Cronología biográfica de César Vallejo

1892 venir, desvanecidos los piadosos deseos infan-

tiles de llegar al sacerdocio que sus padres alen-
Nace Cesar Vailejo en Santiago de Chuco, lo- taban, y desvanecida también la querencia per-
calidad de la provincia de Huamachuco, per- sonal hacia la Medicina, en 1910 se matricula
teneciente al Departamento de La Libertad, en en los estudios de Letras en la Universidad de
La Libertad de Trujillo. Pero a los pocos meses
el Perú.
regresa a Santiago, al parecer por insuficiencia
Aunque no hay coincidencia entre sus bió- de recursos económicos. Ayuda a su padre, que
grafos a la hora de señalar el año, e] mes y el por entonces desempeña el cargo de goberna-
día de su nacimiento, tradicionalmeme se vie- dor, en la confección y tramitación de papeles
ne aceptando que César Abraham Vallejo Men- y expedientes. Toma contacto directo con la rea-
doza nació el 16 de marzo de 1892. Fue el úl- lidad de los trabajadores andinos en las minas
timo, el benjamín, el «shulca» de una serie de de Quiruvilca. Germina allí la raíz más neta de
doce hermanos —dos muertos y una casada an- una línea social muy concreta que, años más
tes de nacer él—, hijos todos de Francisco de tarde, dará sus frutos en la novela El tungste-
Paula Vallejo Benítez (hijo del sacerdote espa- no, en abundantes poemas y en otros documen-
ñol y gallego José Rufo Vallejo y de la india tos de carácter no estrictamente literario,
quechua Justa Benítez) y de María de los San-
tos Mendoza Gurrionero (hija del también sa-
cerdote y español Joaquín de Mendoza y de la 1911
india chimú Natividad Gurrionero). Ambien-
te familiar austero, laborioso, tradicional e in-
tensamente religioso, Se matricula en la Universidad Mayor de San
Marcos de Lima4 esta ve* en la Facultad de
Ciencias. Pero nuevas dificultades de índole
1900-1908 económica y su incapacidad personal para man-
tener una mínima asiduidad en la asistencia a
las clases hacen que al final del curso su nom-
A los ocho años inicia Vallejo sus estudios en bre ya no figure en las listas.
la Escuela Municipal del lugar. Al año siguiente
(1901) los prosigue en el Centro Escolar número De mayo a diciembre se emplea como pre-
271, dirigido a ta sazón por Abraham Arias, ceptor de los hijos deí hacendado Domingo So-
til en Ambo. Las lecciones de lectura y dictado
que es su padrino de Confirmación.
a los pequeños le llenan de un aburrimiento
En el mismo Centro estudia el tercer curso insoportable. Regresa a Trujillo.
de Instrucción primaria (1902), el cuarto (1903) Variedades de Urna (9 de diciembre) comen-
y el quinto (1904), ta con zumba un poema que Vallejo ha envia-
Durante los años 1905, 1906 y 1908 cursa los do para su publicación,
Estudios secundarios en el Colegio Nacional de
San Nicolás de Huamachuco; el curso corres-
pondiente a 1907 lo realiza como alumno li- 1912
bre, permaneciendo en su casa de Santiago.
Es admitido en la hacienda azucarera «Ro-
ma», propiedad de don Víctor Larco Herrera,
1910 en el valle de Chicama, en calidad de ayudan-
te de cajero y «confeccionador de las planillas
Sumido en una profunda crisis personal in- de pago para la peonada».
ducida por la incertidumbre acerca de su por- Los peones son más de cuatro mil. Aquí des-
/v
 1031
cubre la crudeza de la explotación del indio:
injusticia, desigualdad, dolor, miseria, desva-
1916
limiento, prepotencia... Escribe poemas y re-
Estudia segundo curso de Derecho. Trabaja
latos breves que lee, en las horas del descanso,
en el Colegio San Juan. Sigue leyendo inten-
a su compañero de habitación en la hacienda.
samente: ahora, autores rusos, españoles, fran-
Decide seguir estudiando.
ceses e ingleses.
