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Debate

El modelo comunitario en Salud Mental


(Reflexiones acerca de la práctica clínica,
la planificación de servicios y otras consecuencias
derivadas del planteamiento comunitario).
Mental health and a communitary model
Federico MENENDEZ OSaRIO (*)

PLANTEAMIENTOS
RESUMEN GENERALES
Se esboza una reflexión de lo que es el enfoque comunitario Intentaré en forma
en Salud Mental, más concretamente, en el campo infantil. de puntos de reflexión,
Se intenta conceptualizar lo que se entiende por actuación esbozar lo que entien­
comunitaria en la práctica clínica, sus formulaciones teórico­
prácticas y derivado de ello, los modos de articular el trabajo
do por trabajo comu­
ta(1to en el propio equipo, como con los distintos servicios que nitario en Salud Men­
operan en la comunidad. tal, con el fin de inten­
Asimismo, que es lo que se entiende por lo específico en la tar aportar algo al ne­
demanda y en la atención asistencial de nuestro campo, es cesario debate y pro­
decir, aquello que define nuestro rol como técnicos. fundización acerca de
Que saber y que demanda viene a redefinirse y dar cuenta los contenidos y mo­
de nuestro trabajo en el seno de una comunidad donde con­ delos asistenciales de
fluyen distintos servicios y necesidades. nuestra práctica.
Qué papel desempeña la propia comunidad y qué planificación
de servicios actual y moderna se derivará de una concepción
de trabajo comunitario, que revise los slogans manidos y re­
petidos acerca de las necesidades de personal y servicios, así l. EXPERIENCIA:
como del trabajo a efectuar. DE LA PRACTICA
DE UN TRABAJO
EN EL TERRITORIO
SUMMARY
The author expose a personal reflection of the communitary Esta reflexión parte
work in the mental health of children. He contexts the clinical del trabajo realiza­
practice and communitary work, your relationship between do en la Unidad de
the theorie an the practice, the relationship between the dif­ Salud Mental del In­
ferents services in the community and the work in the Mental salud de La Coruña (1 ),
Health Centre and it clinical and not clinical wQrkers. (precedida de otras ex­
Also he expose the concept of a speciphic demand in the
periencias similares
mental health care, the deffinition and professional rols. The
relationship between this concepts and the community work en otros lugares: Avi­
is deffined. lés, etc.) (2, 3), creada
The rol of the community and new planning of the services siguiendo las pautas
is analyzed, he doesn't accepts none ideologic slogans nor del Informe de la Re­
historic slogans nor needs of workers nor convencional type
of professional work. (*) Unidad Salud Mental.
INSALUD. La Coruña.

