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Índice:
b. Biografía
d. La 9ª sinfonía: características
4. Bibliografía
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1.Resumen del contenido del trabajo
El trabajo presentado a continuación pretende hacer un análisis formal e histórico de la
Sinfonía op. 95 nº 9, “Del Nuevo Mundo” del compositor bohemio Antonín Leopold
Dvořák. En primer lugar se realizará una aproximación a la vida y el entorno socio-
cultural y artístico del compositor. Posteriormente se hablará del movimiento musical
que toca más de cerca al compositor, el nacionalismo musical, y, dentro de este, de las
peculiaridades que hacen de Dvořák el máximo representante del nacionalismo musical
checo. Posteriormente, se hará un análisis formal y de las características de cada uno de
los movimientos de su sinfonía nº 9. Finalmente, se hablará de las diversas
interpretaciones que se han dado de la obra a lo largo de la historia. Se concluirá el
trabajo con una reflexión personal de la obra y de la vida y proceso compositivo del
autor.
La época del nacionalismo es el período del siglo XIX en el que coinciden la formación
de las naciones europeas con el surgimiento de la ideología y los movimientos
nacionalistas. Éstos tienen dos principios principales: el principio de soberanía nacional
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(que defiende que la nación es la única base legítima para el estado) y el principio de
nacionalidad.
2.b. Biografía
Antonín Dvořák nació en 1841 en Nelahozeves, una población de Praga, entonces parte
de Bohemia en el Imperio austríaco, hijo del propietario de un pequeño establecimiento
hotelero que había trabajado como intérprete profesional de cítara. Sus primeros años
estuvieron marcados por el catolicismo y el amor por su herencia bohemia, que influyen
tanto en su música. En 1847, con 6 años, ingresó en la escuela primaria y aprendió a
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tocar el violín con su maestro Joseph Spitz. Mostró un talento fuera de lo común ya de
niño. Su padre estaba muy satisfecho con su talento. Pese a que su trayectoria
profesional estaba ya planificada, cuando fue enviado a Zlonice para aprender el oficio
de carnicero a la edad de 13 años, él se acabó centrando más en la música, dedicándose
a ella en su tiempo libre y aprendiendo con A. Liehman y J. Toman. En este período
escribiría probablemente su primera composición, Polka Pomnenka, en 1855.
Con su maestro Liehman estudió piano, órgano y violín, y éste, que era organista de la
iglesia de Zlonice, le permitía tocar en las misas, y le presentó a los compositores del
momento. Cuando su padre ya no fue capaz de mantenerle durante más tiempo, Dvořák
comenzó a tocar en la orquesta de Karel Komzác para ganarse la vida, y más tarde, tras
estudiar en la escuela de órgano de Praga, donde estudió violín y vihuela, en 1886 llegó
a tocar en la orquesta del Teatro Nacional de Praga como violista, bajo la batuta de
Bedrich Smetana.
La primera obra célebre fue una cantata, compuesta con un poema de Vítězslav Hálek,
Los Herederos de la Montaña. Es una obra de gran carga patriótica. Con su estreno
consiguió que su nombre comenzara a ser célebre, primero para el público checo, y más
tarde para el público internacional.
En 1874 le concedieron una beca del gobierno austríaco por el mérito obtenido con su
sinfonía nº 3. En el jurado estaba Johannes Brams, con el que entablaría una duradera
amistad. Su intermediación permitió la publicación de algunas de sus obras con la
editorial Simrok. Las interpretaciones de sus obras en el extranjero fueron cada vez más
numerosas, y su fama aumentó. Se interpretaron sobre todo las Danzas Eslavas y el
Stabat Mater.
