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MODERNIDAD
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Rojas M. C. y Sternbach S, (1997), “Entre dos siglos Una lectura psicoanalítica de la Posmodernidad”, Bs. As, Ed. Lugar
Editorial
Además, la modernidad es la época de la historia, del incesante progreso y
superación, que, a través del racionalismo que lo caracterizaba, asociaba y prometía para
el hombre, la razón y el placer.
Es decir, que podemos señalar que la crisis de la modernidad llega a su cima cuando
la sociedad se aparta de todo principio de racionalidad y cuando los actores sólo tienen
referencias culturales, comunitarias o individuales para su integración a la sociedad.
El sujeto moderno perdió, quizás, a Dios pero recuperó una enorme fe en el ser
humano mismo. Al mismo tiempo quedó demostrada la incapacidad de la ciencia y la
Revolución para saciar otras expectativas previas. Con esto se abren las puertas a la
posmodernidad.
POSMODERNIDAD
El Posmodernismo significa, en primer lugar, una actitud crítica a una situación que
no resultó ser como se había proyectado. Como así también éste término propicia la
diversidad, la pluralidad, coexistencia de las diferencias.
El ser humano busca a través de varias estrategias, hallar la felicidad. Hoy en día
ésta puede lograrse a través del consumo. ÉSTE constituye un papel central en la
transmisión del código social, siendo incorporada tan tempranamente que forma parte de
la trama identificatoria inicial.
En la actualidad el consumismo se halla en estrecha relación con la publicidad ya
que es ésta la que lo promueve. La publicidad nos invade y nos coloca en una posición de
satisfacción imaginaria, deseada, frente a la cual no podemos dejar de “mirar” sino por el
contrario la deseamos. Muchas veces estas propuestas se encuentran muy alejadas de
nuestra realidad, de nuestras posibilidades, pero es a través de los medios de
comunicación que logramos una “satisfacción ilusoria”. Es decir la posmodernidad ofrece
un escenario en el cual los adolescentes son colocados en un lugar ideal, de perfección
creando de esta manera una ilusión de completud, la posibilidad de que todo es posible,
alcanzable.
Como así también la sociedad propone modelos sociales que atrapan
a los adolescentes, que están en pleno proceso de maduración, convirtiéndolos en
víctimas de toda una densa red de valores inapropiados, difundidos principalmente por
medios de comunicación tales como la televisión, el cine, la radio, internet, las revistas de
moda; que adornan cierta estética del éxito, que por otro lado, no es más que una
manera de seguir un modelo de belleza.
¿Qué sucede con los adolecentes? Al respecto Obiols G y Di Segni de Obiols S.
(2001)2, afirman que en la posmodernidad el cuerpo de los adolescentes es un “tesoro”,
un estado ideal, algo socialmente deseado por el resto de la población que intenta
igualarlos a precios elevados. La piel tersa y libre de marcas, un pelo abundante y
brillante, sus músculos se hallan tonificados y firmes, frescos todo aquello que la
publicidad alimenta a diario en nuestras mentes son considerados como cualidades que
se deben mantener.
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Obiols Guillermo y Di Segni de Obiols Silvia (2001), “Adolescencia, posmodernidad y escuela secundaria”, Buenos
Aires, Ed. Kapelusz.
Esto conlleva a que muchos abrasan una imagen sin cuerpo, piensan que es cuerpo
lo que en realidad es una ilusión, y se quedan anonadados o petrificados en la imagen.
Aunque estos adolescentes sean “el modelo social” al cual todos quieren alcanzar, el
precio por mantenerlo implica un gran trabajo psíquico y físico acompañado de una fuerte
presión, ya que no sólo los adultos quieren permanecer en un cuerpo joven, sino que para
ellos mismos correrse de los standards predeterminados por los medios o la sociedad
resulta sufriente, debido a que éstos los enjuician o castigan excluyéndolo.
La presión o la fuerza con que se nos impone éstos estándares sociales, someten al
adolescente y al resto de la población a realizar, a veces, hasta lo imposible para
alcanzarlo.
Bien es sabido que para poder formar la identidad, se necesita tener modelos, a fin
de poder identificarse con ellos o con aspectos que desean incorporar. Sin embargo en
ésta época los adolescentes no encuentran o no cuentan con modelos identificatorios
necesarios para poder llevar adelante esta tarea. Los prototipos a seguir tal vez tengan
que ver con aquellas figuras que ellos idolatran popularmente, aquellos que son
socialmente aceptados.
