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Este manual tiene como objetivo examinar y estudiar materias primas (alimenticias), cocinas y cultu-
ras que de alguna manera han formado la identidad culinaria de Chile y de diversos pueblos ameri-
canos, llenando su bagaje alimenticio de múltiples y variados aportes foráneos y autóctonos que han
moldeado el paladar americano. En esta unidad específicamente nos abocaremos a destacar la con-
tribución de los habitantes originales del Nuevo Mundo a las comidas del mundo contemporáneo.
Sus aportaciones, primeramente, tratan de los ingredientes que los habitantes originarios de América
recaudaron, domesticaron y comieron a lo largo de milenios antes que los europeos los consideraran.
En segundo lugar, el uso que se dio a los ingredientes locales, desde los más importantes a los secun-
darios, y su incorporación en los menús que se empleaban.
A modo de esclarecimiento, por materias primas se entenderán los recursos materiales (a diferencia
de los espirituales) o medios físicos y concretos para ser consumidos en forma natural /crudos o trans-
formados en productos semi-elaborados o en productos de consumo. Por materia prima se entiende
todo elemento, en estado natural o transformado, que se incluye en la elaboración de un producto
final: un ingrediente.
“Materias Primas: Naturaleza y Productos de Chile”, es una asignatura lectiva del área formativa de es-
pecialidad, que entrega al alumno conocimientos relacionados con las materias primas alimenticias
que conforman la alimentación de los chilenos, su naturaleza y productos, para el estudio de expre-
siones gastronómicas manifiestas en diversos contextos geográficos del país, analizando la influencia
de costumbres ancestrales de las etnias originarias y las diferentes corrientes migratorias, así como su
legado a la identidad culinaria chilena contemporánea.
Una mención destacada y, que no se puede dejar de lado es el gran aporte de la Sra. Rosario Valdés
Chadwick, quien ha elaborado este material para INACAP, junto con el apoyo de los docentes Nicolás
Carrasco y Lorenzo Arancibia, así como también de la asesora del área Susana Martínez.
Rosario Valdés es una destacada editora gastronómica, quién ha participado en diferentes proyectos
de la gastronomía de nuestro país, dentro de los cuales reeditó el texto clásico del historiador Eu-
genio Pereira Salas, “Apuntes para la historia de la cocina chilena” (2007), adicionándolo con citas y
dos glosarios, uno de términos gastronómicos y otro de datos onomásticos y un índice que facilita la
lectura y el acceso a las recetas tradicionales. A su vez, elaboró el “Recetario de INACAP para ExpoMi-
lán 2015”, con su experiencia y aportes al área Hotelería, Turismo y Gastronomía de INACAP, es parte
importante de los docentes que apoyan en mejorar cada día la enseñanza hacia nuestros alumnos,
para potenciar la profesionalización y la cultura gastronómica de nuestro país.
MATERIAS
PRIMAS
ALIMENTICIAS:
COCINAS
Y
CULTURAS
Unidad 1
2
4
Materias
Primas
Alimenticias:
Cocinas
y
culturas
Este
manual
tiene
como
objetivo
examinar
y
estudiar
materias
primas,
cocinas
y
culturas
que
de
alguna
manera
han
formado
la
identidad
culinaria
de
Chile
y
de
diversos
pueblos
americanos,
llenando
su
bagaje
alimenticio
de
múltiples
y
variados
aportes
foráneos
y
autóctonos
que
han
moldeado
el
paladar
americano.
En
esta
unidad
específicamente
nos
abocaremos
a
destacar
la
contribución
de
los
habitantes
originales
del
Nuevo
Mundo
a
las
comidas
del
mundo
contemporáneo.
Sus
aportaciones,
primeramente,
tratan
de
los
ingredientes
que
los
habitantes
originarios
de
América
recaudaron,
domesticaron
y
comieron
a
lo
largo
de
milenios
antes
que
los
europeos
los
consideraran.
En
segundo
lugar,
el
uso
que
se
dio
a
los
ingredientes
locales,
desde
los
más
importantes
a
los
secundarios,
y
su
incorporación
en
los
menús
que
se
empleaban.
Para
este
análisis
es
necesario
recurrir
a
narraciones
contemporáneas
que
describen
el
primer
encuentro
de
los
europeos
con
las
tres
altas
culturas
de
la
América
aborigen:
la
azteca,
la
maya
y
la
inca.
Esta
elección
se
debe
principalmente
a
que
de
ellas
se
encuentra
suficiente
información
acerca
de
las
técnicas
culinarias
que
empleaban,
su
forma
de
conservar
los
alimentos,
así
como
la
forma
de
servir
las
comidas
y
las
etiquetas
que
guardaban
en
la
mesa.
Nuestro
propósito
en
esta
Unidad
1
es
básicamente
describir
las
complejas
y
altamente
desarrolladas
tradiciones
culinarias
americanas
de
tiempos
prehispánicos
que
ahora
forman
parte
de
la
herencia
culinaria
del
mundo.
En
la
Unidad
2
veremos
el
efecto
inicial
que
ellas
produjeron
en
el
mundo
europeo
junto
a
otras
influencias
que
sazonaron
nuestras
cocinas.
Muchos
pensarán
las
razones
que
nos
llevan
a
estudiar
estas
distantes
y
alejadas
civilizaciones.
Pero
como
nos
indican
algunos
escritores,
antes
de
la
llegada
de
Colón
a
América,
el
Imperio
Inca
había
completado
su
red
de
caminos,
fortificaciones,
centros
ceremoniales,
posadas,
almacenes,
puestos
de
vigía
y
cementerios
en
territorio
chileno
hasta
el
río
Maule,
en
el
límite
sur
previo
al
invencible
territorio
mapuche,
construcciones
que
convivían
con
los
caseríos
bien
precarios
de
las
comunidades
de
diaguitas
y
picunches.
De
hecho
el
conquistador
empleó
el
Camino
del
Inca
para
avanzar
por
los
valles
de
Chile.
Antes
de
1540
el
imperio
Inca
ya
había
conquistado
tierras
chilenas,
arrastrando
consigo
toda
su
variada
culinaria
y
de
alguna
forma
dejando
rastros
importantes
en
la
nuestra.
Según
el
arqueólogo
Osvaldo
Silva,
el
contacto
entre
europeos
y
americanos
en
los
primeros
decenios
del
siglo
XVI
permitió
ingresar
a
la
historia
occidental
a
muchos
pueblos
de
América
continental.
Mayas,
aztecas
e
incas
tenían
tras
sí
una
herencia
milenaria
que
reflejaba
los
logros
alcanzados
por
sus
antecesores
a
través
de
la
dura
lucha
por
adaptarse
a
diversos
medios
ambientes
ecológicos
y
resolver
todos
tipo
de
problemas,
especialmente
la
necesidad
de
tener
acceso
a
una
producción
diversificada
por
la
altura
y
la
latitud.
Aztecas,
mayas
e
incaicos
maravillaron
a
los
conquistadores
europeos.
Las
urbes,
los
mercados
y
los
templos
los
asombraron
aún
más
cuando
comenzaron
a
descubrir
las
concepciones
religiosas
y
cosmogónicas,
la
educación,
los
rituales
y
el
arte;
en
una
palabra,
la
significación
trascendente
de
aquellas
grandes
culturas.
Las
civilizaciones
prehispánicas
conforman
una
síntesis
de
los
esfuerzos
realizados
por
innumerables
hombre
condenados
a
permanecer
en
el
anonimato,
pues
sólo
se
conocen
por
medio
de
los
restos
que
el
tiempo
ha
accedido
a
conservar.
A
pesar
del
tiempo
transcurrido
y
los
efectos
de
la
globalización,
aún
permanecen
entre
estos
pueblos
tesoros
gastronómicos
que
no
han
desaparecido
y
que
todavía
se
pueden
estudiar
y
analizar
desde
sus
fuentes
originales.
3
5
EL
HOMBRE
APRENDE
A
CULTIVAR
ALIMENTOS
La
geografía
y
el
clima
son
los
factores
más
importantes
para
determinar
donde
la
vida
podría
ser
más
grata
para
plantas
y
animales,
incluyendo
los
seres
humanos.
Los
científicos
aseguran
que
la
Edad
de
Hielo,
entre
40.000
A.C.
y
12.000
D.C.,
hizo
posible
la
migración
de
asiáticos
hacia
el
este
y
adentrarse
en
América,
caminando
de
un
continente
a
otro.
La
alimentación
de
esos
pueblos
recolectores
y
cazadores
fue
insuficiente
con
el
aumento
de
la
población.
Deseaban
un
control
de
su
entorno
y
garantizar
el
abastecimiento
alimenticio,
en
especial
comidas
de
sus
gustos.
Hace
unos
10.000
años,
los
seres
humanos
empezaron
a
cultivar
plantas
silvestres
y
domesticar
animales
salvajes.
Los
primeros
domesticados
fueron
ovejas
y
cabras,
luego
cerdos
y
vacas.
Después
de
la
domesticación
vino
la
agricultura
y
las
primeras
plantas
cultivas
fueron
la
cebada
y
luego
el
trigo,
provenientes
de
pastos
silvestres.
La
domesticación
alteró
algunas
plantas
y
animales
al
punto
que
se
volvieron
dependientes
de
los
humanos
para
su
reproducción.
El
maíz,
originario
de
América
y
que
llamamos
choclo,
es
un
ejemplo.
Las
semillas,
que
son
sus
granos,
ya
no
pueden
desprenderse
solas
y
caer
a
tierra
fértil,
sino
que
deben
ser
desprendidas
de
la
mazorca
en
forma
manual
o
industrial.
4
6
EL
POBLAMIENTO
AMERICANO
Las
teorías
apuntan
a
que
los
primeros
pueblos
originarios
llegaron
a
América
del
Norte
y
del
Sur
entre
los
años
40.000
A.C.
y
12.000
A.C.
caminando
o
navegando
desde
el
oeste
según
señalan
algunos
científicos.
Antes
de
la
llegada
de
Cristóbal
Colón
a
América
aquellos
primeros
pueblos
originarios
ya
estaban
organizados
y
cada
uno
tenía
una
cultura
dominante,
formando
civilizaciones
o
imperios
importantes:
(1)
los
mayas,
en
la
región
llamada
Mesoamérica,
desde
el
siglo
III
hasta
el
siglo
XV;
(2)
los
aztecas,
con
su
capital
Tenochtitlan
al
centro
de
México,
desde
el
siglo
XIV
al
siglo
XVI;
y
(3)
los
incas,
con
su
capital
Cusco,
formando
uno
de
los
imperios
más
grande
de
América,
los
siglos
XV
y
XVI.
A
pesar
que
estos
pueblos
estaban
algo
distantes,
tenían
ciertas
cosas
en
común.
Antes
que
nada,
todos
estos
imperios
estaban
al
centro
de
complejas
rutas,
e
incluso
construían
sus
propios
caminos.
Luego,
ninguna
de
estas
tres
civilizaciones
conoció
la
rueda
ni
los
carros
de
carga,
pues
tampoco
tenían
animales
de
tiro
para
arrastrarlos.
Todo
era
transportado
en
botes,
animales
de
carga
o
espaldas
humanas.
En
tercer
lugar,
a
pesar
de
no
tener
grandes
animales
domesticados
ni
medios
fáciles
de
transporte,
las
tres
civilizaciones
construyeron
grande
pirámides,
incluso
más
grandes
que
las
de
Egipto.
Y
a
pesar
de
no
tener
animales
domésticos,
estas
civilizaciones
ya
habían
tenido
su
propia
revolución
agrícola.
Estos
imperios
ya
habían
desarrollado
nuevas
formas
de
trabajar
la
tierra
y
de
conservar
los
alimentos,
métodos
y
técnicas
totalmente
desconocidos
en
el
Viejo
Mundo.
5
7
Los
alimentos
básicos
son
alimentos
adoptados
por
las
sociedades
como
elemento
central
de
su
alimentación
después
de
un
largo
período,
debido
a:
su
adaptación
a
diferentes
ambientes
geográficos,
rendimiento
agrícola
aceptable,
plasticidad
para
elaborar
platos
y
bebidas
y
una
adecuada
fuente
de
energía
y
nutrientes.
ALIMENTO
BASICO
–
CONSUMO
DIARIO:
el
maíz.
(Difícil,
pero
no
imposible,
de
modificar
–
mapuches
pasan
del
maíz
al
trigo)
ALIMENTOS
PRIMARIOS
–
CONSUMO
FRECUENTE:
crecen
junto
al
básico,
accesibles
durante
todo
el
año
y
lo
acompañan
gastronómicamente
y
nutricionalmente:
porotos,
ajíes,
calabazas,
tomates,
etc.
ALIMENTOS
SECUNDARIOS
–
CONSUMO
OCASIONAL:
se
incorporan
a
la
dieta
cuando
están
disponibles,
algunos
son
costosos:
pavo,
perro,
conejo,
pescados,
hierbas
silvestres,
malezas,
etc.
ALIMENTOS
PERIFÉRICOS:
accesibles
en
cortas
temporadas,
llegan
de
afuera,
propios
de
ceremonias
que
por
escasez
alcanzan
prestigio
(caza,
pescados,
recolección
esporádica):
capulines,
aves
migratorias
de
lagos,
cacao.
Permiten
variar
la
dieta
respecto
a
sabor,
color,
textura,
etc.
Son
la
fuente
de
innovación
de
las
cocinas
y
muchos
pasan
de
periféricos
a
primarios.
6
8
INGREDIENTES
DE
COCINA
PREHISPÁNICA:
CIVILIZACIÓN
AZTECA
/
MAYA
Alimentos
básicos
(ejes
ali-‐
Maíz,
frejol,
chile,
jitomate,
tomate,
calabaza
menticios)
y
más
difundidos
Vegetales
Semillas
Vainas
Hojas
Flores
Frutos
Raíces
8
9
Los
antiguos
mexicanos
fueron
profundos
conocedores
de
la
naturaleza
y
tuvieron
una
relación
armónica
con
ella.
Esto
se
refleja
sobre
todo
en
sus
conocimientos
astronómicos,
botánicos,
medicinales,
arquitectónicos
y
agrícolas,
así
como
en
su
religión,
artes,
fiestas
y
en
sus
costumbre
que
regían
su
ciclo
de
vida.
Así
lograron
un
importante
conjunto
de
sustentos
para
la
autosuficiencia.
En
la
milpa
desarrollaron
las
plantas
que
hicieron
posible
una
dieta
equilibrada
para
la
mayoría
de
los
habitantes
del
México
prehispánico.
En
ella
además
de
cultivar
maíz
(más
de
40
razas),
calabaza,
frijol
y
chile,
creció
un
sinnúmero
de
plantas,
sobre
todo
quelites
(hierbas
silvestres
comestibles),
e
incluso
pequeqños
insectos
comestibels
con
gran
cantidad
de
proteínas.
Los
utensilios
para
preparar
los
alimentos
fueron
otra
creación
cultural
importante.
Así,
de
piedras
para
martajar
se
pasó
a
molcajetes
y
metates
que
permitieron
un
molido
más
fino,
no
sólo
de
semillas,
sino
también
de
vegetales
y
frutas.
Jícaras
de
guaje
y
bules
para
transportar
agua,
ollas,
jarras,
vasos,
copas
y
platos
para
comer
y
beber
–
con
bellas
y
simbólicas
decoraciones
y
con
funciones
específicas
y
ordenadas-‐,
son
signo
de
la
elegancia
y
sofisticación
de
aquellas
culturas.
Tenemos
testimonios
culinarios
gracias
a
las
fuentes
históricas
(códices
y
otros
manuscritos)
y
a
los
restos
arqueológicos
que
van
de
microscópicas
muestras
de
polen
y
semillas
a
las
osamentas
de
una
amplia
variedad
de
animales.
Estos
vestigios
pueden
encontrarse
en
antiguos
graneros,
en
depósitos
de
concha,
en
basureros
y
en
habitaciones,
en
las
que
datos
como
la
ubicación
de
los
fogones
permiten
recrear
fragmentos
de
la
vida
cotidiana
que
giraba
en
torno
a
la
cocina.
De
especial
importancia
resultan
los
utensilios
en
que
se
preparaban
y
consumían
alimentos,
entre
ellos
los
objetos
de
cerámica,
como
platos
y
ollas,
y
los
de
piedra
basáltica,
como
metates
y
molcajetes.
El
desarrollo
de
técnicas
arqueológicas
ha
permitido
conocer
con
qué
se
alimentaba
el
hombre
prehispánico.
Después
de
leer
las
crónicas
españolas
de
la
época
del
contacto
y
reunir
una
variedad
de
elementos
arqueológicos,
actualmente
se
puede
afirmar
que
un
gran
número
de
mexicanos
conserva
sus
costumbres
alimenticias,
porque
la
dieta
prehispánica
ha
demostrado
un
sano
equilibrio
nutritivo
y
los
hace
autosuficientes,
cuando
sus
tradiciones
se
respetan.
A
pesar
que
hoy
en
día
hay
nuevos
ingredientes
y
que
algunos
como
el
ajo
o
la
manteca,
se
han
vuelto
casi
imprescindibles,
pero
esto
no
ha
alterado
mayormente
la
composición
autóctona
de
los
alimentos.
Recetario
de
Cocina
Prehispánica
Fuente:
Arqueología
Mexicana,
México,
2002.
9
10
10
11
11
12
Carbohidratos
naturales.
Frutas
(tunas,
piñas,
zapotes,
mameyes,
ciruelas,
guanábanas,
miel
de
abejas,
Glucosa
de
maguey,
de
caña
de
maíz).
Almidones
Maíz
y
sus
preparaciones,
batatas,
tubérculos.
Calcio
Semillas
de
girasol,
pescados
tostados,
mariscos,
algas,
semillas
de
calabaza,
bledos,
miel
de
abejas
y
de
caña
de
maíz,
cal
con
que
pelaban
el
maíz.
Persistencia
de
la
culinaria
Ha
sobrevivido
y
se
continúa
en
la
actual
cocina
autóctona
mexicana.
Ha
sido
azteca
recientemente
declarada
por
la
Unesco
como
Patrimonio
de
la
Humanidad.
Características
generales
• No
es
primitiva,
ni
simple,
ni
ajena
a
su
entorno
cultural,
ni
de
la
cocina
azteca
desbalanceada
nutricionalmente.
• Es
comida
variada
y
sofisticada,
une
gusto
y
preparación
con
balance
dietético
que
influyó
en
la
buena
salud
del
Imperio
Azteca
y
sorprendió
a
los
españoles.
• Aztecas
produjeron
una
alta
cocina,
compleja,
variada
y
barroca
por
sus
variados
ingredientes,
colores,
aromas
y
sabores.
• Aztecas
eran
aficionados
a
salsas
combinadas
con
aliños,
hierbas
aromáticas,
especias
y
cebollas
nativas,
con
adición
de
bebidas
fermentadas
(parecidas
a
los
vinagres
de
occidente).
• Dieta
con
densidad
energética
(aporte
calórico)
media.
Rica
en
fibra.
Alto
consumo
de
frutas
y
verduras.
• Dieta
bajo
en
grasas
y
azúcares.
Rica
en
vitaminas,
minerales
y
antioxidantes.
Alimentos
naturales.
• Ausencia
de
consumo
de
carne
vacuno
y
lácteos.
Carnes
magras
(guajolote,
pato,
gusanos
de
maguey,
escamoles)
altos
en
proteínas.
Fuente:
Cocina
Prehispánica,
Lucía
Rojas
de
Perdomo,
Colombia,
1994.
12
13
MEXICO
EL
POROTO
A
su
llegada
a
América,
Cristóbal
Colón
llamó
“faxónes”
y
“favas”
a
los
frejoles
por
su
parecido
con
las
habas
(Vicia
faba)
del
Viejo
Mundo.
Los
aztecas
los
llamaron
“etl”,
los
mayas
“búul”
y
“quinsoncho”,
los
chibchas,
“histe”,
y
“purutu”
en
lengua
quechua.
En
América
hubo
cuatro
variedades
de
frejoles,
perfectamente
adaptadas
a
determinadas
condiciones
climáticas:
el
Phaseolus
vulgaris,
es
propio
de
regiones
con
temperaturas
cálidas;
el
Phaseolus
lunatus,
de
zonas
tropicales;
el
Phaseolus
acutifolius,
de
climas
áridos
o
semidesérticos,
y
el
Phaseolus
coccineus,
de
las
húmedas
tierras
altas.
Cada
tipo
parece
haber
sido
domesticado
en
forma
independiente
entre
los
años
6.000
y
4.000
A.C.
Los
ancestros
silvestres
experimentaron
importantes
cambios:
aumento
en
el
tamaño
de
las
semillas,
incremento
de
la
permeabilidad,
disminución
del
contenido
proteico,
pérdida
de
la
capacidad
para
liberarse
de
la
vaina
y
transformación
de
planta
perenne
en
planta
anual.
Fuente:
Civilizaciones
Prehispánicas
de
América,
8ª
edición,
Osvaldo
Silva
Galdames,
Chile,
2010.
En
Chile,
existe
una
gran
cantidad
de
variedades
de
porotos.
No
obstante,
muchas
de
ellas
son
difíciles
de
encontrar,
entre
otras
causas,
debido
al
predominio
de
algunas
en
los
mercados
y
campos
de
cultivo,
a
la
degradación
y
transformación
del
ecosistema,
a
la
disminución
de
su
consumo
y
uso
en
la
culinaria,
a
la
transformación
de
los
sistemas
productivos
y
a
la
pérdida
de
acceso
a
mercados.
Algunas
de
las
especies
que
se
han
podido
encontrar
a
lo
largo
del
territorio
son:
poroto
Apolo,
poroto
araucano,
poroto
arroz,
poroto
azufrado,
poroto
barbucho,
poroto
bayo,
poroto
boca
de
señorita,
poroto
bombero
negro,
poroto
bombero,
poroto
brío,
poroto
burro,
poroto
carmelita,
poroto
castaño,
poroto
cimarrón,
poroto
corazón
rojo,
poroto
coscorrón,
poroto
coyunda
blanco,
poroto
cristal,
poroto
dedo,
poroto
frutilla,
poroto
ganso,
poroto
gitano,
poroto
hallado,
poroto
indiano,
poroto
jardinero,
poroto
Juanita,
poroto
lagarto,
poroto
liebre,
poroto
magno
o
maganus,
poroto
manteca,
poroto
mantequilla,
poroto
María,
poroto
metro,
poroto
moscardón,
poroto
pallar
blanco,
café,
lila
y
negro,
poroto
perdiz,
poroto
peumo,
poroto
pintado,
poroto
piñaricano,
poroto
sapito,
poroto
señorita,
poroto
Sofía,
poroto
torcaza,
poroto
toronjil,
poroto
tórtola,
poroto
treile,
poroto
tuniche,
poroto
vaquita
y
poroto
vara.
Arca
del
Gusto,
Catálogo
Alimentario
Patrimonial,
Consejo
Nacional
de
la
Cultura
y
las
Artes,
Chile,
2014.
“…Los
indios
tenían
ésta
simiente
de
los
fésoles,
en
ésta
isla
y
otras
muchas
maneras
de
fésoles
porque
además
de
los
comunes,
hay
otros
que
es
la
simiente
amarilla,
e
otros
pintados
de
pecas.
E
otra
legumbre
tienen
que
son
como
las
habas,
pero
muy
mayores,
e
algo
amargas,
comiéndolas
crudas,
e
de
las
unas
e
las
otras
hacen
los
indios
sus
sementeras
ordinariamente…”
Cualidades
y
Riquezas
del
Nuevo
Reino
de
Granada,
Basilio
Vicente
de
Oviedo,
Colombia,
1763.
13
14
POROTOS:
DENOMINACIONES
Y
PREPARACIONES
EN
AMERICA
NOMBRES
SINONIMOS
CARACT
PAIS
PLATILLOS
Vainas
verdes
chauchas
Argentina/Urugua
y
judías
verdes
España
porotos
verdes
Chile
vainitas
Perú
Semillas/granos
alubias
España
blanquillo
blanco
Colombia
caparrones
oscuros
La
Rioja
caraotas
negros
Venezuela
pabellón
criollo;
dominó
(empanada)
chícharos
coscorrones
Chile
porotos
con
rienda
cubaces
grandes
Costa
Rica
fabas
Galicia
fabes
Asturias
fabada
fésol
Valencia
c/arroz
y
nabos
frijoles
/
frejoles
Colombia
Costa
Rica
gallo
pinto
(arroz)
Cuba
arroz
moro/congrí
Ecuador
El
Salvador
casamiento
(arroz)
Guatemala
Honduras
casamiento
(arroz)
México
frijoles
refritos
Nicaragua
gallo
pinto
(arroz)
Panamá
Perú
tacu-‐tacu
(arroz);
frejol
Venezuela
colado
(dulce)
frisoles
rojo/negro
Colombia
granos
Colombia
Bandeja
paisa
habichuelas
Caribe
Castilla
Andalucía
Murcia
Rep.
Dominicana
habichuelas
con
dulce;
arroz
moro
judías
España
kumanda
Paraguay
mongetes
Cataluña
pochas
porotos
Argentina
locro
Bolivia
cumanda
Chile
porotos
c/mazamorra;
porotos
c/
pirco
rojo/negro
Ecuador
menestra
Paraguay
cumanda
14
15
LA
MILPA
MEXICANA
Y
SUS
TRES
HERMANAS
La
“milpa”
es
un
policultivo
agroecológico
con
una
tradición
milenaria.
Es
una
técnica
de
cultivo
ideada
e
implementada
por
los
Mayas.
A
pesar
que
han
pasado
muchos
siglos
de
su
invención
esta
continúa
siendo
utilizada
ampliamente
en
la
actualidad.
Los
métodos
casi
no
variaron
a
los
de
antaño
por
lo
que
ver
a
personas
realizar
ese
trabajo
es
como
recrear
viejas
escenas
del
pasado.
El
nombre
milpa
deriva
del
náhuatl
milli,
parcela
o
chacra
sembrada,
y
pan,
encima,
en.
Literalmente,
lo
que
se
siembra
encima
de
la
parcela.
La
milpa
es
la
base
de
la
agricultura
mexicana.
En
este
espacio
se
sembraba
maíz,
frijol
y
calabaza
que
eran
parte
de
la
dieta
básica.
Los
antiguos
tenían
una
leyenda
que
se
llama
las
tres
hermanas
y
refleja
lo
que
es
la
milpa.
Las
tres
se
tienen
mucho
cariño
entre
ellas
y
están
satisfechas
de
poder
vivir
juntas.
Plantadas
juntas
en
un
montículo
se
dan
mutuamente
protección
física
y
abundancia
de
nutrientes.
La
hermana
pequeña
(la
calabaza)
era
tan
joven
que
primero
solo
podía
gatear
y
vestía
de
verde,
la
segunda
hermana
(el
frijol)
usaba
vestido
amarillo
brillante
y
tenía
una
forma
peculiar
de
correr
cuando
el
sol
brillaba
y
el
viento
soplaba
su
cara;
la
tercera
(el
maíz)
y
más
grande
siempre
erguida,
derecha
y
alta
por
encima
de
las
otras
hermanas
tratando
de
protegerlas
y
usaba
un
pañuelo
verde
pálido
y
poseía
cabello
amarillo
que
arrojaba
sobre
su
cabeza
en
la
brisa.
Las
tres
hermanas
vivían
juntas
en
el
campo,
se
querían
intensamente,
permanecían
juntas.
Un
día,
un
niño
Mohawk
se
llevó
a
la
pequeña,
luego
a
la
segunda.
El
niño
Mohawk
se
percató
de
que
la
única
que
quedaba
erguida
en
el
campo
estaba
triste,
y
extrañando
a
sus
hermanas,
y
las
hizo
que
se
reencontrarse
y
volvieron
a
ser
fuertes
juntas,
otra
vez.
La
milpa
es
una
matriz
de
conocimientos
y
creencias,
es
mucho
más
que
un
ecosistema:
es
en
realidad
un
sistema
de
vida
con
una
continuidad
histórica
que
alcanza
milenios.
Es
un
espacio
lleno
de
cultura
y
tradiciones,
cargado
de
creencias
y
rituales.
15
16
MEXICO
A
pesar
que
aporta
el
requerimiento
calórico
diario
para
el
ser
humano,
el
maíz
al
natural
o
sin
tratamiento
no
puede
ser
fuente
única
de
alimentación
pues
es
deficiente
en
aminoácidos
como
la
lisina
y
triptófano,
necesarios
para
producir
niacina-‐vitamina
B3,
evitando
la
pelagra.
La
dieta
mexicana
basada
en
maíz
evita
estas
consecuencias
de
2
formas:
o
complementándolo
con
porotos
(juntos
proveen
un
perfil
similar
al
de
la
leche)
o
pre-‐procesando
–
nixtamalizando-‐
el
grano
de
maíz
en
un
baño
alcalino,
aumentando
la
disponibilidad
de
niacina.
Nixtamal:
proceso
que
separa
el
pericarpio
(cáscara)
del
endospermo
del
grano
de
maíz
(motemei
en
Chile).
La
Cocina
del
Maíz,
Mexico,
1993.
La
palabra
nixtamal
proviene
del
náhuatl
nextli
("cenizas
de
cal")
y
tamalli
(masa
de
maíz
cocido).
El
proceso
se
utiliza
para
preparar
la
masa
(nixtamal)
en
la
elaboración
de
tortillas
y
tamales
con
harina
de
maíz.
El
nixtamal
puede
utilizarse
fresco
o
secarse
para
su
uso
posterior
como
masa
harina
o
harina
de
maíz
nixtamalizada.
16
17
MEXICO
El
término
chile,
proviene
de
la
lengua
azteca
náhuatl
chilli
o
xilli.
En
Sudamérica
se
le
conoce
como
ají,
que
proviene
del
idioma
taíno
(Antillas
y
Caribe).
En
otros
países
suele
recibir
nombres
como
pimiento,
morrón,
guindilla.
Este
fruto
pertenece
al
género
Capsicum,
que
a
su
vez
proviene
de
la
familia
de
las
solanáceas:
papas,
tomates,
etc.
El
nombre
del
género
es
importante
ya
que
el
ají
debe
su
picor
al
compuesto
químico
capsaicina,
sustancia
que
estimula
las
membranas
mucosas
y
los
receptores
térmicos
de
la
piel.
A
través
de
esta
sustancia
-‐producida
por
la
planta
como
defensa-‐
se
puede
medir
la
sensación
de
ardor
del
ají
picante.
La
intensidad
del
picor
se
puede
medir
a
través
de
la
Escala
de
Scoville.
100,000-‐350,000 Habanero
17
18
MEXICO
18
19
PERÚ
El
éxito
del
imperio
inca
se
basó
en
una
eficiente
construcción
de
casi
30.000
kms
de
caminos
y
puentes
que
unían
la
capital
con
las
diversas
zonas.
Eran
los
chasquis,
jóvenes
mensajeros,
quienes
se
desplazaban
por
los
caminos
llevando
órdenes
del
Inca
y
noticias
a
todas
las
regiones
del
impero.
Corrían
largas
distancias
y
tenían
un
sistema
de
relevo
en
que
se
pasaban
los
quipus,
instrumentos
compuestos
de
varios
nudos
de
diferentes
colores
y
formas
para
llevar
la
contabilidad
y
conservar
la
memoria
de
las
noticias.
A
diferencia
de
los
aztecas,
los
incas
disponían
de
dos
especies
de
grandes
mamíferos
domesticados:
la
llama
y
la
alpaca,
junto
con
otras
dos
especies
silvestres;
la
vicuña
y
el
guanaco,
conocidos
como
los
camélidos
americanos.
La
carne
de
llama
es
de
buen
sabor,
aunque
un
tanto
resinosa,
la
de
las
llamas
jóvenes
es
una
de
las
mejores
y
más
delicadas
que
es
posible
comer,
pero
poco
es
lo
que
se
usan
como
alimento,
ya
que
se
empelan
sobre
todo
por
su
lana,
con
la
que
hacen
vestidos,
y
como
animales
de
carga.
Pero
el
sabor
resinoso
desaparece
si
la
carne
se
prepara
en
forma
de
charqui.
Historia Natural y Moral de las Indias, Padre José de Acosta, 1590.
En
los
hogares
más
humildes
se
consumían
cuy
(conejillo
de
Indias),
que
fueron
domesticados
y
alimentados
en
las
casas
para
promover
su
crianza
que
aseguraba
una
alimentación
segura:
dos
machos
y
20
hembras
son
capaces
de
proveer
a
una
familia
con
un
cuy
diario.
Los
indios
comen
este
pequeño
animal
con
todo
y
piel,
quitándole
únicamente
el
pelo,
como
si
se
tratara
de
un
lechón.
Para
ellos
constituye
un
manjar
delicioso
y
lo
cocinan
entero,
quitándole
las
entrañas,
y
con
mucho
chile
y
guijarros
pequeños
del
río.
Las
piedras
las
llaman
calapurca,
que
en
aimara
significa
“piedras
del
estómago”,
porque
en
este
plato
ponen
las
piedras
en
el
estómago
del
cuy.
Tal
guiso
es
considerado
como
un
mejor
manjar
que
cualquiera
que
puedan
preparar
los
españoles.
19
20
20
21
diferentes
líquidos.
