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Nº5

JULIO
2019

NUEVOS ARTÍCULOS
¿Cuántas Series Necesita una Mujer para Crecer? ¡TODOS LOS MESES!
¿Restringir el Consumo de Fructosa en Deportistas?
Estrategias de Recuperación en Entrenamiento con Cargas
La Guerra de las Dietas: ¿Qué Dice la Ciencia?

¡INVITADO DEL MES!

Jordan Santos-Concejero
¿Sales de Amoniaco para Mejorar en Deportes de Fuerza?

¡!
¡ ¡

Eneko Baz
Ismael Galancho
Maelán Fontes
Sergio Espinar
A los lectores...
BIENVENIDOS
Si tú o tus clientes estáis interesados en deportes de fuerza, ganar masa
muscular o mejorar la composición corporal, de la forma más eficiente
y efectiva posible y basado en la evidencia científica, NATISS es para ti.

Todos los meses haremos una selección de los estudios más interesantes pu-
blicados en este ámbito y os los explicaremos, detallaremos y resumiremos de
manera fácil y práctica.

Pero antes de nada... ¿Qué es NATISS?, ¿Cómo surgió?. Hace unos meses
Eneko, Sergio e Ismael estábamos haciendo una mesa redonda sobre hiper-
trofia en YouTube y se nos ocurrió que podríamos ahorrarle tiempo y dinero a
cualquier entrenador o deportista recopilando y analizando los mejores estu-
dios sobre entrenamiento y nutrición para ganar fuerza, masa muscular, perder
grasa o aprender sobre fisiología del ejercicio.

Lleva mucho tiempo ir buscando revista a revista los estudio que a ti te


interesan. Y lleva aún más tiempo leer y digerir esos estudios y ponerlos
en contexto respecto a toda la bibliografía existente sobre cada tema. Por
eso existe NATISS. Hacemos todo el trabajo pesado para ti y te traemos en
formato revista cada mes los mejores estudios con su aplicación práctica.

Mantenerte actualizado como entrenador o deportista es esencial para


conseguir tus objetivos.
NATISS te interesa si...
Eres una persona curiosa
Eres friki del entrenamiento o la nutrición
Eres entrenador/entrenadora
Eres atleta y quieres saber por qué haces lo que te mandan
Eres estudiante de alguna rama relacionada con la nutrición y el deporte
Quieres aprender a analizar e interpretar estudios

Al estar metidos tanto en el mundo académico, como en el del


entrenamiento, entendemos la complejidad que supone leer un estudio
donde se ofrecen muchos datos. Puede llegar a ser tedioso y confuso, así
que, aparte de hacerlo fácil, te enseñamos a que puedas hacerlo tú mismo.

Además del número mensual de la revista, todos los suscriptores tendréis cada
mes acceso una mesa redonda en directo en la que hablaremos sobre ciencia
aplicada al rendimiento y la mejora de la estética corporal y responderemos
todas tus dudas.

En este número hablaremos de las series necesarias para crecer en mujeres,


el consumo de fructosa, las diferentes estrategias para recuperarnos cuan-
do realizamos entrenamiento con cargas y del panorama científico actual en
el mundo de las dietas. Además, este mes contamos con la colaboración de
Jordan Santos-Concejero, que debatirá si está justificado el uso de sales de
amoniaco en deportes de fuerza. En cada ejemplar te mantendremos al tanto de
la última evidencia científica y las implicaciones prácticas de ésta. Esperamos
que lo disfrutes y consigas los mejores resultados para ti y para tus clientes.

GRACIAS POR LEERNOS


EL EQUIPO DE NATISS
AUTORES
ENEKO BAZ
Graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Máster en Alto Ren-
dimiento Deportivo, Máster en Investigación, ponente en congresos nacionales
e internacionales, investigador, colaborador en el grupo Better by Science, uno
de los mayores divulgadores en entrenamiento para hipertrofia a nivel nacional
y culturista natural.

ISMAEL GALANCHO
Graduado de EF en Granada, Técnico Superior en Dietética en Málaga, Ex-
perto en Entrenamiento Personal en Málaga, Máster en Nutrición Deportiva en
Granada, Máster en Nutrición y Salud en Universidad de Cataluña, MBA Sport
Management en Barcelona, Entrenador Nacional de Fisicoculturismo en Ma-
drid, etc.

MAELÁN FONTES
Fisioterapeuta, compagino mi trabajo en la clínica con la investigación en
Nutrición Humana. Actualmente haciendo un doctorado en la Universidad de
Lund, Suecia. Además, desde hace años me he interesado por la biología
evolutiva.

SERGIO ESPINAR
Licenciado en Farmacia y Graduado en Nutrición Humana y Dietética, Máster
en Salud y Nutrición (actualmente), profesor en másteres universitarios, In-
vestigador, integrante del grupo Better by Science, miembro del equipo de
Iraki Nutrition, colaborador en la NSCA y uno de los mayores divulgadores de
nutrición a nivel nacional.

INVITADO
JORDAN SANTOS-CONCEJERO
Licenciado en Biología con premio extraordinario fin de carrera y Doctor en
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte con premio extraordinario de
doctorado. Anteriormente investigador Postdoc en la University of Cape Town
(Sudáfrica) y actualmente profesor en el Grado de Ciencias de la Actividad
Física y el Deporte en la Universidad del País Vasco UPV/EHU sobre fisiología
del ejercicio y entrenamiento. Fellow del European College of Sport Science
y ex-atleta internacional.
CONTENIDO

6 ENEKO BAZ
¿Cuántas Series Necesita una Mujer para Crecer?
(6-17)

18 ISMAEL GALANCHO
¿Restringir el Consumo de Fructosa en Deportistas?
(18-31)

32 MAELÁN FONTES
Recuperación en Entrenamiento con Cargas: Parte I
(32-45)

46 SERGIO ESPINAR
La Guerra de las Dietas: ¿Qué Dice la Ciencia?
(46-50)

51 JORDAN SANTOS-CONCEJERO
¿Sales de Amoniaco en Deportes de Fuerza?
(50-63)
¿CUÁNTAS SERIES NECESITA
UNA MUJER PARA CRECER?

E
POR ENEKO BAZ

l volumen de entrenamien- volumen, ya que “existe” un umbral


to en las ganancias de masa máximo de adaptación al volumen de
muscular se ha convertido en entrenamiento. Por lo tanto, más que
una de las variables más discutidas una relación de dosis-respuesta, ten-
por la comunidad científica. Es más, dríamos que estar hablando de una
hay una división bastante marcada relación en forma de “U” invertida.
entre los que están a favor o en contra
del alto volumen de entrenamiento Hasta aquí estamos de acuerdo; y es
para las ganancias de masa muscular. que, a más volumen de entrenamiento,
mayor estímulo, siempre y cuando las
Este hecho hace que cada vez se es- demás variables se mantengan estables.
tén publicando más y más estudios
al respecto, así como revisiones; en Pero,
los últimos 2 años, se han publica-
do 3 revisiones que hablan del volu-
men de entrenamiento y las ganan-
cias de masa muscular. Entre ellas,
¿ DÓNDE SE ENCUENTRA
EL UMBRAL MÁXIMO
¿
está la nuestra (Baz-Valle, Fontes-Vi-
llalba & Santos-Concejero, 2018), Hay algunos estudios que han realiza-
que trata sobre la cuantificación del do aproximaciones, pero todos ellos
volumen de entrenamiento con- se han realizado con hombres como
tando el número de series difíciles. muestra principal, y sabemos que hay
factores como la fatigabilidad que
De esta manera, lo que sabemos es que puede variar entre hombres y mujeres
hay una relación dosis-respuesta entre (Hill, Housh, Smith, Schmidt & John-
el número de series y las ganancias de son, 2018).
masa muscular (Schoenfeld, Ogborn
& Krieger, 2017), pero lo que no sa-
bemos es hasta qué punto se dan estas
adaptaciones. En el primer número
de NATISS hablábamos sobre la fre-
cuencia de entrenamiento, y propusi-
mos un modelo en el que la frecuencia
de entrenamiento iría marcada por el

6
OBJETIVO Una frecuencia mínima de 3 sesiones de
entrenamiento semanales
E HIPÓTESIS
Todos los participantes tenían que estar
En el siguiente estudio se quiere ver habituados a realizar una frecuencia 1 ó
la relación que hay entre diferentes 2 a la semana por grupo muscular
esquemas en el volumen de entrena-
miento (4 grupos de entrenamiento),
y las ganancias de masa muscular en Tenían que cumplir un mínimo del 80%
mujeres entrenadas (por lo menos de las sesiones establecidas en la inter-
3 años de entrenamiento) midien- vención
do diferentes grupos musculares,
así como el rendimiento en varios No hubo un control estricto sobre la
ejercicios (10RM en press banca, ja- dieta, pero las participantes mantu-
lones al pecho y prensa de piernas). vieron la ingesta habitual de alimentos
durante todo el estudio sin cambios
La hipótesis inicial de los autores era notorios.
que diferentes volúmenes de entrena-
miento resultarían en incrementos si- Las 40 participantes se dividieron
milares del grosor muscular y el ren- en cuatro grupos de 10 personas:
dimiento.
G5 = 5 series por grupo muscular
G10 = 10 series por grupo muscular
SUJETOS Y MÉTODOS G20 = 20 series por grupo muscular
Se realizó un análisis previo para sa-
ber por lo menos cuántos sujetos se
necesitarían para alcanzar una bue-
na potencia estadística, y el resulta-
do fue de 35 participantes. Así pues,
los autores realizaron un recluta-
miento de sujetos hasta alcanzar 40.

Para participar en el estudio se tuvieron que


cumplir los siguientes criterios de inclusión:

Por lo menos 18 años y sin condiciones clí-


nicas que fueran limitantes.
Un mínimo de 3 años realizando entrenamien-
to con cargas de manera ininterrumpida.

7
La intervención duró 24 semanas, siguiendo una periodización no lineal, como po-
demos ver a continuación:

EJERCICIOS SERIES GT5 SERIES G10 SERIES G15 SERIES G20


LUNES
Press banca con barra 2 4 5 7
Press banca inclinado 2 4 5 7
Press militar 1 2 5 6
MIÉRCOLES
Jalones al pecho 2 4 5 7
Remo con cable 2 4 5 7
Remo al mentón 1 2 5 6
VIERNES
Prensa 45º 2 4 5 7
Sentadilla con barra 2 4 5 7
Peso muerto (piernas rígidas) 1 2 5 6

Tabla 1: Series por ejercicio por grupo de intervención.

SEMANAS RANGO DE REPETICIONES INTERVALO DE DESCANSO

1, 5, 9, 13, 17, 21 12-15RM 30-60 segundos


2, 6, 10, 14, 18, 22 4-6RM 3-4 minutos
3, 7, 11, 15, 19, 23 10-12RM 1-2 minutos
4, 8, 12, 16, 20, 24 6-8RM 2-3 minutos

Tabla 2: Semanas de entrenamiento, rango de repeticiones utilizado en cada ejercicio


y tiempo de descanso entre series.

Es importante comentar que todas las series realizadas se llevaron al fallo muscular, y
la cadencia del movimiento fue de 2 segundos en la fase concéntrica, y dos segundos
en la fase excéntrica sin pausa entre las dos fases.

8
Mediciones
Antes y después de las 24 semanas,
se midió a las participantes el gro-
sor muscular del bíceps, tríceps,
pectoral mayor, cuádriceps y glúteo
mayor con ultrasonidos. Las me-
diciones se realizaron en el mismo
horario, y las mismas condiciones
a nivel de nutrición e hidratación.

Ldeaslamediciones se realizaron de 3 a 5 días después


última sesión de entrenamiento con el objetivo
de evitar el edema post entrenamiento.

El investigador que realizó las medi-


ciones fue cegado (no sabía de qué
grupo era cada participante), y no
se involucró en el propio estudio.

A parte de las mediciones del grosor


muscular, los participantes realiza-
ron un test 10RM en press banca, ja-
lones al pecho, prensa de piernas 45º
y peso muerto piernas rígidas. Los
tests se dividieron en 3 días consecu-
tivos, siguiendo el orden propuesto.

9
RESULTADOS
Después de que los autores realizaran el análisis estadístico, se vio que en nin-
guna de las mediciones se encontraron diferencias significativas entre el G5 y el
G10, y en todos los casos, estos dos grupos mostraron mayores ganancias que los
grupos G15 y G20.

Pero si recogemos los datos de cada grupo, y valoramos el cambio de la media del
pre al post, podríamos ver una tendencia de “U” invertida en la mayoría de las
mediciones, como se puede observar en el gráfico 1.

Esta tendencia es mucho más marcada en el tren inferior (glúteos y cuádriceps),


respecto al tren superior. Ya que, como podemos observar, el pectoral y el tríceps
directamente muestran una dosis-respuesta negativa, el bíceps una ligera ten-
dencia de “U” invertida, y los músculos del tren inferior, una clara tendencia en
forma de “U” invertida.

