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EL ESQUEMA ORACIONAL BÁSICO

1. DESCRIPCIÓN

Lo que denomino esquema oracional básico (E.O.B) es, sobre todo,


un recurso metodológico. Su principal valor radica, a mi juicio, en su poder heurístico para
adentrarse en la descripción y en el análisis de la organización morfosintáctica de nuestra
lengua materna. En cuanto método, el E.O.B. no es más que una herramienta práctica de
trabajo, la cual no podrá confundirse, de manera alguna, con la realidad de los hechos
descritos o analizados, ni tampoco se la podrá considerar como LA solución de todos los
problemas.

Lo de ESQUEMA obedece a que es una "representación de una cosa


atendiendo solo a sus líneas o caracteres más significativos" (DRAE, 2" acepción). En este
sentido, todas las características del E.O.B., a las que me referiré luego, corresponden a
reducciones formales, o semánticas, o pragmáticas, que en nada afectan la estructura
morfosintáctica de los enunciados reales.

Lo de ORACIONAL se debe a que la unidad central del modelo que


propicio es precisamente la oración; en otras palabras, pienso que la oración es la entidad
morfosintáctica en torno a la cual gira toda la estructura y el funcionamiento de la lengua en
cuanto sistema de signos.

Lo de BÁSICO apunta a que el E.O.B. es un muy buen punto


de partida para identificar, positiva o negativamente, las principales unidades
morfosintácticas de una lengua como la nuestra.

En virtud de todo lo anterior, defino el E.O.B. como la


FORMULACIÓN REDUCIDA O ABREVIADA DE LA ESTRUCTURA SEMÁNTICO-FORMAL DE
UNA ORACIÓN.

2. CARACTERIZACIÓN

Las principales características del E.O.B., que a la vez establecen las


condiciones para su correcta aplicación, son las siguientes:

2.1. El VERBO, constituyente nuclear

Sea por su sentido etimológico ('palabra, 'vocablo'), sea por su capacidad para
expresar por sí solo un enunciado completo (¡vamonos!'), sea por ser la pieza léxica clave
para la estructura semántica y formal de las unidades morfosintácticas mayores (el periodo, la
oración y la cláusula), el VERBO es el constituyente nuclear de todo E.O.B.; en torno a él, y
referidos directamente a él, giran los demás constituyentes, cual satélites.

Por lo dicho, el verbo es la única expresión del enunciado real que se conserva en el
esquema, con su mismo modo y tiempo (salvo en algunas excepciones), pero siempre en la 3 :i
persona del número singular (cp. Guía práctica, punto 1°).

2.2. Constituyentes no nucleares.

Las demás expresiones constitutivas de la oración real se representan


mediante ciertos signos de un valor semántico muy general o abstracto y que, como lo
señalé más arriba, se comportan como determinantes del núcleo verbal. Tales
constituyentes "no nucleares" pueden ser de dos tipos:
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a) Centrales (aquellos que se encuentran más próximos, semántica y
formalmente al núcleo verbal)

> ALGUIEN o ALGO (sujeto)


> A ALGUIEN o ALGO (objeto directo)
> A o PARA ALGUIEN (objeto indirecto)

b) Periféricos (aquellos que se encuentran más alejados, semántica


y formalmente, del núcleo verbal). Los más comunes son:

> Allí (lugar)


> ASÍ (modo)
> ENTONCES (tiempo)
> TANTO (cantidad)
> CON ALGO (instrumento)
> POR ALGO (causa)
> PARA ALGO (finalidad)
> EN CASO DE ALGO (condición)

2.3. Orden fijo

Cualquiera sea el orden original de las expresiones que conforman una


oración, el E.O.B. correspondiente las presenta siempre en la misma distribución conforme a
la siguiente "matriz" (cp. Guía práctica, punto 2°):

AHÍ
ALGUIEN A ALGUIEN ASÍ
o VERBO o A o PARA ENTONCES
ALGO Ø ALGO ALGUIEN TANTO
POR ALGO
Etc., Etc.,

Esta exigencia de orden fijo no se aplica a los constituyentes


"periféricos" entre sí.

2.4. Propósito declarativo certivo

Cualquiera sea la función del lenguaje, o propósito comunicativo,


predominante de la oración representada, su E.O.B. se formula siempre como una
declaración certiva; esto es, la representación esquemática de toda oración corresponde a la
de una información emitida con plena seguridad o certidumbre (cp. Guía práctica, punto 4°)

3. ASPECTOS PARTICULARES

Además de las condiciones de aplicación que se acaban de señalar,


es necesario tener en cuenta algunos hechos específicos, ya morfosintácticos, ya
semánticos, ya pragmáticos, que igualmente inciden en la formulación de un E.O.B.:
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3.1. Elipsis.