Balance
dietético
Equilibrado/presencia
de
nutrientes
básicos:
vitaminas,
proteínas,
lípidos
y
glúcidos
en
su
alimentación
Dieta
mixta
compuesta
de
cereales,
semillas,
legumbres,
carnes
y
frutas
Consumían
alimentos
energéticos,
reguladores
y
formadores
de
músculos
y
células
Vitaminas
A
Ajíes,
frutas
amarillas,
hortalizas,
huevos
de
aves
nativas,
Hongos,
frijoles
y
huevos
B
Frijoles
de
varias
clases,
pescados
,
carnes,
huevos,
maní,
paltas,
quinua,
C
mariscos,
pescados
Hortalizas,
papas,
ají,
piña
frutas
en
general
Proteínas
Alimentos
con
proteínas
y
sus
22
aminoácidos
o
por
lo
menos
con
los
8
esenciales:
carne
de
camélidos,
cuyes,
pecaríes,
patos
y
otras
aves,
venados,
tortugas,
peces
y
mariscos,
gusanos
de
palmas,
insectos,
maíz,
paltas,
quinua,
frijoles
y
otros
Carbohidratos
naturales.
Miel
de
abejas
y
de
caña
de
azúcar,
frutas,
maní,
frijoles
Glucosa
Almidones
Papas,
otros
tubérculos,
maíz,
quinua,
frijoles,
yuca
Calcio
Mariscos,
quinua,
pescados,
hierbas
Persistencia
de
la
culinaria
Han
sobrevivido
algunas
preparaciones
indígenas
y
algunos
productos
inca
amerindios
siguen
consumiéndose,
pero
ligados
a
otros
introducidos,
que
le
da
a
la
cocina
peruana
el
carácter
de
aculturada
o
mestiza.
Cocina
Prehispánica,
Lucía
Rojas
de
Perdomo,
Colombia,
1994.
21
22
PERÚ
LA
CULINARIA
INCA
Diversas
comidas
y
bebidas
más
populares
del
tiempo
de
los
incas
todavía
se
consumen
en
la
región
andina
altiplánica,
a
pesar
que
han
incorporado
diversos
ingredientes
foráneos
debido
al
mestizaje
culinario
producido
a
lo
largo
de
los
siglos,
empezando
por
los
españoles.
A
continuación
algunas
preparaciones
más
populares
dentro
de
la
culinaria
inca:
Huatia
–
técnica
de
cocción
basada
en
un
hornillo
de
piedras,
adobe
o
pedazos
de
tierra
calientes
donde
se
cocinan
principalmente
tubérculos
(papas,
ocas,
camotes,
achiras).
Pachamanca
(olla
en
la
tierra)
–
técnica
de
cocción
de
alimentos
sólidos
introducidos
en
un
hoyo
en
la
tierra
y
cocinados
al
contacto
con
piedras
calientes.
Cancha
o
tostado
–
proviene
del
nombre
quechua
kamcha
que
significa
maíz
tostado.
Se
puede
comer
solo
o
con
queso
de
cabra
u
oveja
o
como
acompañamiento
de
charqui,
chicharrones
de
cerdo,
cebiche,
etc.
Mote
–
del
nombre
mut’i
en
quechua,
era
y
todavía
es
una
de
las
maneras
favoritas
de
preparar
el
maíz
en
toda
la
región
andina.
Se
trata
simplemente
de
maíz
cocido
en
agua
hasta
resblandecerlo.
Patasca
–
del
nombre
quechua
phatasqa,
se
refiere
al
maíz
que
se
hierve
en
agua
con
cal
o
cenizas
hasta
que
se
reviente
y
deshaga
para
pelarlo.
Pisancalla
o
palomitas
de
maíz
–
variedad
de
maíz
que
se
revienta
con
el
tostado.
Pesque
–
en
quechua
p’isqi,
era
una
de
los
platos
preferido
por
los
antiguos
indígenas
y
consistía
en
un
potaje
elaborado
con
semillas
enteras
que
quinua.
Actualmente
se
prepara
con
leche
y
queso,
la
contribución
española.
Lawa
–
es
un
tipo
de
sopa
cremosa
muy
popular
en
el
sur
del
Perú
y
en
Bolivia.
Existen
de
chuño,
de
mote,
de
cholo
y
de
harina
de
trigo.
Rocro
(ruqhru)
o
locro
–
en
el
Perú,
el
locro
es
un
guiso
y
el
más
conocido
es
el
locro
de
zapallo,
que
además
de
zapallo
lleva
papas,
habas,
choclos.
Chupe
–
en
Perú
y
Bolivia,
el
chupe
(chupi)
es
una
sustanciosa
sopa
que
antiguamente
se
consumía
en
las
mañanas.
Los
hay
de
pescado,
de
camarones,
de
choros,
de
langosta,
de
cangrejo,
de
pato,
de
perdices,
de
paloma,
de
cuyes,
de
alpaca,
de
charqui,
de
papas,
de
ollucos,
etc.
Uchus
–
los
uchus
o
picantes
eran
todos
aquellos
guisos
que
tenían
como
condimento
principal
el
ají.
Se
preparaban
en
ciertos
días
festivos
para
acompañar
un
vaso
de
chicha.
Pueden
ser
de
res,
de
cuy,
de
pollo,
de
gallina,
de
camarones,
de
algas,
de
legumbres,
etc.
Api
–
los
apis
eran
mazamorras
que
consistían
en
harina
disuelta
en
agua
que
se
cocía
en
una
olla
hasta
que
adquiriera
la
consistencia
deseada.
Pito
(pitu)
o
máchica
–
puede
ser
de
harina
de
maíz
tostado
o
de
quinua
o
cañihua
tostada.
Se
servía
tanto
de
comida
como
de
bebida
agregándole
agua
fría
al
momento
de
comerlo.
Salsas
de
ají
–
en
los
morteros
pequeños
se
molía
el
ají
para
hacer
una
salsa
desleída
en
agua.
Se
distinguían
dos
tipos
de
salsa:
una
compuesta
de
ají
y
sal
y
la
otra
compuesta
de
ají
y
unos
pescaditos
de
río
(chichi).
Humita
(humint’a)
–
era
una
preparación
elaborada
con
maíz
tierno
(choclo)
rallado
que
crudo
o
medio
cocido,
se
envolvía
en
hojas
del
choclo
para
terminar
de
cocerse
en
agua,
a
la
brasa
o
al
vapor.
Chicha
–
los
españoles
llamaron
chicha
a
todas
las
bebidas
fermentadas
que
encontraron
en
América,
a
pesar
que
en
cada
lugar
tenían
un
nombre
distinto
y
se
preparaban
con
las
semillas
y
frutas
más
comunes
en
la
tierra.
Los
indios
nunca
bebían
agua
pura,
sólo
chicha.
22
23
PERÚ
Gastronómicamente
la
quinua
se
comporta
como
un
cereal
similar
al
arroz
y
se
le
puede
trabajar
de
la
misma
forma.
Es
una
planta
halófila:
presenta
una
alta
tolerancia
a
la
sal.
Se
consumen
las
semillas
así
como
también
sus
hojas.
La
saponina
que
recubre
el
grano
de
quinua,
generalmente
se
le
elimina,
pero
se
ha
comprobado
que
ésta
retarda
la
digestión.
Diversas
variedades
se
adaptan
a
diversos
ambientes
ecológicos:
valles,
altiplano,
salares,
nivel
del
mar,
etc.
Pedro
de
Valdivia
la
menciona
creciendo
en
la
región
del
Bío-‐Bío.
La
quinua
se
adaptada
a
diferentes
condiciones
de:
o
humedad
o altitud
(nivel
del
mar
hasta
4.000
mts
de
altura
o cambios
de
temperatura
entre
-‐8°
hasta
38°C
Existen
250
especies
repartidas
en
el
mundo,
siendo
la
quinua
boliviana
considerada
de
mejor
calidad.
Al
cocinar
con
quinua
roja
o
negra
se
debe
considerar
un
tiempo
de
antelación
pues
requieren
6
horas
de
remojo
para
ablandar.
23
24
PERÚ
1590
Italia
El
Santo
Padre
entrega
papas
a
botanista
Clusius,
quien
las
retrata
por
primera
vez
1660-‐1688
Irlanda
Cultivo
de
la
papa
se
expande
rápidamente;
población
de
500.000
a
1.5
millones
ca.
1700
Rusia
Zar
Pedro
el
Grande
introduce
la
papa
1719
Norteamérica
Colonos
de
Escocia
e
Irlanda
traen
primeras
papas
a
Estados
Unidos
pro-‐
venientes
de
Europa
1748
Francia
El
parlamento
declara
que
la
papa
causa
lepra
y
prohibido
su
cultivo
1760 Polonia Papas llegan a Polonia durante la Guerra de Siete Años.
1760-‐1840
Irlanda
Su
población
aumenta
en
600%,
de
1.5
millones
a
9
millones
y
subsisten
comiendo
papas
1763
Francia
Parmentier
promueve
la
ingesta
de
papas
después
de
haberlas
probado
mientras
era
prisionero
24
25
PERÚ
El
agua
del
mar
que
sólo
quiere
juntar
su
espejo
para
que
el
planeta
líquido
vuelva
a
correr
el
cielo
como
un
pez...
El
agua
marina
que
saló
nuestra
sangre
y
se
volverá
dulce
con
nuestra
sangre
al
final
de
los
tiempos,
pero
no
antes.
Gabriela
Mistral,
“El
elogio
del
agua”
Según
la
investigación
del
profesor
Jaime
Ariansen
del
Instituto
de
Los
Andes
en
Perú
(Mito,
Leyenda
y
Folklore
en
la
Gastronomía
Peruana
VI
),
la
receta
más
representativa
de
la
cocina
peruana
sería
el
cebiche.
Pero
admite
que
de
esta
célebre
preparación
no
existe
una
receta
oficial
sino
varias,
como
tampoco
existe
una
única
fuente
de
su
denominación.
Sea
cualquiera
la
procedencia
o
la
forma
de
llamarlo,
el
investigador
admite
que
es
un
plato
suculento,
aromático,
sabroso,
chispeante,
vigorizante
y
peruano.
25
26
CHILE
26
27
PUEBLOS
LOCACIÓN
ALIMENTOS
PREPARACION
LENGUAS
GEOGRÁFICA
INGREDIENTES
CULINARIA
Aimara
Arica,
Parinacota,
papa,
yuca,
maíz,
kalapurca,
huatia,
aimara
Tarapacá
quínoa,
poroto,
humitas,
ají,
calabaza,
pachamanca,
pimentón,
maní,
calatanta,
pan
de
hierbas,
gallo,
pusitunca,
auquénidos,
rica
charqui,
picante
de
rica
llamo
o
vizcacha
Quechua
/
Inca
Ollagüe,
río
Loa
quínoa,
quechua
cordillerano
amaranto,
lupino
(II
Región)
chuño,
papa,
maíz,
auquénidos
Changos
Costa
del
desierto
de
pescados,
grasa
de
ballena
aymara,
Atacama
hasta
mariscos,
derretida
(bebida),
kunsa
Coquimbo
ballenas,
lobos
charqui
de
pescado
marinos,
maíz,
(charquecillo)
algarrobo
Atacameño
Antofagasta
(provincia
Chañar,
patasca,
chicha
de
kunsa
Loa)
algarrobo,
algarrobo,
quínoa,
mote
pisangallas
maíz,
papa,
zapallo,
auquénidos
Colla
cordillera
chuqijusta
Norte
Chico
Diaguita
valles
Maíz,
poroto,
pajarete
cacán
Norte
Chico
zapallo,
algarrobo,
chañar,
copao,
auquénidos,
mariscos
y
peces
Rapanui
/
pas-‐ Isla
de
Pascua
Camote,
taro,
Poe,
umu
tao,
tunu
pascuense
cuenses
ñame,
plátano,
ahi,
empanadas
de
yuca,
piña,
atún
guayaba,
caña
de
azúcar,
langosta,
atún,
pez
sierra,
mahi-‐mahi,
kana
kana
Pueblo
Mapuche
río
Limarí/Chiloé
• Picunche
mapudungun
• Huilliche
río
Aconcagua/Itata
Piñones
Corri,
catuto,
mapudungun
• Mapuche
Los
Ríos
y
Los
Lagos
araucaria,
milcao,
chapalele,
mapudungun
• Lafkenche
changles,
vaicán,
chercán,
mapudungun
• Pehuenche
de
la
costa
digüeñes,
papa,
ñachi,
chochoca,
mapudungun
VIII
y
IX
cordillera
trigo,
nalcas,
merquén,
curanto,
mapudungun
maíz,
cordero,
pulmay,
pescados
y
caballo,
murta,
mariscos
secos,
pescados
y
ñaco,
caritún,
pisku,
mariscos
guañaca,
apol,
muday
27
28
Yagán
Beagle/Cabo
Hornos
Pescados,
lobos
yagán
marinos,
crustáceos,
mariscos,
calafate,
chaura,
guanaco,
aves
Alacalufe
Golfo
Penas
/
Estrecho
Pescados,
lobos
kawésqar
Magallanes
marinos,
crustáceos,
mariscos,
calafate,
chaura,
guanaco,
aves
28
29
grandes
y
escogidas.
Método
igual
al
chuño
común.
Fermentación
y
asoleo
Aplicado
a
tubérculos
y
maíz.
Alimentos
de
fermentan
al
agua,
se
pisan
y
luego
se
secan
al
sol
(toqush
o
tocosh).
Papas
heladas
En
regiones
cordilleranas
heladas
(chid).
Tostado
y
molido
Alimentos
tostados
al
fuego
y
molidos
antes
de
almacenar.
Técnica
mixta
aplicada
a
cereales:
maíz
(harina
todtada),
quinua,
cañahua,
mango
o
teca
y
frutos
de
chañar,
avellanas
y
piñones.
Tostado
Se
realizaba
con
arena
muy
caliente,
cenizas
calientes,
callana,
etc.
Ejemplo:
cancha
de
maíz.
Molido
Se
realizaba
en
mortero
de
piedra
o
de
madera.
Ejecutado
por
mujeres.
Pardo, Oriana y Pizarro, José Luis. Alimentos: Conservación y Almacenamiento en el Chile Precolombino.
29
30
POROTO
MILPA
MAIZ NIXTAMALIZACIÓN
CIVILIZACIÓN
AZTECA
AJÍ
MOLE
COMAL
UTENSILIOS
METATE
UNIDAD
1
COCINAS
Y
MOLCAJETE
CULTURAS
CIVILIZACIÓN
PAPA
INCA
PREHISPÁNICAS
CULINARIA
INCA
DIVERSOS
PUEBLOS
Y
SUS
APORTE
PUEBLOS
ORIGINARIOS
TÉCNICAS
DE
TERRITORIO
CONSERVACIÓN
CHILENO
ALMACENAMIENTO
Y
PRODUCTOS
BIBLIOGRAFÍA
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la
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Histórica
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Nuevo
Trato
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Recetario
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Arte
de
la
Cocina
Mexicana,
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Cultura
de
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Alimentación
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Civilizaciones
Prehispánicas
de
América.
Santiago,
Chile:
Editorial
Universitaria.
30
31
INTERCAMBIOS
GASTRONÓMICOS
EN
AMÉRICA
Unidad 2
32
Intercambios
gastronómicos:
Formación
de
una
cocina
latinoamericana
La
cocina
no
ha
existido
siempre.
El
hombre
prehistórico
actuaba
por
instinto
y
se
alimentaba
con
lo
que
su
entorno
le
proporcionaba,
por
lo
tanto
el
sabor
de
sus
alimentos
era
exclusivamente
el
que
la
naturaleza
le
ofrecía.
Pero
debido
a
su
inteligencia,
durante
mucho
tiempo,
esta
le
permitió
valerse
de
la
caza,
la
pesca
y
la
recolección
de
vegetales
y
frutos
para
alimentarse.
Sin
embargo
el
primer
cambio
en
su
alimentación
lo
provoca
el
fuego,
elemento
que
le
permite
tomar
conciencia
de
los
beneficios
de
la
cocción
y
el
resultado
conferido
a
los
alimentos.
La
alimentación
inicia
sus
cambios
y
el
hombre
sus
acomodaciones;
las
plantas
se
pueden
trasladar
para
su
cultivo
y
los
animales
se
pueden
domesticar
para
su
consumo
y
tránsito.
Al
mismo
tiempo,
se
perfeccionan
gustos
y
predilecciones,
se
crean
prohibiciones
y
otros
aspectos
ya
más
sofisticados
de
la
alimentación.
Se
desarrollan
gastronomías
propias
en
cada
pueblo
que
al
desplazarse
por
diversos
territorios
arrastran
con
ellos
sus
productos,
sus
tradiciones
y
sus
culturas.
Y
a
medida
que
estos
pueblos
se
trasladan
por
el
mundo,
también
los
acompañan
sus
cocinas
con
sus
sellos
característicos.
Sin
lugar
a
dudas,
el
arribo
de
conquistadores
españoles
a
tierras
americanas
debe
haber
creado
un
gran
trastorno
alimenticio,
tanto
para
la
dieta
indígena
como
para
la
española.
Con
la
conquista,
España
establece
en
nuestras
tierras
la
presencia
de
otros
mundos
y
culturas,
pues
al
mismo
tiempo
llegan
con
ellos
a
América
los
griegos,
latinos,
árabes,
judíos
y
habitantes
del
África
negra.
Además
de
las
fusiones
culturales,
se
agregan
los
intercambios
de
frutos
y
animales;
también
con
occidente
aparecen
múltiples
maneras
de
preparar
alimentos,
desconocidos
en
América,
como
fueron
la
fritura
y
el
asado
o
el
horneado.
La
combinación
de
la
gastronomía
española
con
sus
frutas,
verduras,
especias,
ganado
y
legumbres
y
las
cocinas
prehispánicas
con
sus
productos
locales
sentaron
las
bases
de
la
cocina
latinoamericana
mestiza.
La
materia
prima
no
es
el
único
indicador
de
la
nacionalidad
de
un
plato,
porque
si
así
fuera,
los
ñoquis
con
salsa
de
tomate
no
serían
italianos,
ya
que
la
papa
y
el
tomate
son
americanos.
Por
lo
tanto
son
también
importantes
quiénes
y
cómo
trabajaron
esas
materias
primas
disponibles
en
América.
La
cocina
latinoamericana
no
es
más
que
el
resultado
lógico
de
esa
mezcla
de
elementos
étnicos,
culturales
y
sociales
que
es
nuestro
continente,
añadiendo
otras
influencias
de
diversas
inmigraciones
europeas
y
asiáticas
ocurridas
durante
los
siglos
a
partir
del
descubrimiento
de
Colón.
La
cocina
latinoamericana
es
básicamente
una
deliciosa
e
interesantísima
fusión
de
las
cocinas
precolombinas
y
las
traídas
por
los
conquistadores,
los
colonizadores
y
los
emigrantes.
De
los
inicios
y
el
posterior
desarrollo
de
este
mestizaje
gastronómico
en
tierras
americanas
trataremos
en
la
siguiente
unidad.
2
33
ARABES
MUSULMANES
EN
UNA
ESPAÑA
CRISTIANA
Datos históricos
• A
la
muerte
de
Mahoma
(632)
los
árabes
inician
sus
“guerras
santas”
para
esparcir
el
islam.
Es
una
expansión
intensa
y
combativa,
de
pelea
dura
pues
saben
que
si
morían
irían
directo
al
Paraíso.
• En
el
año
711,
Tariq
Ihn-‐Sayid
cruzó
el
Estrecho
de
Gibraltar
con
7.000
hombres,
luego
de
haber
recorrido
el
Magreb
africano,
para
desembarcar
en
España.
• La
ocupación
y
conquista
árabe
musulmana
en
la
península
Ibérica,
duró
casi
800
años.
Los
árabes
llamaron
al
territorio
conquistado
al-‐Ándalus
y
su
capital
fue
Granada.
• La
agricultura
y
la
industria
fueron
unas
de
las
cosas
que
aportaron
los
árabes
a
España.
De
Egipto,
aprendieron
el
riego,
y
así
España
se
vuelve
verde.
Además
de
frutas
y
verduras,
trajeron
industrias
de
porcelana,
alfombras,
aceros
y
cueros
estampados.
• También
les
enseñaron
a
los
españoles
las
matemáticas
(numeración
arábiga
de
diez
dígitos
incluyendo
el
0),
la
geometría,
la
astronomía
y
la
geografía.
Estaban
muy
avanzados
en
la
medicina
y
la
química;
ya
habían
descubierto
el
alcohol,
varios
ácidos
y
también
varios
tipos
de
sales.
• Los
árabes
comenzaron
a
establecer
relaciones
comerciales
con
Asia
y
África
desde
España.
Esto
trajo
cosas
nuevas
como
la
brújula,
el
papel
y
la
pólvora
China.
Estos
tres
inventos
les
servirían
mucho
a
España
pues
permitieron
que
los
españoles
navegaran
los
océanos
durante
el
siglo
XV.
• Reformaron
la
lengua
española
y
algunas
palabras
de
origen
árabes
son:
aceite,
aceituna,
acelga,
ajedrez,
albahaca,
albaricoque,
alcachofa,
alcalde,
alcaparra,
aldea,
alfil,
almendra
almohada,
azafrán,
bata,
barrio,
berenjena,
cálido,
dado,
daga,
jarro,
etc.
• Es
importante
destacar
que
el
proceso
de
conquista
musulmana
no
sólo
tuvo
consecuencias
políticas
y
económicas,
sino
que
existió
un
fuerte
impacto
cultural
y
lingüístico,
sobretodo
en
la
economía,
la
agricultura,
la
gastronomía,
las
ciencias
e
industrias.
• En
enero
de
1492,
culmina
la
ocupación
musulmana
en
España
con
la
entrega
de
la
ciudad
de
Granada
a
los
reyes
católicos,
Fernando
e
Isabel.
3
34
APORTES
ARABES
A
LA
GASTRONOMÍA
ESPAÑOLA
Este
aporte
es
extraordinariamente
rico,
pues
proviene
de
una
cultura
que
integra
tradiciones
muy
diversas,
que
adquieren
identidad
al
estar
impregnadas
en
los
preceptos
del
Corán.
Las
principales
prohibiciones
se
refieren
al
cerdo
y
a
las
bebidas
fermentadas,
lo
que
no
siempre
se
respetaba
en
la
Espa-‐
ña
musulmana.
En
los
libros
de
cocina
árabe
había,
además,
pocas
recetas
de
pescado
debido
a
los
conse-‐
jos
médicos;
también,
no
gozaban
de
buena
reputación
por
su
olor
y
sabor
cuando
no
eran
frescos.
Pero
el
pueblo
consumía
abundante
pescado
en
las
costas,
ya
sea
crudo,
salado
o
frito,
siendo
los
más
popula-‐
res
la
sardina
y
el
atún,
los
que
se
preservaban
en
escabeches.
Los
árabes
enriquecieron
sus
huertos
en
España
mediante
regadíos
con
norias,
acequias
y
alcantarillas,
donde
realizaron
una
“revolución
agrícola”
en
territorio
peninsular,
que
permitió
la
difusión
de
diversos
cultivos
y
técnicas
agrícolas.
Las
carnes
pre-‐
feridas
eran
las
grasosas,
como
las
de
cordero
y
las
tiernas
como
las
aves,
especialmente
pichones
que
criaban
en
palomares,
alimentados
con
cereales
y
sacrificados
adecuadamente,
limpios
de
su
sangre.
El
arroz
cocido
en
leche,
con
grasa
y
azúcar,
era
uno
de
los
dulces
más
preciados
de
la
alta
cocina
musulma-‐
na
y
ha
quedado
para
siempre
en
la
cocina
española.
La
lista
de
dulces
árabes
es
amplia,
con
profusión
de
azúcar,
miel
y
frutos
secos,
con
lugar
destacado
para
los
mazapanes
y
turrones.
Además,
dejaron
los
sor-‐
betes
o
jarabes
fríos:
de
limón,
con
miel,
clavo
y
canela.
sandía
4
35
Comidas a bordo Agua, vino, vinagre Leguminosas/granos Cerdos, ovejas, cabras, gallinas
vivientes
Ración diaria de 1 litro de agua 200 g de carne seca 500 g de bizcochos o galletas
un marinero (vacuno y cerdo)
Obstáculos en el Mitos marinos y razas mons- Escorbuto / peste del mar Fuertes tormentas, vientos,
Atlántico truosas (carencia vitamina C) niebla
INTERCAMBIO
COLOMBINO
“Cierto
Cristóbal
Colón,
un
genovés,
le
propuso
al
rey
y
reina
católicos,
Fernando
e
Isabel,
descubrir
las
islas
que
tocaban
las
Indias
(…)
prometiendo
no
sólo
propagar
la
religión
cristiana,
sin
que
también
traer
de
vuelta
perlas,
especias
y
oro,
en
enormes
cantidades”.
Fuente:
Pedro
Mártir,
confesor
de
Fernando
e
Isabel
de
España.
De
Orbo
Novo,
1530.
Colón
pensó
que
el
camino
más
corto
para
llegar
al
Oriente
era
navegar
hacia
el
oeste
a
través
del
Océano
Atlántico.
Él
estaba
en
lo
correcto.
Pero
también
estaba
equivocado.
Creía
que
el
mundo
era
mucho
más
pequeño
de
lo
que
es.
Él
no
se
imaginaba
la
existencia
de
otro
continente
-‐
y
otro
enorme
océano
-‐
entre
Europa
y
Asia
Oriental.
Razones
de
la
navegación
hacia
las
Indias:
1.
Los
europeos
sienten
gran
atracción
por
Asia
y
desean
encontrar
una
ruta
rápida.
2.
Querían
las
especias
del
Oriente
más
baratas.
3.
Esperanza
de
encontrar
metales
preciosos,
sobretodo
oro
y
plata.
4.
Fanatismo
religioso
por
convertir
infieles
al
catolicismo.
5.
Probar
las
nuevas
tecnologías
de
navegación.
La
casualidad
hizo
que
Colón
descubriera
América.
¿Se
imaginan
a
América
sin
cerdos
y
caballos
o
incluso
sin
un
común
resfrío?
¡Imaginan
a
Francia
sin
la
papa?
El
intercambio
colombino
cambió
la
historia
y
también
modificó
dos
mundos
que
una
vez
estaban
muy
separados.
Sin
el
intercambio
colombino,
la
historia
sería
diferente.
Pero
este
intercambio
no
fue
un
accidente.
A
medida
que
los
europeos
navegaban
a
través
del
mundo,
traían
con
ellos
los
alimentos
que
sabían
cómo
cocinar
y
materiales
que
conocían
cómo
se
manejaban.
Los
europeos
sabían
cocinar
el
arroz,
montar
caballos
y
criar
y
faenar
cerdos
y
pollos.
Ellos
se
sentían
cómodos
viviendo
con
artículos
que
conocían,
pero
al
viajar
a
un
lugar
nuevo
no
tenían
idea
lo
que
se
les
esperaba.
Al
llegar
al
Nuevo
Mundo,
utilizaron
lo
que
ya
sabían
y
a
su
vez,
aprendieron
a
utilizar
los
nuevos
artículos
del
Nuevo
Mundo.
Después
de
detectar
la
utilidad
de
esos
artículos,
los
descubridores
viajaban
de
regreso
con
ellos,
repartiéndolos
por
todo
el
Viejo
Mundo.
El
intercambio
colombino
comenzó
a
conectar
los
mundos
nuevos
y
viejos
con
la
transmisión
de
las
ideas,
las
plantas,
los
animales
y
las
enfermedades.
Dos
mundos
que
habían
crecido
separados
con
diferentes
organismos
empezaron
a
ser
homogéneos.
5
36
PRODUCTOS
QUE
VAN
Y
VIENEN
Los
conquistadores
también
conquistaron
las
cocinas
y
las
culturas
de
los
pueblos
originarios
de
América.
De
inmediato
España
empezó
a
trasplantar
su
cultura,
en
especial
sus
productos
alimenticios,
a
la
Nueva
España.
Hacia
1600
las
plantas
comestibles
más
importantes
ya
estaban
siendo
cultivadas
en
América.
Sin
embargo
no
tuvieron
gran
aceptación,
como
fueron
los
nuevos
animales
y
sus
sub-‐productos
(quesos,
leche,
grasas,
huevos,
etc.).
6
37
PRODUCTOS
PROCEDENTES
DE
AMERICA
INTRODUCIDOS
EN
EUROPA,
AFRICA
Y
ASIA
ANIMALES
VEGETALES,
HIERBAS,
GRANOS,
LEGUMINO-‐ FRUTAS,
ESPECIAS
SAS,
VICIOS
FRUTOS
SECOS
cuy
(conejillo
de
Indias)
ají
amaranto
(kiwicha)
arándano
pavo
achiote
arroz
salvaje
cacao
calabaza
chía
castaña
Cajú
camote
maíz
chirimoya
jícama
porotos
(variedades)
frutilla
maravilla
quinua
lúcuma
papas
(variedades)
tabaco
maní
pimentón
palta
pimienta
Cayena
papaya
pimienta
dulce
piña
/Jamaica
poroto
verde
tomate
vainilla
yuca
zapallo
Fuente:
Cuisine
and
Culture.
Linda
Civitello,
USA,
2011.
POBLACIÓN
MUNDIAL
EN
MILLONES
DE
HABITANTES
1650
1790
1800
1850
1900
1950
2008
2015
AFRICA
100
95
90
95
120
198
967
1.166
ASIA
327
475
597
741
925
1.320
4.052
4.384
EUROPA
203
144
192
274
423
593
736
743
LATINOAMERICA
12
11
19
33
63
162
559
640
NORTEAMERICA
1
2
6
26
81
168
329
361
OCEANÍA
2
2
2
2
6
13
35
39
TOTAL
545
728
906
1.171
1.608
2.454
6.678
7.333
http://www.nationsonline.org/oneworld/world_population.htm
7
38
CHOQUE
ALIMENTARIO
EN
AMERICA
El
encuentro
europeo
con
las
nuevas
especies
y
espacios
americanos
en
el
siglo
XVI,
complica
a
los
españoles
pues
se
encuentran
con
un
mundo
de
materias
primas
totalmente
desconocidas.
A
pesar
que
existe
una
imagen
positiva
hacia
el
continente
americano
en
aceptar
alimentos
y
sabores
exóticos,
también
se
acuñan
desprecios
y
prohibiciones.
Para
los
conquistadores
arribando
al
continente
americano
existen
carencias
de
productos
familiares
e
indispensables
que
rápidamente
serán
provistos
en
sucesivos
viajes
y
luego
introducidos
en
el
Nuevo
Mundo.
Pero
a
pesar
de
desprecios
o
indiferencias
frente
a
ciertos
alimentos
autóctonos,
con
el
tiempo
estas
impresiones
cambiarán
y
muchos
de
ellos
se
convertirán
en
salvavidas
de
las
hambrunas
mundiales
o
pasaran
a
formar
parte
de
ingredientes
fundamentales
de
las
gastronomías
nacionales
como
lo
ha
sido
la
salsa
de
tomate
o
la
polenta
para
los
italianos.
8
39
COCINA
PERUANA:
FUSIÓN
DE
AMÉRICA,
EUROPA,
AFRICA
Y
ASIA
La
colonización
española
trajo
nuevos
usos
y
costumbres
culinarios
al
Virreinato
del
Perú.
La
fritura,
el
uso
de
los
lácteos
(incorporado
a
algunos
"chupes"
o
sopas),
además
de
la
carne
de
vacuno,
cerdo,
huevo
de
gallina
y
nuevas
aves
de
corral;
además
llegaron
algunos
cultivos
que
resultarían
esenciales
para
la
nueva
cocina
como
la
cebolla
y
el
ajo
que
combinados
con
el
ají
serían
la
futura
base
de
muchos
platos
peruanos.
El
súper
ácido
limón
peruano
(de
origen
árabe
y
una
de
las
bases
del
cebiche)
y
la
vid
(de
la
que
se
originaría
el
pisco)
llegan
también
en
este
período.
La
dedicación
de
muchos
conventos
de
monjas
a
la
cocina
en
un
entorno
donde
abundaban
las
plantaciones
de
azúcar
(especie
traída
también
por
los
españoles)
e
inmensas
variedades
de
frutas
nativas
originó
asimismo
una
larga
tradición
repostera.
La
gran
cantidad
de
esclavos
africanos
que
llegaron
con
los
españoles
aportaron
lo
suyo
en
una
serie
de
guisos,
además
del
uso
de
las
partes
blandas
de
la
carne
desechadas
por
las
élites,
que
condimentaban
abundantemente
para
disminuir
los
fuertes
sabores
de
la
carne
y
cocinados
a
las
brasas.
De
aquí
salieron,
entre
otros
platos,
los
anticuchos.
Luego
de
la
independencia
(1821)
se
dieron
una
serie
de
migraciones
de
diversas
procedencias
que
integraron
sus
propias
tradiciones
a
la
ya
dinámica
culinaria
local.
La
migración
china
de
mediados
del
siglo
XIX
popularizó
el
salteado
a
fuego
fuerte
y
los
sabores
agridulces
en
las
carnes
además
del
uso
de
nuevas
hierbas
y
de
la
salsa
de
soya
(sillao).
Pero
su
aporte
más
notorio
fue
el
arroz.
Si
bien
ya
se
consumía
desde
el
siglo
XVI,
es
luego
de
la
migración
china
que
el
arroz
se
populariza
y
se
convierte
en
la
guarnición
peruana
por
excelencia,
en
detrimento
del
pan.
