natural. Llegamos tarde ¿Qué tanta responsabilidad tiene en
abandonaron a sus perros, en la escritora lado de la ventana, llovía sin parar. pero todavía nos dio tiempo de levantar todo esto un mercado de bienes raíces
que no actúa. Me anima la posibilidad de Habíamos asegurado ya los documentos la tienda de campaña con luz. Luego, feroz, marcado por la ganancia artera,
que tal vez aparezca una ranura. Percibir más importantes en bolsas de plástico conforme el sol se ocultaba y los ruidos en una ciudad donde no hay leyes
es actuar, escribe Aira, y eso me consuela. y preparado, también, una mochila con del parque aumentaban en número y específicas para uso de suelo? ¿Por qué
¿Qué mundo están viendo los pájaros a cosas indispensables —una linterna, un volumen, decidimos prender una fogata. las imágenes de damnificados que vemos
través de tus ventanas? cambio de ropa, medicamentos, botellitas Teníamos un poco de miedo, sí. Y calor. en la televisión las ocupan en números tan
Un abrazo, Cynthia. de agua— en caso de que ocurriera lo Tropical, apabullante y húmedo, el grandes familias de latinos o de africano-
peor. Mientras tanto, bajábamos la voz calor nos invitaba a estar fuera, pero las americanos o blancos pobres? Aunque
y mirábamos hacia fuera con temor, con hormigas, que después veríamos navegar dicen que los desastres naturales tienen
incredulidad, con resguardo. ¿Cuántas en colonias numerosísimas sobre las aguas la virtud de alcanzarnos a todos por igual,
palabras conocía para describir la lluvia sublevadas, nos obligaron a resguardarnos. bien sabemos que lo peor ocurre siempre
que no cesaba? Pocas en realidad. La Adentro de la tienda de campaña, después. Todos salimos expulsados de
QUÉ PEQUEÑA ES
tromba, el aguacero, la tormenta, el bebiendo agua y chorreando sudor, con la nuestras casas, pero no todos podemos
diluvio. El chubasco, la borrasca, las espalda sobre una delgada colcha que nos volver a una. Todos nos enfermamos,
ráfagas, la tempestad. La llovizna, la separaba del suelo, nos reímos de nosotros pero no todos podemos ir a un hospital y
QUE LA VIOLENCIA
ante las miradas silenciosas en la peor sí, en la Ciudad de México entonces. la impotencia atroz que invade al que,
mesa del frío bar. Justo como los jóvenes que ahora se viviendo lejos, revive y se duele al mismo
apresuraban a organizarse para responder
DEJA EN NUESTRA
Un abrazo, tiempo con la nueva experiencia de la
Cynthia a la emergencia, creciéndose en el acto, tragedia. Sus dosis de melancolía y rabia,
mi generación salió a las calles para su manejo mesurado de la experiencia
26 DE SEPTIEMBRE DE 2018
brindar lo que pudiera brindarse con la
misma urgencia, con la misma convicción.
personal, su afán de ligarse con puño
y letra al dolor ajeno, me recordaron
ESCRITURA O CÓMO
¡La de cosas que pasan mientras
Nacimos, mis amigos y yo, en esos días
tremendos, rodeados de polvo y olor a
por qué se escribe. No me conmovió
porque me atañera, sino al contrario: lo
LA LITERATURA
escribimos cartas! Misiles, huracanes,
terremotos. Atentados. Feminicidios.
muerte, acompañados también por las
lecciones que resultan de poner el cuerpo
contado ahora me atañía porque el texto
me había conmovido (debería decir: COMBATE LA
Votaciones. Muertes, sí, muchas. Y entre
todo ello también ese asomo contundente
ahí donde importa. Donde hace falta. Ahí
aprendimos lo que habríamos de perder,
conmocionado). Lejos de paralizarme, el
texto me llevó del pasado al presente y VIOLENCIA, SINO
e iluminador de la solidaridad. Piedras
que van de mano en mano en una larga
ciertamente, pero también lo mucho que
podíamos hacer juntos. Nos volvimos a
de vuelta atrás, sin dejar de estar un poco
en el futuro que ya era el lugar donde CÓMO HACEMOS
hilera de empatía y de trabajo en conjunto.
Discusiones, encuentros, abrazos. ¿Cómo
la vez vulnerables e invencibles. Carlos
Monsiváis le llamó a eso el surgimiento de
estaba. Creo que en ese momento, ese
pequeño artículo de Gerardo Cárdenas COMUNIDAD. Y AL
dar cuenta de todo ello en la escritura
sin que convirtamos a la escritura en
la sociedad civil, cuando nosotros sabíamos
que era también, acaso sobre todo, una
logró tocar la violencia y la destrucción
de la manera en que dices, Cynthia, HACER COMUNIDAD
un aparato de captura? ¿Cómo hacerlo
para generar crítica o producir lo que
forma ardiente de la camaradería, ese
otro nombre de la amistad.
creando comunidad. No era como esos
poemas y escritos que, valiéndose de SE VUELVE AL
Rita Segato identifica como (citada por
ti) “ese deseo del arraigo relacional que
Cuando llegué a mi destino esta vez,
comprobé mis temores. Los destrozos
la explotación de las emociones, se
presentan con capa de héroe salvador. Ni ORIGEN DE LA
NARRACIÓN.
produce comunidad”? ¿Cómo hacerlo que llenaban las pantallas me lo dijeron como los relatos que, con el pretexto de
para que frente a una puerta, la escritura todo: el terremoto había vuelto a revelar describir la violencia, la cometen una vez
nos ayude a abrirla y no a cerrarla? Esas los daños estructurales que produce la más, textualmente, de esa manera vertical
son preguntas que, con distintos nombres corrupción y la avaricia, la ganancia a que nos deja sin agencia alguna tanto
pero con la misma temperatura, me han costa de todo y el desdén básico por la a los personajes como a los lectores. Ni en lugar de interpelable. Creo que de
atosigado desde siempre. Es más, creo vida. Pensé de inmediato en mi familia, como los escritos en los que el dolor del verdad tienes razón, escribir contra la
que esas preguntas están en el origen que vive cerca de la Ciudad de México, y mundo aparece apenas como un ápice violencia o del otro lado de la violencia
mismo de todo lo que escribo, e incluso pensé en los muchos amigos que tengo en del dolor sentido por el poeta, si no es o críticamente alrededor de la violencia
más atrás, en el deseo mismo de escribir. la capital del país. Les llamé a algunos; les que un mero pretexto para el mismo. Ni es escribir en comunidad. Para mí eso es,
Esas preguntas son escribir. escribí casi a todos. La distancia tiene la como los textos que, con la excusa de de hecho, escribir desapropiadamente:
Voy en un avión hacia Buenos Aires virtud o la desgracia de agrandar las cosas. internarse en el corazón del mal, cubren escribir en plural, con otros, de manera
ahora mismo, luego de unos días muy Lloré viendo en las pantallas las imágenes al mal con un glamour tal que lo hacen visible y tangible. De modo material. Traer
aciagos. Las noticias del temblor en la de ese grupo cantando el himno nacional, deseable o, en todo caso, inamovible, a colación, pues. Citar, que es una manera
SIENDO EL MODO DE
hablando del trabajo en común que los cuando vemos nuestras vidas y nuestros
hablantes de una lengua realizan día a día deseos reflejados en las palabras de otros,
OPERACIÓN POLÍTICA
para asegurar su existencia y la nuestra. listas para lanzarse por caminos hasta
Por eso, independientemente del tema, entonces impensables. Y eso, ese pequeño
EN EL MUNDO DE
la escritura desapropiada es una escritura salto de la imaginación encarnada, esa
contra esa violencia básica, estructural, capacidad de soltar la mano para tocar
que consiste en creer que hay individuos
DESVERGONZADA.
