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1. Elabore un ensayo acerca del pensamiento pedagógico de José Antonio Encinas y Emilio Barrantes.

Señalando la importancia de sus aportes para la pedagogía (aspectos didáctico, curricular, gestión y otros)
y en que época y espacios se produjeron los hechos.

ENSAYO EXPOSITIVO

EL PENSAMIENTO PEDAGOGICO DE JOSÉ ANTONIO ENCINAS FRANCO

En la actualidad existen instituciones educativas que utilizan los modelos educativos de


Montessori, Rousseau o Pestalozzi. Estos modelos educativos corresponden la corriente
pedagógica de Escuela Nueva que se enfunda como el alter ego de la escuela
tradicional, donde el centro de la actividad educativa es el estudiante, y se deben educar
según sus particularidades, necesidades e intereses a fin de prepararlo para su
participación productiva y democrática en la sociedad. Sin embargo, ¿Existieron
representantes de la Escuela Nueva en el Perú? ¿Cuál fue su pensamiento pedagógico y
cuáles fueron sus aportes para la pedagogía y la educación peruana?

José Antonio Encinas fue el representante de la Escuela Nueva en el Perú, nació


en 1888 y fue un hombre adelantado a su época, con pensamientos que pueden
considerarse hechos para estos tiempos, un hombre que vivía por y para la educación.
Mientras a principios del siglo XX en Europa y Estados Unidos se vivía el auge de la
Escuela Nueva, en el Perú la escuela tradicional estaba muy lejos de ser reemplazada
por esta nueva corriente pedagógica. Pese a ello, Encinas logro desarrollar las ideas de
la Escuela Nueva sin conocerlas a plenitud en una pequeña escuela para hombres en
Puno, más de veinte años después, recorriendo el mundo tras tres deportaciones, pudo
darse cuenta que lo que había estado haciendo en el colegio 881 de Puno era Escuela
Nueva.

La acción educativa que realizo Encinas se dio en el marco socio-cultural donde


se gestaban los movimientos intelectuales del positivismo y la corriente indigenista, en
este contexto los indigenistas apostaban por una educación que asumiera como tarea
principal la incorporación del indio a la sociedad, para que el sector indígena dejara de
ser explotado, aislado y discriminado. Frente a esto Encinas creía que la escuela no sólo
debía enfocarse en su rol académico sino que también debía  asumir un rol que ayudara
a mejorar el entorno social del indígena.
Encinas concebía a la educación como un proceso relacionado con el entorno
socioeconómico del Perú, en especial el del campesinado. En el cual la escuela tenía la
función de enseñar y de mejorar de las condiciones de su entorno social y económico
respetando su modo de vida y organización social; la escuela, para Encinas,
proporcionaría a los campesinos herramientas que les permitirían ser productivos y
creativos. Bajo esta visión Encinas apuesta por el modelo de Escuela Rural.

En el centro escolar N° 881, Encinas llevo a cabo el modelo de Escuela Rural,


renovando la praxis pedagógica, respetuosa de la libertad del niño, de su personalidad,
de su tendencia natural al juego, de su descubrimiento del deber moral y de su
curiosidad y lógica puras, precursoras del pensamiento crítico y creado.

Según el pensamiento pedagógico de Encinas, el docente y el estudiante son los


responsables de generar el conocimiento, el rol del docente es asegurar la
significatividad de los aprendizajes, de manera que asumía un rol de guía y consejero
para aquellas cuestiones que se requirieran, todo esto dentro de un marco en el cual el
docente está permanentemente capacitado para tal ejercicio. Este concepción ha sido
incorporada en el tercer objetivo estratégico en el PEN al 2021, “Maestros bien
preparados que ejercen profesionalmente la docencia” asegurando el desarrollo
profesional docente, para lograr la revaloración de su papel ante la sociedad, lo que
Encinas proponía.