La
forma
de
arroz
favorita
en
el
Perú
es
el
(arroz
graneado),
a
base
de
arroz
de
grano
largo,
sin
embargo,
se
distanciaba
de
la
preparación
china
en
el
uso
del
ajo
y
la
sal.
La
migración
japonesa
de
fines
del
siglo
XIX,
finalmente,
impactó
notablemente
sobre
la
cocina
marina
peruana.
Cortes
y
técnicas
japonesas
muy
prolijas
en
la
presentación
se
unen
a
salsas
y
preparaciones
peruanas
y
nace
una
nueva
vertiente
culinaria
en
el
Perú.
Así
por
ejemplo
del
"cruce"
del
sashimi
japonés
y
el
cebiche
peruano
nació
el
tiradito.
En
1567,
es
la
primera
mención
de
la
palabra
“criollo”,
por
la
que
se
designaba
a
los
españoles
nacidos
en
América.
Desde
entonces,
el
término
ha
sufrido
una
evolución
considerable
y
actualmente
la
“comida
criolla”
en
el
Perú
se
refiere
a
la
gastronomía
costeña,
cuyos
platos
emblemáticos,
entre
otros,
son
el
cebiche
o
el
lomo
saltado,
ambos
productos
de
fusiones
entre
la
cocina
peruana
y
la
japonesa,
uno,
la
peruana
y
la
china,
el
otro.
Otros
platos
peruanos
considerados
comida
criolla
serían:
ají
de
gallina,
carapulcra,
escabeche,
arroz
con
pollo,
rocoto
relleno,
anticucho
y
ceviche,
entre
otros.
En
la
actualidad
esa
cocina
peruana,
fusión
de
cuatro
continentes,
es
considerada
una
de
las
más
variadas
del
mundo
gracias
a
la
herencia
pre
incaica,
incaica,
española
de
750
años
de
convivencia
musulmana
y
a
la
inmigración
africana,
chino
cantonés
y
japonesa.
Basta
mencionar
que
sólo
en
la
costa
peruana
hay
más
de
dos
mil
sopas
diferentes
y
que
en
el
país
se
pueden
consumir
más
de
250
postres
tradicionales,
siendo
los
más
destacados
los
picarones,
el
ranfañote,
el
turrón
y
la
mazamorra
morada.
http://espanol.free-‐ebooks.net/ebook/Breve-‐Historia-‐de-‐la-‐Comida-‐Peruana/pdf?dl&preview
9
40
¿SABÍAS
QUE
EL
AJÍ
DE
GALLINA
ES
PRIMO
HERMANO
DEL
MANJAR
BLANCO?
En
la
gastronomía
medieval
y
renacentista
española
el
manjar
blanco
era
una
preparación
en
base
a
pechuga
de
gallina
o
capón,
arroz,
almendras
y
azúcar,
y
cuyo
desenlace
era
una
crema
espesa
entendida
como
“comida
de
cuchara”.
Según
la
historiadora
Isabel
Álvarez,
este
plato
tiene
antecedentes
importantes.
Sus
inicios
datan
de
la
Edad
Media,
con
el
imperio
de
Bizancio,
cuya
capital
era
Constantinopla.
Bizancio
tuvo
un
reinado
de
diez
siglos
y
fue
la
ciudad
más
importante
del
mundo.
Lógicamente,
desarrollaron
la
gastronomía.
Y
gracias
a
distintos
insumos
y
técnicas
inventaron
muchos
platos,
entre
los
que
destacó
el
“Manjar
Blanc”.
La
cultura
bizantina
ha
tenido
repercusión
en
gastronomías
importantes,
como
la
francesa,
la
italiana
y
la
española.
Esta
última,
con
la
influencia
árabe
además,
fue
la
que
trajo
el
manjar
blanco
al
Perú.
En
la
edad
media
el
manjar
blanco
consistía
de
dos
preparaciones
distintas.
La
primera
era
una
especie
de
gelatina
de
carne
blanca,
y
la
segunda
era
un
postre
de
miel
y
almendras.
De
la
primera
nació
el
ají
de
gallina.
Al
llegar
ese
plato
al
Perú,
se
le
denominó
“Manjar
de
los
Reyes”.
Poco
a
poco,
como
en
toda
cultura,
aparecen
las
mezclas.
El
mestizaje
gastronómico
en
ese
caso
trajo
como
resultado
el
ají
de
gallina.
La
costumbre
peruana
de
agregarle
ají
a
todo,
debe
haber
sido
el
punto
de
partida.
Vale
recordar
una
estrofa
de
Garcilaso
de
la
Vega
en
sus
“Comentarios
reales”,
que
dice:
“los
de
mi
tierra
son
tan
amigos
del
ají
que
no
comen
sin
él
aunque
no
sean
unas
hierbas
crudas”.
El
antiguo
manjar
blanco
de
los
españoles
obtuvo
en
el
Perú
una
nueva
apariencia.
Los
españoles
comían
productos
deshilachados,
y
en
el
Perú
se
adoptó
esa
costumbre.
Como
dice
Rodolfo
Tafur
en
una
investigación,
“Con
los
nuevos
productos
que
tenían
presencia
abundante
en
las
mesas
peruanas
nace
un
plato
denominado
"Gallina
en
Jerreque",
plato
de
creación
de
los
conventos
de
Lima,
donde
el
"jerreque"
era
una
mezcla
de
agua,
nueces
y
almendras
picadas,
y
que
esta
masa
conjuntamente
con
la
gallina
deshilachada
en
hebras
y
un
sofrito
de
ajos,
pimienta
y
cebolla
finamente
picado,
constituían
un
plato
de
uso
de
los
años
1800”.
Método: El Jerreque es una mezcla de agua, nueces y almendras.
10
41
En
la
culinaria
peruana
el
ají
de
gallina
es
señalado
como
“un
plato
de
culto”
(destacado,
de
admiración).
¿Cómo
no
va
a
ser
rico?
Tiene
historia
y
años
de
años
de
mezclas
culturales
hasta
llegar
al
magnífico
sabor
que
conocemos
hoy.
Un
plato
completo.
Listo.
Al
que
no
hay
que
agregar
ni
omitirle
nada.
A
partir
del
ahora
inimaginable
manjar
blanco
de
los
españoles,
antecedido
por
la
cultura
bizantina,
nació
el
maravilloso
ají
de
gallina.
Luego,
la
culinaria
peruana
se
encargaría
de
transformar
el
manjar
blanco,
desechando
los
insumos
salados
del
potaje
hispano,
y
dejando
tan
sólo
los
dulces.
Y
así
nacieron
postres
bandera
de
nuestra
cultura,
como
el
suspiro
limeño.
De
un
plato
para
nada
provocador
nacieron
otros
que
hoy
hacen
agua
a
la
boca.
Milagros
culinarios,
le
dicen.
Fuente:
IPG
Instituto
Peruano
de
Gastronomía.
http://menuperu.elcomercio.pe/recetas/aji-‐de-‐gallina-‐608
11
42
EL
TACU-‐TACU
PERUANO:
AFRICA
PRESENTE
EN
AMERICA
La
palabra
Tacu-‐Tacu
tiene
su
origen
en
la
palabra
TaKa
Zu
Chakula
(comida
de
desperdicios)
de
la
lengua
swahili,
que
se
hablaba
en
Angola
(África)
de
origen
de
las
lenguas
de
la
familia
Bantú
(influencia
árabe
y
persa).
La
palabra
Taka
en
las
plantaciones
en
el
sur
del
Perú,
se
popularizo
como
Tacú
resultado
de
un
sincretismo
de
la
palabra
Taka,
para
perpetuar
su
esencia.
En
la
costa
del
Perú
se
popularizo
como
el
Tacu-‐Tacu.
Es
evidente
la
presencia
de
la
cultura
africana
en
la
gastronomía
latinoamericana,
y
creo
platos
gastronómicos
de
identidad
nacional
propia
que
se
han
convertido
en
símbolo
de
identi-‐
dad
nacional
en
diversos
países
donde
la
presencia
de
la
cultura
africana
produciéndose
un
sin-‐
cretismo.
Esta
simbología
colectiva
de
arroz
y
frijoles
atravesó
fronteras
y
se
ha
convertido
en
elemento
de
la
interculturalidad
donde
los
inmigrantes
comparten
entre
sí,
su
cultura
gastro-‐
nómica,
compartiendo
sabores,
aromas,
e
historia
de
los
orígenes
de
los
platos
que
se
han
con-‐
vertido
en
símbolo
de
su
identidad
nacional.
Es
un
caso
de
fusión,
mixtura
y
colectividad
y
el
aporte
de
la
cocina
diáspora
africana
en
la
creación
de
dos
ingredientes,
el
frijol
y
el
arroz
que
popularizó
su
consumo
y
se
convirtió
en
ícono
de
identidad
nacional
en
sus
variantes.
La
fusión
y
mixtura
del
arroz
y
frijoles
con
aderezo
regionales
propios,
creo
platos
hermanos
con
identidad
propia
desde
afuera
hacia
el
país
recep-‐
tor
y
marca
su
territorialidad
El
Tacu-‐Tacu
(arroz
y
frijoles)
es
un
plato
hermano
peruano,
de
La
Bandeja
Paisa
(arroz
y
frijoles)
para
los
colombianos.
Los
Tacos
(frijoles
y
arroz)
de
los
mexica-‐
nos,
El
Casamiento
y
las
Pupusas
de
los
Salvadoreños,
El
Pabellón
(frijoles
y
arroz)
de
los
venezo-‐
lanos,
La
Feijoda
brasilera
del
Brasil,
El
Gallo
Pinto
(frijoles
negros
y
arroz)
de
los
costarricenses,
el
Congrí
y
los
Moros
y
Cristianos
(frijoles
negros
y
arroz)
de
los
cubanos,
el
plato
tradicional
Bandera
Dominicana
y
el
Arroz
Moro
(frijoles
y
arroz)
de
los
dominicanos.
El
arroz
no
es
originario
de
América,
sino
que
fue
introducido
en
el
Caribe
y
Sudamérica
por
los
colonos
europeos,
llevando
los
colonos
españoles
el
arroz
asiático
a
México
en
1520
y
aproximadamente
al
mismo
tiempo
los
portugueses
y
los
hombres
y
mujeres
en
condición
de
esclavos
al
Brasil
colonial.
Estudios
más
recientes
sugieren
que
los
hombres
y
mujeres
africanos
desempeñaron
un
papel
más
activo
en
la
consolidación
del
arroz
en
el
Nuevo
Mundo
y
que
el
arroz
africano
fue
un
cultivo
importante
desde
la
primera
época.
Es
evidente
este
aporte
gastro-‐
nómico
que
expresa
interculturalidad
entre
platos
hermanos
con
identidad
propia.
Jorge
Yeshayahu
Gonzales-‐Lara.
La
Peruanidad
en
la
Diáspora,
New
York
March
13,
2012.
http://www.yanuq.com/buscador.asp?idreceta=2061
12
43
COCINA
CHIFA
PERUANA
En
el
Perú,
el
Chifa
es
un
término
utilizado
para
referirse
tanto
a
la
cocina
china
traída
y
adaptada
al
paladar
peruano,
como
también
para
denominar
a
los
restaurantes
donde
se
prepara
esta
comida.
Su
historia
se
remonta
a
fines
del
siglo
XIX
con
la
llegada
de
los
inmigrantes
chinos,
en
su
mayoría
desde
Cantón,
quienes
trabajaron
como
sirvientes
bajo
el
nombre
de
“colies”,
los
mismos
que
una
vez
lograda
su
independencia
decidieron
dedicarse
a
formar
sus
pequeños
negocios,
todos
relacionados
a
lo
que
mejor
sabían
hacer:
cocinar.
Según
las
investigaciones,
la
palabra
“Chifa”
viene
de
la
combinación
de
los
términos
cantoneses
‘chi’,
que
significa
comer;
y
‘faan’,
arroz.
De
este
modo,
poco
a
poco
la
Lima
criolla
se
fue
acostumbrando
a
esos
toques
dulces
y
verduras
frescas,
conforme
los
nuevos
empresarios
comenzaron
a
surgir
económicamente
mandaron
a
traer
desde
su
país
los
ingredientes
principales
y
a
cultivar
sus
propias
verduras.
En
un
santiamén,
las
amas
de
casa
y
los
comensales
agradecieron
en
sus
comidas
la
presencia
del
sillao
(salsa
de
soya),
el
kion
y
la
cebollita
china,
contrarios
a
los
sabores
picantes,
lácteos
y
guisados,
típicos
de
la
gastronomía
peruana.
La
inmigración
china
al
Perú
es
quizás
una
de
las
más
grandes
historias
del
pueblo
chino,
ya
que
el
Perú
fue
el
tercer
destino
más
visitado
durante
esas
épocas,
luego
de
Estados
Unidos
y
Canada;
esta
presencia
cultural
también
dejó
como
gran
muestra
de
su
influencia
a
la
“Calle
Capón”
o
también
llamado
“Barrio
Chino
de
Lima”,
ubicado
muy
cerca
el
Centro
Histórico,
donde
se
encuentran
los
restaurantes
más
tradicionales.
Actualmente,
solo
en
Lima
existen
más
de
5
mil
chifas,
una
gran
cantidad
comparada
con
los
restaurantes
de
comida
criolla;
los
hay
de
todo
tipo:
lujosos
como
el
“Chifa
Royal”,
los
de
barrio
–
que
no
por
serlo
dejan
de
ser
igual
de
sabrosos
-‐y
hasta
las
franquicias
de
comida
rápida
como
ChinaWok.
El
menú
típico
de
un
Chifa
es:
la
sopa
wantan,
un
plato
a
la
carta,
una
porción
de
wantanes
con
su
salsa
de
tamarindo
y
todo
acompañado
de
una
Inca
Kola
helada,
que
desplaza
al
té.
Entre
los
platos
a
la
carta
se
puede
encontrar:
el
Kam
Lu
Wantan,
Limón
Kay,
Chi
Jau
Kai,
Tipakay,
entre
otros
distinguidos
por
su
sabor
dulce,
su
combinación
de
trozos
de
pollo,
cerdo
y
mariscos.
Pero
si
no
hay
mucho
tiempo
para
disfrutarlos
debidamente,
un
aeropuerto
(salteado
de
arroz
chaufa,
tallarín
saltado
y
frejolito
chino),
o
un
chaufa
ya
sea
simple
o
especial,
son
la
salvación
a
un
crujir
de
estómago
y
el
alivio
de
los
bolsillos,
debido
a
su
asequible
precio.
El
chifa
ha
sabido
adaptarse
a
todos
los
estratos
sociales,
y
porque
no
decirlo
a
todos
los
bolsillos
logrando
sin
mucho
esfuerzo
alcanzar
uno
de
los
primeros
puestos
dentro
de
nuestra
gastronomía.
¿Quién
no
ha
comido
alguna
vez
un
contundente
menú
de
chifa,
acompañado
de
su
inseparable
sopa
wantan
o
wantan
frito
de
yapa?
Creo
que
sin
exagerar
es
casi
imposible
encontrar
un
peruano
que
no
lo
haya
disfrutado,
es
que
es
parte
de
nuestra
tan
pintoresca
y
privilegiada
carta
nacional,
siendo
fácil
encontrar
un
chifa
en
cualquier
barrio
por
más
populoso
o
glamoroso
que
esta
sea.
http://culinaria-peru.blogspot.com/2010/12/el-chifa-la-fusion-de-la-gastronomia.html
13
44
COCINA
NIKKEI
PERUANA
Los
primeros
japoneses
llegaron
al
Perú
en
el
siglo
XVI,
en
la
época
del
Virreinato.
Un
censo
de
1613
en
Lima
registra
nipones
que
trabajaban,
igual
que
hacían
negros
e
indios,
como
servidumbre
en
las
casas
de
los
españoles.
También
ejercían
oficios
de
disciplinados
esfuerzos,
abriendo
negocios
propios.
La
mayoría
se
dedicó
a
las
bodegas
y
peluquerías,
pero
otros
prefirieron
el
ajetreado
mundo
de
la
cocina.
Se
abrieron
muchas
fondas,
fondines
y
cafés
en
esas
épocas.
Los
japoneses
preparaban,
sobre
todo,
comida
criolla.
Era
el
gusto
y
la
costumbre
del
proletariado
que
vivía
en
la
antigua
Lima
colonial
a
principios
del
siglo
XX.
En
la
intimidad,
los
nipones
volvían
a
sus
costumbres;
y
para
las
mejores
ocasiones
no
dudaban
en
ir
al
chifa,
esa
cocina
“chinizambiacholada”.
Criollos
y
chinos
acriollados
educaron
los
paladares
de
esos
pioneros
de
la
cocina
nikkei
peruana
que
no
dejaron
de
lado
la
cocina
tradicional
japonesa
en
fechas
especiales
como
el
Año
Nuevo
o
el
día
del
natalicio
del
emperador.
El
refinado
olfato
de
los
inmigrantes
detectó
inmediatamente
la
fantástica
riqueza
marina
con
la
que
contaba
el
Perú
y
revaloró
los
pescados
y
mariscos
que
se
tiraban
por
la
borda.
Vivían
en
callejones,
compraban
sus
productos
en
el
mercado
de
la
Plaza
de
Armas
y
seguramente
cocinaron
en
algunas
de
las
esquinas
de
la
capital.
La
siguiente
inmigración
oriental
llegó
con
contrato
para
trabajar
en
haciendas
azucareras
a
fines
del
siglo
XIX.
Eran
campesinos
que
no
pudieron
ser
parte
de
la
maquinaria
originada
por
la
revolución
industrial
de
la
era
Meiji
(1868–1912).
La
dura
realidad
del
trabajo
en
las
haciendas
peruanas
obligó
a
muchos
japoneses
a
migrar
hacia
Lima
La
base
de
la
cocina
nikkei
es
la
comida
que
se
preparaba
en
las
casas
japonesas.
Las
responsables
directas
de
ese
milagro
culinario
son
las
mujeres
niponas
que
atravesaron
el
océano
y
mantuvieron
vivas
sus
tradiciones
gastronómicas.
Tuvo
que
pasar
tiempo,
matrimonios
e
hijos,
para
que
las
costumbres
peruanas
calaran
en
los
inmigrantes.
Inclusive,
para
muchos
recién
llegados,
la
comida
criolla
fue
un
negocio
antes
que
gastronomía.
Se
trataba
de
adaptarse
para
sobrevivir.
Pero
eso
cambió
apenas
los
nikkei
se
dieron
cuenta
de
que
cada
bocado
que
ellos
ofrecían
ejercía
en
sus
comensales
admiración,
placer,
agradecimiento.
Fueron
los
primeros
encuentros
de
dos
sazones,
de
dos
mundos,
de
dos
vivencias.
Una
disciplinada,
serena,
rigurosa;
la
otra,
colorida,
exuberante,
pícara.
Ambas
terminarían
cruzando
sus
caminos.
Bendito
el
pejesapo,
feo
por
fuera,
hermoso
por
dentro.
Los
que
vinieron
desde
Japón,
ya
hace
más
de
cien
años,
lo
adoraron;
apreciaron
el
pulpo,
la
anguila,
el
calamar
y
el
caracol
que
los
limeños
abandonaban
en
las
orillas
y
fuera
del
plato.
No
los
tenían
en
sus
recetas.
Recocían
largas
horas
el
pescado
en
limón
y
eso
se
llamaba
cebiche,
sabían
más
de
chanfainitas
que
de
atunes.
Los
pescados
eran
pocos,
y
para
pocos.
Corvina,
lenguado
y
allí
nomás
paremos
de
contar.
El
langostino
ni
por
casualidad.
Y
qué
decir
del
atún.
Solo
popular
en
el
mar.
Pero
el
mar
los
bendijo.
Riqueza
de
vida
que
constantemente
se
redescubre
gracias
a
la
mirada
de
otros
pueblos.
Por
accidente
y
gracias
a
los
japoneses
los
peruanos
descubrieron
que
el
pulpo
podía
comerse
en
una
refinadísima
salsa
de
aceitunas,
que
la
anguila
no
era
para
temer,
que
el
caracol
con
un
poquito
de
limón
y
algo
de
soya
era
todo
un
manjar,
que
las
algas
eran
nobles
compañeras
del
mero,
que
con
un
toque
de
kion
se
hablaba
un
nuevo
idioma.
Cuando
dos
culturas
milenarias
se
juntan,
se
abre
un
camino.
Nace
un
sabor
cargado
de
remembranzas
y
de
vanguardia,
fruto
de
almas
que
no
son
gemelas
y
sí
dialogan
en
un
mismo
nivel.
El
Japón
le
dio
al
Perú
el
rigor
de
su
cocina,
limpia,
filigrana,
pues
la
mano
del
hombre
que
la
produce
es
delicada
y
serena.
Son
sabores
quietos,
emblemáticos,
antiguos,
que
no
amedrentan
y
sí
atrapan.
Osados
en
su
fondo
y
en
su
forma,
los
guisos,
los
ajíes,
el
culantro,
el
chincho
y
huacatay
peruanos,
le
dieron
un
color
diferente
a
la
culinaria
de
Japón.
Nikkei
es
Perú.
Josefina
Barrón,
Perú,
2013.
14
45
RECETAS
PERUANAS
EN
LIBROS
DE
COCINA
CHILENOS
Presencia
de
recetas
peruanas
en
la
cocina
hogareña
chilena
15
46
Manual
de
Cocina
Picante
de
langosta
81
Lucía
Larraín
Bulnes,
1913
Chupe
de
pescado
84
Picante
de
gallina
109
Picante
en
fuente
195
Picante
peruano
199
Torta
de
Lima
440
Pan
de
Lima
457
Manual
de
Cocina
Pescado
a
la
peruana
39
Cuchita,
1914
(aprox.)
Picante
de
langosta
o
camarones
75
Ajiaco
peruano
120
Picante
peruano
135
El
Cocinero
Práctico
Chileno
Papas
peruanas
28
Santiago,
1916
El
Arte
de
Comer
Bien
Pescado
a
la
chorrillana
104
E.
Vergara
de
S.,
1921
Seviche
de
corvina
(sic)
104
Picante
de
ostiones
104
Nota.-‐
Contiene
un
capítulo
entero
titulado
Chupe
de
camarones
105
“Guisos
Peruanos”
desde
pag.
104-‐107
Chupe
de
locos
105
Chupe
de
camarones
o
langosta
105
Erizos
con
tostadas
105
Arroz
blanco
(a
la
peruana)
105
Garbanzos
guisados
(peruano)
106
Papas
con
ají
(peruanas)
106
Anticuchos
(guiso
peruano)
107
Guatitas,
mondongos
a
la
peruana
107
Pan
de
Lima
116
Cake
peruano
119
Manual
de
Cocina
Huevos
peruanos
365
Lucía
Larraín
Bulnes,
1925
Porotos
secos
peruanos
413
Picante
peruano
434
Pan
de
Lima
855
La
Buena
Mesa
Picante
de
papas
93
Olga
Budge
de
Edwards,
1934
Anticuchos
peruanos
106
Huevos
peruanos
149
Nota.-‐
En
el
Prólogo
de
don
Agustín
Edwards
Chupe
limeño
179
McClure
de
1933,
se
agradece
la
colaboración
de
Chupe
peruano
180
Emilio
Ortiz
de
Zevallos
(Cónsul
de
Perú
en
Chile).
Picante
de
maíz
186
También
se
reconoce
la
procedencia
de
las
Ceviche
de
corvina
187
recetas
del
libro:
“se
encuentran
en
sus
páginas
guisos
chilenos,
franceses,
ingleses
y
peruanos”.
Picante
de
maíz
(otro)
212
Picante
de
papas
213
Picante
de
tomates
213
Papas
limeñas
409
Roscas
peruanas
466
Budín
peruano
474
Cocadas
peruanas
533
La
Tía
Pepa
Chupe
limeño
50
Flavio
Becerra,
1936
Picante
de
camarones
71
Arroz
a
la
peruana
128
Seviche
135
Manual
de
Cocina
Papas
a
la
peruana
49
Henriette
Morvan,
1938
(4ª
Edición)
Tomates
a
la
peruana
57
Lengua
de
vaca
a
la
peruana
105
La
Marmita,
1000
recetas
Arroz
con
pato
173
Yolanda
Livoni
de
Saavedra,
1943
Arroz
con
pato
“en
punto
de
parida”
174
Arroz
con
pato
a
la
Chiclayana
174
Arroz
con
pato
“a
mi
modo”
175
Nota.-‐
El
libro
contiene
un
capítulo
entero
titulado
Gallina
Miraflores
176
“Guisos
Peruanos”
desde
pag.
173-‐190.
Ají
de
Gallina
176
Pavo
relleno
a
la
peruana
177
Patitas
de
cerdo
con
maní
178
Anticuchos
179
16
47
Anticuchos
peruanos
179
Seco
de
cabrito
Miraflores
180
Cabrito
Eviche
180
Picante
de
conejo
181
Arroz
graneado
181
Arroz
con
carne
182
Migas
especiales
183
Migas
corrientes
183
Frejoles
(Los
Manguitos)
184
Frejoles
batidos
184
Ajiaco
de
papas
185
Ajiaco
Serrano
185
Papas
con
ají
186
Pepián
de
arroz
186
Locro
peruano
187
Causa
en
Lapa
187
Ocopa
188
Tacu-‐tacu
189
Papas
a
la
Huancaína
189
Arrimado
de
coles
190
Mi
Cocina
Sopa
peruana
14
Luisa
Wilson
del
Solar,
1952
Chupe
peruano
58
Chupe
limeño
59
Nota.-‐
Primera
vez
que
en
un
libro
de
cocina
Granados
a
la
peruana
112
aparece
la
receta
Causa
Peruana
con
su
nombre
Papas
a
la
huincaina
(sic)
116
de
pila.
Chupe
limeño
123
Criadillas
limeñas
261
Patas
peruanas
265
Huevos
limeños
301
Puré
frío
a
la
peruana
(causa)
326
Causa
peruana
349
Papas
a
la
huancaína
350
Seviche
peruano
382
Cake
peruano
513
Torta
peruana
524
La
Buena
Mesa
Causa
114
Olga
Budge
de
Edwards,
1959
Causa
a
la
limeña
114
Chupe
peruano
121
Nota.-‐
Primera
aparición
de
receta
“Causa
Ocopa
139
limeña”
en
5ª
edición
de
La
Buena
Mesa.
Papas
a
la
huancaína
(Calientes)
144
Papas
a
la
huancaína
(Frías)
144
Picante
de
Arequipa
151
Picante
Callao
151
Picante
del
Cuzco
152
Congrio
Inca
de
Oro
339
Papas
limeñas
557
Roscas
peruanas
674
Budín
peruano
683
17
48
APORTE ARABE
INTERCAMBIO
COCINA
COLOMBINO
EUROPEA
ESPAÑA
PRODUCTOS
VAN
Y
VIENEN
UNIDAD
2
INTERCAMBIOS
CHOQUE
GASTRONÓMICOS
EN
ALIMENTARIO
AMERICA
COCINA
CHIFA
COCINA
ASIÁTICA
CHINA
Y
JAPON
PERÚ
COCINA
NIKKEI
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el
Nuevo
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Imágenes
de
un
proceso,
C.I.P.
–
Universidad
Católica
de
Chile,
Santiago,
Chile:
Salesianos
Impresores.
18
49
CHILE
Y
SU
GASTRONOMÍA
Unidad 3
50
INTRODUCCIÓN
Al
iniciar
esta
unidad,
es
conveniente
aclarar
ciertos
aspectos
que
hacen
más
factible
el
análisis
y
clasificación
de
una
cocina
nacional.
Para
el
estudio
de
una
ciudad
o
pueblo,
región
política
o
zona
geográfica
alimentaria
es
conveniente
realizar
una
lista
general
de
descriptores,
que
hacen
referencia
más
detallada
del
proceso
alimentario
de
un
grupo
de
personas.
Tales
descriptores
consideran
los
siguientes
factores:
• Tipos
de
materias
primas
(ingredientes)
(agrícolas,
pecuarios,
marinos,
etc.)
y
alimentos
elaborados
consumidos
en
la
región
• Platos
o
preparaciones
características
de
la
ciudad,
región
o
zona.
Cocina
casera/hogareña
o
comercial.
• Bebidas
alcohólicas
y
no
alcohólicas
que
se
consumen.
• Técnicas
de
cocción
(seco,
húmedo
o
mixto)
o
modificación
(del
ingrediente
sin
cocción:
molido
(ceviche
chileno)
y
picado
(pebre)
• Técnicas
y
utensilios
empleados
para
la
preparación
y
conservación
de
los
alimentos
(medios
de
transmisión
del
calor:
piedras,
horno
de
barro,
fogón,
parrilla,
etc.;
utensilios
empleados:
greda,
esmalte,
cobre,
etc.).
Respecto
a
conservación:
asolear,
helar,
tostar,
ahumar,
fermentar,
etc.
• Infraestructura
alimentaria
(ingresos
familiares,
calidad
de
las
dietas,
autosuficiencia,
sustentabilidad,
etc.)
• Hábitos
alimentarios
y
servicios
(horas
y
costumbres
de
desayuno,
almuerzo,
onces,
etc.;
comer
fuera
de
casa,
etc.)
• Comidas
de
ocasión
(festividades
y
celebraciones)
• Agentes
del
proceso
(personas
a
cargo
del
proceso
de
alimentación,
elaboración,
conservación,
etc.)
• Influencias
foráneas
(notoria
influencias
de
otros
grupos
étnicos,
inmigrantes,
etc.)
• Mercados
y
ferias
(disponibilidad
de
ingredientes,
lugares
de
consumo
alimenticio,
etc.)
• Precios
o
valor
de
obtención
de
los
productos.
• Cocina
comercial:
desarrollo
de
preparaciones
con
fin
promocional
o
de
marketing
de
nuevos
productos
desarrollados
por
pequeños
o
destacados
emprendedores.
• Cocina
urbana:
lugares
donde
se
expende
comida
fuera
de
casa
y
su
oferta.
Considerando
estos
descriptores,
la
primera
parte
de
esta
unidad
contempló
las
cinco
regiones
naturales
de
Chile
junto
a
un
análisis
de
sus
respectivas
materias
primas
alimenticias,
examinando
ingredientes
agrícolas,
pecuarios,
marinos,
etc.
Además,
se
realizó
un
listado
de
algunas
preparaciones
y
bebidas
comunes
para
todo
el
territorio
nacional
y
como
otras
que
caracterizan
específicamente
cada
zona,
incluyendo
algunos
descriptores
de
modificaciones
de
sus
materias
primas.
2
51
MATERIAS
PRIMAS
A
modo
de
esclarecimiento,
por
materias
primas
se
entenderán
los
recursos
materiales
(a
diferencia
de
los
espirituales)
o
medios
físicos
y
concretos
para
ser
consumidos
en
forma
natural
/crudos
o
transformados
en
productos
semi-‐elaborados
o
en
productos
de
consumo.
Por
materia
prima
se
entiende
todo
elemento,
en
estado
natural
o
transformado,
que
se
incluye
en
la
elaboración
de
un
producto
final:
un
ingrediente.
En
esta
unidad
consideramos
sólo
las
materias
primas
alimenticias
de
Chile,
las
que
analizaremos
de
acuerdo
a
los
diversos
enfoques
mencionados
en
el
párrafo
anterior.
Por
lo
tanto,
por
materias
primas
alimenticias
de
Chile
se
considerará
una
amplia
gama
de
productos
necesarios
para
la
alimentación
humana
así
como
el
abastecimiento
de
empresas,
incluyendo
plantas
procesadoras
de
alimentos
y
restaurantes.
Materias
primas
alimenticias
como
la
carne,
mariscos
y
aves
de
corral
se
obtienen
de
los
animales
sacrificados.
De
árboles,
pastos
y
arbustos,
se
pueden
reunir
materias
primas
de
alimentos
tales
como
granos,
semillas
y
frutos
secos,
que
a
menudo
tienen
altos
niveles
de
fibra
y
proteínas.
Las
frutas,
hongos
y
vegetales
se
recolectan
de
campos,
cuevas
y
árboles;
tienen
un
alto
contenido
de
vitaminas;
y
tienden
a
ser
dulce
o
algo
amargo.
La
leche
de
vaca
viene
de
muchos
mamíferos,
como
vacas
y
cabras,
mientras
que
los
huevos
proceden
de
aves
como
pollos
y
patos.
Y
así,
siendo
imposible
una
total
inclusión,
abarcaremos
un
sinfín
de
materias
primas
alimenticias
y
sus
transformaciones
que
privilegian
de
alguna
forma
las
cocinas
chilenas.
3
52
En
la
segunda
parte
de
esta
unidad,
se
propone
clasificar
la
cocina
chilena
bajo
descriptores
diferentes:
realidad
social,
laboral,
natural
y
territorial
chilena,
considerando
principalmente
la
concentración
y
el
desplazamiento
poblacional
de
los
habitantes.
Entre
las
cocinas
sugeridas
para
una
posible
clasificación
más
detenida
de
la
cocina
chilena
(responsabilidad
que
corresponderá
a
cada
sede
de
Inacap
que
imparta
la
carrera
de
Gastronomía),
repartidas
y
destacadas
específicamente
en
diversas
regiones
a
lo
largo
del
territorio
nacional,
se
podrían
considerar
las
siguientes:
1. Cocina
urbana
–
comidas
expendidas
lugares
o
establecimientos
fuera
de
casa:
restaurantes,
cafés,
picadas,
sandwicherias,
foodtrucks,
comidas
ambulantes,
etc.