constante e incesante, de forma cada incluir al planeta y al cuerpo, creo que
vez más grotesca, más evidente, más estamos hablando de una escritura que
desvergonzada. Más amplia también. hace campo para llevar a cabo lo que
UN POCO
y autoras a pensar y escribir sobre
disparadores tan distintos como la música,
trayectorias lectoras, exposiciones de arte
o las ciudades en las que viven. Hicimos
una selección de esos textos y el resultado
es este mezcladito, apenas una muestra
pequeñísima de todo lo que se ha leído
durante estos diez años de festival.
10
Mapa de un festival — 130
Me gusta
“¿Cuánto medís?”, me pregunta que los niños eran intermediarios
el médico mientras baja la vara de entre los dioses y los mortales y,
metal y la apoya sobre mi cabeza. dado que los enanos parecen niños
Estoy en un control de rutina. eternos, ¿participará la señorita
pensar que mi
“1.65”, anuncio altanera. Makrina del misterio de
Mi altura no me pone nerviosa, lo divino?
no es un dato que pueda arrojar un Los sábados en mi casa durante
fascinación
resultado grave o comprometer un la sobremesa, cuando el alcohol
órgano vital. Además, desde los 15 alcanzaba interesantes niveles
años, mi altura no ha variado. en sangre entre los comensales,
con la gente
Pero el doctor está serio. siempre alguien volvía a recordar
“Lo siento”, dice. Respira el viejo cuento. “… de modo que
fuerte, un poeta diría que suspira. el señor Devoto”, decía mi tío
Lo miro helada. arrastrando las palabras, “dejó
pequeña no
“Lo siento”, repite. “Pero embarazada a la niñera de sus
apenas arañás el hijas”. Pero el señor
metro sesenta”. Devoto, que no era
es solo un
En un instante todo La señorita Makrina
ajeno a la desgracia
cambia. María Gainza,
humana, le hizo a la
“Es normal”, sigue. Diane Arbus en texto,
chica una propuesta:
“La gente va por la “Su hijo llevará mi
asunto de clase
2017
vida creyéndose más apellido. Llevará mi
alta de lo que es”. apellido siempre y
Una enana en cuando nazca varón”.
sino también
medio de una cocina incómoda. El bebé nació varón.
Las hornallas a la altura de sus El bebé nació enano.
ojos, la silla dos talles más grande, El enano Devoto creció y se
una reacción
las alacenas, inalcanzables (pasa convirtió en un hombre encantador
un buen rato hasta que descubro que inspiraba devoción en los
la escalera escondida debajo de círculos de clase alta porteña.
la mesada). Pero aún en medio de Siempre me pregunté si el tamaño
antigua en la
ese mundo fuera de escala a ella se le habría jugado a favor al enano
la nota satisfecha. ¿Es satisfecha Devoto. Las clases altas sienten
la palabra? No estoy segura. A lo una inconfesable atracción por las
historia de la
que me refiero es que se la ve bien. clases bajas. Los reyes gustaban de
No digo que la señorita Makrina sus enanos.
—así se llama la mujer— sea un La señorita Makrina me mira. Un
canto a la vida pero tampoco veo aforismo de Lichtenberg dice que
humanidad.
en su mirada la tristeza que se le las personas de rostros asimétricos
adjudica por default a los enanos. poseen las mentes más agudas;
Sonríe, parece pilla, una chica con espero que ella lo recuerde al
un secreto. Los chinos decían estudiarme. Yo en cambio, ahora
idos
del marco del Filba y a escribir sobre ella.
El resultado son las bitácoras del Filba,
textos que muestran desde dos relatos
la experiencia de un mismo recorrido ya
sea un frustrado paseo por el Tigre, una
os
ida al Bingo de Belgrano o una visita a la
Biblioteca de Borges.
iudad
que han participado en él, integrando sus
propias narraciones y memorias con las
nuestras, para después configurar un
relato compartido.
LA ISLA
misión: tiene que escribir un dos amigas con las minifaldas más cortas
texto breve sobre una obra de de Buenos Aires esperan en silencio un
teatro que vio hace poco, para colectivo. Una de ellas manda mensajes
leerla más tarde en público. Le quedan en su teléfono, la otra fuma. Ya deja de
nada más un par de horas y se preocupa distraerte, se dice a sí mismo el muertito,
–siempre ha sido un escritor lento, uno de por lo que más quieras, deja de mirar por el
esos escritores que lo primero que hacen ventanal y ponte a escribir el bendito texto
después de escribir una línea es borrarla de una vez.
DESIERTA 2
para escribir otra encima, y así durante
horas, sin apenas avanzar–. Lo bueno es Media hora y dos cortados
que estoy muerto, piensa el muertito, al después, sin haber logrado
menos mi excusa es buena esta vez, estoy nada, el muertito prueba
bien muerto hace meses y la muerte es escribir en esa primera
algo que todos deben respetar. persona que tanto lo
incomoda desde que está muerto. Respira
RODRIGO
El pensamiento lo hace sonreír y así, con hondo y se dice vamos, muertito, vamos y
una sonrisa idiota en su cara, es como esto es lo que le sale:
lo encuentra la mesera, a la que pide
un cortado y esos panes de queso que ¿Estás bien?, le pregunto a Gaby
le hacen tanto recuerdo a los cuñapés Bejerman, bajo para no distraer a los
de su país. El muertito se pregunta si se demás, y creo que se lo pregunto porque
trata de un plagio, de un préstamo no no estoy seguro si yo mismo lo estoy.