Encinas manifestaba que el estudiante es el eje y protagonista principal de la


educación, centro de la acción educativa, y que se debían considerar tanto sus facultades
intelectuales como las facultades afectivas y sociales, como base para su trato con él.
Bajo estos aspectos Encinas coincidiría con el pensamiento de Piaget en cuanto: los
objetivos pedagógicos deben estar centrados en el estudiante y las actividades propias
de su edad; los contenidos curriculares se conciben como instrumentos al servicio del
desarrollo evolutivo natural; el aprendizaje depende del nivel de desarrollo del sujeto y
es un proceso de reorganización cognitiva.

En el aspecto curricular, Encinas consideraba obsoletos a los programas


educativos con currículos importados que el ministerio ejecutaba, pues estos no se
ceñían a la realidad del educando nacional, Encinas propuso contenidos educativos
innovadores que giraban en torno a los problemas relacionados con la vida social del
educando, posibilitando que el estudiante sea formado para ser un ser funcional para su
comunidad.
Este concepto ha sido incluido como objetivo estratégico por el CNE en el PEN al 2021,
y ha generado como propuesta la política de “Diseñar currículos regionales que
garanticen aprendizajes nacionales y complementen el currículo con conocimientos
pertinentes y relevantes para su medio”, tal como desde inicios del siglo pasado lo
manifestaba Encinas.

La didáctica, según el planteaba Encinas, debía estar centrada en el interés y la


experiencia del niño, donde el docente comenzaba con una pequeña exploración los
conocimientos previos del estudiante, luego el docente enseñaba en base a lo que el
estudiante ya sabía. En concordancia con lo que expresaba Encinas, Ausubel lo
plasmaría en la corriente del aprendizaje significativo años después.

La importancia del pensamiento de este maestro puneño radica en que fue capaz
de concebir el aprendizaje significativo, al estudiante como ser crítico y reflexivo, el rol
de facilitador del docente, donde los nuevos conocimiento de los estudiantes fueran
utilizados en su ambiente inmediato, proponiendo una educación que responda a los
intereses nacionales como a los intereses del estudiante. Todo ello fue comprendido,
explicitado, postulado y practicado en la acción pedagógica por Encinas a principios del
siglo veinte. Todo aquello que defendió Encinas hace cien años lo defienden hoy los
actuales enfoques pedagógicos.

El pensamiento de Encinas coincide con los grandes referentes de la pedagogía


contemporánea como Piaget y Ausubel; y aun hoy podemos ver que las problemáticas
que planteaba, anteriores a la década del sesenta, son consideradas temas por solucionar
en el ámbito educativo actual. Lo más lamentable de todo ello es que José Antonio
Encinas no ha logrado calar en los docentes peruanos que han convertido su misión en
una rutina, el docente político y líder no está más cerca de esta realidad de la que estuvo
hace cien años.
ENSAYO EXPOSITIVO

EL PENSAMIENTO PEDAGOGICO DE EMILIO BARRANTES REVOREDO

Considerando la relevancia y la significación de la educación en la sociedad, es


elogiable la función que han cumplido quienes han dedicado gran parte de su vida, a
facilitar la tarea de docentes y estudiantes, contribuyendo con importantes ideas a través
de nuevas experiencias educativas, para lograr el propósito básico de la educación el
cual es formar hombres aptos para la real tarea de la vida. Entre estas destacadas
personalidades, que han trascendido por su pensamiento y acción pedagógica podemos
encontrar al ilustre pedagogo Emilio Barrantes Revoredo.

Emilio Barrantes, quien nació en 1903 en Cajamarca, fue influenciado por el


pensamiento pedagógico de Rousseau y Pestalozzi, este último también se formó en los
ideales de Roussseau. Las ideas pedagógicas de Barrantes se caracterizan por su
modernidad, su profundo amor a la obra educativa y su manifiesta vocación humanista.