2. Cocina
casera
/
hogareña
–
preparaciones
que
se
realizan
y
ofrecen
en
casa
para
satisfacer
y
complacer
a
familia
y
cercanos,
ya
sea
en
el
día
a
día
(desayuno,
onces,
almuerzos,
etc.)
o
en
celebraciones
festivas
(cumpleaños,
navidades,
bautizos,
etc.).
3. Cocina
del
litoral
–
preparaciones
en
territorios
costeros
que
se
caracteriza
por
la
ejecución
de
recetas
típicas
con
productos
locales:
pescados,
mariscos
y
algas
(caldillos,
mariscales,
picantes,
ceviches,
etc.).
4. Cocina
de
pueblos
originarios
–
preparaciones
realizadas
por
etnias
precolombinas
donde
se
destacan
técnicas
e
ingredientes
nativos
del
territorio
chileno.
5. Cocina
insular
–
productos
originarios
y
preparaciones
típicas
de
poblaciones
que
habitan
islas
del
territorio
chileno
(Juan
Fernández,
Rapa
Nui,
Chiloé).
6. Cocina
conventual
–
preparaciones
de
claustros
o
de
religiosas
católicas
durante
la
colonia
que
han
derivado
en
una
cultura
dulce
popular
(chilenitos,
alfajores,
turrones,
manjar
blanco,
huevo
mol,
empanadas
de
peras,
etc.).
7. Cocina
arriera
–
preparaciones
típicas
de
arrieros
encargados
de
llevar
piños
de
animales
de
un
lugar
a
otro,
enfrentando
las
alturas
andinas;
aprovechan
los
valles
de
veranada
(lonchera
del
arriero).
8. Cocina
huasa
/
campesina
–
preparaciones
típicas
producto
de
una
población
rural
campesina
que
vive
en
la
zona
centro
y
sur
del
país
y
se
dedica
o
participa
de
las
tareas
propias
del
campo.
9. Cocina
endémica
–
preparaciones
derivadas
del
empleo
de
productos
endémicos,
propios
de
Chile,
poco
conocidos
o
consumidos
por
la
población
en
general.
10. Cocina
comercial
–
cocina
desarrollada
con
fines
promocionales
o
de
marketing
de
nuevos
productos
elaborados
por
pequeños
o
grandes
emprendedores.
11. Cocina
de
inmigrantes
–
preparaciones
con
ingredientes
y
técnicas
foráneas
aportadas
a
la
cocina
nacional
por
diversos
grupos
étnicos
avecindados
en
Chile.
12. Cocina
volcánica
andina
–
cocina
ingredientes
de
bosques
milenarios
en
terrenos
volcánicos,
variedad
de
flora
y
fauna
alimenticia,
productos
elaborados
de
forma
artesanal
relacionados
con
el
terroir.
13. Cocina
minera
/
pirquinero
–
Mineros
que
trabajan
en
difíciles
condiciones.
La
carne
está
presente
en
su
cocina–ganado
caprino
y
subproductos
como
el
charqui,
queso,
etc.
Utilizan
técnicas
sencillas
y
tradicionales:
asado
a
leña,
fritura,
hervido;
también
el
ahumado,
deshidratado,
etc.
14. Cocina
lacustre
/
fluvial
–
cocina
referida
a
preparaciones
con
productos
de
áreas
en
las
cuales
hay
abundancia
de
agua,
como
lagos
(recintos
lacustres),
lagunas,
ríos
(cauces
fluviales),
haciendo
uso
de
recursos
alimenticios
que
disponen
estos
espacios,
dados
principalmente
por
las
aves
migratorias
acuáticas,
batracios,
peces,
algas,
etc.
4
53
CHILE…
“Chile
es
una
de
las
despensas
endémicas
más
grandes
de
la
tierra.
Tenemos
32
tipos
de
setas,
el
mar
con
más
especies
propias
de
toda
Latinoamérica,
además
de
plantas,
tallos
y
hierbas
que
no
tenemos
idea
que
son
comestibles.
La
cantidad
de
comida
silvestre
que
nuestros
pueblos
originarios
comían,
es
impactante.
Nos
hemos
dado
cuenta
que
no
mucha
gente
en
Chile
aprecia
lo
que
tenemos…
pero
porque
nadie
nos
ha
contado
que
en
realidad
somos
un
país
gastronómicamente
multimillonario.
Nuestras
generaciones
anteriores
simplemente
miran
y
se
admiran
del
trabajo
gastronómico
extranjero…y
no
nos
hemos
dado
cuenta
que
lo
más
importante
está
alrededor
de
nosotros
no
por
100
ni
200
ni
300
años
estamos
hablando
de
más
de
600
años…
Hablamos
de
nuestros
pueblos
originarios
de
Chile.
Hablamos
de
la
verdadera
cocina
chilena,
hablamos
de
lo
que
el
suelo
es
capaz
de
entregarnos
en
el
momento,
hablamos
de
una
despensa
única
en
el
planeta
que
está
al
final
del
mundo
y
se
llama
Chile,
esto
va
de
la
mano
del
respeto
de
nuestro
entorno…
Muchos
se
habrán
preguntado
por
qué
nuestro
suelo
es
tan
bueno
para
los
vinos,
imagínense
el
mundo
endémico
que
hay
detrás…
y
es
que
somos
el
último
país
del
mundo,
el
último
bocado,
el
más
preciado,
con
el
desierto
más
árido,
glaciares,
valles,
montañas
que
alcanzan
6.000
metros,
bosques
con
ecosistemas
únicos
más
de
4700
kilómetros
de
costa,
calor
en
el
norte,
fríos
extremos
en
el
sur,
lo
tenemos
todo…”
(25
agosto,
2011)
Chef
Rodolfo
Guzmán,
Restaurant
Boragó,
Santiago,
Chile.
5
54
FORMACIÓN
DE
LA
SOCIEDAD
CHILENA:
Cronología
básica
6
55
en
1776
para
formar
Virreinato
de
la
Plata.
1810-‐1823
• 1810
–
criollos
establecen
en
Santiago
una
Junta
Nacional
de
Independencia
Gobierno
para
dirigir
la
Colonia
a
nombre
del
monarca,
después
de
invasión
de
Napoleón
a
España
y
caída
rey
Fernando
VII
(fue
considerada
rebelión).
• Chiloé
se
mantiene
aislado
y
fiel
a
la
monarquía.
Provee
de
jamones,
tablas,
tejidos,
etc.
• 1818
–
proclamación
de
Independencia
Nacional
y
nombramiento
de
Bernardo
O’Higgins
como
Director
Supremo
del
país.
• 1820
–
en
Valparaíso
se
inicia
una
importante
influencia
de
comerciantes
británicos,
alemanes,
franceses
e
italianos,
sin
extenderse
a
otros
lugares
del
país.
7
56
1925
en
• Proceso
de
desarrollo
de
un
Chile
gastronómico:
cocina
campesina
adelante
rural,
cocina
urbana,
cocina
influjos
extranjeros,
cocina
rescate
República
productos
nacionales,
cocina
endémica,
cocinas
étnicas
en
Chile
Presidencial
(peruana,
japonesa,
mexicana,
coreana,
tailandesa,
francesa,
italiana,
etc.)
8
57
Debido
a
la
larga
extensión
de
Chile,
desde
el
Trópico
de
Capricornio
al
Círculo
Polar
Ártico,
se
pueden
encontrar
en
su
territorio
diversos
climas,
cambiantes
topografías
y
variados
accidentes
geográficos,
que
de
alguna
forma
determinan
vastas
regiones
naturales.
Estas
comparten
condiciones
biogeográficas,
hidrológicas
y
vegetacionales
muy
similares,
pero
sin
límites
fijos
o
absolutos
pues
entre
cada
una
se
produce
una
transición
gradual.
Las
regiones
naturales
chilenas
se
caracterizan
por
un
clima,
relieve
y
suelo
específico,
todo
ello
asociado
a
personas
que
han
habitado
esos
espacios,
acomodándose
a
sus
realidades
y
dejando
perdurables
huellas
en
tradiciones
y
costumbres.
Esta
riqueza
de
diversidad
cultural
y
natural
ha
dado
vida
a
una
cocina
cotidiana
y
vigente,
una
cocina
de
saberes
y
prácticas
que
reflejan
la
savia
de
cada
región.
9
58
ZONA
NORTE
GRANDE
En
esta
región
del
extremo
norte
del
país
hasta
el
río
Copiapó,
se
encuentra
uno
de
los
desiertos
más
áridos
del
planeta:
el
desierto
de
Atacama.
Comprende
un
extenso
territorio
costero,
junto
a
pampas
desérticas
y
cordilleras
altiplánicas
de
alturas
irregulares.
La
zona
presenta
temperaturas
altas
y
escasas
precipitaciones,
que
dan
vida
a
una
vegetación
resistente
a
la
falta
de
agua.
El
territorio
altiplánico
recibe
cambios
bruscos
de
temperatura,
altas
en
el
día
y
bajas
en
la
noche,
que
permite
conservar
la
papa
por
muchos
años
en
forma
de
chuño,
como
la
carne
de
auquénido
en
forma
de
charqui.
Los
productos
presentados
a
continuación
no
son
exclusivos
de
esta
zona
de
Chile,
sino
que
se
destacan
por
su
importante
producción
y
significativo
consumo
regional
que
se
asocian
a
la
región.
10
59
PRODUCTOS
DE
LA
ZONA
NORTE
Y
SUS
DIMENSIONES
PRODUCTO
TIPO
DE
PRO-‐ VINCULO
HIS-‐ USO
CULINARIO
DUCTO
TÓRICO
/
CUL-‐
TURAL
Nombre
Clasificación
Origen
Preparaciones
gastronómicas
productiva:
producción:
en
que
los
productos
son
Agrícola,
Pueblos
utilizados
pecuario,
originarios,
Recolección/
origen
criollo,
caza,
migraciones,
Elaborado
rescate,
fiestas,
etc.
Aceituna
de
Azapa
(Olea
europea)
Agrícola
Festividad
de
la
Aceite,
rellenas,
licores
raima
Algarrobo
(Prosopis
chilensis)
Recolección
Algarroba
fruto
Harina,
algarrobina
Alpaco/a
(Vicugna
pacos
L.)
Pecuario
Enfloramiento
Asados,
cazuela,
estofados,
Camélido
charqui,
chiaro,
kalapurca,
americano
ancacho,
picantes
altiplánico
Ají
cacho
de
cabra
de
Azapa
(Capsicum
Agrícola
Color
Condimento
comidas
annum
L.)
anaranjado
y
delgada
cáscara
Ají
cristal
de
Lluta
(Capsicum
Agrícola
Sabor
poco
Condimento
comidas
baccatum)
intenso
Ají
cristal
de
Pica
(Capsicum
baccatum)
Agrícola
Al
cambiar
a
Condimento
comidas
rojo
oscuro
se
llama
cacho
de
cabra
Ají
putaparió
(Capsicum
chacoense)
Agrícola
Muy
picante
Condimento
comidas
Amaranto
(Amaranthus
caudatus
L.)
Agrícola
Semilla
Grano
americano
comestible
Caigua
(Cyclanthera
pedata)
Agrícola
Vegetal
tipo
Rellena
con
carne
de
alpaca,
pepino
ensalada,
etc.
Camote
(Ipomoea
batatas
L.)
Agrícola
Tubérculo
Sopas,
estofados,
mermeladas,
dulces,
etc.
Chañar
(Geoffroea
decorticans)
Recolección
Fruto
seco
Arrope,
flan,
café,
licores,
postres,
etc.
Charqui
Elaborado
Pueblos
Chairo,
calapurca
.
originarios
Deshidratados:
equino,
llamo/a,
pescado,
etc
Chuchoca
de
maíz
Elaborado
Pueblos
Caldos
y
sopas
originarios,
Harina
Chumbeque
Elaborado
Iquique
Dulce
con
harina
y
manteca,
Tipo
alfajor
relleno
con
miel,
dulces,
etc.
Chuño
(ch’uñu)
negro
Elaborado
Pueblo
aimara
y
Chuño
phuti,
chairo,
puchero
o
blanco
(tunta)
Papa
pueblos
deshidratada
a
andinos.
4000
ms
de
Proceso
altura,
utilizando
11
60
frío
de
noche
y
sol
conservación:
del
día.
liofilización.
Cuy
(Cavia
porcellus)
Pecuario
Roedor
Asado,
a
la
parrilla,
frito
americano
Guayaba
rosada
y
blanca
Agrícola
Fruta
Jugos,
postres,
mermeladas,
(Psidium
guajava
L.)
arropes,
licores,
etc.
Limón
de
Pica
(Citrus
aurantifolia)
Agrícola
Sabor
y
aroma
Pastelería,
confitería,
alcohol
Llama
(Lama
glama
L.)
Pecuario
Enfloramiento
Asados,
cazuela,
estofados,
del
ganado
charqui,
chairo,
kalapurca,
Camélido
ancacho,
picantes
americano
altiplánico
Llayta
(Nostoc
commune),
Recolección
Pueblos
Picante
de
llayta
munta
o
chunquillo
originarios,
alga
bofedal
altiplano
Luche
verde,
luche
rojo
Recolección
Pueblos
Sopas,
guisos
Algas
marinas
originarios
Maíz
cancha
(Zea
mays
L.)
Elaborado
Pueblos
Maíz
tostado
para
originarios,
conservación
Fiesta
del
Choclo
de
Lluta
Maíz
lluteño
(Zea
mays
L.)
Agrícola
Fiesta
del
Choclo
Cazuelas,
humitas,
ceviches,
de
Lluta,
de
estofados,
pastel
de
choclo,
sabor
dulce,
etc.
todo
el
año
Maíz
morado
(Zea
mays
L.)
Agrícola
Fiesta
del
Choclo
Cancha
(maíz
tostado),
chicha,
de
Lluta
acompañamiento
platos.
Mango
pequeño
piqueño
Agrícola
Fruta
Natural,
bebidas,
postres,
(Mangifera
indica
L.)
jugos,
conservas,
etc.
Maracuyá
(Passiflora
edulis)
Agrícola
Fruta
Natural,
bebidas
alcohólicas,
postres,
jugos,
conservas,
etc.
Mote
de
maíz
Elaborado
Pueblos
Calapurca,
pataska
originarios,
maíz
y
lejía
Olluco
(Ullucus
tuberosus)
Agrícola
Tubérculo
Más
pequeños
que
la
papa;
cocido,
guisos
Papas
(Solanum
tuberosum
L.)
Agrícola
Fiesta
de
la
Papa
Platos
dulces
y
salados,
huatia,
• Papa
blanca
variedades
Pueblos
calapurca,
sopas,
estofados,
• Papa
huayco
nortinas
originarios
ensaladas,
acompañamientos
• Papa
oca
amarilla
• Papa
pata
de
cóndor
Pepino
dulce
(Solanum
muricatum)
Agrícola
Pueblos
Crudo,
dulce
o
salado,
jugos,
originarios,
pastelería,
platos
gourmet
Fruto
Quinua
(Chenopodium
quinoa)
Agrícola
Pueblos
Platos
tradicionales:
quinua
originarios,
tostada,
confitada,
harina
y
semilla
leche
de
quinua,
lawa
pseudocereal
Rica-‐rica
(Acantholippia
tarapacana)
Recolección
Pueblos
Infusión
salsas,
postres
originarios,
hierba
aromática
altiplánica
12
61
Rocoto
(Capsicum
pubescens)
Agrícola
Pueblos
Crudo,
deshidratado,
molido,
originarios,
ahumado,
pasta,
etc.
vegetal
ají
Tumbo
(Passiflora
tripartita)
Agrícola
Pueblos
Crudo,
jugos,
postres,
originarios,
fruto
conservas,
dulces,
cócteles
ácido
Definiciones
Producto
agrícola:
denominación
de
materias
primas
de
origen
vegetal
a
través
de
su
cultivo.
Producto
pecuario:
denominación
de
materias
primas
procedentes
de
la
cría
de
ganado
para
ser
comercializado:
bovino
(vacas),
equino
(caballos,
burros),
porcino
(cerdos),
caprino
(cabras).
También
se
incluyen
avicultura
(aves),
cunicultura
(conejos,
roedores),
piscicultura
(peces)
y
apicultura
(abejas).
Producto
recolección
/
caza:
denominación
de
materias
primas
procedentes
de
la
naturaleza,
sin
ser
producidas
por
el
hombre.
Producto
elaborado:
denominación
de
comestibles
manufacturados
provenientes
de
materias
primas.
Sabor
del
Norte
Chico
“Las
provincias
del
Norte
Chico
muestran
su
verde
frutal,
el
que
emerge
entre
la
piedras,
la
minería.
Y
viene
la
conquista
que
hacen
las
frutas
frescas,
secas,
como
la
pasa
de
uva
blanca
y
los
descarozados;
las
confitadas,
al
jugo
o
convertidas
en
miel.
Y
sus
vinos
que
son
como
lágrimas
del
Señor
y
el
pisco,
bebida
semejante
al
aguardiente,
de
sabor
muy
agradable.
El
marisco
hace
por
aquí
una
rica
entrega
en
almuerzo
y
comidas
oceánicas.”
13
62
PRODUCTOS
DE
LA
ZONA
NORTE
CHICO
Y
SUS
DIMENSIONES
14
63
ZONA
CENTRAL
Esta
región
comprendida
entre
los
ríos
Aconcagua
y
Biobío,
ha
sido
históricamente,
la
principal
zona
del
país
y
con
mayor
número
de
habitantes.
Concentra
el
mayor
porcentaje
de
la
productividad
económica
del
país,
debido
a
su
favorable
clima
mediterráneo
y
continentalizado
en
el
interior.
En
esta
zona
se
encuentran
las
tres
principales
urbes
del
país:
Santiago,
Valparaíso
y
Concepción.
Su
clima
mediterráneo
favorece
muchos
y
variados
cultivos
destacando
cereales
como
el
trigo
y,
el
maíz
y
el
arroz.
Famosa
es
la
fruta
de
esta
región,
destacándose
la
uva
de
mesa,
cerezas,
duraznos,
almendras,
ciruelas,
etc.
al
igual
que
las
hortalizas,
como
cebollas,
ajos,
papas,
tomates,
etc.
La
masa
ganadera
la
componen
porcinos,
bovinos
y
ovinos,
lo
que
permite
la
existencia
de
lecherías
y
plantas
faenadoras.
En
el
ámbito
agropecuario,
la
capacidad
productiva
de
la
Zona
Central
en
esta
materia,
ha
incentivado
una
activa
agroindustria,
dedicada
a
la
elaboración
de
alimentos,
lácteos,
conservas
y
productos
de
molinería
entre
otros.
Es
importante
destacar
que
las
viñas
son
un
importante
recurso
de
la
zona
y
la
producción
de
vino
es
una
de
las
más
importantes
a
nivel
nacional.
Su
gastronomía
se
caracteriza
por
estar
ligada
al
campo
chileno
y
dan
vida
a
lo
que
se
ha
llamado
la
“cocina
huasa”.
“Las
provincias
que
forman
la
Zona
Central
son
la
presencia
de
la
naturaleza;
son
el
fundo
de
Chile
donde
se
come
la
empanada
que
se
hace
con
pino
o
picadillo
oreado
y
en
horno
de
barro
encendido
con
lejía
de
espino;
la
cazuela
de
ave
pasada
a
orégano;
el
pastel
de
choclo
en
fuente
de
greda;
la
humita
o
sea
la
uminta
de
los
quechuas
oliendo
a
albahaca;
el
puchero
con
esencias
del
cocido
español
que
se
sirve
con
variadas
ensaladas;
las
pancutras
o
pantrucas,
también
resbalosa,
hojitas
de
álamo,
panchitas,
tíramelas
a
la
olla
que
se
preparan
con
charqui
o
chicharrones
como
albóndigas
y
siempre
con
huevos
reventados;
los
porotos
granados;
los
porotos
con
mote
de
maíz
o
mote
trigo,
también
pueden
ser
con
chicharrones,
tocino
o
chuchoca,
esa
amarilla
que
se
sirve
con
papas
y
que
se
multiplica
en
sabor
cuando
se
agrega
a
una
cazuela
de
pava
o
de
chancho;
el
locro,
de
variada
preparación.
Se
habla
de
locro
falso,
auténtico
o
falso,
se
prepara
a
base
de
maíz;
el
ajiaco,
sopa
compuesta
de
carne
frita,
cebollas,
huevos,
papas
y
ají.
Los
preparados
a
base
del
interior
y
del
exterior
del
animal
abundan,
como
la
chanfaina,
estofado
de
vísceras
de
cordero;
las
malotillas
envueltas;
los
chunchules,
tripas
de
cordero
o
vacuno,
fritas
o
asadas;
los
caldos
de
criadillas
o
las
frituras
de
criadillas
o
escritas;
el
caldo
de
tronco;
el
costillar
de
chancho
o
los
pre
parados
como
el
arrollado;
las
prietas,
moras
o
morcillas,
que
se
sirven
con
arroz
o
puré
de
papas;
los
perniles
coloreados
con
salsa
de
ají;
el
queso
de
cabeza
de
chancho,
carne
y
lengua
sazona-‐
dos,
aprensados
y
amoldados.
Y
el
pebre,
o
los
pebres,
esa
salsa
que
condimenta
y
da
sabor;
ese
picadillo
de
cilantro,
ajo,
ají
y
sus
aliños
o
ese
otro
que
es
reventaz6n
de
tomates,
ajos,
ají
que
se
llama
chancho
en
piedra,
porque
se
muele
en
piedra
y
por
un
ligero
sabor
a
cerdo
que
toma
cuando
se
adereza.
Y
en
el
invierno
están
las
sopaipillas
y
los
picarones
pasados,
remojados
en
miel,
en
almíbar
o
chancaca
que
temperan
los
días
sureños.
En
el
verano
este
el
mote
con
huesillos
que
es
refresco
y
postre
con
chilenidad,
por
algo
se
dice:
Más
chileno
que
el
mote
con
huesillo,
aunque
los
araucanos
adoptaron
de
los
quechuas
la
palabra
mot’e,
mut’i,
para
el
maíz
o
trigo
cocido.”
Geografía
Gastronómica
de
Chile.
Oreste
Plath,
Revista
En
Viaje,
Mayo,
1962.
15
64
PRODUCTOS
DE
LA
ZONA
CENTRAL
Y
SUS
DIMENSIONES
16
65
Liebre
común
(Lepus
europaeus)
Caza
Roedor
Carne,
piel
Lúcuma
(Pouteria
lúcuma)
Agrícola
Fruto
pulpa
seca
Natural,
dulce,
pulpa
Maíz
carmelita
(Zea
mays)
Agrícola
Pequeño,
Harina,
chuchoca,
cazuelas,
delgado,
granos
humitas,
pastel
de
choclo
irregulares
Maqui
(Aristotelia
chilensis)
Recolección
Fruto
negro
Natural,
mermelada,
licores,
violeta
mistelas,
postres
Mote
de
trigo
Elaborado
Granos
trigo
Comidas,
guisos,
ensalada,
con
hervidos
y
huesillos
(bebida)
pelados
con
cenizas
Melonas
(Cucumis
melo)
Agrícola
Fruta
antaño,
Al
natural,
dulce,
miel
Maduran
rápido
Nuez
(Juglans
regia)
Agrícola
Fruto
seco
Natural,
postres,
confites,
repostería,
etc.
Palma
chilena
(Jubaea
chilensis)
Recolección
Especie
endémica,
Dulces,
confites,
miel,
salsas
coquitos
y
miel
Palta
(Persea
americana)
Agrícola
Negra
de
La
Cruz
y
Al
natural,
ensalada,
postres,
otras
variedades
bebidas
introducidas
Pavo
criollo
doméstico
(Meleagris
Pecuario
Americano
Asado,
guisos,
estofados,
Gallopavo)
guajolote
sándwiches,
cecinas,
etc.
Penca/cardo
penquero
(Cynara
Recolección
Europeo,
pariente
Ensalada
crudo,
cocido
guisos
cardunculus)
de
la
alcachofa
Perdiz
chilena
(Nothorprocta
Caza
Similar
a
la
Estofada,
escabechada,
guisada
perdicaria)
europea
Plátano
(Musa
paradisíaca)
Agrícola
Rapa
Nui,
Postre,
dulces,
hojas
empleadas
en
Existen
15
umu,
etc.
variedades
en
la
isla
Porotos
(Phaseolus
vulgaris)
Agrícola
Existe
gran
Porotos:
Apolo,
araucano,
arroz,
cantidad
de
azufrado,
hallado,
bayo,
pallar,
variedades
sapito,
burro,
carmelita,
tórtola,
coscorrón,
etc.
Porotos
granados
(Phaseolus
vulgaris)
Agrícola
Pueblos
Guisos,
sopas,
ensalada
originarios,
verano
Sandía
pólvora
(Citrullus
lanatus)
Agrícola
Fruto
antaño
Al
natural,
confitadas
Más
pequeña
Taro
(Colocasia
esculenta)
Agrícola
Rapa
Nui,
Postre,
curanto,
etc.
Tubérculo
polinésico
semejante
a
la
papa
Tomate
limachino
(Solanum
Agrícola
Limache,
Ensalada
chilena
lycopersicum)
verano,
jugoso,
carnudo
Tomate
liso
(Solanum
lycopersicum)
Agrícola
Corta
vida,
más
Natural,
deshidratado,
ahumado,
Tomate
loncomilla
sabroso
ensaladas,
salsas,
guisos
Topinambur
(Helianthus
tuberosus)
Agrícola
Tubérculo
Caliente
guisos,
frio
ensalada
Tortilla
de
rescoldo
Elaborado
Origen
meztizo
Pan
cocido
entre
cenizas
Tórtola
(Zenaida
auriculata)
Caza
Ave
silvestre
Estofados,
cazuelas,
asados
grisácea
Tuna
(Opuntia
ficus-‐indica)
Agrícola
Fruta
de
cactus
Natural,
postres,
dulces,
miel
Uva
de
mesa
(Vitis
vinífera)
Agrícola
Fruta
Natural,
postres,
dulces,
etc.
17
66
ZONA
SUR
Esta
región
comprendida
hasta
el
Golfo
de
Corcovado
y
el
río
Palena,
es
considerada
altamente
atractiva
por
su
rica
gama
de
paisajes,
climas,
alturas,
bosques,
lagos,
ríos
y
montañas.
El
clima
es
más
húmedo
con
lluvias
abundantes;
el
relieve
cordillerano
se
transforma
en
una
sucesión
de
espectaculares
volcanes
con
bosques
milenarios.
En
esta
zona
se
encuentra
el
corazón
de
la
raza
originaria
chilena:
los
mapuches,
llamados
araucanos
por
los
españoles,
que
tenían
en
la
araucaria
(Araucaria
Araucana)
una
rica
fuente
de
alimento
en
su
fruto:
el
pehuén
o
piñón.
La
gastronomía
regional,
sobretodo
la
pastelería,
lleva
un
marcado
sello
germánico
gracias
a
la
inmigración
alemana
del
siglo
XIX.
“El
valdiviano,
plato
que
nació
en
la
ciudad
de
Valdivia.
Este
caldo
contiene
charqui
asado
y
desmenuzado,
cebolla
a
la
pluma,
huevos,
papas,
especiería
y
el
infaltable
ají.
Estas
eran
las
menestras
que
el
conquistador
y
fundador
de
pueblos
que
fue
don
Pedro
de
Valdivia
mandaba
como
sueldo
a
los
soldados
destacados
en
esa
región.
Y
la
soldadesca
con
estos
elementos,
ingredientes,
podía
preparar
ente
caldo
y
le
puso
el
apellido
de
Valdivia
y
así
quedó
atado
a
la
historia
de
la
alimentación.
Por
aquí
aparecen
los
guisos
de
terminación
can,
corrientes
entre
los
quechuas
y
araucanos,
como
el
tomaticán,
choclo
picado,
tomates
reventados,
carne
frita,
cebolla
picada
y
ají;
el
charquicán,
molienda
de
verduras,
granos
de
choclo,
charqui
molido
o
desmenuzado,
que
se
sirve
con
una
lluvia
de
perejil
y
acompañado
de
una
costilla
de
vaca
o
si
se
prefiere
con
una
cebolla
en
escabeche;
el
luchicán,
papas
con
luche
y
cebolla
frita;
el
sangricán,
sangre
con
papas
y
cebolla
frita;
y
el
chercán,
a
base
de
harina
de
trigo
tostado.
SABOR
DE
LO
ARAUCANO
Y
hay
en
el
Área
del
sur
varias
provincias
donde
se
encuentran
distribuidas
parte
de
las
reducciones
indígenas,
restos
del
pueblo
araucano,
que
conservan
sus
comidas
y
es
una
mesa
diferente
dentro
de
Chile,
con
los
preparados
de
sangre
cual
el
ñache
o
ñachi
y
el
apol;
con
los
de
maíz
y
trigo;
con
los
de
carne
de
equino,
el
consumo
de
una
pasta
de
ají
solidificada
llamada
merquén
y
de
chicha
de
maíz,
el
muday.
SABOR
EUROPE0
Está
la
cocina
europea
a
través
de
los
alemanes
que
se
asentaron
con
la
colonizáis
y
aparece
la
culinaria
germana
con
los
jamones
y
los
salchichones
que
rivalizan
con
los
mejores
del
mundo.
Los
perniles
se
sirven
con
chucrut
y
la
cerveza
valdiviana.
Se
gusta
la
torta
de
manzana
que
la
llaman
kuchen
y
numerosas
mermeladas
de
frutas
silvestres
y
una
rica
chicha
de
manzana
que
sabe
a
champan”.
Geografía
Gastronómica
de
Chile.
Oreste
Plath,
Revista
En
Viaje,
Mayo,
1962.
18
67
19
68
Manzana
chilota
(Malus
domestica)
Agrícola
Variedades
Chichas,
vinagres,
empanadas,
silvestres
y
postres,
dulces,
lagrimilla
cultivadas
Merquén
(ají)
Elaborado
Ají
seco
Condimento
mapuche
ahumado,
cilantro,
sal
Mora
(Rubus
ulmifolius)
Recolección
Bayas
de
la
Conservas,
postres,
tartas,
zarzamora
mermeladas
Murra
(Rubus
ulmifolius)
Recolección
Pueblos
Mistelas,
conservas,
originarios,
fruta
mermeladas,
postres
parecida
a
mora
Murta,
murtilla
(Ugni
molinae)
Recolección
Pueblos
Repostería
–
kuchen,
queque-‐
originarios,
baya
jugos,
mermelada,
conserva,
pequeña
salsa,
licores
Oveja
criolla
chilota
(Ovis
orientalis)
Pecuario
Especie
Carne
en
estofados
y
asados;
adaptada
en
lana
en
7
coloraciones
Chiloé
Pangue
/
nalca
(Gunnera
tinctoria)
Recolección
Pueblos
Tallos
crudos
en
ensaladas,
originarios,
mermelada,
conservas,
licores
tallos
Hojas
para
cocinar
curanto
comestibles
Papas
chilotas
(Solanum
tuberosum)
Agrícola
Diversos
Cazuelas,
guisos,
panes
colores,
formas
Papas:
bruja,
cabrita,
cacho,
y
sabores
michuña,
morada,
murta,
pie,
roja,
etc.
Pato
gritón
(Anatidae)
Pecuario
Carne
baja
en
Carne,
huevos,
guisos,
asados,
colesterol
parrilladas,
estofados,
huevos
Pato
mudo
(Cairina
moschata)
Pecuario
Especie
selva
de
Cazuelas,
asados,
parrilladas,
Brasil
estofados,
huevos
Piñón
araucaria
(Araucaria
araucana)
Recolección
Pueblos
Harina,
repostería,
chicha
originarios,
semillas
Quinua
chilota
(Chenopodium
quinoa)
Agrícola
Pueblos
Cocida
en
entradas,
postres,
Semilla
originarios
sopas,
platos
tradicionales,
Pseudocereal
Común
en
el
quinua
tostada,
harina,
leche
norte
de
quinua,
etc.
Rabanito
Calbuco
(Raphanus
sativus)
Agrícola
Raíz
más
Ensaladas,
guisos
pequeña
rabanitos
comunes
Róbalo
ahumado
(Eleginops
Elaborado
Presentación
Guisos
maclovinus)
chilota
Fiestas
costumbristas
Sal
de
mar
(Cahuil)
Recolección
Pueblos
Sazonador
común
originarios
Roscas
chonchina
Elaborado
Localidad
de
Preparación
dulce
servida
en
la
Chonchi
minga
Tortilla
de
papa
Elaborado
Servida
en
la
Pan
salado,
bocadillo,
minga
acompañamiento,
Uva
país
(Vitis
vinífera)
Agrícola
Variedad
local
Pipeño,
arropes,
chicha
Vacuno
(Bos
primigenius
taurus)
Pecuario
Vaca,
toro,
buey
Carne,
leche,
queso
20
69
ZONA
AUSTRAL
La
más
alejada
y
distante,
comprendida
hasta
el
Polo
Sur,
es
una
zona
de
gran
belleza
por
su
salvaje
y
accidentada
geografía,
así
como
de
importantes
desafíos
para
el
ser
humano
por
sus
enormes
masas
de
hielo
y
bosques
prístinos
majestuosos.