consensuado, o si ambos países llegaron Según tengo entendido, Konex era
HASBÚN,
a algo parecido por cuenta propia. una fábrica abandonada antes de que la
Seguidamente, aguijoneado por un rehabilitaran audazmente como Ciudad
aletargado sentido de la responsabilidad Cultural veinte años atrás. Ahora, en
que recién ahora se ha puesto en marcha, los viejos galpones, hacen conciertos y
abre su computadora y escribe una primera exposiciones y talleres y teatro. Gaby y
oración muy poco promisoria. El muertito yo estamos sentados lado a lado en una
está tentado de borrarla pero ve que ya de las salas, rodeados de una oscuridad
2012
son las cuatro de la tarde y que en verdad absoluta, y la puesta en escena de La isla
le queda poco tiempo, en menos de dos desierta que sucede a nuestro alrededor
horas tiene que leer ese texto que todavía es un prodigio. Aun así, más allá del
no existe, así que la deja ahí, quieta en entusiasmo por ese teatro invisible, me
medio de la pantalla. siento extrañamente vulnerable. Segundos
La mesera le trae en ese momento su antes me he tocado la cara, para constatar
pedido. Afuera, mientras tanto, al otro lado que seguía ahí, y me he tocado las manos
del ventanal, pasan varios hombres que y los brazos, y Gaby me responde que
llevan puestas poleras de Boca Juniors. está bien, que cómo estoy yo, pero hay
Caminan riéndose de algo, ilusionados por algo en su voz que me hace pensar que
Ronsino,
ella también se siente rara, y que a lo Pero los muertitos no lloran, Asomé el cuello por la ventana del tren para
Hernán
mejor todos los demás igual. Y lo que pasa escribe el muertito en el café impregnarme de todo lo que habla de viajes (…)
es quizá esto: los miembros del grupo de Santa Fe y Uriarte. Son No más que seis vagones atravesando la noche,
2012
Ojcuro nos están empujando hacia ciertos las cinco y veinticinco y ya en cada uno de ellos viaja un fantasma (...)
límites, algo que evidencia más que nunca pronto deberá tomarse un Tristeza de trenes, negrura ancha de las máquinas en
la distancia que nos separa de nosotros taxi que lo lleve al Malba, donde se hará desuso que tanto tienen de vapor y sereno.
mismos. Lo impredecible y conmovedor la lectura de las bitácoras del festival. El “Amanda desde siempre”.
Fantasmas
no es que lo hagan mostrándonos lo poco muertito piensa que debería reducirlo Alberto Muñoz.
que sabemos ver, sino exponiéndonos al todo a una recomendación enfática:
potencial enorme de los otros sentidos. “Vayan a ver la puesta en escena de La Hay que decir algo, entonces, de los trenes. Decir algo que
Ahora, en la oscuridad, con la ayuda de isla desierta del grupo Ojcuro, es una resuene. Como un traqueteo. O como un anuncio. Para
Ojcuro, empiezan a despertar. experiencia alucinante”. Piensa también entenderlo. Porque sin los trenes el barrio de Liniers no se
Nos han dicho que la mayoría de los que quizá necesita contar lo que le entiende. Sin la vía que parte al medio a la ciudad. Y que
actores del elenco son ciegos. Durante sucedió tras verla, porque en ese efecto partió al medio, antes, a la pampa. Esta línea oeste que fue
más de una hora, los diez producen retardado es donde se entiende mejor el la primera que se hundió en el desierto sobre un camino
escenarios sofisticados que se suceden impacto de la obra. Después de hablar un desmalezado por el Ejército Grande. Sarmiento estaba
sutilmente: primero una oficina de rato con Gaby, el muertito decidió volver ahí, como boletinero. Escribía lo que pasaba en el Ejército
burócratas aburridos, que para combatir caminando a su hotel. En esa caminata Grande que avanzaba, irremediable, hacia Palermo. Ahí
el tedio se cuentan historias, y después se dio cuenta, de forma contundente, de estaba Sarmiento acercándose a Rosas. Tantas veces lo
el mar y la selva y hasta un pueblo en la que la obra de teatro seguía sucediendo, había imaginado. En Chile. En sus escritos como viajero.
China, donde están ambientadas algunas que la multiplicación de sensaciones y Y ahora no solo estaba en la pampa –en esa extensión que
de esas historias que se cuentan entre olores y sonidos seguía ahí, y que la ciudad era un mal– sino también estaba acechando al hombre que
ellos para distraerse. En algún momento se había vuelto un escenario más, un encarnaba el mal. Rosas, el salvaje, el que había clavado el
llueve y nos mojamos y en algún otro escenario en movimiento constante. Y esa puñal de la barbarie en la culta Buenos Aires. Ese ejército,
percibimos los olores de una calle lejana insumisa ampliación de la realidad propició entonces, que triunfa en Caseros liberará las fuerzas del
y los viajes ocurren al mismo tiempo algo inquietante: atravesando Buenos progreso. Las vías que parten al medio a la ciudad y antes a
dentro nuestro y fuera de nosotros, en Aires, recorriéndola tarde en la noche, el la pampa son un símbolo de esa idea de progreso. Muchos
esa silla en la que permanecemos tan muertito volvió a sentirse vivo, al menos años después Perón le pondrá el nombre del sanjuanino a
quietos y tan maravillados. Luego, ya de durante unos minutos. la línea oeste. El Sarmiento, como se lo llama todavía, sale
vuelta en la oficina del principio, que por Es un final feliz, escribe ahora en el café, de Once. El nombre de la estación recuerda la revolución
algunos sonidos reconocemos como si justo antes de pagar la cuenta. Si la paro del 11 de septiembre de 1852, cuando Buenos Aires se
fuera nuestra propia casa, se escuchan ahí, si no dejo que esos minutos acaben, levanta contra Urquiza y se separa del resto del país por diez
un acordeón y un pianito y Gaby, a mi es un final feliz, escribe. Luego, como con años. El sueño de Buenos Aires se hace realidad por esos
lado, con una voz dulce y perfectamente resignación, guarda todo en su mochila, tiempos. Luego, como es evidente, ese deseo se sublima
afinada, se pone a tararear la melodía. Y se pone de pie y sale del café. en la metáfora de la cabeza de Goliat. Por lo tanto, el 11 de
las luces van encendiéndose de a poco. Y septiembre no recuerda la fecha de la muerte de Sarmiento
—
a mí, devuelto a las formas y a ese espacio sino esa revolución. El azar en la historia, parafraseando a
Rodrigo Hasbún - Cochabamba, Bolivia, 1981
sorprendentemente vacío –¿cómo hicieron Cortázar, a veces, confunde muy bien las cosas.
todo lo que hicieron?, ¿con qué?–, de Entonces hay que hablar de los trenes para entender
pronto me dan ganas de llorar. la frontera que se levanta frente al Conurbano, frente a la
provincia bárbara y peligrosa. Liniers es una frontera
trazada por las vías del Sarmiento y la avenida General Paz.