Por razones de economía expresiva o de redundancia informativa,


suelen omitirse en los enunciados reales ciertas expresiones que no afectan la correcta
descodificación de aquellos; sin embargo, el análisis de las relaciones, estructuras y
funciones morfosintácticas del sistema requiere la presencia explícita de todas las
expresiones. Por tal motivo, es imprescindible reponer en el E.O.B. los constituyentes
elípticos (método de la catalización); para tal efecto, se utiliza el paréntesis curvo (cp. Guía
práctica, punto 2°)

Mañana voy a la playa ===> (Alguien) IRA ahí entonces.

A fin de no incurrir en un abuso del recurso de la elipsis, que es uno


de los "vicios" de la gramática tradicional, deben tenerse presentes las siguientes exigencias
para su aplicación:

a) La expresión elíptica debe ser claramente identificable por el


contexto o la situación comunicativos;
b) La catalización no debe alterar ni la estructura ni el sentido
originales del ejemplo; y
c) la "ausencia" en cuestión debe ser reconocida como tal por el
sentimiento lingüístico de los hablantes.

3.2. Negación
En verdad, la negación es también, desde el punto de vista lógico,
una forma de expresar una declaración certiva, junto a la afirmación: v. gr., Sócrates es
mortal I Sócrates no es mortal. Sin embargo, gramaticalmente es posible formular cualquier
tipo de enunciado en forma negativa: tal vez no vaya a clases mañana (incertivo); ¡No le
detengas! (emotivo); ¿Ella no vendrá? (indagativo); etc.
Cualquiera sea el caso, la única manera de representar en un
E.O.B. el sentido negativo de una oración es por medio del signo NO, el cual no se
corresponde necesariamente con una expresión del enunciado real:

1) No es bueno mentir ===> Algo no ES así


2) ¿Nunca has viajado al sur? ====> (Alguien) no HA VIAJADO ahí.
3) Nadie es profeta en su tierra ===> Alguien no ES algo ahí.

3.3. Marcas pragmáticas

A diferencia de la negación, y aparte de lo planteado en el punto 2.4.,


quedan excluidas del E.O.B. aquellas expresiones que sólo cumplen una función
pragmática en un enunciado, como lo son las que indican incertidumbre (probablemente,
es posible que, me parece que, a lo mejor, etc.), o deseo (ojalá, Dios quiera que), o
exhortación (por favor,¿podría usted?, etc.), o incluso certidumbre (ciertamente, por
supuesto que, no hay duda de que, etc.)

3.4. Aproposición verbal.


He postulado que el verbo es el constituyente nuclear de un E.O.B.
Esto se cumple siempre, incluso en el caso de aquellas oraciones que carecen de sujeto y
predicado (aproposiciones}, pero que sí presentan verbos en la medida en que falta el sujeto, el
E.O.B. correspondiente no incluye un ALGUIEN o ALGO iniciales (cp. Guía práctica, punto 3°).
Tal es el caso de las llamadas oraciones "unipersonales", tanto propias como impropias, y el de
las oraciones "impersonales" con SE:
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Unipersonales propias (se construyen con un verbo "meteorológico"):

1. Llueve mucho en el sur ===> LLUEVE tanto ahí


2. En Arica tiembla a cada rato ===> TIEMBLA entonces ahí
3. En verano amanece más temprano ===> AMANECE así entonces

Unipersonales impropias (se construyen con otro tipo de verbo):

1. Hay comida para todos ===> HAY Ø algo para alguien


2. ¡Estaba oscuro aún! ===> ESTABA así entonces
3. Hizo mucho frío anoche ===>HIZO Ø algo entonces

Impersonales con SE

1. Aquí se pasa bastante bien ===> Se PASA así ahí


2. No se necesita al médico ===> No se NECESITA a alguien

3.5. Perífrasis verbal

Para el efecto de lograr una mayor precisión temporal, o modal, o


aspectual de un proceso verbal, es frecuente recurrir a una especie de "rodeo expresivo"
que se conoce tradicionalmente con el nombre de perífrasis verbal (o conjugación
perifrástica). Las más comunes de estas expresiones analíticas son los llamados "tiempos
compuestos" (HABER + participio) y la "voz pasiva" de los verbo (SER + participio), o bien
la combinación de ambos, v. gr.: Su esfuerzo HA SIDO ESTIMADO por todo el mundo.
Pero hay muchísimas otras perífrasis verbales que igualmente se forman con un verbo
"auxiliar" de la conjugación más el infinitivo, el gerundio o el participio de un verbo "auxiliado".
V. gr.:

1) TENER que + infinitivo (obligatoriedad de la acción)


Mañana tengo que ir al centro ===> (Alguien) TIENE QUE IR ahí entonces
2) ESTAR + gerundio (duración o continuidad del proceso)
¿Está lloviendo en el sur? ===> ESTA LLOVIENDO ahí

3) PODER + infinitivo (posibilidad del proceso)


No pudimos salir a tiempo ===> (Alguien) no PUDO SALIR así.