Llama la atención de sus amigos una obsesi-
1913-1914 va pendularidad temperamental que le hace de-
batirse en alternativos estados anímicos de pos-
En marzo de 1913 se matricula de nuevo en tración y exaltación. Este aspecto se acentúa con
el primer curso de Letras de la Universidad de la creencia en la superstición (rasgo atávico, sin
Trujillo, y, al tiempo, consigue una plaza de duda), la entrega a la bebida, alguna que otra
profesor en el Centro Escolar de Varones nú- visita a fumaderos de opio, y el amor remordi-
mero 241. Residirá en Trujillo hasta el año do y hermético a las mujeres. Aparte la «andi-
1917. En el ambiente trujillano, que «conser- na y dulce Rita» de «Idilio muerto» —vecinita
vaba el aspecto quieto, lento y conventual de de Santiago de Chuco y que seguramente se lla-
los días coloniales», transcurren los años más maba Martina Gordillo Peláez—, el primer
importantes de la formación de Vallejo. amor documentado de Vallejo es el de María
Rosa Sandoval, joven atractiva e inteligente, a
V Comienza a publicar poemas en 1913. Lo ha-
3
O la que conoce en Trujillo en 1916: fueron amo-
<j
ce en la revista Cultura Infantil («Fosforescen-
cr JP5 res de una gran intensidad romántica que ter-
cia», «Transpiración vegetal» en 1913; «Fusión»
2u minaron con la muerte de María Rosa el 10 de
en 1914).
WD
T3 febrero de 1918. De 1916 son los poemas «Es-
tí Es nombrado bibliotecario de la «Sociedad tival» y «El barco perdido», publicados en Cul-
rto
t*
O .2
de Preceptores» de Trujillo. A los pocos meses tura Infantil, y también «En rojo oscuro», «La
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4> G (en noviembre) es secretario de la misma. En misma tarde», «Linda Regia», «Nocturno», «No-
« </3 la biblioteca se va saciando la insondable pa- che en el campo», «Fiestas aldeanas» y «Triun-
> V sión lectora del «cholo».
-o fa vanidad», aparecidos en La Reforma.
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F—(

<u Se vincula muy activamente a la joven inte-

U lectualidad trujillana en la que destacan nom-
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bres tales como Antenor Orrego y Víctor Raúl 1917
V
14
Haya de la Torre (futuro fundador de APRA).
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w Constituyen el grupo «El Norte», de resonan-
>. En la primavera, también en Trujillo, cono-
<rt « cias inbotrables para Vallejo. Tras las vacacio-
T3 ce Vallejo a Zoila Rosa Cuadra, de la que se
e nes, pasadas en Santiago, vuelve a Trujillo pa- enamora también arrebatadamente y a la que
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1^
ra cursar el segundo de Filosofía y Letras. Con- poetiza bajo el nombre de «Mirtho»: fueron
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tinúa como profesor del Centro Escolar de Va- amores muy borrascosos en los que los celos es-
e0> tí
2 rones. Terminado el curso, regresa al hogar.
-C tuvieron a punto de provocar la tragedia; se-
*->
<*>Q> gún unos, Vallejo intentó matar a la amada;
-2"S según otros, eí poeta se encañonó a sí mismo
<u \Jrt
-a </l
1915 y apretó el gatillo, pero... Al mismo tiempo,
•2 \rt se siente ya atraído por una joven apellidada
U £ En mayo, sin razón justificativa ni explicati-
5IX)
<u Murguía, a la que espera diariamente en la es-
£ va alguna, es apartado de la docencia en el Cen- quina de la calle por la que necesariamente tie-
a> •« tro Escolar. Termina sus estudios (tres cursos) ne que pasar y para la que escribe «Bordas de
•o M
o o de Letras. Título de Bachiller, con un trabajo hielo». Vallejo sigue escribiendo y publicando
a. sobre El Romanticismo en la poesía castellana, poemas taíes como «Oscura», «La muía», «A mi
'S ~v leído el 22 de septiembre y editado muy poco hermano muerto», «Armada juvenil» y «Babel»
a p4>s tiempo después.