Aires (indignada
el nombre del manco Paz, el general de en la lengua que organiza la vida cotidiana
la civilización y ese Conurbano oscuro, del barrio, en el caos de la superposición.
desindustrializado, violento. Por ejemplo: uno cruza las vías, cruza a
por la barbarie
Una semana después de la tragedia de la provincia o se cruza con una mirada
Once, donde murieron 52 personas, tomé filosa que mira sin ver. Siempre, en
el tren en Caballito y viajé hasta Liniers. definitiva, se está cruzando un límite.
interminable que
La formación era nueva. Tenía dos pisos y La iglesia de San Cayetano es el último
televisores en distintos lugares. Un poco bastión, un refugio de ese sincretismo:
para disimular, tal vez, la escenografía las banderas de los países de América
reaparece, muta y
decadente que ocasionó el horror. Los latina que rodean el interior del templo
televisores transmitían partidos de fútbol. lo demuestran. Es en esa idea de cruce
Y los pocos que viajaban miraban por donde aparece resumida la vitalidad de
la atormenta a lo
las ventanillas, silenciosos, tomados por una cultura latinoamericana, una cultura
un bamboleo intenso. En un momento, que respira en los rincones de Buenos
mientras el tren recorría los trasfondos de Aires como un enigma, acechando, una
largo de la historia)
Flores y Floresta, descubrí en una de las y otra vez, como acecha el espectro del
pantallas la imagen de Lucas Menghini, Conurbano a la culta Buenos Aires. Tal
el último de los pasajeros encontrados vez por eso, hoy, la culta Buenos Aires
resiste y se defiende
sin vida entre los fierros de dos vagones, (indignada por la barbarie interminable
dos días después del accidente. Se que reaparece, muta y la atormenta a lo
trataba de un clip que recordaba a Lucas largo de la historia) resiste y se defiende
de semejante
y a las demás víctimas del choque. Me de semejante inseguridad con el chirrido
impresionó ver, en un televisor del tren de sus cacerolas.
Sarmiento, un homenaje a los que habían
inseguridad con
muerto en ese mismo tren. Un rato antes Dice Alberto Muñoz:
de terminar el clip aparecieron en el “Asomé el cuello por la ventana del tren para
vagón dos tipos con unas guitarras. Se impregnarme de todo lo que habla de viajes (...)
instalaron con presencia en el medio
el chirrido de sus
No más que seis vagones atravesando la noche,
del coche, bamboleante, y al grito de en cada uno de ellos viaja un fantasma”.
“Buenas tardes” se pusieron a tocar.
Empezaron a convivir, en ese instante,
las últimas imágenes de la tragedia con el
rasguido desalineado de una chacarera.
Mucho después comencé a pensar que
ahí, en esa tensión entre la tragedia y
—
Hernán Ronsino - Chivilcoy, Argentina, 1975
cacerolas.
151 — Filba 10 Mapa de un festival — 152
FELINOS
FELICES
EMILIANO MONGE,
TODOS
LOS
2013
H
oras después de la de una serie de televisión Entonces cuento: son treinta que observé hace unas la biblioteca del autor de la habitación y la biblioteca
visita, enojado conmigo danesa que se llama de este y cinco las fotografías horas y que me dejó “Funes, el memorioso”. Tras del hombre de Babel. Cierro
mismo porque no modo. Sonrío pensando que aparecen antes de conmocionado; esa mirar un número infinito de Google y abro este archivo
logro dar vida a la imagen en las casualidades: mostrarse una en la que el carcajada infantil que fotografías (tantas que la de texto.
que deseo, enciendo mi hace apenas un par de autor de “El Aleph” aparezca no consigo revivir en mi red convierte a Borges en Pienso, mientras tanto,
computadora y abro Google horas, María Kodama nos sonriendo. Treinta y cinco, memoria, la misma que un gaucho, en la tapa de un en el increíble parecido de
Images. Busco alguna mostró, al escritor danés me digo contemplando la me sacó feliz de la casa libro que no hubiera leído, Borges y el taxista que nos
fotografía en la que Borges Carsten Jensen (autor de la imagen y pienso: no, no donde Borges vivió y donde en un pequeño gato blanco, recogió tras la visita, en lo
esté riendo. fabulosa novela Nosotros, debo ser condescendiente, Kodama, sin soltar nunca en un modelo musculoso mal que dibujaba el genio
El resultado que los ahogados) y a mí, la en esta imagen no está su llavero de Félix el gato ni y en una portada de la argentino, en que Kodama
obtengo me sorprende: biblioteca personal de riendo. Como mucho, está dejar tampoco de arrastrar revista Gente) acepto que lo no dejó de quejarse un
fotos y más fotos de una su exmarido. fingiendo. Verlo fingir no el pie que se luxó al pisar mejor será dejar de buscar solo segundo de la precaria
mujer que, evidentemente, La segunda vez me me basta. una coladera destapada y aceptar que no volveré situación en la que se
no es el escritor argentino. aseguro de escribir Borges Así que cuento (“Empezaron con el cobre a contemplar aquella risa, encuentra su fundación y, sin
He escrito Borgen en lugar correctamente y mis nuevamente: no estoy y ahora quieren hasta el que lo mejor será, pues, tener claro por qué, en E.T.,
de Borges. La torpeza de mis ojos miran el mosaico de buscando cualquier hierro”, aseveró enfática), concentrarme en lo que está aquel extraterrestre enano,
dedos revela la existencia retratos que la red dispone. risa, busco la carcajada nos mostró la habitación y aún en mis manos: evocar cabezón y ajaponado.
SONRIENDO. TREINTA
FINGIR NO ME BASTA.
SON TREINTA Y CINCO
CONDESCENDIENTE,
FINGIENDO. VERLO
ALEPH” APAREZCA
IMAGEN Y PIENSO:
LAS FOTOGRAFÍAS
Y CINCO, ME DIGO
NO ESTÁ RIENDO.
