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Motricidad
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Motricidad y Movimiento
Motricidad y movimiento:
¿Para qué sirven las
actividades motrices?
Las actividades motrices contribuyen al adecuado desarrollo físico,
emocional y social de las personas, y son especialmente importantes en
la infancia. Existen dos tipos de actividades motrices: las destrezas y
las tareas.
Destrezas motrices
Por un lado, las destrezas motrices se refieren a la capacidad para
coordinar la movilidad en las extremidades y/o diferentes segmentos del
cuerpo, con el objetivo de conseguir una meta específica. Aquellos
movimientos que implican actividades cognitivas, sensoriales y
motoras (haciendo hincapié en estas últimas) son acciones de elevada
destreza.
Un ejemplo son las destrezas deportivas, las cuales suponen un
despliegue de habilidades genéricas, aplicadas a la ejecución de un
deporte en concreto.
Tareas motrices
Por otro lado, entendemos por tarea motriz el acto específico mediante el
que desarrollamos y ponemos de manifiesto una habilidad o una destreza.
Luego, arrojar un balón a lo lejos sería una habilidad motriz; lanzar un
balón a canasta con la técnica específica del baloncesto sería
una destreza motriz; y la ejecución práctica de cualquiera de las dos,
sería la tarea motriz.
Es decir, llevar a cabo tareas motrices sirve para perfeccionar tanto las
habilidades como las destrezas motrices.
Propuestas de actividades
motrices para niños
Hay distintas actividades que pueden ayudar a los niños de edades
tempranas a optimizar el desarrollo de su motricidad, pero las más
populares son las siguientes:
1. Juegos con pajitas: Ensartar pajitas es una ocupación fantástica
para fomentar el progreso de la motricidad fina en los más
pequeños. Requiere concentración, alimenta el uso de la pinza
entre el pulgar y el índice, y fortalece de manera natural los
músculos de la mano, fundamentales para sujetar correctamente
el lápiz.
2. Actividades con gomas: Los niños podrán aumentar sus
habilidades de motricidad fina mientras colocan gomas alrededor
de los tubos. Es una actividad muy sencilla, pero puede constituir
un reto divertido.
3. Ejercicios con canicas: El componente sensorial es estimulado
gracias al peso, la textura lisa y dura, y el sonido que producen al
entrar en contacto con cristales o metales, de estas bolitas. Les
resultará entretenido mover las canicas de un cuenco a otro.
4. Escritura y ortografía: Realizar tareas o ejercicios de ortografía,
podrá ayudar a mejorar la precisión y/o motricidad fina. En los
casos de los niños con dislexia, esta actividad suele ser muy
efectiva, ya que este tipo de trastorno afecta directamente a la
motricidad y desarrollo.
Programas de intervención
para mejorar la
psicomotricidad
Uno de los programas específicos para mejorar la psicomotricidad
recientemente desarrollados en el ámbito educacional es el de
Victoria López Madroñero. Esta orientadora nos expone una serie de
actividades indicadas para mejorar áreas concretas de la
psicomotricidad de los niños:
Para mejorar la coordinación dinámica general:
Esquema corporal.
El alumno deberá responder a órdenes que impliquen la
identificación y localización de los elementos corporales.
Descubrir los movimientos de los miembros superiores
(muñecas, dedos, codo, hombro).
Realizar movimientos con la cabeza.
Llevar a cabo flexiones con la columna vertebral (cuello,
cintura…).
Realizar movimientos con las articulaciones en general (simples y
combinados).
Llevar a cabo ejercicios para el descubrimiento de los
movimientos de los miembros inferiores (rodillas,empeine, dedos
de los pies).
Lateralidad.
Desde una posición tumbado, realizará las siguientes
indicaciones: arrastrarse, reptar, rodar,recoger/lanzar pelotas u
objetos.
Desde una posición intermedia (cuclillas o agachado), realizará
las siguientes indicaciones: cuclillas, piernas cruzadas (loto), cuatro
patas, salto de rana, carretilla, trotar, gatear.
Desde una posición vertical, realizará: marcha lenta y rápida,
saltos (alternando pies y frecuencia), saltos con cuerda,
lanzamientos, carrera, trepar, volteretas.
Para mejorar la coordinación general:
Control de los movimientos.
Se le hará recorrer al niño diversas distancias (graduadas).
Marcando en el suelo dos líneas rectas paralelas, el niño
recorrerá el camino sin salirse de las líneas. Ídem con curvas
paralelas y líneas quebradas paralelas.
Marcando en el suelo una línea recta, el niño recorrerá el camino
sin salirse de la línea.
Caminar con los brazos extendidos, de puntillas, siguiendo una
determinada música, imitando determinados animales…
Poner diversos bancos, sillas, a una distancia adecuada para que
el alumno camine sobre ellos.
Caminar con los brazos extendidos y manteniendo en las manos
algunos objetos.
Caminar manteniendo en la cabeza algún objeto, con un vaso de
agua sin que se derrame o con los ojos vendados.
Estimular al niño a que ande cada vez más rápido, hasta
conseguir la carrera.
Realizar distintas distancias corriendo, contabilizando el tiempo
que tarda.
Correr sin desplazarse, levantando las rodillas y variando el ritmo
de carrera.
Imitar saltos colocando cuerdas, obstáculos cada vez más altos.
Carreras de sacos.
Jugar a las carreras, atando la pierna izquierda de uno con la
derecha del otro.
Coordinación de piernas y/o brazos.