PECTORAL BÍCEPS
5
7
6 4
5 3
4
3 2
2 1
1
0 0
G5 G10 G15 G20 G5 G10 G15 G20

CUÁDRICEPS GLÚTEOS
9 6
8
5
7
6 4
5
3
4
3 2
2
1
1
0 0
G5 G10 G15 G20 G5 G10 G15 G20

Gráfico 1: Diferencia del pre al post en el grosor muscular de los diferentes grupos en distintas
mediciones. La tendencia del tríceps es similar a la tendencia del pectoral.

10
En cuanto al rendimiento de los ejercicios al 10RM tanto en el press banca
como en los jalones, no se ven diferencias significativas entre los grupos G5,
G10 y G15. Por el contrario, en la prensa de piernas y en el peso muerto pier-
nas rígidas, los grupos G5 y G10 no presentan diferencias significativas en-
tre ellos, pero sí se ven mejores resultados respecto a los grupos G15 y G20.

Como podemos ver en el gráfico 2, el patrón de mejora es similar en todos los


grupos, siendo el grupo G10 el grupo que mayores diferencias arroja del pre al
post. Pero las mejores son muy modestas respecto al G5.

BANCA JALONES
14 14
12 12
10 10
8 8
6 6
4 4
2 2
0 0
G5 G10 G15 G20 G5 G10 G15 G20

PRENSA PESO MUERTO


50 25
45
40 20
35
30 15
25
20 10
15
10 5
5
0 0
G5 G10 G15 G20 G5 G10 G15 G20

Gráfico 2: Diferencia en kg del pre al post en los diferentes ejercicios y grupos de entrenamiento.

11
Los 3 primeros puntos se pueden re-
INTERPRETACIÓN lacionar con el estudio que estamos
Viendo los resultados del siguiente analizando, ya que se comparan volú-
estudio, lo más fácil sería decir que menes de entrenamiento de hasta 20
en mujeres entrenadas realizar en- series. Y según las conclusiones que
tre 5 y 10 series por grupo muscu- sacamos, realizando una frecuencia
lar a la semana sería lo óptimo para 1, lo óptimo sería meter cerca de 10
las ganancias de masa muscular, y series por grupo muscular por sesión.
que, a partir de 10 series, las ganan- Metiendo más series por sesión, por
cias disminuirían. Pero no podemos consiguiente, sería interesante aumen-
quedarnos con esto, ya que podemos tar la frecuencia de entrenamiento, ya
y debemos matizar los resultados. que podríamos estar llegando al um-
bral máximo de volumen por sesión.
Una de las cosas más importantes,
es tener en cuenta que en el siguien- Otro de los puntos a matizar es la
te estudio, la frecuencia de entre- duración del estudio. Muchas veces
namiento utilizada es de entrenar una de las limitaciones de este tipo
cada grupo muscular una vez por de trabajaos es el tiempo, y en este
semana, siguiendo una estructura estudio vemos una intervención de
de entrenamiento del tipo “Empu- 24 semanas de entrenamiento sin
je-Tirón-Pierna”. Por consiguiente, pausa, entrenando al fallo muscu-
lar real en cada serie que se realiza.

¿
las conclusiones que tendríamos que
sacar serían sobre el volumen óp- Y mi pregunta es la siguiente:
timo de entrenamiento por sesión
en una estructura de frecuencia 1. QUÉ HUBIERA PASADO SI SE
HUBIERAN REALIZADO MÁS
De este modo, antes de analizar los MEDICIONES A LO LARGO DE LAS 24 SEMANAS
datos con mayor profundidad, vamos
a ir al número 1 de NATISS, en el que
hablamos sobre la frecuencia y el vo- Me explico, sabemos que la fatiga se
lumen de entrenamiento, y vamos a acumula a lo largo de las semanas, es
volver a recordar los puntos relacio- por ello que se recomienda ondular el
nados con la aplicación práctica: volumen de entrenamiento, realizar
descargas en los entrenamientos y de-
Menos de 10 series semanales: más estrategias. Lo que quiere decir,
Frecuencia 1 que las pocas ganancias que se pueden
De 10 a 15 series semanales: ver en los grupos G15 y G20 pueden
Frecuencia 1 ó 2 ser debidas a una acumulación de fa-
De 15 a 20 series semanales: tiga excesiva a lo largo de las semanas.
Frecuencia 2
De 20 a 25 series semanales:
Frecuencia 2 ó 3
Más de 25 series semanales:
Frecuencia 3 o más

12
Es más, en el reciente trabajo de También es importante mencionar
Schoenfeld y cols. (2019) se vio que, que todos los ejercicios realizados son
en hombres entrenados, el grupo multiarticulares, que generan un alto
que realizó un alto volumen de en- estímulo, pero también una gran fatiga.
trenamiento (30 series a la semana
de musculatura del tren superior, y
45 del tren inferior), obtuvo de me- Como ya sabemos, no es lo mismo rea-
dia unas mayores ganancias que los lizar 14 series de sentadillas y prensa de
grupos que realizaron un menor vo- piernas, que de sentadillas y extensiones
lumen de entrenamiento. Y esto pue- de cuádriceps, por ejemplo.
de ser porque la intervención duró 8
semanas, por una mayor frecuencia
de entrenamiento, y porque el gra- Por tanto, estos datos son importantes, y van
do de esfuerzo no estaba tan contro- a marcar la diferencia en los resultados.
lado como en el estudio comentado.

Por lo tanto, uno de los puntos que En otros trabajos recientes como el de
podemos mencionar a continua- Radelli y cols. (2015), se vio que reali-
ción, es que, en una intervención de zando 15 series semanales durante 24
tantas semanas, mantener un volu- semanas también, los resultados son
men de entrenamiento por sesión favorables respecto a realizar 3 ó 9 se-
alto, (+ 15 series por grupo por se- ries semanales. En este caso, se realizó
sión), parece ser contraproducen- una frecuencia 3, y el volumen de en-
te por la acumulación de la fatiga. trenamiento estuvo repartido de for-
ma equitativa en las tres sesiones.
Por otro lado, de las mediciones que se
han realizado en el propio estudio, las
que mayor información nos pueden
proporcionar son la del cuádriceps y
el pectoral, ya que, en los ejercicios
realizados, son los dos grupos muscu-
lares que se llevan un trabajo directo.

En este caso, el trabajo directo del cuádriceps


y pectoral en los siguientes grupos sería:
G5 4 Series G15 10 Series
G10 8 Series G20 14 Series

13
¿ CÓMO AFECTARÍA ENTONCES AUMENTAR EL VOLUMEN DE ENTRENAMIENTO
JUNTO CON LA FRECUENCIA PARA MAXIMIZAR LAS GANANCIAS
¿
Para ello vamos a uno de los estudios más recientes al respecto (Heaselgrave,
Blacker, Smeuninx, McKendry & Breen, 2019), en los que analizan la relación
dosis-respuesta del volumen de entrenamiento, manejando la frecuencia de en-
trenamiento también.

Para ello, los tres grupos de entrenamiento, realizaron el siguiente esquema:

G1 9 series x sesión / 1 sola sesión / 9 series semanales

G2 9 series x sesión / 2 sesiones a la semana / 18 series semanales

G3 13-14 series x sesión


/ 2 sesiones a la semana / 27 series semanales

Lo que se vio en cuanto al grosor muscular del bíceps, es que el G2 obtuvo ma-
yores ganancias respecto a los otros dos grupos. Este estudio por lo tanto re-
fuerza que, teniendo un umbral máximo por sesión, la forma de aumentar el
volumen de entrenamiento para las ganancias es aumentando la frecuencia. Es
importante matizar, que la duración del estudio fue de 6 semanas, lo que quie-
re decir que, a la hora de extrapolar los resultados, debemos andar con cautela.

Finalmente, con respecto a las mejoras del rendimiento, lo que podemos decir,
es que sigue un patrón distinto al del aumento del grosor muscular. Ya que, po-
demos ver cómo los mejores resultados en cuanto a las ganancias del pectoral lo
tenemos en el G5, y los mejores resultados en cuanto al press banca, en el G10.
Aquí, por tanto, el umbral máximo del volumen de entrenamiento sería diferen-
te cuando el objetivo es mejorar el 10RM o las ganancias de masa muscular. De
todos modos, en las mediciones del tren inferior, y los ejercicios del tren inferior
siguen un patrón muy similar.

14
¡!
APLICACIÓN PRÁCTICA
Después de analizar e interpretar los
resultados del estudio, podemos de-
cir que en mujeres entrenadas que
realicen un grado de esfuerzo muy
alto, el umbral máximo de volumen
de entrenamiento por sesión sería de
entre 5-10 series por grupo muscular.
Estos datos variarían dependiendo
del grupo muscular, las personas, y
la propia situación de una persona.

Tenemos que tener en cuenta que seguramente en periodos

¡!
más cortos, se podría tolerar más volumen de entrenamiento,
pero si lo mantenemos a largo plazo, podría llegar a ser contra-
producente (como hemos visto en el estudio analizado).

Si el grado de esfuerzo no es máximo,


el volumen de entrenamiento que se
podría llegar a tolerar por sesión se-
ría mayor, y si los ejercicios realizados
no son tan demandantes, también.

15
¡!
CONCLUSIÓN

La frecuencia 1, te obliga a realizar un volumen de entrenamiento semanal menor ¡!


Más de 10 series por sesión con un grado de esfuerzo muy alto puede
llegar a ser contraproducente ¡!
Mantener durante un largo plazo (24 semanas), volúmenes altos de en-
trenamiento te harán mejorar respecto al inicio, pero mucho menos de
lo que podrías mejorar
¡!
El volumen de entrenamiento semanal no tiene sentido si no se tiene en cuenta
el umbral máximo de volumen por sesión ¡!
Es muy difícil comparar este estudio con los demás, ya que hay muchas
variables que difieren y pueden llegar a confundir ¡!
El grosor muscular a pesar de ser una dedición directa,
puede darnos información errónea. ¡!

16
ESTUDIO ANALIZADO
Barbalho, M., Coswig, V. S., Steele, J., Fisher, J. P., Paoli, A., & Gentil, P. (2019). Evi-
dence for an Upper Threshold for Resistance Training Volume in Trained Women.
Medicine & Science in Sports & Exercise, 51(3), 515-522.

REFERENCIAS
Baz-Valle, E., Fontes-Villalba, M., & Santos-Concejero, J. (2018). Total Number of
Sets as a Training Volume Quantification Method for Muscle Hypertrophy: A Sys-
tematic Review. Journal of strength and conditioning research.

Heaselgrave, S. R., Blacker, J., Smeuninx, B., McKendry, J., & Breen, L. (2019). Do-
se-Response Relationship of Weekly Resistance-Training Volume and Frequency
on Muscular Adaptations in Trained Men. International journal of sports physiolo-
gy and performance, 14(3), 360-368.

Hill, E. C., Housh, T. J., Smith, C. M., Schmidt, R. J., & Johnson, G. O. (2018). Gen-
der-and muscle-specific responses during fatiguing exercise. The Journal of Stren-
gth & Conditioning Research, 32(5), 1471-1478.

Radaelli, R., Fleck, S. J., Leite, T., Leite, R. D., Pinto, R. S., Fernandes, L., & Simão,
R. (2015). Dose-response of 1, 3, and 5 sets of resistance exercise on strength, local
muscular endurance, and hypertrophy. The Journal of Strength & Conditioning
Research, 29(5), 1349-1358.

Schoenfeld, B. J., Contreras, B., Krieger, J., Grgic, J., Delcastillo, K., Belliard, R., &
Alto, A. (2019). Resistance training volume enhances muscle hypertrophy but not
strength in trained men. Medicine and science in sports and exercise, 51(1), 94.

Schoenfeld, B. J., Ogborn, D., & Krieger, J. W. (2017). Dose-response relationship


between weekly resistance training volume and increases in muscle mass: A syste-
matic review and meta-analysis. Journal of sports sciences, 35(11), 1073-1082.

17
¿RESTRINGIR EL CONSUMO
DE FRUCTOSA EN DEPORTISTAS?

