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ÁREA: PRÁCTICA I Lic.

Walter Torres Hilario FECHA: 11/10/2018


José Antonio Encinas Franco
La imagen más clara que tenemos de José Antonio Encinas (1888-1958) es la de un maestro a carta cabal. Siempre pensó
-según cuenta su hermana Aurora Encinas- que sólo se podía enseñar por medio del amor y la comprensión.
Puneño de nacimiento, estudió en el Colegio San Carlos de Puno y, luego, en la Escuela Normal de Varones de Lima,
donde recibió el título de Normalista. Regresó a su tierra natal para desempeñarse como director del Centro Escolar
881 desde 1907 a1911.
Encinas retornó a Lima y fue nombrado profesor de la Escuela Normal de esta ciudad. Al mismo tiempo, en 1913, se
graduó de Bachiller en Letras, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con la tesis titulada Las causas de la
criminalidad indígena. Cuatro años más tarde obtuvo el Doctorado en Jurisprudencia con la tesis Contribución a la
legislación tutelar indígena.
Trasmitió sus conocimientos por diversos colegios limeños, fundó, en 1911, el Colegio Dalton, ubicado en la avenida
Petit Thouars.
Fue diputado por el departamento de Puno entre los años 1919 y 1923. En aquellos tiempos presentó al Parlamento
Nacional varios proyectos sobre las necesidades y requerimientos del país. Pero, en ese entonces gobernaba Augusto
B. Leguía, cuya gestión gubernamental se caracterizó por desarrollar actos de represión contra sus opositores. Fue así
como Encinas fue deportado a Guatemala. Luego viajó a Inglaterra, donde gracias a una beca pudo estudiar durante
tres años en las Universidades de Cambridge y Oxford.
Estuvo también en Padua y Bologna, y, entre 1929 y 1930, obtuvo un postgrado en educación en la Universidad de París.
La sapiencia del maestro crecía inconmensurablemente.
Maestro y líder
Retornó al Perú en 1931, año en que fue elegido Rector de la Universidad de San Marcos hasta 1932. Durante este breve
pero fructífero período, se realizó una serie de reformas administrativas y académicas. Para muestra dos botones:
estableció el derecho a tacha y la cátedra libre.
Encinas fue un hombre que en todo momento demostró su preocupación por la educación superior del país. Por ello
tuvo el apoyo masivo de los estudiantes sanmarquinos para que asumiera el rectorado de la universidad más antigua
de América.
Pero los tiempos en esa época eran difíciles. La intolerancia política era pan de cada día. A principios de la década del
30, el gobierno de Luis M. Sánchez Cerro clausuró la Universidad de San Marcos, por considerarla un centro de oposición
a su gobierno, lo cual fue desaprobado por la ciudadanía.
Por combatir, nuevamente, deportado. Así es como llegó a Panamá, Costa Rica y Cuba. En dichos países desarrolló con
ahínco su mayor pasión: la enseñaza.
Las obras dejadas por el ilustre sanmarquino José Antonio Encinas son numerosas y signifi importantes. En ese sentido
citaremos La problemática del profesorado nacional, La educación, su función social en el Perú, en el problema de la
nacionalización, Contribución a una legislación tutelar indígena en el Perú e Historia de las Universidades Bolonia y
Padua.
También figuran en su repertorio bibliográfico Higiene mental, La educación de nuestros hijos y Enciclopedia escolar
Ercilla; fue asimismo editor de las revistas Educación, El amigo de los niños, Juventud, Terminal y La educación. Maestro
de, la vida de don José Antonio Encinas, sirve, como ejemplo y derrotero para las futuras generaciones de maestros y,
por qué no, de políticos.
RECTOR DE LA UNMSM
José Antonio Encinas es el maestro más egregio del Perú de todos los tiempos. Fue postulado como Rector de la
Universidad de San Marcos en la etapa de mayor efervescencia del movimiento estudiantil, 1931, y sin ser profesor de
esa casa de estudios, en gracia a su trayectoria moral, coherencia política y la brillantez de sus ideas.*…
Su pensamiento y práctica pedagógica la realizó en la Escuela 881, la más pobre de su región, en Puno, convirtiendo a
los 83 egresados no solo en profesionales de éxito de lo cual no se preciaba sino de personalidades del mundo artístico,
científico, político y empresarial que abrazaron la causa del indio en el Perú. Fue un maestro visionario. Sus ideas
pedagógicas tienen extraordinaria vigencia y otras sólo a futuro serán reconocidas *…+. Fue un hombre honesto,
incorruptible y común amor profundo al niño, al indio y a su tierra natal. Esos fueron sus tres grandes amores José
Antonio Encinas constituye una de las personalidades más destacadas del pensamiento pedagógico peruano. La
concepción que abrazo sobre la educación peruana tuvo un tono revolucionario. Su mensaje, reducido a síntesis, nos
dice que el deber imperioso de las generaciones militantes del Perú, es convertir la politiquería endémica y crapulosa,
politiquería burocrática y zafia, en política de educación, porque la educación es el único camino de hacer hombres
grandes en pueblos Venturosos (Gamaniel CHURATA, en el prólogo de “Un Ensayo de la Escuela Nueva en el Perú”)
JOSÉ ANTONIO ENCINAS FRANCO: APRECIACIÓN CRÍTICA
1. La propuesta educativa de José Antonio Encinas constituye el reflejo de una amplia visión de la realidad mundial y
latinoamericana y particularmente de la realidad nacional. Trazó los lineamientos básicos de una educación basada en
el respeto a la idiosincrasia del poblador y a las características peculiares del niño peruano.

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2. Su propuesta pedagógica denota un conocimiento profundo y respeto por la personalidad del niño al cual sostuvo
debía conocerse ampliamente para poder participar con él en su proceso formativo.
3. Enarboló los principios de libertad, creatividad, cooperación y participación del alumno en el quehacer educativo,
como los pilares que sustentaron su pedagogía social y humana. Sostuvo la necesidad de una depuración de los valores
políticos y sociales prevalentes como premisas a tenerse en cuenta como valores educativos.
Planteó que la educación y la escuela debían reivindicar los derechos del niño y particularmente del niño andino,
desterrándose toda marginación.
4. Impulsó el respeto a la calidad profesional de los maestros del Perú de quienes manifestó que podrían hacer la
Reforma Educativa sin necesidad de contratarse misiones extranjeras que generalmente traen ideas que no se adecúan
a la realidad peruana, motivo por el cual todo intento de reforma había fracasado en el país.
5. Dio a la función magisterial el nivel e importancia que debe tener en la sociedad al manifestar que “el más alto cargo
que un ciudadano puede desempeñar en una democracia, es el de maestro de escuela”, orientando y privilegiando con
ello, el rol social que el maestro cumple, para lo cual no vasta con enseñar a leer y escribir, sino que es importante
conocer la realidad social, conocer al niño en sus diferentes manifestaciones y en base a ese conocimiento y su
formación profesional favorecer su desarrollo personal y social.
6. Trazó un ideario en defensa del niño en su dimensión psicológica, en sus hábitos y desarrollo formativo, en el respeto
por parte de los padres de familia y maestros a su descanso, a su sentido creativo, a la necesidad de acostumbrarse a
soportar sus contradicciones, al desarrollo evolutivo de su conducta como principio de autodisciplina y a su vida emotiva
en razón de su propio desarrollo psico - biológico y social. De igual manera impulsó el respeto a su egocentrismo, a la
desobediencia como acto formal exterior y no interior, para comprenderlo mejor.
7. Además de ser un teórico de la educación, fue esencialmente un maestro que evidenció sus conocimientos en el
quehacer educativo diario. Levantó la bandera de la defensa del hombre que vive en el Perú profundo, el indio, y a
través de la educación buscó rescatar la grandeza del hombre peruano, respetándolo, amándolo, comprendiéndolo y
orientándolo hacia un mejor destino. Con sus ideas y sus acciones ahondó su pensamiento sobre la educación,
preocupándose por la falta de articulación y armonía entre los distintos niveles del sistema educativo. Le dio a la escuela
la importancia que debe tener así como al maestro y al padre de familia, para actuar en forma conjunta en la superación
de los males sociales y educativos.
8. En su obra pedagógica, “Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú”, propone lo que debe ser la educación peruana en
su integridad y traza los lineamientos generales de una política educativa acorde al avance científico y tecnológico,
tomando como base el conocimiento del niño y de la realidad socio - económica, cultural y política del país.
Abarcó los aspectos teleológicos, ontológicos, antropológicos, mesológicos y contextuales de la educación, dando
importancia capital al educando como eje del sistema educativo, al maestro como guía y orientador y a los padres de
familia y comunidad como agentes que deben intervenir en la educación.
Propuso asimismo los contenidos (programas) educativos, los medios y recursos para hacer efectiva la acción educativa
y el rol de la escuela como agente socializador en una realidad como la nuestra.
Enarboló, con todo ello, una propuesta educativa digna de ser tenida en cuenta en un país que aún hoy mantiene
similares preocupaciones.
9. Por su notable obra educativa, por su conocimiento de las teorías y corrientes educativas de su tiempo, por el amor
y compromiso con el Perú, por la coherencia entre su pensamiento y acción, por sus ideas revolucionarias en materia
social y educativa, por sus cualidades personales de hombre de bien, por su perseverante y veraz crítica de la realidad
social, política y educativa del país, es sin duda, uno de los más brillantes paradigmas, cuya obra debería revisarse para
ponerla en práctica con el sello de su aporte.
PENSAMIENTO FILOSÓFICO
Encinas mantuvo siempre una relación muy especial con la niñez de la que decía que "Es el ser más incomprendido y el
más conculcado de todos los tiempos, Todos los males que sufre la sociedad actual son consecuencia de nuestra
incapacidad para comprender a los niños. Hay que prepararse para comprenderlos".

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LA ESCUELA NUEVA EN EL PERÚ

INTRODUCCIÓN
La educación es un fenómeno de carácter social, tal vez uno de los más importantes pilares del desarrollo de la
humanidad, y en él sobresale un gran educador peruano, José Antonio Encinas, un educador que defendió la educación
de los niños y también de los indígenas.
El presente trabajo muestra en sus páginas brevemente las ideas de este maestro peruano, sintetizando sus ideas sobre
la nueva educación en un contexto de dominación tradición, escuela de trabajo.
Queda finalmente decir que es tarea del lector continuar con la investigación de este educador, y emitir sus críticas
respecto a las ideas presentadas en este trabajo.

