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Arminda Aberastury

y Mauricio Knobel

La adolescencia normal. Un
enfoque psicoanalítico.

La adolescencia, más que una etapa


estabilizada, es proceso y desarrollo. Se
Enfrenta el mundo de los dan desequilibrios e inestabilidad extremos,
adultos y se desprende de su denominado “síndrome normal de la
adolescencia”.
mundo infantil. Realiza tres
duelos fundamentales:

a) duelo por el cuerpo infantil perdido (


cambios que se le presentan como externos
y ante los cuales es impotente) También hay un duelo por
la bisexualidad infantil perdida.
b) duelo por el rol e identidad infantiles (
renuncia obligada a la dependencia y
asunción de responsabilidades que
desconoce) El síndrome es producto de la situación
evolutiva y surge en la interacción con el
c) duelo por los padres de la infancia medio: la inestabilidad afecta a los padres
reeditando en ellos ansiedades básicas que
habían logrado controlarse hasta cierto
punto. A su vez, la sociedad proyecta sus
: El adolescente y la libertad fallas en el adolescente,
responsabilizándolo y justificando la
violencia de los adultos, agravando la
situación.

El adolescente vive una permanente


fluctuación
Necesita adquirir
una ideología que le permita a) entre una dependencia y una
independencia extremas;
su adaptación al mundo o su
acción sobre él para b) entre el refugio en la fantasía y el afán
de crecimiento;
cambiarlo. Hasta desarrollar
esa ideología (madurez c) entre la afirmación de sus logros adultos
biológica + madurez efectiva y el refugio en los logros infantiles.

e intelectual, sistema de Por ello busca una nueva identidad.


valores, etc.), tendrá
Es que al principio, él vive los cambios
multiplicidad de corporales y los imperativos del
identificaciones mundo como una invasión. El duelo por
el cuerpo (caracteres sexuales secundarios,
contradictorias (varios pérdida del cuerpo de niño y
personajes al mismo tiempo). responsabilidad por la definición sexual y
rol en la pareja y procreación): sólo cuando
acepta simultáneamente sus aspectos de
niño y de adulto puede empezar a aceptar
su cuerpo y comienza a surgir
una nueva identidad. Mientras tanto,
hay fluctuaciones de identidad: cambios
bruscos, variaciones, etc. Es que el implica
ensayos y pruebas de pérdida y
recuperación de ambas edades, y de ahí la
inevitable fluctuación.

Tratará de adaptar el mundo


externo a sus necesidades
imperiosas: por eso su deseo
de reformas (
intelectualización: es incapaz
de realizarlas y se lo reprime
en el plano de la acción).

Tiende a acentuar
el distanciamiento del
presente y la fantasía de
proyección en el futuro,
independiente de los padres (
no ser con ellos ni como ellos).

Y ahí se da el conflicto por ambivalencia


entre desprendimiento y permanecer ligado.
Una solución transitoria: refugiarse en la El adulto se ve desafiado y
fantasía agredido y tiende a reaccionar
Los autores insisten en que no se puede
sólo con un refuerzo de la
acceder a la problemática del adolescente autoridad.
sólo desde él mismo. Por eso, introducen
la problemática de los padres y de la
relación entre padres e hijos. Básicamente,
afirman que también los padres deben
hacer el duelo por el cuerpo del hijo
pequeño, su identidad de niño y su
dependencia infantil

El adolescente tiene tres


exigencias de libertad: salidas
y horarios, defender una
ideología y vivir un amor y un
trabajo.. Es preciso que se
haya instaurado un espacio de
diálogo que ayude al
adolescente a lograr sus
conquistas en los planos de la
ideología y del amor. Otorgar
libertad con límites = cuidado,
cautela, diálogo.

En el tema del amor, deben


poder realizar sus
experiencias, sin la
contrapartida de tener que
informar de todo lo que hacen.