E en Cultura Infantil, y también «Sombras» y «Fa-
p Cí lacidad» en La Reforma. Estos poemas suscitan
u Sigue también, con escaso entusiasmo, el pri-
i?!^
tí
T3 u mer curso en la Facultad de Derecho y profesa burlas mordaces y ataques despiadados por par-
V 3
14 en la sección primaria del Colegio Nacional San te de los «conservadores» de la intelectualidad
4> cr
BU c Juan de Trujillo. trujillana. El espíritu sensibilísimo del «cholo»
O « acusa estos golpes, pero continúa adelante. De
> un De este año son los poemas «Primavera» y
esta época es su «Canto a América», desgracia-
-w
a «Campanas muertas», publicados en el perió- damente perdido. «El poeta a su amada», «Se-
O J3 dico La Reforma.
1032
tiembre» y «Estrella vespertina» (que es «Yeso»
en Las heraldos negros) son los últimos poemas
de su estancia en Trujiüo.
El 27 de diciembre de 1917, jueves, se em-
barca en Salaverry rumbo a Lima en el eUcaya-
li». Escribe a bordo el poema «Dios».
esperar el prólogo de Valdelomar, Vallejo lo
sustituye por un hermético y evangélico «Qui
potest capere capiat» y el poematio Los heral-
dos negros ve la luz, finalmente, en julio de
1919- El Perú «no se reconoció en este libro»,
con harto dolor de Vallejo.

1918 1920

Es uno de los anos decisivos en la vida de Va- Es otro de los años «negros» y decisivos de
llejo. Ya en Lima, visita y entrevista a sdgunos Vallejo.
escritores eminentes y logra una plaza de do- El Colegio Guadalupe clausura el Ciclo pri-
cente en el Colegio Barros del que, por muer- mario y Vallejo queda, una vez más, en situa-
re de su fundador y director, es nombrado Va- ción de parado. Esta situación será vitalicia,
llejo director, por ser el único profesor titulado. bien a causa de hechos objetivos, bien a causa
de la incapacidad suya para asentarse dr ma-
El 8 de agosto muere su madre en Santiago.
nera definitiva en algo. Permanece, pues, ce-
Es un hecho trascendental en su vida y en su
sante en Lima los meses de verano (enero, fe-
obra. La honda depresión en que este hecho le
brero y marzo). En abril decide viajar a Truji-
precipita es atenuada apenas por el intensidad
11o. Lo hace rumbo a Salaverry, por mar, en el
de sus desahogos amorosos, ahora con Otilia
«Aysén», los días 27 al 30. Le esperan sus ami-
¿Villanueva?: fueron amores angustiosos y con
gos, peto algo ha cambiado en ellos o en él:
una ruptura de consecuencias desgraciadas pa-
de hecho, el ímpetu del grupo «El Noite» se
ra Vallejo. En efecto, Otilia era cuñada de uno
ha perdido. Cómo lo lamenta Vallejo (Tnlce,
de los socios de ValJejo en la dirección y admi-
75). Pero ei dato que hace que 1920 sea un año
nistración del Colegio Barros; este socio no ce-
decisivo es su encarcelamiento injusto de cien-
ja hasta obligar a Vallejo a abandonar el Cen-
to doce días (6 de noviembre de 1920 a 12 de
tro (ahora llamado Instituto Nacional). Como
febrero de 1921) en Trujillo. La experiencia de
despedida de Otilia, Vallejo escribe «Soneto de
la cárcel es solo comparable, en la vida y obra
las cinco vocales», no recogido en ninguno de
de ValJejo, a la pérdida de la madre.
sus poemarios. Otüia sera la inspiradora de mu-
chos otros poemas de Trilce (5, 8, 9, 10, 15, 34,
35, 37, 40, 42, 43, 46, 48, 49, 51, 62, 71, 72)
y sugeridora del neologismo «otilinas» (Trilce, 1921-1923
A la salida de la cárcel en libertad provisio-
En el aspecto creativo literario, 1918 es de
nal —tras la campaña que a su favor han reali-
importancia capital queda preparado y listo pa-
zado Jos intelectuales, en especial los de
ra salir al público el primer libro poético de Va-
Huamachuco— no vuelve a Santiago. No vol-
llejo- Los heraldos negros. No aparece este año
verá nunca. Viaja a Lima. Su viaje tiene un sen-
(aunque 1918 es la fecha que figura en la edi-
tido, secreto pero irrevocable, de despedida ra-
ción) porque Vallejo está esperando un prólo-
dical de su tierra serrana. Y de los suyos. Ya
go que le ha prometido su amigo Abraham Val-
en Lima, ptepara y ordena los materiales de
delomar. El libro aparecerá, sin prólogo, el año
Trilce, libro que ve la luz en octubre de 1922.
siguiente.