OBJETIVOS
GENERAL:
 Tener conocimiento de las ideas sobre educación de José Antonio Encinas
ESPECÍFICOS:
 Conocer aspectos importantes de la vida de José Antonio Encinas
 Conocer y analizar las principales ideas respecto a la nueva educación en un contexto de dominación tradición, escuela
de trabajo.
 Elaborar conclusiones respecto a las ideas inculcador por el autor
MARCO TEÓRICO
1. Una vida dedicada a la educación, al indio y al pueblo es quizá la mínima idea que trasluce el itinerario vital del gran
educador peruano José Antonio Encinas, quien naciera un 30 de mayo de 1888 en la ciudad de Puno. Sus padres
fueron don Mariano Encinas y doña Matilde Franco.
En su tierra natal estudia primaria en la escuela dirigida por don José María Miranda, posteriormente hace la
secundaria en el Colegio Nacional "San Carlos" fundado por el Libertador Simón Bolívar. En 1906 egresa de la
primera Promoción de Normalistas del Perú, en Lima, y en 1907 es nombrado director del Centro Escolar de Varones
881 de Puno, iniciando la experiencia de la Primera Escuela Nueva en el Perú.
Luego vendrán los largos años de destierro, período en que fue desarrollando su teoría y obra en la creación de
una pedagogía peruana nacional; registrada en obras como La Educación del Indio (1908), El Problema del
Profesorado Nacional (1910), La Educación, su Función Social y el Problema de la Nacionalidad (1913), Mi Familia,
Mi escuela, Mi Casa (1934), La Educación de Nuestros Hijos (1938), Enciclopedia Escolar (1938), y, la más
conocida Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú.
2. José Antonio Encinas.- Encinas se adelantó extraordinariamente a su época. Bregó toda su vida por la
educación como un fin social y por los derechos civiles y el desarrollo del indígena peruano. Dominó todas las ideas
y planteos que la escuela moderna o el enfoque que la educación sostiene aún, tales como:
a. Revalorización del niño reconociéndolo como centro de la acción educativa.
b. El rol protagónico de a afectividad y la autoestima.
c. Función creativa del niño, como elemento más importante de la educación.
d. El rol del maestro como orientador y líder.
e. El ideal de equidad y la justicia social.
f. Su concepción amplia y profunda acerca de la disciplina, respetando por sobre todo la libertad del niño.
Encinas lo sintetiza así:
"El maestro es el camarada de mayor experiencia, que aconseja, guía y sugiere. La clase es un laboratorio, un museo,
un taller, donde se experimenta, se observa y se trabaja, ya no es el aula donde pontifica el maestro. Desaparece la
tortura de las lecciones y de los exámenes, puesto que no hay enseñanza clasificada, sino utilizada. La mejor lección
es un proyecto de trabajo, y el mejor examen, su ejecución"
"El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar en una democracia es el de maestro de escuela"
3. La Nueva Educación.- En su tarea sobre la educación, Encinas guarda una relación entrañable con la niñez. "El niño
es el ser más incomprendido y el más conculcado de todos los tiempos. Todos los males que sufre la sociedad actual
son consecuencia de nuestra incapacidad para comprender a los niños. Hay que prepararse para comprenderlos",
señalaba el maestro. Ello también se refleja con el indio en sus estudios: "La educación del Indio", "Causas de la
criminalidad indígena", "Los aymaras del Perú" y "Totemismo". Igual sucedió con la universidad, su preocupación y
conocimiento de ella quedó demostrado cuando fue rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1931
4. Escuela de Trabajo.- Uno de los primeros maestros que propugnó en el Perú la educación técnica, la pragmatizó y
ensayó en experiencias inmediatas, es sin duda José Antonio Encinas Franco.
Hacia comienzos del presente siglo XX; hasta antes de la misma (1907-1911), no hubo ni siquiera intento alguno para
llegar a la práctica de la "Escuela del trabajo"; en nuestros días no se aplica, pero se tiende a ella, gracias a la dedicada
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y pragmática labor de muchos maestros del nivel nacional y de esta capital de la integración andina, que con sentido
técnico y tecnológico acordes con los avances de la ciencia y tecnología, se han encontrado algunos frutos, esto es, haber
cumplido metas y objetivos propuestos exactamente por centros de educación secundaria y superior técnicos dado su
labor concientizadora, concienzuda planificada y ejecutada, hasta alcanzar el prestigio en las lides nacionales, siendo aún
ejemplificados como modelos en la ejecución regional.
En la sociedad como la nuestra, atrasada por demás, donde los medios de trabajo y formas de conciencia social
importados, como la misma filosofía educativa, tiende a moldes conductistas y neo conductistas al modo de países
occidentales y Norteamérica, porque desde la dominación colonial española semicolonial y neocolonial se nos han cerrado
las puertas de la libre comercialización de nuestras materias primas y semielaboradas, mejor la autodeterminación de
la economía, y por lo tanto de la educación y la cultura, de quienes depende la práctica de la identidad nacional, con la
mira de la desalineación y para el cambio y la profundización de la transformación de los moldes estructurales y
superestructurales, así como la democratización de la economía y consiguientemente la educación.
Según los análisis y diagnósticos de la realidad educativa en el Perú y Sudamérica, desde los planes de estudios,
currículas, metodologías, medios auxiliares, evaluación y supervisión de la esnobista "Tecnología educativa"
(Tiene carácter individualista), aún antes de ella, se han planteado y continúan planteándose moldes socializadoras, no
así elitistas y privilegio de las clases dominantes, mas bien el de la práctica de la "Escuela única", la "Escuela práctica" y
la "Escuela del trabajo", bien dijo Mariátegui: "….La escuela del trabajo es producto genuino, una concepción fundamental
de una civilización creada por el trabajo y para el trabajo" (Siete ensayos". La exigencia de dotación de
instrumentos, herramientas de trabajo, medios y materiales físicos, para la combinación de los contenidos científicos y
tecnológicos que contribuyan al desarrollo cognoscitivo, ocupacional y vocacional, para finalmente vincular también a la
educación con la producción, aún con la productividad, es una de las características esenciales de
todo sistema educativo, con miras al desarrollo de un país, debe tener en cuenta la vinculación de la educación con el
sector de la producción de bienes y enseres; hecho que todos los modelos educativos "Reformas de la educación", en
nuestro país jamás lo han tocado, por responder mas bien a los extranjeros y extranjerizantes o imperialistas, remarcados
ya por grandes maestros, como José Antonio Encinas Franco, José Carlos Mariátegui, etc.
ESQUEMA

CONCLUSIÓN
 José Antonio Encinas fue un gran maestro que defendió la educación con sus ideas
 Encinas guarda una relación entrañable con la niñez, menciona que son los niños los más incomprendidos.
 Encinas fue uno de los iniciadores de la escuela de trabajo en el Perú y en la actualidad varios colegios Iqueños están
siguiendo sus ideologías
 Concibe al maestro con un rol de orientador y líder
 Defiende la equidad y la justicia social

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 http://www.nuevaalejandria.com/secciones/maestros-americanos/bios/encinas.php
 http://www.geocities.com/lidersancarlos/lidpuno.htm
 http://www.monografias.com/trabajos39/educacion-peru/educacion-peru3.shtml?monosearch

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JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI LA CHIRA

Este 14 de junio se celebra un nuevo aniversario del nacimiento de José Carlos Mariátegui, intelectual peruano
reconocido en toda Latinoamérica. Figura influyente de la política del siglo XX, el pensamiento del 'Amauta' influyó a
campos como la sociología, la antropología, la historia y la literatura.

Los inicios. Hijo de Francisco Javier Mariátegui Requejo y María Amalia La Chira Ballejos, José Carlos Mariátegui nació
en un humilde hogar de Moquegua (1894). En 1899, se mudó con su familia a Huacho, al norte de Lima, donde sufrió
un accidente que lo dejó con una anquilosis que lo aquejaría por el resto de su vida. Fue este accidente el que lo
empujó a centrarse en la lectura y los estudios. Con solo 15 años y sin acabar el colegio, comenzó a trabajar en la
prensa, eventualmente formándose como periodista.

El pensador de las masas Su trabajo en medios lo llevó a escribir en la mítica revista Colónida, hacerse amigo de
Abraham Valdelomar e incluso a escribir un libro de poemas, el cual nunca fue publicado. Su producción cambió
radicalmente en 1918: influenciado por Manuel Gonzales Prada, comenzó a interesarse por temas sociales como la
reforma universitaria y las luchas obreras, vinculándose con figuras como César Vallejo, Víctor Raúl Haya de la Torre,
Raúl Porras Barrenechea o Luis Alberto Sánchez.

Formación en Europa. El gobierno de Augusto B. Leguía le concedió una beca a Europa a José Carlos Mariátegui (1919),
como una forma de sacarlo del país, ya que se trataba de un duro crítico del régimen. Fue en Italia donde completó
su formación socialista, estudiando marxismo e idiomas, se relacionó con intelectuales de la época y se casó con Ana
Chiappe. Además del país trasalpino, visitó naciones como Francia, Alemania o Checoslovaquia, donde alimentó sus
ideas.

Los 7 ensayos y el Partido Socialista. Volvió al Perú en 1923 y se convirtió en un nombre importante en la política
peruana, en especial ante el exilio de Víctor Raúl Haya de la Torre en México (donde fundaría el APRA en 1924). Tras
sufrir la amputación de su pierna (1924), fundó la Editorial Minerva (1925) y la Revista Amatuta (1926), la cual juntó
a intelectuales de la época y germinó la corriente indigenista en arte y literatura. En 1927, publicó su obra
fundamental: 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, donde analiza los procesos de la economía, la
historia y la literatura peruana. En 1928 rompió con Haya de la Torre y fundó el Partido Socialista Peruano y en 1929,
la Confederación General de Trabajadores (CGTP), vigente hasta la actualidad.

La tumba de José Carlos Mariátegui en el Presbítero Maestro. Además del elogio en su epitafio, ha
La famosa portada de los 7 ensayos, la obra de José Carlos Mariátegui sido calificado como "el más grande filósofo marxista de Latinoamérica.

Una muerte temprana. El éxito de su obra lo llevó a ser invitado en 1929 a la Conferencia Comunista de Latinoamérica
en Montevideo. Por el estado de su salud, solo pudo enviar a unos emisarios con su planteamiento. Allí se distanció
del resto de partidos de este tipo del continente, por diferencias ideológica. "Ni calco ni copia", escribió Mariátegui
sobre su modelo para el Perú, en el cual no buscaba imitar a otros países sino forjar un camino propio. El 16 de abril
1930, poco antes de viajar a Argentina para operarse de su enfermedad, falleció en el hospital y fue enterrado en el
Presbítero Maestro, al igual que varios presidentes y héroes del Perú. Poco más de un mes después, el Partido
Socialista cambió su nombre el Partido Comunista.

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JOSÉ CARLOS MARÍATEGUI: APORTES A LA EDUCACIÓN Y LAS CIENCIAS SOCIALES

Nota: Cuando creé esta blog inicialmente publiqué las entradas, no hubo comentarios... pensé que nadie lo leería y
me olvidé de él por un largo tiempo.... Revisando este antiguo blog he descubierto que esta entrada en 10 años ha
tenido casi 22400 visitas, y de seguro fueron jóvenes estudiantes buscando cortar y copiar un trabajo o gente
interesada en uno de los más importantes pensadores políticos del Perú y Latinoamérica, por ello, antes de iniciar la
lectura del ensayo creí conveniente hacer una breve presentación de uno de los más importante intelectuales
peruanos del siglo XX.

