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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


PRÁCTICA JURÍDICA II

INTEGRANTES:
ALVARADO MEJÍA, JEANPIERRE (COORDINADOR).
JARA CUSTODIO, ALEJANDRA.
LOAYZA MENDOZA ANTHONY.
MAUTINO RAMÍREZ DIARA.
RÍOS CHOMBA CIELO EDIMAR.

DOCENTE:
ATOCHE CORONADO RAÚL

TEMA:
- MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHOS

NRC:
2042-2043

CICLO:
XI

TRUJILLO - LA LIBERTAD
2022-10
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1. DEFINICIÓN
2. OBJETIVOS DE LAS MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO
3. FINALIDAD DE LAS MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO
4. ¿EN QUÉ CASOS SE APLICAN?
5. LEGALIDAD DE LAS MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO
6. REQUISITO DE LEGALIDAD PROCESAL
7. REQUISITO DE FORMALIDAD PROCESAL
8. TEST DE PROPORCIONALIDAD
8.1. IDONEIDAD DE LA MEDIDA
8.2. NECESIDAD DE LA MEDIDA
8.3. PROPORCIONALIDAD EN SENTIDO ESTRICTO DE LA MEDIDA
9. LAS MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO EN EL CPP
9.1. MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONAL
9.2. MEDIDAS CAUTELARES REALES
10. DETENCIÓN PRELIMINAR
11. PRISION PREVENTIVA
11.1. DURACIÓN
11.2. CESACIÓN
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
INTRODUCCIÓN

Entendemos por "limitaciones a los derechos fundamentales", aquellas


restricciones al ejercicio de un determinado derecho básico, de manera tal que
toda pretensión de ejercicio del atributo respectivo que vulnere los límites
impuestos por las mismas, es por esencia antijurídica y puede derivar para el
titular infractor, en las responsabilidades que para tal efecto, prevea el
ordenamiento jurídico positivo se encuentran justificadas por el interés social de
hallar la verdad de los hechos para esclarecer el delito cometido por los sujetos
de derechos.

Los derechos fundamentales, si bien no deben ser condicionados en cuanto a


su ejercicio, están sujetos a límites, explícitos o no. En palabras de José Luis
Cea, estos derechos se tratan "de atributos que jamás tienen alcance absoluto,
pues si lo poseyeran se convertirían en prerrogativas típicas de un déspota que
obra, con rasgos ilícitos o abusivos.

Es así que el ejercicio de los derechos fundamentales se encuentra restringido


por determinadas exigencias propias de la vida en sociedad. Ello no se
contrapone a la convicción de entender que el ser humano ha de ser el centro
de toda comunidad organizada, sino muy por el contrario, se vincula con un
reforzamiento de las garantías de una existencia plena, pacífica y respetuosa
por los derechos y la dignidad humana.

Jaime Guzmán lo explicaba en sus cátedras: "Los derechos humanos no son


absolutos, en el sentido de ilimitados. Desde el momento en que su titular es un
ser contingente y no absoluto, limitado y no infinito, sus derechos están sujetos
forzosas inevitablemente a ciertos límites más allá de los límites que impone la
moral en aquellos ámbitos que corresponden exclusivamente al juicio de Dios y
de la propia conciencia, la vida en sociedad exige que el ordenamiento jurídico
también consagre limitaciones al ejercicio de todos los derechos humanos, en
aras del bien común.
La exigencia de que tales restricciones a los derechos fundamentales se
realicen con respeto al principio de legalidad es también una exigencia que se
deriva del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. entre otros
tratados internacionales en los que el estado peruano es parte, ese es el
sentido en el que debe entenderse el artículo 30 de la Convención Americana
de Derechos Humanos, según el cual “Las restricciones permitidas, de acuerdo
con esta Convención al goce y ejercicio de los derechos y libertades
reconocidas en la misma, no pueden ser aplicadas sino conforme a leyes que
se dictaren por razones de interés general y con el propósito para el cual han
sido establecidas”

La legitimidad constitucional de una limitación al ejercicio de los derechos


fundamentales no se satisface con la observancia del principio de legalidad. Al
lado de esta garantía normativa de los derechos fundamentales, el último
párrafo del artículo 200 de la constitución ha establecido la necesidad de que
tal restricción satisfaga exigencias de razonabilidad y proporcionalidad.