Lanzar objetos por debajo de los hombros (de pie o sentado)
cada vez a mayor distancia.
Lanzar objetos por debajo de los hombres a objetivos concretos
(de pie).
Jugar a lanzar objetos a una caja con una abertura, con bolos,
lanzar objetos a un blanco.
Lanzar objetos con las manos por encima de los hombros.
Jugar con otro compañero a coger y lanzar la pelota (aumentar
la distancia).
Lanzar objetos pequeños e intentar que caigan en una zona
enmarcada.
Diversos ejercicios de lanzamiento propios de determinados
deportes: baloncesto,
Subir y bajar escaleras.
Actividades diversas de gateo subiendo y bajando escaleras.
Actividades de subir y bajar escaleras de la mano del profesor,
agarrado a una-dos.
Subir y bajar alternando los pies (con o sin ayuda de huellas).
Sentado, dará patadas a la pelota colocada en sus pies, cada vez
con más fuerza.
De pie, golpeara la pelota con su pie dominante (se irá
aumentando el peso de la pelota)
Direccionalidad.
El alumno realizará desplazamientos en las direcciones que se le
indiquen (cambio de posición y dirección).
Equilibrio estático.
Permanecer de pie a la pata coja durante un tiempo creciente.
Permanecer de pie sobre el banco.
Mantenerse de puntillas al menos 5 segundos.
De pie y con los pies juntos, inclinar el cuerpo alternativamente
a la izquierda y derecha.
Realizar genuflexión alternando y manteniendo el tronco recto.
Mantener un objeto sobre la cabeza durante un tiempo.
Equilibrio dinámico.
Avanzar sobre una línea del suelo sin dejar de pisarla.
Avanzar a la pata coja sobre una línea del suelo sin dejar de
pisarla.
Avanzar sobre cuadros tratando de no pisar las rayas.
Desplazarse, con las manos abiertas y los brazos estirados, con
objetos sobre las palmas, evitando que éstos se caigan.
Saltar sobre una colchoneta sin perder el equilibrio.
Caminar sobre una línea de espaldas.
Saltar sobre aros alternativamente.
Ir pisando los peldaños de una escalera tumbada en el suelo.
Para mejorar la motricidad general (gruesa):
Adecuada actividad corporal.
Flexionar el tronco hasta tocar el suelo con las manos.
Rotar antero-posteriormente una pierna.
Girar el cuerpo con las piernas abiertas.
Mantenerse de puntillas un tiempo progresivamente mayor. Al
principio con apoyos.
Dar pasos hacia el frente de amplitud creciente.
Pasar alternativamente a andar de pie a cuclillas y viceversa.
Mantenerse en equilibrio sobre una sola pierna (ojos abiertos-
cerrados).
Llevar una mano a la nuca. Luego lo realizará alternativamente
con ambas manos.
Pasar de posición de marcha a cuclillas, progresivamente más
rápido.
Extender brazos y piernas (simétrica-antagónica).
De pie, sentarse con apoyos.
De pie, sentarse sin apoyos.
Sentado, levantarse con apoyos.
Sentado, levantarse sin apoyos.
Tumbado, levantarse con apoyos.
Tumbado, levantarse sin apoyos.
Tumbado, rodar.
Adecuada coordinación general.
Pasar una pelota de mano a mano por delante y por detrás.
Impulsarse con los dos pies juntos con y sin desplazamiento del
sitio.
Botar una pelota recogiéndola con una/dos manos.
Abrir una mano cerrando la otra simultáneamente.
Impulsar hacia arriba un globo un número creciente de veces.
Saltar desde una altura de 10 cm con los pies juntos,
aumentando la altura hasta 50 cm aproximadamente.
Desplazarse a la “pata coja”.
Pedalear en posición de tendido supino.
“Nadar” en posición tumbado (movimiento de manos y piernas).
Cruzar las piernas.
Cruzar los brazos.
Sentarse con las piernas cruzadas.
Realizar ejercicios de brazos y piernas coordinadamente.
Tocar con una mano la rodilla contraria.
Flexionar las piernas con rebote y se llevará las manos a la
cintura.
Saltar a la cuerda (comba).
Entrelazar las manos y las girará.
Girar los pulgares.
Mirar a través de un tubo u orificio alternando los ojos.
Tirar a una diana dardos o pelotitas.
La importancia de realizar
ejercicio fisico en la adultez
Los expertos advierten que la inactividad física es el cuarto factor de
riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial. Según los registros
de la OMS (Organización Mundial de la Salud), el sedentarismo
también es responsable de un 21-25% de los cánceres de mama y de
colon, un 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de
cardiopatías isquémicas.
Por el contrario, llevar a cabo ejercicio físico en un nivel adecuado
proporciona los siguientes beneficios en el adulto:
1. Reduce el riesgo de numerosas enfermedades, tales como
hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular
(ACV), diabetes, cáncer de mama y colon, e incluso, la depresión.
2. Mejora la salud ósea y funcional.
3. Ayuda a llevar un control sobre nuestro gasto energético, lo cual
es fundamental para el equilibrio calórico y la supervisión del peso.
Además, es importante saber que el aumento de actividad física es una
necesidad social, no sólo individual. Pues mantenernos activos nos
permite una óptima funcionalidad corporal y mental, lo que facilita las
interacciones con otros individuos y aumenta nuestra actividad
cerebral.
¡Si te cuesta habituarte a la práctica semanal de ejercicio físico, aquí te
ofrecemos unos cuántos consejos!