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forma Psiquiátrica (4),


abarcando un área de- PALABRAS CLAVE
limitada de población
(unos 150.000 habitan­ Psiquiatría comunitaria. Salud Mental y Atención Primaria.
tes) en una visión: in­ Demanda y asistencia en Salud Mental Infantil. Planificación
tegrada, -dentro de la en Salud Mental Infantil. Teoría y práctica clínica. Sujeto social.
Sujeto del inconsciente.
atención primaria y de
los planes sanitarios-
e integral, en tanto se KEYWORDS
asumen las funciones Communitary Psychiatry. Mental Health and Primary Careo
preventivas y de pro­ Childhood Mental Health. Demand. Planning. Theorie and cli­
moción de la salud, nical practice. Unconcious.
asistenciales y terapéu­
ticas, rei nserción y se­
guimiento, formación, etc.; garantizando
-en tanto un dispositivo más-, de los
la continuidad terapéutica y la coordi­
programas y de las problemáticas donde
nación con los demás sectores de ac­
la comunidad articula sus demandas e
tuaciones que se ocupan del niño (ser­
intercambios y donde se dan respuestas
vicios sociales, escuela, etc.).
a sus necesidades (sociales, escolares,
El equipo compuesto de psiquiatra, sanitarias, ocio, económicas, cultura­
psicólogo clínico, A.T.S., asistente social les... ) (5).
y aux. administrativo, tiene una diná­ Una de las TAREAS DE NUESTRO
mica interna, -dentro de las pautas TRABAJO COMUNITARIO es la de re­
que se nos asigna- de autonomía de definir y devolver a la propia comunidad
decisión e iniciativa, estimulándose aquellos problemas y demandas que
cuantas ideas y propuestas se hagan, destila como conflictos o anómalos, pa­
dentro de un marco global y flexible de ra ser abordados en los distintos dis­
visiones distintas adaptándose a la rea­ positivos de la red donde se generan y
lidad y necesidades de la zona, eva­ donde sean retomados para sus diver­
luándose y transformándose acorde a sas respuestas y abordajes (aquí toman
la práctica y resultados Estas iniciativas sentido los peligros de psiquiatrizar, me­
no son sólo las provenientes del interior dicalizar, etc ... pero también pedagogi­
del equipo sino que hay también inter­ zar, sociologizar, etc.).
cambio permanente con los distintos
profesionales y usuarios de la comuni­ Nuestra actuación se efectuará en
dad que permiten un trasvase constante el marco de esa comunidad y con los
de experiencias y criterios. distintos elementos o instituciones que
Las reuniones del equipo permiten la componen. NUESTRO TRABAJO EN
la coherencia e intercambios que hagan TANTO TECNICOS del campo de la Sa­
posible el trabajo y la coordinación de lud Mental consistirá en aportar y poner
los profesionales que lo forman, para al servicio de dicha comunidad -(¿so­
evitar caer en una total descoordinación cializar?)- los conocimientos e instru­
o disfuncionalidad. mentos operativos propios a lo especí­
fico de nuestra función a través de la
coordinación y trabajo interdisciplinario,
que por si mismo se deriva de este tipo
11. DEL TRABAJO COMUNITARIO de actuación, con las distintas áreas
que se ocupan de la vida del niño, de
Entendemos por TRABAJO O ACTUA­ tal forma que pueda darse respuesta a
ClaN COMUNITARIA en el sentido las necesidades y realidades de dicha
de que el equipo participa activamente comunidad, partiendo de ésta y con­

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tando con ella. De lo que es específico Se tiende a integrar al niño en su