De acuerdo con lo dicho y con los ejemplos, las características que


permiten reconocer una perífrasis verbal son las siguientes:

1°. Es un signo único, cuyo valor semántico y formal es


indescomponible o inanalizable; por lo tanto, aparece como un solo constituyente en el
E.O.B: correspondiente.
2°. Su contenido semántico léxico radica en el verbo no personal
(infinitivo, gerundio o participio)
3°. El verbo en forma personal tiene un carácter puramente auxiliar
en cuanto pierde su contenido léxico propio y su función morfosintáctica es mostrar las
categorías verbales de modo, tiempo, aspecto, persona y número.

NOTA: Una excelente exposición teórica y práctica de las perífrasis verbales del español se
encuentra en el Curso superior de sintaxis española de don Samuel Gili Gaya (cap.
VIII).
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3.6. Esquema clausular.

Cuando se propone denominar CLÁUSULA a la tradicional "oración


subordinada" y se la define como aquella unidad morfosintáctica que posee todas las
características de una oración menos la autonomía formal (cp. Rabanales, Métodos,
párrafos 1 y 2.Í7; Castro, Relaciones, párr. 3.2., 1°), queda comprendida entre tales
características la asignación de un esquema básico a las cláusulas verbales,
proposicionales o aproposicionales (E.Q.B.). A este son aplicables todas las condiciones y
exigencias del E.O.B. La única, y muy importante, diferencia entre ambos esquemas
es el carácter autónomo del oracional frente al no autónomo del clausular. V. gr.:

1) La casa que compramos ayer se incendió hoy

E.O.B. : Algo se INCENDIÓ entonces


E.CI.B.: (Alguien) COMPRO Ø algo entonces

2) Juan canta porque María


baila
E.O.B.: Alguien CANTA por
algo
E.CI.B.: Alguien BAILA
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3) Si vas para Calatayud pregunta por a Dolores

E.O.B.: (Alguien) PREGUNTARÁ por alguien en caso de E.CI.B.:


(Alguien) IRÁ
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3.7. Aproposición averbal.

Tal como ha quedado presentado el E.O.B., así como también


el E.CI.B., el método no es amigable, obviamente, a las oraciones y cláusulas que carecen de
verbo (y por lo tanto de predicado, y por lo tanto de sujeto). Los principales tipos de estas
aproposiciones averbales son los siguientes:

a) vocativos: ¿Dónde vives, JUAN?; Ve a rezar, HIJA MÍA.


b) respuestas categóricas: — ¿Iras a la playa?
— SÍ (BUENO, CLARO); NO,
c) saludos: BUENOS DÍAS, HOLA, ¿QUÉ TAL?, CHAO.
d) interjecciones: ¡AY!, ¡BAH! ¡VIVA!; ¡EH! ¡ANIMO!
e) onomatopeyas: ¡CATAPLUM!

Esta "inexhaustividad" del método del E.O.B. se mitiga, a mi juicio,


por lo siguiente:
a) La inmensa mayoría de las oraciones y cláusulas que
constituyen un texto panhispánico culto son verbales, proposicionales o
aproposicionales (sobre el 90%); y
b) igualmente el método funciona en el caso de estos enunciado
o subenunciados, aunque en forma negativa; en la medida en que no quedan incluidos
en algún E.O.B. o E.CI.B., pero sí muestran un determinado propósito comunicativo,
se reconocerán como oraciones o cláusulas, según tengan o no autonomía formal.

4. CONSIDERACIÓN FINAL

Dada la índole cultural y, por lo mismo, la inestabilidad propia de la


lengua, así como de todo hecho humano, es muy difícil, por no decir imposible, hallar un método
—y en general un modelo— que sea aplicable al ciento por ciento de los casos. Por tal razón,
afirmaba al comienzo de este trabajo que el E.O.B. no se puede considerar como la solución a
todos los problemas, como una "panacea", y termino ahora sosteniendo que habrá que estar
siempre atentos a las particularidades que pueda ofrecer un determinado texto, las cuales, a
primera vista por lo menos, podrían invalidar las hipótesis o conjeturas teóricas y/o prácticas.

PROF. JUAN CASTRO FLORES


UNIVERSIDAD DE CHILE

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