Viajó al Reino Unido nueve veces, cinco de las cuales ocurrieron entre 1884 y 1886. El
primer viaje fue muy prolífico artísticamente. El público inglés acogió
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excepcionalmente sobre todo el Stabat Mater, que dirigió él mismo en el Royal Albert
Hall durante el primer viaje. Quizás el motivo de que tuviera tan buena acogida fue lo
acostumbrado que se encontraba el público a los oratorios de Händel, que todavía se
interpretaban y apreciaban. El primer viaje duró 20 días, y en éstos hubo varios
conciertos dedicados a interpretar su música. La editorial Novello de Londres le
entregó, antes de regresar a su país, un sustancioso adelanto para que compusiera un
oratorio. Así tuvo el apoyo económico necesario para comprar una residencia de verano
en la que retirarse para reflexionar, concentrarse, aislarse y componer. Aquí se retiraría
para componer muchas de las futuras obras. En 1884, fue nombrado miembro de honor
de la Sociedad Filarmónica de Londres. Escribió La novia del espectro(1884) y el
Réquiem (1890) para Birmingham, la Séptima Sinfonía para la Sociedad Filarmónica y
Santa Ludmila para Leeds. Recibió el título de Doctor honorario de Música por
Cambridge en 1891.
El segundo viaje tuvo lugar en otoño de 1884. Volvió a dirigir el Stabat Mater en el
festival de Worcester. Al regreso compuso la cantata La novia del espectro; fue
traducida al ingles y publicada por Novello.
Viajó con su mujer Anna a Londres en agosto de 1886. Presentó La novia del espectro
en el Festival de Birmingham. Después de tantos éxitos, Dvorak logró por fin una
independencia económica. Los éxitos iban aumentando día a día y esto le dio una mayor
libertad en sus opciones artísticas. Así se propuso un oratorio nacional, Santa Ludmila,
que acabó en mayo de 1886. Se estrenó en Leeds el mismo año, en el quinto viaje del
compositor al Reino Unido. Dijo de este recibimiento “Me encuentro en un estado de
gran excitación, entre otras cosas por la notable interpretación de la orquesta, del coro y
de los solistas, todos de primera calidad, pero de manera especial por las ovaciones
clamorosas del público. ¡No había comprobado en toda mi vida el entusiasmo, el
característico entusiasmo inglés!”
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De 1886 a 1890, permaneció en Bohemia dedicado a la composición. De esta época son
la Misa en re Mayor Op. 86, la ópera El jacobino, que se representó en el Teatro
Nacional de Praga en 1899, y la octava sinfonía en sol mayor Op. 88. La ópera es una
de las composiciones más alegres escritas por Dvořák. El personaje central es un
músico bohemio que vive por su hija y su arte. Es claramente una representación de su
maestro Anton Liehmann. Los otros personajes se asemejan mucho a las gentes del
pueblo en el que creció.
En 1890 Dvořák realizó el que sería ya el sexto viaje a Inglaterra. Presentó la Octava
Sinfonía. Era ya tan célebre en Europa que realizó giras por Alemania y Rusia,
cubriéndosele de alabanzas. Con motivo de la invitación de Tckaikovsky, visitó Rusia.
En San Petersburgo y Moscú ejecutó sus propias obras, y por aquel entonces seguía
estrenando nuevos trabajos en Praga y Londres.
En Estados Unidos, más tarde, pasó una etapa singular de su vida. Le fue ofrecida la
dirección del Conservatorio de Nueva York por su fundadora, Jeanette Thurber. Él
accedió con la condición de que los estudiantes nativos americanos y afroamericanos
con talento que no pudieran permitirse económicamente estudiar en el conservatorio,
fueran admitidos gratuitamente. Se trasladó allí en 1892, y fue el director hasta 1895.
Aquí conoció a un compositor afroamericano, Harry Burleigh, al que enseñó
composición a cambio de que Burleigh pasara horas cantando espirituales americanos
para él. Aquí fue donde compuso, el invierno de 1893, la Sinfonía nº 9 o Sinfonía del
Nuevo Mundo, influida por los cantos espirituales negros, y por la música popular
estadounidense. También compuso el Quinteto para cuerdas en mi bemol Mayor y el
célebre Cuarteto americano. También destaca de este período el Concierto para
violoncello y orquesta, que se convirtió en una de las obras más interpretadas del
repertorio de este instrumento.
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Finalmente regresó a Praga en 1895, por las dificultades económicas y las relaciones
familiares que todavía tenía allí. Comenzó de nuevo a enseñar en el conservatorio.