El pensamiento pedagógico de Barrantes se dio en una etapa peculiar del siglo


pasado, en la que se alternaron dictaduras como la de Odría y la de Velasco y gobiernos
democráticos como el de Bustamante y Rivero. Barrantes fue decano de la facultad de
educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y logro convertirla en la
“facultad modelo”, y estuvo en lo más alto de su trabajo pedagógico cuando se convirtió
en el presidente de la comisión de la reforma educativa del gobierno de Juan Velasco
Alvarado en el año de 1969.

Según el pensamiento de Barrantes la educación es un proceso de estimulación,


de nutrición y cultivo interior que favorece en el estudiante el desarrollo de su
personalidad, sus potencialidades, su autodominio y la adaptación del estudiante a su
comunidad. La escuela debía adquirir el carácter de hogar, donde existiera un ambiente
familiar, de comprensión, trato amable y amor entre sus miembros, de ahí la
importancia de lo cognitivo y lo afectivo. Para Barrantes la formación en valores era la
primera función de la escuela; pues el objetivo de la educación es la humanización del
hombre.

En lo que concierne al maestro, sujeto decisivo en el proceso educativo,


Barrantes afirma que este debe por sobre todo amar su profesión, entendiendo el sentido
social de su labor y su papel de orientador y guía, ayudando y estimulando al educando.
El maestro, según Barrantes, debía tener presente que la teoría y la práctica no siempre
coincidían; pero que él debía conciliar lo ideal con lo real haciendo uso de los valores
que eran la clave para afrontar las realidades cambiantes; conociendo comprendiendo y
amando a su país sin exclusiones.

El aporte más valioso que brindo Barrantes a la educación peruana fue la


reforma de la educación de 1972. En 1969, presidió la Comisión de la Reforma de la
Educación y junto a Augusto Salazar Bondy, Walter Peñaloza y otros insignes
intelectuales de la época realizaron un diagnóstico de la problemática educativa. La
reforma abordó los problemas fundamentales de la educación peruana como una
cuestión política y socio-económica. Esta reforma tenía la visión de usar a la educación
como medio de un proyecto de transformación social. Los nuevos objetivos de la
educación estaban orientados a transformar la estructura de la educativa creando un
sistema humanista que permitiera exaltar la dignidad del hombre haciéndolo reconocer
su derecho a la educación sin discriminación alguna. La educación entonces se orientó
al trabajo para la plena realización del hombre ya que se tuvo un interior educativo
flexible a las necesidades de la población de las diversas regiones del país.

La estructura del sistema educativo comprendió: Educación inicial, educación


básica regular y laboral, educación superior: las ESEP en el I ciclo, las universidades en
el II ciclo y el Instituto de altos estudios en el III ciclo, así como otras modalidades:
calificación profesional extraordinaria, educación especial y extensión educativa. El
currículo integral estaba integrado por los siguientes componentes: conocimientos,
actividades, capacitación para el trabajo y orientación al educando. Planteo la
revalorización de la mujer, la coeducación (educación mixta), la educación bilingüe, la
oficialización del quechua y el sistema de nuclearización de la educación nacional.
La importancia El Amauta Barrantes radica en que él vivía por la educación,
porque ese siempre fue su objetivo, el planteo sus ideas pedagógicas en la reforma de
1972 adelantándose a lo que ahora se está empezando a hacer como la educación
bilingüe, así como la importancia de la educación física en los estudiantes.

Demostró su afán por la búsqueda permanente de la calidad académica teniendo


como eje de su misión la investigación, produciendo conocimientos relevantes
difundidos a nivel nacional e internacional. En su producción intelectual contribuyo a
enriquecer su perfil profesional de los maestros para que desarrollaran conciencia crítica
y creativa que les permitiera comprender, interpretar y buscar alternativas de solución a
la problemática de nuestra sociedad.

Don Emilio Barrantes, entendía lo que han no hemos podido entender los
docentes actuales ni las políticas educativas, ser educador es vocación de servicio, es
practicar valores, es ser ejemplo y líder de la sociedad, es reconocernos como factor
decisivo de nuestra comunidad valorando su cultura multiétnica y pluricultural, siendo
propiciadores de la integración nacional y la libertad de nuestra sociedad.

