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RESEÑA S

1' O 1~ S/ ;\

cenio siguiente. No conozco ese poema. Cada uno está solo sobre el dad de referen tes. Cómo no se ntirlo
lamentable mente. pro logado. además.
por Alberti.
{corazón de la tierra al leer un poema brutal. el haikú de l
2 . ··segunda jornada: sobre la pintura y el
traspasado por un rayo de sol: japonés Enamoto. donde cada pala -
arte en ge neral... ('f. Ernesto Sábato. y enseguida anochece. bra está en su puesto. su único y ex-
Entre la lerm y la sangre . (Conversacio- cluyente puesto. y hace rn os se ntir el
nes con Carlos Catania). Buenos Aires. O el del japonés Etsuro Sakamoto. dolor -y al mismo tiempo la para-
Seix Barra!. 1988. págs. 24-39. que nos da un a idea del entorno alie- dójica belleza de un insta nte- de
3· Octavio Paz. Puerros al campo . Barce-
lona. Seix Barral. 1972. pág. 77.
nante que ha acompañado al mun- modo visceral:
do ind ustrializado:
El niño ciego.
Subway guiado por su madre.
Todos los días comparto un frente al cerezo en flor.
"Ya somos todo [a laúd
con los extraños. No se excluye de esta antología el
aquello contra Clavando de prisa ero tismo. Desde los clásicos poemas
lo que luchábamos mi propio ataúd. de Alejandra Pizarnik (En w aniver-
a los veinte años" me dirijo a la ciudad sario : ··Recibe es te rostro mío.
para ser enterrado vivo. mudo. mendigo. 1 Recibe este amor
que te pido. 1 R ec ibe lo que hay en
U ltra ntología El poema breve . al igual que el afo- mí que eres tú"). pasando por la ex-
(Antología del poema breve) rismo filosófico. se caracte riza por la quisita reflexión del colombiano
Jorge Cadavid (selección y prólogo) b revedad semántica y sint áctica. En José Manue l Arango ("como para
Makbara Editores, Bogotá, 1999, pocas palabras se sugiere más de lo cruzar un río 1 me desnudo junto a
141 págs. que se dice. Los referentes, las expli- su cuerpo 1 riesgoso 1 como un río
---------------------- caciones. las ampliaciones desa pa re- en la noche'') hasta los novedosos y
cen. Queda la vitalidad que contie ne suge rentes tan ka s de Takuboku
Es falso que no existe la salvación cada palabra. el límite en que pue- (" Me despedí de ella 1 con un largo
en tamaño miniatura. Basta acudir den ser leídas sin ser traicio nadas. beso. 1 de madrugada. 1 Lejos, no sé
a este libro pa ra re futarlo (9 x 14 cm. "chupadas·· habría que decirlo lite- dónde. 1 había un incendio ").
un libro de bolsillo, que incluye 234 ralmente. Citando a Li ebc rm ann.
poemas breves). Todavía la poesía Cadavid es más preciso: ··La riqueza
tiene el inmenso poder de redimir- del poema es como la riqueza del di -
nos. Éste, e n efecto , es un libro que bujo: dibujar es omitir'' (pág. 8). Ana-
reta al tiempo. En la é poca del pre- licemos el siguiente poe ma del argen-
dominio del lenguaje técnico. de la tino Antonio Porchia para verificarlo:
sensibilidad espiritual modelada por
los medios de comunicación de ma- H ace mucho que no pido nada
sas, de la práctica desaparición del {al cielo y aún n o han bajado
lector litera ri o, del triu n fo ava- {mis bra zos.
sallan te de los happenings y de la
cursilería artística, cuando parecie- Es un poema religioso que cues tio-
ra que e l lenguaje poético no tiene na el ancestral rito de la solicitud al
nada que decirnos, nos encontramos creador. Se pide porque en la tierra
con esta joya, algo así como un va- nada nos es concedido. Pero a cam-
demécum abreviado para consultar bio el dador se niega a recompen- Pero en otros mome ntos el poe-
en tiempos de desespero. sar. El hombre - su espíritu de in - ma amoroso adquiere la dureza del
El p oeta Jorge Cadavid -editor sis tencia- se ve su perado por la versículo bíblico, señalati vo. como
y compilado r del libro- se ha es- divin idad . Que da un ac to vacío e n e l d e l alemán-isra e lí Ye huda
forzado p o r recoger poe m as bre- - levantar los brazos e n se ñal de Amijai: " El que se apa rta de lo que
ves - muchos de ellos no tienen ruego- que no significa nad a. sa lvo ama 1 hará saltar su última palabra 1
más d e veinte palab ras y tres ver- un alarido de dolor e n mitad del como una piedra plana sobre e l agua:
sos- que nos pueden dar la. clave mundo. En quince palabras el poeta 1 saltará tres o cuat ro veces. 1 Des-
in mediata p a ra reco n ocer e n e l dice lo que e l crítico intenta acla rar pués se ahogará". O se ncill ame nte
mu ndo algo qu e nos parecía in- en sesenta y ocho. es juego y nostalgia por el inalcan-
aprensible, abst racto o demasiado En el minipoema. la metáfo ra al- zab le ser amado: " Más allá de tu
fr ag m entario. ¿Qué t a l és te de ca nza su máxima exigencia. un nivel nombre y de mi nombre. 1 qué se rá
Salvatore Quasimodo pa ra medita r de comprensión absoluto que exige este esperar sin esperanza .. ( Dulce
sobre la muerte?: del lector acudi r a la mayor ca nt i- María Loynaz).