A
POR ISMAEL GALANCHO
lgunas directrices de salud PERSPECTIVA HISTÓRICA
global están pidiendo en los
últimos años reducciones Y CONTEXTUALIZACIÓN
del consumo de fructosa en la pobla- Restringido por factores climáticos a
ción y reducción del uso de la misma ciertos períodos del año, el consumo
como parte de la elaboración de pro- de fructosa por nuestros ancestros
ductos alimentarios (sobre todo la cazadores-recolectores era relativa-
añadida a productos ultraprocesados mente bajo y limitado a fuentes natu-
como jarabe de maíz alto en fructosa rales como frutas (Pontzer, Wood et
o simplemente por el alto consumo de al. 2018). Sin embargo, tras siglos de
sacarosa), ya que la fructosa ha sido desarrollo, la mejora en los procesos
identificada como un candidato pri- de extracción llevaron a un aumento
mario responsable de problemas de sa- masivo de la disponibilidad de saca-
lud. Una alta ingesta de fructosa pue- rosa o azúcar de mesa, un disacárido
de estimular la producción de glucosa compuesto por una molécula de glu-
endógena y la síntesis de lípidos, que cosa unida a una molécula de fructosa
puede aumentar por tanto las concen- (glucosa + fructosa= sacarosa), y por lo
traciones glucosa y triglicéridos san- tanto a un mayor consumo de fructosa.
guíneos en ayunas y postprandiales.
A partir de la década de 1960, el con-
De hecho, en muchos círculos e in- sumo de sacarosa ha sido parcialmen-
cluso entre la población en general, te reemplazado por jarabe de maíz alto
se ha puesto en tela de juicio el con- en fructosa (JMAF), que es una solu-
sumo de fruta, considerando que no ción que contiene 42-55% fructosa li-
es una opción demasiado saludable, bre (el resto es principalmente glucosa
debido a su contenido en fructosa libre y algunos oligosacáridos) y que
en la mayoría de ellas, aunque varia se usa como añadido en muchos de los
de una fruta a otra. De hecho, ya hay productos procesados que se encuen-
quien considera a la fruta o a sus ju- tran hoy en día en los supermercados.
gos como algo a evitar a toda costa,
llevando al extremo ciertos datos y so- El consumo total de fructosa por lo
bre todo, extrapolando y sacando fue- tanto aumentó drásticamente duran-
ra de contexto ciertas investigaciones te los siglos XIX y XX para represen-
científicas. Vamos a hacer un análisis tar actualmente el 10% de nuestra
sobre si el consumo de fructosa (bien ingesta total de energía aproximada-
sea de fruta directamente o de fruc- mente, es decir, cerca de 50 gr/día,
tosa añadida) es tan perjudicial como en la mayoría de los países desarro-
se cree o en qué contexto podría serlo. llados (Vos, Kimmons et al. 2008).

18
Basado en asociaciones entre el consu- (se convierte en grasa), y puede au-
mo de JMAF y la prevalencia de obesi- mentar secreción de lipoproteínas
dad en los Estados Unidos, se propuso como el VLDL (partículas de “co-
inicialmente que la fructosa puede estar lesterol” de baja densidad que son
causalmente relacionada con el desa- proaterogénicas) y aumentar las
rrollo de obesidad al aumentar la inges- concentraciones de triglicéridos en
ta total de energía (Bray, Nielsen et al. sangre, mecanismo principal por el
2004). Además, poco después, se pro- cuál se piensa que la fructosa indu-
puso que el consumo de fructosa tam- ce una alteración del perfil lipídico,
bién podría vincularse al desarrollo de aumentando las concentraciones de
trastornos como diabetes, enfermeda- “colesterol” y triglicéridos llevando
des cardiovasculares, cáncer o gota, in- a las patologías antes mencionadas.
dependientemente de sus efectos sobre
el peso corporal (Nakagawa, Hu et al. En general, se supone que la fructosa
2006, Richelsen 2013). ingerida se metaboliza esencialmente
en el intestino y en el hígado, y que
solo una pequeña parte de él accede a
UN POCO la circulación sistémica. Sin embargo,
recientemente se ha documentado, que
DE FISIOLOGÍA aproximadamente el 15% de una car-
Aún cuando la ingesta de fructosa es muy ga de fructosa de 30 gramos se escapó
baja (<0.5 gr de fructosa/kg peso corpo- de la captación esplácnica (intestino
ral), casi toda la fructosa se extrae por el e hígado) y apareció en la circulación
intestino, donde se convierte principal- durante las cuatro horas siguientes a
mente en lactato y glucosa. Sin embargo, su ingesta (Francey, Cros et al. 2019).
con una mayor ingesta de fructosa, las El destino de esta fructosa sistémi-
concentraciones de fructosa aumentan ca sigue siendo desconocido aún. Es
en la sangre y a través de la vena porta probable que sea en parte metaboliza-
llega al hígado (Jang, Hui et al. 2018), y do en los riñones y/o otros órganos.
del hígado se extrae en gran parte para
convertirse en lactato y glucosa dentro
de los hepatocitos. La glucosa y el lacta-
to se liberan posteriormente en la circu-
lación sistémica y sirve como sustrato
energético en otras células del cuerpo.

Parte de la glucosa recién sintetizada,


sin embargo, permanece en el hígado
para reponer el glucógeno hepático.
La fructosa también estimula potente-
mente la lipogénesis hepática de novo

19
puede aumentar el riesgo cardiovas-
FRUCTOSA cular a través de un aumento de las
Y ENFERMEDADES concentraciones de triglicéridos en
sangre, tanto en sujetos sanos como en
METABÓLICAS obesos o pacientes diabéticos (Bant-
Los datos epidemiológicos muestran le, Swanson et al. 1992, Bantle, Raatz
que puede existir un vínculo plausible et al. 2000, Livesey y Taylor 2008).
entre el consumo de fructosa y azú-
car y el desarrollo de enfermedades no Los mecanismos responsables siguen
transmisibles. Sin embargo, debido a la siendo desconocidos, pero se cree que
naturaleza de estos estudios, no se pue- implican una estimulación de la lipo-
de demostrar la causalidad, ya que esta génesis hepática de novo (proceso de
solo puede ser demostrada por estudios conversión de sustratos, en este caso
de intervención. Tales intervenciones fructosa, en grasas) y un aumento de
se han realizado en modelos anima- la secreción hepática de triglicéridos
les, y han demostrado que la adición (Chong, Fielding et al. 2007, Tappy
de fructosa o sacarosa al agua potable 2018). Estos efectos fueron principal-
o a alimentos sólidos lleva a un consu- mente evidentes cuando se consumió
mo energético excesivo y al desarrollo fructosa como parte de dietas hiper-
de obesidad, resistencia a la insulina o calóricas (David Wang, Sievenpiper
diabetes, dislipidemia, esteatosis hepá- et al. 2014), pero también se informó
tica e hiperuricemia en roedores (Bi- con dietas de mantenimiento del peso
zeau y Pagliassotti 2005), (Nakagawa, pero altas en fructosa (Bantle, Raatz
Hu et al. 2006) y primates no huma- et al. 2000, Egli, Lecoultre et al. 2013).
nos (Bremer, Stanhope et al. 2011).

Ptudios
or razones obvias, no se han realizado es-
similares de sobrealimentación a largo
plazo en humanos, para comprobar los efectos
de la fructosa sobre el aumento de peso, por lo
tanto, siguen sin estar claros dichos efectos.

Sin embargo, varios ensayos de inter-


vención en humanos permitieron do-
cumentar los efectos a corto plazo de
dietas altas en fructosa en marcadores
de salud cardiometabólicos como los
lípidos en la sangre, la homeostasis de
lucosa o el contenido de grasa intrahe-
pática. Está bien documentado que el
consumo de una dieta rica en fructosa

20
Estos efectos deletéreos para la salud, sin embar-
go, no se puede atribuir inequívocamente a la fruc-
tosa per se, ya que también se pueden atribuir a die-
tas altas en hidratos de carbono en superávit calórico.

Por lo tanto, algunos de los efectos de la fructosa sobre el metabolis-


mo de los lípidos pueden no estar específicamente relacionados con la
fructosa, sino con el exceso de carbohidratos en general en un contexto
hipercalórico y/o de sedentarismo.

Además, otros estudios en humanos informaron que una dieta con


alto contenido en fructosa afectaba a la sensibilidad a la insulina he-
pática, pero no a la sensibilidad a la insulina muscular. Por lo tanto,
la evidencia disponible sugiere que la fructosa puede afectar el me-
tabolismo de la glucosa, pero no a nivel periférico. Además, la hipó-
tesis de que la fructosa puede promover la enfermedad del hígado
graso está respaldada por datos en humanos que muestran que el
consumo de una dieta alta en fructosa aumenta la grasa intrahepá-
tica (Lecoultre, Egli et al. 2013, Surowska, Jegatheesan et al. 2019).

Sin embargo, también se observaron efectos similares con glucosa en


lugar de fructosa (Johnston, Stephenson et al. 2013, Lecoultre, Egli et
al. 2013) o con el alto consumo de grasa (Sobrecases, Le et al. 2010)
en estudios de sobrealimentación, lo que sugiere que los aumentos
rápidos en las concentraciones de grasa intrahepática pueden estar
más relacionados con el exceso de energía (superávit calórico) en lu-
gar de fructosa per se.

Por tanto podríamos decir que existe evidencia sólida


que muestra que los efectos perjudiciales atribuidos a
la fructosa, no tienen por qué ser así, ya que se pueden
atribuir igualmente a la glucosa o incluso al consumo
de grasas, dentro de un contexto de sobrealimentación,
es decir, que es el superávit calórico, inducido por un
alto consumo de hidratos de carbono, azúcares y gra-
sas lo que lleva a estos problemas metabólicos, algo que
concuerda con la alimentación actual del siglo XXI en
occidente donde existe un alto consumo de ultraproce-
sados (que son ricos en azúcares, JMAF, grasas trans,
etc), junto con unas tasas de sedentarismo abismales.

21
Por otro lado, la mayor parte de estudios son en roedores,
donde el tiempo exposición a este tipo de dietas es eleva-
do en relación a su vida útil y con un superávit calórico
muy alto que lleva a aumentos drásticos de la grasa cor-
poral en dichos roedores.

FRUCTOSA
EN DEPORTISTAS
Los atletas de resistencia consumen altas cantidades de fructosa durante la activi-
dad física. Las pautas de nutrición deportiva han recomendado consistentemente
una alta ingesta de carbohidratos antes, durante y después del ejercicio para satisfa-
cer las demandas de energía derivadas del propio ejercicio y mejorar el rendimiento
deportivo. En consecuencia, se descubrió que los ciclistas profesionales que compi-
ten en un evento de tres semanas ingieren en promedio 463 gr/día de carbohidra-
tos simples, siendo fructosa gran parte de ellos (Saris, van Erp-Baart et al. 1989).

Se ha propuesto además que agregar fructosa como un ingrediente clave de


las bebidas deportivas y geles puede mejorar el metabolismo de los carbohi-
dratos y el rendimiento muscular durante el ejercicio al mejorar el transpor-
te intestinal y por tanto el uso como fuente energética (Jeukendrup 2010).

Por tanto, también se ha planteado que debido a la ingesta de cientos de gramos de


fructosa por parte de deportistas profesionales, esto podría ir en detrimento de la
salud de dichos deportistas.

¿
Entonces, ante tanta ingesta de fructosa,
PODEMOS CONCLUIR QUE PODRÍA AFECTAR
NEGATIVAMENTE A LOS DEPORTISTAS
¿
¿
De ser así,
POR QUÉ LOS DEPORTISTAS SUELEN ESTÁN
EXENTOS DE ESTE TIPO DE PATOLOGÍAS
¿
Vamos a verlo...

22
Varias observaciones indican que la fructosa dietética se utiliza como un sustra-
to energético durante el ejercicio. Comparado con la ingesta de carbohidratos
individuales, la ingesta de mezclas de glucosa y fructosa se sabe que aumentan
la oxidación de carbohidratos exógenos durante el ejercicio. Esto se debe a una
mejor absorción intestinal al combinar fructosa y glucosa en lugar de solo una
de las dos, ya que la glucosa y la fructosa son absorbidas por dos trasportado-
res distintos (SGLT-1 para glucosa y GLUT5 para fructosa) lo cuál hace que no
se saturen igual de rápido que si ingerimos sólo unos de ambos monosacáridos.

Figura 1: Muestra como glucosa y fructosa usan diferentes transportadores a nivel intestinal
para su absorción.

Por tanto, una gran cantidad de fructosa se oxida durante el ejerci-


cio, y de hecho, la fructosa es adecuada para suministrar energía en or-
ganismos vivos activos. La fructosa se convierte, probablemente en el
hígado, en glucosa y lactato para ser posteriormente absorbidos por el mús-
culo esquelético como sustratos energéticos (Lecoultre, Benoit et al. 2010).

En consecuencia, tales flujos de sustrato entre los órganos esplácnicos y los mús-
culos implicados en la actividad puede representar el 78% de la eliminación de
fructosa durante el ejercicio (Ahlborg y Bjorkman 1990). Adicionalmente, una oxi-
dación directa de fructosa por el músculo esquelético no se ha demostrado, pero
no se puede descartar, dado que las membranas del sarcolema contienen trans-
portadores de fructosa específicos de fructosa GLUT5 (Douard y Ferraris 2008).

23
El hecho de que la fructosa se pueda metabolizar directamente en el teji-
do muscular tiene importantes implicaciones, sobre todo en el ámbito de-
portivo, pero el tejido muscular tiene una baja capacidad para el metabolis-
mo de la fructosa, ya que la capacidad para la captación de fructosa de este
tejido es baja (unas 8 veces menos en relación a la glucosa), por tanto, en-
tre que llega poca fructosa al músculo, debido al alto “secuestro” esplácnico
que esta presenta y ello sumado a la poca captación de fructosa por el teji-
do muscular, no se sabe de la influencia directa de ésta durante el ejercicio.

Figura 2: Metabolismo de la fructosa en función a la cantidad ingerida y sus posibles conse-


cuencias en la salud en ratas y humanos. Gonzalez, J. T., & Betts, J. A. (2018). Dietary fructose
metabolism by splanchnic organs: size matters. Cell metabolism, 27(3), 483-485.

