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7 ejercicios para mejorar tu empatía

por María Luisa | Nov 18, 2014 | Inteligencia emocional | 8 Comentarios

La empatía es una de las competencias emocionales más demandada actualmente.


Influye en nuestra capacidad de influencia, de comunicación, de negociación, de
colaboración, de gestión de equipos y de liderazgo.
La empatía consiste en aprender a ponerse en el lugar del otro, conectar con sus
sentimientos y con la forma en que vive las situaciones, entendiendo sus deseos y sus
miedos. Consiste en estar centrado totalmente en el otro, escuchándolo a un nivel racional
y emocional, percibiendo su lenguaje verbal y no verbal. Esto implica olvidarme de mi,
detener mi diálogo interior, estar totalmente atento a lo que me dice y no pensar en lo que
le voy a decir yo, o lo que le voy a preguntar a continuación.
Practicar la empatía nos ayuda a ampliar nuestras perspectivas y con ello a enriquecer
nuestro mundo con nuevas ideas, puntos de vista, oportunidades, eso a lo que Ortega y
Gasset llamaba perspectivismo. Es una habilidad social clave que nos permite escuchar
mejor, comprender, y formular mejores preguntas, tres aspectos fundamentales de una
buena comunicación y la base para construir relaciones sólidas y enriquecedoras.
Para ello te propongo 7 sencillos ejercicios prácticos  para mejorar tu empatía:
1.- Deja de escuchar durante 5 minutos y concentra tu atencion en el lenguaje no
verbal.
Olvídate del significado de las palabras y atiende al resto de la información: capta el tono
de voz, observa la postura corporal, la mirada, la expresión facial en su conjunto, los
gestos, aprecia los silencios, déjales espacio para que surjan y se mantengan. Busca el
significado detrás de todos estos gestos. Construye la historia, la conversación desde lo
emocional, olvidándote de las palabras.
Una buena forma de empezar a practicar es ver escenas de películas sin voz e interpretar
lo que le pasa a cada personaje. Aquí te dejo una que podría ser una escena de la vida
diaria.
 2.- Elige a una persona al azar e intenta imaginar lo que la mueve a hacer lo que hace
y cómo lo hace.
Un buen momento para este tipo de ejercicio es cuando paseas, cuando estas en un
transporte público, de compras en unos grandes almacenes o centro comercial, en una
estación de tren, en el aeropuerto, en una cafetería. Estos lugares son ricos en escenas
que nos pueden servir para poner en práctica nuestra empatía. Fíjate en alguien o en un
grupo, observa lo que hacen e imagina que hay detrás de esa conducta, piensa en las
dificultades que puede tener en su día a día, en cuales pueden ser sus miedos.
Puedes hacerlo también recordando alguna situación vivida en el pasado Y ayudarte de
la técnica de las 3 columnas: anota en una columna qué es lo que ha ocurrido realmente,
los hechos; en la segunda columna registra cuál es tu opinión al respecto y en la tercera
como crees que lo ve la otra persona, que opina ella.
Otro ejercicio que puede ayudarte es leer guiones de teatro concentrándote en un
personaje y buscando en el texto lo que hay más allá de las palabras: los miedos que se
esconden, las emociones que están a flor de piel, la historia personal, experiencias
previas.
3.-Comienza cualquier encuentro, cualquier conversación preguntando y  mostrando
interés por el otro, y deja espacio para que se abra y simplemente recibe.
¿Cómo estás? ¿Qué tal te ha ido estas ultimas semanas? ¿Qué tal tu trabajo?
Acompaña estas preguntas de un lenguaje no verbal que demuestre interés y cercanía.
Gira tu cuerpo hacia ella ofreciéndole toda tu atención. Mírale a los ojos y con interés, pero
sin esperar nada.
Las preguntas juegan un papel muy importante en cualquier comunicación
interpersonal:  hacen sentir al receptor que tenemos interés en conocer sus ideas y
sentimientos, que valoramos lo que piensa.
4.- No expongas tus opiniones sobre lo que te dicen
No se trata de lo que tú piensas, se trata de lo que el o ella creen o sienten. Evita
expresiones del tipo “Tu problema es que…”, “Ya te dije que”, “Sabía yo que iba a pasar
esto” “Creo que lo que te pasa es que”
5.- Recoge y devuelve la emoción de las distintas personas con las que te
encuentras a lo largo del día.
Puedes usar diferentes fórmulas como parafrasear y reformular su mensaje para
conectar con la emoción que crees pueda estar experimentando.
Si te dicen “Estoy preocupado porque no me han llamado del hospital para darme los
resultado» tu puedes parafrasear y decir » así que estas preocupado por la demora en los
resultados»
Con ello se sentirá más comprendido y lograrás que pase de hablar de hechos a hablar de
emociones. Y esa es la clave de la empatía
También puedes usar la confrontación ayudando a los demás a ver sus propias
incongruencias emocionales. Por ejemplo: “estás disgustado porque quieres arreglar las
cosas con tu compañero de trabajo, sin embargo, me dices que cuando trabajas con el
sientes que te trata de forma despectiva”.
Acompaña tus mensajes siempre de un “entiendo”, “puedo hacerme cargo de…”, “supongo
que en tu lugar debes pensar/sentir…”. Son fórmulas verbales que transmiten al otro que
te estas poniendo en su lugar.
6.- Practica durante varias veces al día la técnica de “sal de tus zapatos para ponerte en
los de los demás”.
Busca personas con las que más difícil te resulte ser empático, comprenderlas, o
entenderlas, que te generen más rechazo, y esfuérzate durante unos 15-20 minutos por
entenderlos. Trata de buscar lo que en PNL se llama la intención positiva que hay detrás
de toda acción y conducta, para el que la lleva a cabo.

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