Los aportes de J.C.M. a la educación y a las ciencias sociales, no se mueven en el plano académico, Mariátegui forjó
sus ideas y sus aportes en la lucha social y motivado por sus ideales políticos. Estos aportes consisten principalmente,
en el punto de vista adoptado para la comprensión de la realidad nacional y su problemática, este punto vista
condicionado por su deseo de construir el socialismo peruano, y el análisis de la realidad peruana desde la conquista
hasta las tres primeras décadas del siglo XX, lo llevó a adoptar el enfoque marxista para el análisis de la realidad
nacional, pero, lo que en Mariátegui es digno de destacarse, es su rechazo a toda actitud "dogmática" frente a otras
teorías, frente a las cuales mostró una apertura ideológica y con las cuales intento nutrir su visión marxista de la
realidad peruana; por otro lado, buscó en todo momento la "unidad" de los socialistas en sus realizaciones concretas
de organización, frente a las diversas actitudes divisionistas, comprendió que el socialismo peruano, no podía ser
construido solo por el proletariado nacional, sino que vió en el poblador indígena y campesino explotado desde la
colonia, el verdadero potencial revolucionario del pueblo peruano, por ello, consideró el problema del indio y el
problema de la tierra, como uno de los problemas más urgentes a resolver con una revolución socialista... que debe
ser una "creación heroica" poniendo énfasis en el potencial ideológico y político del socialismo, no como una ideología
dogmática y acabada, sino más bien como una ideología dialéctica y con constante capacidad de renovación,
Mariátegui hablaba a los peruanos de la década del 1920-1930... pero su voz sigue resonando aun en el 2017, los
fracasos de los proyectos socialistas, no deben ser excusa para abatirnos y caer en algún escepticismo que nos lleva
a la inacción, sino que se deben analizar los factores que trajeron consigo dicho fracaso y buscar la renovación y
construcción del socialismo en la época que nos toque vivir... El principal aporte político de Mariátegui esta en la
comprensión en que el verdadero socialismo siempre estará en vías de construcción y mejoramiento porque es
dialéctico y una fuerza renovadora de la sociedad...

En el ámbito educativo, Mariátegui pese a no ejercer la docencia en una institución educativa formal, (aunque llegó
a dictar algunos seminarios en la "universidad" González Prada, institución fundada por Haya de la Torre y que
buscaba la unidad de los obreros y los estudiantes universitarios) comprendió el rol educativo e "ideológico" de los
medios de comunicación masivos como la prensa, a ello se debe la creación de la revista Amauta y el periódico Labor,
además, el periodismo fue la actividad común con Marx, ambos se empaparon de los problemas sociales por su
actividad periodística. Fue el periodismo quien les dio el análisis certero de la realidad social y su compromiso político
con los menos favorecidos. Mariátegui analizó el problema educativo nacional ligándolo al problema económico,
nuestra educación aparece como una repetición y calco de otros países (España, Francia y EE.UU.), denunció la
herencia española y francesa en la influencia educativa, es decir, la "mentalidad feudal" de la sociedad que se
evidencia en la educación nacional, de carácter "feudal y "literario" y en el rechazo de las "actividades productivas",
y el modo despectivo de ver dichas actividades, ademas denunció la educación clasista, en nuestro país la educación
no es igual para todos los peruanos, sino que varía en función de las clases sociales, sostenía que el Estado debía
promover una "educación única" que busque desarrollar el potencial humano de todos las personas independiente
de su clase social. Por todo ello Mariátegui debe ser leído y comprendido... (Bueno, han pasado 10 años desde que
escribí este ensayo, espero que con estas reflexiones iniciales, podamos adentrarnos en este gran pensador
peruano...)

INTRODUCCIÓN

A inicios del siglo XX surgió una generación que a diferencia de las anteriores -ineptas, pasivas y sin voluntad para
actuar sobre la realidad de un mundo en decadencia- le caracterizó por su voluntad, entereza, su practica de resolver
los problemas de sus tierras, de sus hombres, de sus culturas a través de la búsqueda de formas mejores de vida social
y política. Generación evidentemente política que surgió como respuesta, necesidad y reclamo de una época que
ofrecía no sólo muchas tareas que cumplir sino posibilidades de cambios en todo el continente americano. Es a esta
generación que perteneció Mariátegui.

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I. VIDA Y FORMACIÓN INTELECTUAL DE MARIÁTEGUI

A continuación veamos algunos apuntes biográficos donde Mariátegui esboza brevemente los acontecimientos que
delinearon su vida:

“Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo mismo algunos datos sumarios. Nací el 95. A los 14 años
entre de alcanza-rejones en un periódico. Hasta 1919 trabaje en el dairismo, primero en “La Prensa”, luego “El
Tiempo”, finalmente en “La Razón”. En este último diario patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918,
nauseado de política criolla, me oriente resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de
literato inficcionado de decadentismo finiseculares, en pleno apogeo. De fines de 1919 a mediados de 1923 viajé a
Europa. Residí más de dos años en Italia, donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve por Francia, Alemania,
Austria y otros países. Mi mujer y mi hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa concerté con algunos peruanos
para la acción socialista. Mis artículos de esa época señalan mi orientación socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923,
en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la Universidad Popular, artículos, etc., explíquela
situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924
estuve, como ya lo he contado, a punto de perder la vida. Perdí una pierna y me quedé muy delicado. Habría
seguramente ya curado del todo con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza, ni mi inquietud espiritual me lo
consienten. No he publicado más de dos libros que el que Ud. conoce. Tengo listos dos y en proyecto otros dos. He
aquí mi vida en pocas palabras. No creo que valga la pena hacerla notoria; pero no puedo rehusar los datos que Ud.
me pide. Me olvidaba soy un autodidacto. Me matricule una vez en letras en lima, pero con el solo interés de seguir
el curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuente algunos cursos libremente, pero sin decidirme nunca
a perder mi carácter extra-universitario y talvez, si hasta antiuniversitario. En 1925 la federación de Estudiantes me
propuso a la universidad como catedrático de la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y,
seguramente mi estado de salud, frustraron esta iniciativa.”[1]

El estudio de la evolución intelectual del Amauta peruano será realizado a partir del esquema trazado por Raimundo
Prades Redondez.

2.1.1. ETAPA PURAMENTE LITERARIA (1914-1917)

Mariátegui inició su formación periodística en el diario La Prensa, (1909-1916) fue allí donde escribió sus primeros
artículos alternando con Abraham Valdelomar y César Falcón quienes con Manuel González Prada ejercieron gran
influencia en esa etapa de su formación. En 1916 Mariátegui escribiría sus primeros versos con la influencia de la
estética de Colónida el grupo literario formado por Valdelomar junto con More, Gibson y algunos principiantes y
escritores adolescentes. La prosa elegante, la actitud crítica, la vocación por la innovación de Mariátegui tienen su
origen en Colónida. Su obra de carácter literario, consta de algunos sonetos publicados en Colonida, la obra de teatro
"Las tapadas" escrita junto a Julio Baudoin, y "La Mariscala" obra escrita junto a Valdelomar. Otros hechos que
forman parte de esta etapa son su reclusión en el Convento de los Descalzos, el premio municipal de literatura por su
crónica “La Procesión del Señor de los Milagros” y su encierro en prisión por participar en el baile de Norka Rouskaya
en el Cemente­rio de Lima. Desde 1916 a 1919 Mariátegui permanecería en el diario “El Tiempo.

Mariátegui nos dice: «“Colonida” representó una insurrección –decir una revolución sería exagerar su importancia-
contra el academicismo y sus oligarquías, su énfasis retórico, su gusto conservador, su galantería dieciochesca y su
melancolía mediocre y ojerosa… Los colonidos no coincidían sino en la revuelta contra todo academicismo. Insurgían
contra los valores, las reputaciones y los temperamentos académicos. Su nexo era una protesta; no una afirmación.
(…) El colonidismo negó e ignoró la política. Su elitismo, su individualismo, lo alejaban de las muchedumbres… Los
colonidos no tenían orientación ni sensibilidad políticas. La política le parecía una función burguesa, burocrática y
prosaica.”[2]

Pese a la superación de su etapa literaria, creemos que la participación de Mariátegui en el movimiento “colónida”
es la primera estación decisiva en el curso de su formación intelectual.

2.1.2. ETAPA DE INCIPIENTES PREOCUPACIONES SOCIALES (1918-1919)

Mariátegui abandonaría esta etapa literaria, antes del viaje a Europa. Nos dice “Desde 1918, nauseado de política
criolla, me oriente resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literario aficionado de

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decadentismo y bizantinizmo finiseculares, en pleno apogeo”. Dos hechos serían decisivos para este cambio: la
experiencia periodística y la Revolución Rusa.

En su labor periodística Mariátegui junto a César Falcón fundó la revista Nuestra Época, que sólo publicaría 2 números
y que contaría con la colaboración de Cesar Vallejo. Debido a su artículo "El deber del Ejército y el deber del Estado",
publicado en el primer nú-mero, sería atacado por integrantes del ejercito. En 1919 Mariátegui renunció al diario “El
Tiempo”, y fundó el diario “La Razón” desde donde apoyó el paro general por el abaratamiento de las subsistencia y
la reforma universitaria, dicho diario fue clausurado por Leguía, debido a su línea de oposición a los tres meses de su
fundación; Mariátegui además participó en el Comité de Propaganda y Organización Socialista, del cual se separa
pronto por divergencias internas. En manos de Leguía la deportación fue la formula eficiente para hacer desaparecer
a la oposición, Víctor Andrés Belaunde, fue exiliado durante todo el Oncenio desde 1921, cuando dio un discurso
universitario en contra del régimen; el estudiante Víctor Raúl Haya de la Torre fue expatriado a raíz de su oposición
activa a la consagración del país al Corazón de Jesús en 1923. Y Mariátegui no sería la excepción, junto a César Falcón
fue nombrado “agente de propaganda periodística" en Europa. Ambos amigos aceptaron el exilio disimulado y se
embarcaron hacia el viejo continen-te afines de ese año.

Así Mariátegui, puso fin al periodo de su vida considerado por él mismo como su "edad de piedra" durante el cual
publicó 840 artículos sociopolíticos y crónicas, 37 poemas, 37 artículos de crítica: literaria; y arte, y 15 cuentos. Aunque
no se ha valorado correctamente esta etapa en la formación de Mariategui considerada por él mismo su edad de
piedra, en un artículo sobre Waldo Frank, Mariátegui hace una confesión que nos ayuda a comprender
adecuadamente la importancia de esta etapa en la vida y obra posterior del Amauta.

“En la formación de Frank, mi experiencia me ayuda a apreciar un elemento: su estación de periodista. El periodismo
puede ser un saludable entrenamiento para el pensador y el artista. Ya ha dicho alguien que más de uno de esos
novelistas o poetas que miran al escritor de periódico con la misma fatuidad con que el teatro miraba antes al cine,
negándole calidad artística, fracasarían lamentablemente en un reportaje. Para un artista que sepa emanciparse de
él a tiempo, el periodismo es un estadio y un laboratorio en el que se desarrollará facultades críticas que, de otra
suerte, permanecerían tal vez embotadas. El periodismo es una prueba de velocidad”[3]

2.2. VIAJE A EUROPA (1919-1923)

El viaje a Europa es la etapa determinante de la evolución intelectual de Mariátegui. Su itinerario en Europa se inicia
en Francia, es allí donde conoce a Henry Barbusse y al grupo Clarté con quienes mantendría buenas relaciones hasta
1930.

Robert Paris sostiene que este encuentro será fundamental para la evolución de Mariátegui:

“El tipo de periodismo político-cultural que más influenció a Mariátegui está en la línea del grupo Clarté.
Fundamentalmente, a partir de la trayectoria ejemplar de Barbusse, a quien el Amauta admiraba profundamente…
se trata, por lo demás, de un elemento común a todo el período: desde la Claridad de Haya de la Torre a la del
argentino Aníbal Ponce o a L’Ordine Nuovo de Gramsci, la práctica de los intelectuales de los años 1920-1930 está
ubicada bajo el signo de la experiencia prestigiosa inaugurada por Barbusse”.