en nuestro quehacer como técnicos ha­ medio y trabajar coordinadamente con
ré referencia más adelante. aquellos elementos que intervienen en
la vida del niño (familia, médico de ca­
becera o pediatra, escuela, etc.) y los
111. DE LA CLlNICA AL CURAR agentes comunitarios, dando prioridad
e interactuando con los dispositivos o
Entendemos que CURAR, en nues­ estructuras que la propia comunidad
tra práctica clínica, significa, re­ dispone (asistente social de zona, aso­
tomando las palabras de Franco Rotelli ciaciones de vecinos, etc... ).
(6) « ... ocuparse aquí y ahora de hacer Un tanto por ciento importante de
que se transformen los modos de vivir nuestra labor se efectúa en tareas de
y sentir el sufrimiento del paciente y prevención; promoción y programas de
que se transforme globalmente la vida salud; supervisión y coordinación a tra­
cotidiana que alimenta este sufrimien­ vés de los propios médicos de cabecera,
to ... » pero sobre todo y además, añadi­ pediatras, asistentes sociales, escuelas,
mos por nuestra parte: que este «curar» asociaciones diversas; evaluación y
definido por Rotelli no sea algo que el análisis de campo; seguimiento, etc.
técnico «redime», «da» o «libera», sino
que intenta aportar al sujeto que de­
manda nuestro servicio, la posibilidad V. DE LA ACTUACION y
de que él mismo, recupere la capacidad PLANIFICACION EN SALUD
individual que devuelvan al sujeto en MENTAL Y EL PAPEL DE LA
su comunidad el poder asumir su fun­ COMUNIDAD
ción crítica y de acción. Es en esta visión
como el equipo participará, en tanto El tipo de trabajo descrito en base
un dispositivo más, de los programas y a una ACTUACION INTEGRADA, IN­
de la problemática donde la comunidad TEGRAL Y DE CONTINUIDAD TERAPEU­
articula sus demandas y da respuestas TICA en un área delimitada y coordi­
a sus necesidades (sociales, sanitarias, nándose con los distintos sectores de
educativas, etc.) la vida del niño supone que pueda caer­
se en tentaciones que van desde, por
un lado, el tecnocratismo individualista
IV. DE LA TECNICA y LAS de «curar» el síntoma y crear una red
FUNCIONES DEL EQUIPO de trabajo a la cadena; hasta, por otro
lado, el «redentorismo» y «militantismo»
Los distintos miembros del equipo, donde se cae en el magma de la dilu­
aunque con cierta homogeneidad de ción y la confusión en la/el «cura» social
criterios técnicos, tienen diversas vi­ donde el niño es arrojado con el agua
siones y formas de actuación según su sucia por-las recetas «detergentes» que
formación e ideología. limpian los factores sociofamiliares que
La técnica no es rígida, aunque pre­ «le ensucian de su virginidad y bondad»
domine una visión psicodinámica, que (7).
no excluye otras aportaciones. Que el equipo de Salud Mental tenga
Se tiende a actuaciones clínicas des­ funciones de trabajo integral, es decir,
institucionalizadoras basadas en trabajar desde lo preventivo a lo asistencial y
sobre el niño y su medio, sea a los tres de reinserción, coordinación, etc., en
niveles: individual, familiar y escolar o una palabra, asuma y se responsabilice
medio social; o bien centrándolo más de responder a toda la problemática de
en uno de ellos específicamente, según la atención en Salud Mental del niño,
cada caso y situación. no debe suponer que se crea omnipo­

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tente, sino que, consciente de sus lí­ 9. 0 El poder unificar lo preventivo,


mites, debe coordinar sus tareas y debe asistencial, la formación y la investi­
ser flexible y conocedor de su campo gación partiendo de la realidad y del
específico y de la necesaria tarea in­ campo específico donde se aplica, te­
terdisciplinaria, así como de que la pro­ niendo en cuenta lo interdisciplinario,
pia comunidad asuma su propia diná­ así como las aportaciones de la comu­
mica y su parte en todo proceso social, nidad en que se actúa, dándose un efi­
donde el equipo de Salud Mental In­ caz y científico trasvase de conocimien­
fantil es un elemento o dispositivo más tos entre técnicos y comunidad.
(8).
10. 0 Garantizar la presencia, el con­
Pero a pesar de todos los riesgos que
trol y la participación activa de la co­
puede tener tal actuación y planificación
munidad en donde actuamos.
del trabajo en Salud Mental es induda­
ble que la forma anteriormente descrita Hay que añadir también, como con­
supone y VA A PERMITIR QUE: trapartida, algunos RIESGOS que antes
señalados de forma global y abstracta
1. 0 El usuario sabe como, donde y podrían concretarse en: 1) la centrali­
quien se hace responsable de la aten­ zación y burocratización de las actua­
ción en Salud Mental de la comuni­ ciones que cercenan parte de la libre
dad. elección y el carácter de iniciativa y
autonomía, y 2) la omnipotencia y dilu­
2. 0 Se evita la dispersión de recur­ ción, bajo el manto del servicio público
sos así como la atomización de las ac­ y de la administración, de toda respon­
tuaciones. sabilidad y compromisos en tanto tra­
3. 0 La integración y visión global de bajadores y técnicos puestos al servicio
toda actuación. de esta comunidad.
4. 0 La no institucionalización e in­
ternamientos innecesarios. VI. DEL POR QUE DE UN TRABAJO
5.° La no creación de servicios y uni­ COMUNITARIO
dades desgajadas, en base a supuestas
especialidades o campos específicos, Este tipo de TRABAJO COMUNI­
como copias mecánicas de experiencias TARIO lleva aparejado a niveles téc­
ajenas o criterios mimetizadores tec­ nicos y clínicos algunos RESULTADOS
nocráticos fuera de toda realidad con­ y LINEAS DE ACTUACION como son:
creta del área y de la visión integral del
- Actuar utilizando los recursos pro­
trabajo en Salud Mental.
pios del área.
6. 0 La evaluación de resultados y - Redefinir tareas y funciones en
de necesidades, al poder seguir la evo­ todo momento.
lución y trabajar en una zona delimita­ - Delimitar, analizar y evaluar la de­
da. manda, sus causas y efectos, así como
los resultados.
7. 0 Evitar duplicidad y descoordina­
- Posibilitar actuaciones desde y en
ción de tareas y actuaciones.
los propios lugares de vida del niño,
8. 0 Evitar el solapamiento, o irres­ adaptando las soluciones a su realidad
ponsabilidad en las funciones, o el no partiendo del estudio del medio y ac­
asumir, derivar y eludir los casos con­ tuando sobre el conjunto.
flictivos, o los llamados «crónicos», o - Permitir espacios de vida y de crea­
los «profundos», o aquello que no inte­ ción, donde sea el niño el sujeto de su
rese, etc. propia historia.