Las
planicies
magallánicas
proveen
de
alimento
natural
para
el
ganado
ovino,
además
de
ofrecer
una
interesante
flora
y
fauna
autóctona
que
aumenta
el
magnetismo
de
esta
Patagonia
chilena,
cercana
al
Polo.
La
importante
inmigración
croata
a
la
zona
ha
aportado
sabrosas
recetas
a
la
gastronomía
regional.
“Vienen
las
provincias
del
sur
austral
en
las
que
el
pescado
y
el
marisco
tienen
su
representación.
Aparecen
la
ostra
y
la
tierra
de
donde
es
oriunda
la
papa.
Por
aquí
están
los
dominios
de
la
ostra
y
de
la
papa.
Comienza
el
asombro
del
nacional
y
del
extranjero
con
el
curanto,
cocina
opulenta
y
de
sabor
extraño,
hecha
para
paladares
fuertes.
Banquete
que
se
hace
en
un
hoyo
porque
su
contenido
no
cabe
en
olla
y
que
por
ello
no
se
sirve
en
plato.
El
curanto
es
un
entierro,
sobre
piedras
calentadas,
de
marisco,
pescado,
carme
de
cerdo,
ave,
chorizos,
verduras.
Es
un
tapado
gastronómico
que
cuando
se
destapa
el
ojo
se
regodea
y
el
paladar
se
regala.
Y
está
el
pulmay,
olla
de
mariscos
cocidos
en
su
propio
caldo;
la
cazuela
chilota,
que
en
vez
de
carne
lleva
mariscos;
la
sierra
asada;
los
chorizos
chilotes
que
son
el
mejor
presente;
por
alga
se
dice
por
aquí
al
que
bien
te
hizo,
chorizos.
Y
a
manera
de
pan,
de
extraño
pan,
están
los
chapaleles,
la
mella
y
los
catutos.
La
última
provincia
que
cierra
la
parte
austral
de
Chile
es
la
de
Magallanes
y
la
ganadería
lanar
entrega
abundancia
de
carnes
y
se
consume
la
de
oveja,
carnero
y
chiporro.
El
chiporro
cordero
nuevo
de
no
más
de
2
kilogramos
es
el
mejor
asado
regional;
y
el
cordero
entrega
su
sangre
para
las
prietas
con
relleno
de
verduras;
y
sus
menudencias
para
caldos.
Los
productos
del
mar,
robalos,
junto
a
los
choros,
los
erizos
pequeños
y
las
centollas.
La
comida
presenta
variantes
en
relación
con
la
del
pueblo
urbano
o
ciudadano
y
la
del
trabajador
de
las
estancias
o
fundos
magallánicos
que
se
sirven
dos
desayunos,
el
segundo
es
chuletas
de
capón
fritas
con
huevos.
Los
pioneros
de
la
región,
los
yugoslavos
como
los
argentinos,
con
su
cercanía,
han
establecido
otras
diferencias.
La
colectividad
yugoslava
con
sus
platos
típicos
:
puchero
yugoslavo,
sus
preparados
de
repollo,
sus
tortas
dulces,
las
porsuratas
y
la
povetiza.
Y
los
ñoquis
y
tallarines
que
recuerdan
la
cocina
italiana
en
sus
proximidades
fronterizas
con
los
yugoslavos.
La
influencia
argentina
está
en
las
parrilladas
al
aire
libre.
Surtido
de
chorizos,
pedacitos
de
carne
de
cerdo,
cordero,
vacuno,
salchichas,
riñones
y
pana.
Como
una
gratificación
frutal
aparecen
las
frutillas
o
fresones,
grosellas,
frambuesas;
y
entre
las
frutas
silvestres
están
la
murtilla,
la
chaura
y
el
calafate,
cuyas
bayas
se
convierten
en
mermeladas
y
jaleas.”
Geografía
Gastronómica
de
Chile.
Oreste
Plath,
Revista
En
Viaje,
Mayo,
1962.
21
70
22
71
PRODUCTOS
MARINOS
DE
CHILE
“La
extensión
del
litoral
chileno
es
de
4.500
kil6metros;
el
fondo
de
pesca
abarca
200
km.
cuadrados.
Posee
el
privilegio
a
lo
largo
de
su
costa
de
tener
agua
de
tres
temperaturas
medias
diferentes,
lo
que
determina
medios
distintos,
y
da
lugar
a
que
una
variedad
de
especies
se
multipliquen
en
cantidades
que
no
es
posible
determinar.
Igualmente
costas,
islas,
estuarios
y
canales
del
Sur,
son
abrigo
incomparable
para
el
refugio
y
reproducci6n.
Chile
cuenta
con
productos
marinos
que
faltan
en
el
mercado
mundial.
El
litoral
chileno
posee
casi
todas
las
variedades
de
peces
y
organismos
marítimos
que
tienen
importancia
en
el
mercado
mundial,
debido
a
las
diferentes
temperaturas
que
bañan
sus
costas,
pues
en
el
Norte
se
tiene
una
temperatura
acuática
semitropical;
en
el
centro,
templada,
y
en
el
Sur,
semifria,
permitiendo
el
desarrollo
de
peces
de
especies
semitropicales,
templadas
y
polares”.
Folklore
Alimentario.
Oreste
Plath,
Ediciones
La
Revista,
1966.
“La
riqueza
de
peces
y
moluscos
de
las
costas
de
Chile
era
conocida
desde
antiguo,
si
bien
el
recurso
era
mal
aprovechado.
Diego
de
Rosales
afirma
que
era
inmensa
“la
copia
de
pezes
que
se
crían
assi
en
el
mar
como
en
los
ríos,
estanques
y
lagunas
de
estas
Provincias
de
Chile,
que
ni
sabemos
sus
nombres
ni
conocemos
sus
virtudes
y
calidades”1.
Juan
Ignacio
Molina,
escribiendo
en
Bolonia
en
los
1780,
declara
que
“los
pescadores
chileños
[sic]
cuentan
76
especies
distintas
de
peces
[…]
todos
muy
sanos
y
de
sabor
delicado”.
Advierte
que,
si
bien
“hablando
rigurosamente
sean
distintos
de
todos
los
peces
del
Hemisferio
Septentrional,
no
deja
de
haber
un
buen
número,
que
no
haciendo
alto
en
algunas
diferencias
de
poca
monta,
pueden
pasar
por
individuos
de
las
mismas
especies”.
Otros,
en
cambio,
eran
propios
de
estas
aguas.
Felipe
Gómez
de
Vidaurre
concuerda
en
el
número
anterior
de
especies,
mencionando
al
menos
17
que
eran
comunes
a
Europa,
aunque
esto
no
era
necesariamente
así.
El
problema
no
era
nuevo.
Desde
el
tiempo
del
descubrimiento
de
América,
los
europeos
se
habían
enfrentado
a
la
dificultad
de
identificar
las
nuevas
especies
animales
y
vegetales
encontradas
en
estas
tierras”.
El
mar
y
el
paladar.
El
consumo
de
pescados
y
mariscos
en
Chile
desde
la
independencia
hasta
1930.
Juan
Ricardo
Couyoumdjian,
HISTORIA
No
42,
Vol.
I,
enero-‐junio
2009.
“Al
caer
la
tarde
y
estando
el
mar
apacible,
en
todas
las
caletas
de
Chile
los
pescadores
empujan
sus
botes
a
pulso
para
hacerse
a
la
mar,
para
calar
redes
y
espineles
que
durante
la
noche
atraparán
los
peces.
Largos
mástiles
flotantes
con
banderolas
negras
indican
el
sitio
donde
están
calados
los
aparejos
para
poder
ubicarlos.
Regresan
a
sus
casas
ya
noche
y
a
la
mañana
siguiente
muy
temprano,
nuevamente
empujan
sus
botes
por
la
arena
hasta
el
agua
para
ir
a
recuperar
los
aparejos
con
su
captura.
Retornan
a
media
mañana
con
los
pescados
en
el
fondo
de
sus
botes,
aun
moviéndose
y
dando
destellos
plateados
y
los
congrios
rojinegros
boquean
y
se
retuercen
mostrando
la
panza
colorada.
De
todas
estas
caletas
fluye
constantemente
el
alimento
marino,
que
se
distribuye
por
mercados
y
pescaderías
y
desde
ahí
pasa
a
nuestra
cocina
para
ser
preparados
en
mil
formas,
cuál
de
todas
más
gustosa”.
Chilenos
cocinando
a
la
chilena.
Roberto
Marín
Vivado,
3ª
edición,
1997.
23
72
ACTIVIDAD
PESQUERA
NACIONAL
Gran
variedad
de
las
especies
marinas
son
aprovechadas
por
el
hombre,
algunas
para
su
consumo
fresco
(principalmente
peces,
moluscos
y
crustáceos),
otras,
para
la
elaboración
de
productos
derivados,
como
es
la
harina
de
pescado
o
los
congelados.
La
distintiva
extensión
alargada
de
Chile
hace
que
las
condiciones
del
océano
Pacífico
(temperatura,
salinidad,
etc.)
cambien
y,
por
ello,
las
especies
que
pueblan
las
aguas
marinas,
tanto
en
zonas
cercanas
a
los
fondos
marinos
como
zonas
pelágicas
son
diferentes.
Esto
influye
en
la
actividad
pesquera
y
es
así
como
cada
región
del
país
presenta
diferenticas
en
cuanto
a
las
especies
extraídas
y
también
en
cuanto
a
los
volúmenes.
En
Chile,
la
pesca
se
realiza
tanto
en
forma
industrial
como
artesanal;
por
el
contrario,
la
extracción
de
mariscos
y
la
recolección
de
algas
es
sólo
artesanal.
La
pesca
industrial
es
a
gran
escala;
con
barcos
pesqueros
capaces
de
sacar
volúmenes
considerables
de
peces.
Esta
representa
más
del
70%
de
los
productos
pesqueros
del
país.
Gran
parte
de
la
pesca
industrial
se
destina
a
la
elaboración
de
harina
de
pescado.
La
pesca
artesanal
es
la
que
se
realiza
con
medios
de
trabajo
simples
y
los
volúmenes
extraídos
son
más
pequeños,
hasta
50
toneladas
por
embarcación.
El
desembarque
de
la
pesca
artesanal
se
realiza
tanto
en
puertos
como
en
sitios
más
pequeños
o
caletas.
Acuicultura
es
una
actividad
de
cultivo
de
peces
y
moluscos
marinos
en
forma
artificial
como
fuente
de
alimentación
para
los
seres
humanos.
Esta
actividad
se
desarrolla
tanto
en
el
mar,
como
en
los
lagos
y
en
los
ríos.
El
mayor
número
de
centros
de
cultivo
se
dedica
a
peces,
siendo
las
principales
especies
el
salmón
del
Atlántico,
el
salmón
plateado
y
la
trucha
arcoíris;
de
los
moluscos,
sobresale
el
chorito
y
el
ostión.
Adaptado
de
www.mardechile.cl
24
73
25
74
Lenguado
Paralichthys
microps
Lisa
Mugil
spp.
Machuelo
o
Tritre
Ethmidium
maculatum
Matahuira
Priacanthus
cruentathus
Merluza
común
Merluccius
gayi
gayi
Merluza
de
cola
Macruronus
magellanicus
Merluza
de
tres
aletas
Micromesistius
australis
Merluza
del
sur
/
austral
Merluccius
australis
Nanue
Girellops
nebulosus
Orange
roughy
Hoplosthethus
atlanticus
Palometa
Parona
signata
Pampanito
de
J.Fernández
Scorpis
chilensis
Pejegallo
Callorhynchus
callorhynchus
Pejeperro
Semicossyphus
maculatus
Pejerrata
Coelorhynchus
spp.
Pejerrey
de
mar
Odontesthes
regia
Pejesapo
Sicyases
sanguineus
Pejezorro
Alopias
vulpinus
Puye
Galaxias
spp.
Raya
Raja
spp.
Reineta
Brama
australis
Remoremo
Elagatis
bipinnulatus
Róbalo
Eleginops
maclovinus
Rococo
Micropogonias
sp
Rollizo
Mugiloides
chilensis
Roncacho
Sciaena
fasciata
Salmón
del
Atlántico
Salmo
salar
Salmón
plateado
Oncorhynchus
kisutch
Salmón
rey
Oncorhynchus
tshawytscha
Sardina
Sardinops
sagax
Sardina
común
Clupea
bentincki
Sargo
Anisotremus
scapularis
Sierra
Thyrsites
atun
Tiburón
o
marrajo
Isurus
oxyrinchus
Tollo
Mustelus
mento
Tomoyo
Labrisomus
philippii
Toremo
Seriola
lalandi
Trucha
arcoiris
o
Cabeza
de
acero
Oncorhynchus
mykiss
Turbot
Scophthalmus
maximus
Vidriola
Seriola
mazatlana
Vieja
o
mulata
Graus
nigra
Fuente: www.mardechile.cl
26
75
CRUSTACEOS
Camarón
nailon
Heterocarpus
reedi
Camarón
de
río
Samastacus
spinifrons
Camarón
ecuatoriano
Penaeus
vannamei
Cangrejo
o
Panchote
Taliepus
spp.
Centolla
Lithodes
santolla
Centolla
del
norte
Lithodes
spp.
Centollón
Paralomis
granulosa
Centollón
del
norte
Paralomis
spp.
Gamba
Haliporoides
diomedeae
Jaiba
Cancer
spp.
Jaiba
limón
Cancer
porteri
Jaiba
marmola
Cancer
edwardsi
Jaiba
mora
Homalaspis
plana
Jaiba
panchote
Taliepus
dentatus
Jaiba
patuda
Taliepus
marginatus
Jaiba
peluda
o
pachona
Cancer
setosus
Jaiba
reina
Cancer
coronatus
Jaiba
remadora
Ovalipes
Trimaculatus
Langosta
de
I.
de
Pascua
Panulirus
pascuensis
Langosta
de
J.Fernández
Jasus
frontalis
Langosta
enana
Projasus
bahamondei
Langostino
amarillo
Cervimunida
johni
Langostino
colorado
Pleuroncodes
monodon
Picoroco
Megabalanus
psittacus
MARISCOS
Abalón
rojo
Haliotis
rufescens
Almeja
o
Taca
Protothaca
thaca
Almeja
Venus
antiqua
Calamar
Loligo
gahi
Calamar
Illex
argentinus
Caracol
caramujo
Adelomelon
brasiliana
Caracol
locate
Thais
chocolata
Caracol
martensi
Adelomelon
martensis
Caracol
palo
palo
Argobuccinum
argus
Caracol
picuyo
Odontocymbiola
magellanica
Caracol
piquilhue
Adelomelon
ancilla
Caracol
real
Othala
lactea
Caracol
rubio
Xanthochorus
cassidiformis
27
76
Caracol
tegula
Tegula
atra
Caracol
trophon
Trophon
spp.
Caracol
trumulco
Chorus
giganteus
Chitón
o
Apretador
Chiton
spp.
Chocha
Calyptraea
trochiformes
Cholga
Aulacomya
ater
Chorito
Mytilus
chilensis
Choro
Choromytilus
chorus
Culengue
Gari
solida
Huepo
o
Navaja
de
mar
Ensis
macha
Jibia
o
Calamar
rojo
Dosidicus
gigas
Lapa
Fissurella
spp.
Loco
Concholepas
concholepas
Macha
Mesodesma
donacium
Navajuela
Tagelus
dombeii
Ostión
del
norte
Argopecten
purpuratus
Ostión
del
sur
Chlamys
patagonica
Ostra
chilena
Ostrea
chilensis
Ostra
del
Pacífico
Crassostrea
gigas
Pulpo
Octopus
vulgaris
Taquilla
Mulinia
spp.
Tumbao
Semele
solida
Voluta
angulosa
Zidona
dufresnei
EQUINODERMOS
TUNICADOS
Piure
Pyura
chilensis
Fuente: www.mardechile.cl
28
77
ALGAS
DE
CHILE
El
océano
y
las
aguas
interiores
de
ríos
y
lagos
de
Chile
proporcionan
algas
que
han
integrado
y
complementado
la
alimentación
de
las
poblaciones
desde
la
prehistoria.
La
costa
chilena
es
excepcionalmente
rica
y
algunas
especies
fueron
consumidas
en
fresco
o
en
seco,
a
lo
largo
de
toda
la
costa
del
Pacífico
Sur,
hasta
Tierra
del
Fuego,
desde
hace
muchos
milenios.
La
tradición
de
secarlas
existió
en
casi
todas
las
zonas
de
recolección,
cuando
las
condiciones
ambientales
lo
permitían,
siendo
empleadas
como
producto
de
trueque
y
comercio
con
los
pueblos
del
interior
del
territorio.
Por
ser
ricas
en
vitaminas
y
minerales,
es
razonable
suponer
que
este
tráfico
contribuyó
a
mejorar
la
dieta
de
las
poblaciones
prehispánicas
del
interior,
con
frecuencia
deficitarias
en
yodo.
Entre
pueblos
esencialmente
cazadores-‐recolectores
como
los
ona
de
Tierra
del
Fuego,
en
tiempos
de
hambruna,
cuando
no
podían
cazar
presas
animales
o
plantas
terrestres,
estos
recurrían
a
las
algas.
Las
algas
más
consumidas
por
los
pueblos
originarios
fueron
el
luche
(Ulva
lactuca)
y
el
cochayuyo
(Durvillaea
antárctica)
y
los
cronistas
las
mencionan
como
“alimentos
de
indios”
o
“la
comen
ellos,
no
nosotros”.
Otra
especie
muy
abundante
en
el
sur
de
Chile,
de
la
cual
no
existe
registro
específico
de
su
consumo,
es
una
alga
llamada
“carola”
(Callophyllis
variegata),
a
pesar
que
se
considera
un
alimento
muy
popular
en
países
asiáticos.
Además
de
las
algas
marinas,
otras
algas
comestibles
del
territorio
chileno,
son
aquellas
que
crecen
en
ambientes
húmedos
y
con
aguas
interiores
como
lagos,
lagunas,
arroyos,
manantiales,
las
que
en
época
prehispánica
tuvieron
enorme
importancia
como
proveedores
de
nutrientes
escasos
o
ausentes
en
la
dieta,
en
especial
en
el
altiplano
del
norte
de
Chile.
Adaptado
de
Chile:
Plantas
alimentarias
prehispánicas.
Oriana
Pardo
y
José
Luis
Pizarro,
Ediciones
Parina,
2013.
1997.
NOMBRE CORRIENTE NOMBRE CIENTÍFICO OTROS NOMBRES GENERALIDADES
Cochayuyo Término genérico Del quechua kocha, laguna y
qochayuyu yuyu, planta verde y tierna
Luche Dos variedades similares Del mapudungun, ciertas Una alga verde
lluche algas comestibles (fam Ulvaceae) y una roja
(fam. Bangiaceae)
Carola Callophyllis variegata Alga de rojo intenso
Chascón Lessonia nigrescens Tinilhue en mapudungun Alga parda
Chicoria de mar (Chondracanthus chamissoi Mococho en Perú; tb. Alga roja, se exporta
cochayuyo en quechua deshidratada a países
asiáticos
Collofe Durvillaea antarctica Nombre mapudungun; Alga parda crece adherida a
cochayuyo en quechua las rocas. Disco carnoso del
tallo donde se inicia su
ramificación de llama ulte
(lenvo)
Huiro Macrocystis pyrifera Nombre mapudungun Alga parda
Lako Oscillatoria tenuis Nombre aimara; llaqho en
quechua, lama en
mapudungun
Lechuga de mar Ulva lactuca Alga verde
Llayta Nostoc Cyanophiceae Nombre aimara; llulluche en Alga de bofedal en altiplano;
quechua; chukula en kunza consumidas en caldos o
cazuelas
Luche verde Ulva lactuca L.
Luchi rojo Pyropia columbina También luche de playa
Luga cuchara Mazzaella laminarioides Luga-luga en mapudungun Alga roja
Luga roja Gigartina skottbergii Alga roja
Luga negra Sarcothalia crispata Alga roja
Pelillo Gracilaria chilensis Alga roja, Agar-agar
Purima Chara Characeae Nombre aimara Alga verde de agua dulce o
ligeramente salobre
29
78
RECETAS
DE
ALGAS
EN
LIBRO
DE
COCINA
Presencia
de
algas
comestibles
en
antiguas
recetas
hogareñas
chilenas.
30
79
HONGOS
DE
CHILE
Los
hongos
son
organismos
pertenecientes
al
Reino
Fungi
(o
Reino
Eumycota).
Como
tal,
no
son
plantas
ni
animales,
sino
que
un
grupo
responsable
de
la
descomposición
de
la
materia
orgánica
en
casi
todos
los
ciclos
biológicos
del
planeta.
Son
fundamentales
para
la
vida
en
la
tierra,
y
sin
ellos
no
existirían
bosques,
penicilina,
pan,
cerveza,
vino,
entre
muchas
otras
cosas.
Como
ejemplo,
poseen
una
unión
simbionte
con
más
del
90%
de
las
plantas
de
la
tierra,
proceso
llamado
micorrización,
en
donde
el
hongo
se
alimenta
y
al
mismo
tiempo
proporciona
a
las
plantas
los
nutrientes
que
no
pueden
sintetizar
por
sí
solas.
Una
de
las
funciones
principales
de
los
hongos
en
el
ecosistema
es
la
descomposición
de
materia
orgánica.
Esta
función
es
realizada
por
el
cuerpo
del
hongo
llamado
micelio.
El
micelio
segrega
enzimas
extracelulares
y
ácidos
que
descomponen
la
lignina
y
la
celulosa,
los
dos
principales
bloques
de
construcción
de
la
fibra
de
la
planta.
Estos
son
compuestos
orgánicos
compuestos
por
largas
cadenas
de
carbono
y
de
hidrógeno,
estructuralmente
similar
a
muchos
contaminantes
orgánicos.
En
Chile
existen
diferentes
especies
de
hongos
(comestibles
y
tóxicos/venenosos),
en
todos
los
ecosistemas
del
país,
desde
el
Desierto
de
Atacama
hasta
la
Tierra
del
Fuego
que
crecen
en
forma
silvestre.
Algunos
son
originarios
de
Chile
y
varios
introducidos,
los
cuales
tienen
un
amplio
radio
de
distribución
geográfica
en
todo
el
mundo.
También
se
cultivan
especies
comestibles
y
medicinales,
y
se
exportan
hongos
silvestres
colectados
en
territorio
nacional.
Chile
se
ha
caracterizado
por
ser
un
país
micófobo
(rechazo
o
aversión
a
los
hongos),
por
lo
que
muchas
de
las
especies
cultivables
no
tienen
un
buen
mercado
en
nuestro
país.
Sin
embargo,
algunos
hongos
comestibles
cultivables
se
encuentran
disponibles
en
la
naturaleza,
como
en
laboratorios
que
comercializan
sus
semillas.
Adaptado
de
www.hongos.cl
(http://www.fao.org/docrep/t2368s/t2368s01.htm)
31
80
CASQUERÍA
ANIMAL
/
INTERIORES
/
OFFAL
/
VARIETY
MEAT
/
TRIPERIE
NOMBRES
RECETAS
RECETAS
Inglés
/
Francés
INTERNACIONALES
CHILENAS
EXTERIORES
Cabeza
Head
/
tête
Fromage
de
tête
Queso
de
cabeza
Caldo
de
cabeza
Cabeza
de
cerdo
asada
Cola
Tail
/
queue
Oxtail
soup
Sopa
de
cola
Queue
de
boeuf
mijotée
Paté
de
cola
Sopa
de
rabo
de
buey
Estofado
de
cola
Criadillas
Testicles
/
animelle
Rocky
mountain
oysters
Criadillas
apanadas
Animelle
porc
frites
Criadillas
fritas
Criadillas
de
toro
al
ajillo
Hocico
Snout
/
museau
Crispy
pork
snout
Estofado
de
hocico
de
Museau
de
porc
vinaigrette
cordero
Morro
de
cerdo
frito
Orejas
Ears
/
oreilles
Fried
pig
ears
Orejas
de
chancho
Oreilles
de
cochon
sautées
rebozadas
Orejitas
cochino
con
salsa
Manos
Hands
/
mains
Slow
roasted
hand
pork
Manitos
de
chancho
al
Mains
de
porc
horno
Manitas
de
cerdo
asadas
Manitos
en
salsa
verde
Patas
Trotters
/
pied
Braised
pig’s
trotters
Causeo
pata
de
vacuno
Pigeon
and
pic’s
trotter
pie
Queso
de
patas
Pied
de
porc
pané
Patas
de
vacuno
a
la
chilena
Ubres
Udder
/
mamelle
Roasted
cow
udder
Ubres
fritas
Tétine
de
vache
Ubres
apanadas
Ubre
arrebosada
INTERIORES
Charchas
Cheeks
/
joues
Braise
beef
cheeks
Caldo
de
charchas
Joue
de
boeuf
en
daube
Charchas
a
la
jardinera
Tacos
de
cachetes
de
res
Charchas
al
jugo
Chunchules
Chitterlings
/
chaudin
Creole
chitterlings
Chunchules
fritos
Roasted
chautin
Chunchules
asados
Chaudin
de
porc
aigre-‐doux
Chunchules
con
harina
Chinchulines
a
la
parrilla
tostada
Corazón
Heart
/
Coeur
Beef
heart
stew
Escabeche
de
corazón
Coeur
de
porc
a
l’orange
Chanfaina
de
cordero
Anticucho
peruano
Guatitas
/
mondongo
Tripes
/
tripe
Ox
tongue
and
tripe
Chupe
de
guatitas
Deep
fried
tripes
Guatitas
a
la
jardinera
Tripes
à
la
mode
de
Caen
Estofado
de
guatitas
Cau-‐cau
a
la
criolla
Tomaticán
de
guatitas
Mondongo
a
la
española
Hígado
/
pana
Liver
/
foie
Liver
and
onions
Bistec
de
hígado
apanado
Foie
porc
a
la
Lyonnnaise
Guiso
de
hígado
Pâté
de
foie
truffé
Paté
de
panitas
de
pollo
Hígado
de
res
encebollado
Lengua
Tongue
/
langue
Pickled
beef
tongue
Lengua
nogada
Tongue
with
mustard
sauce
Lengua
apanada
Langue
braisée
Lengua
fría
con
salsa
Lengua
rellena
Lengua
con
leche
Lengua
con
salsa
picante
32
81
Mollejas
Sweetbreads
/
ris
de
veau
Fried
sweetbreads
Mollejas
salteadas
Bouchées
a
la
reine
Mollejas
a
la
parrilla
Anticuchos
de
mollejas
Potito
/
ano
Rectum
/
anus
Pig
rectum
calamari
Sandwich
de
potito
Anus
de
porc
roti
Potitos
al
tomate
Tripa
gorda
rellena
asada
Pulmón
/
bofe
Lungs
/
mou
Deep
fried
beef
lungs
Chanfaina
(otra)
Mou
a
la
bourgeoise
Bistec
de
bofe
molido
Bofe
de
res
estofado
Charquicán
de
bofe
Riñones
Kidneys
/
rognons
Beef
and
kidney
pie
Riñones
al
jerez
Omelette
aux
rognons
Pastel
de
riñones
Riñones
de
ternera
a
la
Riñones
salteados
mostaza
Riñones
con
vino
Sangre
Blood
/
sang
Haggis
Prietas
Boudin
noir
Ñachi
de
cordero
Sangre
encebollada
Sesos
Brains
/
cervelle
Fried
lamb
brains
Sesos
con
mantequilla
Cevelle
au
beurre
noir
Fricasé
de
sesos
Sesos
de
cordero
a
la
Sesos
apanados
diabla
Tortilla
de
sesos
CASQUERÍA
MARINA
Antiguamente
las
casquerías
se
encontraban
a
la
venta
en
casi
todos
los
mercados
o
carnicerías
donde
se
comercializaban
algunos
productos
catalogados
como
desechos:
mollejas,
hocicos,
lengua,
riñones,
corazones,
etc.
Con
el
tiempo,
este
tipo
de
productos
fueron
reduciéndose
hasta
casi
desaparecer,
pero
gracias
a
la
actual
restauración
resurgieron.
A
raíz
de
esta
tendencia
que
mantienen
los
grandes
cocineros
de
aprovechar
al
máximo
todos
los
alimentos
sin
exclusiones,
apareció
con
fuerza
la
casquería
marina
o
marine
trash-‐cooking,
verdaderas
exquisiteces
gastronómicas
obtenidas
del
pescado.
El
trash-‐cooking
es
una
técnica
de
cocina
donde
se
emplean
las
sobras
de
comida
o
se
cocina
con
las
mermas
que
habitualmente
quedan
en
una
casa
o
un
restaurante,
es
decir,
lo
antes
llamado
cocina
de
aprovechamientos:
inventar
nuevas
recetas
con
sobras
del
día
anterior
o
aprovechar
partes
que
antes
se
eliminaban.
El
trash-‐cooking
es
algo
habitual
en
la
cocina
oriental,
donde
es
normal
el
consumo
en
su
totalidad
del
producto
y
el
aprovechamiento
integral
de
los
alimentos.
Actualmente,
muchas
recetas
de
los
grandes
chefs
utilizan
las
técnicas
y
especialidades
del
trash-‐
cooking
o
cocina
de
desechos.
Uno
de
los
primeros
chefs
y
precursor
del
trash-‐cooking
fue
Ferran
Adrià
a
finales
de
la
década
de
los
90
y
desde
entonces,
las
elaboraciones
con
este
tipo
de
productos
han
sido
secundadas
por
la
mayoría
de
los
grandes
chefs.
Ferrán
Adrià
decía:
“¿Si
se
utiliza
la
oreja
del
cerdo,
por
qué
no
emplear
la
del
conejo
para
lograr
un
snack
crujiente?”,
la
investigación
en
la
cocina
ha
permitido
ensalzar
al
máximo
exponente
aquellos
productos
de
desecho
que
difícilmente
lograban
apasionar
al
público.
Nuevos
sabores
y
texturas
que
además
permiten
sacar
mayor
rentabilidad
a
los
alimentos
que
se
compran
en
el
comercio.
En
el
caso
de
las
vísceras
de
los
productos
marinos,
son
un
verdadero
regalo
para
el
paladar,
aunque
hasta
hace
poco
sólo
se
consideraban
las
partes
nobles
de
estos
alimentos
para
ofrecer
a
los
comensales,
gracias
a
los
trabajos
que
han
realizado
los
maestros
de
la
cocina,
nuestra
percepción
ha
cambiado
y
podemos
apreciar
y
valorar
productos
que
antaño
le
hubiéramos
pedido
a
la
pescadera
que
retirase.
Es
necesario
eliminar
prejuicios
gastronómicos
y
seducir
elaborando
recetas
con
crocantes
de
piel
de
bacalao,
sangre
de
salmón,
grasa
de
sardinas,
distintos
tipos
de
hígados
marinos,
vejigas
natatorias,
incluso
el
humor
vítreo
de
los
globos
oculares
de
los
pescados
se
utiliza
para
seducir
al
comensal.
Adaptado
de
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33
82
DISPERSIÓN
DE
COMIDAS
Y
BEBIDAS
EN
CHILE
Con
una
increíble
despensa
natural
de
Chile,
compuesta
de
materias
primas
variadas,
diseminadas
y
a
veces
desconocidas,
los
chilenos
han
elaborado
una
gama
de
comidas
y
bebidas
dispersas
a
lo
largo
del
territorio
nacional.
Son
estas
recetas
el
resultado
de
un
grupo
de
personas
que
en
su
momento
decidieron
producir,
preparar
y
consumir
diversos
alimentos,
afirmando
y
expresando
así
una
identidad
gastronómica
nacional.
Estas
comidas
y
bebidas
nos
hablan
de
historias
de
inmigraciones,
asimilaciones
o
resistencias,
cambios
en
el
tiempo
e
identidades
personales
o
grupales.
En
resumen,
las
comidas
y
bebidas
de
Chile
son
producto
de
la
transformación
de
materias
primas
comestibles
en
alimentos
o
platillos
con
el
fin
de
ser
consumidos
y
disfrutados
por
los
habitantes
del
territorio
nacional
como
por
chilenos
donde
se
encuentren.
34
83
Pescado
frito
Pescado
blanco
rebozado
Principal
o
sándwich
Pisco
sour
Pisco,
jugo
limón,
azúcar
Cóctel
/
trago
Porotos
con
rienda
Porotos
secos,
tallarines
Guiso
plato
único
Salsa
verde
Cebolla,
perejil,
cilantro
Pebre
para
erizos,
locos
Sándwiches
varios
Pan,
rellenos
varios
Panes
rellenos
cal.
o
fríos
Sopaipillas
Harina,
zapallo
masas
fritas
dulces
o
salad.