La fructosa también se puede usar para reponer las reservas de glucógeno hepá-
tico y muscular durante el período posterior al ejercicio, el período de recupe-
ración (Ahlborg y Bjorkman 1990, Van Den Bergh, Houtman et al.1996). Aquí,
nuevamente, parece que la síntesis del glucógeno muscular es alimentada princi-
palmente por la glucosa y lactato liberado de tejidos esplácnicos al ingerir fructosa.

Así, estas observaciones indican claramente que la fructosa se puede usar de ma-
nera eficiente para apoyar la actividad del músculo esquelético, no solo como
glucosa, sino también como lactato formado en órganos esplácnicos como el
hígado. El propio lactato, de hecho, hace una contribución sustancial al me-
tabolismo muscular durante el ejercicio ayudando a la continuidad de la ac-
tividad deportiva y también ayuda en el período de recuperación, ya que puede
recuperar parcialmente los depósitos de glucógeno mediante gluconeogénesis.

24
El hecho de que la fructosa se puede
usar de manera eficiente como sustra- B
Esto indica claramente que los efectos
de la fructosa dietética en los marcado-
to energético en el músculo durante el res de riesgo de enfermedad se modu-
ejercicio y que contribuya a la recupe- lan por la actividad física, es decir, que
ración del mismo, hace que inevitable- si nos movemos, somos activos y hace-
mente el factor ejercicio sea clave a la mos ejercicio, no existe ningún proble-
hora de señalar los posibles efectos ne- ma por consumir fructosa (al menos en
gativos de la fructosa. Se sabe que los cantidades razonables no exageradas).
efectos metabólicos de las dietas altas
en fructosa fueron modulados por el
nivel de actividad física. Varios estu- Por otro lado, el balance energético
dios han documentado que, en ratas será determinante, ya que con niveles
alimentadas con una dieta alta en fruc- medios de actividad física, si la inges-
tosa o azúcar, al hacer ejercicio físico, ta calórica total y de fructosa en parti-
se inhibió la estimulación de genes li- cular no es demasiado alta, es decir, si
pogénicos en el hígado, y previno el hay un equilibrio energético, tampoco
desarrollo de resistencia a la insulina, existirá problema alguno. Esto nos lleva
hipertrigliceridemia y esteatosis hepá- a proponer que los efectos generales de
tica (Zavaroni, Chen et al. 1982, Bo- la fructosa de la dieta en la salud de-
tezelli, Mora et al. 2010). penden en parte del equilibrio entre la
ingesta de energía de fructosa y el gasto
energético.
Y es aquí donde llegamos a la cues-
tión clave, y es que: la mayoría de es-
tudios que documentan los efectos
metabólicos adversos de una dieta alta
en fructosa se han realizado en suje-
tos mantenidos bajo estrictas condi-
ciones sedentarias. Por el contrario,
cuando los sujetos sanos realizaron
ejercicios diarios de intensidad mode-
rada a alta (dos sesiones diarias de 30
minutos en una bicicleta ergométri-
ca a 125W (Bantle, Raatz et al. 2000,
Egli, Lecoultre et al. 2013), o 60 min
caminar a paso ligero por día (Kout-
A sari, Karpe et al. 2001), el aumento
de los triglicéridos en sangre y la es-
timulación de la lipogénesis hepática
de novo inducida por la alta ingesta
de fructosa o dietas altas en sacaro-
sa, fueron completamente prevenidas.

25
Según este modelo, los efectos hipotéti-
cos y adversos para la salud de la fruc-
tosa dietética aparecerían solo cuando
la ingesta de fructosa crónica supera la
capacidad del hígado para liberar lacta-
to y glucosa para el músculo, es decir,
principalmente cuando hay un desajus-
te entre la ingesta de fructosa y la pro-
ducción de energía muscular (Figura 3).

Figura 3: Baja producción de energía /


Alta producción de energía.

26
¡!

CONCLUSIONES
Y APLICACIONES PRÁCTICAS
La bibliografía científica disponible sobre los efectos para la salud de la
fructosa puede parecer algo confusa. Por un lado, hay evidencia acumu-
lada de que el consumo en exceso y prolongado de fructosa puede es-
tar vinculado al desarrollo de enfermedades no transmisibles. Pero
por otro lado, sin embargo, muchos humanos físicamente activos per-
manecen sanos mientras consumen grandes cantidades de fructosa.

A modo de conclusión, podríamos decir que las dietas altas en fructosa sólo
pueden afectar negativamente al metabolismo durante balances de energía po-
sitivos (sobrealimentación) y de forma crónica en sujetos sedentarios, algo no
destacable en sujetos deportistas, lo cuál, es una muestra más de que el con-
texto y el perfil del sujeto es clave y hay que tenerlo en cuenta antes de lan-
zar afirmaciones generales a la población. De hecho, sólo cantidades mo-
destas de ejercicio parecen ser suficientes para contrarrestar muchos efectos
negativos de la fructosa, es decir, tener un alto flujo de energía (Egli et al., 2013).

Los mecanismos propuestos por los cuales la actividad y el ejercicio físi-


co determinan los efectos en la salud derivados del consumo de fructo-
sa sin embargo, en gran parte son hipotéticos y requieren más investigación.

Por otro lado, temer al consumo de frutas por temor a la fructosa es un error ya que se trata
de un reduccionismo alarmante...
En primer lugar, las frutas son mucho más que fructosa aislada, por lo que
al ingerir el alimento íntegro (es decir, la matriz nutricional completa con
fibra, vitaminas, minerales, etc) el efecto fisiológico será diferente que al
ingerir fructosa aislada.
¡!
Sin embargo, la cantidad de fruta que se debe ingerir para llegar a niveles
de fructosa como para tener consecuencias negativas sería bastante alta. ¡!
Por ejemplo, la manzana que es una de las frutas con más contenido en fructosa
contiene unos 5 gramos de fructosa por cada 100 gramos. Por lo que para llegar a
la cantidad estipulada de consumo medio de EEUU (50 gramos al día de fructosa)
a través de manzanas, deberíamos de comernos un total de 10 manzanas.

27
Debemos de ser conscientes que la fru- Por lo tanto, la presencia de fruc-
ta no es el problema, sino los productos tosa en los alimentos post entreno
ultraprocesados ricos en jarabe de maíz no compromete la resíntesis de glu-
alto en fructosa (JMAF) en un con- cógeno siempre y cuando la canti-
texto de sobrealimentación constan- dad de carbohidratos totales ingeri-
te(superávit calórico) y sedentarismo. dos sea suficiente. Hay que recordar
que la fructosa puede convertirse en
glucosa y lactato en el hígado y de
Por tanto, atender al contexto individual
ahí pasar a usarse en este sentido.

¡!
y no generalizar es clave (como siempre) a
la hora de afirmar que el consumo de fruc-
Por tanto, en entrenamientos muy in-
tosa per se es perjudicial para la salud.
tensos o de alto volumen donde hay
una gran depleción de los depósitos
Por otro lado, aunque la ingesta de fru- de glucógeno, si nuestro objetico es
ta post-entreno es de ayuda ya que nos reponer los depósitos de glucógeno,
hidrata, nos ayuda a reponer los depósi- consumir solo fruta no será lo más
tos de glucógeno y nos proporciona mi- óptimo, sobre todo aquellas con alto
cronutrientes que nos pueden ayudar a contenido en fructosa, por lo que lo
la recuperación, tomar solo fruta no es ideal es consumir otras fuentes de hi-
la mejor opción cuando el objetivo es la dratos de carbono aparte de la fruta.
repleción de los depósitos de glucóge-
no. Aunque la composición de azúcares FRUTA % FRUCTOSA
varía de una fruta a otra, sabemos que
ZUMO DE LIMÓN 0 (medio limón)
muchas contienen un alto contenido en AGUACATE 0,12-0,2g (100 gramos)
fructosa (aparte de glucosa) y la fructo- COCO ? (100 gramos)
sa es un pobre precursor de la síntesis MUY BAJO ALBARICOQUE 0,9g (100 gramos)
de glucógeno debido a la propia meta- PAPAYA 1,23g (100 gramos)
bolización de la fructosa como a la baja LICHI 1,3g (100 gramos)

cantidad de transportadores GLUT5 en SANDIA


MANGO
1,35g (100 gramos)
1,79g (100 gramos)
el sarcolema de las células musculares. CANTALUPO (FAM. MELÓN) 1,9g (100 gramos)
FRESA 2,4g (100 gramos)
De hecho, la síntesis de glucógeno NARANJA 2,5g (100 gramos)
muscular se ve deteriorada cuando se POMELO 2,1g (100 gramos)
ingiere fructosa sola o sacarosa (50% BAJO MANDARINA 2,6g (100 gramos)

glucosa + 50% fructosa) en compara- KIWI


CEREZA
3,2g (100 gramos)
3,8g (10 piezas)
ción cuando se ingiere glucosa sola. UVA 3,92g (100 gramos)
Sin embargo cuando se ingiere gluco- PIÑA 4g (rodaja)
sa + fructosa en una proporción 2:1 MEDIO MELOCOTÓN 4,29g (100 gramos)
la resíntesis de glucógeno es mayor MANZANA 5,74g (100 gramos)

que cuando se ingiere fructosa sola. MELÓN 6,14g (100 gramos)


PERA 6,75g (100 gramos)
ALTO FRUTAS SECAS (UVA, HIGO...) 6-30g (100 gramos)

Tabla 1: Contenido en fructosa de algunas frutas

28
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31
ESTRATEGIAS DE RECUPERACIÓN
EN ENTRENAMIENTO CON CARGAS PARTE I

E
POR MAELÁN FONTES
l objetivo del entrenamiento tiempo donde las respuestas bio-
es mejorar diferentes cuali- lógicas al entrenamiento se produ-
dades que se producen por cen (Bishop, Jones, & Woods, 2008).
el ciclo de estrés-recupe-
ración-adaptación, de manera que En los deportes de equipo donde
cuando se aplica un estrés al orga- se compite regularmente (normal-
nismo se altera la homeostasis que mente varias veces por semana) y
da lugar a una respuesta biológica y se entrena casi a diario, es más im-
una reducción momentánea del ren- portante aún si cabe una correcta ges-
dimiento (Clarke & Skiba, 2013). tión del estrés y de la recuperación.
Ante esa alteración de la homeosta-
sis el organismo responde median- Por lo tanto, se ha dedicado mucho
te la activación de diferentes genes, tiempo a probar e investigar diferen-
y la consecuente respuesta a nivel tes estrategias para facilitar la recupe-
molecular, para recuperarse y adap- ración y así optimizar el rendimiento.
tarse a ese estrés. El resultado final Cuanto más rápida sea la recupera-
a largo plazo es un aumento del ren- ción el deportista podrá exponerse a
dimiento (Clarke & Skiba, 2013). otro estímulo de entrenamiento más
rápido y de esa manera podrá ge-
El estrés fisiológico inducido por el nerar adaptaciones más rápidas.
ejercicio intenso es debido a varios fac-
tores: depleción de sustratos energéti- Algunas estrategias de recuperación
cos, hipertermia, daño muscular me- conocidas son las inmersiones en agua
cánico, estrés oxidativo, inflamación fría, los baños de contraste, el masaje,
y fatiga del sistema nervioso central. las medias de compresión o la elec-
El resultado final es una reducción troestimulación, además de la recupe-
del rendimiento y mayor riesgo de le- ración activa, el descanso y el sueño.
sión (Tee, Bosch, & Lambert, 2007).
Sin embargo, en el entrenamien-
Dependiendo del grado del estrés y to con cargas, ya sea con el objetivo
de la recuperación, habrá una res- de mejorar la fuerza o de hipertrofia,
puesta adecuada (adaptación) o hay menos información al respecto.
no. En términos de la fisiología del
ejercicio la recuperación se pue- En esta revisión se intentará aportar la
de describir como el periodo de información más actual posible a las

32
diferentes estrategias de recupera- observó que puede tener efectos mo-
ción orientadas al entrenamiento derados (g = 0,525) en las aguje-
con cargas. Repasaré la evidencia en tas y un efecto pequeño (g = 0,221)
deportes donde las estrategias de re- en la reducción de la creatinquinasa
cuperación han sido más estudiadas (CK), un marcador de daño muscular.
y también de los pocos estudios que
existen actualmente sobre estrategias Sin embargo, no se observó un efec-
de recuperación en entrenamiento to positivo en la fuerza muscular y sí
con cargas. Hay que tener en cuenta un efecto moderado (g = 0,597) en
que no siempre los resultados de di- la potencia. En diferentes estudios
ferentes estrategias de recuperación de entrenamiento con cargas no in-
en otros deportes pueden extrapo- cluidos en el meta-análisis de Leeder
larse al entrenamiento con cargas. y cols., los resultados son dispares.