1. DEFINICIÓN

En todo proceso penal pueden ser necesario restringir o limitar los derechos
fundamentales del imputado, y a veces de terceras personas. Esta necesidad
se aprecia, sobre todo, en dos terrenos distintos:

En primer término, una correcta investigación criminal puede requerir la


limitación de algún derecho fundamental del imputado. La instrucción penal
tiene como objetivo fundamental la averiguación de la realidad de los hechos y
la identificación de las personas que hayan participado en ellos. Y es bastante
frecuente que en el curso de esa actividad instructora dicha averiguación de la
verdad exija la restricción de algún derecho fundamental, por lo que se produce
una tensión entre el deber de los Poderes Públicos de realizar una eficaz
represión de las conductas punibles y la correlativa protección de los derechos
fundamentales del imputado que el Estado debe, igualmente, procurar.
En segundo término, también puede ser necesaria la restricción de derechos
fundamentales del imputado para asegurar su presencia física en el proceso
penal durante todas sus fases, es decir, que se encuentre en todo momento a
disposición de la administración de justicia. Y ello se logra, quiérase o no, a
través de las limitaciones de su derecho a la libertad. De hecho, la adopción de
medidas cautelares personales supone el punto más crítico del difícil equilibrio
entre los dos intereses sobre los que gira el proceso penal: el respeto a los
derechos fundamentales del imputado y el interés de persecución penal.

Que el Estado, en el marco del proceso penal, esté autorizado a limitar


derechos fundamentales del imputado e incluso de terceras personas, no
significa que pueda hacerlo de cualquier manera. Acerca de las diligencias que
suponen una limitación de derechos fundamentales, el Tribunal Constitucional
ha elaborado una doctrina, según la cual la adopción de tales diligencias está
supeditada, en todo caso, al cumplimiento de una serie de requisitos, tanto
externos o formales, como internos o de contenido. Entre los primeros se
encuentran la justificación teleológica, la habilitación legal y la autorización
judicial motivada; entre los segundos, la existencia de una apariencia delictiva y
la proporcionalidad en sentido amplio de la medida restrictiva de los derechos
fundamentales.

2. OBJETIVOS DE LAS MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO

Si a una persona, durante el transcurso de su vida en libertad, no le es


permitido ejercer sus derechos de manera total ni abusiva, debido a que los
límites de su ejercicio se sustentan, como señala el Tribunal Constitucional, en
que: «ningún derecho fundamental puede ser ilimitado ni absoluto en su
ejercicio»

Por tanto, es lógico entender que el ordenamiento jurídico permita la limitación


de los derechos de las personas investigadas en el marco de un proceso penal.
Es así, que a lo largo de la historia cuando una persona era sometida a la
investigación por la presunta comisión de un delito, era común que sea
sometida a torturas y demás vejámenes contra sus derechos en nombre de la
«justicia».

La Constitución Política reconoce nuestros derechos fundamentales, como por


ejemplo el derecho a la libertad ambulatoria, que puede verse afectada
drásticamente como consecuencia de un mandato de detención preliminar o
prisión preventiva, como también mediante un mandato de comparecencia con
restricciones que vulnera además la libertad de reunión. Otros derechos
fundamentales cuyo ejercicio puede ser restringido en un proceso penal son: el
secreto bancario, la reserva tributaria, la inviolabilidad de domicilio,
inviolabilidad de comunicaciones, secreto de documentación privada entre
otros, como el Artículo VI. - Legalidad de las medidas limitativas de derechos.

Lo señalado en el artículo citado se condice con lo descrito en el art. 202 del


Código Procesal Penal, cuando el legislador aclara respecto a la búsqueda de
pruebas que requieran una restricción de derechos deberán proceder conforme
a ley y ejecutarse con las debidas garantías para el afectado. Así mismo,
nuevamente se menciona que toda restricción de derechos deberá contener lo
siguiente: Artículo 203.- Presupuestos.

Así, también podemos encontrar que las medidas de coerción personal se


encuentran desarrolladas en el Código Procesal Penal son detención policial
(art. 259), arresto ciudadano (art. 260), detención preliminar judicial (art. 261),
prisión preventiva (art. 268), comparecencia (art. 286), detención domiciliaria
(art. 290), internación preventiva (art.293), impedimento de salida del país (art.
295) suspensión preventiva de derechos (art. 297). Mientras que entre
las medidas reales son: el embargo (art. 303), orden de inhibición (art.310),
desalojo preventivo (art. 311), medidas anticipadas como la pensión anticipada
de alimentos (arts. 312-314), incautación (art. 316).
3. FINALIDAD DE LAS MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO

El proceso penal, en nuestro ordenamiento jurídico, se inicia mediante una fase


de investigación; la instrucción penal. En esta primera fase se procede al
desarrollo de una serie de actuaciones y diligencias de investigación que tienen
por finalidad recopilar información sobre un delito cometido, analizando con
atención los hechos que podrían ser constitutivos de delito y estudiando el
posible autor de dichos hechos, todo ello a fin de decidir acerca de la
continuación o no del procedimiento penal que se esté instruyendo. Así pues, el
fin esencial de esta fase procesal inicial, a buen modo es determinar, una vez
practicadas las debidas actuaciones de investigación, si existen o no elementos
suficientes para continuar con el proceso penal siguiendo así así, con un juicio
oral o proceder al archivo de actuaciones.

No obstante, la fase de instrucción va más allá de la simple investigación de los


hechos. Encontramos diferentes finalidades en base al artículo 299 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal del título IV relativo a la instrucción, el cual
prescribe:

 Constituyen el sumario las actuaciones encaminadas a preparar el juicio y


practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con
todas las circunstancias que puedan influir en su calificación y la
culpabilidad de los delincuentes, asegurando sus personas y las
responsabilidades pecuniarias de los mismos.

De la referida disposición, se diferencia tres finalidades en la fase de


instrucción: En primer lugar, la finalidad, aludida con anterioridad, de averiguar
y hacer constar si se cometió o no el delito y cuál pueda ser su autor y su
culpabilidad, garantizando de este modo el interés público en la persecución de
los delitos. Para seguir, preparar, en su caso, el juicio oral. Y, por último:
asegurar y prevenir las consecuencias penales y civiles del hecho. Es debida
una matización en cuanto a parte de la definición legal del art. 299 relativa a la
segunda de las finalidades de la fase de instrucción; en concreto: “las
actuaciones encaminadas a preparar el juicio oral” en este sentido determina
que la finalidad de la fase de instrucción “no es propiamente preparar el juicio
sino determinar si se dan los elementos suficientes para incoar el juicio oral con
relación a una concreta y determinada persona”.

4. ¿EN QUÉ CASOS SE APLICAN?

El Fiscal Provincial, en casos de estricta necesidad y urgencia, podrá solicitar al


Juez Penal las siguientes medidas limitativas de derechos:

4.1. Detención Preliminar: hasta por el plazo de 15 (quince) días. Esta medida
se acordará siempre que existan elementos de convicción suficientes para
estimar razonablemente que se ha cometido uno de los delitos previstos en el
artículo 1º de la presente Ley, que la persona contra quien se dicta ha
intervenido en su comisión y que se dará a la fuga u obstaculizará la actividad
probatoria.

4.2. Impedimento de salida del país o de la localidad en donde domicilia el


investigado o del lugar que se le fije: Esta medida se acordará, cuando resulte
indispensable para la indagación de la verdad y no sea necesaria ni
proporcional una limitación de la libertad más intensa. Esta medida puede
acumularse a la de detención, así como a la de comparecencia con
restricciones señaladas en el artículo 143º del Código Procesal Penal. No
durará más de quince días y, excepcionalmente, podrá prorrogarse por un
plazo igual previo requerimiento fundamentado del Fiscal y resolución motivada
del Juez Penal.

4.3. Incautación, Apertura e Interceptación de documentos privados, libros


contables, bienes y correspondencia: Esta medida se acordará siempre que
existan motivos perentorios para ello y resulte indispensable para asegurar las
fuentes de prueba pertinentes al objeto de la investigación.

4.4. Embargo u orden de inhibición para disponer o gravar bienes, que se


inscribirán en los Registros Públicos cuando correspondan: Estas medidas se
acordarán siempre que exista fundado peligro de que los bienes del
investigado, contra quien existan elementos de convicción de que está
vinculado como autor o partícipe en alguno de los delitos indicados en el
artículo 1º de la presente Ley, puedan ocultarse o desaparecer o sea posible
que se graven o vendan, frustrando de ese modo el pago de la reparación civil.
No puede durar más de quince días y, excepcionalmente, podrá prorrogarse
quince días más, previo requerimiento del Fiscal Provincial y decisión motivada
del Juez Penal.

4.5. Levantamiento del secreto bancario y de la reserva tributaria: El Juez


Penal las acordará si resultan necesarias y pertinentes para el esclarecimiento
de los hechos objeto de investigación.

