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Comprensión de lectura: herramientas para formular preguntas

Cecilia Guerrero*

“El autor solo escribe la mitad del libro y de la otra mitad debe ocuparse el lector”,
dijo alguna vez Joseph Conrad.

Aprender a leer
Si “el autor solo escribe la mitad del libro y de la otra mitad debe ocuparse el
lector”, como advertía el novelista polaco Joseph Conrad, ¿qué herramientas
debemos emplear los maestros para asegurarnos de que la “otra mitad” que
construyen nuestros alumnos se traduzca en un aprendizaje significativo?

Dado que la lectura es uno de los principales vehículos para aprender, debemos
guiar a nuestros estudiantes a ejercitar distintos niveles de pensamiento a través
de la lectura:

 Literal
 Inferencial
 Crítico

¿Qué significa esto? Que debemos incentivarlos para que, luego de leer, no solo
repitan sistemáticamente lo que está explícito en el texto, sino que lo interpreten,
que lo evalúen y cuestionen.

En México el 42% de los estudiantes está por debajo del Nivel 2 de lectura, y sólo
el 0.3% alcanza el nivel de excelencia.

Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico


(OCDE), la comprensión lectora entre los mexicanos está por debajo del promedio
internacional. Estadísticas del Programa para la Evaluación Internacional de
Alumnos (PISA), que analizan el desempeño de 540 mil estudiantes de 15 años en
72 países en el 2015, revelan que los mexicanos obtienen en promedio 423
puntos, 70 puntos por debajo del promedio. Revisa por ti mismo las estadísticas
mundiales.

En México, el 42% de los estudiantes se encuentran por debajo del Nivel 2 (de un
total de 6) en lectura, considerado como el nivel de competencia desde el cual los
estudiantes comienzan a demostrar las habilidades que les permiten participar
efectivamente en la sociedad moderna.

Solo el 0.3% de los mexicanos alcanzan el nivel de excelencia en lectura, lo cual


significa que son capaces de localizar información en textos que no les son
familiares, demuestran una comprensión pormenorizada e infieren qué información
es relevante. Solo ellos son capaces de evaluar críticamente textos y construir
hipótesis acerca de ellos.

Las cifras no son nada alentadoras, pero no deben minar nuestro entusiasmo; por
el contrario, deben impulsarnos a mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos.

Y entonces, ¿cómo podemos lograr que nuestros alumnos superen estas


deficiencias? Sencillo, comprendiendo cuáles son los niveles de comprensión
lectora y estimulando a los alumnos mediante preguntas bien enfocadas.

 1. Nivel Literal

En el Nivel Básico o Literal se identifican las ideas principales y refuerza la


memoria con anotaciones o dibujos.
También llamado “Comprensión centrada en el texto”, el Nivel Literal se refiere a
entender bien lo que el texto realmente dice y a recordarlo con precisión y
corrección.
Este nivel de pensamiento está relacionado con preguntas que piden identificar la
información explícita en el texto, o sea, que solicitan hallar la idea principal,
reconocer y recordar hechos y detalles.

¿Cómo logramos eso? Pidiéndoles a los lectores que estén atentos de los
nombres de personajes, incidentes, tiempo, lugar, hechos minuciosos, de las
secuencias, o sea, del orden de los accidentes o acciones planteados con
claridad, de relaciones de causa y efecto y de los rasgos de carácter de los
personajes.

Para hacer esto más fácil, puedes pedirles a tus alumnos que subrayen aquello
que encuentran interesante de acuerdo al objetivo al leer. Además, pueden
escribir al costado la idea o sentimiento que despierta tal lectura. Si fuera poco,
dibujar lo que se está leyendo permitirá fijar la memoria, además de tener un
panorama más amplio y menos lineal de la lectura.

Preguntas para activar el nivel de comprensión literal

Mediante este trabajo, el maestro comprobará si el alumno puede expresar lo que


ha leído con un vocabulario diferente. Si fuera el caso, le será fácil desarrollar el
siguiente nivel de comprensión.

 ¿De qué se trata, principalmente, el texto?


 ¿Qué ocurrió?
 ¿A quién le ocurrió?
 ¿Qué pasó primero?
 ¿Qué pasó después?
 ¿De qué se trata la historia?
 ¿Quién lo dijo?
 ¿A quién se lo dijo?
 ¿Para qué lo dijo?
 ¿Qué opiniones fueron expresadas?
 ¿Cuáles son los hechos más importantes?
 ¿Dónde ocurrió?
 ¿Cómo ocurrió?
 ¿Cuándo ocurrió?
 ¿Cuál fue la solución?
 

2. Nivel Inferencial

En el Nivel Inferencial se hallan pistas, se interpretan e infieren según los


conocimientos previos.
Un lector competente es capaz de realizar inferencias de un texto. Inferir es leer
entre líneas, extraer una información no explícita en el texto, pero que, quizá, el
escritor o escritora intentaron transmitir.

También es común que los autores supongan que sus lectores ya conocen
algunos aspectos del tema, y por ello omiten información en la que el lector debe
pensar para comprender su sentido.

Por lo tanto, para entender un texto, además de la información explícita debes


considerar la información implícita, es decir, aquellas ideas que no fueron
expresadas literalmente pero que pueden inferirse.

Un lector que infiere es capaz de:

1. Hallar las pistas o claves significativas.


2. Encontrar más de una interpretación o significado en todo aquello que lee.
3. Localizar datos o ideas que el escritor o escritora pretenden transmitir.
4. Utilizar esta estrategia en cualquier texto.

Pongamos como ejemplo a nivel infantil el cuento de la Caperucita Roja, quien


pese a que conocía bien el camino rumbo a casa de su abuelita fue engañada por
el lobo. Tus alumnos deberán inferir o anticipar en la lectura las intenciones del
lobo en cada sugerencia que le hace a la niña para desviarse en su viaje, así
como de lo que pretende al disfrazarse de ancianita.