La nutrición y la hidratación juegan En el estudio de Roberts y cols., (Ro-


un rol muy destacado en la recupera- berts et al., 2015) los resultados in-
ción, pero por lo extenso del tema se dican que CWI produce una mejo-
abordará en otro número de NATISS. ría de la carga tolerada en las tres
últimas series de un entrenamiento
consistente en 6 series de 10 repeti-
ciones, pero en otros estudios (Ar-
INMERSIÓN EN AGUA FRÍA gus et al., 2017; Peake et al., 2017)
COLD WATER IMMERSION (CWI) no se observa un efecto beneficioso.
La inmersión en agua fría consiste en
sumergirse durante 10-15 minutos en Incluso, hay estudios que indican
un recipiente con agua a una tempera- que CWI puede reducir la sínte-
tura de 5-15ºC durante 10-15 minutos. sis de proteínas ya que reduce tem-
poralmente la circulación muscular
Los posibles mecanismos de acción que es importante para la síntesis de
de CWI son una bajada de la tempe- proteínas (Figueiredo et al., 2016).
ratura central, muscular y de la piel,
produciendo vasoconstricción y re- ¡! CONCLUSIÓN
ducción de la inflamación, así como
disminución de la conducción ner- La evidencia de que CWI mejore la
viosa, el dolor y el espasmo muscu- recuperación es incierta y teniendo
lar (Wilcock, Cronin, & Hing, 2006). en cuenta los pocos estudios que exis-
ten en el entrenamiento con cargas no
Un meta-análisis (Leeder, Gissane, se puede decir todavía que es una es-
van Someren, Gregson, & Howat- trategia indispensable.
son, 2012) sobre los efectos de CWI

33
Además, algunos estudios indican desenlace subjetivo como es la sensa-
que la síntesis proteica puede estar ción de agujetas. Por el contrario, en
comprometida si se reduce la circula- un estudio de Argus y cols., (Argus
ción en el periodo post entrenamien- et al., 2017) la reducción en la con-
to. Por lo tanto, aunque podríamos tracción voluntaria máxima después
utilizar CWI en momentos puntuales de un entrenamiento con cargas no
si la carga de entrenamiento es muy fue atenuada con CWI ni con CWT.
alta, a largo plazo parece que podría
reducir las adaptaciones al entrena- Otro aspecto a destacar es que el tiem-
miento con cargas. po que se emplea en CWT suele ser
superior a CWI o recuperación ac-
tiva, por lo que se desconoce si esos
efectos inciertos son producidos sim-
BAÑOS DE CONTRASTE plemente por el efecto placebo de es-
CONTRAST WATER THERAPY (CWT) tar más tiempo con mayor presión
hidrostática y no el efecto aislado del
CWT consiste en baños de contraste contraste de temperatura. No hay que
de 3-7 minutos de exposición a agua olvidar que la mayoría de estudios al
fría (8-12ºC) seguido de baños en respecto son de calidad metodoló-
agua caliente (38-42ºC) con un índi- gica baja o como mucho moderada.
ce frío:calor de 1:1 o 1:2, es decir, una
duración igual o el doble de inmer-
sión en agua caliente. Los mecanis- ¡! CONCLUSIÓN
mos de acción de CWT se cree que Al igual que CWI la evidencia como
son debidos a combinar los efectos de estrategia de recuperación es limita-
CWI (mencionados anteriormente) da, aún más en el entrenamiento con
y de la termoterapia (agua caliente). cargas porque hay pocos estudios. De
Esta última produce vasodilatación momento no es una estrategia avalada
aumentando la circulación, el aporte por la ciencia para acelerar la recupe-
de oxígeno y de anticuerpos, facilita ración en entrenamiento con cargas.
la eliminación de metabolitos de de-
secho, y reduce el espasmo muscu-
lar y el dolor (Wilcock et al., 2006).

En una revisión de Bieuzen y cols.,


los datos indican que CWT reduce la
aparición de agujetas medido en va-
rios momentos hasta 96 horas (Bieu-
zen, Bleakley, & Costello, 2013), pero
no podemos concluir que la recupe-
ración haya mejorado solo con un

34
el rendimiento, con resultados más
MASAJES favorables que el meta-análisis antes
El masaje es probablemente la inter- mencionado para el masaje en cuanto
vención más usada para facilitar la a la recuperación tras ejercicio intenso.
recuperación. El masaje con fines de
recuperación se suele aplicar de 10 a Los datos sugieren que el masaje es
30 minutos generando, teóricamen- efectivo en la reducción de las agu-
te, efectos a nivel biomecánico, fi- jetas con un efecto grande (SMD =
siológico, neurológico y psicológico. 1,16). Además el masaje tuvo un efec-
to moderado tanto en la fuerza iso-
Las acciones del masaje se cree que son: métrica máxima (SMD = 0,56), como
ALIVIAR LA TENSIÓN MUSCULAR
en la reducción de CK (SMD = 0,64).

REDUCIR EL DOLOR Existen pocos estudios evaluando el


efecto del masaje específicamente en
HINCHAZÓN Y ESPASMO MUSCULAR la recuperación tras entrenamiento
con cargas. En uno de ellos los auto-
MEJORAR LA FLEXIBILIDAD Y RANGO DE res compararon el efecto del masaje
MOVIMIENTO
durante 15 minutos contra un control
MEJORAR LA CIRCULACIÓN después de hacer 10 series de 6 repe-
ticiones al fallo de flexores de codo.
FACILITAR LA ELIMINACIÓN DE METABOLITOS Los investigadores midieron la fuer-
DE DESECHO za, la CK y las agujetas durante varios
(Best, Hunter, Wilcox, & Haq, 2008) momentos hasta 14 días. En general
los datos indican una reducción de las
Poppendieck y cols., (Poppendieck et agujetas, de la hinchazón y de la CK,
al., 2016) revisaron la literatura e hi- pero sin efectos en la fuerza (Zainud-
cieron un meta-análisis de los efectos din, Newton, Sacco, & Nosaka, 2005).
del masaje en las agujetas. Los resul-
tados no apoyan un efecto claro del En otro estudio en el contexto de entre-
masaje en la recuperación, especial- namiento con cargas Kargarfard y cola-
mente en la recuperación tras entre- boradores investigaron el efecto de 30
namiento de fuerza con un efecto pe- minutos de masaje contra descanso nor-
queño (g = 0,18). Además, el efecto mal en 30 culturistas después de hacer
suele ser mayor en personas poco en- series de 5 repeticiones al 75-77%1RM
trenadas que personas muy entrenadas. en los niveles de CK, fuerza, salto ver-
tical y agujetas, entre otros desenlaces.
En otro meta-análisis posterior de Las mediciones se realizaron seis veces
Gou y cols., (Guo et al., 2017) los au- en un periodo de 72 horas. El masaje re-
tores además del efecto del masaje en dujo los niveles de CK comparado con
las agujetas analizaron el efecto en el control en el periodo comprendido

35
entre 24 y 72 horas, mejoró el salto
vertical durante las 72 horas posterio-
res, mejoró la fuerza isométrica en la
extensión de cuádriceps entre 24 y 72
horas, pero sin diferencias en cuanto
a las agujetas (Kargarfard et al., 2016).

¡! CONCLUSIÓN
La literatura actual no deja claro el efec-
to del masaje en la recuperación tras
esfuerzos intensos, tampoco hay evi-
dencia en el entrenamiento con cargas,
sobre todo por la escasez de estudios.
No obstante, teniendo en cuenta los
resultados del estudio de Kargarfard y
cols., el masaje puede ser una estrate-
gia adecuada si se utiliza puntualmen-
te ya que no se ha observado efectos
negativos (aunque es solo un estudio).
Al igual que CWI puede ser utilizado
en momentos de mucha carga de en-
trenamiento o tras una competición.

SUEÑO
El sueño es un estado de reposo tanto a nivel físico como mental donde la persona
pasa por un estado temporal de inactividad e inconsciencia que da lugar a múlti-
ples procesos de regeneración. Cuando el sueño es de mala calidad o corta dura-
ción disminuye la productividad y deteriora la salud (Kecklund & Axelsson, 2016).

Se considera un pilar fundamental de la recuperación de un deportista para ge-


nerar adaptaciones adecuadas al estrés impuesto por las sesiones de entrena-
miento. Además, las recomendaciones sugieren que un deportista debe dormir
más que una persona sedentaria (7-9 horas contra 9-10 horas en deportis-
tas) para poder recuperarse de las demandas del entrenamiento (Bird, 2013).

36
La deprivación de sueño (no dormir una noche) o la restricción de sue-
ño (dormir poco o mal) se ha asociado a menor rendimiento depor-
tivo en general. En cuanto al efecto de la alteración en el patrón ade-
cuado del sueño en el desarrollo de la fuerza hay una reciente revisión
sistemática sobre el tema (Knowles, Drinkwater, Urwin, Lamon, & Aisbett, 2018).

Los 17 estudios incluidos finalmente en la revisión tenían una calidad moderada


(13 estudios) o débil (4 estudios). Según los resultados, la deprivación de sueño no
tiene un impacto negativo en el desarrollo de fuerza en entrenamiento con cargas
pero varias noches consecutivas de restricción de sueño sí reduce el rendimiento
de fuerza.

Pero, interesantemente, ese efecto negativo es más marcado en ejercicios


multiarticulares que en ejercicios monoarticulares.

Además, otro resultado destacable es que la cafeína o entrenar en grupo (para au-
mentar la motivación) puede mitigar los efectos negativos de la restricción de sueño.

Por último, un estudio incluido en esa revisión sistemática sugiere que cuan-
do hay deprivación de sueño (por ejemplo, en alguien que trabaje de noche),
el desarrollo de fuerza es menor si entrena de tarde que de mañana (Souissi et
al., 2013). En otras disciplinas como el rugby hay más evidencia (clasificada
como alta) de que dormir menos tiene efectos deletéreos en el rendimiento.

¡! CONCLUSIÓN
A pesar de que todavía no hay suficientes estudios sobre la deprivación/res-
tricción de sueño en entrenamiento con cargas, y teniendo en cuenta los da-
tos de otras disciplinas, parece prudente concluir que el sueño sí juega un
rol importante en la recuperación. Si el entrenamiento incluye movimientos
con grandes grupos musculares parece más importante aún dormir bien.

Si por circunstancias inevitables una persona no duerme (por ejem-


plo si trabaja por turnos rotatorios) parece más adecuado entre-
nar por la mañana que por la tarde. El uso de cafeína o entrenar en gru-
po ayuda a mejorar el rendimiento si no ha habido un sueño reparador.

37
Finalmente, la literatura en otras disciplinas recomienda hacer siestas de <30 minu-
tos para compensar la falta de sueño.

¡! CONCLUSIÓN
MEDIAS DE COMPRESIÓN
El uso de medias de compresión es una Existe poca investigación del efecto de
estrategia utilizada comúnmente por as medias de compresión en el entre-
deportistas de diferentes disciplinas. namiento con cargas, pero los pocos
El mecanismo de acción más plausi- estudios que existen sugieren que pue-
ble es que la compresión que produ- den ser beneficiosas para recuperar la
cen las medias reducen el edema y la fuerza sin generar efectos negativos.
inflamación de los músculos trabaja-
dos, facilitando así la recuperación.

Hasta hace unos años existía bastante


controversia acerca de los posibles be-
neficios de las medidas de compresión
(MacRae, Cotter, & Laing, 2011), sin
embargo, varios estudios en la última
década han aportado algo de luz sobre
este tema. En otras disciplinas como el
rugby o el baloncesto no hay evidencia
sólida sobre los beneficios de las me-
dias de compresión en la recuperación
(Calleja-González et al., 2016). Brown
y cols., publicaron un meta-análisis que
incluyó 23 estudios sobre el efecto de
las medias de compresión en general.

Interesantemente, los datos indican que


de todos los desenlaces analizados el
mayor efecto se produce en la recupe-
ración de la fuerza con un efecto grande
(1,33) a partir de 24 horas después de
entrenamiento con cargas (Brown et al.,
2017). En cuanto a la presión, los datos
no indican una gran diferencia entre una
presión mayor o menor de 15mmHg.