5. LEGALIDAD DE LAS MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO

Las medidas que limitan derechos fundamentales, salvo las excepciones


previstas en la Constitución, sólo podrán dictarse por la autoridad judicial, en el
modo, forma y con las garantías previstas por la Ley. Estas se impondrán
mediante resoluciones motivadas, a la instancia de la parte procesal legitimada.
La orden judicial, debe sustentarse en suficientes elementos de convicción, en
atención a la naturaleza y finalidad de la medida y al derecho fundamental
objeto de limitación, así como respetar el principio de proporcionalidad.

6. REQUISITO DE LEGALIDAD PROCESAL

El requerimiento formulado por el fiscal sobre la medida restrictiva que se va a


imponer debe estar regulada específicamente dentro del Código Procesal
Penal. Esto se hace para garantizar que no se pueda imponer ninguna
restricción a derechos que no estén reconocidos dentro de la norma procesal,
lo cual es acorde con el principio de legalidad. Por ello, no procede practicar
una diligencia que esté fuera de los supuestos establecidos en la ley, que
además han de ser interpretados de forma restrictiva. Y es que el
desbordamiento de los parámetros legales supondría una infracción por su
carácter arbitrario e irracional, que incluso podría llevar a la comisión de un
delito.

Sin embargo, la ejecución de la medida también adquiere legalidad después de


que su requerimiento haya sido contradicho por la defensa. A esto nos
referimos cuando decimos que el principio de contradicción se manifiesta
siempre que una medida pueda ser contradicha previamente. Esto es así
porque una orden de detención preliminar no se notifica a la persona que va a
ser detenida, sino que su defensa se activará una vez que ya ha sido detenida
debido a la naturaleza de su finalidad como medida urgente y sorpresiva.

Sin embargo, ¿qué ocurre si el juez no confirma la medida? partiendo que es el


órgano jurisdiccional el único legitimado para adoptar esta clase de medidas, la
actuación será entonces nula, siendo inválidas por tanto todas las pruebas
obtenidas al haberse ejecutado la medida restrictiva de derechos. 

7. REQUISITO DE FORMALIDAD PROCESAL

Para Valderrama (2021): “Este requisito de formalidad debe ser respetado no


sólo por quien ordena la imposición de la medida, sino también por quien la
solicita, es decir, el Ministerio Público, para que la comprobación de los
elementos o evidencias suficientes que conduzcan a una imputación penal sea
el fundamento de la resolución de la autoridad judicial que ordena la ejecución
de la medida”.

La lucha contra la delincuencia tiene un límite y se llama proporcionalidad. El


ejercicio de la actividad persecutoria del Estado debe ser limitado por ser
gravoso para los derechos fundamentales. Por ello, la respuesta del Estado
debe ser proporcional al hecho ilícito que ha provocado las consecuencias
jurídicas. Esta es la razón por la que no es posible pedir prisión preventiva para
delitos cuya pena prevista es inferior a 4 años, y por la que es aún menos
lógico comparar una investigación sobre el delito de tráfico de drogas con una
investigación sobre el delito de conducción en estado de ebriedad.
8. TEST DE PROPORCIONALIDAD

No hay duda que el Estado de derecho fundamenta el principio de


proporcionalidad en la medida que al sujetarse el poder político a la
Constitución se sujeta también a los dispositivos constitucionales que
reconocen y garantizan derechos, sujeción que le obliga a un respeto irrestricto
de los mismos y, en todo caso, a que la afectación de derechos sea razonable
y equilibrada.

La legitimidad constitucional de una limitación al ejercicio de los derechos


fundamentales no se satisface con la sola observancia del principio de
legalidad ni de la formalidad que se requiere para su emisión, sino que,
además, deben concurrir el requisito de proporcionalidad y razonabilidad. De
modo que se exige que la medida limitativa satisfaga a su vez los subcriterios
de i) idoneidad, ii) necesidad y iii) proporcionalidad en sentido estricto.

8.1. IDONEIDAD DE LA MEDIDA

La medida acordada debe ser idónea para la obtención de la finalidad


declarada, respetando al máximo la libertad del individuo. Por otro lado, debe
existir una relación razonable entre lo que se pretende obtener con la medida
restrictiva y los fines de la investigación, de forma que su incumplimiento
suponga la frustración de los mismos.

8.2. NECESIDAD DE LA MEDIDA

Además, la medida debe ser indispensable para la clarificación del proceso.


Esto implica que no deben existir otros medios menos gravosos que puedan
ser aplicados como alternativa, sino que la aplicación de la medida restrictiva
que se pretende imponer es la más pertinente, y no existe otra forma que
pueda asegurar mejor lo necesario para cumplir los fines de la investigación.