Tortilla
la
rescoldo
Harina,
manteca
Pan
a
las
brasas
o
cenizas
Zona
Albacora
frita
Pez
espada
Pescado
azul
frito
Norte
Asado
Carne
de
alpaca
Cocimiento
a
leña
Grande
Calapurca
Charqui,
chuño,
cebolla
Cazuela
reponed
c/piedras
Calatanta
Harina,
agua
Pan
cocido
sobre
piedras
Chairo
Alpaca/llama,
chuño
Sopa
Chicha
de
algarrobo
Legumbre
del
algarrobo
Bebida
alcohólica
Chicharrón
de
papa
Carne
llama
o
cordero
Carne
con
grasa
a
derretir
Chuño
phuti
c/
huevo
Chuño
papa,
huevo
Guiso
chuño
revuelt
c/huev
Empanadas
de
llama
Charqui
llama
Fritas
rellenas
pino
llama
Huatia
Pollo,
alpaca,
papas,
maíz
Curanto
nortino
Humitas
Maíz,
aliños
Tamales
envuelto
hojas
Lawa
Maíz,
habas,
tomate
Sopa
boliviana
espesa
Pataska
Charqui,
papas,
maíz
Guiso
picante
Pejerreyes
al
dedo
Pejerrey
de
mar
en
tiras
Pescado
crudo
aliñado
Ponche
de
leche
Leche,
alcohol,
canela
Trago
caliente
Picante
de
guata
/
pata
Guata,
papa
molida
a
mano
Guiso
espeso
picante
Piri
/
Sango
Harina,
agua,
aceite
Pan
con
queso
y
charqui
Pusitunca
Maíz
Bebida
alcohólica
de
maíz
Quispiña
Trigo,
quinua
Masas
hervidas
Zona
Arrope
de
chañar
Chañar
Miel
del
fruto
Norte
Alfeñiques
Azúcar
Confite
enroscado
Chico
Cabrito
a
la
cacerola
Cabrito,
verduras,
aliños
Guiso
Canario
Pisco,
jugo
naranja,
hielo
Cóctel,
trago
Candeal
Jerez,
yema,
leche
Trago
alcohólico
Carraca
del
minero
Charqui
cabra
Caldillo
/
ajiaco
Causeo
de
cabra
o
burro
Charqui
cabra
/
burro
Ensalada
ingr.
picados
Cazuela
de
jote
Gallina
negra
Sopa
c/aceitunas
Cazuela
de
salón
Charqui
,
tomate,
trigo
Sopa
c/charqui
con
hueso
Cazuela
de
trigo
majado
Cola
vacuno
Sopa
plato
único
Charquicán
Charqui
vacuno,
verduras
Guiso
verduras
y
carne
Chícharos
con
color
Chícharos,
ají
color,
aceite
Guiso
igual
porotos
secos
Chirimoya
alegre
Chirimoya,
jugo
naranja
Postre
fruta
fresca
Churrascas
Harina,
manteca
Pan
a
la
parrilla
Cocho
zanko
Harina
tostada
Papilla,
Plato
minero
Codornices
a
la
cacerola
Codornices
Guiso
pajaritos
y
verduras
Confites
descarozados
Damascos,
duraznos
Confites
o
dulces
Confites
de
papaya
Papayas,
azúcar
Confites
o
dulces
Dulce
de
alcayota
Alcayota,
azúcar
Mermelada,
relleno
dulces
Empanada
arroz
c/leche
Arroz,
harina,
leche
Masa
rellena
arroz
c/leche
Empanaditas
de
macha
Harina,
machas,
cebolla
Masa
frita,
rellena
Encaje
inglés
Huevos,
coco
rallado
Postre
horno,
merengue
35
84
Estofado
de
conejo
Conejo,
verduras
Guiso
conejo
Higos
secos
marinados
Higos,
azúcar,
especias
Postre,
compota
Jarabe
de
papaya
Azúcar,
papaya
Líquido
concentrado
Macho
ruso
Harina,
leche,
azúcar
Postre
leche
espesa/caram.
Mistela
de
guindas
Aguardiente,
guindas
Licor
alcohólico
Ñoños
Ñoquis
de
chuchoca
Pasta
igual
ñoquis
Palometa
c/aceitunas
Palometa,
aceitunas
Pescado
asado
Papayas
en
almíbar
Papayas,
azúcar
Conserva
de
papayas
Pastel
de
chuchoca
Chuchoca,
pino
carne
Guiso
horneado
Pichihuenes
al
horno
Pichihuenes,
verduras
Pescado
al
horno
Pollo
a
la
papaya
Pollo,
papaya,
verduras
Pollo
al
horno
Ponche
de
plátano
Plátano,
vino
blanco
Tb.
ponche
Pullay
Salchichón
de
burro
Burro,
aliños
Salame,
salchichón
cervece
Salsa
de
tomate
chino
Tomate
chino,
cebolla
Salsa
cocida
aliñada
Sándwich
pescado
frito
Pescado,
cebolla,
limón
Churrasco
marino
Sequillo
Harina,
frutos
secos,
limón
Panes
dulces
Serena
libre
Pisco,
néctar
papaya
Cóctel
/
trago
Sopones/macho
ahogad
Harina,
hierbas
Albóndiga
harina
para
sopa
Torta
catalana
Harina,
chancaca
Hojarascas
con
melcocha
Torta
de
novia
Harina,
frutos
y
frutas
sec.
Queque
frutos/frutas
secas
Tunante
Pisco,
jugo
de
tuna
Cóctel
/
trago
Turrón
de
arrope
Claras
huevo,
arrope
Postre
merengón
arrope
Zona
Ajiaco
Restos
asado,
ceboll,
huev
Sopa
plato
único
reponedor
Central
Arrollado
huaso
Chancho,
aliños
Cecina
fría,
rollo
tiras
cerdo
Arroz
con
leche
Arroz,
leche,
azúcar
Postre
tipo
gacha
Calzones
rotos
Harina,
levadura,
azúcar
Masa
frita
dulce
Carbonada
Verduras
y
carne
picadas
Sopa
plato
único
Cazuela
nogada
Pollo,
verduras,
nueces
Sopa
plato
único
Cazuelas
varias
Carne/ave,
verduras,
hierb.
Sopas
platos
únicos
Cebiche
Pescado
blanco
muy
picado
Pescado
crudo
aliñado
Chancho
en
piedra
Tomates,
ajo,
ají,
sal
Salsa
cruda
Charquicán
Verduras
variadas,
papas
Guiso
verdura
c/huevo
frito
Chorrillana
Carne,
papa,
cebolla,
huevo
Plato
simil
bistec
a
lo
pobre
Chupe
de
locos
Locos,
pan,
leche,
queso
Guiso
horneado
Caldillo
de
congrio
Congrio,
cebolla,
vino
blanc
Sopa
pescado
plato
único
Disco
villagrero
Langosta,
cabra,
cebolla
Salteado
pescado,
carne
Dulces
chilenos
Harina,
huevo,
azúcar
Hojarascas,
betún
horno
Erizos
al
matico
Lenguas,
cebolla,
perejil
Entrada
mariscos
frescos
Garbanzos
c/longanizas
Garbanzos,
cecinas
Guiso
leguminosa
y
proteín
Guañaca
Cerdo,
harina
tost.,
cebolla
Caldo
contundente
Guatitas
a
la
jardinera
Interior
vacuno,
verduras
Estofado
contundente
Guindado
Aguardiente,
guindas
ácid.
Bajativo
alcohólico
Empanadas
atún
Atún
fresco,
harina,
mant.
Masa
c/relleno
salado
fritas
Empanadas
mariscos
Almejas,
piures,
choros
Masa
c/relleno
salado
fritas
Empanadas
peras
Harina,
peras,
azúcar
Masa
c/relleno
dulce
horno
Empanadas
pino
horno
Harina,
carne,
cebolla,
aliñ
Masa
c/relleno
salad
horno
Empanadas
fritas
queso
Harina,
queso
mantecoso
Masa
c/relleno
salad.
fritas
Ensalada
chilena
Tomates,
cebolla,
hierbas
Ensalada
veraniega
36
85
Estofado
de
San
Juan
Carnes,
cecinas,
pájaros
Guiso
contundente
Humitas
Choclo,
albahaca,
manteca
Pasta
envuelta
hojas
choclo
Interiores
Vacuno,
cerdo,
cordero
Parrilla,
hervidos,
fríos,
cal.
Lentejas
convento
Lentejas,
pan,
jamón
Guiso
leguminosas
Lisa
a
la
teja
Lisa,
mantequilla,
aliños
Pescado
a
la
parrilla
Longanizas
Cerdo,
grasas,
aliños
Cecinas
ahumadas
y
sin
ahu
Marraqueta
Harina,
levadura,
mantec
Pan
batido,
pan
francés
Paila
marina
Mariscos
locales
variados
Sopa
contundente
reponed
Parrillada
Interiores,
cecinas,
carnes
Variedad
carnes
a
brasas
Pan
de
huevo
Harina,
bicarb.,
azúcar,
sal
Pan
dulce
venta
en
playas
Panqueques
celestinos
Harina,
huevo,
manjar,
azú
Crepes
dulces
relleno
manj
Pastel
de
choclo
Choclo,
carne,
cebolla
Pasta
choclo,
pino,
horno
Pastel
de
jaiba
Jaiba,
pan,
cebolla
Guiso
marino
horneado
Pastelera
choclo
Choclo,
huevos
Pasta
choclo
horneada
Patitas
cocidas
Patitas
cerdo
o
vacuno
Entrada
caliente
o
fría
Plateada
vacuno
Corte
carne
vac,
cerd,
aliño
Carne
horno
jugosa
Pequenes
Harina,
manteca,
cebollas
Empanadas
de
cebolla
Perol
de
langosta
Langosta,
choclo,
papa
Cazuela
con
langosta
Pescada
frita
Merluza,
batido
harina
Pescado
rebozado,
frito
Pigüelo
/chupilca
Vino/aguard.,
harina
tostad
Bebida
alcohólica
c/chicha
Poe
Plátano,
azúcar,
harina
Pan
Rapa
Nui
Pollo
al
cognac
Pollo,
vino,
cognac
Guiso/sopa
Pollo
mariscal
Pollo,
mariscos
Sopa
contundente
litoral
Porotos
granados
Porotos
frescos,
verd.
picad
Guiso
caldo
veraniego
Porotos
gr
c/mazamorra
Porotos
frescos,
choclo
Guiso
c/choclo
rallado
Prietas
Sangre
cerdo,
aliños
Cecina
en
tripa
de
cerdo
Queso
de
cabeza
Cabeza
cerdo,
aliños
Cecina
amoldada
cerdo
Sopaipillas
c/zapallo
Harina,
manteca,
zapallo
Pan
o
postre
c/chancaca
Sustancias
Gelatina
vacuno,
azúcar
Confite
esponjoso
c/aroma
Tablillas
Harina,
manjar
Alfajor
rectang.
c/manjar
Terremoto
Pipeño,
vino,
helado
piña
Trago
/
cóctel
alcohólico
Tomaticán
Vacuno,
tomate,
choclo
Estofado
carne/verduras
Tortas
curicanas
Harina,
azúcar,
chancaca
Capas
hojarasc
y
chancaca
Tunu
ahí
Pescados
Cocido
en
piedra
caliente
Ulpo
Harina
tostada,
azúcar,
agu
Bebida
espesa
Umu
tao
Carnes,
pescado,
hojas
plat
Curanto
pascuense
Vidriolazo
Pan,
vidriola,
lech,
tomat
Sándwich
pescado
frito
Zona
Apol
Cordero,
sangre,
ají
Pulmones
rellenos
Sur
Asado
alemán
Carne
molida,
aliños
Pan
de
carne
amoldado
Baeme
Papa
molida
y
rallada
Milcao
hervido
Caldo
de
choritos
Choritos,
aliños
Sopa
marina
Cancato
Salmón,
jurel,
queso,
longa
Pescado
relleno
a
parrilla
Catutos
Harina
trigo,
manteca
Pan
chilote
Cazuela
de
cholgas
Cholgas/choritos
secos
Sopa
guiso
mariscos/verdur
Chapaleles
Papa
cocida
molid,
harina
Pan
de
papa
chilote
Chicha
de
manzana
Manzana
fermentada
Bebida
alcohólica
Chochoca
Papa
cruda
y
cocida
Masa
cocida
en
un
palo
Chupilca
Vino
tinto/chich,
harin
tost
Bebida
alcohólica
37
86
Chercán
Agua
calient,
harin
tostada
Cocho
en
el
Norte
Crudos
Vacuno
molido,
jug
limón
Carne
cruda
c/aliños
Curanto
Marisc,
papas,
milcaos,nalc
Horno
piedras
calientes
Deche
papa
Molida,
deshidratada
Kuchenes
varios
harina,
azúcar,
frutas,
huev
Tartas
dulces
c/frutas
Luchicán
luche,
verduras
varias
Charquicán
c/luche
Milcaos
papa
rallada
cruda
y
cocida
Pan
de
papa
chilote
Ñachi
cordero
sangre
cruda
corder,
aliños
Plato
mapuche
Pajaritos
dulces
harina,
levadur,
azúc,
huev
Masas
dulce
c/merengue
Pato/ganso
c/manzanas
pato,
ganso,
manz,
aliños
Aves
asadas
horno
Pernil
asado
cerdo,
aliños
Trozo
carne
adobad/asado
Pulmay
mariscos,
pescados
Curanto
en
olla
Strudel
harina,
mazana,
nueces
Rollo
masa
fina
rellena
Tortas
alemanas
harina,
huevo,
azuc,
rellen
Bizcochuelos
rellenos
vario
Vailcán
mariscos,
ají
Guiso
contundente
mapuch
Valdiviano
charqui
vacun,
cebol,
hierb
Sopa
plato
único
Zona
Asado
al
palo
con
cuero
Vaquilla
tapabarriga
Fuego
directo
ensartado
Austral
Brujet
Pescado,
tomate
Guiso
receta
croata
Castradina
Cordero,
repollo
Guiso
receta
croata
Cazuela
cordero/luche
Cordero,
luche,
verduras
Sopa
plato
único
Chapaleles
Papa
cocida
molid,
harina
Pan
de
papa
chilote
Cintas
fritas
croatas
Harina,
azúcar,
aceite
Hrstule
/
Kroštule
postre
Chupe
de
centolla
Centolla,
pan,
leche,
ques
Guiso
horneado
Curanto
Marisc,
papas,
milcaos,nalc
Horno
piedras
calientes
Cordero/otros
al
palo
Cordero,
capón,
sal
Fuego
directo
ensartado
Escabeche
de
liebre
Liebre,
vinagre,
ceboll
Carne
cocción
vinagre/verd
Licor
de
calafate
Calafate,
aguardiente
Licor
frutal
alcohólico
Mermelada
de
ruibarbo
Ruibarbo,
azúcar
Dulce
fruta
local
Milcaos
papa
rallada
cruda
y
cocida
Pan
de
papa
chilote
Ñoquis
papas,
harina,
huevo
Pasta
redonda
Paila
marina
Mariscos
locales
variados
Sopa
contundente
reponed
Prsurate
Puré
papas,
manzana,
pasa
Postre,
bolitas
horneadas
Sopaipillas
s/zapallo
Harina,
manteca
Pan
frito
Soparnjak
Acelgas,
nueces,
ajo
Empanadas
croatas
38
87
PANES
DE
CHILE
Quizás
sea
el
pan
corriente
uno
de
aquellos
alimentos
cuya
receta
rara
vez
aparece
en
libros
de
cocina,
pero
sin
embargo
es
al
que
más
le
debe
la
humanidad
y
tal
es
así
que
muchos
refranes
familiares
lo
tienen
presente:
“Al
pan,
pan
y
al
vino,
vino”
(hablar
sin
rodeos),
“a
pan
y
agua”
(estado
de
necesidad),
“contigo
pan
y
cebolla”(desinterés
de
enamorados),
pero
“no
sólo
de
pan
vive
el
hombre”….
En
Chile,
el
pan
ha
estado
presente
en
la
mesa
del
chileno
al
desayuno,
almuerzo,
once
y
cena.
Los
datos
estadísticos
indican
que
es
el
segundo
país
consumidor
de
pan
en
el
mundo,
tras
Alemania.
"El
promedio
diario
de
consumo
es
de
alrededor
de
dos
a
tres
unidades
por
persona
(200
a
250
g),
explica
a
Efe
Isabel
Zacarías,
nutricionista
del
Instituto
de
Nutrición
y
Tecnología
de
los
Alimentos
de
la
Universidad
de
Chile.
Y
a
pesar
que
en
los
últimos
años
su
consumo
va
en
disminución,
los
chilenos
disfrutan
de
90
kilos
de
variados
panes
por
persona
en
su
dieta
alimenticia.
(La Segunda, 5 de octubre, 2012)
PANES DESTACADOS
NOMBRE FORMA ING. PRINCIPAL COCCIÓN FERMEN-
TACIÓN
Amasado redondo Harina, levadura, grasa, sal horno barro si
Calatanta redondo Harina, grasa, agua piedras calientes no
Catuto/multrun alargado Trigo molido, manteca, sal freír/hervir no
Chapalele redondo, cuadrado Harina, papa cocida, manteca vapor, hervir no
Chochoca rollo Harina, papa, manteca, sal brasas no
Churrascas Redondas Harina, bicarbonato, sal brasas no
Coliza cuadrada Ídem. hallulla hornear si
Dobladitas empanada Harina, manteca, sal hornear no
Flauta alargada Harina, agua, levadura hornear sí
Frica redondo Ídem. pan de molde (80 g) hornear si
Galleta campesina redondo, 1/2 kilo Harina candeal, grasa, sal horno barro si
Hallulla redondo Harina, manteca, leche, hornear si
levadura
Lengua alargado Ídem. frica hornear si
Marraqueta / fran- 2 panes en lóbulos Harina, levadura, sal hornear si
cés / batido divisibles en 4
Milcao redondo Papa cocida, papa cruda rallada vapor, freír, no
hornear
Pan con papas redondo Harina, papa, levadura de masa escalivar si
Pan de huevo redondo Harina, huevos, azúcar, hornear no
leudante
Pan de molde rectangular, alto Harina, grasa, levadura, sal hornear si
Pan de pascua Redondo, alto Harina, azúcar, frutas, especias hornear no
Rosita Redondo, flor Ídem. marraqueta hornear si
Simita redonda Ídem. sopaipillas sin zapallo hervir no
Sopaipilla redonda Harina, zapallo cocido, agua, sal freír no
c/zapallo
Sopaipilla redonda Harina, agua, sal freír no
s/zapallo
Subcinericio redonda Harina candeal, grasa, sal escalivar no
tapadito redondo Ídem. pan de molde (40 g) hornear si
Telera rectangular grande idem. pan amasado hornear si
Tortilla al rescoldo redonda, ovalada Harina, manteca, sal escalivar no
Tortilla de campo redonda Ídem, tortilla al rescoldo escalivar no
39
88
ENTRE
LA
TORTILLA
DE
RESCOLDO
Y
LA
MARRAQUETA:
¿CUÁLES
FUERON
LOS
PRIMEROS
PANES
DE SANTIAGO?
Extranjeros
que
visitan
Santiago
se
admiran
por
la
calidad
del
pan
nacional:
variado,
siempre
caliente,
sabroso
y
producido
diario.
El
arte
de
la
panadería
y
la
ciudad
de
Santiago
tienen
una
historia
común
interesante.
No
es
casual
la
cantidad
de
panaderías
que
existen,
ni
la
colección
de
variedades
de
sándwiches
que
se
ofertan
en
los
restaurantes.
Tampoco
lo
es
el
consumo
y
la
dependencia
que
tiene
nuestra
dieta
en
este
producto,
casi
como
en
los
tiempos
de
la
Edad
Media.
Por
algo
Chile
llegó
a
ser
el
principal
productor
mundial
de
trigo
a
inicios
de
la
conquista.
Muchos
historiadores
y
cronistas
han
inducido
a
creer
que
la
primera
actividad
productiva
de
la
sociedad
criolla
tras
la
fundación
de
Santiago
fue
la
carpintería,
dada
la
necesidad
de
levantar
toldos
y
tiendas
para
la
floreciente
ciudad
de
los
conquistadores
de
la
cuenca
del
Mapocho.
Sin
embargo,
esta
es
una
visión
sesgada
pues,
como
lo
comentara
el
gran
periodista
Aurelio
Díaz
Meza,
la
verdadera
primera
gran
industria
de
la
capital
del
Santiago
del
Nuevo
Extremo,
por
las
necesidades
alimenticias
de
la
población,
era
la
producción
de
tortillas
de
rescoldo,
de
las
mismas
que
aún
es
posible
encontrar
en
algunas
carreteras
alrededor
de
Santiago
y
en
el
Centro
mismo
de
la
ciudad,
en
los
barrios
de
Mapocho,
Independencia,
Recoleta
y
otros.
El
autor
señala
que
estas
tortillas
eran
llamadas
por
entonces
“pan
subcinericio”,
según
consta
en
algunos
documentos
notariales.
Este
término
aún
es
usado
en
España
para
señalar
a
la
misma
clase
de
tortillas
hechas
de
masa
expuesta
las
cenizas
calientes
de
una
fogata
ya
consumida.
La
producción
de
las
tortillas
de
rescoldo
habría
sido
compartida
en
la
Capitanía
por
las
mujeres
indígenas
dóciles
del
valle
del
Mapocho
y
por
las
indias
traídas
del
Perú,
que
llegaron
con
los
conquistadores
hasta
la
recién
fundada
capital.
Éstas
enseñaron
la
actividad
a
aquellas.
Dichas
mujeres
iban
a
vender
diariamente
estas
tortillas
calientes
al
mercado
o
"Tiánguez"
que
se
había
hecho
establecer
en
la
Plaza
de
Armas.
La
colonia
consumía,
entonces
cantidades
de
este
pan
denso
y
masacotudo,
que
llevaba
grasa
en
su
sencilla
receta.
Pudo
haber
sido
incluso,
la
base
de
la
alimentación
en
una
población
a
veces
menesterosa
de
provisiones
y
obligada
a
cocinar
con
prisa
y
sin
grandes
lujos,
ante
la
amenaza
constante
de
los
ataques
indígenas.
Según
detalla
Díaz
Meza
en
uno
de
los
capítulos
de
sus
"Leyendas
y
Episodios
Chilenos",
la
tortilla
de
rescoldo
ya
se
comía
con
queso
y
un
vino
cuando
aún
no
tenía
lugar
la
destrucción
de
Santiago
por
las
huestes
de
Michimalongo.
Hacia
mediados
del
siglo
XVI,
cada
familia
molía
en
su
propia
casa
el
trigo,
o
bien
comparaba
las
tortillas
calientes
de
las
indias
en
el
mercado.
Sin
embargo,
el
aumento
de
la
población
de
Santiago
había
superado
la
capacidad
de
producción
de
pan
y
el
producto
comenzó
a
escasear,
quedando
cada
vez
más
privados
de
ellos
los
del
estrato
más
bajo
de
la
sociedad
colonial..
El
naturalista
Gay
comenta
la
presencia
dominante
del
pan
francés
o
marraqueta
(pan
batido)
en
la
oferta
panadera
nacional,
confirmando
la
antigua
y
masiva
oferta
en
las
panaderías
locales,
entre
fines
del
siglo
XVIII
y
los
tiempos
de
la
Reconquista
española:
“En
Chile
hay
varias
clases
cuyas
principales
son
el
pan
francés
que
es
el
común
de
la
Europa,
el
pan
inglés
de
forma
redonda
y
un
poco
menos
cocido
que
el
anterior,
el
chileno
sazonado
con
grasa
y
usado
en
las
provincias,
la
talera
que
se
da
á
los
peones
y
á
los
mineros
y
amasada
con
la
harina
en
hoja,
y
en
fin
la
tortilla
preparada
como
si
tiempo
de
Abraham
y
como
la
preparan
todavía
los
Árabes
y
otros
pueblos
de
la
África,
es
decir
sin
levadura
y
cocido
bajo
las
cenizas
poco
antes
de
la
comida.”
El
comentario
de
Gay
al
pan
de
marraqueta
desmiente
la
leyenda
de
que
habría
entrado
a
Chile
por
la
intervención
de
dos
panaderos
franceses
de
Marraquette
que
tenían
su
panadería
en
el
puerto
de
Valparaíso
a
principios
del
siglo
XX,
desde
donde
llegó
a
Santiago,
teoría
que
tropieza,
entre
otras
cosas,
con
el
problema
de
que
hasta
nuestros
días
se
le
llama
en
el
puerto
“pan
batido”
y
no
marraqueta.
Parecería
más
verosímil,
entonces,
la
otra
leyenda
sobre
su
origen,
que
pone
a
un
francés
de
apellido
Marraquet
adaptando
el
pan
de
su
patria
y
vendiéndolo
en
su
local
junto
a
la
Plaza
de
Armas,
aunque
las
versiones
no
son
claras.
Bien
puede
tratarse
de
una
adaptación
local
del
baguette,
aunque
la
forma
que
adoptó
acá
(dos
panes
unidos,
en
una
unidad
divisible
en
cuatro)
parece
ser
especialmente
chilena.
Mención
especial
merece
la
hallulla,
otro
pan
tradicional
de
forma
redonda
y
muy
consumido
en
Chile
desde
antaño,
el
segundo
en
proporción
después
de
la
marraqueta,
y
que
según
algunos
autores
habría
llegado,
como
el
pan
pita,
por
influencia
árabe
en
el
país,
probablemente
a
través
de
la
vía
andaluza.
Su
nombre
provendría
de
la
40
89
expresión
allún-‐Allah,
que
en
árabe
hispánico
significa
bollo
de
fiestas
de
Allah,
según
la
definición
de
la
Academia
de
la
Lengua
Española.
http://urbatorium.blogspot.cl/2008/12/entre-‐la-‐tortilla-‐de-‐rescoldo-‐y-‐la.html
41
90
con
aceitunas
y
naranja
agria,
o
de
la
carraca
nortina.
Nos
queda
la
fama
de
las
lentejas
de
las
monjas
Rosas.
También
las
de
las
Pastorizas,
el
ajiaco
de
las
monjas
Claras,
los
porotos
de
las
Capuchinas
y
las
aceitunas
de
las
Agustinas,
pero
se
sabe
poco
de
su
preparación.
La
antigüedad
de
la
empanada
criolla,
con
su
"pino"
de
nombre
mapuche,
consta
en
una
pintura
de
la
Catedral
de
Santiago
de
1652.
Asimismo
eran
comunes,
sin
conocerse
mayores
detalles,
los
caldillos,
el
pescado
frito,
la
cazuela,
el
asado
al
palo,
la
carbonada
y
los
chupes
de
influencia
peruana.
Los
aportes
culinarios
de
La
Serena
Había
sí
bastante
más
que
hemos
perdido,
como
lo
indican
las
referencias
al
prestigioso
arte
culinario
de
La
Serena
que
entonces
estaba
mucho
más
cerca
que
otros
de
la
"cocina
de
mantel
largo".
De
esa
ciudad
colonial,
Pereira
Salas
menciona
el
pavo
mechado
con
tajadas
de
pisto
o
fritura
de
pimiento,
tomate,
ajo
y
calabazas
revueltos
en
jugo
de
carne;
los
lechoncitos
en
cama
de
arrayán
florido
o,
en
otra
versión
que
recoge
Hernán
Eyzaguirre,
rellenos
con
colas
de
camarones,
arvejitas,
choros
zapatos
amarillos
y
pimiento
morrón.
La
lista
sigue
con
la
nogada
de
gallina
negra
catalana,
y
la
corvina
asada
bajo
rescoldo
de
arena,
envuelta
con
hojas
de
repollo
bañadas
en
mantequilla
y
no
en
grasa
"en
pella"
(algo
muy
moderno
para
el
siglo
XVIII).
Para
terminar
con
los
camarones
de
río
con
pebre
de
ajo,
y
el
cordero
asado
al
palo
con
salsa
picante
de
tomate
chino
y
manzanas
y
camotes
cocidos.
Algunos
de
esos
platos
pueden
todavía
encontrarse
en
las
buenas
mesas
familiares
serenenses,
y
sin
duda
en
otras
provincias
debe
ocurrir
lo
mismo.
Todo
un
panorama
por
recuperar,
como
ya
se
está
intentando.
Surge
la
repostería
chilena
Fuera
de
ese
tesoro
provinciano,
donde
sí
aparecen
las
primeras
recetas
de
alta
calidad
que
en
su
conjunto
han
perdurado
hasta
hoy,
es
en
la
dulcería.
Allí
seguimos
el
ejemplo
de
los
conventos
virreinales
peruanos
con
su
tradición
árabe-‐andaluza,
lo
que
complementó
acá
la
calidad
de
las
frutas,
en
especial
chirimoya,
lúcuma,
frutilla,
durazno,
melón
y
membrillo.
Tal
como
en
Lima,
aunque
con
menos
intensidad
en
el
dulzor,
hubo
aquí
"mano
de
monja".
Ayudaron
a
ello
el
azúcar
importado
y
también
aquel
que
se
dice,
sin
confirmación
de
historiadores,
produjo
La
Quintrala
y
que
habría
originado
los
dulces
de
La
Ligua,
sin
olvidar
la
miel
de
abejas
y
la
de
palma.
Tortas
como
la
de
milhojas
y
muchas
más,
huevos
chimbos,
cajetillas,
alfajores
altos,
buñuelos,
bizcochuelos,
mazamorra,
duraznitos
almibarados
de
la
Virgen
y
de
San
José,
tostadas
de
almendra,
ponderaciones,
manjar
blanco
y
confituras
de
limón
sutil
y
de
coquitos
de
palma
no
agotan
la
lista
pero
nos
recuerdan
una
herencia
duradera.
Aludiendo
nuevamente
al
norte,
no
pueden
omitirse
la
torta
de
Combarbalá,
para
la
que
se
requerían
100
huevos,
de
cuyas
claras
se
usaban
sólo
doce,
y
la
torta
catalana,
que
aún
se
prepara
en
La
Serena.
En
todas
las
ciudades
con
tradición
conventual
se
daba
la
perfección
monjil
en
la
alcorza
o
pasta
de
almendra.
Ella
se
prueba
con
la
imitación
de
servilleta,
cuchillo
y
alimentos
varios
que
engañó
al
gobernador
Martín
de
Mujica
en
el
banquete
con
que
se
le
recibió
en
Santiago.
Tales
artificios
se
codeaban
con
vinos
toscos,
chicha,
aloja,
horchata
y
las
variadas
mistelas,
cuyo
lenguaje
de
colores
y
sabores
era
hábilmente
utilizado
por
la
coquetería
femenina.
En
síntesis,
de
esos
tiempos,
fuera
de
los
productos
naturales,
hemos
heredado
los
mejores
postres
de
la
repostería
chilena,
primer
capítulo
en
nuestra
antología
de
cocina
de
alta
calidad.
Desarrollo
de
la
cocina
en
el
siglo
XIX
Una
cuidadosa
revisión
de
los
textos
de
Eugenio
Pereira
y
Hernán
Eyzaguirre
nos
decepciona
en
cuanto
a
los
años
iniciales
de
la
República,
quizás
también
por
falta
de
información
detallada.
Por
cierto
los
frutos
del
mar
y
de
la
tierra
seguían
siendo
excelentes
y
la
afición
a
la
42
91
comida
mantenía
el
antiguo
fervor,
en
especial
por
todo
tipo
de
carnes.
Se
disponía
de
aves
domésticas
(la
cazuela
de
gallina
y
el
ganso
relleno
de
San
Martín
parecen
haber
sido
dos
clásicos)
y
muchas
más
de
cacería.
En
materia
de
vacunos,
cerdo
y
cordero,
el
dato
de
que
se
prefiriera
este
último
de
cinco
años,
y
ojalá
de
siete,
suscita
justificadas
sospechas
sobre
los
gustos
de
entonces.
Queda
la
impresión
de
que
importaba
más
la
cantidad,
y
al
parecer
lo
que
dominaba
por
sobre
todo
eran
los
guisos
suculentos
y
repetidos
a
diario,
como
cazuela,
puchero,
charquicán,
porotos
y
maíz
en
varias
formas.
Ni
siquiera
en
las
alegres
y
copiosas
celebraciones
de
la
Independencia
encontramos
verdadero
refinamiento.
Sin
embargo,
a
través
de
todo
el
siglo
XIX
se
fue
consolidando
el
repertorio,
básicamente
campesino,
de
la
cocina
criolla,
y
a
la
vez
la
progresiva
llegada
de
inmigrantes
europeos
comenzó
a
enriquecer
esa
lista.
La
nueva
costumbre
de
los
cafés
y
restaurantes,
muchas
veces
a
cargo
de
extranjeros,
aportó
hacia
la
mitad
de
la
centuria
un
estilo
más
cuidado
y
ya
no
sólo
familiar.
Eyzaguirre
da
cuenta
de
un
curioso
folleto
de
1851
en
el
que
aparece
por
fin
una
serie
de
recetas
para
cocinar
aves,
como
un
capón
con
ostiones,
y
figuran
la
salsa
blanca
o
béchamel
y
la
"bayonesa"
o
mayonesa,
la
carlota
rusa
y
el
plum-‐pudding.
En
esa
época
se
comían
ya
los
ravioles
y,
sobre
todo
en
el
sur,
empieza
la
influencia
de
la
pastelería
alemana.
La
admiración
por
lo
francés
En
la
segunda
mitad
del
siglo
reina
la
admiración
por
lo
francés,
aparecen
las
cepas
finas
en
la
vitivinicultura
y
las
grandes
familias
importan
buenos
chefs,
algunos
de
los
cuales
dirigirán
después
sus
propios
restaurantes.
Anunciando
nuestra
particular
"belle
époque"
que
se
extendería
hasta
bien
entrado
el
siglo
XX,
triunfaban
cocineros
como
Eugene
Bounout,
François
Gage
y
Alexandre
d’Huique,
que
en
palabras
de
Eugenio
Pereira
envolvían
en
suaves
salsas,
como
nunca
antes,
la
delicada
carne
de
nuestros
mariscos.