Salió de su patria ya en muy pocas ocasiones, una de ellas para realizar su noveno y
último viaje a Inglaterra, para estrenar su Concierto para violoncello y orquesta. Aquí
aúna elementos del folclore americano y del checo. La tendencia es romántica, y es una
obra en la cual la preocupación por la independencia del instrumento solista es muy
clara. El cello destaca sobre la orquesta, que nunca lo entorpece. Es una de las obras
más destacadas de la literatura para violoncello solista.
Aquí murió a los 62 años el 1 de mayo de 1904 de una trombosis cerebral. Siempre
permaneció humilde y de gustos sencillos, aun después de recibir muchos premios, y
leal a su nacionalidad checa.
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cual admiraba en gran medida y el cual lo invitó a Rusia para dar a conocer allí sus
obras, y por último, Bedrich Smetana, del que se dice que tuvo con Dvořák una relación
en cierto modo contradictoria y competitiva.
Dvořák, al haber sido músico de orquesta durante los primeros años de su carrera
musical, y bajo grandes batutas, como la de Smetana, tenía un conocimiento del
funcionamiento de la orquesta y de cómo sonaban las cosas desde dentro, hecho que
probablemente posibilitó su gran dominio de los coloridos de la orquesta sinfónica, de
la orquestación y de la composición para grandes números de personas.
Pero, pese a que su obra sinfónica es destacable, Dvořák también es importante por
haber compuesto en una gran cantidad de géneros distintos, desde la música de cámara a
la música sinfónica pasando por la ópera, entre otros. Fue un compositor muy prolífico,
de hecho, todavía no se ha descubierto la totalidad de su obra. Y pese a que obras como
las últimas sinfonías son frecuente y asiduamente programadas en las salas de concierto
de todo el mundo, hay otras obras de una riqueza incomparable en su literatura, como
Ludmilla o los cuartetos de cuerda.
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viajar a otro país cuyas raíces encontró muy latentes, también empleó los elementos de
su folclore para ilustrar con sus melodías su última sinfonía.
La obra fue de composición muy rápida, ya que Dvořák se sirvió de temas que ya había
ideado con anterioridad, uniéndolos con los espirituales negros, pero también con la
música folclórica india. Todo esto, tratado como si fuera una obra occidental, con las
correspondientes reglas de contrapunto y forma, dio lugar a algo completamente nuevo.
Para el segundo y tercer movimientos, Dvořák empleó notas y apuntes sobre un poema
épico de Henry W. Longfellow, poeta estadounidense, que se llamaba “Canción de
Hiawatha”.
FORMA:
MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA
INTRODUCCIÓN
EXPOSICIÓN Tema A en modo menor / Tema de
transición en modo menor / Tema B
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DESARROLLO Desarrollo temas A y B pasando por
distintas tonalidades, texturas imitativas.
Idea cíclica
REEXPOSICIÓN Tema A en modo menor / Tema de
transición en modo menor / Tema B
CODA Tutti, textura imitativa, gran carga
dramática por la tensión que se genera al
retomar el motivo como una repetición
obsesiva.
Este primer movimiento tiene una clara forma sonata clásica. Como ya hemos dicho con
anterioridad, vemos aquí reflejado que, pese al colorismo melódico y tímbrico, Dvořák
no renuncia a las formas clásicas. En la introducción vemos una clara influencia del
sinfonismo beethoveniano. En cuanto a los temas, aunque en el esquema no se aprecie
bien, cabe destacar que Dvořák realiza un curioso juego de composición, ya que los
temas están claramente relacionados y son similares. B podría tomarse como una
inversión de los intervalos de A, mientras que el Tema de transición es una síntesis
entre A y B. Así, Dvořák consigue crear una sensación de motivos que vuelven
continuamente bajo distintas apariencias.
2º movimiento – Largo
Este movimiento se abre con el tema principal, que también cerrará el movimiento. El
protagonista es el corno, con un tema que recuerda a un espiritual negro, y que, se dice,
Dvořák dedicó a su amigo Harry Burleigh, quien, como decíamos en la biografía, le
cantaba canciones de su folclore a cambio de lecciones de armonía.