8.3. PROPORCIONALIDAD EN SENTIDO ESTRICTO DE LA MEDIDA

También llamada ponderación, se supera este ítem al responder a lo siguiente


“cuanto mayor es el grado de la no satisfacción o de la afectación de un
principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro”.
En otras palabras, cuando las razones para declarar fundada la medida
limitativa de derechos son mayores como para afectar los derechos del
imputado aún sin haberlo condenado. Es decir, ya sea porque sus efectos son
para esclarecer su responsabilidad o para asegurar el monto indemnizatorio
que debe pagarse. En este sub-principio se evalúa la magnitud del impacto que
causará la medida en el caso en concreto.

9. MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHOS EN EL CPP


De acuerdo a nuestro Código Procesal Penal encontramos que las medidas de
coerción personal son: detención policial (art. 259), arresto ciudadano (art.
260), detención preliminar judicial (art. 261), prisión preventiva (art. 268),
comparecencia (art. 286), detención domiciliaria (art. 290), internación
preventiva (art.293), impedimento de salida del país (art. 295) suspensión
preventiva de derechos (art. 297). Mientras que entre las medidas reales son:
el embargo (art. 303), orden de inhibición (art.310), desalojo preventivo (art.
311), medidas anticipadas como la pensión anticipada de alimentos (arts. 312-
314), incautación (art. 316).
9.1. MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONAL
Son aquellas que limitan de forma parcial o total la libertad de una persona que
efectúa una acción ilícita, estas medidas son empleadas con la finalidad de
asegurar el resultado del proceso penal, su duración es temporal y solo se
aplicara de manera excepcional. Para aplicar las medidas de coerción la
doctrina señala dos presupuestos que resultan de utilidad para marcar los
lineamientos básicos en la adopción de las cautelares y estas son:
 El fumus bonis iúris, o denominada como apariencia del derecho, es
cuando existe suficientes elementos indiciarios que le atribuyen a una
persona sobre hechos delictivos (Valverde, 2013.p.1).
 El periculum in mora, o conocido como el peligro en la demora, este
presupuesto consiste cuando el imputado busca eludir u obstruir la
efectividad del proceso penal (Velásquez, 2016, p.104).
9.1.1. Detención Policial
Es importante precisar que la detención, como figura penal, es
atribuible a la Policía Nacional. Por tanto, es distinta de la figura del
arresto ciudadano, la cual constituye una facultad brindada a los
ciudadanos por la norma penal bajo el sentido de dar cierta
participación a la ciudadanía en el mantenimiento de la seguridad
ciudadana. Este tipo de medida, se encuentra regulada en el art.259
del Nuevo código procesal penal, donde señala que se aplicara la
detención por parte de los agentes de la policía nacional del Perú
cuando la persona es encontrando en flagrancia delictiva.
9.1.2. Arresto Ciudadano.
Tiene protección normativa en el art.260 del código procesal penal,
sostiene que cualquier persona puede llevar a cabo el arresto en
caso de flagrancia delictiva e inmediatamente entregar a la
dependencia policial al arrestado. Su finalidad es permitir que
cualquier persona pueda detener a un ciudadano en delito flagrante.
9.1.3. Detención Preliminar Judicial.
Se encuentra regulada en el artículo 261 del Nuevo código procesal,
esta se entiende como aquella medida que tiene la función de la
recopilar de medios de prueba que se da durante la investigación
preparatoria para ello se incurra a la detención del imputado. Esta
medida es considerada precautelar y que no implicaría una pena
anticipada, ni tampoco aseguraría la presencia del imputado durante
el proceso hasta la decisión final como lo hace la prisión preventiva,
sino que busca elementos de investigación mediante la realización
de diligencias urgentes.
9.1.4. Prisión Preventiva
Se encuentra regulado el artículo 268 del nuevo código procesal
penal que hace referencia a los presupuestos materiales que tiene
que tener en cuenta el juez de la investigación preparatoria para
decidir la prisión preventiva, en el primer presupuesto se desarrolla la
imputación o fumus bonis iuris, el segundo presupuesto expone la
prognosis de la pena y el último presupuesto el peligro de fuga o
periculum in mora.