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- No etiquetar ni rigidizar criterios. al niño (escuela, servicios sociales, etc.)


- Analizar la estructura significativa supondrá una REDEFINICION y ORIEN­
del acto, del síntoma o quehacer. TACION DE LOS DISPOSITIVOS Y NE­
- Ampliar la observación de todo fe­ CESIDADES que nos planteará, deri­
nómeno, dando entrada y teniendo en vado de ello, temas y enfoques de tra­
cuenta otros elementos y variables (me­ bajo distintos, de tal forma que tanto el
dio social, escuela, cultura, economía, internamiento o los centros de hospi­
etcétera, sin quedarse en el síntoma o talización, así como los dispositivos in­
la apariencia. termedios, tendrían unas características
- Evitar reduccionismos yesquema­ muy distintas a las clásicamente des­
tismos que cercenan de entrada la ca­ critas. El aplicar los principios de inte­
pacidad de cambio y visión interdisci­ gración, integralidad, continuidad te­
plinar o que responden a nuestra limi­ rapéutica, territorialización, coordina­
tación, sin que tampoco vaya a caerse ción con otros sectores, etc., supone
en abrir falsas esperanzas. que haya que utilizar y trabajar con los
recursos dispersos que existen infra­
utilizados y que haya que potenciar y
VII. DE LA REDEFINICION DE LOS racionalizar las Unidades de Salud Men­
ENFOQUES Y DE LOS tal que apoyen y coordinen sus trabajos
DISPOSITIVOS COMUNITARIOS con los dispositivos de salud, escolares,
sociales, etc., de la zona (9). Asimismo
Una actuación comunitaria puede te­ ir creando, a partir de una primera etapa
ner enfoques y dispositivos varia­ de trabajo en base a la puesta en mar­
dos de mayor o menor complejidad que cha de las Unidades de Salud Mental y
responderán a criterios subyacentes tan­ los equipos de Atención primaria, aque­
to de enfoques técnicos como ideoló­ llos otros recursos que según la pro­
gicos. Asimismo se adaptarán, más o blemática y realidad de la zona vayan
menos, a las realidades de cada zona y surgiendo, o bien reconvirtiendo estruc­
a las posibilidades de los recursos. Pero turas o dispositivos que son inoperantes
aparte de esos diferentes criterios y en­ y dejan de tener sentido en otras formas
foques que se decantarán en la práctica de actuación (10). Todo esto en el cam­
y resultados de cada uno, existen pun­ po infantil es más sencillo dado que no
tos de reflexión y experiencias actuales existe una estructura rígida creada y
que me parece importante debatir des­ que la demanda va emergiendo unas
pués de algunos años de práctica. veces confusa y otras a través de im­
Frente al soniquete repetitivo cada pregnaciones de otras áreas de la vida
vez que SE PLANIFICA EN SALUD MEN­ del niño (escuela, sociales, tutelar de
TAL INFANTIL de que se precisa: Centro menores... ,). Permite así decantar y
de Salud, Hospital de día, Hospital de crear progresivamente -sin previas ré­
internamiento, Centro de reeducación, moras- los dispositivos acorde a las
etcétera; y en cuanto al personal: psi­ necesidades y realidad de la comunidad
quiatras, psicólogos, personal de en­ (11 ).
fermería, asistentes sociales, etcétera,
es hora de ir planteándose y cuestio­ VIII. DE LA REDEFINICION
nando tales esquemas para ver nuevas DEL QUEHACER TECNICO
formas que responden a realidades y
criterios diferentes. REDEFINIR LAS TAREAS DE NUES­
Un trabajo comunitario partiendo de TRO QUEHACER TECNICO es otro de
los dispositivos y recursos que cada zo­ los retos y del debate científico en el
na disponga, coordinando las acciones que nos vemos inmersos en el campo
con otras áreas o campos de atención de la Salud Mental.

