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Soplos sistólicos

El sexto latido en esta ilustración es un extrasístole ventricular. El séptimo latido muestra


una potenciación del soplo posterior al extrasístole debido al mayor llenado ventricular
izquierdo durante la pausa compensadora posextrasistólica.

El soplo se vuelve audible solamente con la inspiración porque en esta disminuye la


presión intratorácica, con mayor aflujo de sangre hacia el ventrículo derecho y aumento
del flujo de salida ventricular derecho.

Este soplo holosistólico de insuficiencia mitral conserva la misma intensidad durante toda
la sístole y se extiende desde S1 hasta S2.

El soplo de la comunicación interventricular es semejante al de la insuficiencia mitral,


pero es más intenso en el borde esternal inferior izquierdo que en la punta.

Soplos diastólicos
Los soplos diastólicos siempre son anormales; la mayoría de ellos son protodiastólicos o
mesodiastólicos, pero también pueden ser telediastólicos (presistólicos). En general, los
soplos protodiastólicos se deben a insuficiencia aórtica o pulmonar. Los soplos
mesodiastólicos (o protomesodiastólicos) se deben en forma típica a estenosis
mitral o tricuspídea. Un soplo telediastólico puede deberse a estenosis mitral reumática
en un paciente con ritmo sinusal.
Un soplo mitral o tricuspídeo generado por un tumor o un trombo auricular puede ser
evanescente y variar con la posición y de un examen a otro porque la ubicación del
tumor intracardíaco se modifica.

Soplos continuos
Los soplos continuos se producen durante todo el ciclo cardíaco. Son siempre
anormales, lo que indica un flujo en la derivación constante durante la sístole y la
diástole. Pueden deberse a diversos defectos cardíacos (ver Etiología de los soplos
según el momento de aparición). Algunos defectos producen un frémito y muchos se
asocian con signos de hipertrofia de los ventrículos derecho e izquierdo. A medida que
se incrementa la resistencia en la arteria pulmonar en los pacientes con cortocircuito, el
componente diastólico disminuye en forma gradual. Cuando las resistencias pulmonar y
sistémica se equiparan, el soplo puede desaparecer.
Los soplos asociados con el conducto arterioso permeable son más fuertes en el
segundo espacio intercostal, justo por debajo del extremo medial de la clavícula
izquierda. Los soplos en la ventana aortopulmonar son centrales y se auscultan en el
tercer espacio intercostal. Los soplos producidos por las fístulas arteriovenosas
sistémicas se auscultan mejor justo sobre las lesiones; los de las fístulas arteriovenosas
pulmonares y de la estenosis de las ramas de la arteria pulmonar son más generalizados
y se auscultan en todo el tórax.

Cuando aumenta la circulación, como ocurre durante el embarazo, la anemia y el


hipertiroidismo, a menudo se ausculta un zumbido venoso continuo en la fosa
supraclavicular derecha; este zumbido venoso también se produce normalmente en los
niños. El sonido generado por el flujo aumentado en una arteria mamaria interna dilatada
(ruido cardíaco mamario), puede confundirse con un soplo cardíaco continuo. El ruido
cardíaco mamario típicamente se ausculta mejor sobre el pecho, a nivel del segundo o
tercer espacio intercostal derecho, izquierdo o ambos y, aunque a menudo se los
clasifica como continuos, es generalmente más fuerte durante la sístole.

Roce pericárdico
Los roces pericárdicos se deben al movimiento de adherencias inflamatorias entre las
capas visceral y parietal del pericardio. Son agudos o ásperos y pueden ser sistólicos,
diastosistólicos o trifásicos (cuando la contracción auricular acentúa el componente
telediastólico). El frote suena como piezas de cuero que se frotan entre sí. Los frotes se
auscultan mejor con el paciente inclinado hacia delante o sostenido sobre las manos y
las rodillas con contención de la respiración tras la espiración.

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