El fumus boni iuris. “También conocido como “apariencia de buen


derecho”. Para la aplicación de la prisión preventiva debe existir
graves elementos de convicción, debe hallarse la seguridad que la
sentencia al finalizado el proceso será condenatoria. Por lo tanto,
concluimos que este presupuesto alude a la vinculación de los
hechos que generan el acto delictivo con el imputado, debe existir
argumentos bien fundamentos sobre la existencia de elementos de
convicción, con un cierto grado de certeza sobre la imputación que
se le está atribuyendo al inculpado, por eso este presupuesto tiene
que basarse en objetivos suficientes y en una razonable probabilidad
en un juicio.
Prognosis de la Pena. Al a ver realizado una vinculación
fundamentada de los hechos delictivos para la ejecución de la prisión
preventiva, el siguiente paso es dictaminar la prognosis de la pena en
base a circunstancias del imputado como son carencias sociales,
intereses de su familia, así como el peligro causado, los móviles y
fines, confesión sincera, etc. Considerándose como requisito que la
sanción que se impondrá en el juicio final sea superior a los cuatro
años, ya que, si esta es inferior, existiría un sinsentido para la
aplicación de esta medida, en ese sentido le correspondería una
medida de coerción menos gravosa.
Periculum in mora. También conocido como el peligro procesal.
Este peligro hace referencia de modo concreto al peligro de fuga del
imputado, esto es, a la posibilidad de que se sustraiga a la justicia
penal, y al entorpecimiento de la actividad investigatoria, probatoria o
ejecutoria de la probable decisión que será tomada al final del
proceso.
Peligro de fuga. Está relacionado a la posibilidad que el procesado
se sustraiga de la acción de la justicia y no se pueda cumplir con los
fines del proceso. Es decir, el procesado por diversas razones (miedo
a que le impongan una pena, no querer pagar reparación civil, gastos
de tiempo que le quita el proceso, como no tiene arraigo se va al
lugar donde domicilia realmente, etc.) se sustrae a la acción de la
justicia.
9.1.5. Comparecencia
Es una medida cautelar que se encuentra regulada en el código
procesal penal, articulo 268 donde se indica los presupuestos de esta
medida. Se señala que “La comparecencia, se entiende como
aquella situación jurídica donde el inculpado tiene plena libertad
ambulatoria, y donde el órgano jurisdiccional le determina ciertas
reglas y obligaciones, es decir el imputado tiene una mínima
restricción en su libertad personal, estas medidas proceden cuando
no existe suficiencia probatoria, o la pena a imponerse es menor a lo
requerido por Ley y no se acredita peligro procesal”. Estas medidas
impuestas son menos lesivas que una prisión preventiva
considerándose entonces a la comparecencia como una mínima
restricción a la libertad personal, no llevando al imputado hacia una
penitenciaria, pero asegurando su presencia en el proceso.
9.1.6. Detención domiciliaria
Se encuentra regulada en el artículo 290 del nuevo código procesal
penal y como su nombre lo indica, se cumple en el domicilio
encausado, lo que no excluye que pueda cumplirse en otro domicilio
señalado por el juez, con la vigilancia que considere necesaria. La
detención domiciliaria es una forma de restringir la libertad del
imputado y puede ser bajo custodia, que se entiende como sinónimo
de vigilancia, o sin custodia, cuando solo se trata de una limitación
restringida a la libertad personal.
9.1.7. Internación preventiva  
Es la medida de coerción personal prevista en el artículo 293° del
Código Procesal Penal y dictada por el Juez de Investigación
Preparatoria para internar en un «establecimiento psiquiátrico» a
todo aquel procesado al que se le haya comprobado previamente por
dictamen pericial psiquiátrico que sufre de una grave alteración o
insuficiencia de sus capacidades mentales, que lo tornan peligroso
para sí o para terceros (sus vecinos, su familia, su barrio o la
sociedad) y cuando medie la existencia de determinados
presupuestos.
9.1.8. Impedimento de salida
Esta medida es considerada menos lesiva que la prisión preventiva,
sin embargo, a diferencia la prisión preventiva esta no restringe la
libertad personal, sino la libertad de tránsito. De acuerdo con lo
expresado por la normativa en el artículo 295 de nuestro nuevo
código procesal penal el pedido de impedimento de salida debe
realizarse de manera fundamentada por el fiscal, con la debida
formalización del caso, cabe rescatar que esta medida no solo se
aplicara a los imputados, sino también a testigos que son
considerados importantes para el esclarecimiento del proceso.
9.1.9. Suspensión preventiva de derecho  
El Juez, a pedido del Fiscal, podrá dictar las medidas de suspensión
preventiva de derechos previstas en este Título cuando se trate de
delitos sancionados con pena de inhabilitación, sea ésta principal o
accesoria o cuando resulte necesario para evitar la reiteración
delictiva.
Para imponer estas medidas se requiere:
a) Suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que
vincule al imputado como autor o partícipe del mismo.
b) Peligro concreto de que el imputado, en atención a las específicas
modalidades y circunstancias del hecho o por sus condiciones
personales, obstaculizará la averiguación de la verdad o cometerá
delitos de la misma clase de aquél por el que se procede.
9.2. MEDIDAS CAUTELARES REALES
Las medidas cautelares de carácter real que ha establecido el CPP son:
Embargo (artículos 302-309), Orden de inhibición (artículo 310), Desalojo
preventivo (artículo 311), Medidas anticipativas (artículo 312), Medidas
preventivas contra personas jurídicas (artículo 313), Pensión anticipada de
alimentos (artículo 314), Incautación (artículos 316-320).