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Al niño, -no ajeno por lo demás al te del niño que hacer-«se»... el tonto, el
adulto- curiosamente, en todo cuanto malo, o el enfermo...
le afecta como enfermo mental se le Esta espera distinta por parte del te­
etiqueta y determina como «es», ser, rapeuta, el poder dar otro registro de
(sustantivación, esencialidad): psicótico, interlocución, no es de un orden vo­
fóbico, retrasado, oligofrénico, enuré­ luntarista, ni salvador, que volvería a
tico, histérico, mongólico..., no como situarle en un «debe ser» que le remite
en cualquier otro proceso de enferme­ a un «es» o «ser» según modelo ideal
dad que se dice «está» o «tiene», (tem­ del propio terapeuta o adulto, confor­
poralidad, atribución): gripe, catarro, mador de voluntades y de «yo-ideales»,
apendicitis, neumonía, cefalea, hasta que en poco se diferenciaría del ser
cáncer o leucemia ... excluido. Estas tendencias «terapéuti­
Enfermo mental es «Ser» tal cosa, mar­ cas» se ven en las ortopedias del yo
ca o etiqueta diagnóstica que le define psicoterapéuticas, o en ciertas terapias
como su identidad (negada) anulándole sociofamiliares llevadas a su extremo,
en su alienación, pues en ese «ser» deja o aún más nítidas en ciertas modifica­
de ser normal, y se le destina a ser ciones de conducta según patrones nor­
aquello que lo define como: «retrasado», mativos al uso y consumo de los valores
«disléxico», «fóbico», «psicópata», «psi­ dominantes.
cótico» ... Retomando el hilo de lo anterior, de­
La etiqueta que lo designa como cíamos que en este orden de registro
«es»... anula la pregunta por el deseo. no es meramente voluntarista o intui­
tivo -me refiero a lo terapéutico, por­
Queda así borrado y se le «condena» a
ser alienado en aquello que lo deter­ que en lo social o educativo no es de
mina en su existencia. este marco del que hablamos y las re­
ferencias son de un orden diferente-,
Frente a este ser, «es», comienzan Se basa en un saber subyacente que
entonces los «tratamientos»: recetas, fór­ sostiene el partir de los PRESUPUES­
mulas (reeducaciones, liberaciones, lo­ TOS TEORICO-PRACTICOS que posi­
gopedias, psicotécnicas, etc.), pero no se bilitan un abordaje clínico. Estos pre­
modifica el partir de la esencia del «es» supuestos teóricos que sostienen la
y el contexto que le marca. práctica clínica tienen que ver con algo
Una ACTUACION TERAPEUTICA BA­ del deseo, del orden del sujeto y la re­
SICA debe comenzar por situarse frente lación intersubjetiva, del orden de lo
al «es», como un «también poder ser simbólico, del lenguaje, de los inter­
otra cosa». Esta posibilidad, esta ruptura cambios en el orden de la cultura y de
-no voluntarista, ni redentorista, ni ne­ lo social, del orden de lo humano y del
gadora- supone un corte que modifica inconsciente.
la posibilidad misma de otra espera, de Nos lleva a plantearnos igualmente
otro registro, por tanto de otra solución que entendemos por la escucha, la de­
de urgencia de posibilidad básica de manda, de que liberación o deseo se
otro ser, aquel que bajo tal síntoma, tal trata. De aquí, qué orden de actuaciones
acto, tal alienación pueda demandar al­ realizamos sobre los diferentes elemen­
go que habla de sí mismo y que ha tos en juego, individual, familiar, esco­
quedado eludido, ajeno, interceptado lar, social. ..
por la propia posición de quienes, ya Es una vuelta a centrarse sobre el su­
previo, le han definido, le han asignado, jeto como tal, dialécticamente irreduc­
es decir, lo saben todo acerca de él. .. tible del SUJETO SOCIAL Y SUJETO DEL
para hablar pues ... sólo le queda ser INCONSCIENTE. Sujeto anudado en el
aquello que se espera que ya es... no orden, no de la mera necesidad bioló­
hay posibilidad de otro discurso por par- gica ni de la simple biografía, sino del

