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Para el estudio de los métodos de almacenaje de estas mercancías, que pueden calificarse
de atípicas, es preciso agruparlas en tres categorías:
a) Mercancías de tipo laminar
b) Mercancías de tipo tubular
c) Mercancías de tipo cilíndrico
Esta clasificación es la más básica dado que la forma incide directamente sobre los métodos
de manejo y almacenamiento de gran parte de las mercancías. No obstante, la forma de la
carga no es la única variable para considerar, ya que hay otros factores que también son
decisivos en la clasificación de estas mercancías: la fragilidad, la seguridad, la peligrosidad
y, sobre todo, el volumen y el peso.
Dentro de este tipo de cargas ha de tenerse en cuenta una subdivisión de más resistente a
menos resistente:
1. Láminas de chapa
2. Láminas de plástico
3. Tableros y láminas de madera
Para estudiar el método de manejo más adecuado para las láminas de chapa, ante todo hay
que tener en cuenta un factor fundamental y característico de este tipo de mercancías:
su grado de flexibilidad en función de las dimensiones y grosor de la lámina. Cuanto
mayores sean las dimensiones de la chapa y menor su grosor, mayor será la flexión.
Cuando se trata de manejar láminas de chapa cortadas en pequeñas dimensiones, la
mejor manera de manipularlas es reunirlas sobre una plataforma o palet de madera y
flejarlas, de tal modo que se confeccione una unidad de carga sólida y prácticamente
indeformable. Esta unidad puede ser manejada e, incluso, almacenada con los
sistemas tradicionales de manejo y almacenamiento de materiales.
Si, por el contrario, las chapas que se deben manejar son de grandes dimensiones y
con un cierto grosor en relación con el tamaño, pequeño, el problema que se plantea
es completamente diferente. En ese caso, habrá que calibrar el daño que la
manipulación puede producir sobre el material. Este daño puede ser de dos tipos:
Para reducir los posibles efectos de la flexión es fundamental acortar la distancia entre los
apoyos de los elementos de elevación y almacenaje y los voladizos de las cargas fuera de
los mismos. Para ello se pueden adoptar tres estrategias: usar un mayor número
de horquillas, habilitar más apoyos de los habituales o, como ya se ha apuntado, manejar las
chapas sobre una plataforma
Claro En una operación de corte, el claro c es la distancia entre el punzón y el dado. Los
claros típicos en el prensado convencional fluctúan entre 4 y 8% del espesor de la lámina
metálica t. Si el claro es demasiado pequeño, las líneas de fractura tienden a pasar una sobre
otra, causando un doble bruñido y requiriendo mayor fuerza de corte. Si el claro es
demasiado grande, los bordes de corte pellizcan el metal y resulta una rebaba excesiva. En
operaciones especiales que requieren bordes muy rectos como en el rasurado y el perforado,
el claro es solamente el 1 % del espesor del material.
FIGURA. Efecto del claro: (a) un claro demasiado pequeño ocasiona una fractura poco menos que óptima y fuerzas
excesivas, (b) claro normal ocasiona un corte optimo (c) un claro demasiado grande ocasiona rebaba más grande.
Donde
c = claro, (mm);
a = tolerancia;
t = espesor del material (mm)
La tolerancia se determina de acuerdo con tipo de metal, Los metales se clasifican por
conveniencia en tres grupos dados en la tabla con un valor de a asociado a cada grupo.
Tabla: Valor de las tolerancias para los tres grupos de láminas metálicas.
Fig: El tamaño del dado determina el tamaño de la forma Db);
el tamaño del punzón determina el tamaño del agujero Dh.
Los valores calculados del claro se pueden aplicar al punzonado convencional y a las
operaciones de perforado de agujeros para determinar el tamaño del punzón y del dado
adecuado. Es evidente que la abertura del dado debe ser siempre más grande que el
diámetro del punzón, de esto dependerá que la pedaceria sean discos.
Debido a la geometría del borde cizallado, el tamaño del punzón y del dado para una forma
o parte redonda de diámetro Db se determina como sigue:
Los tamaños del dado y del punzón para un agujero redondo de diámetro Dh se determinan
como sigue:
Diámetro del punzón para corte de agujeros = Dh
Diámetro del dado para corte de agujeros = Db −2c
Para que las formas o la pedacería caigan a través del dado, la abertura del dado debe tener
un claro angular entre 0.25º y 1.5º de cada lado. El claro angular se muestra en la siguiente
figura.
Claro angular
Fuerzas de corte: Es importante estimar la fuerza de corte porque ésta determina el tamaño
(tonelaje) de la prensa necesaria. La fuerza de corte F en el trabajo de láminas puede
determinarse por:
F = StL
Donde
S = resistencia al corte de la lámina, (Pa);
t = espesor del material (m);
L = longitud del borde de corte, (m).
F = 0.7TStL
Donde
TS = resistencia última a la tensión, (MPa).
La ecuación anterior estima la fuerza de corte, suponiendo que el corte entero se hace al
mismo tiempo a todo lo largo del borde de corte. En este caso la fuerza de corte será un
máximo, Es posible, reducir la fuerza máxima usando un borde de corte sesgado en el
punzón o en el dado. El ángulo (llamado ángulo de corte) distribuye el corte en el tiempo y
reduce la fuerza que se experimenta a cada momento. De cualquier manera, la energía total
requerida en la operación es la misma, ya sea que se concentre en un breve momento o se
distribuya sobre un periodo más largo.
https://www.mecalux.es/manual-almacen/sistemas-de-almacenaje/almacenes-productos-
especiales
https://www.mipsa.com.mx/dotnetnuke/Procesos/Corte-cizalla