Es readmitido como profesor en el Colegio
Nuestra Señora de Guadalupe. Publica un li-
bro de cuentos, Escalas. Poco después queda de
1919 nuevo cesante como profesor. Publica aún Ta-
bla salvaje y acepta la corresponsalía en Lima
Tras el abandono fonoso del Instituto Na- del diario Él Norte, de Tmjillo. Pero...
cional (Colegio Bajrós), encuentra trabajo co- El 17 de junio de 192? puede emprender una
mo docente en una academia comertial y co- aventura, acariciada desde tiempo atrás y abu-
mo maestro de cuarto y quinto en el Colegio zada por ios días de cárcel, por la fragilidad y
Nacional de Guadalupe. provisionalidad de su libertad civil y por la reac-
Continúa escribiendo primeras versiones de ción desconcertada y negativa que Trilce pro-
los poemas que formaran Trilce. Cansado de vocó en los ambientes culturales peruanos: con
 1033
ciento cincuenta soles, que al cambio dieron cuenta la universidad y renuncia a la beca en
quinientos francos, se embarca para Europa en 1927 «por discrepancias con la política seguida
el «Oroya». Jamás regresará al Perú. Llega a París por el Gobierno del General Primo de Rivera»;
el 13 de julio de 1923. en realidad, por obligada decencia personal.

1924
Los primeros tiempos de Vallejo en Europa
son especialmente duros: el desconocimiento de
la lengua, la falta de vivienda y el estar sin tra-
bajo son causas traumáticamente objetivas de
esa dureza.
Ha traído del Perú borradores de poemas y
de relatos. Trabaja sobre ellos. Cuatro años más
tarde esos borradores estarán ordenados en tres
montones que darán cuerpo a tres obras: Poe-
mas en prosa, Hacia el reino de los Saris y Con-
tra el secreto profesional.
Desde octubre de 1923 colabora en El Nor-
te de Trujíllo (y lo hará hasta 1927). Publica
«Los Caynas» en la revista Alfar de La Coruña.
Se acomoda y vive en el taller del escultor cos-
tarricense Max Jiménez. El 24 de marzo muere
su padre en Santiago. Vallejo cae en una crisis
muy aguda en todos los órdenes: psicológica,
espiritual y físico. Se somete a una operación,
por hemorragia intestinal, en el Hospital de la
Charité y está al borde de la tumba. El hori-
zonte familiar y tradicional de sus creencias se
desvanece, aunque ni ahora ni nunca desapa-
recerá Dios como punto último de referencia.
Conoce a Huidobro, a Picasso, a Tzara, a Ne-
ruda, a Juan Gris, etc., y traba especial amis-
tad con Juan Larrea.
1925
Gracias a su conocimiento y amistad con
Maurice de Waleffe, obtiene carné o carta de
periodista y puede entrar, como secretario, en
el «Bureau des Grands Journeaux Ibero-Améri-
cains».
Comienza su colaboración para Mundial de
Lima (lo hará hasta enero de 1930) y viaja por
primera vez a España en compañía del diplo-
mático Pablo Abril de Vivero, secretario de la
Legación del Perú en Madrid y amigo suyo des-
de Lima. Gracias a él obtiene del gobierno es-
pañol una beca de cuatro mil pesetas para es-
tudiar Derecho en Madrid. Ello es ocasión pa-
ra que Vallejo viaje a España también en 1926
y 1927, pero tan sólo para cobrar la cantidad po, cerca de París (Ris-Orangis) en compañía
de la beca, no para estudiar: de hecho, no fre- de Henriette. En octubre viaja por primera vez
1926
Colabora con su amigo Juan Larrea en la efí-
mera revista Favorables París Poema (dos nú-
meros: julio y octubre de 1926). Comienza a
escribir para Variedades de Lima (lo hará hasta
1930). Escribe dos artículos para Amanta, re-
vista fundada ese mismo año en Lima por Ma-
riátegui.