EL AUTOR DE “EL
EN ESTA IMAGEN
DE MOSTRARSE
UNA EN LA QUE
Parecidos razonables, enorme, un gato de cartón sus fronteras: están los descuidada biblioteca Borges? ¿Habrá escrito mal condenado a la ceguera, por
me digo y sacudiendo la espeluznante, una colección nibelungos y los cantos personal de su exmarido su nombre alguna vez, al herencia paterna. El mismo
cabeza vuelvo a la modesta de caracoles marinos y un islandeses. Y encima de (entonces es difícil escapar googlearse a sí misma, y se condenado que dibujó
habitación en la que Borges paquete, aún cerrado, que estos libros, una fotografía del lugar común: ¿qué habrá asustado al encontrar tigres desde el primero
tantas veces se encontrara. debió ser envuelto hace que me hace creer que diría el muerto si?), donde, el mosaico de los Borges de sus días hasta la tarde
Evoco la cama individual más de medio siglo y que, quizá, después de todo, de nuevo, queda clara su que no ríen?). Sacudo la en que sus pupilas no lo
donde soñaba el autor de cuando pregunto, Kodama sea capaz de reconstruir pasión por la literatura cabeza nuevamente y dejo permitieron. Agachándome,
Fervor de Buenos Aires, una asevera, enojada: “Ah… aquella risa que me sacó boreal (pero el lugar común el extravío aparcado. Vuelvo levanto un libro de animales
de esas camas que solo son eso… el paquete… eso impactado de la casa en cambia y se impone de a la pequeña biblioteca, que yace sobre el suelo,
imaginables en las celdas es otra historia… no se lo que me encuentro: en la golpe: ¿qué pensaría si donde relucen las demás lo hojeo, encuentro un par
de los eremitas, el felino di yo”. Sobre el escritorio imagen, Borges y Kodama viera esto, más bien, esa pasiones de la mitad, de leonas, una de ellas
de cerámica celeste que yacen, protegidos por abrazan a un sacerdote tal Borgen, esa primera aunque no exacta, de Bustos bostezando, cierro los ojos,
resguardaba su descanso, un vidrio, los libros que pagano de Islandia, idéntico primera dama de Dinamarca Domecq: compendios de pienso en la ceguera y, sin
los grabados de Durero, Borges más quiso y que a Lev Tolstoi, cuya barba es en cuya vida está basada matemáticas y ciencia, saber muy bien por qué,
su admiradísimo Durero, más veces releyó: como una melena. Y Borges casi la serie? ¿Sabrá ella que tomos y más tomos de vuelvo a decirme: creo que
compartiendo pared con era de esperarse, se trata se está riendo. Tras dejar Borges admiraba su cultura filosofías orientales, historias al final podré reconstruirla,
sus dibujos infantiles, de un altar a la literatura la habitación atravesamos con pasión desmedida? naturales y generales, su risa.
el primer número de la nórdica: múltiples ediciones un pequeño living y Félix ¿Sabrá que los libros que enciclopedias de todos
revista mural Prisma y el de Beowulf, historias de el gato abre la pequeña, él reuniera, él, que abrió los colores, anotadas por
antiguo escritorio en donde vikingos, hazañas de Eric brutalmente desordenada, las puertas de Babel, todas partes con la letra
—
aún yacen varias de sus el Rojo, mitologías de increíblemente sucia están hoy encarcelados? diminuta y chueca de Emiliano Monge - Ciudad
plumas, un reloj de arena aquellas latitudes y de y sorprendentemente ¿Sabrá Borgen quién era quien se supo siempre de México, 1978
Yo no uso vestidos, ni tacos, ni escotes. Frente a la puerta de La Catedral, me pregunta si espero hace mucho. nos sentamos y empezamos a hablar me
Pero unos días después de recibir la dudo de haber anotado bien la dirección. Es Cano, obviamente, al que no habría molesta mi escote. O, mejor dicho, le
propuesta del Filba −ir a una clase de Fui una vez hace algunos años, pero no reconocido jamás, lo cual demuestra molesta mi escote a una de las jefas del
tango con Harkaitz Cano, escritor vasco me acordaba de que la entrada fuera así, que no registré nada de las fotos. elenco interno que no quiere dejarme en
al que no conozco, y escribir una bitácora con el cartel de una sociedad de fomento Intercambiamos saludos, subimos la paz y me obliga a contarle a este hombre
de la experiencia− decido que la noche atravesado en una escalera estrecha y escalera, pagamos la clase, nos dan un que acabo de conocer que yo no uso
milonguera va a ser la ocasión para paredes del blanco antipático de una tickecito rosado y nos advierten que vestidos. Pero a él qué le importa, dice
hacerlo. Es hora de que experimente cómo oficina pública. Hay un señor detrás de la clase de las nueve es a las diez. Un otra. Él escucha con atención. Parece
se siente ese personaje aplastado por otros una mesita de fórmica que me confirma barcelonés con el que hablo más tarde un hombre muy serio. Está vestido
más fuertes del elenco interno. Y avanzo que estoy en La Catedral. Harkaitz me cuenta que el sábado anterior la de joven moderno. No creo que haya
con mi vestido, mi escote y los tacos en Cano no ha llegado. A menos que sea clase de las nueve también fue a las decidido disfrazarse para la ocasión
una bolsa de lona. No estoy segura de ese hombre parado enfrente, apoyado diez y que el lunes la clase de las ocho como yo, y tiene un pantalón bolsudo en
que la lona sea un material tanguero, y la contra una vidriera apagada, mirando en fue a las ocho y media, pero que, en las caderas que se vuelve chupín, botas
bolsa tiene una inscripción de un colegio dirección a la puerta. Pero ese hombre su experiencia, y lo dice como si me muy puntiagudas, una camisa ¿gris? Un
alemán, pero no es cuestión de ponerse no parece el de las fotos. Salgo y me paro revelara algo muy reconfortante, nunca chaleco de lana ajustado también gris.
obsesiva. Con el taxista me va muy bien. bajo una luz de la calle, para que me vea. una clase fue más temprano que a la Señala una especie de enorme bolsa
Se define a sí mismo como un geminiano- Me considero bastante reconocible a hora anunciada. Cano y yo entramos de plástico rojo colgada del techo de la
veleta, y está con una de veinticinco que pesar de que en las fotos de solapa tengo entonces, antes del barcelonés, a un que salen pedazos de manguera. “¿Es
es tremenda, usted no sabe lo tremenda el pelo platinado por efecto de algún espacio inmenso, con piso de madera, un corazón o una bolsa de boxeo?”, me
que es. Sospecho que él espera que yo le Photoshop o, puede ser, de un peluquero techos altísimos, música, algunas parejas pregunta. Para mí es decididamente una
pregunte qué la hace tremenda, pero no entusiasta, ya no recuerdo. No debe ser bailando en la pista, olor a pizza, un víscera. No sé si un corazón, de ninguna
lo hago. “Sin embargo, usted está muy Cano. Me mira, pero no debe ser. mostrador a lo largo de un extremo con manera una bolsa de boxeo, pero evalúo
bien”, dice, mirándome por el espejo Entro otra vez y detrás de mí se abre gente detrás yendo de un lado a otro. la posibilidad. Seguimos hablando
retrovisor. Es un piropo muy oportuno. la puerta y deja pasar a un hombre que Buscamos mesa, nos sentamos. Apenas de otras cosas y vislumbro que es un
hombre encantador. Pero confiesa que él ridículo, que esta es una ocasión como de escritura creativa, del hecho de que Todos estamos concentradísimos. Hay
no baila. Su última novela se llama Twist, cualquier otra para zambullirme en siempre lo invitan a hablar sobre lenguas americanos desconcertados, gente que
pero él no baila. En su libro el twist una experiencia. En rigor a la verdad, minoritarias. Le contaré que escribir en camina a los saltos totalmente fuera de
aparece como un guiño muy al final pero tenemos permiso de no bailar, pero otra lengua despierta otros personajes eje y muy lejos del centro de gravedad,
el nombre alude a los giros temporales me doy cuenta de que los dos somos (¿como los escotes?). Aparecerán hay unas negras pulposas con peinados
y espaciales que tiene la novela, no al personas obedientes. Cano declara coincidencias de esas que nos alegran, afro, un grupo de latinas bajitas con sus
baile. No baila tango ni ninguna otra que está decidido a hacer el papel que pero para mí, hay algo que ya sucedió. compañeros bajitos también. Y Harkaitz
cosa. Yo bailo mucho, la música para corresponde (o sea que co-responde al Es como si ahora sí pudiese bailar. que obedece las indicaciones uno, dos,
mí es baile. Pero el tango es otra cosa. pedido del Filba). Ya empiezo a saber Es hora de la clase. Ya vimos que el tres, al centro, al centro, afuera. Nos
Le encuentro demasiadas pautas. Es que cuando dice algo así, asiente con profesor es una especie de Gary Oldman hacen parar enfrentados, mis manos
reconcentrado, parece un poco solemne. la cabeza y hace un gesto con la boca, con pelo canoso hasta los hombros, andar sobre sus hombros, las suyas sobre los
A mí cuando escucho tango me dan un gesto de probidad que no termino arrogante, la cabeza un poco echada míos, unodostresalcentroalcentroafuera.