38
a la conclusión de que los datos de dife-
RECUPERACIÓN rentes estudios son conflictivos (Tava-
ACTIVA (RA) res, Smith, & Driller, 2017). En general,
los resultados de la recuperación activa
La recuperación activa consiste en lo en diferentes disciplinas son dispares.
que se conoce como «vuelta a la cal-
ma» y se suele realizar inmediatamente Tan solo unos cuantos estudios han
después de la actividad o en días poste- experimentado los efectos de la RA en
riores. El protocolo más utilizado con- el entrenamiento con cargas. Peake y
siste en ejercicio aeróbico al 30-60% cols., analizaron las posibles diferen-
del VO2máx durante unos 15 minutos. cias entre CWI y RA en marcadores
inflamatorios tras una sesión de en-
Los posibles efectos positivos de trenamiento con cargas (Peake et al.,
la RA incluyen: reducción del ede- 2017), con unos resultados que no
ma, facilitación de la regeneración muestran diferencia entre las dos inter-
de fibras musculares, y una reduc- venciones. Abaïdia y cols., investigaron
ción de la inflamación resultante si una sesión de RA (cinco ejercicios
tras ejercicios con mucha intensidad. con cargas para el torso) realizada al
día siguiente de una sesión de ejerci-
La recuperación activa es una de las es- cios excéntricos de flexores de rodilla
trategias más utilizadas para acelerar la comparado con recuperación pasiva
recuperación, pero como ocurre algu- acelera la recuperación (Abaïdia et al.,
nas veces, la base científica que la so- 2017). Los resultados indican que la
porta no es siempre sólida. Se ha estu- fuerza concéntrica de los flexores de
diado el efecto de la recuperación activa rodilla se recuperó antes con la RA que
en deportes como el rugby, el balonces- la recuperación pasiva a las 24 horas.
to o el fútbol. Se ha observado que la
recuperación activa ayuda a eliminar
el lactato o reducir los niveles de CK, y Finalmente, un estudio publicado este año
por eso se le ha atribuido una función investigó los efectos de RA en la recuperación
de mejorar la recuperación. Pero facili- de un entrenamiento con cargas, en concreto
tar la eliminación del lactato o reducir el Press de banca (Bartolomei et al., 2019).
la CK no significa necesariamente una
recuperación más rápida. Incluso se Los sujetos, en un diseño cruzado, fue-
ha observado que la recuperación acti- ron asignados de forma aleatoria a ha-
va puede interferir con la repleción de cer RA o recuperación pasiva a las 6 y
glucógeno, sobre todo en fibras tipo 1, 30 horas después del entrenamiento.
hasta el punto que no se aconseja como El entrenamiento consistió en 8 series
una estrategia adecuada en el fútbol de 10 repeticiones con el 70%1RM. El
(Nédélec et al., 2013). Tavares y cols., protocolo de RA consistió en 5 series
realizaron una revisión sobre diferentes de 10 repeticiones con el 10%1RM.
estrategias de recuperación en rugby,
incluida la recuperación activa llegando

39
Los resultados sugieren que el protoco-
lo RA aceleró la recuperación hasta las
24 horas respecto al protocolo pasivo.

¡! CONCLUSIÓN
A pesar de que en otras disciplinas
no hay evidencia de que la RA pueda
acelerar la recuperación, los datos
de unos pocos estudios con entrena-
miento con cargas sugieren que pue-
de acelerar la recuperación. Pero, no
se puede establecer un patrón por-
que en uno de los estudios el pro-
tocolo de RA trabajó otros músculos
y en otro estudio trabajó los mismos
músculos (aunque con una intensi-
dad muy baja, del 10%1RM) que el
grupo muscular trabajado en la se-
sión de entrenamiento con cargas.

40
¡!
APLICACIÓN PRÁCTICA
Con base en la literatura actual, podemos tener en cuenta las siguientes estrategias
de recuperación.

No obstante, todas esas estrategias quedan a un nivel inferior con respecto a una
buena programación de las variables del entrenamiento y del manejo de la fatiga
(figura 1). Si el programa de entrenamiento no está adecuadamente diseñado y
personalizado ninguna estrategia de recuperación puede compensar ese error.
¡!
Además, obviamente la nutrición también juega un rol indispensable en la re-
cuperación, pero sería un tema a tratar en otro número. ¡!
Si hiciéramos una analogía con una jarra y el contenido, podríamos decir que la jarra
que contiene todo es la programación, y que esa jarra la podemos llenar con cosas
como el sueño/descanso, recuperación activa, masaje, etc. Pero, sin la jarra no ten-
dríamos nada.

¡! INMERSIÓN AGUA FRÍA/COMPRESIÓN

MASAJE

RECUPERACIÓN ACTIVA

SUEÑO/DESCANSO
/NUTRICIÓN/HIDRATACIÓN

PROGRAMACIÓN ¡!

Figura 1. La base de una recuperación es una buena programación, que se complementa con el
contenido de la jarra.

41
¡! APLICACIONES
Sueño: dormir 7-9 horas y si no es su- Inmersión en agua fría o baños de
ficiente (por ejemplo, en épocas de más contraste: aunque podría ayudar a la
carga de entrenamiento) intentar que recuperación no hay suficiente infor-
sean al menos 9. Si una noche no se puede mación en el entrenamiento con cargas
dormir es preferible entrenar por la ma- además de dos inconvenientes: 1) po-
ñana que esperar a entrenar por la tarde, dría disminuir la síntesis de proteínas
aunque en condiciones normales el desa- y 2) no es fácil tener acceso a baños de
rrollo de la fuerza es mayor por la tarde agua fría o contraste. Pero, tras un meso-
(como se analizó en el número 3 de NA- ciclo muy demandante o una competi-
TISS). Si hay falta de sueño una siesta de ción puede ser utilizado puntualmente.
<30 minutos ayuda a la recuperación. El
uso de cafeína o entrenar en grupo para Medias de compresión: aunque no
aumentar la motivación puede mejorar haya muchos estudios parece que pue-
el rendimiento en una sesión, pero no es de ser una estrategia que mejore la
aconsejable hacerlo de forma habitual. recuperación sin efectos negativos.
EFECTO PLACEBO
Recuperacion: los pocos datos que hay Para concluir, no hay que descartar el efecto
de hacer una sesión muy ligera con los placebo y el bienestar que generen ciertas in-
mismos grupos musculares (o una sesión tervenciones. Por ejemplo, el masaje suele es-
trabajando otros grupos musculares) ho- tar asociado a sensación de bienestar y placer
ras o un día después de un entrenamiento y puede ser utilizado si la persona se encuen-
con cargas sugieren que puede ser una es- tra mejor tras un masaje.
trategia interesante para mejorar la recu- ¡!
peración. Una opción es hacer un entre-
namiento al día siguiente de los mismos
grupos musculares pero con una inten-
sidad muy baja (10%1RM). No obstante,
esta intervención puede interferir con el
desarrollo normal de un microciclo si hay
una frecuencia de entrenamiento alta.

Masaje: no hay suficiente evidencia


que respalde al masaje como estrate-
gia para la recuperación, pero puede
ser utilizada puntualmente después de
un periodo de mucha carga de entrena-
miento o de una competición porque
no se han observado efectos negativos.

42
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45
LA GUERRA DE LAS DIETAS
¿QUÉ DICE LA CIENCIA?

S
POR SERGIO ESPINAR
i nos asomamos un instante a las Para entender al punto que voy, vamos
redes sociales, podremos ver el a destripar la siguiente revisión (1) en la
campo de batalla que se ha orga- que se hizo una búsqueda bibliográfica
nizado en cuanto a la nutrición se re- desde 2013 en adelante con términos
fiere. Divulgadores que defienden su como “baja/alta en carbohidratos, alta
estrategia nutricional como la única y en proteína, baja/alta en grasa…etc”.
verdadera, como si de una religión se
tratase. ¿La dieta cetogénica? La me- Posteriormente, seleccionaron aquellos estudios
jor para perder grasa. ¿Ayuno inter- que cumplieran los siguientes criterios:
mente? La bala mágica para mante-
nerte joven. ¿Qué buscas ser el nuevo
Usain Bolt? Ve a la sección de segui- A
Minimo 50 adultos con un índice de masa
dores de dietas altas en carbohidratos. corporal (IMC) superior a 25Kg/m2.
Así, llenamos las redes de testimonios
diciendo como cualquiera de las an-
teriores estrategias les ha cambiado la
B Una duración mínima de 2 meses y un año
vida y cómo han encontrado la solu- de seguimiento.
ción a todos sus problemas. No obstan-
te, la realidad es que existe la paradoja
de las dietas, o en otras palabras, todas
las dietas fracasan y todas funcionan
cuando se habla de pérdida de grasa.

¿? QUÉ QUIERE DECIR ESTO

Pues que si conseguimos crear un


déficit calórico, todas las dietas ci-
tadas en el párrafo superior produ-
cirán pérdida de peso, sin embargo,
el problema es mantener esa pérdida
de peso a largo plazo, siendo este el
punto en el que todas fracasan.

46
RESULTADOS 2 DIETAS ALTAS EN PROTEÍNA
M D ( n = 1 4A
) pesarK de
D ( nque
= 1 5 )en la revisión
p co-
1 DIETAS BAJAS EN CARBOHIDRATOS mentan que algunos estudios mues-
SEXO tran beneficios de las dietas altas
Los investigadores observaron que
varios de en proteína a la hora de perder más
E Dlos
A D estudios
( a ñ o s )mostraban que peso, si que aseguran no ser sufi-
las dietas cetogénicas eran superiores
a las dietas altas en carbohidratos en cientes como para asegurar este he-
cuantoAaLlaT Upérdida
R A ( cdem )peso se refiere. cho. No obstante, creo que es de vi-
tal importancia ver qué consideran
P E S(y
Sin embargo O este
( K es
g )el dato interesan- los autores “dietas altas en proteína”.
te), en algunos de esos estudios se pudo
IMC
apreciar que los grupos que hacían una Cuando revisamos algunos de los es-
dieta alta en carbohidratos no tenían tudios utilizados vemos que la meto-
restricción
G R A Scalórica,
A C O R por
P (% lo )que muchos dología no es la idónea:
de los resultados beneficiosos observa-
dos en las dietas bajas en carbohidratos Estudio 1. La dieta alta en pro-
se deben al menor consumo calórico. teína tenía 90g, la dieta baja en
proteínas 80g. La diferencia entre
Ya vimos en otro número anterior de ambas dietas era solo de 10g. (3)
NATISS la regla de que cuando se igua-
lan aporte calórico y de proteínas, no Estudio 2. No dan información de
hay diferencia en la pérdida de peso. la ingesta calórica. (4)
Ejemplo de ello es uno de los mayores
estudios recientes, el estudio DIET- Estudio 3. La dieta alta en proteína
FITS (2) en el que 609 adultos de entre no tuvo beneficios sobre la masa
18-50 años siguieron una dieta alta en muscular, sin embargo, dicha in-
carbohidratos o alta en grasa durante gesta solo fue de 1.3g de proteína/
un año. Kg peso corporal.

Estudio 4. Aquí los obesos consu-


El resultado fue que la diferencia de peso en- mían cerca de 140g de proteína,
tre una dieta baja en carbohidratos (29% del sin embargo, los datos de compo-
total calórico) o una dieta moderada en car-
bohidratos (48% del total calórico) fue de tan
sición corporal no los dan.
etc.
solo 0,7kg al año, o lo que es lo mismo, 58gra-
mos de peso al mes.
¿Suena ridículo verdad?

47
Podemos ver como en muchos de los estudios faltan información o las dietas “al-
tas en proteína” no superan el 1.4g de proteína/Kg peso corporal.

¿ PODEMOS ENTONCES EXTRAPOLAR LOS RESULTADOS AL ÁMBITO FITNESS


¿
Desde luego que no. Cuando tratamos una población con una alta masa muscular,
bajo porcentaje de grasa, entrenamiento de pesas y con ingestas superiores a los
2gramos/kg, el resultado será totalmente diferente.

3 AYUNO INTERMITENTE

En este caso, los autores muestran como el ayuno intermitente no es superior a


una restricción calórica lineal. No obstante, si que quiero recalcar que en algunos
estudios observacionales si que podemos apreciar que las personas que hacen
ayuno intermitente consumen menos calorías durante la semana, lo cual facilita-
ría el déficit calórico y por lo tanto la pérdida de grasa.

4 DIETAS VEGETARIANAS/VEGANAS

En este caso, un meta análisis con 12 estudios mostró que con una duración me-
dia de 3.5 meses, las personas omnívoras perdían 2kg menos que aquellas persona
que habían seguido una dieta vegetariana, siendo este efecto más marcado en las
personas que seguían una dieta vegana.

Sin embargo creo que hay dos puntos de importancia a destacar aquí:

1 Hablan del peso perdido pero no de la composición corporal, por lo que es


posible que el grupo vegano haya perdido más masa muscular

2 Los propios autores declaran que esta mayor pérdida puede deberse a la
mayor restricción calórica.

48
¡!
En resumen, lo que nos viene a demos-
CONCLUSIÓN trar esta nueva revisión es que podemos
Tal como recalcan literalmente los autores: utilizar diferentes estrategias nutricio-


nales en función de la persona, consi-
guiendo resultados similares. Tal como
Concluimos que una variedad de enfo- recalcan otros estudios, el factor de ma-
ques dietéticos pueden conseguir una yor importancia es la adherencia, o lo
pérdida de peso significativa, si se lo- que es lo mismo, la capacidad que tiene
gra un déficit calórico. Una dieta equi- esa persona a seguir el plan por el res-
librada hipocalórica, que contenga la to de sus días. Habrá gente que disfrute
cantidad de proteína recomendada, es más comer cada 3h, otros que disfruta-
la adecuada para la pérdida de peso. En rán más hacer 3 comidas, altas o bajas en
relación al aporte de carbohidratos, la carbohidratos, elimintando gluten, etc.
evidencia existente indica que una die-
ta baja en carbohidratos produce una Lo importante es buscar la forma de
pérdida de peso similar a una dieta con comer que más cómodo nos resulte,
un mayor contenido de carbohidratos. porque solo así, conseguiremos mante-
Los protocolos dietéticos centrados en ner la pérdida de peso.
los alimentos o los patrones dietéticos
específicos también pueden producir
pérdida de peso siempre que induzcan
un déficit calórico.