La primera mujer a la que estuvo unido Va-
llejo en Europa (aparte las «zorrillas», según el
calificativo que daba a las de trato fácil y pasa-
jero) fue Henriette Maise, a la que conoce en
1925 y con la que vive desde principios del 26,
hasta la aparición de Georgette Phillipart en
1927 (aunque en 1928, en momentos de crisis
física y moral, Henriette lo atiende cariñosa-
mente y lo lleva a pasar el verano al campo en
su compañía).
En mayo del 26 el Tribunal de Trujillo, que
atiende la causa que aún se sigue contra él des-
de los sucesos de 1920, decreta su busca y cap-
tura.
1927
Renuncia a su puesto en el «Bureau des
Grands Journeaux Ibero-Américains». La vida
en París se le torna cada día más difícil y pien-
sa muy seriamente en regresar al Perú. Conoce
a Georgette, pero no convivirá con ella hasta
1929 (se casarán en 1934).
Sigue enviando colaboraciones y publica en
Amauta «Sabiduría», capítulo para una novela
que no finalizará, pero que aprovechará en El
tungsteno. Colabora en Repertorio Americano,
revista de San José de Costa Rica, con un artí-
culo (en 1937 publicará otros dos). En septiem-
bre trabaja como «amanuense» para La Razón
de Buenos Airs. Se da con intensidad al estu-
dio del marxismo.
1928
Como queda dicho, pasa el verano en el cam-
1034
a Rusia. Va con la intención de no volver, pero
el 15 de noviembre está ya de regreso en París.
Su talante revolucionario se acentúa tras el viaje:
enterado de que Mariátegui ha fundado el Par-
tido Comunista Peruano, se adhiere con entu-
siasmo a la idea de constituir en París una cé-
lula de él, y suscribe, junto con otros amigos
intelectuales, una Tesis sobre la acción para de-
sarrollar en el Perú.
1929
En febrero comienza a colaborar en El Co-
mercio de Lima (lo hará hasta 1930). Profun-
diza su estudio sobre el marxismo. Durante el
mes de julio disfruta de un corto período de
descanso en Bretaña en compañía de Georget-
te. En septiembre viaja por segunda vez a Ru-
sia, acompañado de Georgette. Lo hace como
«escritor independiente» y su periplo abarca
Berlín, Leningrado, Moscú, Varsovia, Praga,
Colonia, Viena, Budapest, Trieste, Venecia,
Florencia, Roma, Pisa, Niza y París. Comien-
za los pensamientos, que seguirá escribiendo
en 1930 y 1931, y que se publicarán muchos
años después de su muerte con el título de El
arte y la revolución (1973).
1930
Como fruto de las impresiones y apuntes traí-
dos de su segundo viaje a la URSS, en febrero
comienza a publicar, en la revista madrileña Bo-
lívar, dirigida por Pablo Abril y órgano de los
estudiantes hispanoamericanos en Madrid, una
serie de artículos bajo el título «Un reportaje
en Rusia». Son diez artículos y aparecen dos en
febrero, uno en marzo, dos en abril, dos en ma-
yo, uno en junio y dos en julio.
Viaja ampliamente por España, siempre con
Georgette. Se relaciona con Alberti, Maricha-
lar, Corpus Barga, etc. En julio la editorial Plu-
tarco publica, con prólogo de Bergamín y
poema-salutación de Gerardo Diego, la segun-
da edición de Trilce, en volumen de doscien-
tas páginas y con portada dibujada por el pro-
pio Vallejo. Y comienza a escribir teatro: Mam-
par, obra que destruye sin concluir.