El síndrome de la adolescencia

Normalidad y patología en la
adolescencia

Debe estudiarse la adolescencia como


un fenómeno específico dentro de toda la
La adolescencia está historia del desarrollo del ser humano y, por
caracterizada otra parte, estudiar su expresión
circunstancial de tipo geográfico y
fundamentalmente por ser temporal histórico-social.
un período de transición entre
la pubertad y el estadio adulto
del desarrollo (variable en las
diferentes sociedades). Lo
básico es que se trata de una
situación en la cual el
individuo se ve obligado a
reformularse los conceptos
que tiene acerca de sí mismo y
debe abandonar su
autoimagen infantil y
proyectarse sobre el mundo
de la adultez.

DEFINICIÓN:

“es la etapa de la vida... Mediante el uso de


los elementos biofísicos en
Durante la cual el individuo busca
establecer su identidad adulta,
desarrollo a su disposición y
que a su vez tienden a
Apoyándose en las primeras relaciones
la estabilidad de la
objétales-parentales internalizadas...
personalidad en un plano
Y verificando la realidad que el medio genital,
social le ofrece,

Lo que sólo se hace posible si


se hace el duelo por la
identidad infantil”. (p. 40)

CONCEPTO DE NORMALIDAD: adaptación al


medio es la capacidad de utilizar los
El síndrome normal de la dispositivos existentes para el logro de las
adolescencia satisfacciones básicas del individuo en una
interacción permanente que busca
modificar lo displacentero o lo inútil a
través del logro de sustituciones para el
¿Por qué “Síndrome"?Sus características individuo o la comunidad.
son:
El adolescente se ubica entre las
1) Búsqueda de sí mismo y de la identidad llamadas personalidades “marginales”. Es
muy difícil señalar el límite entre lo normal
El poder llegar a utilizar la genitalidad en la y lo patológico (A. Freud). Toda la
procreación determina una modificación conmoción (actuaciones de características
esencial en el proceso del logro de la defensivas) en este período es normal.
identidad adulta y que caracteriza la Por lo cual se puede hablar de
inestabilidad de la identidad adolescente. una “patología normal” del adolescente que
debe admitirse y comprenderse para ubicar
La maduración genital se suma a sus desviaciones en el contexto de las
la reactivación de las etapas previas de la realidad humana que nos rodea. La mayor o
evolución libidinal y a procesos menor anormalidad de este síndrome
psicológicos básicos de disociación, normal se deberá, en gran parte, a los
introyección e identificación para procesos de identificación y de duelo que
establecer la personalidad más o menos haya podido realizar el adolescente.
definida.