ganas de caminar con actitud, pero no de saber si es profundo o cargado de hacia atrás, y la profesora es una flaquita Miro nuestros pies. Trato de relajar
me siento capaz de seguir un dibujo humor inconsciente. Me asalta cierto narigona con voz aguda que empieza a los hombros, voy hacia atrás, hay cada
tan elaborado, la sola idea de que en un temor a estar frente a un hombre muy impartir indicaciones. Hacemos un par de tanto un paso que tengo que hacer hacia
rato vamos a estar abrazados en la pista, serio hasta que él dice una frase que se ejercicios de relajación, flexionamos las delante siempre y cuando Harkaitz haga
pecho contra pecho, tratando de hacer convierte para mí en el ábrete sésamo rodillas, giros con la cabeza, giros con los su parte, que es hacia atrás, obviamente.
esos pasos complicadísimos me llena de de la noche. Dice: Yo a la clase le puedo tobillos, los hombros hacia atrás juntando No hace su parte. Parece estarse
ansiedad. Él no baila y yo soy una mujer aportar la solemnidad, pero no la los omóplatos. Nos hacen caminar en tomando esto con gran seriedad, aunque
con estropada. Por unos instantes pienso psicomotricidad. Tal vez haya en todos círculos. Hay superpoblación de mujeres. reconoce que el próximo paso en el
en la gente del Filba con menos cariño, los encuentros, una frase que sea la que Soy la más alta y la mayor. Pero esta vez aprendizaje es dejar de repetirse en voz
y después me recuerdo a mí misma que se abre camino. Después hablaremos no tengo que conseguir pareja, Harkaitz alta unodostresalcentroalcentroafuera.
la vida es un juego, que ya no tengo del amor de los japoneses por el tango, está clavado conmigo. Camina a mi lado Yo decido no mirar más nuestros pies y
tiempo de andar por ahí con miedo al de cine, de música, de teatro, de talleres con una concentración conmovedora. mirarle la cara a él, y hay en su seriedad
algo hilarante. Realmente espero que no de la maestra de voz aguda lo mejor que chicos que sacaban a bailar a mis amigas a cada paso. ¿Cómo se puede bailar
se ofenda, pero me río mucho. Me río puedo. Y avanzamos un rato más de esta y me dejaban ahí parada sola: él está tomando decisiones cruciales? Harkaitz y
porque avanza con sus pasos de garza y manera hasta que nos separan en dos lejos y hay demasiadas mujeres, no hay yo coincidimos en que nos gusta mucho
parece haber decidido que después de grupos: mujeres de un lado, hombres hombres para todas. Pero nos miramos y más el baile imaginario, que en la mente
una serie indeterminada de pasos hay del otro. Piden voluntarias para hacer de me hace un saludo con la mano. Somos podemos ser fluidos, tangueros de pura
que dar una patada hacia delante con la hombres. Me niego. Hice de hombre en inseparables. Iría saltimbanqueando a su cepa, creativos con nuestro cuerpo y
pierna bien estirada y el pie en punta, un todos los actos de mi colegio secundario. lado. Lo intentamos. Nadie podrá decir los pasos, que hasta podemos bailar
movimiento de ballet clásico más bien, No me dejaron ponerme miriñaque y que no lo intentamos. Pero la suma de tangos de Piazzolla, atravesar el espacio
que hace con la misma cara seria con pollera larga jamás porque en un colegio pautas se hace excesiva. Harkaitz propone inmenso de La Catedral bajo el techo
que sigue las verdaderas indicaciones. de mujeres mi altura era una garantía de el tango fijo: un tango que se baile solo altísimo, hacer giros, ser como peces en
En algún momento muy fugaz nos hombre de la Revolución de Mayo. No con el torso y que deje las piernas en paz, el agua del tango. O de cualquier baile
parece a los dos que conseguimos hacer pienso hacer de hombre hoy que tengo clavadas en el piso. Probamos este tango que se nos ocurra. La imaginación no
algo bastante parecido a bailar. Y nos mi vestido tan largamente codiciado. vasco que nos sale mucho mejor que el tiene límites. Como Humphrey Bogart
deleitamos en eso. Ahora tengo que Harkaitz quedó muy apartado de mí en la argentino (y que el finlandés, calculo), y e Ingrid Bergman que siempre tendrán
apoyar mis manos contra su pecho y fila de hombres enfrentados a nosotras. finalmente decidimos que ya podemos París, nosotros siempre tendremos la
empujarlo. O sea: él tiene que tirarme el Esta parte de la clase es complicada. abandonar y dedicarnos a la pizza que imaginación, el lugar donde los hombres
cuerpo encima desde el torso y yo tengo Tardo en coordinar esa pierna que tiene quisimos pedir antes de la clase de las se enamoran de mí vaya con tacos o en
que empujarlo como si quisiera apartarlo que salir hacia atrás después de un cruce nueve que fue a las diez. pijama, el lugar donde todo es posible.
