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(SEGUNDO “A”)
PROFA. ZENAIDA NOVELO PATRÒN
NOTA:
_ El trabajo deberá tener portada con tus datos y el nombre del proyecto.
_Recuerda que podrás hacer tus actividades en hojas blancas o de color utilizando tu creatividad.
SANGAMA Y EL OTORONGO
En la espesura de la selva había una aldea y su Jefe era don José Quispe, un hombre de avanzada edad que se distinguía de los demás por su
sabiduría y buen corazón.
Los hombres iban a cazar sajinos y sachavacas.
Don José Quispe y su compadre Severo salieron a las 6.00 a.m. a cazar en el bosque, buscaron y buscaron y no encontraron más que las huellas de
un sajino, decidieron seguir las huellas hasta internarse tanto en el bosque que se perdieron, oscureció y don José y Teobaldo tuvieron que refugiarse
en las ramas altas de un renaco, ya al amanecer se despertaron y don José vio a un otorongo entre los arbustos, sus ojos brillaban como la luna y
muy fijamente miraba a los dos hombres,
El otorongo les observó y dijo: “Han invadido mi territorio, uno de Uds. tendrá que pagar”.
El compadre Teobaldo, en un descuido saltó del árbol y rodó por una pendiente de la montaña y así anduvo hasta encontrar el camino para regresar a
la aldea.
El otorongo no se molestó en seguirlo y condenó a don José a vivir convertido en el espíritu del renaco.
La única forma de romper el hechizo era si el jaguar era derrotado por algún hombre.
El compadre llegó a la aldea y dijo a todos que un otorongo les había atacado y que había matado a don José Quispe. Todos se asombraron y
mortificado el hijo mayor de don José llamado Sangama juró vengarse.
Dos años después, el joven Sangama dijo a su familia que iría a cazar un sajino, llevó su retrocarga, un machete y una botella de aguardiente, pero sus
intenciones eran de buscar al otorongo que andaba por esa zona y matarlo.
Se internó lo más que pudo por la selva, pero no lo encontró, ni siquiera sus huellas, así que cazó un sajino y se dispuso a regresar.
Una semana después volvió a internarse en el bosque llevando gran cantidad de cartuchos para su retrocarga, se internó nuevamente en la selva
buscando las huellas del otorongo y sin darse cuenta se perdió.
Como la noche caía, buscó un lugar para dormir, en la madrugada se despertó y no encontró su retrocarga, buscó el camino para regresar a la aldea,
pero se encontró cara a cara con el otorongo…