Ellos
y
otros
importaban
auténtico
caviar,
trufas
y
foie
gras,
y
ofrecían,
además
de
sus
recetas
francesas
y
algunas
con
acentos
orientales
como
la
langosta
a
la
indiana
o
el
arroz
al
curry,
platos
novedosos
que
creaban
o
adaptaban
a
los
productos
locales.
A
Papá
Gage,
como
se
le
conocía,
atribuye
Eyzaguirre
nada
menos
que
los
erizos
al
cajón,
los
vol-‐au-‐vents
de
ostras,
los
carapachos
de
jaiba
y
el
bistec
a
lo
pobre
(asimismo
importado
de
Francia,
según
el
afrancesado
gourmet
chileno
Francisco
Amunátegui),
que
aún
permanecen.
También
desde
fines
del
siglo
XIX
aumentó
la
escasa
corriente
inmigratoria,
y
así
comidas
características
de
los
grupos
más
numerosos,
en
especial
italianos
y
españoles
(que
curiosamente
trajeron
entonces
los
guisos
que
hoy
identifican
su
cocina,
distintos
de
los
de
la
Conquista
y
la
Colonia),
se
introdujeron
tanto
en
restaurantes
como
en
la
comida
familiar.
En
la
misma
forma
y
con
distinta
intensidad,
la
hubo
de
alemanes,
franceses,
chinos,
croatas
y
árabes,
además
de
la
de
los
franceses
en
la
alta
gastronomía.
Platos
típicamente
chilenos
Tenemos,
entonces,
dos
nuevas
fuentes
donde
hallar
comida
de
calidad
que
perdure
hasta
hoy.
Por
una
parte,
la
ampliación
y
el
perfeccionamiento
de
la
cocina
criolla
producen,
en
su
propio
estilo,
platos
de
real
excelencia.
Varias
recopilaciones
de
estos
últimos
años,
como
la
del
doctor
Roberto
Marín
Vivado,
coinciden
en
un
total
de
alrededor
de
500
recetas
chilenas,
mucho
más
de
lo
que
de
ordinario
se
cree.
De
ese
gran
volumen
podemos
extraer,
con
cierto
rigor
y
dentro
de
lo
opinable,
a
lo
menos
20
auténticamente
"de
mantel
largo".
Hay
también
creaciones
poderosas,
de
fiesta
comunitaria
o
popular,
como
el
curanto,
con
sus
variaciones
altiplánica
y
pascuense,
el
pulmay,
el
cancato,
el
cordero
al
palo
o
asado
en
cruz
en
la
Patagonia,
pero
ello
no
entra
en
nuestro
propósito.
En
cambio,
bastarán
unos
pocos
ejemplos
para
convencer
de
que
entre
esos
platos
de
consumo
frecuente
que,
por
sus
materiales,
sólo
43
92
pueden
prepararse
a
la
chilena,
existen
algunos
a
veces
mal
apreciados
que
merecen
ser
parte
de
un
gran
menú.
De
la
costa,
el
mariscal
crudo
con
las
especies
de
cada
zona,
en
ésta
de
Concepción
con
el
añadido
de
ulte
y
piure;
el
caldillo
de
congrio
y
la
sopa
de
machas;
los
picorocos
apenas
pasados
por
mantequilla;
los
locos
en
escabeches
o
en
chupes.
Entre
éstos,
que
acá
se
diferenciaron
del
peruano,
los
de
jaiba
y
de
centolla
(además
del
muy
terrestre
de
guatitas).
Los
mínimos
camarones
de
orilla,
incluso
con
su
cáscara.
Pescados
como
la
corvina,
el
lenguado,
la
vieja,
el
pejesapo,
el
pejerrey,
el
salmón
ahora
chilenizado
y
tantos
otros
aptos
para
esa
cocina
del
mar
que
solemos
echar
de
menos,
pero
que,
a
la
chilena,
pueden
saborearse
gloriosamente
apenas
fritos,
en
caldillos
o
con
el
mínimo
de
intervención
humana.
Del
campo
vienen
el
arrollado
de
malaya,
la
cazuela
de
pava
nogada,
el
pastel
de
choclo,
los
porotos
con
mazamorra,
los
changles
con
cebolla
y
merquén,
el
cordero
lechón
arvejado
de
la
costa
central,
la
plateada
al
horno,
el
estofado
de
San
Juan
con
sus
aves
y
ciruelas.
Del
agua
dulce,
los
camarones
de
río
al
vino
blanco
y
las
truchas
rellenas.
En
la
dulcería
fueron
añadiéndose
a
la
tradición
colonial
dulces
chilenos
con
manjar,
pera
y
alcayota,
pastas
de
San
Estanislao,
tortas
en
masa
de
hoja,
pinzadas
y
betunadas,
o
castañas
envueltas
en
papel
plateado.
Nada
de
esto
es
necesario
recuperar
porque
todo
está
vivo
y
al
alcance
de
la
mano.
Alianza
de
lo
nativo
con
lo
importado
La
segunda
fuente
de
hallazgos
está
en
la
alianza
de
elementos
nativos
con
las
técnicas
y
estilos
importados.
Aunque
los
casos
más
numerosos
son
los
de
influencia
francesa,
los
hay
también
de
otros
orígenes.
Algunos
han
perdurado
en
los
usos
actuales
(las
machas
a
la
parmesana,
por
ejemplo,
es
hoy
el
plato
que
se
repite
en
mayor
número
de
locales),
pero
varios
van
desapareciendo
y
sólo
se
encuentran
en
tres
o
cuatro
clubes
o
restaurantes.
He
revisado
más
de
200
menús
de
la
"belle
époque"
chilena.
Ellos
procuraban
sobre
todo
copiar
directamente
recetas
francesas
al
estilo
del
vol-‐au-‐vent
financière
o
los
tournedos
Rossini.
A
veces
incorporaban
entre
medio,
de
manera
pintoresca,
platos
nativos
como
"cazuelá
de
volaille",
porotos
granados
o
"empanadas
à
la
chilienne".
Pero
además
introdujeron
algunas
recetas
más
sencillas
en
la
comida
hogareña,
como
la
coliflor
con
salsa
blanca
o
la
ensalada
rusa,
nuevas
combinaciones
para
productos
americanos
como
la
palta
(en
crema,
en
salsa
para
el
pescado
o
rellena
con
espárragos),
técnica
acá
novedosas
(vol-‐au-‐vent,
aspic,
galantina)
y
múltiples
salsas.
Además
de
lo
de
origen
francés,
también
el
curry,
el
arroz
a
la
española,
los
espárragos
a
la
parmesana
o
una
ensalada
japonesa.
Copiando
se
avanza
Gracias
a
los
chefs
importados
y
al
espíritu
de
imitación
obtuvimos
mucho
más.
El
pastel
de
jaiba
es
distinto
del
chupe
criollo.
El
libro
La
Tía
Pepa,
de
1872,
nos
da
la
pista
del
origen
de
los
erizos
al
cajón,
en
cubos
ahuecados
de
pan
de
molde
frito,
quizás
lo
más
refinado
de
todo.
En
efecto,
es
probable
que
Papá
Gage
se
haya
inspirado
en
la
receta
de
origen
galo
que
allí
aparece
de
callampas
fritas
y
puestas
en
esos
mismos
cubos
de
pan
sin
su
miga.
Los
variados
fricasés
son
distintos
de
la
preparación
francesa
del
mismo
nombre,
pero
tienen
esa
raíz
y
mezclan
distintos
productos
(filete
de
vacuno,
sesos,
criadillas,
y
algunos
autóctonos,
como
machas
o
picorocos)
con
cubitos
de
papa
y
de
pan
fritos,
arvejas
y
huevo
revuelto.
Además
nos
llegaron
otros
platos
de
lujo
con
ingredientes
nativos
o
bien
directamente
"copiados",
que
se
han
incorporado
a
nuestros
hábitos
culinarios
pero
que
sólo
en
algunos
casos
podríamos
incluir
como
cocina
propiamente
chilena:
erizos
en
cocotte,
en
omelette
o
en
flan;
langosta
a
la
americana
o
a
la
parisién;
pato
a
la
naranja;
bisque
de
camarones
de
río;
criadillas
al
canapé;
crema
de
alcachofas;
corvina
Meunière
o
con
salsa
de
erizos
o
de
ostras;
congrio
y
otros
pescados
à
la
Marguery.
Éstos
en
verdad
vienen
sólo
con
choritos
y
camarones,
aunque
hayan
44
93
cambiado
al
nacionalizarse
en
la
rutinaria
pero
abundante
salsa
Margarita
de
las
picadas
costeras
También
en
los
postres
quedó
ese
legado:
soufflés,
bombas
heladas,
carlota
rusa,
marquesado,
pêches
Melba,
parfait
praliné
o
moka,
y
los
numerosos
bavarois,
en
especial
con
frutas
chilenas
y
con
una
técnica
distinta
de
la
original
francesa.
Pasteleros
como
Camino
o
Pinaud,
el
del
Casino
del
Portal
Fernández
Concha,
trajeron
éclairs
de
chocolate
y
café,
gateaux
Saint
Honoré,
palmeras,
milhojas,
planchados
de
masa
de
hoja,
merengues
con
crema
Chantilly,
babá
al
ron
y
mucho
más.
Todo,
sin
duda,
a
la
altura
de
un
banquete
e
incorporado
a
las
costumbres
nacionales,
a
lo
menos
en
los
sectores
con
más
recursos.
La
influencia
europea
se
expande
Fuera
de
Santiago,
la
inspiración
europea
aliada
con
lo
criollo
se
tradujo,
para
citar
nuevamente
el
caso
serenense,
en
postres
como
encaje
inglés,
huevo
molle
con
merengue,
budín
de
camote,
huevos
al
revés,
suspiros
de
monja,
brevas
amoldadas,
sopa
fría
de
papaya
y
pisco,
turrón
de
arrope
y
distintos
postres
con
papaya,
lúcuma
y
chirimoya.
En
el
sur
se
multiplicaron
también
los
kuchenes,
tortas
y
panes
de
Pascua
alemanes,
con
frutas
de
la
zona
al
natural,
secas
o
en
mermeladas.
Aún
en
los
años
20
seguía
rigiendo,
al
menos
en
los
banquetes
oficiales,
el
patrón
francés,
pero
su
uso
en
las
casas
particulares
perdió
rigor,
disminuyó
el
número
de
platos
y
se
amplió
a
otras
influencias.
Cuando
cerró
Gage,
ya
entonces
en
manos
de
sus
herederos,
gozó
de
parecido
prestigio,
pero
en
clave
española,
La
Bahía.
Ese
local,
además
de
algunas
recetas
heredadas
del
de
Gage,
creó
o
popularizó
otras
como
la
palta
reina,
de
larga
vida,
el
chupe
de
guatitas
o
el
filete
mignon
con
champiñones.
Uno
de
los
grandes
referentes
de
ese
tiempo
fue
el
Hotel
Crillón,
a
cargo
de
Jorge
Kuppenheim,
con
estilo
sobre
todo
francés,
como
su
director,
y
también
centroeuropeo.
Otro
fue
el
Club
de
la
Unión,
instalado
en
1925
en
su
nueva
sede,
que
supo
combinar
suculentos
platos
criollos,
comenzando
por
las
empanadas,
productos
campestres
exclusivos
como
el
queso
y
la
mantequilla
de
determinados
fundos,
gran
bodega
de
vinos
de
guarda
y
lo
mejor
de
aquellas
influencias
extranjeras.
Los
clubes
provincianos,
tanto
sociales
como
políticos,
resguardaron
sobre
todo
la
comida
criolla.
El
libro
La
Buena
Mesa
En
1933
Olga
Budge
de
Edwards
publicó
La
Buena
Mesa,
que
se
reeditó
durante
30
años,
donde
recogió
la
amplitud
del
recetario
disponible
entonces.
Sus
méritos
llevaron
a
su
revisión
y
completar
en
1997,
tras
12
años
de
trabajo
y
con
un
notable
aporte
del
editor,
esa
enorme
cantera
culinaria.
El
libro
reúne
sobre
3.500
recetas
de
platos
(hay,
por
ejemplo,
120
de
huevos,
sin
contar
tortillas
y
diversas
combinaciones,
14
de
congrio
y
otras
tantas
de
langosta,
y
40
tortas),
además
de
las
de
tragos,
picoteos,
salsas
y
otros
complementos,
tanto
para
la
comida
familiar
como
para
recibir.
Llama
la
atención
la
diversidad
de
países,
de
Oriente
y
Occidente,
de
donde
proviene
esa
cantidad
de
sugerencias
(abundan
las
recetas
peruanas,
que
fueron
conocidas
así
antes
de
la
llegada
de
sus
restaurantes).
El
libro
incluye
por
cierto
numerosas
preparaciones
de
estirpe
criolla,
a
las
que
los
mejores
recetarios
anteriores
daban
menos
importancia
que
a
las
que
venían
de
Francia.
De
La
Buena
Mesa
me
interesa
sobre
todo
destacar
cómo
las
dueñas
de
casa
con
especiales
condiciones
culinarias,
y
la
misma
Olga
Budge,
habían
ido
enriqueciendo
en
sus
cuadernos
de
recetas
sencillos
platos
tradicionales.
El
libro
suele
distinguir
esos
perfeccionamientos
con
nombres
geográficos
bien
chilenos,
como
criadillas
Marga
Marga
o
Placilla,
patitas
Camarico
o
Peñuelas,
erizos
Cartagena
(hay
allí
varias
formas
de
aprovecharlos
con
refinamiento)
o
huevos
Santa
Lucía
y
San
Cristóbal.
Hay
asimismo
mestizajes
como
el
"caldillo
de
45
94
las
niñas"
de
congrio
con
crema
y
queso,
o
las
pencas
de
cardo
al
parmesano,
algunos
de
los
cuales
merecen
considerarse
también
"de
mantel
largo".
Es
lo
mismo
que
ocurre
en
el
texto
de
Hernán
Eyzaguirre
con
el
cochayuyo
Gudelia
y
el
chupe
de
locos
de
su
madre,
o
el
congrio
con
erizos
de
Magdalena
Claro.
En
su
conjunto
es
ésta
una
valiosa
contribución
no
ya
de
los
restaurantes
sino
de
la
cocina
urbana
familiar,
a
mi
juicio
la
que
se
halla
entre
nosotros
en
mayor
peligro
de
desaparición
y
por
lo
mismo
debe
protegerse.
En
materia
de
postres,
además
de
leche
asada
o
nevada,
huevos
chimbos
y
dulces
criollos
tradicionales,
hay
varios
de
lúcuma,
de
huevo
molle,
soufflés,
marquises
y
bavarois
de
estilo
tanto
francés
como
chileno.
Hacia
una
nueva
alta
cocina
chilena
Estoy
convencida
que
los
cambios
en
las
costumbres
posteriores
a
la
Segunda
Guerra
congelaron
en
lo
fundamental
y
por
largo
tiempo
el
desarrollo
del
período
anterior
al
que
me
acabo
de
referir.
Con
posterioridad,
a
partir
de
los
años
70,
la
renovación
gastronómica
que
hemos
vivido
se
ha
basado
en
gran
medida
en
la
apertura
a
nuevas
influencias
externas,
sobre
todo
mediterráneas
y
orientales,
pero
también
norteamericanas.
Ha
habido
una
increíble
multiplicación
de
restaurantes
que
lo
reflejan
y
un
mejoramiento
de
las
técnicas
culinarias
gracias
sobre
todo
a
unos
pocos
chefs
extranjeros
muy
valiosos.
La
cocina
chilena
quedó
en
un
segundo
plano,
defendida
por
la
calidad
de
los
productos
naturales
y
repitiendo
hasta
la
saciedad
unos
cuantos
platos
folclóricos.
Sólo
la
prédica
iniciada
por
chefs
como
René
Acklin
(iniciador
de
la
carrera
de
gastronomía
de
Inacap,
Pueblito
Parque
O’Higgins,
Santiago),
Carlos
Monge,
Guillermo
Rodríguez
y
otros,
que
también
han
traído
desde
fuera
nuevas
experiencias,
han
intentado
crear
una
nueva
alta
cocina
chilena,
que
además
reivindica
ingredientes
nativos
olvidados.
Coincide
este
último
período
con
un
salto
cualitativo
de
nuestros
vinos,
hoy
como
siempre
complemento
indispensable
de
la
buena
comida.
La
traducción
de
este
esfuerzo
en
nuevas
recetas
está
obteniendo
resultados
que
a
veces
nos
han
sorprendido
por
su
calidad,
pero
ellas
recién
empiezan
a
difundirse
en
libros
y
revistas,
poniéndose
así
al
alcance
de
todos.
Espero
que
con
el
transcurso
del
tiempo,
tal
como
ha
ocurrido
antes,
las
mejores
se
incorporen
a
la
tradición
nacional,
renovándola.
En
mi
opinión,
esto
debería
tener
como
necesario
complemento
el
rescate
y
la
valoración
de
lo
más
significativo
que
el
país
fue
creando
a
lo
largo
de
cuatro
siglos
y
medio,
a
partir
del
gran
mestizaje
inicial.
Tal
propósito
requiere
una
labor
seria
de
investigación
que
ya
ha
comenzado
en
el
ámbito
académico
y
que
debe
centrarse
sobre
todo
en
los
períodos
donde,
como
he
indicado,
carecemos
de
datos
confiables.
Las
etapas
de
la
cocina
chilena
en
síntesis
En
resumen,
habría
que
reiterar
las
etapas
históricas
de
las
cuales
hemos
heredado
una
cocina,
siempre
en
algún
grado
mestizada,
pero
de
verdadera
calidad
desde
el
punto
de
vista
gastronómico
y
que
todavía
permanece.
Ellas
son,
básicamente,
la
colonial
con
su
dulcería;
la
segunda
mitad
del
siglo
XIX
y
los
comienzos
del
XX
tanto
con
el
perfeccionamiento
del
estilo
criollo,
campestre
y
marino,
como
con
la
adaptación
de
nuevas
influencias
europeas,
sobre
todo
francesa;
la
ampliación
del
horizonte
entre
las
dos
grandes
guerras
con
el
doble
aporte
de
restaurantes
y
dueñas
de
casa,
y
la
profunda
renovación
de
los
últimos
30
años,
debida
a
un
grupo
de
notables
chefs,
aunque
con
la
tarea,
aún
a
medio
camino,
de
recuperar
excelencias
olvidadas
y
crear
con
productos
chilenos
una
síntesis
entre
la
identidad
nacional
y
las
tendencias
actuales.
46
95
La
identidad
de
la
cocina
chilena
Supuesto
el
alto
nivel
culinario
indispensable
y
al
igual
que
en
otros
aspectos
de
nuestra
cultura,
la
gran
pregunta
sigue
siendo
cómo
se
manifiesta
esa
identidad
a
través
de
realizaciones
en
apariencia
tan
diversas
como
pueden
ser
unos
erizos
al
cajón,
un
cordero
arvejado
y
unos
dulces
chilenos
con
manjar
o
alcayota.
Pienso,
y
en
esto
cabe
un
largo
debate
al
que
deberían
contribuir,
entre
otros,
antropólogos,
historiadores,
artistas
y
cocineros,
que
hay
varios
factores
principales
para
establecer
una
cierta
unidad
común
a
todas
ellas
y
a
las
demás
que
queramos
incluir
en
la
misma
categoría.
En
primer
lugar,
la
primacía
de
los
productos
nativos.
Aunque
usemos
los
más
variados
ingredientes
y
aliños
exóticos,
la
chilenidad
de
un
plato
dependerá
en
buena
medida
de
los
sabores
característicos
del
mar
y
de
la
tierra,
distintos
siempre
de
los
importados,
aunque
sea
en
matices.
Esos
productos
son,
además,
el
elemento
central
de
la
receta,
a
diferencia
de
otras
cocinas
donde
lo
que
domina
son
la
mezcla,
las
salsas,
las
especias
o
los
agregados.
En
seguida,
es
importante
una
cierta
simplicidad,
tanto
por
el
escaso
número
de
los
elementos
utilizados
como
por
la
sencillez
de
la
preparación.
Luego
–y
quizás
lo
más
característico–
resulta
determinante
el
"tono"
nada
extremado
de
los
sabores:
ni
excesivamente
picante,
ni
demasiado
dulce,
casi
nunca
tan
ácido
o
amargo
como
en
otras
latitudes
y
raramente
agridulce.
Esa
moderación
se
da
aun
con
ingredientes
tan
poderosos
como
el
erizo
o
el
piure,
por
lo
menos
en
sus
expresiones
más
refinadas,
sea
por
su
uso
moderado
o
con
aliños
capaces
de
suavizarlos.
En
definitiva,
el
catálogo
de
platos
chilenos
aptos
para
una
"mesa
de
mantel
largo",
como
la
que
querían
nuestros
lejanos
antepasados,
resulta
variado
dentro
de
un
espíritu
que
les
es
común.
Incluye
mayor
proporción
que
en
la
mayoría
de
los
países
sudamericanos
de
un
mestizaje
básicamente
europeo,
inicial
y
reciente,
y
en
conjunto
mucho
más
homogéneo
que
lo
que
cabría
esperar
por
esas
influencias.
No
sería
de
extrañar
–y
la
alta
cocina
renovada
de
que
tanto
se
habla
lo
está
comprobando–
que
muchas
recetas
tradicionales
criollas
consideradas
populares
pasen
a
ser
parte
de
un
perfecto
menú
de
banquete
mediante
un
cuidadoso
proceso
de
refinamiento
que
armonice
y
destaque
mejor
su
diseño
y
sus
sabores.
Ello
constituye
otro
desafío
para
los
cocineros
chilenos,
que
podría
dar
un
nuevo
impulso
o
crear
una
nueva
etapa
en
esta
antología
de
nuestra
calidad
culinaria,
siempre
que
sepan
respetar,
como
antes
ha
ocurrido,
esa
necesaria
y
algo
misteriosa
identidad.
47
96
Hoy
esa
cocina
campestre
del
Valle
Central
tiene
sus
más
auténticos
aunque
cada
vez
menos
numerosos
logros
en
las
paradas
camineras;
en
clubes
sociales
de
provincias,
y
por
cierto
en
lo
que
sobrevive
del
antiguo
ambiente
rural
en
fundos
y
pequeños
poblados.
Pero
representar
con
ella
toda
la
cocina
típica
chilena
oculta
la
realidad
mucho
más
rica
de
las
especialidades
regionales.
Así
el
Norte
Grande
tiene
mucho
que
ver
con
el
sur
de
Perú
y
con
el
altiplano
boliviano,
con
la
quínoa,
la
carne
de
llamo
y
la
huatia,
versión
nortina
y
de
tierra
adentro
del
curanto,
similar
a
la
pachamanca
peruana.
En
el
Norte
Chico,
una
refinada
tradición
culinaria
produjo
desde
la
Colonia
originales
recetas,
como
los
pescados
a
la
mantequilla
envueltos
en
hojas
de
repollo,
los
lechoncitos
rellenos
con
choros
amarillos
y
la
torta
de
Combarbalá
con
sus
cien
yemas
y
doce
claras.
De
las
cazuelas
nogadas
aconcagüinas
hacia
el
sur
la
lista
es
interminable,
aun
en
la
zona
central
supuestamente
homogénea,
con
cumbres
como
el
chillanejo
estofado
de
San
Juan
o
las
500
recetas
del
doctor
Roberto
Marín
Vivado,
recopilación
que
contiene
un
repertorio
muy
superior
al
que
se
suele
ofrecer.
Más
allá
de
la
Araucanía
y
sus
vegetales
autóctonos
están
los
patos
y
gansos
y
la
repostería
de
estilo
alemán,
y
después
las
tan
diferentes
comidas
chilota
y
patagónica.
La
subcultura
de
los
asados
goza
en
Chile
de
buena
salud,
porque
el
chileno
es
profundamente
carnívoro.
La
afición
a
las
parrilladas
y
sobre
todo
al
asado,
punto
de
encuentro
familiar
y
amistoso
con
cualquier
pretexto,
es
transversal,
como
se
dice
ahora,
y
recorre
todas
las
categorías
socioeconómicas.
Se
trata
de
una
práctica
culinaria
tradicionalmente
masculina,
realizada
casi
siempre
por
quienes
no
son
profesionales,
tal
vez
por
aquello
de
que
si
“el
cocinero
se
hace,
el
asador
nace”,
en
la
que
todos
están
seguros
de
dominar
el
arte.
En
Chile
casi
no
se
utiliza
otro
sistema
que
el
de
muy
variados
tipos
de
parrilla,
aunque
en
el
campo
también
se
asa
“al
palo”
y
en
la
Patagonia
en
el
asador
vertical,
pero
muy
rara
vez
se
usa
el
horno
a
la
española,
pese
a
que
en
éste
sí
se
preparan
pan
y
empanadas.
Cuatro
mil
kilómetros
de
costa
con
cientos
de
caletas
y
una
enorme
variedad
de
pescados
y
mariscos
entregan
un
tipo
de
alimentación
que,
quizás
por
su
misma
calidad,
se
consume
casi
siempre
al
natural
e
incluso
cruda,
con
expresiones
tan
populares
como
los
mariscales
y
el
cebiche,
en
que
la
receta
peruana
ha
desplazado
al
antiguo
raspado.
Cabe
sí
insistir
en
los
efectos
devastadores
de
la
cocción
excesiva
o
de
ocultar
esa
riqueza
bajo
salsas
espesas
y
cremosas,
de
lo
que
nos
rescata
en
parte
el
ascetismo
de
la
actual
influencia
japonesa.
Hay,
sin
embargo,
creaciones
valiosas
como
el
caldillo
de
congrio,
de
personalidad
tan
respetable
como
la
de
una
bouillabaisse
y
con
recursos
harto
más
sencillos.
Añadamos
pailas
marinas,
sopas
de
machas,
chupes
muy
diferentes
de
los
peruanos,
empanaditas
fritas
de
mariscos,
cancato
sureño
y
múltiples
frituras
de
pescados
(herencia
árabe-‐andaluza),
desde
los
pejerreyes
y
la
simple
pescada
al
suculento
congrio
a
lo
pobre.
Esta
cocina
de
las
caletas
se
centra
sobre
todo
en
los
mariscos
y
peca
por
la
poca
variedad
de
pescados,
sobre
todo
de
roca.
Más
reciente,
pero
aún
escasa,
es
una
“cocina
del
mar”
refinada.
Sin
embargo,
un
epítome
de
nuestro
mestizaje
de
orígenes
y
materiales
lo
da
el
curanto,
que
en
Chiloé
mezcla,
con
el
mismo
procedimiento
indígena,
las
papas
y
mariscos
autóctonos
con
cerdo
hispánico
ahumado,
aves
y
longanizas.
¿Quién
no
recuerda
la
comida
hogareña
de
su
infancia
y
adolescencia?
Ella
fue
el
sustrato
común
alimenticio
de
muchas
generaciones,
sobre
todo
en
los
sectores
medios
y
altos
de
las
ciudades;
pero
a
partir
de
mediados
del
siglo
XX
se
fue
reduciendo
por
los
cambios
en
las
costumbres
que
casi
han
eliminado
los
almuerzos
familiares.
Construida
lentamente
a
lo
largo
de
unos
doscientos
años
sobre
la
base
de
las
cocinas
rural
y
costina,
pero
adaptada
a
las
necesidades
de
la
familia
ciudadana,
incorporó
los
aportes
de
sucesivas
oleadas
de
inmigrantes.
Ingleses
del
comienzo
republicano;
italianos
(ya
en
1850
“El
Mercurio”
de
Valparaíso
hablaba
de
los
ravioles);
alemanes
a
partir
de
esa
década;
españoles
que
a
fines
del
siglo
XIX
trajeron
los
platos
con
que
48
97
hoy
identificamos
su
gastronomía
y
que
por
cierto
no
pudieron
comer
los
conquistadores;
la
admirada
“cuisine
française”,
y
en
menor
grado
croatas
y
árabes,
como
hoy
peruanos,
norteamericanos
y
orientales
varios...
Fueron
las
dueñas
de
casa,
ahorrativas
pero
bien
dotadas
para
la
cocina,
con
la
ayuda
vernácula
de
las
“mamas”
y
la
guía
de
unos
pocos
libros,
de
los
cuadernos
de
recetas
heredados
y
más
tarde
de
las
revistas
femeninas,
quienes
dieron
a
esta
cocina
una
notable
unidad,
hasta
el
punto
que
todos
comimos
algunas
vez
carbonada,
capachitos
de
masa
con
arvejas,
pastel
de
jaiba,
budín
de
pescado,
papas
con
chuchoca,
guisos
de
cochayuyo,
riñones
al
jerez,
locro
falso,
tomaticán,
tallarines,
pejerreyes
fritos
y
falsos,
leches
asadas
y
nevadas,
y
una
larga
lista
que
mezcla
con
lo
criollo
las
más
diversas
influencias.
De
las
influencias
culinarias
externas,
la
de
Francia
nos
deslumbró
desde
mediados
del
siglo
XIX,
y
se
manifestó
en
esos
menús
de
banquetes
sociales
y
políticos
escritos
en
un
francés
que
no
siempre
combinaba
bien
con
los
productos
criollos,
pero
además
en
la
llegada
de
cepas
galas
y
de
chefs
europeos
a
casas
particulares,
hoteles
y
restaurantes,
y
en
la
invención
de
platos
excelentes
que,
tal
como
intentan
hoy
nuestros
Toques
Blanches,
destacaban
la
riqueza
de
lo
autóctono
con
técnicas
de
la
alta
cocina
de
esa
época.
Algunas
de
tales
creaciones
sobreviven
en
clubes
tradicionales,
en
los
restaurantes
Carrousel
y
Raúl
Correa
y
familia,
y
en
unas
pocas
casas
que
las
han
conservado.
Ejemplos
característicos
son
los
erizos
“à
la
cocotte”
o
en
cajón
de
pan
de
molde;
los
fricasés
de
interiores
o
mariscos,
y
los
bavarois
de
postre;
quizás
el
bife
a
lo
pobre,
el
pastel
de
jaibas
y
las
machas
a
la
parmesana,
cuya
creación
invoca
un
conocido
local
de
Viña
del
Mar.
El
libro
“La
buena
mesa”,
de
doña
Olga
Budge,
es
un
repertorio
prodigioso
de
esa
influencia
extranjera
y
también
de
lo
netamente
criollo
y
lo
que
llamé
cocina
casera
urbana.
En
los
últimos
años,
un
grupo
de
chefs,
en
su
mayoría
jóvenes,
del
capítulo
chileno
de
Les
Toques
Blanches,
se
esfuerza
en
promover
un
uso
más
refinado,
liviano
y
saludable
de
los
productos
nacionales,
en
especial
de
aquellos
de
exportación.
Y
ahora
mismo
una
nueva
generación
formada
en
buena
medida
en
el
extranjero
intenta
traer
las
técnicas
derivadas
de
una
visión
científica
del
fenómeno
culinario.
Se
ha
generalizado
la
formación
profesional,
y
la
globalización
comercial
entrega
hoy
toda
clase
de
ingredientes
antes
desconocidos
o
inalcanzables.
Sería
injusto
omitir
la
partida
de
bautismo
de
esta
tendencia:
los
menús
que
preparó
en
sus
Termas
de
Cauquenes,
ya
en
1984,
nuestro
querido
René
Acklin,
fallecido
hace
ya
algún
tiempo,
y
que
él
mismo
tituló
“degustación
de
la
nueva
cocina
chilena”.
Tales
avances
buscan,
por
una
parte,
recuperar
las
raíces
indígenas
en
cuanto
a
los
alimentos
en
actual
desuso
o
en
riesgo
de
desaparición
y,
por
otra,
reelaborar
al
gusto
actual
recetas
típicas
criollas
e
inéditas
combinaciones,
texturas
y
sabores,
con
las
técnicas
modernas
aplicadas
a
nuestros
recursos
naturales,
logrando
lo
que
el
chef
de
Inacap
Guillermo
Rodríguez
ha
llamado
una
“nueva
alta
cocina
nacional”.
Es
verdad
que
la
penetración
de
las
recientes
tendencias
ha
encontrado
una
recepción
muy
selectiva,
pero
en
el
mayor
rigor
profesional,
nuevos
productos
y
adelantos
tecnológicos,
el
peso
de
la
modernidad
es
amplio
y
notorio.
Desafiando
la
tendencia
a
minimizar
lo
nuestro,
es
una
tarea
pendiente
la
de
destacar
los
valores
culinarios
ya
mencionados,
ojalá
con
la
fuerza
que
lo
hacen
nuestros
vecinos
peruanos
al
difundir
su
inimitable
“sazón”.
Así,
en
lugar
de
la
escuálida
lista
que
solemos
ofrecer
a
los
visitantes
(o
de
las
apenas
dos
menciones
–y
no
una,
como
se
dice–
que
tenemos
en
el
Larousse
Gastronomique,
el
archicitado
charquicán
y
una
extraña
sopa
de
arroz
con
pimiento
verde,
perifollo
y
pan
cubierto
de
béchamel
y
queso),
podríamos
formar
un
sólido
catálogo.
Sobre
esas
bases
debe
expresarse
la
identidad
que
buscamos
definir.