En otras palabras, podemos ver que
todas las dietas pueden producir pér-
dida del peso si consiguen alcanzar el
déficit calórico a largo plazo, no obs-
tante, parece más que evidente que el
objetivo principal debe ser la pérdida
de grasa y no de peso, de ahí que las
dietas con un mayor aporte protéico
tengan mejores resultados a nivel de
composición corporal. Aún así, la ma-
yoría de dietas muestran un estanca-
miento (o efecto plateau) a partir de
los 6 meses, por lo que es de gran im-
portancia buscar estudios que tengan
una duración mínima de medio año.

49
REFERENCIA PRINCIPAL
1. Yannakoulia M, Poulimeneas D, Mamalaki E, Anastasiou CA. Dietary modifica-
tions for weight loss and weight loss maintenance. Metabolism. 2019 Mar;92:153-
162. doi: 10.1016/j.metabol.2019.01.001. Epub 2019 Jan 6.

REFERENCIAS
2. Gardner, C. D., Trepanowski, J. F., Del Gobbo, L. C., Hauser, M. E., Rigdon, J.,
Ioannidis, J., … King, A. C. (2018). Effect of Low-Fat vs Low-Carbohydrate Diet
on 12-Month Weight Loss in Overweight Adults and the Association With Genoty-
pe Pattern or Insulin Secretion: The DIETFITS Randomized Clinical Trial. JAMA,
319(7), 667–679. doi:10.1001/jama.2018.0245

3. Jesudason D, Nordin BC, Keogh J, Clifton P. Comparison of 2 weight-loss diets of


different protein content on bone health: a randomized trial. Am J Clin Nutr. 2013
Nov;98(5):1343-52. doi: 10.3945/ajcn.113.058586. Epub 2013 Sep 18.

4. ] Watson NA, Dyer KA, Buckley JD, Brinkworth GD, Coates AM, Parfitt G, et al.
Comparison of two low-fat diets, differing in protein and carbohydrate, on psycho-
logical wellbeing in adults with obesity and type 2 diabetes: a randomised clinical
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5. Verreijen AM, Engberink MF, Memelink RG, van der Plas SE, Visser M, Weijs PJ.
Effect of a high protein diet and/or resistance exercise on the preservation of fat free
mass during weight loss in overweight and obese older adults: a randomized con-
trolled trial. Nutr J 2017;16:10.

6. Moran LJ, Brinkworth GD, Martin S, Wycherley TP, Stuckey B, Lutze J, et al. Lon-
gterm effects of a randomised controlled trial comparing high protein or high car-
bohydrate weight loss diets on testosterone, SHBG, erectile and urinary function in
overweight and obese men. PLoS One 2016;11:e0161297.

7. [99] Huang RY, Huang CC, Hu FB, Chavarro JE. Vegetarian Diets and Weight
Reduction: a Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. Journal of general
internal medicine. 2016;31:109-16.

50
¿USAR SALES DE AMONIACO PARA
MEJORAR EL RENDIMIENTO EN FUERZA?

E
POR JORDAN SANTOS-CONCEJERO
l uso de sales de amonia- Tradicionalmente, estas sales eran
co como inhalante es una inhaladas como remedio contra los
práctica bastante extendi- desmayos y la pérdida de conscien-
da entre competidores de cia (McCrory, 2006). El amoniaco en
deportes de fuerza, especialmente forma de gas provoca una irritación
halterófilos y powerlifters (Pritchard extrema y rápida de las mucosas na-
y cols, 2014). Sin embargo, es tam- sales y la membrana pulmonar, acti-
bién común el empleo de estos in- vando un reflejo involuntario de inha-
halantes entre deportistas de otras lación profunda. Este reflejo altera el
disciplinas como entre asaltos du- patrón de respiración, mejorando el
rante deportes de combate como el flujo respiratorio y el estado de cons-
boxeo, o durante los descansos en ciencia y alerta. Algunos autores han
muchos deportes de equipo como el descrito incluso una mayor velocidad
fútbol (Velasquez, 2011). Su uso no de flujo sanguíneo en la arteria cere-
está prohibido por la agencia mun- bral media y un incremento de la fre-
dial antidopaje y de hecho, distintas cuencia cardíaca (Perry y cols, 2016).
federaciones internacionales, como
por ejemplo la International Power- Un estudio relativamente reciente que
lifting Federation (IPF) permiten su analizó la prevalencia de uso de este
uso, siempre y cuando, tal y como es- tipo de inhalantes en competidores
tablece el reglamento: “El levantador de powerlifting, reveló que un 49% de
no puede... inhalar sales de amonía- los encuestados los habían usado al
co a la vista del público” (IPF, 2019). menos una vez, un 78% consideraba
que tenían efecto ergogénico (es de-
Estos inhalantes, a los que se atri- cir, que ayudaba a mejorar el rendi-
buyen propiedades reconstituyentes miento) y un 80% consideraba seguro
y/o estimulantes, se pueden comer- su uso (Pritchard y cols, 2014). Esto
cializar como preparados de carbo- contrasta con la opinión de muchos
nato de amonio ((NH4)2CO3H2O) profesionales de la salud y la medici-
y sustancias perfumadas, o en for- na deportiva, quienes debido a la to-
ma de amoniaco diluido en una xicidad del amoniaco y que entre sus
mezcla de alcohol y agua (estas úl- efectos se incluye el camuflar los efec-
timas son las que más fácilmente tos de una lesión subyacente (especial-
pueden encontrarse por internet). mente en casos de traumatismos en

51
deportes de combate o de equipo), se Los investigadores hipotetizaron que
oponen al uso de estos inhalantes en el debido a su supuesto efecto estimulante,
deporte (por ejemplo en Canadá está los inhalantes mejorarían significativa-
prohibida su venta) (Reynolds, 2004). mente el rendimiento en este ejercicio.

En cualquier caso, a pesar de lo exten- Metogología


dido de su uso y la firme creencia de
los deportistas de su efecto ergogéni- Para testear la hipótesis los investiga-
co, la realidad es que la evidencia que dores reclutaron un total de 20 parti-
apoye su uso es muy escasa. Por ejem- cipantes (10 hombres y 10 mujeres),
plo, un estudio de 2014 no encontró estudiantes de Ciencias del deporte
mejoras en el números de repeticio- (rango de edad: 19 a 34 años). Los par-
nes que se podían hacer en sentadilla ticipantes, que tenían al menos 2 años
o en press de banca al 85% del 1-RM de experiencia en entrenamiento con
tras usar inhalantes de amonio (Rich- cargas (aunque ninguno de los partici-
mond y cols., 2014). Tampoco parecía pantes era un levantador competitivo
mejorar la fuerza máxima en ejerci- ni altamente entrenado), nunca habían
cio de rack-pull, la tasa de desarrollo usado antes sales de amonio inhaladas.
de la fuerza o la actividad muscular
medida con electromiografía (Perry Antes de empezar el estudio, los partici-
y cols., 2016). Entre la escasa eviden- pantes fueron instruidos en cómo reali-
cia a su favor, cabría destacar la mejo- zar el ejercicio de peso muerto de mane-
ra en el test de Wingate y la potencia ra correcta. Durante el tiempo que duró
anaeróbica tras un partido de fútbol del estudio se les pidió que no cambiaran
americano simulado (Secrest, n.d.). sus rutinas de entrenamiento, dieta, pa-
trones de hidratación y que evitaran en
En este contexto de escasa evidencia y resul- la medida de lo posible entrenamientos
tados contradictorios, se han publicado muy muy pesados fuera de los planificados
recientemente 2 estudios que analizan los po- para la investigación. A los participan-
sibles efectos del uso de sales de amonio como tes se les permitió el uso de cualquier
estrategia ergogénica en deportes de fuerza. accesorio, incluidos calzado de halte-
rofilia, cinturones, rodilleras e incluso
correas, aunque se les pidió que usaran
el mismo equipamiento y técnica de le-
vantamiento para todas las mediciones.
ESTUDIO 1 (Vigil y cols., 2018)
Los participantes fueron testeados en 3
Objetivo e hipótesis ocasiones a lo largo de 7 días (el proto-
El objetivo del estudio fue el comprobar colo del estudio se encuentra resumido
si la inhalación de sales de amoniaco tie- en la Tabla 1.1). En la primera sesión,
ne efectos positivos en el rendimiento en después de un calentamiento estandari-
una prueba de fuerza dinámica máxima zado, se calculó su 1-RM inicial de peso
(1-RM) en el ejercicio de peso muerto. muerto (baseline).

52
Tras esta sesión inicial, los participantes fueron divididos en grupos en función de la
marca 1-RM obtenida y su sexo (hombres vs. mujeres).

Posteriormente y tras 72 horas de descanso, de manera aleatoria, cada grupo realizó un


intento de 1-RM en peso muerto usando sales de amoniaco o agua como inhalante. 72
horas más tarde, se repitió el intento de 1-RM de peso muerto con el tratamiento restante
para cada uno de los grupos.

El calentamiento estandarizado, usando tanto para el cálculo del 1-RM de peso


muerto baseline como para los intentos de 1-RM con tratamiento (amonio vs.
agua), consistía en 2x10 fire hydrants con cada pierna, estiramientos del flexor de
cadera (lunge strech) (2x10 segundos); buenos días con mancuernas (2x10 con 10
y 20 libras); y por último 3x5 repeticiones al 45% y 2x3 repeticiones al 50% del
1-RM estimado del peso muerto.

SESIÓN 1 SESIÓN 2 SESIÓN 3


Calentamiento estandarizado

Cálculo de RM peso muerto Calentamiento estandarizado Calentamiento estandarizado


(Baseline)

Intento de RM Intento de RM
Asignación a grupo en peso muerto con en peso muerto con
en función de sexo y RM el tratamiento asignado tratamiento restante
(Amoniaco o agua)

Asignación orden de tratamiento


(Amoniaco vs. Agua)

72h 72h
2x65% 1-RM 2x65% 1-RM

2x75% 1-RM 2x75% 1-RM

1x85% 1-RM 1x85% 1-RM


APROXIMACIÓN
PESO MUERTO 1x90% 1-RM 1x90% 1-RM
EN BASE AL 1-RM
1x95 1-RM 1x95 1-RM

1x100% 1-RM 1x100% 1-RM

1x102.5% 1-RM* 1x102.5% 1-RM*

1x105% 1-RM* 1x105% 1-RM*

1x107.5% 1-RM* 1x107.5% 1-RM*

* Hasta el fallo
Tabla 1.1. Protocolo del estudio (Adaptado de Vigil y cols., 2018)

53
La aproximación utilizada para intentar Equipamiento utilizado:
el 1-RM de peso muerto los días del tra-
tamiento fue la siguiente: 2 repeticiones Para el estudio se utilizó una barra
al 65 y al 75% del 1-RM y una repetición olímpica de entrenamiento Rogue Fitness
al 85, 90 y 95 del 1-RM. Posteriormente de 28mm con abrazaderas. Los discos
se realizaba el intento de igualar el récord fueron Bumper Rogue Fitness Echo Series
baseline (1x100% 1-RM) y por último, de 2.5, 5, 10, 15, 25, 35, 45, 55 libras. El
ya con el tratamiento, intentos de nue- cálculo del peso muerto se realizó sobre
vo récord hasta el fallo (1x102.5% 1-RM, una plataforma estándar de halterofilia
1x105% 1-RM, 1x107.5% 1-RM etc.). de 2.4 m x 2.4 m (Pro-Maxima FW-147).

Para las sesiones con tratamiento (se- Tratamiento:


siones 2 y 3), los participantes inhala-
ban el tratamiento asignado de manera
Las sales de amoniaco utilizadas fue-
ron un kit comercial (South Norwalk)
aleatoria y trataban de levantar el 102.5,
de inhalante de amoniaco médico. Cada
105 y 107.5% del 1-RM conseguido en la
cápsula contenía una solución 0.33 ml
sesión 1 o baseline. Se pedía a los parti-
de amoniaco (50 mg, 15%), etanol des-
cipantes que se prepararan antes del le-
naturalizado (35%) y agua (50%). La do-
vantamiento (ajustar el cinturón, tensar
sis consistía en una primera inhalación
correas etc.), que realizaran una inhala-
máxima a dos pulgadas de la nariz, y una
ción máxima de la botella asignada y que
segunda inhalación profunda producto
realizaran el intento de levantamiento
del reflejo respiratorio. En el caso del tra-
dentro de los 15 segundos post-inhala-
tamiento control (agua), se realizaba en
ción. Tanto el amoniaco como el agua se
una botella opaca idéntica a la usada para
encontraban en botellas opacas idénticas.
el amonio.
Sin embargo, aunque participantes e inves-
tigadores fueron cegados y de inicio no sabían
en la si iban a usar sales de amoniaco o agua,
tras la primera exposición, por las propias ca-
racterísticas del amonio, los participantes po-
dían deducir qué tratamiento les había corres-
pondido en esa sesión y en la siguiente.

