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Vida y espacio en la poesía

contemporánea japonesa e indígena

Nos confundimos finalmente con los magmas


del origen, para renacer a la mañana (...) en
un paraíso, poblado de pavos (...) y tucanes.
María Mercedes Ortiz Rodríguez

La naturaleza es un poema que yace oculto


bajo una forma secreta y maravillosa.
Juan Eusebio Nieremberg

En diferentes latitudes del mundo, el ser humano ha vivido la vida desde la


palabra: relación intrínseca de su pensamiento con la naturaleza. Lo que se planteará
en el siguiente ensayo es presentar un pequeño análisis de la producción poética de
algunos poetas indígenas contemporáneos (Humberto Ak’abal, Calixta Gabriel Xiquín
y Luis de Lion) en relación a ciertas isotopías [Naturaleza, búsqueda espiritual] que
comparten con la poesía japonesa contemporánea (Ando Ichiro, Mitsui Futabako y
Sasazawa Ioshiáki). Se enmarcará a la naturaleza como elemento vivo que entra en
diálogo con el ser humano de forma íntima y constante. Con lo anterior, se pretende
señalar que ambas poéticas se desligan de lineamientos hegemónicos de la poesía y
proponen una amplitud de creaciones dentro de la misma.

En un principio, cualquier lector podría encontrar indicios de una conexión


entre estas dos poéticas: tanto la poesía indígena, como la japonesa, se encuentran
cultivadas y florecidas de alusiones a la naturaleza y el diálogo que ambas
civilizaciones logran efectuar con los elementos naturales que rodean su diario vivir.
“Se ocupan en sus obras de sus luchas, historia, tradiciones orales, cosmovisiones, sus
relaciones con la naturaleza y con cuestiones de identidad y alteridad cultural” (Ortiz,
2015, p. 11) Estas relaciones de palabras y hechos, existe una estrecha relación de los
elementos naturales (arroyos, tormentas, animales, árboles, plantaciones, estaciones,
tierra, etc.) y los lugares donde el ser humano vive.
Ambas culturas no sólo conciben lo concreto y deslumbrante que ofrece la
madre naturaleza tras sus trazos minuciosos. Para los nipones y las amplias culturas
indígenas, la naturaleza está viva y dialoga con ellos. “La poesía, como idea abstracta,
como noción general, como género literario, no se concibe en Japón antes del
encuentro con Occidente (...) 'La poesía japonesa tiene el corazón del hombre por
semilla y miríadas de palabras como hojas'" (Asian, 2000, p. 7). Los poetas que a
continuación se presentarán, vislumbran a la naturaleza como un todo que configura
sus vidas. Esta se siembra entre las vidas de todos los que han vivido y quienes viven
con y para ella. Esta visión aparece complementada con las percepciones que buscan
al ser a través de los distintos componentes de la naturaleza y sus experiencias.

El primero de los escritores, es el poeta Guatemalteco Humberto Ak’abal,


quien ​Pensaba y escribía sus poemas en idioma k'iche' y se auto-traducía al español.
En esta ocasión, se ha escogido​ su poema ​En las voces​:

En las voces1
de los árboles viejos
reconozco las de mis abuelos.

Veladores de siglos,
su sueño está en las raíces

El segundo poema, denominado ​Cacao2, se encuentra escrito por la poeta


Calixta Gabriel Xiquín. Escritora guatemalteca, perteneciente a la comunidad
lingüística maya kaqchikel, es trilingüe y estudió en el exterior. Aquí se encuentra un
fragmento de su poema:

Cacao, eres la oración de los tres tiempos para los Mayas


Cacao, sigues vivo nutriendo a los mayas de hoy en Alta Verapaz
y Mazatenango, Guatemala en el territorio maya.

Cacao, alimento espiritual y material de los mayas desde siglos


sigues siendo y para siempre, alimento espiritual
en las ceremonias en los altares mayas.

1
Este poema pertenece al poemario ​El rostro del viento​ (2006)
2
Extraído de: Poetas del mundo (​https://www.poetasdelmundo.com/detalle-poetas.php?id=8297​)
El tercer y último poeta presentado desde la civilización indígena, es Luis de
Lion. Este poeta guatemalteco, de ascendencia maya, se presenta amoroso en su
​ quí un fragmento de su poema:
poema ​La lluvia. A

Ah, qué infinidad de delgados ríos


se derraman sobre tu espalda,
qué inagotable fuente,
qué cielo el que se deshila.
(...)
Si tu pelo no fuera negro,
sería la primera cabellera
de este invierno.

Como se ha dicho al inicio, la poesía de estos tres autores de ascendencia


indígena, la prevalencia de elementos que relacionan al ser humano con la naturaleza,
no solo cruza por valores estéticos, también configura una importante base esencial y
espiritual de sus maneras de comprender el mundo y sus relaciones. “La naturaleza
silvestre tiene espíritu, energía y vida propia. Constituye un testimonio vivo de la
creación divina”3 (Fierro y Geeregat, 2004, p. 79). Esta conexión con el
mundo/naturaleza/divinidad, se reitera mucho en la poesía indígena, especialmente en
estos tres autores que viven en conexión con su hábitat.