El lobo puede engañar a Caperucita Roja, pero no a tus pequeños lectores.


Podemos encontrar inferencias en muchos tipos de textos, como en las poesías,
las adivinanzas, en los problemas de matemáticas y en los cuentos.
Como docente puedes incentivar la inferencia lectora en tus alumnos invitándolos
a ser “detectives”: pídeles que busquen pistas y piensen. Seguramente te
sorprenderán con sus explicaciones.

Preguntas para activar el nivel de comprensión inferencial

Si hacemos comprensión inferencial a partir de una comprensión literal pobre, lo


más probable es que tengamos una comprensión inferencial también pobre.

 ¿De qué trata, principalmente, el texto?


 ¿A qué conclusiones llega el autor sobre el tema?
 ¿Qué proyecciones puede tener el tema?
 ¿Qué causas generaron el tema?
 ¿Qué consecuencias se desprenden?
 ¿Qué opinan las personas sobre el tema?
 ¿Por qué crees que opinan así?
 ¿Qué diferencias hay entre esas opiniones?
 ¿Qué semejanzas encuentras?
 ¿Qué pasaría si todos opinaran igual?
 ¿Qué cuestiones que tú conoces es posible relacionar con el tema tratado
por el texto?
 ¿Qué significado posee esta palabra que aparece en el texto?
 ¿Qué relación existe entre una y otra idea planteada?
 ¿Qué otro título le pondrías?
 ¿Cómo podrías resumirlo?

3. Nivel Crítico

En el Nivel Crítico, el lector distingue entre hechos y opiniones.

Una lectura crítica desarrolla nuestro razonamiento y nos adiestra para distinguir
los hechos de las opiniones y los objetivos declarados de los reales.

La comprensión lectora a Nivel Crítico implica un ejercicio de valoración y de


formación de juicios propios del lector a partir del texto y sus conocimientos
previos, con respuestas subjetivas sobre personajes, autor, contenido e imágenes
literarias.

Las preguntas de este nivel te exigen evaluar el texto, identificar el formato, el tipo
de texto, la intención comunicativa, el tono del emisor, así como emitir un juicio de
valor con el respectivo argumento que respalde tu punto de vista. Tu
argumentación debe ser consistente y basada en lo que propone el mismo texto.
Por ejemplo, si en un libro sobre contaminación ambiental, el autor declara en el
prólogo que su objetivo es analizar las causas de la polución y en el índice no
aparece ninguna referencia a los desechos industriales y las empresas, podemos
suponer que hay otro objetivo no declarado. Ahora bien, si el objetivo declarado
por el autor es hacer accesible al público nociones de filosofía, pero al leerlo
descubrimos que en realidad el autor busca hacer alarde de sus conocimientos y
erudición, entonces el objetivo era solo elevar su ego. La distinción entre hechos y
opiniones resulta útil en todos los textos, especialmente en historia, política y
periodismo.

Un hecho es una enunciación que puede verificarse. Si leemos que “Los metales
se dilatan con el calor” o que “Cristóbal Colón descubrió América”, podemos
verificar la información ya sea con experimentos científicos, documentos o material
de archivo.

La opinión presenta una de las posibles interpretaciones de un hecho. Las


opiniones tienen siempre una carga subjetiva, son juicios de difícil comprobación.
Nuestras creencias, pareceres y sensaciones no son hechos sino opiniones.

Preguntas para activar el nivel de comprensión crítico

 ¿Qué tipo de texto es este?


 ¿Qué quiere decir el autor con la siguiente expresión?
 ¿Qué clase de argumentos presenta el autor?
 ¿Cuál es la actitud del narrador?
 ¿Qué te parece lo que propone el autor?
 ¿Cuáles son tus argumentos a favor o en contra de lo que dice el autor?
 ¿Cuál es el propósito del autor?
 ¿Qué motiva al autor?
 Lo que expresa, ¿son hechos u opiniones?
 ¿Estás de acuerdo con el punto de vista del autor?
 ¿Cómo lo calificarías?
 ¿En qué se puede reconocer la intención comunicativa del autor?
 ¿Cómo debería ser?
 ¿Por qué debería ser así?
 ¿Qué habrías hecho tú?

Entonces, ¿qué es leer?


 Tenemos, entonces, que:
 La comprensión literal consiste en entender lo que el texto dice de manera
explícita.
 La comprensión inferencial se refiere a comprender a partir de indicios que
proporciona el texto.
 La comprensión criterial se refiere a evaluar el texto, ya sea su tema,
personaje, mensaje, etc.

Como ves, puedes mejorar la comprensión lectora involucrando a nuestros


alumnos en el texto, fomentando en ellos una actitud dinámica que lo transportará
a ser protagonista de su propia lectura, y lo expulsará de la pasividad, la repetición
y el hartazgo.

Fomenta en ellos la costumbre por la lectura, pues a través de ella accederán a


una buena escritura, a la correcta expresión de sus ideas, proyectos,
pensamientos y argumentos dentro y fuera del aula.

No por nada el genio argentino de las letras Jorge Luis Borges afirmaba que
hablar de lectura obligatoria es como hablar de felicidad obligatoria. En medida
que tus alumnos se adentren en la lectura con la guía adecuada, serán como
Borges: incapaces de imaginar un mundo sin libros.

*Cecilia Guerrero es periodista, comunicadora, maestra universitaria, amante del arte


urbano, el sarcasmo y el pan dulce. Ocupa su tiempo libre en armar rompecabezas y en
caminar con su perro. Le encanta viajar y acudir a conciertos de rock.

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