Si uno de los participantes fallaba un


levantamiento, se le permitían 3 mi-
nutos de descanso y un nuevo intento
(de nuevo teniendo que inhalar el tra-
tamiento asignado). Cada participan-
te fue testeado, a la misma hora del día,
para calcular su 1-RM baseline, con
amonio y con agua, teniendo 72 horas
de descanso entre sesiones (Tabla 1.1).

54
Resultados
Los 10 hombres y 10 mujeres reclutados inicialmente completaron el estudio. Tal
y como era de esperar, los hombres fueron más pesados y obtuvieron mejor ren-
dimiento tanto absoluto (kg) como relativo (kg/kg) que las mujeres (Tabla 2.1).

Variable Hombres (n=10) Mujeres (n=10)


Edad (años) 21 ± 1 22 ± 5
Peso corporal (kg) 75.2 ± 6.8* 66.6 ± 8.1
1-RM de peso muerto absoluto baseline (kg) 151.8 ± 42.3* 93.0 ± 15.4
1-RM de peso muerto relativo baseline (kg/kg) 2.01 ± 0.5* 1.42 ± 0.27

* Significativamente diferente de las mujeres (p<0.05)

Tabla 2.1. Características de los participantes. Medias ± SD (Adaptado de Vigil y cols., 2018)

El resultado más interesante de este trabajo fue que no se hallaron diferencias en


el rendimiento del 1-RM de peso muerto entre ambas condiciones de tratamiento
(amoniaco = 2.2 ± 1.2 kg vs. agua = 2.1 ± 1.3 kg con respecto al 1-RM de baseli-
ne, p=0.629). El haber agrupado a los participantes por sexo y marca a la hora de
asignar el orden de los tratamientos (agua/amoniaco vs. amoniaco/agua), no tuvo
ningún efecto sobre el resultado.

55
de inhalante (control), usando sales de
ESTUDIO 2 (Bartolomei y cols., 2018) amoniaco como inhalante, o usando un
placebo. El estudio fue de doble ciego, ya
Objetivo e hipótesis que ni los participantes ni los investiga-
El objetivo de este estudio fue el in- dores sabían de antemano el tratamiento
vestigar la influencia de la inhalación asignado para cada sesión. En las sesio-
de sales de amoniaco en la potencia y nes con tratamiento (amoniaco vs. pla-
fuerza isométrica máxima del tren in- cebo), el inhalante fue esnifado durante 3
ferior en hombres entrenados. Los au- segundos 10 segundos antes de los tests.
tores hipotetizaron que los inhalantes
de amoniaco serían más efectivos para
la mejora de la tasa del desarrollo de la
Mediciones:
fuerza que la fuerza isométrica máxima. La potencia pico del salto en contra-
movimiento (CMJP) se calculó tenien-
do en cuenta la altura conseguida y la
Metodología masa corporal del participante según la
Un total de 20 hombres entrenados siguiente ecuación:
(edad = 26.7 ± 3.7 años; masa corpo- POTENCIA PICO
ral = 80.59 ± 9.0 kg; estatura = 179.5 ±
5.7 cm) fueron testeados en el estudio 60.7 . altura de salto + 45.3 . peso corporal - 2055
para la potencia de salto en contramovi-
miento (o CMPJ del inglés counter mo- Aagard y cols, 2001
vement jump power), la máxima tasa de
desarrollo de la fuerza (o mRFD del in- Los participantes realizaron 3 saltos con 3
glés maximal rate of force development minutos de descanso entre saltos. Debían
y la fuerza isométrica máxima expresa- mantener las manos en las caderas y sal-
da durante un tirón desde rack (IMTP, tar lo más alto posible. La fuerza máxima
del inglés isometric mid-thigh pull). isométrica se realizó con un tirón desde
rack (IMTP) desde la mitad del cuádriceps
Todos los participantes tenían una expe- aproximadamente sobre una plataforma
riencia en entrenamiento de fuerza de al de fuerza (Kisler Force Plate) a 500 Hz. Se
menos 3 años (media de 6.6 ± 3.5 años de solicitó a los participantes que mantuvie-
experiencia); y estaban familiarizados con ran una posición corporal similar a la del
ejercicios de powerlifting y halterofilia. según tirón de una cargada/arrancada. Se
midió el ángulo de las rodillas, caderas
Los participantes acudieron al labora- y anchura del agarre para replicarlo en
torio en 3 ocasiones separadas. En cada cada una de las sesiones (sobre 40º y 55º
una de las sesiones, se requirió a los par- para rodillas y cadera, respectivamente).
ticipantes que realizaran test de fuerza y
potencia máxima sin usar ningún tipo

56
Los participantes, usando correas, completaron entonces un total de 3 tirones iso-
métricos máximos de 6 segundos con una recuperación de 3 minutos entre inten-
tos. Para el IMTP, la fuerza pico y las tasas de desarrollo de la fuerza se calcularon
siguiendo las directrices de Haff y cols. (2015). La tasa máxima de desarrollo de la
fuerza se calculó usando una venta de 20 milisegundos.

Tratamiento:
Las sales de amoniaco utilizadas (Dynarex Corporation) se encontraban en cáp-
sulas de 0.3 mL que eran rotas justo antes del test y colocadas en un microtubo de
centrífuga. En el caso del placebo (Vicks VapoRub), éste se encontraba en forma
líquida y también era vertido en un microtubo de centrífuga idéntico. La inhalación
del tratamiento se realizaba a unos 10 cm de las vías respiratorias del participante.

Antes de las mediciones de fuerza y potencia, todos los participantes realizaron un


calentamiento estandarizado consistente en 5 minutos de cicloergómetro a baja in-
tensidad, 10 sentadillas sin carga, 10 zancadas profundas sin carga, 10 estiramientos
de isquiotibiales y cuádriceps en marcha y 2 sentadillas con salto.

Resultados
Los resultados obtenidos en el CMPJ y el IMTP se encuentran detallados en la tabla
1.2. No hubo diferencias entre el uso de amoniaco y placebo ni en la potencia pico de
salto ni en la fuerza isométrica máxima desarrollada.

SESIÓN
MEDICIÓN
Sin inhalantes Amoniaco Placebo
CMPJ (W) 4080.9 ± 833.5 4338.9 ± 547.7 4252.4 ± 497.2
IMTP (N) 3559.7 ± 643.4 3732.8 ± 684.7 3517.7 ± 646.4

Tabla 1.2. Potencia expresada en el salto en contramovimiento (CMPJ) y máxima fuerza isométrica
medida en tirón desde rack (IMTP) medida sin inhalantes (control), usando sales de amoniaco y un
placebo. Los valores expresados son medias ± SD (Adapatdo de Bartolomei y cols., 2018).

57
Curiosamente, sí se encontraron diferencias significativas en la máxima tasa de
desarrollo de la fuerza (mRFD) al comparar el uso de inhalantes de amoniaco, en
comparación con el placebo y el control. El uso de sales de amoniaco fue, de hecho,
significativamente superior al control (p = 0.032) y también al placebo (p = 0.009),
mientras que el placebo y el control mostraron mRFD similares (p > 0.1).

20000 *
mRED (N/s)

15000

10000

5000
Control Amoniaco Placebo

Figura 1.2. Cambios en la máxima tasa de desarrollo de la fuerza (mRFD) expresados durante un ejerci-
cio de tirón máximo isométrico en sin inhalantes (control), usando sales amonio y usando un placebo.

* Indica una diferencia significativa entre sesiones. Los resultados representan medias y
desviación estándar (Adapatdo de Bartolomei y cols., 2018).
58
En el powerlifting el mRFD no es una
INTERPRETACIÓN variable determinante, ya que el factor
Lo más llamativo de estos dos estudios clave para conseguir un gran rendi-
es que parecen descartar que inhalar miento es la fuerza dinámica máxima.
sales de amoniaco sea efectivo para la En la halterofilia, por su parte, aunque
mejora de la fuerza dinámica máxi- el mRFD sí que es una variable clave,
ma en ejercicios como el peso muer- hay que tener en cuenta que en este es-
to o el tirón desde rack. Esto hace que tudio se midió realizando un tirón des-
sea difícil de justificar su uso en aque- de rack. Este ejercicio, aunque postu-
llos deportes donde la fuerza dinámi- ralmente se asemeja a un segundo tirón
ca máxima sea el factor determinante, de cargada/arrancada, fue realizado de
como puede ser el caso del powerlifting. forma isométrica. Pensar que esa mejo-
ra del mRFD en un ejercicio isométrico
Sin embargo, viendo los antecedentes va a traducirse en la mejora de un ejer-
no deberían ser resultados sorprenden- cicio dinámico como una cargada o una
tes. A pesar de su aparente efecto psi- arrancada quizá sea algo prematuro.
cológico (aumento del estado de cons-
ciencia y alerta) y que los deportistas Curiosamente, los resultados del Estudio 2
reporten incluso una reducción de la fa- chocan frontalmente con un estudio previo:
tiga percibida (Pritchard y cols., 2014),
estudios previos ya habían sido incapa- Perry y cols., 2016
ces de encontrar que la inhalación de El cuál no encontró mejoras en el mRFD
preparados de amonio fuese efectivo del mismo ejercicio (tirón isométrico desde
en deportes de fuerza. Esto incluye su rack), quizá debido al distinto nivel compe-
inefectividad para la mejora del núme- titivo de los participantes de ambos estudios.
ro de repeticiones al fallo en ejercicios
como la sentadilla o el press de banca
en intensidades sub-máximas (Rich-
mond y cols., 2014), la fuerza dinámica
máxima y tasa de desarrollo de la fuerza
en rack-pull (Perry y cols., 2016), etc.

Sí que es verdad que el Estudio 2 encon-


tró una mejora significativa del amo-
niaco sobre el placebo y el control, pero
sólo en una de las variables (máxima
tasa de desarrollo de la fuerza o mRFD),
además de una “tendencia” a la mejora
de la producción de fuerza máxima.
Pero esto, por si sólo, no es razón su-
ficiente para avalar el empleo de inha-
lantes en powerlifting y/o halterofilia.

59
Obviamente los estudios analizados aquí cuentan con
limitaciones importantes que hay que tener en cuenta
antes de sacar conclusiones.

Por ejemplo, a pesar de su buen diseño, en el Estudio 1, los deportistas


que realizaron la intervención eran de nivel recreacional, hasta el punto
que varios participantes realizaron su primer intento de 1-RM de peso
muerto el primer día de las pruebas.

Si a eso le añadimos que el equipamiento utilizado


no estaba estandarizado entre los participantes (al-
gunos usaron correas y/o cinturones etc., mientras
que otros no lo hicieron), hace que la variabilidad de
la muestra fuera excesivamente grande (lo que tiene
implicaciones a la hora de hacer cálculos estadísticos
con muestras tan pequeñas). Eso no implica que si el
estudio se hubiera realizado con deportistas compe-
titivos y con más experiencia hubiera arrojado otros
resultados, pero sí que impide poder generalizar las
conclusiones (al fin y al cabo, los inhalantes de amo-
nio es algo más propio de deportistas competitivos de
muy alto nivel y no tanto de levantadores neófitos).

Otra de las limitaciones es la imposibilidad de conseguir un blinding


completo de los tratamientos (es decir, que el levantador no sepa
cuál está probando), ya que por el propio carácter irritante de las
vías respiratorias que tiene el amonio, los participantes son cons-
cientes de si están usando un placebo.

Así pues, teniendo en cuenta los resultados de estos 2


estudios recientes y toda la evidencia de trabajos ante-
riores, quizá no tenga mucho sentido el uso de sales de
amonio como estrategia ergogénica en competición. Es
cierto que hacen falta más estudios, sobre todo anali-
zando una muestra más competitiva y homogénea de
atletas para confirmar o descartar los resultados ac-
tuales, pero la evidencia actual no apoya el empleo del
amonio para la mejora del rendimiento en deportes de
fuerza.

60
¡!
CONCLUSIÓN
1
La inhalación de sales de amonio no es efectiva para la mejora del 1-RM
en peso muerto en deportistas recreacionales. ¡!
2
La inhalación de sales de amonio no es efectiva para la mejora del pico de potencia
desarrollado en un salto en contramovimiento. ¡!
3
La inhalación de sales de amonio no es efectiva para la mejora de la máxima
producción de fuerza en un tirón isométrico desde rack. ¡!
4
La inhalación de sales de amonio mejora significativamente la máxima tasa
de desarrollo de la fuerza en un tirón isométrico desde rack ¡!

61
REFERENCIA PRINCIPAL
1. Vigil JN, Sabatini PL, Hill LC, Swain DP, Branch JD. Ammonia Inhalation Does
Not Increase Deadlift 1-Repetition Maximum in College-Aged Male and Female
Weight Lifters. J Strength Cond Res. 2018 Dec;32(12):3383-3388.

2. Bartolomei S, Nigro F, Gubellini L, Semprini G, Ciacci S, Hoffman JR, Merni


F. Acute Effects of Ammonia Inhalants on Strength and Power Performance in
Trained Men. J Strength Cond Res. 2018 Jan;32(1):244-247.

REFERENCIAS
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gina 25. 


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63
¡Hasta la próxima entrega!
A.N DISEÑO

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