Para el primer poema se recoge a los árboles, como vías milenarias de la


comunicación con la sabiduría heredada de los abuelos; en el segundo, se habla de la
relevancia de una plantación en la configuración social e histórica de un pueblo y en
la supervivencia del mismo en las grandes escalas temporales, y en el tercero, se alude
a la conexión que hay entre los seres humanos por medio del divino enlace con la
naturaleza creadora. Estas facetas que ofrecen los poemas de sus poetas, denotan una
conversación íntima y colectiva que la naturaleza tiene con sus criaturas.

Ahora bien, dentro del universo de la poesía Japonesa, se han escogido a tres
poetas contemporáneos que, como sus maestros tradicionales, han optado por la
vivencia permanente y vitalista de la naturaleza. También resultan en esta poesía, “los

3
Esta cita la extraen los autores de Grebe (1994: 65)
temas (...) como la contemplación y la descripción de algún pasaje que impresiona, el
sentimiento nostálgico captado a través de la descripción de la Naturaleza, la
descripción sentimental sobre el paso de las cuatro estaciones" (Higashitani, 2011, p.
6). La cultura japonesa conserva, a diferencia de otras, un fuerte arraigo con sus
valores: es la forma de enseñar que su memoria pervive en todas sus generaciones.

Estos valores hacen siempre un llamado a la introspección del ser humano en


su naturaleza mediante ​la naturaleza​. Los poetas escogidos saben que todo lo que
conforma el universo, está configurado a través de los elementos naturales. El primer
poeta lleva el nombre de Ichiro Ando, fue uno de los poetas más representativos del
japón contemporáneo. Profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de Estudiantes
Extranjeros de Tokio, el siguiente poema tiene por nombre ​Posición 35​:

Se derrumbó una flor


Se derritió una piedra
Se hinchó una bandera
Ardió un jardín
Se arrodilló un gato
Cayó una mariposa
Bostezó una mujer
Murió un rostro
replicó el cielo
Yo me hice astillas

La siguiente poeta japonesa, Mitsui Futabako, fue editora de la revista


Poethlore. Colaboradora de las revistas ​La Muñeca de Cera,​ ​Vou, Pleiade y
Pan-Poesía​. El siguiente fragmento aquí presentado, fue llamado ​Poesía​:

Lo que queda en la palma de mi mano


son huesos de pájaros, zapatos viejos, guantes gastados.
Lo que cuelga como una cometa en un rincón del panorama
son las desgarradas, las harapientas meditaciones.
Lluvias, multitudes, juventudes y guerras
se suceden vertiginosamente.
Por último, se cuenta este tercer poeta del escritor nipón Sasazawa Ioshiáki.
quien fue un poeta nipón que introdujo a su país, junto a S. Murano, el movimiento
conocido como Neue Sachlíchkcit4. El siguiente poema es llamado Organ Melody:

Yo soy el melancólico
árbol de la noche;
capta difícilmente la luz,
a mi manera,
deseoso de guardarla:
yo soy el árbol de la noche.
Permanezco al acecho
para darle al caminante
mi corazón de amor;
ah! pero cuán delgada
es mi sombra!
Yo soy el árbol
que silenciosamente se funde
en el sueño de la noche.

En los poemas presentados, una vertiente poética corre entre el ser humano y
la naturaleza. La vinculación entre los elementos naturales, las palabras y las
meditaciones sobre la naturaleza del ser, se mezclan y dejan entrever su profunda
relación, “es (...) una creación surgida en comunión con la Naturaleza desde una
concepción (...) cándida de la existencia (...) [las] imágenes surgen con fuerza del
interior de una realidad (...) poblada de elementos extraordinarios” (Rodríguez, 2013,
p. 8). La poesía japonesa comparte estos rasgos esenciales al transmitir las formas
empáticas por la naturaleza y el contacto directa del universo, gracias a ella.

En el primer poema, la conexión lograda con la naturaleza y sus componentes


es tal, que la unión prevalece incluso en la destrucción de ambos; en el segundo, la
poesía se constituye como la fragmentación escrita de la vida/naturaleza, al punto de
acabar en un caos cuando la vida misma entre en conflicto con su memoria, y por
último, el tercer poema discurre en la conexión con la naturaleza/árbol y cómo esta
conexión, aunque con el deseo de su permanencia, se mezcla mustiamente con la
muerte. Todos los poemas aquí escogidos nacen de las entrañas vitales de los poetas.

4
Conocido como ​Nueva objetividad.​ Algunas de sus ideas era realizar un arte: representativo,
enigmático y de limpieza armónica de los objetos.
Este elemento de interioridad, hace visible que la presencia de la naturaleza no
solo es una isotopía más dentro de la configuración poética de la escritura
japonesa/indígena. Hay una búsqueda del ser en el vivir cotidiano con la naturaleza,
ella es parte fundamental de la constitución diaria de los poetas con la vida y también
con su papel en el lento desgarrar de la muerte. “lo más normal es, a través de una
descripción (...) instantánea de un detalle de la Naturaleza — flores, ríos, montañas —
dejar que el lector capte (...) de una manera intuitiva lo que realmente pretende
expresar el poeta” (Higashitani, 2011, p. 10). Todo lo anterior, como ha sido visible,
se ha cultivado a la voz del mundo natural; sus elementos sondean la existencia del
ser humano tanto en la vida plena como en la muerte que le sucede.