En la pubertad ocurren cambios físicos en 3


niveles: 1) hormonal (gonadotrofina), para
Espacializa el tiempo para
la modificación sexual; 2) producción de poder manejarlo
óvulos y espermatozoides maduros; 3)
relacionándose con él como
desarrollo de las características sexuales
primarias y secundarias, sumadas a con un objeto. Este “tiempo-
modificaciones fisiológicas del crecimiento espacio-objeto” da lugar
en general. Se produce entonces un duelo
del cuerpo infantil perdido, que obliga a al sentimiento de soledad y al
una modificación del esquema corporal y aislamiento del chico en el
del conocimiento físico de sí mismo. Y se
establece una búsqueda de un nuevo cuarto. En esos períodos, el
sentimiento de continuidad y mismidad. tiempo queda “afuera”,
En el plano sexual, se atraviesa por lo que
convertidos el pasado,
Erikson llama “moratoria psicosexual”: no se presente y futuro en objetos
requieren roles específicos y se
manejables.
experimenta con lo que la sociedad tiene
para ofrecer. El adolescente recurre a lo
que encuentra más favorable en el
momento: p. ej. La uniformidad (brinda
seguridad y estima personal): todos se Mientras tanto, se rige por el tiempo
identifican con cada uno. corporal o rítmico (comer, defecar, jugar,
También identificaciones “negativas” (es dormir, estudiar, etc.). Tiempo vivencial o
mejor tener una identidad “negativa”, experiencial.
perversa, que ninguna),
pseudoidentidad que oculta la identidad “La percepción y la discriminación de lo
latente o verdadera, identificación con el temporal sería una de las tareas más
agresor, etc. Por todo ello, el adolescente importantes de la adolescencia, vinculada
puede verse llevado a adoptar con la elaboración de los duelos típicos de
distintas identidades, transitorias (“bebé”, esa edad. Esto es lo que permite salir de la
“demasiado serio, adulto”,.); ocasionales ( modalidad de relación narcisista del
frente a situaciones nuevas); adolescente y de la ambigüedad que
circunstanciales (identificaciones caracterizan su conducta. Cuando éste
parciales). Todas ellas, adoptadas sucesiva puede reconocer un pasado y formular
o simultáneamente, aspectos de la proyectos de futuro, con capacidad
identidad adolescente. de espera y elaboración en el presente,
supera gran parte de la problemática de la
Los cambios físicos pueden ser vividos, en adolescencia”.
un primer momento, como
muy perturbadores. Sentimientos de 6) La evolución sexual desde el
extrañeza e insatisfacción, que contribuye autoerotismo hasta la heterosexualidad
al sentimiento de “despersonalización”.
La integración del yo se produce por Hay en el adolescente un oscilar
la elaboración del duelo por partes de sí permanente entre la actividad
mismo y por sus objetos, y un buen mundo masturbatoria y los comienzos del ejercicio
interno (que surge de la relación genital.
satisfactoria con los padres internalizados)
posibilita una buena conexión interior, una Al ir aceptando su genitalidad, comienza
buena huida defensiva que facilita el la búsqueda de la pareja, aparece
reajuste emocional y el establecimiento de el enamoramiento apasionado. Luego
la identidad adolescente. Se caracteriza por la relación genital completa, más bien
un cambio de relación con los padres ( de carácter exploratorio y en la
reales e internalizados). Los elementos adolescencia tardía.
biológicos introducen una modificación
irreversible: ahora, la separación ya no sólo
es posible sino necesaria. Las figuras
parentales están incorporadas a la
personalidad del sujeto y este puede iniciar
el proceso de individuación. Si todo se dio
correctamente en los períodos anteriores, el
adolescente contará así con
un yo enriquecido, dotado de mecanismos
defensivos útiles, y un Superyo que lo
ayudará a encauzar la vida sexual que
empieza a poder exteriorizarse en la
satisfacción genital, ahora biológicamente
posible.

2) La tendencia grupal.

De la búsqueda de uniformidad surge


el espíritu de grupo: un proceso en donde
todos se identifican con cada uno. El
adolescente, frecuentemente, pertenece
más al grupo que al núcleo familiar.
También representa la oposición a las
figuras parentales y una manera activa
de determinar una identidad distinta.
Se transfiere al grupo gran parte de
la dependencia que antes se tenía respecto
de la familia y los padres. Constituye así
una transición necesaria en el mundo
externo para lograr la individuación adulta.

El adolescente recurre al grupo


para reforzar su identidad, ante la dificultad
de asumir obligaciones para las cuales
todavía no está preparado. También
para lograr su independencia de los padres,
para lo cual busca un líder al cual
someterse o se erige él mismo en líder para
ejercer el poder de la madre o el padre.
Pero todo ello, sin que se sienta demasiado
responsable de lo que ocurre a su alrededor:
su propia personalidad suele quedar afuera
del proceso.

El grupo facilita la conducta psicopática


normal. Se trata de un acting out motor (
por descontrol provocado por la pérdida
del cuerpo infantil) y afectivo (producto del
descontrol del rol infantil que está
perdiendo): desafecto, crueldad,
indiferencia. (En el adolescente normal,
esta conducta es transitoria y rectificable, a
diferencia del psicópata).

3) Necesidad de intelectualizar y fantasear

Una de las formas típicas del pensamiento


del adolescente es el intelectualizar y
fantasear despierto. Como mecanismo
defensivo: a través del pensamiento,
compensa las pérdidas que ocurren dentro
de sí mismo y no puede evitar.

Se trata de un refugio interior contra la


angustia. Una especie de autismo
positivo que tiene por objeto el reajuste
emocional, y que se expresa en
teorizaciones éticas, filosóficas, sociales, a
través del pensamiento y la producción
literaria, artística, etc.

