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Modelos psicopedagógicos

del aprendizaje
Este artículo resalta la importancia de conocer y aplicar modelos
psicopedagógicos como herramientas para la práctica docente centrada
en el aprendizaje. Estos modelos responden a una psicopedagogía
constructiva que identifica un paradigma cognitivo, sociocultural y
constructivista de la psicología educativa.
Introducción
La psicología educativa como ciencia fundamenta su objeto de estudio en el
análisis de problemas concretos del proceso de enseñanza-aprendizaje, que
permita una intervención eficiente en los elementos del proceso de
enseñanza-aprendizaje, a saber: la institución educativa, los docentes, los
alumnos y los contenidos así como los procesos formales e informales
educativos.

En este artículo hago resaltar la importancia de conocer y de aplicar por


parte de los docentes modelos psicopedagógicos que le permitan desarrollar
su actividad docente centrada en el aprendizaje, estos modelos responden a
una psicopedagogía constructiva en la que se identifica un paradigma
cognitivo, sociocultural y constructivista de la psicología educativa.
Bajo esta perspectiva, cabe hacer mención que muestro ciertas propuestas
psicopedagógicas como herramientas fundamentales para que el docente
realice una labor docente innovadora donde promueva ambientes de
aprendizaje diversificados en la enseñanza que implica innovar el proceso
pedagógico donde se incluye a los agentes educativos: docente, alumnos,
estrategias de enseñanza y contenidos para asegurar la efectividad de los
procesos de formación de los futuros profesionales, esto permitirá elaborar
nuevas conceptualizaciones en torno al enseñar, el aprender y a la relación
con el conocimiento en las aulas.

Estos elementos se concretizan en estrategias de formación docente que


implica los procesos de diseño, desarrollo e institucionalización de los
cambios educativos, se entiende este cambio como un proceso, en donde las
propuestas pedagógicas innovadoras deben ser decodificadas, interpretadas,
evaluadas y redefinidas por los docentes ( Alcalá, s.f.).

En estas estrategias de innovación se reconoce el papel activo de los


profesores en los procesos de cambio ya que se busca que integren el
conocimiento experto de su profesión, el desarrollo de habilidades y
actitudes en el trabajo cotidiano con los estudiantes, logrando así el
desarrollo de las competencias docentes.
Bajo el planteamiento anterior, a continuación se indican una serie de
modelos educativos que su principal característica es estar centrados en el
aprendizaje de los alumnos (Ángeles, 2003), y tienen como fundamento
teórico los paradigmas psicopedagógicos: el cognitivo, el constructivismo y
el paradigma sociocultural del aprendizaje integrados en propuestas
didácticas que permiten que los alumnos gestionen su propio aprendizaje.

En esta misma perspectiva, se busca favorecer el desarrollo de las


potencialidades de los alumnos para que aprendan más eficazmente, por
ello, en estos modelos de enseñanza permite que el docente tenga un papel
estratégico al proporcionar ciertos mecanismos de ayuda pedagógica que
potencialice el desarrollo de habilidades cognitiva en los estudiantes
(Istance, 2006). En la Universidad se ha tenido experiencias en algunas
instituciones del trabajo académico de los docentes que en ese proceso de
resignificación de su labor han incorporado estas metodologías, es por ello
que se ha optado por describir las características generales de los siguientes
modelos de enseñanza.

Aprendizaje basado en problemas


Esta metodología responde a las exigencias que actualmente los estudiantes
deben prepararse para incorporarse a un entorno laboral flexible que le
permita ser capaces de redefinir lo que tienen que hacer, volver a aprender,
volver a entrar en saber cómo hacer las nuevas tareas, (Castell citado en
Díaz V. Mario, 2002). Los problemas que estos futuros profesionistas deberán
enfrentar cruzan las fronteras de las disciplinas y demandan enfoques
innovadores y habilidades para la resolución de problemas complejos.

Se caracteriza este método de enseñanza por el diseño de un problema por


parte del docente, para desarrollar determinadas competencias en los
alumnos. Así mismo, se considera un método de aprendizaje basado en el
principio de usar problemas como punto de partida para la adquisición e
integración de los nuevos conocimientos (ÍTESM, 2000).

Otra característica es que el aprendizaje está centrado en el estudiante


(Ángeles, 2003), promoviendo que sea significativo, capaz de desarrollar una
serie de habilidades y competencias indispensables en el entorno profesional
actual. Parte importante de esta metodología es la guía del docente como
tutor, en donde los estudiantes deben tomar la responsabilidad de su propio
aprendizaje, identificando lo que necesitan conocer para tener un mejor
entendimiento y manejo del problema en el cual están trabajando, y
determinando dónde conseguir la información necesaria (libros, revistas,
profesores, internet, etc.). Los profesores se convierten en consultores de los
estudiantes y de esta manera se permite que cada estudiante personalice su
aprendizaje, concentrándose en las áreas de conocimiento o entendimiento
limitado y persiguiendo sus áreas de interés.
Al momento en que los estudiantes confrontan el problema e identifican los
temas de aprendizaje, el abordaje para su estudio puede ser en grupo o
individual, y vuelven a analizar el problema con base a sus conocimientos.
Esto les permite que desde el planteamiento original del problema hasta su
solución, trabajen de manera colaborativa, compartan sus conocimientos,
habilidades, actitudes y valores en la resolución.