En diciembre de 1919, Mariátegui se trasladó a Génova y recorrió Italia hasta junio de 1922, cuando emprendió el
peregrinaje por otras ciudades europeas. En Italia, Mariátegui participó del Congreso de Livorno o XVII Congresso
Nazionale del Partito Socialista Italiano”, (enero de 1921) y la Conferencia Económica Internacional (mayo de 1922),
dos eventos de relevancia nacional y repercusión mundial que le permitieron internalizar los conflictos del movimiento
comunista internacional. Robert París reconoce que la formación ideológica de Mariátegui es principalmente italiana,
pues allí vivió una revolución en marcha, junto con los conflictos entre maximalistas y reformistas en el ámbito del
socialismo. Además fue testigo del avance arrollador del fascismo a expensas del socialismo.

Según Raimundo Prado, Mariátegui “expresa su identificación con el naciente partido comunista italiano y su
admiración por su estado mayor el ingeniero Bordiga, el abogado Terracini, el profesor Graziadei, el escritor Gramsci.
Señala a L`Ordine Nuovo como el modelo de prensa revolucionaria, dirigido por “dos de los más notables intelectuales
del partido: Terracini y Gramsci… Expresa su identificación con el movimiento “Spartakus” dirigido por Rosa
Luxemburgo y Kart Liebknecht”[4]

Fernanda Beigel sostiene que la influencia de L`Ordine Nuevo y Gramsci en Mariategui pertenece más al tipo de praxis
editorial que ella denomina editorialismo prográmatico:

8
“La función dinamizadora de un periódico como L’Ordine Nuevo (cuestión que Mariátegui advirtió con toda claridad);
al papel de la cultura y la educación de las masas en la lucha política; a la intención performativa de los
emprendimientos periodísticos, y a la combinación, en una estrategia editorialista, de la difusión cultural con los fines
políticos y de partido... Por eso la experiencia italiana sirvió como marco para la elaboración de la praxis editorialista
de Mariátegui, cuestión que podrá verse con claridad en el diseño de su estrategia Amauta-Labor en 1929” [5].
Además señala: “En el caso peruano, el editorialismo confluiría más tarde, del mismo modo que L’Ordine Nuovo, con
la creación de un partido, aunque en el primero aquella praxis tuvo un poco más de tiempo para su desarrollo»[6].

En Europa tuvo lugar la etapa decisiva de la formación intelectual-revolucionaria de Mariátegui, allí comprendió “la
esencia revolucionaria del marxismo”. De esta etapa de su vida dirá en la Advertencia de los 7 ensayos:

He hecho en Europa mi mejor aprendizaje. Y creo que no hay salvación para Indoamerica sin la ciencia y el
pensamiento europeo u occidentales… Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del
socialismo peruano.”[7]

2.3. PREDICA Y GESTACION DE UN SOCIALISMO PROLETARIO EN EL PERÚ (1923-1930)

Veamos las principales hechos que marcaron su vida a su regreso de Europa:

El 17 de marzo de 1923 regresa a Lima, comienza a escribir artículos acerca de la situación social en Europa y a estudiar
la sociedad peruana desde un enfoque marxista. También retoma el contacto con Víctor Raúl Haya de la Torre, futuro
líder del APRA. En octubre de 1923 Haya viaja a México en calidad de exiliado, dejándole a Mariátegui la dirección de
la revista Claridad, cuyo quinto número fue dedicado a Lenin. Durante ese periodo también se convirtió en profesor
de la Universidad Popular González Prada.

En 1924, debido a una antigua lesión, debió amputarse la pierna. En setiembre de 1926 funda la revista Amauta (Del
quechua hamaut'a, que significa sabio o maestro), donde publicó algunos artículos que pasarían luego a formar parte
de su obra cumbre 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana publicada en 1928. La revista estaría destinada
a convertirse en expresión de un socialismo incluyente, de la cultura peruana y de toda América Latina en general.
Pluralista por esencia, esta publicación acogió a las voces más diversas, sin importar credo político ni origen social.
Prueba de ello lo dan las distintas contribuciones de pensadores e intelectuales tan sobresalientes en su tiempo como
José María Eguren, Martín Adán, Luis Alberto Sánchez, entre otros distinguidos escritores.

Fue puesto en prisión en 1927 durante el proceso contra los comunistas, pero luego le dieron arresto domiciliario. En
1928 rompe con el APRA del líder Víctor Raúl Haya de la Torre y funda el Partido Socialista Peruano. Este partido se
consolidó en octubre de ese año y Mariátegui se convertirá en su Secretario General (Luego de su muerte el partido
cambiará de nombre y se llamará Partido Comunista del Perú). Durante el mismo periodo, funda la revista proletaria
Labor. Ese año se publican los 7 ensayos...'. La obra es considerada como el primer texto dedicado al análisis de la
sociedad latinoamericana. Al año siguiente, 1929 funda la Confederación General de Trabajadores del Perú.
Finalmente fallece el 16 de abril de 1930, casi en vísperas de su esperado viaje para radicar en Buenos Aires, debido
a complicaciones ligadas a la amputación de su pierna.

Raimundo Prades señala que los últimos 7 años de la vida de Mariátegui, están marcados por su completa entrega a
la creación del movimiento socialista en el Perú ello implicó:

a) la organización revolucionaria del proletariado en un partido de clase,


b) la realización de un diagnostico teórico de la realidad peruana, y
c) la preparación de una estrategia revolucionaria.
A lo cual queremos agregar:
d) la praxis editorial como medio para la formación intelectual y cultural del proletariado peruano.

CAPITULO II

PRAXIS TEORICA Y POLÍTICA DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

I. JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI UN INTELECTUAL REVOLUCIONARIO.- Mariátegui representa el intelectual


revolucionario en oposición a los intelectuales puros, de ellos dice:

9
“Los intelectuales son, generalmente, reacios a la disciplina, al programa y al sistema. Su psicología es individualista
y su pensamiento es heterodoxo. En ellos, sobre todo, el sentimiento de la individualidad es excesivo y desbordante.
La individualidad del intelectual se siente casi siempre superior a las reglas comunes. Es frecuente en fin, en los
intelectuales el desdén por la política. La política les parece una actividad de burócratas y de rábulas. Olvidan que así
es tal vez en los periodos quietos de la historia, pero no en los periodos revolucionarios, agitados, grávidos, en que se
gesta un nuevo estado social y una nueva forma política. En estos períodos la política rebasa los niveles vulgares e
invade y domina todos los ámbitos de la vida de la humanidad. (…) Una revolución representa un grande y vasto
interés humano. Al triunfo de ese interés no se opone nunca sino los prejuicios y los privilegios amenazados de una
minoría egoísta. Actualmente, por ejemplo, no es concebible un hombre de pensamiento para el cual no exista la
cuestión social. Abunda insensibilidad y sordera de los intelectuales a los problemas de su tiempo, pero esta
insensibilidad y esta sordera no son normales. Tiene que ser clasificadas como excepciones patológicas. (…) Al escritor
y al artista no les gusta confesarse abierta y explícitamente reaccionarios. Existe siempre cierto pudor intelectual para
solidarizarse con lo viejo y lo caduco. Pero realmente los intelectuales no son menos dóciles ni accesibles a los
prejuicios y a los intereses conservadores que los hombres comunes. ”[8] Mariátegui no concibe un intelectual sin
sensibilidad social, y por ello afirma que el ser consciente de los problemas sociales y no participar activamente en el
cambio social es una deslealtad.

Luego señala lo siguiente: “Pasa sobre todo que a la revolución no se llega solamente por una vía fríamente
conceptual. La revolución más que una idea, es un sentimiento. Más que un concepto es una pasión. Para
comprenderla se necesita una espontánea actitud espiritual, una especial capacidad psicológica”.[9] Mariátegui sabe
que el hombre no es una mera abstracción racional, sino que el hombre concreto, es aquel que no solo posee razón,
si no que también es afectado en sus emociones, sus sentimientos, es consciente, pues, del factor emocional
(condiciones subjetivas) que mueven al revolucionario.

Mariategui en un artículo sobre Henry Barbuse afirma lo siguiente:

“Barbuse recuerda a los intelectuales el deber revolucionario de la Inteligencia. La función de la inteligencia es


creadora. No debe, por ende, conformarse con la subsistencia de una forma social que su crítica ha atacado y corroído
tan enérgicamente (…) El pretexto de la repugnancia a la política es un pretexto femenino y pueril, La política es hoy
la única grande actividad creadora Es la realización de un inmenso ideal humano. La política se ennoblece, se dignifica,
se eleva cuando es revolucionaria. Y la verdad de nuestra época es la Revolución.”[10]

“La revolución es una obra política. Es una realización concreta. Lejos de las muchedumbres que la hacen, nadie puede
servirla eficaz y validamente. La labor revolucionaria no puede ser aislada, individual, dispersa. Los intelectuales de
verdadera filiación revolucionaria no tienen más remedio que aceptar un puesto en una acción colectiva.”

““La revolución rusa en Lenin, Trostky y otros ha producido un tipo de hombre “pensante y operante (…) Marx inició
este tipo de hombre de acción y pensamiento. Pero en los lideres de la revolución rusa aparece , con rasgos mas
definidos. Lenin, Trostky, Bukharin, Lunatcharsky, filosofan en la teoría y la praxis.” [11]

Mariátegui dirá de si mismo: “Mi pensamiento y mi vida constituyen una sola cosa, un único proceso.” Creemos que
en Mariátegui la teoría confluye con su praxis política en una unidad indisoluble, forma parte de aquellos
“intelectuales revolucionarios”. Pero por razones metodológicas hemos dividido el presente capitulo en dos: su praxis
teórica y su praxis política

II. PRAXIS TEÓRICA DE MARIÁTEGUI:

2.1. Pensamiento Marxista de Mariátegui

Siguiendo a Raimundo Prado Redondez afirmamos que el marxismo es la doctrina dominante y predominante en el
pensamiento de Mariátegui. En Europa Mariátegui hizo suya “la esencia revolucionaria del marxismo”. Por ello de
regreso al Perú, toda la teoría y la praxis de Mariátegui desembocan en un único objetivo, la realización del socialismo
peruano.

Hugo Neira señala que la idea de Revolución es la idea que domina el pensamiento de Mariátegui. Para Mariátegui
lo esencial del marxismo era su carácter revolucionario. “El marxismo,­ donde se ha mostrado revolucionario –vale
decir donde ha sido marxismo- no ha obedecido nunca a un determinismo pasivo y rígido.”[12] Por ello Mariátegui
rechazará cualquier interpretación reformista del marxismo por ver en ellas el espíritu reaccionario y conservador.
Dentro de esta misma problemática Mariátegui examina el determinismo histórico en Marx, a la luz de dos

10
tendencias: los reformistas postulan el “determinismo mecánico” y a los cuales acusa de identificarse con la
“burguesía conservadora” y la otra tendencia revolucionaria que postula el “determinismo dialéctico” de Marx,
postura a la cual se adhiere Mariátegui. Citando Adriano Tilgher sostiene: La táctica marxista es, así, dinámica y
dialéctica como la doctrina misma de Marx: la voluntad socialista no se agita en el vacío, no prescinde de la situación
preexistente, no se ilusiona de mudarla con llamamientos al buen corazón de los hombres, sino que se adhiere
solidamente a la realidad histórica, más no resignándose pasivamente a ella; antes bien, reaccionando contra ella,
siempre mas enérgicamente, en el sentido de reforzar económica y espiritualmente al proletariado, de acentuar en el
la conciencia de su conflicto con la burguesía”

Para Raimundo Prado Redondez Mariátegui es “el primer intelectual revolucionario que ha tenido el privilegio de
asumir la posición de clase del proletariado”[13] en el Perú. “Asumir una posición de clase significa la identificación
con una clase determinada, lo cual implica: (1) optar por su punto de vista o perspectiva histórica; (2) la defensa de
sus intereses y su militancia en organizaciones de clase. La posición de clase integra pensamiento y acción; implica
problemas cognoscitivos, organizativos y estratégicos. Mariategui asumió una sólida, radical y orgánica posición de
clase del proletariado. No hay un solo ensayo, un solo articulo, desde que adopto la posición socialista, donde no haya
tomado una posición de clase. Así, demando la necesidad de formar la “conciencia de clase” del proletariado; la
necesidad de promover un socialismo de clase (proletario) y de organizar un partido de clase.