4) Las crisis religiosas

El adolescente puede manifestarse como un


ateo o un místico, a veces el mismo
individuo pasa por todo tipo de períodos
mutuamente contradictorios. Las frecuentes
crisis religiosas son intentos de solución de
la angustia que vive el yo en su búsqueda
de identificaciones positivas y
del enfrentamiento con la muerte definitiva
de parte de su yo corporal, así como de
su separación de los padres. Las figuras de
divinidades pueden representar para
él idealizaciones que le aseguren la
continuidad de la existencia de sí mismo y
de los padres infantiles. Del mismo modo,
una actitud nihilista puede ser también
defensiva. En ambos casos, se trata de
un desplazamiento a lo intelectual religioso
de cambios concretos que ocurren en el
nivel corporal y en el plano de la actuación
familiar social.

5) La desubicación temporal

El adolescente vive con una cierta


desubicación temporal; convierte el tiempo
en presente y activo como un intento de
manejarlo.

Parecería que al romperse el equilibrio de la


latencia, por momentos predomina la parte
psicótica de la personalidad. Así la
adolescencia se caracterizaría por la
irrupción de partes indiscriminadas,
fusionadas, de la personalidad; aumenta la
posibilidad real de llevar a cabo fantasías
edípicas de procreación con el progenitor
del sexo opuesto.

Aquí se reagudiza la fantasía y


la experiencia pasada hasta
entonces, repitiendo el camino
de la fase genital previa (en la
masturbación), la actividad
lúdica de aprendizaje (
toqueteo, bailes, juegos, etc.).
También en esta etapa se da
la curiosidad sexual,
exhibicionismo, voyeurismo,
etc.

Se reactiva el conflicto edípico con toda


intensidad, debido a la posibilidad física de
su consumación. Si esto sucediera, el Muchos padres se angustian y
individuo se vería sujeto a una relación atemorizan ante al
genital temprana, sin poder definirse
sexualmente de un modo real. Una relación
crecimiento de sus hijos,
simbiótica que según Aberastury estaría en reviviendo sus propios
la base de la homosexualidad tanto
conflictos edípicos. Así como
masculina como femenina.
los hijos presentan una
En la adolescencia se da también cierto situación ambivalente al
mantenimiento de la bisexualidad, sobre
todo a través de la actividad masturbatoria. separarse de los padres, lo
El problema se da cuando falta la imagen mismo sucede con éstos, y
paterna, con lo cual el varón buscará
eternamente el pene que da potencia y llaman a esto “ambivalencia
masculinidad, y la niña quedará fijada en un dual”. Por otra parte, es toda
relación oral con la madre, reprimiendo y
negando la posibilidad de contacto con un
la sociedad la que interviene
pene por la inexistencia del mismo en sus en la situación conflictiva del
tempranas relaciones objetales.
adolescente.. Es preciso
Con respecto a la actividad masturbatoria, reconocer
en la primera infancia tenía una finalidad un condicionamiento entre
exploratoria y preparatoria. A lo largo de
los distintos períodos, la masturbación se individuo y medio en la
mantendrá con las características constitución y aceptación de
de negación maníaca.
la identidad.
En el adolescente, tiene que ver con
fantasías edípicas de la escena primaria,
aceptando la condición de tercero excluido.
También es un intento maníaco de negar la La adolescencia es recibida
pérdida de la bisexualidad, parte del predominantemente en forma hostil por el
proceso de duelo. A poseer ya los mundo de los adultos en virtud de las
instrumentos efectores de la genitalidad situaciones conflictivas edípicas. Se crean
pero no poder usarlos (por restricciones “estereotipos” con los que se trata de
socioculturales), se incrementan las definir y caracterizar, aunque en realidad lo
fantasías incestuosas y la frustración. Por que se hace es aislarlos fóbicamente, o se
eso, la masturbación es vivida más crea un malestar de tipo paranoide en el
destructivamente y con culpa que en la mundo adulto que entonces los desplaza
infancia. Pero también tendrá una función reactivamente.
exploratoria y preparatoria.
Este sentido tienen los ritos de
7) Actitud social reivindicatoria iniciación presentes en todas las culturas:
expresar la rivalidad que los padres del
mismo sexo sienten al tener que aceptar a
sus hijos como sus iguales (y
El yo intenta conectarse con el posteriormente incluso admitir las
posibilidad de ser reemplazados por ellos).
mundo placenteramente, y al
no lograrlo siempre, la La actitud social reivindicatoria del
sensación de fracaso puede adolescente es prácticamente
imprescindible. Por otra parte, gran parte de
ser muy intensa y obligar al la frustración que significa hacer el duelo
individuo a refugiarse en sí por la pérdida de los padres de la
infancia se proyecta en el mundo externo:
mismo (“repliegue autista”, los padres y la sociedad pasan a ser los que
aburrimiento, desaliento. El se niegan a seguir funcionando como
padres infantiles con actitudes de cuidado y
adolescente normal elabora y protección ilimitados. Así, el adolescente
reconsidera constantemente desarrolla contra ellos actitudes
destructivas. Sólo si logra elaborar bien los
sus vivencias y sus fracasos.
duelos correspondientes y reconocer la
sensación de fracaso, podrá introducirse en
el mundo de los adultos con ideas
reconstructivas.
Los cambios de humor son típicos de la
adolescencia y es preciso entenderlos sobre 8) Contradicciones sucesivas en todas las
la base de los mecanismos de proyección y manifestaciones de la conducta
de duelo por la pérdida de los objetos.
El adolescente no puede mantener una línea
de conducta rígida, permanente y absoluta,
aunque muchas veces la intenta y la busca.
Es una personalidad permeable, en la cual
los procesos
de introyección y proyección son
frecuentes, intensos y variables. Esto hace
que no pueda haber una línea de conducta
determinada, que ya indicaría una
alteración de la personalidad. Por eso
hablamos de “normal anormalidad”. Sólo el
adolescente mentalmente enfermo
mostrará una conducta rígida. La labilidad
de su organización defensiva es, en al
adolescente, un signo de normalidad.

