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EL CONCEPTO DE CICLO DE VIDA FAMILIAR

Aproximación histórica al concepto de ciclo vital.


En la mitad del siglo XX se despertó el interés por el estudio de esta rama, tanto en la sociología
como en la psicología. Freud propuso las etapas del desarrollo psicosexual, Gessell y Wallon
describieron las del desarrollo normal en el niño, Piaget planteo su teoría sobre estadios de la
inteligencia y Spock se encargo de interpretar la conducta infantil.

Erick Erickson desarrollo ocho etapas sobre la formación del yo, Levinson y Gould
estudiaron el desarrollo psicológico del adulto. Gould intento definir las fases de la vida
adulta destacando la importancia de los distintos cambios de la vida adulta y subrayo que
los cambios biológicos, psicológicos y relacionales continúan a lo largo de la vida.
Neugarten, sostiene que, al trazar el curso del ciclo vital, debemos entrelazar el tiempo
histórico y el tiempo biológico, en un contexto que sería el tiempo social. Mantiene que
toda sociedad tiene un sistema de expectativas en cada etapa de la vida. El individuo desde
su nacimiento hasta su muerte pasa por un ciclo social, status asociados a la edad, derechos,
deberes y obligaciones. Todo esto implica cambios en el autoconcepto y el sentido de
identidad.
Los primeros pasos para el estudio del ciclo de vida fueron Hill y Duvall, en aquel entonces
se concebía a la familia como la suma de vidas individuales pero estos autores destacaron la
interdependencia de los miembros en el grupo familiar, en donde cada uno tenía distintas
tareas de acuerdo a su etapa de desarrollo. Estas dependías y contribuían al rol de los
demás.
En 1957, Duvall dividió el ciclo familiar en ocho etapas, con tareas específicas para cada
una y bajo la consideración de la familia como un todo con funciones evolutivas.
En 1971, Hill la dividió en 4 categorías:
1. La familia como un sistema social, adaptativo, cerrado relativamente, mantiene sus
fronteras y busca el equilibrio.
2. Los aspectos estructurales de jerarquía, normas y roles.
3. La orientación a metas y la direccionalidad de la acción.
4. Conceptos relativos a secuencias ordenadas o regularidades secuencias ordenadas
como etapas de desarrollo.
Según Carter y McGoldrick el ciclo de vida como estructura útil para los clínicos se gestó
gracias al estudio psicoevolutivo del adulto, la conceptualización sociológica de los
procesos del desarrollo familiar y la inquietud de los terapeutas de familia por reconocer la
incidencia del ciclo vital sobre sus intervenciones.
En 1973 Hay Haley público Terapia No convencional en el cual introdujo la idea de que
los síntomas individuales representan un estancamiento en los puntos de transición del
ciclo.
Principios de desarrollo de los sistemas complejos
1. La dimensión temporal de los sistemas
Todo sistema vivo está situado en el devenir y en el tiempo. El cambio es una de las
condiciones necesarias para la supervivencia de los sistemas. Una vez entrado en la
organización activa, el tiempo se divide secuencial que atraviesa y recorre el sistema, y
en tiempo bucle que vuelve a cerrar sobre sí mismo. Los conceptos de reversibilidad e
irreversibilidad tienen sentido solo en relación a los cambios. El tiempo irreversible es
desintegrador, que implica cambiar y abandonar patrones, y se transforma en tiempo de
regeneración, regeneración y reorganización. Todo sistema cuenta con estructura y
proceso.
La estructura detiene el tiempo de forma reversible, ya que deja abierto un repertorio de
alternativas de selección y actuación de sistema. Los procesos están formados por
acontecimientos irreversibles y concretos. Los procesos y estructuras en relación con el
entorno, actúan como filtros selectivos para preservar la identidad del sistema y regular
la propia autopoiesis. Un sistema será más adaptativo si es capaz de introducir cambios
en sus patrones de relación según las exigencias externas e internas. Un sistema estable,
consta de elementos inestables cambiantes en el tiempo y debe su estabilidad a sí
mismo y no a sus elementos como tal.
2. Autopoiesis, autorregulación y resiliencia
Según Maturana (1980) la autopoiesis es la capacidad de los sistemas vivientes para
desarrollar y mantener su propia organización. Identifica procesos interactivos entre los
componentes del sistema, que a su vez producen sustratos constitutivos del mismo. Los
sistemas autopoieticos son autónomos, ya que determinan sus propias operaciones, son
autorregulados. Esta perspectiva implica reconocimiento de imperfección, inestabilidad,
incertidumbre, diferenciación y la eco dependencia.
La flexibilidad en la adaptación y en la acción es otro principio básico e inherente en la
adaptación. La capacidad de los sistemas para persistir a través del cambio es lo que
denominan resiliencia, que es la posibilidad de absorber el cambio cualitativo y
mantener la integridad estructural en el transcurso del desarrollo. La estabilidad es la
capacidad para volver al estado de equilibrio después de una perturbación transitoria.
3. Epigénesis y desarrollo por etapas
La epigénesis según Bateson se usa para referirse a que cada paso evolutivo es un acto
de llegar a ser construido sobre el statu quo inmediatamente inferior. Esta es entonces
una repetición predecible, y debe protegerse de la inclusión de la nueva información, y
debe ser convergente y predecible.
La epigénesis no puede empezar a actuar hasta tanto no aparezca un indicador que
marque la diferencia con las etapas anteriores. La evolución debe enfrentarse a
movimientos en dos direcciones: hacia el interior en relación con las regularidades
evolutivas o epigenéticas de lo viviente, y hacia el exterior para afrontar las demandas
del ambiente. El sistema individual sufre un cambio adaptativo bajo la presión externa,
de modo que la obsolescencia y patología surge por el desequilibrio de la relación
dialéctica entre estos dos procesos.
Los referentes principales del principio epigenético son Erikson, Wallon y Piaget,
sustentando el desarrollo individual por etapas. Para describir el sistema en estadios se
requiere:
a) Que la sucesión de conductas y procesos sea constante, es decir, que la
diferenciación por etapas se establezca a partir de comparaciones externas
(relativas a la contrastación con otros sistemas de misma cultura y foráneas) e
internas (Comparación con el mismo sistema en el transcurso del tiempo).
b) Que cada estadio sea definido por una estructura de conjunto que caracterice a
todas las conductas nuevas de ese estadio. Además, debe identificar diversos
factores para abordar sistemas más complejos.
c) Que estas estructuras presenten un proceso de integración.
Lyman Wynne (1965) propone la aplicación del principio epigenético, donde, los
intercambios y transacciones de cada fase del desarrollo se estructuran sobre los resultados
de transacciones anteriores. Para la adecuada evolución, es necesario que el ambiente
familiar provea cierta clase de influencias en cada fase de maduración individual.
Los sistemas más complejos subordinan a los más simples, pero, cada nivel requiere ser
considerado como un todo organizado, con propiedades y características específicas. Sin
embargo, existen ciertas limitaciones, debido a que las transacciones ocurren cuando la
familia no está preparada psicológicamente. La mayoría de los cambios de la familia no
contemplan la relación de los participantes.

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