Está en la página 1de 2

LA DOCTRINA AL SERVICIO DE LA MISION PASTORAL DE LA IGLESIA

(Autor: Rauch Thomas P. S.I.)

Podemos resaltar de este artículo los siguientes puntos: la evolución de la doctrina


cristiana y la relación entre doctrina y dogmas.

Doctrina: Es el conjunto de los principios o enseñanzas de las verdades de fe reveladas.


Dogma: Es una afirmación solemne del magisterio de la iglesia que declara que una
determinada verdad es conforme a la revelación de Dios y por tanto tiene un valor
normativo. El dogma no cambia.

Es un hecho que puede darse el progreso de la religión. Los dogmas pueden progresar
con el transcurrir del tiempo, pues es característico del progreso que cada realidad
crezca, se desarrolle, se profundice y se consolide en el curso de las generaciones. La
constitución Dogmática Dei Verbum 8 afirma la naturaleza histórica de la Iglesia. Su
dinamismo doctrinal es porque la Revelación se da en la historia. De ahí que se pueda
considerar oportuna una reformulación de la enunciación de la verdad en la doctrina,
aclarando el significado y poniendo nuevo ropaje expresivo a fin de que sea
pastoralmente eficaz (GS 5). Una cosa es el depósito de la fe, la verdad contenida en la
doctrina y otra es la forma con la que esta verdad es anunciada, conservando su sentido.
La profundización y actualización de la doctrina tienen en cuenta el nexo vital entre la
doctrina y el anuncio. El Papa Francisco ha afirmado que la doctrina cristiana “es viva,
sabe inquietar y animar.”

En el transcurrir de la historia se puede ver la evolución de la doctrina y que es orientada


hacia una más profunda comprensión de la doctrina al servicio de la tarea de proclamar la
buena nueva. La Iglesia está llamada a ser misionera en el plano tanto del ministerio
pastoral como en el de las ideas y de la verdad. Los dogmas no cambian, pero pueden
ser reinterpretados por sucesivas acciones magisteriales. Ejemplo de ello tenemos el
tema de la infalibilidad pontificia, el sensus fidei, la libertad religiosa, la salvación fuera de
la iglesia, el tema social: la esclavitud.

A la luz de estos ejemplos se puede deducir que la doctrina cristiana no puede ser
reducida a algo meramente regulativo e informativo, quitándole carácter vivo y
transformador propio del dinamismo de la fe, que es guiado por el anuncio del amor de la
salvación de Dios.
Cuestiones abiertas:

- En un mundo donde se habla de construir ecumenismo y en donde la ciencia está


en todo su auge, interesante que la Iglesia católica no esté pensando en proclamar
más dogmas. La verdad ya está contenida en el Evangelio revelado por Jesucristo.
- ¿Es la Iglesia del tercer milenio verdadero pueblo de Dios? Somos iguales,
reconocemos que hay carismas y dones, pero todos miembros de una misma
comunidad. Se nota la lucha del Papa Francisco de presentar una iglesia más
horizontal, más comunidad, más al servicio del evangelio y de los pobres, que
jerárquica o piramidal. Sin perder la identidad de cada uno de los miembros que la
componen, considero importante empoderar más a los laicos.
- ¿Hasta qué punto hay una eclesialidad bien entendida al interior de la Iglesia?
Creo necesario este aspecto, pues cada comunidad religiosa da a entender o vive
como si fuera un mundo aparte.
- ¿Hemos encontrado el espacio apropiado para la mujer en la Iglesia? ¿Puede ser
la revalorización del espacio de la mujer en la Iglesia una respuesta a la crisis
actual?

También podría gustarte