Su mensaje al segundo Congreso Obrero (1927), por ejemplo, es un planeamiento dramático de la necesidad de
formar la “conciencia de clase”, de organizar al proletariado peruano conforme al “principio clasista”. En los Estatutos
de la Confederación General de Trabajadores del Perú (1929), redactado por Mariategui, se consigna en los “Fines”,
art. 2, inc. D. como tarea prioritaria, “desarrollar la conciencia de clase” de los obreros.”[14]

Otra tesis esencial del marxismo sostenida por el Amauta, señalada por Raimundo Prado: “la economía no solo es la
fuerza determinante que preside el movimiento social sino es portadora del principio explicatorio de la historia”[15].
También considera los 7 ensayos de la interpretación de la realidad peruana como “el primer esfuerzo marxista por
fundamentar en el estudio del hecho económico la historia peruana”[16], Mariátegui deriva el problema del indio al
problema de la tierra, de carácter económico, también afirma que el problema de la educación es un problema
económico social.

Otra característica del pensamiento marxista es la defensa de una estrategia política marxista-leninista: la revolución
socialista en el Perú. Señalaremos algunas de las afirmaciones de Raimundo Prado Redondez sobre este punto:

1) La imposibilidad, en los países semicoloniales, de lograr el desarrollo del capitalismo nacional. Esto es, un
capitalismo autónomo desligado del imperialismo.

2) La imposibilidad de repetir todas las fases de la producción capitalista como premisa de la revolución socialista en
el Perú.

3) Que en el Perú solo el proletariado, en alianza con las masas campesinas, puede ser el agente de la revolución
social.

En conclusión, la posición de Mariátegui es una posición marxista-leninista por: a) su militante posición de clase del
proletariado, b) la utilización metodológica del marxismo, c) la interpretación económica del proceso histórico, d) la
defensa y la aplicación de una estrategia marxista-leninista de la revolución socialista.”

2.1.1. El “marxismo asimilador” de Mariátegui

Como hemos indicado ya, Mariategui asume una postura revolucionaria bien definida, pero su marxismo se enriquece
con fuentes no marxistas. Al respecto Mariategui mismo dirá: “El marxismo no puede estar al margen del movimiento
intelectual. Vitalismo, activismo, pragmatismo, relativismo, ninguna de estas corrientes filosóficas, en lo que podían
aportar a la Revolución, han quedado al margen del movimiento intelectual marxista”. Según Raimundo Prado
considera que el marxismo de Mariategui es un “marxismo asimilador” ya que incorpora todo lo asimilable que se
produce fuera de él, sin abandonar ni por un instante sus principios esenciales y orgánicos.

a) El marxismo como “creación heroica”

Mariategui era consciente del factor psicológico y social de la revolución, por ello concebía el marxismo como creación
heroica” quizá no sería erróneo afirmar que esta idea surgiría de su experiencia en Europa en Italia donde fue testigo

11
del surgimiento del Fascismo. Mariategui señala que “vivir dulcemente” es para burgueses; el revolucionario debe
“vivir peligrosamente”:

Mariategui nos dice: Todas las energías románticas del hombre occidental, anestesiadas por largos lustros de paz
confortable y pingüe, renacieron tempestuosas y prepotentes. Resucitó el culto a la violencia. La Revolución Rusa
insufló en la doctrina socialista un ánima guerrera y mística. Y al fenómeno bolchevique siguió el fenómeno fascista…
los revolucionarios, como los fascistas, se proponen por su parte, vivir peligrosamente.[17]

La vida más que pensamiento, quiere ser hoy acción esto es: combate. El hombre contemporáneo tiene necesidad de
fe. Y la única fe que puede ocupar su yo profundo, es una fe combativa. No volverán, quien sabe hasta cuando, los
tiempos de vivir con dulzura. La dulce vida pre-belica no genero sino escepticismo y nihilismo. Y de la crisis de este
escepticismo y de este nihilismo, nace la ruda, la fuerte, la perentoria necesidad de una fe y de un mito que mueva a
los hombres a vivir peligrosamente”[18]

Mariategui dira: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América, calco y copia. Debe ser creación
heroica. Tenemos que dar la vida con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, el socialismo indo-
americano. He aquí una misión digna generación nueva.”[19]

b) El marxismo como “mito” y “dogma”

Veamos este aspecto del Amauta en el siguiente fragmento suyo: “Todas las investigaciones de la inteligencia
contemporánea sobre la crisis mundial desembocan en esta unánime conclusión: la civilización burguesa sufre de
falta de un mito, de una fe de una esperanza. Falta que es la expresión de su quiebra material. El racionalismo no ha
servido sino para desacreditar a la razón. Pero ni la razón ni la ciencia pueden ser un mito. Ni la razón ni la ciencia
pueden satisfacer la necesidad de infinito que hay en el hombre… el hombre, como la filosofía lo define, es un animal
metafísico. No se vive fecundamente sin una concepción metafísica de la vida. El mito mueve al hombre en la historia.
Sin un mito la existencia del hombre no tiene ningún sentido histórico La historia la hacen los hombres poseídos e
iluminados por una creencia superior, por una esperanza super-humana; los demás hombres son el coro anónimos
del drama”[20].

Mariátegui cree que el carácter revolucionario del marxismo para hacer asimilado profundamente se erige como un
“dogma”. Por mi parte no creo en una cultura sin dogmas ni en un Estado agnóstico. Y aun me siento tentado a
declarar que, -partiendo de puntos de vista inconciliablemente opuestos-, coincido con Henri Massis en que solo el
dogma es fecundo. Hay dogmas y dogmas y hasta el de repudiarlos todos es, a la postre, uno más”. [21] En otro
articulo nos dice: Massis tiene razón cuando afirma que solo hay posibilidad de progreso y de libertad dentro del
dogma. Nada garantiza como el dogma la libertad creadora, la función germinal del pensamiento. (…) Pero ¿a qué
se refiere Mariategui cuando utiliza la palabra “dogma”, veamos lo que nos dice: El dogma es entendido aquí como
una doctrina de cambio social. (…) El intelectual necesita apoyarse, en su especulación, en una creencia, en un
principio, que haga de el un factor de la historia y del progreso. (…) El dogma, si así se prefiere llamarlo, ensanchando
la acepción del término, no ha impedido a Lenin ser uno de los más grandes revolucionarios y uno de los mas grandes
estadistas. Un dogmático como Marx, como Engels, influye en los acontecimientos y las ideas. (…) El dogma no es un
itinerario sino una brújula para el viaje. Como vemos lo que Mariategui denomina “dogma” a una creencia
fuertemente arraigada en el ser humano y que es su principio de acción.

Otros pensadores que han influido en el pensamiento del Amauta son:

Henry Barbusse y el Grupo Clarté.

Conversando con Armando Bazán, recordaba Máríátegui había señalado la admiración que sentía por Henry
Barbbuse: “Barbusse era, pues, uno de mis ídolos cuando salí del Perú, y abrigaba la remota esperanza de conocerle
personalmente. Su libro “El Infierno” me causó una de las más hondas emociones de mi vida. Algunos meses después
pude ver a Barbusse en las oficinas de Clarté, con el objeto de hacerle un reportaje. Sería el primer tramo en la senda
que lo conduce al comunismo. Luego explicaría Mariátegui que ésta era la trayectoria fatal de Clarté. No es posible
entregarse a medias a la Revolución. Una profunda amistad -aparte de la identificación política- se anuda entre
ambos escritores por encima de la distancia. Como epitafio en el mausoleo del esclarecido ensayista peruano, en el
cementerio de Lima, están grabadas las siguientes palabras de Barbusse: “¿Ustedes no saben quién es Mariátegui?
Es una nueva luz de América, un espécimen nuevo del hombre americano”.

12
George Sorel, es uno de los autores que influyeron en el pensamiento del Amauta, en su Defensa al Marxismo,
encontramos expuestas los principales aportes de Sorel, según Mariategui, al Marxismo. Según Mariategui Sorel
representa “el retorno a la concepción dinámica y revolucionaria de Marx y su inserción en la nueva realidad
intelectual orgánica” agrega además “Sorel encuentra en Bergson y los pragmatistas ideas que vigorizan el
pensamiento socialista restituyéndole a la misión revolucionaria. La teoría de los mitos revolucionarios, que aplica al
movimiento socialista la experiencia de los movimientos religiosos, establece las bases de una filosofía de la
revolución, profundamente impregnada de realismo psicológico y sociológico, a la vez que se anticipa a las
conclusiones del relativismo contemporáneo… la reivindicación del sindicato, como factor primordial de una
conciencia genuinamente socialista y como institución característica de un nuevo orden económico y político. Sorel
esclareciendo el rol histórico de la violencia, es el continuador mas vigoroso de Marx”[22] Mariategui dirá de Sorel:
“la fortuna de la herejia depende de sus elementos o de sus posibilidades de devenir un dogma o de incorporarse en
un dogma. (…) El sorelismo como retorno al sentido original de la lucha de clases, como protesta contra el
aburguesamiento parlamentario y pacifista del socialismo, es el tipo de herejía que se incorpora al dogma”.

Antonio Gramsci director de la revista L`orde nuovo y fundador del partido comunista italiano, es preciso señalar que
la influencia es mas notoria en el praxis editorial y política sino puede verse reflejada si comparamos dos aspectos de
ambos pensadores.

Mariategui en la fundación de Amauta revista y en la Fundación del Partido socialista peruano.

La presencia de Federico Nietzsche es notoria en la Advertencia de los 7 ensayos, donde Mariategui nos dice: Mi
trabajo se desenvuelve según el querer de Nietzsche, que no amaba al autor contraído a la producción intencional,
deliberada, de un libro, sino a aquel cuyos pensamientos formaban un libro espontánea e inadvertidamente…Mi
pensamiento y mi vida constituyen una sola cosa, un único proceso. Y si algún merito espero y reclamo que me sea
reconocido es el de –también conforme a un principio de Nietzsche- meter toda mi sangre en mis ideas. Es oportuno
señalar que el voluntarismo del Amauta si bien es cierto no forma parte de la ortodoxia marxista, tampoco es opuesto
a ella, al contrario, nutre el espíritu revolucionario”.

2.2. MARIÁTEGUI Y LA REALIDAD MUNDIAL.

Mariátegui es un gran analista por ser capaz de analizar los problemas de la realidad peruana e interpretación de los
procesos históricos mundiales y el rol que jugaba el Perú dentro de este sistema, Mariátegui hace una labor digna de
admiración a pesar de sus limitaciones físicas, más no intelectuales, ante la oposición de varios sectores para impartir
cátedra en la Universidad Mayor de San Marcos.

Él al considerar importante incluir la herencia incaica y las tradiciones peruanas, se ve el orgullo y espíritu de las
masas oprimidas indígenas, partiendo él de ideas del socialismo científico realiza la construcción desde otro criterio
la historia del Perú, el enfoque dialéctico sirvió de inspiración a Mariátegui para comprender la historia del Perú en
su plenitud y diversidad y por ende el Perú no podía estar ajeno ni al margen de los grandes cambios históricos que
ocurrían en el mundo.