Sólo
como
un
aporte
tentativo
al
debate,
pienso
que
lo
que
otorga
unidad
a
la
cocina
chilena,
en
todas
las
facetas
mencionadas,
es
un
“tono”
culinario
común,
que
está
dado
por
una
generalizada
suavidad
en
los
sabores,
gracias
al
uso
moderado
del
ají
y
muy
escaso
de
la
mayoría
de
las
especias;
por
la
49
98
presencia
habitual
de
algunos
ingredientes
como
cebolla,
ají
color,
orégano,
albahaca,
comino
y
cilantro;
por
la
íntima
y
permanente
alianza
con
el
vino,
y
sobre
todo
por
una
cierta
simplicidad
y
equilibrio
en
la
armonía
de
los
elementos
que
componen
cada
plato,
todo
lo
cual
es
ajeno
a
la
fuerza
restallante
o
la
complejidad
de
los
de
otras
culturas.
Creo
firmemente
que
la
cocina
chilena
no
sólo
es
bastante
más
que
lo
que
muchos
reconocen
sino
que,
dentro
de
su
variedad,
posee
como
conjunto
–y
confío
que
seguirá
siendo
así
en
los
aportes
de
las
nuevas
generaciones–
un
auténtico
carácter
propio,
adecuado
al
paisaje,
los
productos,
las
costumbres
y
los
gustos
nacionales.
50
99
LAS
DIEZ
COCINAS
DE
LA
REGIÓN
DE
VALPARAÍSO
De
acuerdo
a
la
propuesta
de
una
clasificación
de
las
cocinas
de
Chile
enunciada
al
inicio
de
esta
unidad,
corresponde
a
cada
sede
de
Inacap
realizar
un
análisis
y
clasificación
de
las
cocinas
presentes
en
su
zona,
construyendo
así
un
catastro
de
sus
cocinas
locales.
Sin
lugar
a
dudas,
todo
trabajo
de
clasificación
será
de
gran
utilidad
para
lograr
una
visión
general
del
panorama
gastronómico
de
Chile,
bajo
un
solo
criterio
unificador.
51
100
CONDUCTAS
ALIMENTARIAS
Por
conducta
alimentaria
se
entiende
el
comportamiento
normal
(no
trastornos
alimenticios)
relacionado
con
los
hábitos
de
alimentación,
la
selección
de
alimentos
que
se
ingieren,
las
preparaciones
culinarias
y
las
cantidades
ingeridas
de
ellos.
Estas
conductas
no
son
tan
sólo
actos
reflejos
que
evitan
la
aparición
de
las
sensaciones
de
hambre,
sino
que
tienen
una
significación
propia
en
la
que
intervienen
experiencias
previas,
recuerdos,
sentimientos,
emociones,
necesidades,
abstinencias
y
tabúes.
Entre
un
estímulo
y
la
respuesta
que
genera,
en
este
caso
la
conducta
alimentaria,
existen
vínculos
fisiológicos,
psicológicos,
socioculturales,
religiosos
y
morales.
A
nivel
fisiológico
se
encuentran
los
nutrientes,
a
nivel
psicológico,
los
alimentos
con
sus
propiedades
organolépticas
de
color,
sabor
y
textura,
a
nivel
sociocultural,
la
comida,
constituida
por
diferentes
tipos
de
alimentos,
a
nivel
de
abstinencias
y
tabúes
se
encuentran
normas
y
prescripciones
de
índole
religiosa.
En
la
vertiente
sociocultural,
se
contemplan,
además,
otros
importantes
factores,
como
son
los
ambientales,
que
determinan
el
tipo
de
dieta
a
nivel
local,
por
su
relación
con
la
temperatura,
la
altitud
y
la
humedad
de
una
zona
geográfica
determinada,
que
marcan
a
su
vez
la
disponibilidad
de
alimentos.
La
vertiente
moral
delimita
la
aceptación
o
el
rechazo
de
algunos
alimentos
o
la
forma
como
deben
prepararse
y
consumirse.
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CONDUCTAS
SEGÚN
EXCLUSIÓN
DE
ALIMENTOS
El
vegetarianismo
es
una
forma
de
alimentación
que
excluye
los
alimentos
de
origen
animal.
Pero
la
alimentación
vegetariana
no
sólo
se
contempla
desde
el
punto
de
vista
alimentario,
sino
también
de
estilo
de
vida.
Así,
los
vegetarianos
no
sólo
rechazan
los
alimentos
de
origen
animal,
sino
cualquier
producto
o
material
procedente
de
animales.
La
elección
del
vegetarianismo,
además
de
las
éticas,
contempla
las
económicas,
o
las
relacionadas
con
el
hambre
en
el
mundo
y
las
creencias
religiosas.
Las
dietas
vegetarianas
se
caracterizan
por
ser
ricas
en
vegetales,
cereales
integrales
y
leguminosas,
y
en
ellas
destaca
el
consumo
de
semillas,
germinados,
soja
y
sus
derivados,
como
el
tofu
y
el
tempeh,
o
el
seitán
(gluten
del
trigo).
Además,
el
uso
de
algas
es
bastante
habitual
en
este
tipo
de
dieta.
TIPOS
DE
VEGETARIANISMO
Vegetariano
• No
come
ningún
tipo
de
carne
animal,
aves,
pescados,
mariscos
o
subproductos
(incluye
abejas)
• Dieta
basada
en
vegetales
Semi-‐vegetariano
• No
come
o
come
muy
poca
carne
• Puede
comer
pescado
Ovo-‐vegetariano
• Vegetariano
incluye
huevos
en
su
dieta
Lacto-‐vegetariano
• Vegetariano
incluye
leche
en
su
dieta
Ovo-‐lácteo
vegetariano
• Vegetariano
incluye
huevos
y
productos
lácteos
en
su
dieta
Api
vegetariano
• Vegetariano
que
consume
miel
de
abeja
Vegano
• El
más
estricto
de
los
vegetarianos.
Alimentación
basada
sólo
en
alimentos
de
origen
vegetal.
Evita
pieles,
cebos,
cueros
o
lanas
animal.
No
come
miel
(matanza
abejas),
ni
azúcar
(elaboración
con
huesos
molidos),
evita
gelatina.
Crudívoro
• Vegetariano
que
come
todo
crudo:
frutas,
verduras,
frutos
secos,
semillas,
cereales
brotados.
Frugívoro
o
frutariano
• Vegetariano
que
se
alimenta
de
frutos,
por
lo
general
crudos
y
de
la
estación.
• Clasifica
las
frutas
en
semi-‐ácidas
o
semi-‐dulces,
ácidas
y
dulces.
52
101
CONDUCTAS
ALIMENTARIAS
SEGÚN
CREDOS
RELIGIOSOS
Muy
a
menudo
las
elecciones
alimentarias
están
condicionadas
por
creencias
religiosas
y
prohibiciones
de
diversas
índoles.
Casi
todas
las
religiones
o
sistemas
de
creencias
contienen
algún
tipo
de
prescripción
alimentaria,
concepciones
dietéticas
relativas
a
lo
que
es
bueno
y
lo
que
es
malo
para
el
cuerpo
o
el
alma.
Por
esta
razón
determinadas
conductas
alimentarias
sean
estrictamente
necesarias
para
alcanzar
la
santidad
y
que
otras
denoten
perversión
o
pecado.
Todas
las
religiones
rigen
la
alimentación
en
algún
sentido
y,
la
mayoría
de
las
veces,
casi
siempre
restrictivo:
limitar
las
cantidades
ingeribles,
restringir
o
prohibir
una
u
otra
categoría
de
alimentos,
disminuir
el
placer
de
comer,
sea
en
forma
permanente
o
en
ciertas
ocasiones.
Judaísmo
1. Carnes
y
aves.
Permitidas.
Carne
de
animales
con
pezuña
hendida
y
que
Kashrut:
leyes
rumian
(incluyen
bovino,
ovino,
caprino
y
cervidae),
una
lista
específica
dietéticas
judías
de
aves
(incluyen
pollo,
pavo,
ganso,
faisán,
pato).
No
está
permitido:
el
para
observar
cerdo
y
sus
sub-‐productos,
mamíferos
que
no
tienen
sus
pezuñas
el
kosher.
hendidas
y
rumian
(como
el
conejo),
pájaros
no
específicos
(como
avestruz).
Todos
los
animales
requieren
ser
sacrificados
con
un
ritual.
Todas
las
carnes
y
aves
debe
estar
libres
de
sangre,
lo
que
se
realiza
remojando
y
salando
o
cocinándola
a
la
plancha.
Los
cortes
de
cuartos
delanteros
de
mamíferos
tampoco
están
permitidos.
2. Pescados.
Se
permiten
sólo
los
que
tienen
agallas
y
escamas.
No
están
permitidos:
mariscos
(ostiones,
ostras,
almejas),
crustáceos
(langosta,
jaiba,
camarones),
mamíferos
acuáticos
(delfines,
ballenas),
sapos,
tiburones,
anguilas.
No
se
puede
cocinar
el
pescado
con
carne
o
ave.
3. La
carne
y
la
leche
no
se
comen
juntas
ni
se
preparan
juntas.
Es
necesario
tener
dos
equipos
de
utensilios,
platos
y
cubiertos
para
comidas
con
leche
o
carne.
4. Todas
las
frutas,
verduras,
granos
y
huevos
pueden
servirse
con
comidas
con
lácteos
o
carnes.
5. Los
alimentos
procesados
se
consideran
kosher
sólo
si
el
envase
lleva
autorización
del
rabino
en
firma
o
símbolo.
Católicos
1. Abstención
de
comer
carne
los
viernes
durante
la
Cuaresma
(los
40
días
apostólicos
y
antes
de
Pascua
de
Resurrección).
romanos
2. Ayuno
(sólo
una
comida
permitida)
y
abstinencia
de
carne
en
Viernes
de
Ceniza
(al
inicio
de
la
Cuaresma)
y
Viernes
Santo
(el
viernes
antes
del
domingo
de
Resurrección).
Ortodoxos
del
Varios
días
de
fiestas
y
ayunos.
En
días
de
ayuno,
no
se
permite
consumir
Este
pescado,
carnes
y
otros
productos
animales
(incluyendo
lácteos).
También
se
abstienen
de
vino
y
aceite,
excepto
algunos
días
festivos
que
pudieran
caer
durante
el
período
de
ayuno.
Permitido
los
mariscos.
Miércoles
y
viernes
son
días
de
ayuno
durante
todo
el
año.
Protestantes
1. Comidas
en
días
festivos
religiosos
están
determinadas
por
las
tradiciones
culturales
de
las
familias
y
sus
preferencias.
2. Es
poco
común
el
ayuno.
Mormones
1. Prohibido
el
té,
café
y
alcohol.
Algunos
mormones
se
abstienen
de
cualquier
alimento
que
contenga
cafeína.
2. Consumen
poca
carne
y
basan
la
dieta
en
granos.
3. Algunos
mormones
ayunan
una
vez
al
mes.
53
102
Adventistas
7
1. Muchos
miembros
son
vegetarianos
ovo-‐lácteos
(consumen
productos
días
lácteos
y
huevos
pero
no
carne
o
ave).
2. Evitan
el
cerdo
y
los
mariscos.
3. Prohibido
el
café,
té
y
alcohol.
4. Beber
agua
antes
o
después
de
las
comidas,
pero
nunca
durante.
5. Evitar
alimentos
altamente
sazonados
y
el
comer
a
deshoras.
Islam
1. Todos
los
alimentos
están
permitidos
(halal)
excepto
bebidas
alcohólicas,
los
cerdos,
animales
de
cuatro
patas
que
cazan
sus
presas
con
sus
hocicos,
aves
de
presa
que
cogen
las
presas
con
sus
garras,
animales
(excepto
mariscos
y
pescados)
que
no
han
sido
faenados
de
acuerdo
al
ritual.
Se
desaconseja
el
consumo
de
café
y
té.
2. Celebran
muchos
días
de
ayuno
y
abstinencia.
En
días
de
ayuno
no
beben
ni
comes
desde
la
salida
hasta
la
puesta
del
sol.
Hinduismo
1. Aconseja
comer
en
moderación.
2. Se
permite
el
consumo
de
carne,
pero
la
vaca
es
sagrada
y
no
se
consume.
También
se
evitan
el
cerdo
y
algunos
pescados.
Muchos
hindúes
son
vegetarianos.
3. Muchos
hindúes
evitan
el
ajo,
cebollas,
champiñones
y
alimentos
rojos
como
los
tomates.
4. Se
toma
agua
con
las
comidas.
5. Algunos
hindúes
se
abstienen
del
alcohol.
6. Los
hindúes
tienen
muchos
días
de
ayuno
y
abstinencia.
Budistas
1. Leyes
dietéticas
varían
dependiendo
del
país
y
la
secta.
Muchos
budistas
no
creen
en
la
matanza
y
por
lo
tanto
son
vegetarianos
ovo-‐lácteos
(consumen
huevos
y
productos
lácteos
pero
no
carnes
ni
aves).
2. Celebran
muchos
días
de
ayuno
y
abstinencia.
54
103
CONDUCTAS
SEGÚN
SUSTENTABILIDAD
DEL
SISTEMA
ALIMENTARIO
Para
FAO
la
sustentabilidad
alimentaria
es
“la
capacidad
de
asegurar,
en
determinado
plazo,
que
los
niveles
de
suficiencia,
estabilidad
y
autonomía
alcanzados,
no
impliquen
un
deterioro
tal
de
los
recursos
naturales,
renovables
y
no
renovables,
que
hagan
imposible
el
sostenimiento
de
las
condiciones
deseables
del
sistema
alimentario
en
el
largo
plazo,
a fectando
l a
s eguridad
a limentaria
d e
l as
g eneraciones
f uturas.”
Por
lo
tanto,
esta
sustentabilidad
no
sólo
se
restringe
a
la
productividad
agrícola,
sino
que
a
una
serie
de
otras
actividades
que
giran
en
torno
a
la
cadena
alimenticia.
Desde
el
transporte
de
los
productos
del
campo
a
la
ciudad,
hasta
el
manejo
final
de
los
residuos
que
se
generan
en
el
proceso,
se
consumen
recursos
naturales
que
tienen
un
impacto
significativo
en
el
medio
ambiente.
Muchos
de
esos
impactos
hoy
no
son
del
todo
visibles
para
los
consumidores,
por
lo
que
es
difícil
tomar
decisiones
conscientes
a
la
hora
de
la
compra.
Sin
embargo,
l a
toma
de
mejores
decisiones
a
la
hora
de
comer
es
fundamental
para
poder
a limentar
a
l os
9
b illones
d e
p ersonas
q ue
p oblarán
n uestro
p laneta
e l
a ño
2 050.
Actualmente
en
el
mundo
se
producen
4
billones
de
toneladas
de
comida
al
año.
Sin
embargo,
por
malas
prácticas
en
las
etapas
de
cosecha,
guarda,
transporte
y
consumo,
se
estima
que
entre
el
30
y
el
50%
( aproximadamente
1.2
–
2
billones
de
toneladas)
de
esa
producción
anual
de
alimentos
termina
en
un
vertedero.
Una
trágica
paradoja
si
pensamos
que
al
año
2013
aún
hay
842
millones
de
personas
que
padecen
diariamente
de
hambre
crónica.
Estas
figuras
son
escalofriantes
por
si
solas,
pero
cabe
resaltar
que
no
reflejan
las
pérdidas
en
el
uso
de
tierra,
energía,
fertilizantes
y
agua
que
también
van
de
la
mano
con
el
proceso
de
generación
del
food
waste,
o
desechos
alimenticios.
Estos
niveles
de
desperdicio
constituyen
un
grave
problema
a
nivel
global
que
debemos
solucionar
de
manera
urgente
si
queremos
s ubsistir
d e
m anera
s ustentable
e n
e l
f uturo.
Frente
a
este
escenario
hoy
se
dan
muchas
tendencias
alimenticias
enfocadas
en
reducir
nuestra
huella
alimentaria,
desde
la
evidente
necesidad
de
reducir
las
cantidades
de
desechos
alimenticios,
a
u n
movimiento
orgánico
que
crece
en
ventas
cada
año,
a
los
circuitos
de
producción
y
abastecimiento
local,
las
cada
vez
más
populares
dietas
veganas
y
vegetarianas,
desarrollo
de
proteínas
alternativas
(principalmente
a
base
de
insectos),
supermercados
sin
empaques,
etc.
No
obstante
un
buen
comienzo,
muchas
de
ellas
son
aún
tendencias
d e
n ichos
p equeños,
f rente
a
u n
p roblema
q ue
n ecesita
g randes
s oluciones.
En
Chile
recién
está
empezando
a
gestarse
una
consciencia
en
torno
a
temas
alimenticios
que
van
más
allá
de
lo
nutricional,
y
es
muy
bueno
que
así
sea.
El
cambio
real
ocurre
cuando
las
personas
cambian
la
demanda,
por
lo
que
depende
de
nosotros
masificar
las
tendencias
actuales
y
sumarnos
a
la
solución
real
de
este
problema,
exigiendo
transparencia
en
el
etiquetado
de
los
alimentos,
trazabilidad
de
origen,
y
prácticas
sostenibles
y
éticas
en
la
crianza
de
animales.
Sólo
así
podremos
tomar
decisiones
de
compra
informadas
que
contribuyan
a
lograr
un
desarrollo
sustentable
de
la
industria
alimenticia
e n
e l
t iempo.
Anita
Rivera,
www.eldinamo.cl,
18
de
julio,
2014.
55
104
TENDENCIAS
Y
DESCRIPCIONES
MOVIMIENTOS
Anti-‐alimentos
Alimentos
transgénicos
o
modificados
genéticamente
son
los
que
se
les
ha
transgénicos
introducido
en
forma
artificial
un
gen
foráneo
a
nivel
de
embrión,
que
otorga
fortaleza,
resistencia
ambiental
y
a
enfermedades,
para
que
al
reproducirse
mantengan
esta
nueva
característica.
Al
igual
que
en
la
naturaleza
ocurren
mutaciones
en
las
especies,
la
biotecnología
realiza
el
mismo
proceso,
en
menos
tiempo,
y
controlado.
En
Chile,
se
producen
cultivos
transgénicos
hace
más
de
20
años,
de
maíz,
soya,
canola,
remolacha
y
tomates,
que
se
venden
en
supermercados,
verdulerías
y
ferias
libres.
Como
ejemplo,
los
tomates
de
semilla
original,
que
podrían
ser
deformes,
feos
llenos
de
grietas,
con
hoyos,
manchas,
hoy
son
todos
redondos,
perfectos
y
bonitos.
Certificación
LEED
Sello
que
existe
en
USA
desde
el
2000
y
es
administrado
por
el
Green
Edificación
con
conciencia
Building
Council,
que
tiene
como
objetivo
promover
y
estimular
la
ecológica
construcción
y
el
desarrollo
sustentable
en
el
mundo.
El
sello
LEED
certifica
que
la
construcción
incluye
muchas
características
que
son
beneficiosas
tanto
para
el
medioambiente,
como
para
los
usuarios
y
encargados
del
proyecto.
Respecto
al
medioambiente,
reducen
el
impacto
ambiental
en
muchos
aspectos.
Para
los
dueños
del
proyecto,
hay
menores
costos
de
operación-‐
mantención,
un
mayor
valor
de
los
activos
y
de
las
tasas
de
ocupación.
Además
califican
para
devoluciones
de
impuestos,
entrega
de
subsidios,
entre
otros.
Para
sus
habitantes
o
usuarios,
son
más
saludables
y
seguros.
Mc
Donald´s
ha
decidido
entrar
a
América
Latina
con
su
nuevo
sello
verde.
Para
tal
efecto,
la
franquicia
de
esta
zona
ha
construido
ya
tres
restaurantes
que
fueron
certificados
LEED:
en
Argentina,
otro
en
Brasil
y
en
Costa
Rica.
Conciencia
ecológica
Cuando
el
hombre
comenzó
a
apropiarse
de
la
naturaleza
para
darle
forma
a
sus
necesidades
y
caprichos,
los
ecosistemas
de
todo
el
planeta
dieron
su
respuesta
ante
este
tipo
de
abusos,
a
través
de
consecuencias
negativas
como
la
contaminación
y
la
pérdida
de
biodiversidad.
Todas
nuestras
acciones
inciden
-‐de
manera
positiva
o
negativa-‐
sobre
la
naturaleza.
La
conciencia
ecológica
ha
aumentado
en
la
población.
Temas
como
la
prevención
del
cambio
climático
o
el
ahorro
de
agua
potable
ya
están
instalados
en
la
vida
cotidiana
de
la
mayoría
de
las
familias.
Esta
nueva
visión
ecológica
también
alcanza
a
la
alimentación.
Tener
conciencia
ecológica
es
entender
que
somos
dependientes
de
la
naturaleza
y
responsables
por
su
estado
de
conservación.
Ignorarla
es
autodestruirnos,
porque
al
degradar
el
medio
ambiente
estamos
empeorando
nuestra
calidad
de
vida
y
poniendo
en
peligro
el
futuro
de
nuestros
descendientes.
Al
contrario
de
lo
que
se
podría
pensar,
desarrollo
económico
y
conciencia
ecológica
no
tienen
por
qué
ser
antónimos.
Se
puede
producir
de
manera
sustentable,
fomentar
la
generación
de
energías
limpias,
reducir
y
reciclar
la
basura
y
reutilizar
un
gran
número
de
materiales
que
producirán
nuevos
productos
útiles
para
el
día
a
día
del
hombre
moderno.
Es
cierto
que
la
conciencia
ecológica
debe
comenzar
en
el
seno
del
hogar,
pero
debe
extenderse
a
todos
los
ámbitos
de
nuestra
existencia:
simplemente
porque
todas
nuestras
acciones
inciden
-‐de
manera
positiva
o
negativa-‐
sobre
la
naturaleza.
56
105
Dieta
100
millas
En
2005,
los
canadienses
Alisa
Smith
y
J.B.
MacKinnon
comenzaron
un
experimento
mediante
el
que
se
alimentarían
durante
todo
un
año
sólo
con
productos
de
100
millas
a
la
redonda.
De
esta
forma
nació
la
dieta
de
las
100
millas,
una
forma
de
alimentarse
que
creó
tendencia
y
ha
inspirado
a
miles
de
canadienses
y
estadounidenses
a
cambiar
sus
hábitos
alimenticios.
Los
alimentos
cultivados
y
producidos
de
forma
local
han
sido
denominados
“los
nuevos
alimentos
ecológicos”
porque
tienen
más
sabor,
son
mejores
para
el
medio
ambiente
refuerzan
la
economía
local
de
la
comunidad
y
son
más
saludables.
En
el
libro
The
100
Mile
Diet,
los
autores
Smith
y
Mc
Kinnon
cuentan
sus
experiencias,
incluidas
las
motivaciones
y
desafíos,
sobre
la
restricción
de
su
dieta,
por
un
año,
para
incluir
sólo
los
alimentos
que
se
producen
dentro
de
las
100(160
km)
millas
de
su
residencia.
Y
a
partir
de
marzo
de
2005,
con
poca
preparación
comenzaron
con
sólo
la
compra
de
alimentos
con
ingredientes
que
se
sabía
que
eran
todos
de
menos
de
menos
de
100
millas.
Debían
encontrar
en
las
tiendas
de
comestibles,
los
productos
basados
en
los
mercados
de
agricultores
además
de
visitas
a
las
granjas
locales.
Se
eliminaban
productos
como
el
azúcar,
sal,
chocolate
y
se
debía
empezar
a
cocinar
de
una
nueva
forma
para
no
pasar
hambre.
Locavores
Del
inglés
‘local’
y
del
vocablo
latín
‘vore’,
es
decir
‘alguien
que
come’
–
implica
abastecerse
de
alimentos
locales
(ferias
libres),
es
decir
productos
que,
en
su
transporte
hasta
el
lugar
de
consumo
final,
no
hayan
superado
las
100
millas
de
viaje
(160
km)
y
valorar
una
serie
de
aspectos
asociados
a
este
hecho.
Objetivo
principal:
cuidar
el
medioambiente
disminuyendo
la
huella
de
carbono,
frenando
con
ello
el
calentamiento
global.
La
alimentación
local,
en
su
conjunto,
apuntan
a
obtener
una
economía
regional
sustentable.
Producción,
procesamiento,
distribución
y
consumo
en
este
ámbito,
potencia
la
economía
de
pequeños
grupos
de
agricultores
y
la
regresa
hacia
sus
orígenes,
estableciendo
una
conexión
y
una
cercanía,
mucho
mayores
entre
el
campo
y
la
mesa,
entre
el
productor
y
el
consumidor.
¿Qué
mejor
que
una
ensalada
de
tomates
de
verdad,
cultivados
en
la
parcela
de
la
señora
Juanita?
La
elección
de
comida
local
permite
adquirir
alimentos
frescos,
de
temporada
y
conectarse
con
el
entorno.
Además,
son
productos
cosechados
en
tiempo
justo
por
lo
cual
su
sabor
está
intacto.
Movimiento
100K
Movimiento
de
España,
cuyo
objetivo
es
que
los
restaurantes
apuesten
por
la
cultura
de
la
sustentabilidad
al
comprar
ingredientes
para
sus
platos
directamente
de
productores
que
se
encuentren
a
menos
de
100
kilómetros
de
distancia.
Así
se
busca
contribuir
al
desarrollo
de
la
identidad
local,
el
mejoramiento
de
la
competitividad
por
eficiencia
del
uso
de
recursos
naturales
y
el
desarrollo
de
productos
gourmet
con
sello
de
sustentabilidad
ambiental.
ACCHEF
(Asociación
Chilena
de
Chefs
de
Chile)
propone
que
cada
restaurant
participante
debe
buscar
sus
frutas,
verduras
o
proteínas
en
un
rango
de
hasta
100
kilómetros
de
distancia
de
donde
se
encuentre,
para
favorecer
el
comercio
local:
“Cada
uno
ofrecerá
en
sus
cartas
por
lo
menos
un
plato
que
a
lo
menos
tenga
el
50%
(el
ingrediente
principal)
comprado
directamente
al
productor
y
a
no
más
de
100
kilómetros,
y
a
los
que
se
les
medirá
la
huella
de
carbono”.
Orgánicos
Son
los
anti
revolución
verde. Producto
agrícolas
o
agroindustriales
que
se
Ecológicos
producen
bajo
un
conjunto
de
procedimientos
denominados
“orgánicos”.
En
Biológicos
general,
los
métodos
orgánicos
evitan
el
uso
de
productos
sintéticos,
como
57
106
pesticidas,
herbicidas
y
fertilizantes
artificiales.
El
movimiento
de
agricultura
orgánica
surgió
en
la
década
de
los
1940
como
respuesta
a
la
industrialización
de
la
producción
agrícola
denominada
revolución
verde
Los
productores
de
alimentos
orgánicos
están
obligados
a
usar
únicamente
ciertos
agroquímicos
autorizados
y
no
se
pueden
utilizar
para
su
producción
semillas
o
plantas
transgénicas.
Se
considera
que
no
sólo
es
una
manera
de
proteger
y
cuidar
al
entorno
sino
también
una
forma
de
que
tengamos
la
posibilidad
de
alimentarnos
con
productos
absolutamente
naturales,
sin
ningún
tipo
de
componente
agroquímico.
Los
cultivos
orgánicos
son
fertilizados
habitualmente
con
compost,
polvos
minerales
y
otras
sustancias
de
origen
orgánico.
Entre
los
métodos
agrícolas
tradicionalmente
utilizados
están
el
sistema
de
terrazas
o
de
barreras
naturales
para
evitar
la
erosión
de
los
suelos,
rotación
de
cultivos
o
plantado
de
leguminosas.
Pueden
además
presentar
otras
cualidades
como
un
empaquetado
ecológico
para
su
disposición
al
consumidor
final.
Revolución
verde
Denominación
empleada
para
describir
el
importante
incremento
de
la
productividad
agrícola
entre
1960
y
1980
en
Estados
Unidos
y
extendida
después
por
numerosos
países.
Consistió
en
la
siembra
de
variedades
mejoradas
de
maíz,
trigo
y
otros
granos,
cultivando
una
sola
especie
en
un
terreno
durante
todo
el
año
(monocultivo),
y
la
aplicación
de
grandes
cantidades
de
agua,
fertilizantes
y
plaguicidas.
Con
estas
variedades
y
procedimientos,
se
percibe
que
la
producción
es
mayor
a
la
obtenida
con
las
técnicas
y
variedades
tradicionales
de
cultivo.
Esta
revolución
trajo
consigo
el
deterioro
de
la
vida
en
el
suelo
de
los
campos
de
cultivo.
Iniciada
por
el
ingeniero
agrónomo
estadounidense
Norman
Borlaug
con
ayuda
de
organizaciones
agrícolas
internacionales,
quien
durante
años
se
dedicó
a
realizar
cruces
selectivos
de
plantas
de
maíz,
arroz
y
trigo
en
países
en
vías
de
desarrollo,
hasta
obtener
las
más
productivas.
La
motivación
de
Borlaug
fue
la
baja
producción
agrícola
con
los
métodos
tradicionales
en
contraste
con
las
perspectivas
optimistas
de
la
revolución
verde
con
respecto
a
la
erradicación
del
hambre
y
la
desnutrición
en
los
países
subdesarrollados.
La
revolución
afectó,
en
distintos
momentos,
a
todos
los
países
y
puede
decirse
que
ha
cambiado
casi
totalmente
el
proceso
de
producción
y
venta
de
los
productos
agrícolas.
Slow
food
/
Creado
por
Carlo
Petrini
en
Italia
hace
26
años,
reaccionando
al
avance
Ecogastronomía
uniformador
de
la
globalización
alimentaria.
El
movimiento
renació
en
Chile
durante
2012,
y
con
el
correr
de
estos
tiempos
ha
crecido
en
varias
regiones,
creando
espacios
para
que
los
insumos
y
sabores
locales
tengan
el
lugar
que
se
merecen
en
cada
comunidad.
Según
Slow
Food
la
alimentación
debe
ser
buena,
limpia
y
justa.
Los
alimentos
deben
tener
buen
gusto,
deben
ser
producidos
sin
dañar
el
ambiente,
las
especies
animales
ni
la
salud.
La
comida
slow
es
aquella
preparada
de
la
forma
más
natural
posible,
con
procesos
de
cocción
lo
menos
invasivos
y
respetando
los
aromas
y
sabores
de
cada
uno
de
los
ingredientes;
contrario
a
la
rapidez
en
la
que
vivimos
y
el
poco
interés
de
parte
de
los
consumidores
por
hacer
respetar
sus
derechos
básicos
de
alimentación:
bueno,
limpio
y
justo.
Slow
food
está
asociado
a
la
eco-‐gastronomía:
el
eslabón
entre
ética
y
placer,
exalta
la
diferencia
de
sabores,
la
producción
alimentaria
artesanal,
la
pequeña
agricultura,
técnicas
de
pesca
y
de
ganaderías
sostenibles
o
58
107
biológicas
Slow
Food
defiende
la
necesidad
de
mantener
en
la
producción
agrícola
y
zootécnica
un
equilibrio
de
respeto
y
de
intercambio
con
el
ecosistema
circundante.
Han
creado
en
Italia
la
Universidad
de
Ciencias
Gastronómicas
dónde
se
investiga
y
se
enseña
la
gastronomía
al
más
alto
nivel.
Edita
el
Arca
del
Gusto,
un
catálogo
que
recupera
y
cataloga
alimentos,
agrupa
razas
singulares
y
productos
gastronómicos
artesanos
de
excelencia
contrastada
y
elaborados
en
pequeña
escala,
que
se
encuentran
en
peligro
de
desaparición.
El
proyecto
destaca
el
valor
intrínseco
de
los
productos
que
ofrece
la
tierra,
los
protege
por
estar
arraigados
en
su
cultura,
historia
y
tradiciones,
y
promueve
su
consumo,
para
salvaguardarlos
como
herencia
y
patrimonio
de
la
humanidad.
Desde
1996,
1.519
productos
de
decenas
de
países
de
todo
el
mundo
han
sido
agregados
al
Arca
del
Gusto,
por
lo
que
estos
alimentos
están
documentados,
reconocidos
y
protegidos.
59
108
NORTE
GRANDE
NORTE CHICO
ZONAS
NATURALES
ZONA
CENTRAL
ZONA SUR
ZONA AUSTRAL
MARINOS
PRODUCTOS
NACIONALES
HONGOS
UNIDAD 3 CASQUERÍA
CHILE
Y
SU
GASTRONOMÍA
DISPERSIÓN
COMIDAS
Y
BEBIDAS
HISTORIA
COCINA
COCINAS
VALPARAÍSO
SEGÚN
EXCLUSIÓN
ALIMENTOS
SEGÚN
SUSTENTA-‐
BILIDAD
60
109
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61
110
ANEXOS
MAPAS
62
111
MAPA
DE
AMERICA
LATINA:
POLÍTICO
Y
FÍSICO/HIDROGRÁFICO
MAPA
DE
IMPERIOS
AMERICANOS
A
LA
LLEGADA
DE
COLÓN
(1492)
Y
MAPA
PRIMEROS
VIRREINATOS
AMERICANOS
63
112
MAPA
DE
PUEBLOS
ORIGINARIOS
DEL
TERRITORIO
CHILENO
Y
MAPA
DE
CHILE
COLONIAL
(1800)
Y
SUS
PRODUCTOS
MAPA
DE
CHILE
Y
SUS
QUINCE
REGIONES
(POLÍTICO,
2012))
Y
MAPA
DE
CHILE
Y
SU
GEOGRAFÍA
(FÍSICO)
64
113
CAPACITACIÓN DOCENTE / 2016