Cabe destacar que no se puede hablar de los adolescentes como un “solo tipo
de…” o como una etapa en la cual TODOS la viven o la transitan por igual. Debido a
que como dice Susana Sternbach (1997)3, no existe la “adolescencia” sino los
adolescentes y esto marca la particularidad de cada sujeto y el entramado familiar y
social en cual está inserto.
Susana Quiroga define a la adolescencia, como un “momento del ciclo vital que
comienza siendo un hecho biológico como es el crecimiento del cuerpo y el comienzo del
funcionamiento de las hormonas sexuales, pero a su vez, está inmerso en un proceso
psicosocial que varía según las culturas y los momentos históricos” 4.
4
Quiroga, Susana E., (1998). “Adolescencia: del goce orgánico al hallazgo de objeto”. Buenos Aires, Ed. Edudeba. Pág.
15- 105
trabajo para el psiquismo: pasaje de la endogamia a la exogamia, la asimilación psíquica
de los cambios morfológicos y fisiológicos del cuerpo, duelos, el desasimiento de las
figuras parentales, la constitución de un proyecto identificatorio. Estas “tareas psíquicas”
suponen un trabajo al psiquismo.
CLASIFICACIÓN
La Pubertad comprende de los 10 a los 14 años, según los sexos: los cambios
corporales iniciados en la etapa anterior comienzan a tener protagonismo.
El término pubertad, en su origen, debió referirse a la aparición del vello púbico, ya
que está emparentado con los términos latinos pubertas [vello/barba; pubertad/mocedad]
y pubes [pubis; juventud], cada uno de los cuales reúne en sus dos acepciones un
elemento anatómico y una etapa del ciclo vital.
El adolescente aparece tanto para sí como para los demás, como un desconocido
gracias a “transformaciones” que va atravesando. Es decir, con este empuje pulsional, el
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6
Quiroga, Susana E., (1998). Op. Cit Pág. 15- 105
cuerpo se vive como extraño. Esto significa que la imagen corporal sostenida hasta ese
momento, entra en crisis, algo ha cambiado, el cuerpo ya no es el mismo.
El adolescente ve algo en el espejo pero no sabe que es, esto es lo que escapa a su
control, lo que no puede gobernar.
Por lo tanto este cambio abrupto en lo corporal exige un trabajo psíquico para ser
tramitado.
El adolescente experimenta cambios corporales mucho más visibles: aumenta el
tamaño corporal (estatura y peso); cambian las proporciones del cuerpo tanto a nivel
externo como interno, y se produce el desarrollo de los caracteres sexuales primarios y
secundarios.
Con respectos al aumento de tamaño corporal (la estatura) se observa una
aceleración del crecimiento que en las niñas se manifiesta entre los 8 y 11 años con un
pico de velocidad a los 12 y declina a los 15, 16. Mientras que en los varones comienza
entre 10 y 14 años con un pico de velocidad a los 14 y declina entre los 17 y 20. Esta
consiste en un aumento del tamaño corporal tanto en la estatura como en el peso debido
al crecimiento de huesos y músculos. Las piernas y los brazos crecen más rápido que el
tronco, mientras que los pies y las manos suelen parecer proporcionalmente más grandes
y notables, puesto que llegan a su tamaño maduro antes que las piernas y los brazos. En
los hombres se ensanchan los hombros mientras que en las mujeres se ensanchan las
caderas.
Por otro lado los cambios internos también son asincrónicos y conducen a una
inestabilidad fisiológica: aumenta el tamaño de varios órganos internos y se modifica el
sistema respiratorio y circulatorio.
Los caracteres sexuales primarios también se hacen presentes. En los varones se
agrandan paulatinamente los testículos y el pene, aparece el vello pubiano y se producen
las primeras poluciones nocturnas. Mientras que en las niñas los ovarios y el útero crecen
con rapidez hasta alcanzar el tamaño y funcionamiento maduro para que se produzca la
menarca.
Mientras que los caracteres sexuales secundarios son aquellos aspectos físicos que
dan apariencia “femenina o masculina” y cumplen una función importante para la
atracción de los sexos y formación de pareja.