10. DETENCIÓN PRELIMINAR

La detención preliminar se encuentra regulada en el artículo 261° del Código


Procesal Penal, y es definida como la privación de la libertad personal de un
investigado por un breve tiempo, que se realiza por motivos de urgencia a fin
de evitar que éste huya.  

Se procede al pedido de detención preliminar cuando el imputado se encuentre


debidamente individualizado y se tenga información policial suficiente de su
ubicación. Los requisitos que exige nuestro ordenamiento procesal para que
proceda una detención preliminar son los siguientes: Primero: No se presente
un supuesto de flagrancia delictiva, pero existan razones plausibles para
considerar que una persona ha cometido un delito sancionado con una pena
privativa de libertad superior a cuatro años, y por circunstancias del caso,
puede desprenderse cierta posibilidad de fuga u obstaculización de la
averiguación de la verdad; segundo: El sorprendido en flagrante delito logra
evitar su detención; y,  tercero: El detenido se fuga de un centro de detención
preliminar. 

Debe precisarse que para ordenar una detención preliminar la ley exige
consignar los datos de identidad más importante de la persona: nombre y
apellidos, edad, sexo, lugar y fecha de nacimiento. Con la orden escrita del juez
y puesto a la brevedad en conocimiento de la policía – incluyendo vías de
comunicación rápidas – se procederá de inmediato a la detención. 

El plazo de la detención preliminar se encuentra normado en el artículo 264°


del Código Procesal Penal y se establecerá de acuerdo a las características del
delito: Primero: Casos comunes 72 horas o 3 días; Segundo: Casos complejos
10 días; y, Tercero: Casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas 15
días. 

Finalmente, debemos tener en cuenta que toda detención preliminar dictada


contra una persona debe ser controlada por el juez que lo ordenó.

En el caso de la detención preliminar, esta opera durante la etapa de


investigación preliminar, en donde el fiscal elabora un requerimiento dirigido al
juez de la investigación preparatoria, quien finalmente dicta esta media de
coerción personal sin necesidad de una audiencia de por medio ni de
notificación alguna al imputado, ya que, únicamente verificará que concurran
los presupuestos materiales del artículo 261 del Código Procesal Penal.

11. PRISIÓN PREVENTIVA

La prisión preventiva es la medida de coerción de carácter personal de mayor


magnitud reconocida por la legislación peruana, la cual consiste en la privación
de la libertad del imputado mediante el ingreso a un centro penitenciario por un
lapso determinado, de modo de asegurar su presencia en el proceso, y así
evitar que lo obstaculice.
Al respecto, el proceso Víctor Cubas Villanueva señala que es una medida
coercitiva de carácter personal, provisional y excepcional que dicta el Juez de
Investigación Preparatoria en contra de un imputado, mediante la cual se
restringe la libertad individual ambulatoria para asegurar los fines del proceso
penal, aunque siempre limitada a los supuestos que la ley prevé.
En ese sentido, son tres los objetivos que se pretenden lograr con la imposición
de esta medida:
 Asegurar la presencia del inculpado durante el desarrollo del proceso penal.
 Garantizar una exitosa investigación de los hechos atribuidos al imputado.
 Garantizar la futura ejecución de la pena.

La duración de la prisión la encontramos regulada en el artículo 272 del Nuevo


Código Procesal Penal.
 No durara más de 9 meses.
 Tratándose de procesos complejos, el plazo límite de la prisión preventiva
no durará más de 18 meses.
 Para los procesos de criminalidad organizada, el plazo de la prisión
preventiva no durara más de 36 meses.