de mí. A través del chaleco de lana siento de tobillos. Hay que cambiar de peso. Miramos a las parejas que bailan
el calor húmedo de su cuerpo. Pero él no No tengo tiempo ni de chequear qué cuando la clase se acaba y entran a bailar
empuja contra mis manos y por lo tanto hace mi compañero. Cuando dicen que los habitués, y decidimos que hay algo
yo no puedo empujarlo tampoco. No armemos parejas, tengo un instante de demasiado concentrado en el tango, que
—
puedo ni empezar a hablar de vectores la angustia de mi adolescencia cuando salvo los bailarines eximios todo el resto Inés Garland - Ciudad de Buenos Aires,
de fuerza así que sigo las indicaciones esperaba contra la pared el avance de los parece estar tomando decisiones cruciales Argentina, 1960
MANSIONES
cómplices. Es una larga historia, dije. No te engañes, querida,
dijo la vieja, siempre es una larga historia. Y así llegué al recuerdo
del sobre. Las organizadoras del Filba diciendo “vale culpar a las
organizadoras”. Las instrucciones –a tal hora en la librería, de ahí se
toman un taxi con la dirección del bingo–. El sobre que le dieron a
RICARDO ROMERO,
Nona con los 500 pesos para gastarse en cartones. Casi descuido mi
cabeza, casi miro los escalones, casi toco la baranda. Pero no. Doy
un paso atrás. Pienso –casi rezando– en toda el agua que tiramos
debajo de la mesa, en todas las pirámides de seis escalones que
2015
dibujamos detrás de los cartones. Doy otro paso hacia atrás, ciego,
inseguro, pero sin rozar ni un momento la baranda. Y me alejo de la
vieja. Corro hacia planta baja, regreso al suelo del que vengo. Afuera
ya juegan otra ronda y la espalda de Nona está inclinada sobre un
cartón, demasiado inclinada. Siento un cariño enorme por Nona,
un amor de cuidado, de rescate. Tengo que sacarla de acá, alguien
tiene que sacarnos de acá cuanto antes, pienso, mientras despacio, ella, supuestamente, murió la maldición. muertos o no, ni siquiera se sabe si siguen
disimuladamente, me siento, atenta al chico de los cartones –tan Porque Sarah Winchester creía que estaba intentando salir).
joven, el único joven– que se acerca ahora con una sonrisa. maldita, y que las almas de todos los que
2
habían muerto por las armas Winchester La Ciudad Universitaria de la
—
la perseguían. Por consejo de una médium Universidad de Buenos Aires, se
Samanta Schweblin - Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 1978
de Boston, se mudó al otro lado de los podría pensar, es la versión inversa
Estados Unidos y comenzó la insensata de la mansión Winchester. Es un
tarea de construir la mansión Winchester. proyecto que recorre todo el siglo XX, un
Los obreros trabajaban sin parar, las proyecto monumental e inconcluso entre
veinticuatro horas, y alas y más alas se el Río de la Plata y la ciudad, en un vasto
fueron agregando sin plan previo. Se descampado donde el viento se enrosca
levantaron paredes y se tiraron paredes. como si efectivamente hubiera pasillos y
DE MANERA
más de treinta edificios planificados, solo de las personas altas, que ante un espacio cuando alguno funcionaba bien, le hacían
se construyeron cuatro. Y es hacia uno reducido se encorvan, se encogen, Matías caricias de reconocimiento. Matías dijo
de ellos que nos dirigimos Ana Paula permanece erguido e indiferente. ¿Eso que lo que buscaban era que “emergiera
Maia, Gabriela Adamo y yo, en busca del
Laboratorio de Robótica. La mañana es
será convivir con la exactitud? Mi primer
pensamiento es ese, después tengo otros,
el comportamiento”. Los imagino
hablándoles todos los días, con paciencia, MÁS O MENOS
ventosa, es importante eso, es fría y es
gris y es lluviosa. En el cielo hay aviones
algunos más alarmantes. Finalmente sólo
me queda la pregunta: ¿por qué no se
con terquedad, esperando que algún día
respondan a sus preguntas. Pienso ahora: CONFESABLE, QUE
invisibles que sobrevuelan a baja altura,
eso también es importante.
agacha, no inclina la cabeza, no se siente
amenazado?
¿no es algo que hacemos todos, eso?
¿No esperamos, de manera más o menos ALGÚN OBJETO
El lugar al que nos dirigimos es el confesable, que algún objeto insignificante
INSIGNIFICANTE
4
Pabellón 1, donde está la Facultad de Ya en el interior del Laboratorio de responda alguna de nuestras preguntas
Ciencias Exactas y Naturales. Está casi
a la entrada, a la derecha, y es, como
Robótica, Ana Paula, Gabriela y yo
nos damos cuenta de la fatalidad.
más importantes?
Otra de las cosas que me quedó: en RESPONDA ALGUNA
DE NUESTRAS
su nombre lo indica, el primero que se Dentro del Laboratorio, lo más alguna parte del sur hay tres biólogos
construyó. Entramos y la primera impresión interesante, como siempre, siguen siendo contado a dedo una población de
PREGUNTAS MÁS
se desvanece. La Ciudad Universitaria las personas. Además de Matías está pingüinos. El hecho de saber que hay tres
no es la versión inversa de la mansión Facundo, más joven todavía, de veinticinco personas contando miles de pingüinos
IMPORTANTES?
Winchester. Es su hermana menor. O al años, Doctor en Física. No hay robots por inquietos en alguna playa ventosa, me
menos eso es el Pabellón 1. Todo lo que ningún lado. Ante el primer silencio, pienso reconforta. Desde ahora son como dioses
no se construyó hacia fuera, se construyó en los consejos de Victoria para no hablar tutelares para cualquier empresa absurda
hacia adentro. Subimos una escalera y, de más, pero no me puedo contener. en la que me embarque.
al terminar, nos encontramos con otra Otra fatalidad. Mis chistes malos. No
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escalera que baja y nos deja casi en el puedo evitar preguntar por Arturito. Los Salimos. Esta vez encontramos vieja Clementina, la primera computadora
lugar del que partimos. Puertas. Ventanas. dos hombres de la Robótica me sonríen el camino correcto, y eso me da que se trajo a la Argentina a principios
Pasillos. Hay entrepisos y habitaciones apenas. Son demasiado jóvenes, me digo, un poco de pena. Me intrigan, de los sesenta? A la pobre Clementina
improvisadas por todas partes. ¿A qué no insistas, ¿qué sabrán ellos de Johnny 5 o me producen picazón los pasillos se la desmanteló en 1971, por falta de
fantasmas han querido espantar? Por Terminator T-800 modelo Cyberdyne 101? sin recorrer, las aulas vacías, las puertas repuestos para su mantenimiento. La
suerte para nosotros, una alumna se De la charla que sigue, me quedan entreabiertas, los ecos. Afuera la mañana licitación por una nueva se canceló. Ya
decide a acompañarnos, a servirnos de varias cosas. Lo primero, una sensación. sigue siendo ventosa, fría y lluviosa. Los lejos de la Ciudad Universitaria, otra
guía. Volvemos a subir y a bajar escaleras. Un sospecha. De a poco, sigilosamente, aviones invisibles siguen sobrevolando vez inmersos en los ruidos de la ciudad,
Y llegamos. Hay un intercomunicador en al borde de la percepción, el lugar se fue a baja altura. Eso es importante. Son el pienso en la cantidad de mansiones
una puerta. Estamos por entrar. Hay que llenando de robots. Solo que no eran clima y el paisaje necesario para la Ciudad Winchester que hemos construido. Barrios
preguntar por Matías. antropomorfos. ¿Por qué deberían serlo? Universitaria, para el Pabellón 1 de Ciencias enteros de fábricas laberínticas, edificios
Cuando dejamos de esperar que las cosas Naturales y Exactas, para el Laboratorio para proteger una idea, un recuerdo, un
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Matías es un joven de treinta años, se nos parezcan, todo se vuelve más de Robótica. Ya en el auto, pienso en deseo, un secreto, una deshonra. Lugares
Doctor en Computación, alto, de interesante. Aparatos diminutos, formas Matías y en Facundo trabajando hasta vastos y melancólicos en donde ni los
metro noventa por lo menos, de cara metálicas truncas o que parecen truncas, altas horas de la noche en esa soledad. Me hombres, ni los robots, ni los fantasmas
angulosa y anteojos. Nos recibe en los robots estaban ahí. Solo que ante hubiese gustado preguntarles si creían en podemos morar.