Estos cambios corporales se realizan de forma asincrónica y duran dos o tres años
aproximadamente.
Por lo tanto la metamorfosis no solo implica una cuestión de transformación de una
imagen sino una reubicación
7
Arminda Aberastury y Mauricio Knobel, (1985) “La Adolescencia Normal”. Buenos Aires, Ed. Paidós, , Pág. 26-27
Como dice Millán: Algo pasa en el cuerpo real, que no coincide con la
imaginarización que se tiene de él. Es la evidencia de la enajenación en una imagen. (...)
El cuerpo aparece como una transgresión en sí mismo: hay algo que antes no había, no
es el mismo cuerpo, no es la misma voz.8
esto se evidencia en los cambios corporales propios de este periodo, el cuerpo, en este
“niños” intentaban ocultar lo que el paso del tiempo no podía negar. “El adolescente de la
cuerpo del adolescente es el estado ideal, socialmente deseado, ya que éste posee una
piel tersa y libre de marcas, un pelo abundante y brillante, sus músculos se hallan
tonificados y firmes, frescos, todo aquello que la publicidad alimenta a diario en nuestras
mentes. Ellos son poseedores de un tesoro, que el resto de la población intenta igualar a
Si bien los adolescentes se plantean como modelo social, al cual todos quieren
alcanzar, este peso recae fuertemente sobre cada uno de ellos, debido a que no
solamente los adultos quieren asemejarse corporalmente a un joven, sino que para ellos
mismos, salir de los estándares de lo socialmente deseado resulta muy poco positivo en
estándares marcados como belleza, y juventud, sino que también excluye a partir de los
mismos criterios.
8
Millán, Enrique G., Y Wainsztein, S. (2000), “Adolescencia, Una Lectura Psicoanalítica”, Buenos Aires: Megáfono
Ediciones.
15
Guillermo Obiols y Silvia D. De Obiols, Op. Cit.
Siguiendo con la descripción ADOLESCENCIA MEDIA: comienza entre los 15 y 16
años y termina alrededor de los 18 años. En cuanto al comportamiento escolar, en este
período se observa una conducta más ordenada en cuanto al cumplimiento de las normas
sociales. El proceso de crecimiento se termina de estabilizar, lo que le permite poder salir
en busca del otro. Se busca un vínculo de intimidad.
conflicto con los padres. Comienzan a construir sus propias ideas y a partir de allí, su
propia identidad.
la dura tarea de determinar por sí mismo, quién es, quién no es, qué quiere, qué no
quiere, para lo cual debe realizar el duro trabajo de descubrirse y conocerse, todo esto en
Para poder establecer una identidad, es necesario tener modelos, a fin de poder
identificarse con ellos, o con aquellos aspectos que resultan deseados para la persona.
adultas, con las cuales identificarse y tanto los padres como los docentes han perdido
este lugar. Tal vez los prototipos a seguir por los que se guían más los jóvenes tengan que
ver con aquellas figuras idolatradas popularmente, esto es, aquellos que son socialmente
Tal vez, algunos adolescentes de hoy no se plantea si quiera el hecho de que hay
determinadas cosas de su persona que debe cambiar, por el simple hecho de que está
creciendo, pero no se lo plantea debido a que no cuenta con modelos que dediquen
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Arminda Aberastury y Mauricio Knobel, (1985) “La Adolescencia Normal”. Buenos Aires, Ed. Paidós.
Evidentemente en la actualidad, se producen dos fenómenos, por un lado, la
desde muy temprana edad, se encuentra gozando de las libertades adultas, y por el otro
actualidad, debido a que la el mundo adulto no brinda todas las posibilidades para que
esto se produzca.
Tal es este hecho que autoras como Francoise Dolto, hablan del fenómeno de la
de la misma, lo cual no permite fijar los límites con mucha precisión. Para esta autora:
“El estado de adolescencia se prolonga según las proyecciones que los jóvenes
reciben de los adultos y según lo que la sociedad les impone como límites de exploración.
Los adultos están ahí para ayudar a un joven a entrar en las responsabilidades y a no ser
Es decir que tanto la adolescencia tardía se extiende, como así el hecho del
ingreso en la vida adulta, esto se debe tal vez, a una sociedad que fomenta e incentiva la
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Obiols y Obiols, Op. Cit
Se presenta la ausencia de un lugar claramente asignado, el joven se encuentra