Con frecuencia, los adversarios de Mariátegui lanzaban contra él acusaciones, a su modo de ver, “terribles”. El
“europeismo” de que le acusaban había, al parecer, conducido a su “apartamiento” de la realidad nacional, y a la
“deformación” de sus concepciones ante el influjo de las ideas importadas y “exóticas”. Cosa más absurda y
equivocada por que como diría en algún momento, “F. Engels que el hombre percibe en las cosas más de lo que percibe
el águila está indicando que la vista humana se a acostumbrado a captar de un modo visual inmediato…” Eso es lo
que nos permite poder apreciar en toda su amplitud todos los campos históricos, sociológicos, políticos, culturales,
etc. Y se puede captar eso en la sociedad y quien mejor que un intelectual de la talla de Mariátegui por que no se
podría apreciar solo una parte sino todo en su conjunto por que la sociedad es una.

La acuciosidad con que Mariátegui seguí los acontecimientos en Europa no era una manifestación de su apología
“europeísta” o “eurocentrista”. Debido a esto Mariátegui tiene una visión panorámica de los acontecimientos que
pasaban en Europa.

Mariátegui al mencionar que las crisis de otros países debe interesar al país y a los trabajadores es porque también
repercute en el trabajador nacional por pertenecer a una misma sociedad y a sus mismas leyes, al dedicar tiempo al
análisis de las leyes históricas del triunfo de la gran revolución socialista de octubre es capas de poder proponer una
nueva forma de un ordenamiento de la superestructura en nuestro país.

13
Considero que Mariátegui tiene que haber considerado el aspecto económico del país para la realización de un análisis
y el cambio en la conciencia que un pueblo podría aplicarse en el Perú porque se había visto que si es posible un
cambio en la superestructura y en un país como el de los Soviéticos tan complejo y el Perú no debería estar ni podría
estar ajeno a ello.

Mariátegui no sólo se ocupo de analizar la gran revolución socialista de octubre sino también analizo la situación del
fascismo que apareció en Italia y los movimientos fascistas en Austria, Bulgaria, Hungría, Alemania, Francia y otros
países, pero analiza más el caso Italiano, convencido que la burguesía y sus agrupaciones financieras estaban
interesados en apoyar el fascismo, entendiendo que los burgueses tenían que sacrificar algunas exigencias hacia el
proletariado para mantener el viejo sistema que imperaba en esos tiempos.

“La escena contemporánea” primera obra publicada en vida del Amauta abordó la problemática de la realidad
mundial, (1925) esta obra prepararía el camino de los 7 ensayos, entre las obras póstumas que abordan la realidad
mundial tenemos: Cartas de Italia (1920-1922) Historia de la crisis mundial (Conferencias años 1923-1924) Figuras y
aspectos de la vida mundial. 3 tomos (1923-1930) Temas de nuestra América (1922-1930).

Compartimos la opinión de Anatoly Shulgovsky quien nos dice: “La acuciosa atención con que Mariátegui seguía los
acontecimiento en Europa, no era una manifestación de su apologético “europeismo” o eurocentrismo, sino que se
debía a que el pensador peruano veía en los procesos que se operaban en Europa una nueva confirmación de la
Unidad de la Historia Universal, la ligazón indestructible entre las distintas corrientes del proceso mundial de
liberación.

“No faltan quienes me suponen un europeizante ajeno a los hechos y a las cuestiones de mi país.” – dirá Mariátegui
en la Advertencia de sus 7 ensayos,- “Que mi obra se encargue de justificarme contra esta barata e interesada
conjetura”

2.3. Mariátegui y la Interpretación de la Realidad Nacional

Mariategui creía que al Perú le era imposible permanecer al margen de los grandes cambios históricos que ocurrían
en el mundo. Vemos reflejada en toda su obra y sus praxis su gran preocupación por el cambio social de nuestro país,
pero dentro del contexto mundial.

En este sentido los 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, representan su obra más destacada y un
análisis marxista de la sociedad peruana, abordando el problema de la economía sostendrá que en el Perú “coexisten
elementos de tres economías diferentes: bajo el régimen de economía feudal, nacido de la Conquista, subsisten en la
Sierra algunos residuos vivos, todavía, de la economía comunista indígena. En la Costa, sobre un suelo feudal, crece
una incipiente economía burguesa”, el problema del indio según Mariategui en realidad se deriva del problema de la
tierra, el problema de la educación que será abordado luego, el problema religioso, centralismo y gamonalismo, el
problema artístico, etc.

Manfred KossoK nos dice al respecto: “En este enfoque del estudio de la realidad peruana se reflejó brillantemente
su posición de pensador revolucionario, que luchaba por crear un nuevo Perú en un mundo nuevo. Para esto era
necesario realizar una labor verdaderamente titánica en el análisis y la interpretación de la realidad peruana en el
estudio de la peculiaridad y originalidad de la historia del Perú, y para revelar, valga la expresión, sus valores
autóctonos tomando en consideración el influjo de la historia universal en la historia del Perú… Cuando Mariátegui
llama ensayos a su trabajo más famoso y mas penetrante, que es a la vez de inequívoca orientación programática,
no lo hace indudablemente por falsa modestia, sino pensando que representa para el Perú (y América Latina) una
etapa determinada de conciencia marxista y que, por consiguiente, se encuentra aún en medio del proceso
cognoscitivo, Mariátegui que ve sus concepciones en constante desarrollo e incremento, no corre nunca el peligro de
enunciar juicios absolutos. Muy al contrario, para él se trata siempre de suscitar el diálogo y la crítica con el objeto
de provocar nuevos conocimientos; asimismo, en sus reflexiones sobre la creación de un Ateneo para estudios sociales
y económicos”, subraya la necesidad de un trabajo en equipo de hombre que compartan las mismas ideas.”[23]

14
2.4. Mariátegui y la Educación

Mariategui aborda el problema educativo en su ensayo titulado “El proceso de la instrucción pública”, ensayo que a
continuación resumimos y presentamos sus principales aportes:

Para Mariategui tres influencias se suceden en el proceso de la instrucción en la República: la herencia española, la
influencia francesa y la influencia norteamericana. La educación nacional, por consiguiente, no tiene un espíritu
nacional: tiene más bien un espíritu colonial y colonizador.

De España hemos adquirido el sentido aristocrático y un concepto eclesiástico y literario de la enseñanza. La idea de
la cultura como privilegio de casta, cerraba la educación universitaria a los mestizos y el pueblo no tenía derecho a la
instrucción. La enseñanza tenía por objeto formar clérigos y doctores. La herencia española fue una herencia
económica y social. El concepto aristocrático y literario de la educación correspondió absolutamente al régimen y
economía feudal.

La República heredó del Virreinato un régimen feudal y aristocrático. Se persistió en una orientación literaria y
retórica. Mantuvo por ello el principio de privilegio., no hubo quien reclamara una orientación práctica dirigida a
estimular el trabajo, a empujar a los jóvenes al comercio y la industria. Menos aún había quien reclamase una
orientación democrática, destinada a franquear el acceso a la cultura a todos los individuos.

La influencia francesa vendría a acentuar y complicar el concepto literario y retórico, de la cual había señalado Renan
estaba cerrada al progreso, acentuó y complicó el modo enseñanza trasmitido por la influencia española.

La adopción del modelo norteamericano, propuesto por el Dr. Manuel Vicente Villarán, representante el pensamiento
demoburgués. Llevó al predominio de las profesiones liberales. El vicio fundamental fue su incongruencia con “las
necesidades de la evolución de la economía nacional” y de su olvido de la existencia del “factor indígena”. Según
Villarán “debemos enmendar el equivocado rumbo que hemos dado a la educación nacional, a fin de producir
hombres prácticos, industriosos y enérgicos porque ellos son los que necesita la Patria".

“La reorganización de la enseñanza tiene que estar dirigida por sus propios hombres. La intervención de especialistas
extranjeros no puede rebasar los límites de una colaboración.”

La reforma de 1920 tuvo carácter conservador mantuvo en la enseñanza todos los privilegios de clase y de fortuna.
Confinó a los niños de la clase proletaria en la instrucción primaria dividida, sin ningún fin selectivo, en común y
profesional, conservó a la escuela primaria privada, que separa desde la niñez, con rígida barrera, a las clases sociales
y hasta a sus categorías. Eso demuestra según Mariátegui que “no es posible democratizar la enseñanza de un país
sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política”.

A continuación, hemos realizado un breve resumen de los que principales tópicos sobre el tema educativo extraídos
de la obra póstuma de Mariátegui: “Temas de Educación”

Tópico I: Educación laica

Para Mariategui la educación laica posee un carácter demo-liberal-burgués y aparece en la historia como un producto
natural del liberalismo y del capitalismo. Piensa al igual que Sorel que este tipo de educación es incapaz de formar el
espíritu revolucionario, «la moral laica como Sorel con profundo espíritu filosófico observaba, carece los elementos
espirituales indispensables para crear caracteres heroicos y superiores. Es impotente, es invalida para producir valores
eternos, valores sublimes. No satisface la necesidad de absoluto que existe en el fondo de toda inquietud humana.
No da una respuesta a ninguna de las interrogaciones del espíritu. Tiene por objeto la formación de una humanidad
laboriosa, mediocre, ovejuna. La educa en el culto de mitos endebles que naufragan en la gran marea
contemporánea: La Democracia, El Progreso, La Evolución, etc.»[24] Además denuncia el carácter nivelador y
mediocre de la educación burguesa como vemos en la cita que extrae de Adriano Tilgher quien sostiene: «La escuela
del Estado es una de las tres instituciones, destruidas las cuales el Estado moderno caracterizado por el monopolio
económico, el centralismo administrativo y el absolutismo burocrático, queda subvertido desde sus cimientos. El
cuartel y la burocracia son las otras dos. Gracias a ellas el estado a conseguido anular en el individuo la libertad de
querer, la espontaneidad de la iniciativa, la originalidad del movimiento y a reducir la humanidad a uno docilísima
grey que no sabe pensar ni actuar sino conforme al signo y según la voluntad de sus pastores. Es sobre todo en la
escuela donde el Estado moderno compresor, con el cual aplana y nivela toda la individualidad que se sienta
autónoma e independiente.»[25] Mariategui contrapone a la educación laica, la educación revolucionaria y nos dice
“en Rusia, en México, en los pueblos que se transforman material y espiritualmente, la virtud renovadora y creadora
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de la escuela no reside en su carácter laico sino en su espíritu revolucionario. La revolución da ahí a la escuela su mito,
su emoción, su misticismo, su religiosidad.”[26]

Tópico II: La libertad de la enseñanza.

Para Mariátegui la educación y la escuela está subordinada al Estado y este a los intereses de la clase dominante,
debido a ello esta convencido que la idea de “libertad de la enseñanza” es una abstracción sin sustento en la realidad.
“Nada importa en la historia, el valor abstracto de una idea, lo que importa es su valor concreto… la libertad de la
enseñanza no es, pues, sino una ficción. El Estado, cualquiera que él sea, no puede renunciar a la dirección y al control
de la educación pública. ¿Por qué? Por la razón notoria de que el Estado es el órgano de la clase dominante. Tiene por
ende, la función de conformar la enseñanza con las necesidades de esta clase social… Únicamente en los periodos en
que los fines del Estado y de la Escuela se conciertan intima y regularmente, es posible la ilusión de una autonomía
espiritual e intelectual al menos, de la enseñanza”. Mariategui no concibe la escuela neutra, la educación tiene
carácter de clase, y solo la revolución social al producir un nuevo tipo de sociedad traerá en consecuencia un nuevo
tipo de educación: “Vano es todo esfuerzo mental por concebir la escuela apolítica, la escuela neutral. La escuela de
orden burgués seguirá siendo burguesa. La escuela nueva vendrá con el orden nuevo. La prueba mas fehaciente de
esta verdad nos la ofrece nuestra época. La crisis de la enseñanza coincide universalmente con una crisis política”.