una habitación intermedia de techo muy nuestros ojos no se movían, no hablaban, fantasmas. ¿Escucharán, esas noches que
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bajo. Su cabeza casi toca el techo. Casi, no hacían ruido. Se quedaron quietos, se quedan, los bips bips insomnes de la Ricardo Romero - Paraná, Argentina, 1976
DEL LUGAR
–¿Vas a remar con los del Filba al Tigre hoy?
–me pregunta.
Levanto la persiana. Llueve. Abro la ventana. Hace frío.
–No creo –respondo.
***
COMÚN
Vamos en el auto, Patricio, Andrea y yo. Patricio trata de
explicarle a Andrea cómo es el Tigre y qué representa en la
literatura argentina. Andrea no habla español. Yo no hablo
italiano, Patricio chapucea unas palabras pero no alcanza.
Le propongo a Andrea hablar en inglés.
–Odio el inglés –me responde–. Además, hablo lo básico
JUAN
que aprendí en la universidad.
En un intento por animar la charla, le pregunto a
Andrea por el concepto de hedonismo político. No conocía
a Andrea, pero para la Bitácora leí algunas entrevistas.
Encontré una idea que me movió la silla. “Una práctica
política que termine con los deseos y los miedos para
encontrar un umbral de puro placer. En la solidaridad hay
SKLAR,
puro placer”.
–Andrea, ¿me contás un poco sobre el hedonismo
político?
–¿Qué es eso?
–Un concepto del que vos hablás.
–No. Yo no nunca hablé de eso.
2015
Un silencio que ni siquiera llega a ser incómodo se apodera
del auto.
–Quizás me equivoco, pero en una entrevista hablaste
sobre eso y…
su conclusión va a ser que en todos percibe su abandono, cuando finalmente alcanza a ver, porque mientras gira a
lados hay enemigos, que en todos ve que todos los demás están en grupos upa de José no tiene conciencia de la
lados se roba, que nunca se va a dejar de dos apoyándose uno en el otro, ahí situación, y una rabia que los demás
de robar. ¿Qué te dije? Un caradura. un poco que empieza a lagrimear, pero tampoco perciben, porque están
Seguro va a contar que la villa se creó justo José ya lo está alzando y lo lleva bailando. Cuando lo llaman para que
en 1932 y ahí es donde un grupo de al medio de la ronda. A upa de José, vuelva a la ronda, el nene más grande
jóvenes católicos de derecha se hicieron Lautaro siempre está contento. trata de sonreír, por educación, pero es
montoneros. Va hablar de los dentistas Lautaro sigue riéndose, al lado de los una sonrisa que le dura el tiempo justo
y de los consultorios de dentistas todos otros chicos que se arrastran por el piso. mientras los otros lo miran. Y enseguida
enrejados a lo largo del “playón” y del Lautaro hace como que es un cocodrilo, vuelve a ponerse detrás de todos y
centro cultural que se armó debajo del aunque no sabe lo que es un cocodrilo. vuelve a lo que nadie más ve.
puente, donde no debería haber nada. Cuando todos juegan al “pulpo”, una
de nuestros
estaba mal. Iríamos de nuestros hijos, saldría de esto, y en el mar ni en las
con Andrea del de nuestras parejas. que cuántas páginas islas, y que a partir
Fuego, una escritora Yo internamente me teníamos que escribir. hijos, de nuestras del año noventa les
brasileña, a Plaza
de Mayo, que es muy cerca quiénes son, pero eso no
lamenté, porque
tengo ese karma, que es
Ah, eso es lo
que nosotros parejas. habían dejado de
dar su pensión y les
de mi casa, y luego, podría se lo dije. Así que no iba estar poco empapada de queramos, me dijo negaban sus honores,
volver temprano a casa, muy convencida. (Mientras los temas de política, saber ella, muy segura. Ya era claro que no había a causa de intereses
donde me despediría de la escribo esto, tiene lugar solamente lo superficial. Yo no estaba nada ninguna movilización social, políticos que los gobiernos
buena niñera anterior, la marcha de Santiago ¿No es un poco amargo segura, y lo que más quería así que nos fuimos a buscar no estaban dispuestos a
ya que ese era su último día Maldonado, a la que sí ir con un extranjero y no era relajarme, así que al una cerveza a un kiosco destrabar. Estaban allí hacía
de trabajo. hubiera ido, de no ser poder darle un panorama llegar a Catedral le dije a por la calle Florida. Andrea nueve años, y mencionaron
Pasé a buscar a Andrea por la gripe). Andrea iba político más completo? Andrea que nuestro primer eligió una cerveza sin maíz que querían sus honores
a las tres por su hotel en entusiasmada, me pareció, Yo sabía que no tenía por objetivo era conseguir una y me invitó. En ese día frío “en vida”, como queriendo
la calle Humboldt, en porque, como brasileña, qué hacerlo, no era su guía cerveza. Pero primero nos y nublado, completamente significar que el tiempo
Palermo. Nuestra misión era tendría más expectativas, turística, pero eso no dejaba teníamos que encontrar atípico para Buenos Aires pasaba y se iban a terminar
ir a Plaza de Mayo y, como pensé, al menos comparar de mortificarme. Nuestros con un fotógrafo y un (y Andrea lo sabía), las latas muriendo antes de recibir
escritoras, observar alguna Buenos Aires con San Pablo. hijos no son el mundo, eso camarógrafo. La catedral de cerveza parecían lo que les tocaba. Tener una
manifestación social, y en Antes de subir al subte, pensaba, aunque hablar de estaba llena de vallas heladas de verdad. cerveza en la mano mientras
193 — Filba 10
www.filba.org.ar