Regresa a París con Georgette. Participa en
manifestaciones callejeras y en reuniones clan-
destinas. Es detenido repetidas veces y vigila-
do permanentemente por la policía. «Por su fi-
liación a círculos comunistas», la Dirección de lectiva Lo que ellos han visto en Rusia recoge
Seguridad del Ministerio del Interior lo expul- algunos textos vallejianos.
sa de Francia, por decreto del 2 de diciembre.
Sale con Georgette hacia Madrid el día 29 de
ese mes.
1931
Ya en Madrid, abandona Vallejo su colabo-
ración en los periódicos peruanos, traduce al
castellano algunas obras francesas y redacta, pa-
ra la Colección «La novela proletaria» de Edi-
torial Cénit, la novela El tungsteno que apare-
ce en primavera. Presencia, en abril, el naci-
miento de la Segunda República, pero sin en-
tusiasmo, porque para él «una revolución sin
sangre no es revolución». Escribe el cuento Pa-
co Yunque que, aunque previamente solicita-
do, es, sin embargo, rechazado por demasiado
triste a juicio de los editores. No verá la luz has-
ta 1951.
Los años vividos en Madrid son, sin duda,
los más felices de toda la vida de Vallejo. Es
claro que contribuyen a ello hechos tales como
su entrañable amistad con Federico García Lorca
y con Leopoldo Panero (que le lleva a su casa
de Astorga a pasar las Navidades de ese año),
el conocimiento de Unamuno, y la satisfacción
misma del trabajo creador al que puede dedi-
carse, por fin, a su completo placer.
Colabora en La Voz de Madrid y en julio Edi-
ciones Uiises le publica Rusia en 193 h refle-
xiones al pie de Kremlin, libro en el que reco-
ge las entregas de Bolívar y que es un auténti-
co éxito editorial, agotándose tres ediciones en
cuatro meses.
En octubre viaja por tercera y última vez a
Rusia, como miembro del Congreso Internacio-
nal de Editores. Visita varias ciudades rusas y
llega hasta los Urales. Regresa con nuevos apun-
tes y comienza la redacción de Rusia ante el Se-
gundo Plan Quinquenal, libro que ninguna
editorial le acepta y que no verá la luz hasta
1965. Escribe para el teatro LocJk-Out, en fran-
cés; corre la misma suerte. Y la misma corre
también, a pesar del interés de García Lorca,
Varona Polianova, por otro título El juego del
amor y del odio, que luego cambiará por el de
Moscú contra Moscú y, finalmente, por el de
Entre dos orillas corre el río. Se trata de una
obra teatral que ya tenía prácticamente termi-
nada desde el año anterior. No hubo nada que
hacer.
Monde de París publica una parte de El tung-
steno en versión al francés. En Chile la obra co-
 1035
De esta época son varios de los poemas que 1935
integrarán Poemas humanos.
Es uno de los años más difíciles de la vida
1932 de Vallejo. Resultan fallidos todos sus inten-
tos para publicar en España los poemas que ha
venido escribiendo durante los últimos años.
En enero viaja Georgette a París. Vallejo lo Su militancia comunista se intensifica, pero sin
hace en febrero. Solucionada su situación po- perder ese peculiar matiz suyo que hizo que los
licial, es autorizado a permanecer en Francia. mandos del partido le miraran siempre con re-
Termina Rusia ante el Segundo Plan Quin- celo y desconfianza. Comienza a escribir dos
quenal. guiones cinematográficos, Charlot contra Cha-
Es este un año en el que, en plena madurez, plin y Colacho hermanos, que terminará en
Vallejo comparte su vida «entre mi inquietud 1936. Escribe también cuentos: Los dos Soras,
política y social y mi inquietud introspectiva y El niño del carrizo, Viaje alrededor del porve-
personal y mía para adentro», como escribe a nir, El vencedor, que permanecerán inéditos
Juan Larrea, uno de los poquísimos amigos que hasta 1967. Se trasladan a vivir al Boulevard
Vallejo conservó como tales en la severa selec- Raspail.
ción que llevó a cabo en una ascética operación
de conversión personal a los ideales que consi-
deraba de exigencia y dedicación totales. Cu- 1936
riosamente, desde el punto de vista cronológi-
co, se aprecia que esta suerte de ascesis signifi- Da lecciones de Lengua y Literatura Españo-
có el comienzo del cierre de su círculo vital. las. Se instalan en el Hotel du Maine, en la ca-
lle homónima. Colabora en las revistas Beaux-
Arts y L'Amérique Latine de París.