Esta situación sufre un reverso en la visión de Occidente. La madre tierra deja


de ser una divinidad central dentro del mundo posmoderno y cosmopolita; se ve
sometida a un sacrilegio a partir de la explotación excesiva de sus recursos, sin un
consentimiento ni la búsqueda más allá de los ideales del consumo sin sentido ético de
todo lo que ella representa para los pueblos que han crecido junto a su verdor:

"Frente a la visión propia de la América precolombina, de un universo


orgánico y animado y de una tierra que el ser humano veneraba y respetaba,
surgió la perspectiva radical euro-antropocéntrica y con ella la profanación y
la industrialización del mundo. La naturaleza dejaba de ser un ente sagrado y
mágico" (Campos, 2008, p. 24).

Es necesario mencionar que esta problemática deviene del proceso de


industrialización que sufre el mundo desde principios de la revolución francesa (e
industrial). Los más afectados son los seres vivos; aquellos que conservan el pacto
simbiótico con la ​pachamama.​ Son estos quienes se ven forzados a salir al mundo de
los otros y arrastran con aquel proceso de asimilación que se construyó con la visión
peyorativa de una naturaleza que siempre le ofreció todo al ser humano.

Mirada opuesta a las comunidades que saben valorar lo natural. “Los temas
que resaltan en la poesía apuntan a las diferentes maneras de entender y vivir sus
subjetividades (...) las [y los] poet[as] transforman ideas de tradición y recalcan su
autoridad espiritual” (Chacón, 2007, p. 105). Los poetas japoneses también conocen
su cultura tradicional y “su estrecha relación con la Naturaleza descrita «desde
dentro», como un médium a través del cual ella se expresase con (...) cándida pureza,
y el pensamiento budista, que se refleja en su enfoque, en su estilo y en su
pensamiento ético” (Rodríguez, 2013, p. 2).

La poesía de ambos continentes refuerza esta necesaria unión de ser humano y


naturaleza. En la escritura de las y los autores se “(...) demuestra que la poesía (...) es
un acto discursivo transformativo (...) en conversación con parámetros culturales
dominantes y subalternos” (Chacón, 2007, p. 97). Todo lo anterior está configurado
con base a la resonancia de lo transliterario, pues esta poesía (que resignifica)
relaciona al hombre (y sus saberes) y la naturaleza a través de su actitud transgresora.
Es así, dado a que en los poemas se explicita que la naturaleza, en la cosmovisión (...)
espiritualmente se conjuga con el hombre y su vida” (Fierro y Geeregat, 2004, p. 80).
La poesía propone una forma distinta, creativa y autónoma la recuperación de la
tierra y la dignidad de los pueblos que viven con ella en armonía.

Las luchas por el derecho a sus territorios, lenguas, culturas y por su


autonomía política y cultural. En ellas reclaman el respeto y la aceptación de
su existencia como pueblos culturalmente diferenciados, al interior de los
Estados nación en los que viven (Ortiz, 2015, p. 12).

Acertado sería decir, que las dos poéticas aquí presentadas, buscan preservar
elementos naturaleza en la poesía contemporánea, como clamor a la importante
relación humano-naturaleza. Esta estética encuentra una conexión intrínseca con la
necesidad socio-política de denunciar los atropellos, no solo a sus comunidades, sino
a la misma proveedora de vida, como lo es por antonomasia, la naturaleza. Los poetas
aquí presentados, parecen escribir su poesía, en búsqueda de la vida y el espacio que
le ha sido arrebatada a la fuerza al mundo. Las culturas a las que pertenecen,
demuestran que la vida es posible cuando se encuentra un espacio armonioso y se
cuida de él.
Bibliografía

Asiain, A. (2005) ​Poesía clásica japonesa​. México: Revista de la ciudad de


méxico, p. 70 - 76.

Campos, J. (2008) ​Visión Ética de la naturaleza en la cultura maya​. Costa


Rica: Revista Herencia, p. 23-35.

Chacón, G. (2007) ​Poetisas Mayas: subjetividades contra la corriente​.


Colombia: Cuadernos de Literatura (22), p. 94 - 106.

Fierro, J. y Geeregat, O. (2004) ​La memoria de la Madre Tierra:​ ​El canto


ecológico de los poetas mapuches.​ Chile: Anales de Literatura
Hispanoamericana, p. 77 - 84.

Higashitani, H. (2011) ​El cancionera Manyoshu y la tradición milenaria del


Tanka​. España: Kokoro(5), p. 2 - 14.

Ortiz, M. (2015) ​Producción Cultural Indígena​. Colombia: Maguaré (29), p.


11-17.

Rodríguez, M. (2013) ​Miyazawa Kenji: Poeta de la ingenuidad y de la


naturaleza​. España: Fundación Instituto de Japonología, p. 2 - 10.

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