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niño en tanto sujeto deseante y deseado estudios universitarios, tesis doctorales,


(12). tesinas ...
De estos presupuestos teóricos que Es preciso plantearse la cientificidad
sostienen nuestra práctica se decantan y el valor de tal diagnóstico o etiqueta,
las diferencias de nuestra ubicación en que no diciendo nada científico bajo
el quehacer como técnicos y de nuestra tal nombre, sin embargo marca y define,
actuación en tanto terapeutas (no con­ -totalizándolo- lo que es una simple
fundirlo con otras ubicaciones y actua­ expresión, o síntoma, o reacción, de
ciones por muy importantes, loables y órdenes y estructuras diversas y múl­
necesarias que estas sean). tiples que muy poco o nada tienen que
Aquí se abre un debate técnico que ver con tal diagnóstico común.
se solapa a veces en aras de la confu­ Al niño etiquetado de oligofrénico,
sión de tareas, de realidades apremian­ retrasado, subnormal, etc. con un C.1.
tes ante situaciones y necesidades de como referente objetivo de clasificación
otros órdenes, producidas por carencias, y fórmula de cientificidad, se le asigna
Iimitaciones, incapacidades, explotacio­ un «es», ser, donde lo que es parte, ex­
nes, vejaciones y otras causas estruc­ presión, síntoma, reacción, etc., se con­
turales de los distintos campos de la vierte en totalidad, en esencia, en un
vida del niño, que en algunos casos se estado o estructura. Pasa a «ser» eso,
meten en la misma tolva donde todo anulando toda otra referencia al sujeto­
queda diluido y mezclado anulando la niño y al sujeto social (13).
diferencia y lo específico de las distintas Que la práctica nos permita mostrar
tareas y campos del saber. Se elude la evidencia de tal falacia y desconoci­
así toda confrontación a la dificultad miento y como, bajo tal diagnóstico, se
de abordar y separar lo que nos define encubren cuadros psicóticos, disarmo­
y nos ubica en nuestro compromiso con­ nías evolutivas, fracasos escolares, le­
creto como técnicos y profesionales pa­ siones cerebrales, problemáticas socio­
ra dar respuestas ordenadas -no ato­ culturales y medios deprivados, blo­
mizadas, amalgamadas, confusas o es­ queos neuróticos, etcétera, en una pa­
cotomizadas- a la realidad y necesi­ labra, algo de lo que hace referencia al
dades del sujeto afectado, o de la co­ orden del conocimiento y del saber -no
munidad en cuestión, de tal forma que ajeno en dichos mecanismos a los sa­
los demandantes de nuestra actuación bios psi, que manejan tal concepto para
puedan ser, también y además, sujetos nada saber de lo que se trata ya lo que
de su propia historia. nos remite, en tanto cuestiona su ig­
norancia-.
IX. DE UN PARADIGMA Nada parece importar que en muchos
( PSEUDO)CIENTlFICO de estos niños correctamente atendidos
terapéutical11ente y estando integrados
Algo de lo anteriormente enunciado en la escuela y medio normales, se
en el punto anterior, puede ejempla­ transforme completamente su cuadro
rizarse y manifestarse como para­ y su expresión sintomática o existencial,
digma dramático en las etiquetas"refe­ al actuar y transformar, en principio, el
ridas al niño en el caso, nada frecuente, sentido de ese «ser» coagulado que con­
del DIAGNOSTICO-IGNORANCIA QUE lleva un «estar» (en Centros de Educa­
SE DENOMINA RETRASO MENTAL, oli­ ción Especial, o instituciones margina­
gofrenia, subnormalidad, deficiente ... les, o en su rol de tonto o inscrito como
(elíjase la que se prefiera). Este diag­ destinado a su función de ignorancia o
nóstico, cajón de sastre de confusión y de «malo», o de «designado» ... ) que les
desconocimiento, que sigue reiterán­ excluye como sujetos de lenguaje, como
dose y toma carta de naturaleza ... y de sujetos de deseo, reforzando su sínto­