BOLI: lfN C.ULlU N A I "' UIU IIU(, ft A IIC. U . \UI \g . N U M 57 • 2UU 1


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lt ''"'" RESEÑAS

:\ 'l'l'l''- L' l pDL' 11l<t brL'\ L' L' '- m a~ a b rctt)rtca Jd ;\ ~nrn m eJd tica. R ainer M a ria Rilkc. J os~ Angd
l ' kCtl \ l ) ljlll' L'l Ji,L·ur,\1 pt>I II ÍC~) . <li'~U:'amo~ de las palabr;ls. la s de:-;- Va kntL'. J ack Kc r ouac. Wall acc -
D c ..,en ma ... ca r;IJ ur rL· ... ult:l L'l dL' ( '.nl 1 ~a~ tam n:- L'l)Jl ta nto uso tosco. Es e l StcVL'ns , . Be rt L) lt BrL'Cht.
Sandbur ~:
- 1mpcrio JI? la insus tancialiJad. dd
' ;KIO 'L'rbal. d dt?sprccio pL)r la sin -
DL' cua lquie r modo es un.a fdici -
dad cargar cstL' libro Ul' u n ladn para
11 (' 1·¡yfo 1rse tcsi:-; . E l pot:ta apa re ce . e n to nces. o tro ~ n el bolsillo del saco. e n d
lo~- ·iejos dioses
1 co rno el a paciguador. d guardi<i n maktín del trabajL)- como un o p o r-
y ll<'p,ar 111/t' \ ' O \ . de l lenguaJe. su recupe rador. una tuno diccionario que SL' consult n en
/) ía 1ras d íu. especie Je pas tor que devuelve las nwrnentos de duda. de e nredo ccm
wi o Iras mio aguas pe rdid as a su cu rso . Como l' n la , ·ida . de ansias d e bebe r en el pozo
tos idulus caen. la l'xigl' nci a de H ü ldl'rlin. se busca dd lenguaje.
los ídolos surge11. rl'cupera r el impl'rio de la ve rdad
//()\' d e la cual e l le nguaje es su princi- CARLOS SA NC I-! EZ L OZANO
adoro el marlillo. pal instrum e nt o:

