Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICE-RECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE DERECHO

EL DESEMPLEO ESTRUCTURAL, FRICCIONAL y


CICLICO

Autor: Leonela Canelón


C.I.: V-
Docente: Carlos Torrealba
Asignatura: Economía Política
y Social

JUNIO 2020
EL DESEMPLEO ESTRUCTURAL, FRICCIONAL y CICLICO

El desempleo en término simple, es la falta de trabajo, un desempleado a su


vez, es una persona que forma parte de la población activa, es decir, que se
encuentra habilitado por ley para trabajar y que busca un empleo, pero no lo
consigue. Dicho esto, tenemos que el desempleo, se relaciona con la economía
en virtud, que es un indicador que afecta a la misma y la cual se asocia con el
flujo de dinero, es decir, un flujo de caja constante es esencial para cualquier
economía, para prosperar tanto en lo interno como a lo externo, si no se
consigue esto, se conduce a un crecimiento económico lento y como resultado
de esto, se disminuye el gasto de los consumidores que a su vez conduce a
una deflación provocada por la demanda mínima y la oferta de productos y
servicios.

Es por ello que el análisis del desempleo es muy importante porque se trata de
un indicador que se utiliza para medir la salud de la economía, en este sentido,
conviene distinguir entre los diferentes tipos del desempleo y algunos
conceptos básicos, en primer lugar tenemos la fuerza laboral, que no es más
que el número de personas empleadas más el número de personas
desempleadas; cabe destacar que para ser parte de la fuerza laboral, las
personas deben estar dentro de la población adulta, o sea, de la población en
edad de trabajar, lo cual significa el número total de trabajadores potenciales
dentro de una economía, sin embargo, no todas las personas dentro de la
población adulta que no tienen empleo y que no están buscando uno, no
pueden considerarse desempleadas, sino como población inactiva, debido a
que no cumple las dos condiciones de una persona desempleada la cual es no
tener empleo y estar activamente buscando uno. Ahora bien, existen tres tipos
de desempleo referenciados en la economía: el desempleo friccional, el
desempleo cíclico y el desempleo estructural.

El desempleo friccional, es el desempleo resultante del tiempo necesario para


emparejar a los trabajadores con los puestos de trabajo o en otras palabras, es
cuando un trabajador deja su puesto de trabajo para buscar uno mejor o el de
los nuevos individuos que se incorporan a la fuerza laboral, como es el caso de
los profesionales recién graduados. En tales casos, es normal, que los
individuos permanezcan en este estado (desempleado) voluntariamente
durante un corto periodo de tiempo, ya que los individuos se toman un tiempo
en buscar un trabajo que se ajuste a sus cualificaciones y con un salario
acorde. Existen dos razones por las que el desempleo friccional se considera
inevitable, la primera es el proceso constante de destrucción y creación de
empleo en las economías modernas y la segunda es el hecho de que siempre
hay nuevos trabajadores entrando en el mercado laboral. Estos periodos de
desempleo se suelen considerar relativamente breves (inferiores a seis meses)
y, hasta cierto punto, buenos y deseables en una economía de mercado para
que ésta funcione bien y sea dinámica.

El desempleo friccional suele ser mayor en las economías desarrolladas donde


la cobertura social del desempleo permite periodos más largos de búsqueda
del puesto de trabajo. Sin embargo, cuando las tasas de desempleo son altas y
prolongadas en el tiempo, el desempleo friccional representa sólo una pequeña
parte del desempleo total.

El desempleo cíclico, se refiere a la variación del número de trabajadores


empleados y desempleados debido al ciclo económico, de modo que en
periodos de recesión económica el desempleo aumenta debido a que las
empresas despedirán a muchos trabajadores y/o no están contratando,
mientras que en periodos de auge económico el desempleo disminuye dado
que la economía está creciendo y las empresas necesitan más empleados.

Para entender mejor este tipo de desempleo tenemos como ejemplo la crisis
del año 2008, cuando estalló la burbuja inmobiliaria y comenzó la recesión, en
EEUU, por lo que la deuda aumentó y la demanda de nuevas construcciones
disminuyó. El sector rescindió contratos de forma masiva, convirtiendo en
desempleados a muchos profesionales, dejando a sus familias sin ese salario,
la severidad de la crisis aumentó, hasta tocar fondo y a partir de ese momento
se inició una lenta recuperación, la cual, a medida que la economía se
recuperaba en los años posteriores, el sector financiero volvía a ser rentable y
los préstamos permitían que se volviese a poner en marcha el mercado
inmobiliario, provocando que los precios de los inmuebles volvieran a subir, por
lo que la industria de la construcción comenzó a contratar, con lo que muchos
de esos desempleados, recuperaban sus antiguos puestos de trabajo u otros
similares en otras empresas del sector.