La cesación de la prisión preventiva la encontramos regulada en el artículo 283


del Nuevo Código Procesal Penal.
 El imputado podrá solicitar la cesación de la prisión preventiva y su
sustitución por una medida de comparecencia las veces que lo considere
pertinente.
 El juez de la investigación preparatoria decidirá siguiendo el trámite previsto
en el artículo 274.
 La cesación de la medida procederá cuando nuevos elementos de
convicción demuestren que no concurren los motivos que determinaron su
imposición y resulte necesario sustituirla por la medida de comparecencia.
Para la determinación de la medida sustitutiva el Juez tendrá en
consideración, adicionalmente, las características personales del imputado,
el tiempo transcurrido desde la privación de libertad y el estado de la causa.
 El Juez impondrá las correspondientes reglas de conducta necesarias para
garantizar la presencia del imputado o para evitar que lesiones la finalidad
de la medida.

Respecto a la oportunidad procesal del requerimiento de la prisión


preventiva, la Corte Suprema mediante la Casación 1839-2018, Áncash,
analiza que no existe artículo en el CPP que señale cuál es la etapa
procesal en la que puede ser solicitada; si bien es cierto que el juez de
investigación preparatoria, dentro de las 48 horas siguientes de haber
recibido el requerimiento del fiscal, realiza la audiencia para determinar la
prisión preventiva, ello no supone su preclusión; puesto que cabe incluso, la
posibilidad de plantear tal requerimiento en la etapa de juzgamiento,
conforme con el numeral 5 del artículo 399 del CPP.
CONCLUSIONES

 Las medidas limitativas de derecho deben sustentarse en suficientes


elementos de convicción, en atención a la naturaleza y finalidad de la
medida y al derecho fundamental objeto de limitación, así como respetar
el principio de proporcionalidad.

 La proporcionalidad de la medida exige que se verifique la idoneidad,


necesidad y proporcionalidad en sentido estricto. Así, podemos
determinar que las medidas restrictivas de derechos son dictadas en
el i) modo (legalidad), ii) forma (formalidad) y iii) fondo
(proporcionalidad). 

 La aplicación de la detención preliminar pretende asegurar la realización


de los actos de investigación necesarios para la futura acusación fiscal;
al no ser tan gravosa, no requiere de audiencia previa ni de notificación
al imputado. Sin embargo, su duración que originalmente dura unos
días, puede convertirse en un paso previo a un futuro requerimiento de
prisión preventiva.
 Las medidas de coerción personal menos lesiva, que permiten
garantizar los resultados del proceso penal son el impedimento de
salida, así como el arresto domiciliario, la prisión preventiva si
garantizaría la presencia del imputado en todo el proceso penal, pero
recordemos que esta medida solo se aplicara de manera excepcional y
cuando exista una alta probabilidad de obstruir u obstaculizar la
persecución del hecho punible y se cumpla con los presupuestos del
artículo 268 del código procesal penal ordena, el impedimento de salida
suele ser la medida coercitiva más idónea y menos gravosa que permite
la presencia del imputado en todo el proceso de investigación.

 La prisión preventiva, como medida coercitiva personal, permite


asegurar la presencia del imputado a lo largo de todo el proceso
afectando su libertad personal, resultando ser una figura que invierte el
principio de presunción de inocencia por la presunción de culpabilidad;
en ese sentido, una medida de tal magnitud únicamente debe darse
como ultima ratio.

 En conclusión, el impedimento de salida, según el análisis del marco


teórico, los antecedentes y con verificación de los resultados suele ser la
medida coercitiva más idónea y menos gravosa que permite la presencia
del imputado en todo el proceso de investigación, pero resulta que al
carecer las autoridades de control en muchos casos los procesados
optan por esconderse, por lo que se ve latente un alto riesgo de fuga.
.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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derechos En: Código Procesal Comentado Lima: Gaceta Jurídica, p.
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https://lpderecho.pe/medidas-limitativas-derechos-medidas-cautelares-
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 Valderrama, D. (2021). Diferencias entre detención preliminar y prisión


preventiva. [LP Derecho].
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Grupo Igneo.

 Velásquez González, Z. (2016). Medidas cautelares personales en el


proceso penal juvenil en España y también en Venezuela. (Tesis de
Doctorado, Universidad de Vigo). (Acceso el 3 de diciembre de 2018).

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juzgados de primera instancia penal narcoactividad y delitos contra el
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 Villavicencio Carpio, J. (2018), Aplicación de medidas de coerción


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Universidad Inca Garcilaso de la Vega). (Acceso el 3 de diciembre de
2018).

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