O pue de st: r iró nico y e xplosivo. caso En la aldea baila 1111 ren o
del reclamo dese ng a ñado de J osé Elegancia
E milio Pachcco: E/ef?ancia
Y todavía n o acaba.
"La maña de sentirse
• •
A ntiguos compañeros se reúnen (Gcorges Schehadé, poe ta raza superior viene
Ya som os rodo aquello libanés) desde que se
con lra lo que luchábamos a los
fveime ai1os. E l libro trae a l flnal un apénd ice
descubrió el primer
con un a nota biográfica d e los au-
~
fémur masculino"
O sin tet izar tod as la s rabias acumu - tares compil ados. co n j u icios va lo-
ladas y exigir accion es . com o e n la r a t ivos mu y ace rt a d os de J o r ge
D e la caída de un ángel puro
ve rsió n d e l poe ta mex icano Aure li o Cadavid. Un lunar afect a la anto- por culpa de un beso apasio nado
Asiain: logía: no indicar la p rocede nc ia d e Silvia Gnfvis
las t rad uccio n es. Arango Editores, Bogotá, 1997,
Lázaro 135 págs.
Anda. •
le vámate ' v o lvida, •
• •
atiende a lo q ue pasa.
Aprende a caminar • • •• Esta p ieza d e Silvia Galvis está d ivi-
dida e n tres actos y consta de cuatro
a ctegas por ru casa.

Un e lemento que no se pue d e pasar


-=-- p e r sonaj es fe m enin os principales
(los e num e ro e n orden d e apa rición
y escojo una caracte rística de cada
por al t o y qu e caracte ri za es ta uno para d efin irlo, tomada de la mis-
Ultrantología es el humor. El humo r ma obr a): Autora , d e "cu a r e nta y
e n todas s us fo rmas. A sí aparecen pico'' años, quien compone la pieza
la ironía exquisit a: (''Proh ibid 1 la teatral en e l escenario mismo, fre n-
música y e l mar y los a tardeceres: 1 te a l público. Según s us mismas pa-
dan placer"' . Ivá n Tubau): la paro- labras, e lla es como todos lo s escri-
dia d e los textos clásicos ("No m e tores, que son ''como dioses" y, al
gustas cuando call as 1 y estás como mismo tie mpo, son " monstruos, bes-
a use nte 1 no sé s i n o tienes nada qué tias fe roces "; Rebeca. con aproxima-
decir 1 o la raya d e cocaína 1 se te
subió a la cabeza., . Cristina P e ri ·•• , ... • • •
damente sete nta años, ama de casa ,
p e rtenece a la generación de la obe-
R ossi): e l exabrupto que roza la co- diencia: " obed iencia al padre, obe-
• 41!
m ed ia ("Sólo dos cosas 1 quisiera: e l
paraíso 1 y n o m o rir" . R. H . Blyth ):
• • dienci a al hermano, obe diencia a l
marido , obediencia a l c ura": Ángela ,
e l desenfa d o que golpea ('' E so que L os interesados e ncontrarán e n hija de Rebeca, quien tiene los mis-
estás esperando 1 día y noche. y nun- es t e libro poemas breves. e ntre mos "cuarenta y pico" de Autora, es
ca vie ne : 1 eso que siempre te fal ta o tros , de G o ttfrie d Benn , Ómar antropóloga, pertenece a la genera-
mie ntras vives. / es la m ue rte'' . Au- J ayyam. Eugenio Montale, D aría ción de la c ulpa y de la transgresión:
gusto F e rrá n ) . J aramillo, Jorge Eduardo Eielson , " culpa si se quedan solteras, culpa
Concluiríamos: lo más se puede J orge Guillén , Juan Manue l R oca , si se d ivor cian, culpa si tie ne n hijos,
decir con lo m e n os. Acostumbrados J avie r Sologure n , Emily D ickinson , culpa si no los tie n en, c ulpa si traba-

[ 104] BOL~lfN CU IT U ~AI 1 B I OI.I OC. R ÁF I CO , \'OL . 3!1. NU M. 57. 200 1

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