1933 Le despierta el estallido de la Guerra Civil
Española: el militante de fondo reaviva su en-
Colabora en el semanario Germinal át París tusiasmo. Participa en mítines y reuniones, así
con una miniserie de siete capítulos sobre el ta- como de la fundación de los «Comités de de-
ma «¿Qué pasa en el Perú?». Surgen nuevos fensa de la República de España» y en la de su
problemas con la Prefectura. Es, además, un boletín Nueva España.
año en el que su situación económica se agra- En diciembre viaja a Barcelona y Madrid.
va. Al desprenderse Georgette de la casa de la
rué Moliere, en la que viven desde 1929, enca-
ran una amarga peregrinación por hoteles y fon-
das baratas que comienza en el Hotel Garibal-
1937
di, en el boulevard del mismo nombre, y que He aquí.el año más trágico de Vallejo. Su
terminará en el clínica Arago. vida no tiene ya otro centro de atención y de
preocupación que «lo que ocurre en España».
Acompañado por Georgette, y en calidad de
1934 delegado del Perú, viaja de nuevo a España para
asistir al Segundo Congreso Internacional de Es-
El 11 de octubre se casa civilmente con Geor- critores para la Defensa de la Cultura. Será su
gette. Sigue participando en manifestaciones último viaje a España. Entre el 2 y el 12 de ju-
políticas, a riesgo siempre de ser expulsado nue- lio recorren Barcelona, Valencia, Jaén y el frente
vamente de Francia. de Madrid. De nuevo en París, es elegido se-
Escribe para el teatro la durísima sátira Co- cretario de la sección peruana de la Asociación
lacho hermanos o Presidentes de América cu- Internacional de Escritores. Se retira del Comité
yo primer cuadro será publicado en 1956. Con- Iberoamericano para la Defensa de la Repúbli-
tinúa trabajando espaciadamente en Poemas hu- ca cuando el boletín Nueva España pasa a ser
manos, libro que queda terminado definitiva- controlado por Neruda cuyas actividades siem-
mente el 21 de noviembre de 1937. pre parecieron a Vallejo interesadas y demagó-
gicas.
Federico de Onís incluye algunos poemas de
Vallejo en su celebrada Antología de la poesía, Escribe los últimos poemas de Poemas hu-
española e hispanoamericana (1882-1932). manos y España, aparta de mí este cáliz cuya
1036
edición príncipe es publicada en 1939 para los
soldados del frente de Cataluña; las tropas de
Franco destruyeron todos los ejemplares..., pero
algunos se salvaron: en el Monasterio de Mon-
serrat se conservan un par de ellos.
1938
Dedica los dos primeros meses del año a ini-
ciar una campaña en pro del restablecimiento
de las garantías democráticas en el Perú. En
marzo se siente agotado, aquejado de una mis-
teriosa enfermedad que los médicos no logran
diagnosticar con precisión, calificándola de «in-
fección intestinal aguda». Georgette recurre a
una serie interminable de magnetizadores, as-
trólogos, magos y brujos que con sus pases mag-
néticos dejan al «cholo» para no prestar. Ingre-
sado en la Clínica Arago, fallece a las nueve y
veinte de la mañana del día 15 de abril, Vier-
nes Santo.
Al día siguiente se efectúa la toma de mas-
carilla y el embalsamiento. El 19 es trasladado
a la Maison de la Culture y, luego, inhumado
en el Cementerio de Montrouge.
Georgette le sobrevivió cuarenta y cinco años
y medio —un lapso de tiempo equivalente ca-
si borde a borde al de la vida de Vallejo— y
se negará sistemáticamente al traslado de los res-
tos de su marido al Perú. El 3 de abril de 1970
los hizo trasladar al Cementerio de Montpar-
nasse. Allí reposan: división 12, 4 norte, 7 es-
te. En París.
Francisco Martínez García