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ma, SU inhibición y bloqueo, e impi­ rencias al registro del inconsciente, del


diendo su acceso al hecho del conoci­ orden del lenguaje y del deseo, de los
miento y del saber. conceptos psicoanalíticos abiertos por
Causística hay abundante para mos­ FREUD y desarrollados por LACAN (14),
trar como un otro hacer, modifica la DalTa (15), WINNlcan (16), etc.
posición frente a ese ser y las ideas No es un hacer sin referencias o es­
preconcebidas producto de un desco­ pontáneo, sino una teorización de base,
nocimiento. una confrontación a dichos presupues­
tos y a la práctica concreta, un ir avan­
De estos hechos dicen las prácticas zando en el compromiso con la comu­
y actuaciones clínicas que algunos in­ nidad y en el conocimiento científico,
tentamos abordar. De sus resultados sin que el dogma de una teoría obture
pueden evaluarse y sacar conclusiones. la lucidez de la duda y del reto a la
Las concepciones que soportan tales ignorancia.
prácticas, vienen implícitas en algo de Si hemos reflexionado sobre las pau­
lo ya referido aquí y que en un área o tas expuestas y la práctica desarrollada
zona sanitaria se pone en marcha co­ no ha sido desprovistos de las alforjas
ordinándose con los diversos profesio­ de un determinado saber. Es posible
nales que se ocupan del niño (servicios que en el camino expuesto confluyamos
sociales, escuelas, equipos de atención con otros bagajes y concepciones teó­
primaria, asociaciones diversas... ,). ricas diferentes que lleguen a enun­
Pero no es a un saber espontaneísta ciados y experiencias similares a estas
o de nueva «militancia» al que nos re­ nuestras, o diversas. Todo ello servirá
mite nuestro caso, sino a unos pará­ para enriquecer y confrontar los que­
metros y referencias específicas, séase: haceres en el campo de la Salud Mental
aquello que se enmarca en las refe- Infantil.

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Dirección para correspondencia: Federico Menéndez. Unidad Salud Mental. Hospital Materno-In­
fantil. Las Jubias (La Coruña).

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