A continuación aparecen dos temas nuevos en la sección central, B y C, tan unidos que
podría tomarse C como una extensión de B. Estos dos temas melancólicos – que, según
fuentes, representarían un funeral – aparecen primero representados por las maderas, y
luego conducidos por las cuerdas.
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El último tema en aparecer, D, cambia completamente el carácter, con una melodía y
motivos que recuerdan a la primavera, el amanecer, el bosque, sin duda mucho más
alegre que los anteriores.
Este movimiento retrata una danza de los indios de los bosques de Norteamérica. Según
Dvořák retrata el capítulo de “La canción de Hiawatha” que narra la boda de un indio,
de ahí que el carácter del Scherzo sea tan festivo.
MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA
INTRODUCCIÓN
EXPOSICIÓN Tema A (metales ff) / Tema de transición
(reducción de A) / Tema B (lírico)
DESARROLLO Disputa entre Tema A, Tema de
transición, tema del corno del 2º
movimiento…
REEXPOSICIÓN Se omite el Tema de transición, el Tema
A llega directamente hasta el lirismo del
Tema B
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El último y más conocido tiene de nuevo forma sonata. Aquí encontramos la máxima
expresión de la forma cíclica. Encontramos una síntesis, recuperación y transformación
de todos los temas presentados en anteriores movimientos, sumando la fuerza y
grandeza de este tema A tan célebre.
Por este motivo, son numerosísimas las interpretaciones que de esta ciclópea sinfonía se
han realizado. Quizás podríamos destacar algunas de las que más cerca nos tocan, a las
que podemos acceder mediante el instrumento que más empleamos hoy en día para
escuchar música: internet.
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3.Reflexión personal y conclusión
Sin lugar a dudas, la 9ª sinfonía de Dvořák es una obla de grandísima importancia en el
repertorio del siglo XIX. Se trata de una obra ciclópea en cuanto a su concepción, por el
hecho de aunar dos elementos tan separados, sobre todo en la época, como son el
academicismo de la música “culta” occidental con la música folclórica de este lugar al
que Dvořák llamó “el nuevo mundo”.
En cuanto a la 9ª sinfonía, “Del Nuevo Mundo”, considero que la motivación por la que
la Filarmónica de Nueva York a encargarle al compositor checo es comprensible, ya que
los estados unidos, al ser una tierra llena de tantas culturas diferentes, carecía de un
estilo musical propio único – esto en cuanto a la música “culta”, porque ya vemos que
esta tierra era evidentemente rica en otras músicas, como los espirituales negros. No
obstante, vemos en el hecho de que otorgaran a un compositor europeo esta tarea un
ejemplo más del colonialismo aberrante que surge unos siglos antes de este hecho y
continúa hasta nuestros días en forma de neocolonialismo. Es decir, el academicismo
europeo fue el que decidió cuál debía ser la música propiamente estadounidense,
haciendo una mixtura con la forma occidental de componer y el folclore americano.
Pero, en mi opinión, habría sido más acertado dejar a los propios y verdaderos
americanos que decidieran esto. Quizás el primer paso para esto fue el que dio Dvořák
cuando accedió a dirigir el Conservatorio de Nueva York a cambio de admitir a alumnos
afroamericanos y nativos americanos.
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4.Bibliografía:
- Grout y Palisca: Historia de la música occidental
- http://www.historiadelasinfonia.es/historia-2/siglo-xix/dvorak/
- https://www.revistaesfinge.com/arte/musica/item/414-13reflexiones-sobre-la-
vida-y-obra-de-antonin-dvorak
- http://tono-menor.blogspot.com.es/2012/05/grandes-obras-sinfonia-n-9-en-mi-
menor.html
- http://visarmie.blogspot.com.es/2009/01/sinfona-9-en-mi-menor-del-nuevo-
mundo.html
- http://abrantextos.blogspot.com.es/2011/07/dvorak-sinfonia-n-9-en-mi-menor-
del.html
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