“El educador vive para los niños, su vida es de entrega para los niños y jóvenes.
El verdadero educador es el que vive de acuerdo a sus ideas. La educación es una obra
de entrega al ser humano y nuestra vida se identifica con el servicio, un servidor
humilde al ser humano.” Emilio Barrantes.
1. Utilizando su propio punto de vista exprese un juicio de valor del pensamiento pedagógico de
José Antonio Encinas y Emilio Barrantes.

a) Juicio de valor sobre el pensamiento pedagógico José Antonio Encinas


Considero que José Antonio Encinas es una de las más grandes personalidades del
ámbito educativo de la nación, su legado ha transcendido en la historia de la
educación peruana y su libro “Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú”, constituye
el reflejo de su amplia visión de la realidad educativa y social peruana. Proponer al
estudiante como centro de la acción educativa, respetando la naturaleza y
singularidad del estudiante peruano para poder participar de su proceso formativo iba
más allá de cualquier pensamiento moderno de la época.
¿Cómo desterrar la discriminación a la comunidad andina? A través de la educación,
respondía Encinas, ello reivindicaría sus derechos para orientarlo hacia un mejor
destino, sin embargo estas ideas no estaban acordes con la política que se llevaba a
cabo en aquellos años y esa fue la razón por el que su ideas no tuvieron la influencia
que pudieron llegar a tener.
Todo aquello que alguna vez Encinas propuso es hoy proyectado como objetivos
estratégicos del Proyecto Nacional de Educación al 2021, como lo son educación
bilingüe, educación según el contexto social, según las necesidades y requerimientos
de la comunidad y revaloración del papel docente, he ahí el valor e importancia del
pensamiento de Encinas, pues a más de 50 años no hemos podido erradicar estos
problemas a la educación pública, nos estamos tardando.
Más allá del gran valor de sus aportes a la educación peruana, difíciles de enumerar
tanto en la teoría como a la práctica pedagógica, aprecio su noble devoción docente,
su espíritu defensor del niño y del indígena y su fiel aferro a lo correcto a lo moral.

b) Juicio de valor sobre el pensamiento pedagógico Emilio Barrantes

En mi opinión, Barrantes logro expresar en el libro azul, reforma educativa de 1972,


los pensamientos pedagógicos del fenecido José Antonio Encinas, asimismo estimo
conveniente expresar que el gran aporte que Emilio Barrantes reside en su amor
infinito por el hombre y su devoción por humanizarlo hasta último de sus días. Un
hombre que siempre brillo por su inteligencia y liderazgo.
Debo destacar la gran atención que le dio Barrantes a la relación entre lo cognitivo y
lo afectivo en el proceso educativo, ¿Cómo conseguir desarrollar valores en el
estudiante si se estudia en un ambiente opresor? La importancia de mantener un
clima adecuado en la escuela que favoreciera la práctica de valores a fin de
desarrollar las cualidades positivas del estudiante fue un gran aporte de Don Emilio,
igualmente el de establecer la importancia de la relación entre la escuela, el hogar y
la comunidad y la importancia del deporte para el desarrollo pleno de la inteligencia.

Barrantes tenía muy en claro que ser educador implicaba más que enseñar a leer o a
escribir era, en sus palabras, vocación al servicio educativo, mantenerse al tanto de
los nuevos conocimientos científicos, además de conocer, amar y comprender a
nuestro país. El Amauta, como era conocido, represento todo aquello que se busca de
un educador, tuvo vocación, liderazgo, fue innovador, pero por sobre todo tuvo amor
por los niños y la juventud, ¿En qué momento se acabó el amor del educador
peruano? En mi nace volver a despertarlo.

Bibliografía:

@ Libro Grandes Educadores Peruanos


@ Cien años de la iniciación de Encinas

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/inv_educativa/2007_n19/
a13.pdf

@ Emilio Barrantes Revoredo, gran intelectual, líder y maestro de maestros

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/inv_educativa/2009_n24/pdf/
a12v13n24.pdf

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