Tópico III: Educación y Economía

Para Mariategui el problema educativo debe ser entendido como problema económico-social: “El problema de la
enseñanza no puede ser bien comprendido al no ser considerado como un problema económico y como un problema
social.” Señala que la educación ha sido influida por el industrialismo: “Los programas y los sistemas de educación
pública han dependido de los intereses de la economía burguesa. La orientación realista o moderna, por ejemplo, han
sido impuesta, ante todo, por las necesidades del industrialismo. No en balde el industrialismo es el fenómeno peculiar
y sustantivo de esta civilización que, dominada por sus consecuencias, reclama de la escuela más técnica que
ideólogos y más ingenieros que retores. Luego sostienen que en la actualidad es necesario abandonar una orientación
practica y realista en la enseñanza: educación clásica que fomenta un “intelectualismo” lejano de la realidad por la
educación con orientación practica y realista: “la educación clásica desarrolla en proporción enorme esos defectos de
nuestra naturaleza y podemos esperar un estado de disociación ideológica, en el cual hemos perdido el sentido de la
realidad de las cosas… Pestalozzi, Froebel, etc., que han trabajado realmente por una renovación, han tenido en
cuenta que la sociedad moderna tiende a ser, sobre todo una sociedad de productores. Su concepción de la enseñanza
es sustancialmente moderna. La escuela del Trabajo representa un sentido de trabajadores.” Mariategui cree que la
formula europea debe ser aplicada en América: “El desarrollo de la economía hispanoamericana exige una
orientación práctica y realista en la enseñanza. El clasicismo no crearía mejores aptitudes mentales y morales (Esta
idea, en ultimo análisis, resulta una nueva superstición reaccionaria). En cambio, sabotearía la formación de una
mayor capacidad industrial y técnica[27]”.

Tópico IV: La enseñanza única y la enseñanza de clase.

Mariátegui denuncia la educación burguesa es una “educación con carácter de clase” que favorece injustamente a la
gente adinerada y margina a la gente pobre. “La enseñanza, en el régimen demo-burgués, se caracteriza, sobre todo,
como una enseñanza de clase. La escuela burguesa distingue y separa a los niños en dos clases diferentes. El niño
proletario, cualquiera que sea su capacidad, no tiene prácticamente derecho, en la escuela burguesa, sino a una
instrucción elemental. El niño burgués, en cambio, también cualquiera que sea su capacidad, tiene derecho a la
instrucción secundaria y superior. La enseñanza, en este régimen, no sirve, pues, en ningún modo, para la selección
de los mejores. De un lado, sofoca o ignora todas las inteligencias de la clase pobre; de otro lado, cultiva y diploma
todas las mediocridades de las clases ricas.” Mariátegui sostiene la necesidad de fomentar la igualdad de
oportunidades característica principal de todo gobierno verdaderamente democrático: “La idea democrática no
permite mantener en la sociedad compartimentos estancos, castas. Los individuos son libres e iguales y todos tienen
el mismo derecho a desarrollarse mediante la cultura. Los niños deben, pues, instruirse juntos en la escuela comunal;
no debe haber escuela de ricos y escuelas de pobres. Al cabo de algunos años de instrucción recibida en común se
revelan aptitudes del niño y debe entonces comenzar una diferenciación y una multiplicación de las escuelas en
escuelas primarias, superiores, escuelas técnicas, y liceos clásicos o modernos. Pero no ser por el hecho del nacimiento
o de la fortuna por el que se envié al niño a esta o a la otra especie de escuela; cada uno frecuentará aquella en que,
dadas sus disposiciones naturales, pueda llevar sus facultades al maximun de desenvolvimiento”[28]. Mariátegui
resalta la importancia de la labor social de la escuela, ya que a ella le compete descubrir las aptitudes de los niños,
desarrollarlas al máximo, para luego insertarlo a la sociedad.
16
Tópico V: NUEVAS CORRIENTES Y LA ESCUELA

Mariátegui hablaba con profunda admiración de la labor de Lunacharsky. Escribió sobre los grandes meritos de este
en el nuevo desarrollo de la instrucción pública y en la formación de una nueva cultura democrática. Además, creía
en las nuevas corrientes pedagógicas: “La doctrina y el método pedagógico de Pestalozzi y Froebel, -nutridos de los
sentimientos e inspirados en las necesidades de una civilización de productores- han tenido como se remarca a la luz
de la experiencia contemporánea, una profunda significación revolucionaria.[29] Debemos destacar su afiliación a
las ideas pedagógicas de Dewey, Kerschensteiner, Lunatscharsky, Ingenieros, Unamuno, etc. Y su posible recepción
en nuestro país “desde nuestro propio proceso histórico”[30].

Tópico VI: EL PROBLEMA DEL PRECEPTORADO

Según Mariategui el Estado burgués no valora la labor del maestro. “El Estado condena a sus maestros a una perenne
estrechez pecuniaria. Les niega casi completamente todo medio de elevación económica o cultural y les cierra toda
perspectiva de acceso a una categoría superior. De un lado, carecen los maestros de posibilidades de bienestar
económico; de otro lado, carecen de posibilidades de progreso científico[31]”.

Mariategui afirma “urge, ante todo, modificar y ennoblecer la profesión de maestro” señala además “no es la
remuneración miserable lo único que aleja de la enseñanza a los jóvenes que se sienten inclinados al magisterio. Es,
en general, la condición miserable y humillada del preceptor del Estado, condenado casi siempre para conservar su
puesto a renunciar a sus dignidad intelectual y espiritual”[32]

Tópicos VII: CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE MAESTROS EN BUENOS AIRES

Mariategui expone los principios y acuerdos en la Convención:

1º Orientar la enseñanza hacia el principio de la fraternidad humana, basado en una más justa distribución de la
riqueza entre los hombres de todas las latitudes de la tierra;

2º Propiciar en la enseñanza, la modificación del criterio histórico actual, despojándolo de su carácter guerrero, dando
primacía la historia civil y a la interpretación social de la civilización.

La educación privada y pública – dice una de estas conclusiones – cuando signifique preparación de elites y creación
de futuras situaciones de dominación, atenta contra la vida moral de la humanidad. Las elites no deben hacerse:
surgirán solas en el cultivo igual de todos los jóvenes espíritus. Los pseudos elites, formadas por el privilegio
educativo, no reposan en condiciones naturales, recurren a la fuerza, a la intriga y a la tiranía para sostenerse
minando los verdaderos valores sociales de la persistencia humana”[33].

TÓPICOS IX: CRISIS UNIVERSITARIA

Para Mariátegui la crisis universitaria es parte del problema de la educación burguesa, cuya función es el
mantenimiento de este sistema social injusto. Denuncia la ausencia de catedráticos y de ideas renovadoras que
asuman responsablemente el ideal revolucionario en busca de una nueva sociedad.

Mariátegui nos dice “No existe un problema de la universidad independiente de un problema de la educación pública
que abarca todos sus compartimentos y comprende todos sus grados”. Agrega “La crisis es estructural, espiritual,
ideológica. La crisis no se reduce a que existen maestros malos. Consiste principalmente, en que faltan verdaderos
maestros. Hay en la Universidad algunos catedráticos estimables, que dictan sagaz y cumplidamente sus cursos. Pero
no hay un solo ejemplar de maestro de la juventud. No hay un solo tipo de conductor. No hay una sola voz profética,
directriz, de leader y de apóstol. Un maestro, uno no más, bastaría para salvar la Universidad de San Marcos, para
purificar y renovar su ambiente enrarecido, morboso e infecundo. Las bíblicas ciudades se perdieron por carencia de
cinco hombres justos”. [34]

2.5. Obras completas

José Lora Cam[35] “la obra intelectual de Mariátegui fue realizada mayoritariamente en el lapso de siete años, entre
1923 y 1930 en condiciones físicas sumamente difíciles por ello es digno de reconocer su gran valor y esfuerzo. José
Lora Cam clasifica las “obras completas” de Mariátegui de acuerdo “al contenido temático” en cuatro grupos:

1) Escritos de Política Internacional


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Cartas de Italia (1920-1922)
Historia de la crisis mundial (Conferencias años 1923-1924)
La escena contemporánea (1925)
Figuras y aspectos de la vida mundial. 3 tomos (1923-1930)
Temas de nuestra América (1922-1930)
2) Escritos de crítica literaria o artística
Signos y obras (1921-1930)
El artista y la época (1923-1929)
3) Problemática peruana
Peruanicemos el Perú (1924-1929)
Ideología y política (1924 -1930)
Siete ensayos de interpretación de la Realidad Peruana (1928)
4) Escritos de carácter doctrinario
Temas de Educación (1924-1929)
Defensa del Marxismo (1927)

III. PRAXIS POLITICA DE MARIATEGUI

3.1. Mariátegui y el Editorialismo Programático

Si bien es cierto se ha resaltado siempre la praxis teórica y política de Mariátegui, Fernanda Beigel sostiene la
necesidad de revalorar la praxis editorial de Mariategui. Mariategui distinguió dos grandes bloques: la prensa
burguesa y la prensa revolucionaria. Reconoció la importancia de esta última para la transmisión a sus compatriotas
un panorama crítico de la situación política y social.

Para Beigel la influencia determinante de Mariategui en la praxis editorial como medio para formar cultural y
políticamente al proletariado peruano corresponde a su vida en Italia y la experiencia editorial de L`Orden Nuevo
revista dirigida por Gramsci, contraponiendose a Robert Paris quien resalta la influencia de Clarté de Barbusse, “la
experiencia italiana sirvió como marco para la elaboración de la praxis editorialista de Mariátegui, cuestión que podrá
verse con claridad en el diseño de su estrategia Amauta-Labor en 1929.” De hecho independientemente de cual de
estas dos vertientes haya influido en mayor grado, la praxis editorialista programática en Mariátegui es notoria,
Beigel concluye:

“Mariátegui también construyó una forma de organización de la cultura a partir del editorialismo programático y
consideró necesario un proceso de preparación intelectual de las masas para realizar una revolución en el Perú. Para
alcanzar este objetivo desarrolló una revista, Amauta (1926-1930) que constituyó el ejemplo más acabado de la
articulación entre el vanguardismo estético y el vanguardismo político en América Latina. Y la acompañó de un
periódico, Labor (1928-1929), que pretendía complementar la acción cultural mediante una tarea de información
masiva y agitación obrera. Extendió la distribución de sus publicaciones por todo el mundo y llegó a consolidar una
red editorialista nacional y otra internacional con más de treinta agencias de representación. Y fundó el Partido
Socialista Peruano (1928) para canalizar el proyecto de socialismo indo-americano en su país. La muerte a los 34 años,
el golpe de Estado y la institucionalización de la Comintern en el Perú detuvieron este prometedor proceso político-
cultural.”

Al respecto Mariátegui dirá: “Para efectuar todos estos trabajos tenemos que contar con los medios de propaganda
y ninguno puede ser más efectivo ni más práctico que la prensa obrera”[36].