9) Separación progresiva de los padres

La aparición de la capacidad efectora de la


genitalidad impone la separación de los
padres y reactiva lo aspectos genitales que
se había iniciado en la fase genital previa.
La forma en que se haya realizado y
elaborado esa fase determina la intensidad
y calidad de la angustia con que maneja la
relación con los padres y la separación de
éstos.

Todo esto también es percibido por los


padres e incide grandemente en ellos.
Reiteramos el concepto de ambivalencia
dual, como un factor muy importante en la
forma en que se logre realizar la separación.
La presencia internalizada de buenas
imágenes parentales, con roles bien
definidos, y una escena primaria amorosa y
creativa, permitirá una buena separación de
los padres, un desprendimiento útil, y
facilitará al adolescente el pasaje a la
madurez, para el ejercicio de la genitalidad
en un plano adulto.

Por la necesidad de negar las fantasías


genitales y la posibilidad de realización
edípica, los mecanismos esquizoparanoides
pueden ser muy intensos, lo cual es normal
y natural. Los padres pueden ser vividos
disociadamente, como muy buenos o muy
malos. Las identificaciones se hacen
entonces con sustitutos parentales en los
cuales pueden proyectarse cargas
libidinales (maestros, héroes reales o
imaginarios, compañeros mayores).

10) Constantes fluctuaciones del humor y


del estado de ánimo

Un sentimiento básico
de ansiedad y depresión acompañarán
permanentemente como sustrato a la
adolescencia.

Adolescencia y Psicopatía.
Duelo por el cuerpo, la
identidad y los padres
infantiles

Tanto las modificaciones corporales


incontrolables como los imperativos del
a) algunas técnicas mundo externo, que exigen del adolescente
defensivas como nuevas pautas de convivencia, son vividos
al principio como una invasión. Todo esto
la desvalorización de los implica una búsqueda de una nueva
objetos para eludir el dolor de identidad que se va construyendo en un
plano consciente e inconsciente. Para ello,
la pérdida;
contará con el mundo interno construido
por las imagenes paternas, a través del cual
elegirá y recibirá los estímulos para la
nueva identidad.

Como vimos, el duelo por el cuerpo supone


elaborar una doble pérdida: la de su cuerpo
de niño (caracteres sexuales secundarios) y
la de la bisexualidad (menstruación y
semen, definiéndose en la pareja y la
procreación).