Por ultimo tenemos, el desempleo estructural, se debe a desajustes entre la


oferta y la demanda de trabajo. Más concretamente, se produce cuando el
número de puestos de trabajo existentes en algunos mercados de trabajo es
insuficiente para dar empleo a todo el que quiere trabajar. Las razones de esta
falta de adecuación son muy distintas: factores de carácter demográfico o
sociológico (envejecimiento, incorporación de la mujer al mercado de trabajo),
falta de cualificación de la mano de obra por efecto de la innovación
tecnológica, agotamiento del ciclo de vida de ciertos productos, etc.

Por ejemplo, habrá desempleo estructural cuando haya más trabajadores con
unas cualificaciones específicas que puestos de trabajo disponibles en los que
sea necesaria esa formación, o puede que una región geográfica en particular
haya más trabajadores que puestos de trabajo disponibles. Suele considerarse
que el desempleo estructural es el que explica los periodos más largos del
desempleo. Una de las causas principales que está detrás de este desempleo
es el establecimiento de unos salarios superiores al nivel que equilibra la oferta
con la demanda de trabajo y que, por tanto, inhiben a las empresas a
demandar algunos tipos de trabajo. Las tres principales razones por las que el
salario puede ser superior al de equilibrio son: la legislación del salario mínimo
(es decir, la regulación excesivamente rígida sobre las condiciones de
contratación), las presiones sindicales (es decir, las exigencias sobre la fijación
de salarios y las condiciones de trabajo por parte de los sindicatos en las
negociaciones de los convenios colectivos) y los llamados salarios de eficiencia
(es decir, los altos salarios pagados por las empresas cuya finalidad es
incentivar la fidelidad y la productividad de los trabajadores). Además de todo lo
anterior, las políticas sociales diseñadas a proteger a los trabajadores pueden
provocar desempleo estructural. Por ejemplo, unos subsidios de desempleo
más elevados y de mayor duración tienden a reducir la iniciativa de los
trabajadores a la hora de buscar un nuevo empleo, prolongándose de este
modo su estatus de desempleados.
El desempleo estructural sólo puede eliminarse mediante reformas
estructurales, para ellos estas reformas estructurales podrían aplicarse, en
primer lugar identificando exactamente cuál es la causa del desempleo
estructural, entre las cuales puede estar un capital humano con un nivel de
cualificación que no responde al que requiere el mercado, escasa movilidad
laboral, un salario de mercado superior al que sería de equilibrio, etc.

Ahora bien, el desempleo en su distintos tipos, ocasiona a la sociedad un costo


económico como social, el costo económico debido a todo lo que se deja de
producir y que será imposible de recuperar, esto no solo incluye los bienes que
se pierden por no producirlos sino también una cierta degradación del capital
humano, que resulta de la pérdida de destrezas y habilidades; por otro lado, el
costo social que abarca la pobreza y miseria humana a las privaciones e
inquietud social y política que implica el desempleo en grandes escalas.
Aunque este costo social es muy difícil de medir, es objeto de una profunda y
general preocupación por el impacto que tiene en la sociedad. En fin en el
sistema de economía de mercado, el desempleo constituye un riesgo
inevitable, un riesgo que con frecuencia se hace realidad, es por ello que s i un
país se enfrenta a altas tasas de desempleo, entonces se deduce que la
mayoría de las personas acumulan más deudas de la necesaria para que sean
capaces de cumplir con las obligaciones financieras, tales como hipotecas,
préstamos y otras cuentas; en este sentido el pago de estas deudas, complica
la economía familiar y también significa que otros sectores de la economía
están en peligro ya que los fondos destinados al desarrollo estarán dirigidos a
apoyar a las masas desempleadas por lo cual la desaceleración económica se
experimentará como resultado de esto.

BIBLIOGRAFÍA
 González Antonio Y Maza Zavala Domingo. Tratado Moderno de
Economía General. 2da Edición. Editorial South- Western.
 Richard T. Froyen. Macroeconomía, Teorías y Políticas. 5ta Edición.
Editorial Prentice may Hispanoamericana, S.A.

También podría gustarte