En setiembre de 1926 fundó la revista Amauta palabra quechua que significa sabio o maestro), La revista estaría
destinada a convertirse en expresión de un socialismo incluyente, de la cultura peruana y de toda América Latina en
general. Pluralista por esencia, esta publicación acogió a las voces más diversas, sin importar credo político ni origen
social. Prueba de ello lo dan las distintas contribuciones de pensadores e intelectuales tan sobresalientes en su tiempo
como José María Eguren, Martín Adán, Luis Alberto Sánchez, entre otros distinguidos escritores.

Bajo estas premisas podemos comprender la fundación de la Editorial Minerva en 1925, y en la gestación de la
inmortal revista “Amauta” en 1926 – 1930 y del combativo periódico “Labor” 1928-1929.

18
3.2. Fundación del Partido Socialista Peruano de la Confederación General de Trabajadores del Perú.

La praxis política revolucionaria, y sindical de Mariátegui se orientó a la formación de la conciencia de clase, la


formación de un frente único, la confederación general de trabajadores del Perú y la Fundación del Partido Socialista
Peruano.

Mariategui buscó siempre la unidad del proletariado peruano, cumpliendo con la idea básica del Manifiesto
Comunista de Marx: “Proletarios del mundo, uníos”: “El movimiento clasista entre nosotros, es aún muy incipiente,
muy limitado, para que pensemos en fraccionarle en escindirle. (…) Nos toca, por ejemplo suscitar en la mayoría del
proletariado peruano, conciencia de clase y sentimiento de clase”.

La labor política de Mariategui en defensa del sindicalismo y el proletariado ser refleja en la formación de la
conciencia de clase del proletariado, logrando unificar el movimiento proletario en una centra sindical: La
Confederación General de Trabajadores del Perú fue fundada por Mariategui en 1929.

“Al segundo Congreso Obrero le toca echar las bases de una confederación general del trabajo que reúna a todos los
sindicatos y asociaciones obreras de la república que se adhieran a un programa clasista (…) Hay que formar
conciencia de clase. (…) La conciencia de clase no se traduce en declamaciones hueras y estrepitosas. (…) La conciencia
de clase se traduce en solidaridad con todas las reinvindicaciones fundamentales de la clase trabajadora”

En 1928 rompe con el APRA del líder Víctor Raúl Haya de la Torre. Tras la ruptura con el A.P.R.A. Tras la ruptura con
Victor Raúl Haya de la Torre para Mariátegui se hizo evidente que el movimiento proletario debía estar dirigido por
un partido político. Por eso, contribuyó de manera activa a la fundación del Partido Socialista Peruano a continuación
presentamos el Acta de constitución del Partido Socialista Peruano redactada por José Carlos Mariátegui, el 7 de
octubre de 1928, como resultado de consultas y conversaciones entre agrupaciones de marxistas en el Perú, quienes
acordaron encargar a la célula de Lima, dirigida por José Carlos Mariátegui, la constitución de un partido clasista
proletario. El 7 de Octubre de 1928, reunidos en casa de Avelino Navarro, en el distrito de Barranco, un balneario en
las afueras de Lima, los nueve miembros del grupo de Lima, entre ellos José Carlos Mariátegui, fundaron el Partido
Socialista Peruano y aprobaron la presente Acta de Constitución. En la misma reunión se constituyó el Comité Central,
con José Carlos Mariátegui como Secretario General, a quien se encargó la redacción del Programa del Partido,
Ricardo Martínez de La Torre como Secretario de Propaganda, y a Bernardo Regman como Tesorero. A Avelino
Navarro y Manuel Hinojosa se les encargó coordinar el trabajo sindicalista.

Acta de constitución del Partido Socialista Peruano[37]

Los suscritos declaran constituido un Comité que se propone trabajar en las masas obreras y campesinas conforme a
los siguientes conceptos:

1 -La organización de los obreros y campesinos con carácter netamente clasista constituye el objeto de nuestro
esfuerzo y nuestra propaganda, y la base de la lucha contra el imperialismo extranjero y la burguesía nacional.

2.-Para la defensa de los intereses de los trabajadores de la ciudad y el campo, el Comité impulsará activamente la
formación de sindicatos de fábrica, de hacienda, etc.; la federación de estos en sindicatos de industrias y su
confederación en una central nacional.

3.-La lucha política exige la creación de un partido de clase, en cuya formación y orientación se esforzará tenazmente
por hacer prevalecer sus puntos de vista revolucionarios clasistas. De acuerdo con las condiciones concretas actuales
del Perú, el Cómité concurrirá a la constitución de un Partido Socialista, basado en las masas obreras y campesinas
organizadas.

4.-Para precaverse de represiones y persecuciones desmoralizadoras, los sindicatos obreros y campesinos gestionarán
su reconocimiento por la Sección del Trabajo. En su Estatuto, su declaración de principios se limitará a la afirmación
de su carácter clasista y de su deber de contribuir a la fundación y mantenimiento de una confederación general del
trabajo.

5. La organización sindical y el partido Socialista, por cuya formación trabajaremos, aceptarán contingentemente una
táctica de frente único o alianza con organizaciones o grupos de la pequeña burguesía, siempre que estos representen
efectivamente un movimiento de masas y con objetivos y reivindicaciones concretamente determinados.

6.-El Comité procederá a la formación de comités en toda la República y de células en todos los centros de trabajo,
con relaciones estrictamente disciplinadas.
19
7 de Octubre de 1928.

Debido a las circunstancias políticas del Perú de entonces, el nuevo partido fue denominado "Partido Socialista", para
poder aprovechar en algo las posibilidades legales, José Carlos Mariátegui se encargaría de la redacción de los
Principios Programáticos del Partido Socialista Peruano. Tras la muerte del Amauta el 16 de abril de 1930. El Partido
tomaría definitivamente el nombre de Partido Comunista.

NOTAS

[1] De la carta de fecha 10 de enero de 1927, enviada por JCM al escritor Enrique Espinoza (Samuel Glusberg), director
de la revista “La vida literaria”, que aparecía en Buenos Aires y publicada en su número del mes de mayo de 1930, en
homenaje a Mariategui.
[2] MARIATEGUI, José Carlos. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima. Amauta. 1959. p.244-245.
[3] MARIÁTEGUI, J.C. «Waldo Frank», en: El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy, Amauta, Lima, 1983,
p. 195.
[4] KOSSOK, Manfred; MELIS, Antonio, y otros. Mariátegui y las Ciencias Sociales. Lima. Amauta. 1980. p. 58.
[5] BEIGEL, Fernanda. Una mirada sobre otra: El Gramsci que conocio Mariátegui. p. 6 En: Internet
[6] Ibid., p. 43,
[7] MARIÁTEGUI, José Carlos. 7 ensayos de la Interpretación de la realidad peruana. Amauta. Lima. 1959. p. 8.
[8] MARIATEGUI, José Carlos. La escena contemporánea. Amauta. Lima. 1971. p. 154.
[9] Ibid., p. 155.
[10] Ibid., p. 158
[11] MARIATEGUI; José Carlos. Defensa al marxismo. Lima. 1969. p. 72.
[12] MARIATEGUI, José Carlos. Defensa del Marxismo. Lima. 1969. pp. 65-68.
[13] KOSSOK, Manfred; MELIS, Antonio, y otros. Mariátegui y las Ciencias Sociales. Lima. Amauta. 1980. p.51
[14] Ibid., p. 74
[15] Ibid., p. 74.
[16] MARIATEGUI, José Carlos. 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Amauta. Lima. p. 12
[17] NEIRA, Hugo. Jose Carlos Mariategui en sus textos. Tomo II. Biblioteca Peruana. Peisa. Lima. p. 32.
[18] NEIRA, Hugo. Jose Carlos Mariategui en sus textos. Tomo II. Biblioteca Peruana. Peisa. Lima. p. 34
[19] Mariategui, José Carlos, Ideología y Política. Amauta. Lima. 1970. p. 249-250.
[20] NEIRA, Hugo. Jose Carlos Mariategui en sus textos. Tomo II. Biblioteca Peruana. Peisa. Lima. p. 34.
[21] MARIATEGUI, José Carlos. Temas de Educación. Amauta. Lima. 1988, p. 62-63
[22] MARIATEGUI, José Carlos. Defensa del Marxismo. Lima. 1969. pp. 20-22
[23] KOSSOK, Manfred; MELIS, Antonio, y otros. Mariátegui y las Ciencias Sociales. Lima. Amauta. 1980. p.17
[24] MARIÁTEGUI, José Carlos. Temas de Educación. Amauta. Lima. 1988. p. 21
[25] Ibid., p. 22.
[26] Ibid., p. 23.
[27] Ibid., p.
[28] Ibid., p.
[29] Ibid., p. 50
[30] Ibid., p. 52
[31] Ibid., p. 48
[32] Ibid., p. 58
[33] Ibid., p. 61-62.
[34] Ibid., p.
[35] LORA CAM, José. Filosofía de la Educación. Arequipa. 1986.
[36] MARIATEGUI, José Carlos. Ideología y Política. Amauta. Lima. 1971. p.121.
[37] Fuente: José Carlos Mariátegui, La organización del proletariado, Comisión Política del Comité Central del Partido
Comunista Peruano (eds.). Lima: Ediciones Bandera Roja, 1967. Preparado para el Internet: Marxists Internet Archive,
diciembre de 2000.
Publicadas por Mirko Díaz. Etiquetas: historia de la educación peruana., José Carlos Mariátegui, Socialismo peruano

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Evaluación (Enviar al Email: walter.iesppefh@gmail.com) y entregar en físico.
Marca la alternativa correcta
1. El autor de La nueva educación de un contexto de dominación tradición, escuela de trabajo es:
a. Juan Encinas
b. Antonio Encinas
c. José C. Mariátegui
d. Inca Garcilaso de la Vega
2. Encinas fue:
a. Doctor
b. Maestro
c. Psicólogo
d. Abogado
3. Encinas considera a la educación como:
a. un fin social
b. un fin político
c. un fin religioso
d. un fin democrático
4. En sus escritos, Encinas respetaba siempre:
a. a los educadores
b. la libertad de los niños
c. a los políticos
d. a todas las personas
5. Para José Antonio, el maestro es un
a. docente
b. padre
c. camarada
d. amigo
6. Completa las siguientes oraciones
1. La vida de José Encinas fue dedicada a la……………………; el………………… y el pueblo.
2. El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar en una ……………………. es el de ……………………. de
escuela
Responde las siguientes preguntas
3. José Antonio Encinas Franco fue uno de los primeros maestros que propugnó en el Perú la
………………………………………....……………………………………………………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… …………………………………………
4. ¿Qué importancia ha tenido el pensamiento de Encinas en el avance de la educación Peruana?
………………………………………....……………………………………………………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… …………………………………………

5. ¿Estás de acuerdo con el enfoque de la educación de Encinas?. Explica tus razones.


………………………………………....……………………………………………………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
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………………………………………… ………………………………………… …………………………………………
………………………………………… …………………………………………
7. ¿Según el Gran Amauta” cómo debe ser la Educación en el Perú?
8. ¿Hacer un resumen de los 7 Ensayos de la realidad de la Interpretación de la Realidad Peruana?
9. ¿Qué entiendes por Práctica Pre Profesional?
10. ¿Qué es Educación y Educación Física?.

NOTA: Las preguntas del 1 al 5 valen 1 pto y del 5 al 10 Valen 3 ptos.


Estas mismas preguntas se tendrán en cuenta en las sesiones de clases.

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