Es en esta búsqueda de identidad cuando


aparecen patologías que pueden llevar a
confundir habitualmente una crisis con un
cuadro psicopático (o también psicótico o
neurótico, según), en especial cuando
surgen determinadas defensas como ser la
mala fe, la impostura, las identificaciones
proyectivas masivas, la doble personalidad
y la crisis de despersonalización. Todo esto
se supera al elaborar los duelos,
elaboración que incluye diversos procesos:

b) la búsqueda
de figuras sustitutivas de los
padres, a fin de ir elaborando
el retiro de cargas. Se
fragmentan las figuras
parentales y se disocia la
actitud respecto a los padres y
a los sustitutos (y allí surgen
fluctuaciones de
personalidad).

c) La planificación y
verbalización tanto de lo más
genérico (ej. la ubicación del
hombre en el mundo) como de
lo más cotidiano. La palabra y
el pensamiento ocupan en el
adolescente la misma función
que el juego en el niño:
permitir la elaboración de la
realidad y adaptación a ella.

El adolescente tiene que dejar


de ser a través de los padres
para llegar a ser él mismo.

Adolescencia y Psicopatía.
Con especial referencia a las
defensas.

Las defensas en la psicopatía son técnicas


para eludir la depresión, la culpa y la
criminalidad. Por medio de ellas, el En el psicópata, a diferencia
psicópata logra un aparente equilibrio. El del adolescente, el
mismo objetivo tienen las defensas en
el adolescente normal, sólo que ese
aprendizaje no se logra a
aparente equilibrio sólo se logra transitoria través de la acción porque
y parcialmente, y en determinadas
ésta es utilizada como
ocasiones.
defensa. Mecanismos de
proyección, negación y
represión condicionan
trastornos en la memoria y en
la relación con los objetos:
una verdadera locura de la
percepción. Es que al negar la
culpa, se niega también el
vínculo con el objeto. Con lo
cual, no se puede rehacer el
objeto en la memoria, lo que
trae un déficit en la
acumulación de experiencias.
Al borrarse la experiencia se
niega también
toda responsabilidad por el
acto y este no puede
vincularse con hechos nuevos.
Por lo tanto, el psicópata no
puede prever.

Al estar las defensas ocupadas en la


búsqueda de un aparente equilibrio (muy
El pensamiento en el relacionado con la impostura, la mentira y
adolescente y en el la mala fe, modalidades del fracaso de la
consecución de la identidad), fracasan en
adolescente psicopático su función de dominar la ansiedad. Por eso
el psicópata es incapaz de tolerar las
tensiones.

Veremos cómo los duelos de la Como el pensamiento impone una demora y


adolescencia repercuten en la esfera del el yo del psicópata es incapaz de esperar,
pensamiento. ignora los límites de la acción y sus
consecuencias y se produce un trastorno en
el pasaje del pensamiento a la acción. (Para
el adolescente normal, en cambio, el
pensamiento es una preparación para el
actuar. Cada acción le deja como residuo
una experiencia que enriquece el
aprendizaje y de la que se siente
responsable).

¿Cuál es el origen de esta configuración


psicopática? Melanie Klein dice que el
pensamiento es el hijo espiritual tenido con
los padres en el comienzo de la situación
edípica. El psicópata tiene una fijación en la
imagen de los padres en coito y
una dificultad para alcanzar la identidad
sexual, con lo cual el inicio del Edipo y del
pensamiento están ya condicionados desde
un principio. Es decir, se da un déficit ya en
el primer año de vida, respecto del duelo
por el pecho y pasó al padre.

El psicópata no ha elaborado el duelo por el


otro sexo. Por eso la escena primaria sigue
teniendo tanta importancia. Al llegar la
pubertad, se da una negación defensiva de
la diferenciación. La defensa contra la
intimidad sexual lleva a comportamientos
de evitación fóbica, y esto tanto en
psicópatas como en normales (que, a
diferencia de los primeros, van a ir logrando
elaborar el duelo por la bisexualidad
perdida y manejando ese distanciamiento
del otro sexo). En el adolescente normal,
eso puede darse también a través de la
“omnipotencia de las ideas”, la compulsión
a devorar novelas o películas (aprendiendo
a través de los personajes lo que no logra
realizar en la vida real), el estudio como
defensa, etc.

El dejarse morir como deseo de una parte


del yo puede llevar al psicópata, que no se
detiene en el pensamiento sino que actúa,
al suicidio real. Puede darse incluso la
búsqueda de la identidad a través del
suicidio, “ser” un suicida.

En lo que hace a la adquisición


de ideologías, que se configuran
plenamente recién al alcanzar la identidad
adulta, el adolescente puede adelantar su
adquisición en forma defensiva, hasta que
va elaborando los duelos y disminuyendo la
intensidad de las defensas... En el
psicópata, el fracaso de la elaboración del
duelo de la infancia le impide el logro de
identidad e ideología, lo que le impide
incluirse en el mundo y actuar en él
adecuadamente.

Duelo por el cuerpo infantil

El individuo asiste pasivamente a


la mutación de su cuerpo. La rebeldía ante
La simbolización fracasa, el esto que no puede manejar la desplaza
símbolo y lo simbolizado se hacia la esfera del pensamiento. Se da así
una despersonalización en el pensamiento,
confunden y las ideas tienden en las cuales él no está directamente
a realizarse en “acción en comprometido como persona física sino
como entidad pensante.
cortocircuito”, actuación
motora.

Duelo por la identidad y por el


rol infantil

Al no poder mantener la personalidad


infantil y no lograr aún la adulta, el
Duelo por los padres de la adolescente vive un fracaso en la
infancia personificación, y entonces delega en el
grupo gran parte de sus atributos y en los
padres sus obligaciones y
responsabilidades (mecanismo esquizoide)
Los cambios operan también sobre la
imagen de los padres y de su rol, y también El continuo comprobar y
sobre los padres reales (interacción de un experimentar con objetos del mundo real y
doble duelo). Se dan así las contradicciones de la fantasía que se confunden, apoyado
de una demanda de suministro continuo ( en el pensamiento grupal.
dependencia) para lograr aparentemente
la independencia (seudoindependencia). En el psicópata, las conductas de crueldad
y desafecto, el manejo de las personas
Surgen las figuras sustitutivas y a como objetos, se dan sin culpa y sin
la introversión que facilita el contacto con capacidad de rectificación. Al faltar el paso
las imágenes internas, que terminan por el pensamiento, la culpa no se puede
enriqueciendo el yo. elaborar y el yo se empobrece en su
situación ficticia de irresponsabilidad
El psicópata no tolera la pérdida del infantil con aparente independencia.
suministro continuo, vivenciando la Finalmente, lo que en el adolescente normal
frustración como una amenaza de muerte y es conflicto de identidad, en el psicópata es
respondiendo en cortocircuito (percepción mala fe consciente que lleva a expresiones
distorsionada que desencadena un efecto de pensamiento cruel, ridiculizante de los
avasallador). Percepción-acción, sin demás, desafectivo, como mecanismo de
proceso de pensamiento. defensa ante la culpa y el duelo por la
infancia perdida.
Temporalidad en el psicópata:
la atemporalidad se establece rígidamente
en su pensamiento: posterga y exige sin
discriminación frente a la realidad, y actúa
sin esta noción limitante, que permite la
ubicación del individuo en el mundo.

Sexo en el psicópata: permanece en


una bisexualidad fantaseada que tiene para
él todo el significado de la realidad psíquica
y que le impide relaciones amorosas de
objeto y el logro de la pareja.

EL ADOLESCENTE Y EL
MUNDO ACTUAL

La necesidad del joven de


entrar a formar parte del
mundo del adulto y los
conflictos que surgen tienen
su raíz en las dificultades para
ingresar en ese mundo y en
las del adquirirlo para dejar
paso a esa nueva generación
que le impondrá una revisión
crítica de sus logros y de su
mundo de valores.
Literalmente, adolescencia
significa la condición o el
proceso de crecimiento.
Período de la vida
comprendida entre la
pubertad y el desarrollo
completo del cuerpo, cuyos
límites se fijan, por lo general,
entre los 13 y los 23/27 años
en el hombre. En las
adolescentes se extiende de
los 12 a los 21, y en los
varones de los 14 a los 25
años en términos generales.

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