La nueva información se adquiere a través del aprendizaje autodirigido,


como corolario a todas las características antes descritas, en la perspectiva
del currículo centrado en el estudiante y el profesor como facilitador del
aprendizaje (Ángeles, 2003), se espera que los estudiantes aprendan a partir
del conocimiento del mundo real y de la acumulación de experiencia por
virtud de su propio estudio e investigación. Durante este aprendizaje
autodirigido, los estudiantes trabajan juntos, discuten, comparan, revisan y
debaten permanentemente lo que han aprendido.

Otro principio cognitivo que aporta esta modalidad es que el aprendizaje es


más rápido cuando los estudiantes poseen modalidades para la
autorregulación del aprendizaje, es decir, para la metacognición (Diaz, Frida
y G. Hernández, 1999). Ésta se percibe como un elemento esencial del
aprendizaje experto, ya que establece metas, selecciona estrategias y
evalúa los logros. Las habilidades metacognitivas involucran la capacidad de
monitorear la propia conducta de aprendizaje, esto implica estar enterado de
la manera como se analizan los problemas y de si los resultados obtenidos
tienen sentido. Un aprendiz experto constantemente juzga la dificultad de
los problemas y evalúa su progreso en la resolución de los mismos.

El trabajo colaborativo es una modalidad que se integra en esta


metodología, mediante el trabajo en pequeños grupos, la exposición del
aprendiz a puntos de vista alternativos al suyo es un gran desafío para iniciar
la comprensión (Schiefelbein, 2003). Al trabajar en grupo los estudiantes
exponen sus métodos de resolución de problemas y su conocimiento de los
conceptos, expresan sus ideas y comparten responsabilidades en el manejo
de las situaciones problemáticas. Al estar en contacto con diferentes puntos
de vista sobre un problema, los estudiantes se sienten estimulados para
plantearse nuevas interrogantes.

De todo lo anterior se considera que el ABP (Aprendizaje Basado en


Problemas), se resume en los siguientes puntos:

– Provoca conflictos cognitivos en los estudiantes

– Promueve el trabajo en equipo

– Actitud positiva hacia el aprendizaje


– Autonomía del estudiante

– Desarrolla las habilidades para el aprendizaje

– Metodología orientada a la resolución de problemas

– Fortalece el trabajo colaborativo

– El aprendizaje es contextualizado

– Facilita la comprensión de los nuevos conocimientos, lo que resulta


indispensable para lograr aprendizajes significativos.

– Promueve la disposición afectiva y la motivación de los alumnos

Para concluir, en esta metodología el docente debe enseñar a aprender a los


estudiantes ya que con el diseño de problemas y en la búsqueda de
soluciones promueve el desarrollo de conocimientos y estrategias cognitivas
que fomentan el autoaprendizaje.

Aprendizaje orientado a proyectos


En esta metodología los estudiantes se comprometen a realizar un proyecto
de trabajo en un tiempo determinado que abordan situaciones reales, que
los involucra en un proceso de investigación, promueve soluciones creativas
e innovadoras y hacen uso de las nuevas tecnologías.

Los estudiantes son responsables de su propio aprendizaje, ya que se


enfrentan a situaciones que los llevan a confrontar, comprender y aplicar los
conocimientos adquiridos en las aulas para proponer proyectos complejos,
aplicados a la vida real del trabajo, haciendo uso de sus habilidades,
desarrollando competencias cognitivas, de trabajo productivo e incrementa
las habilidades del aprendizaje autónomo y de competencias profesionales
(Ángeles, 2003).

Esta estrategia involucra a los estudiantes en proyectos complejos del


mundo real, y se enfoca en los conceptos y principios de una o varias
disciplinas para la solución de problemas u otras tareas significativas.

La presentación de los proyectos implica que los alumnos entiendan,


sinteticen y apliquen los resultados, estos productos dan evidencia del
aprendizaje adquirido en la realización de su proyecto (ITESM, 2000).

Algunas características del Aprendizaje Orientado a Proyectos, sus siglas


AOP, son que:
– Está centrado en el alumno.

– Los alumnos deben entender la tarea a realizar, lo que se espera de ellos


en cada una de las áreas (contenidos, destrezas computacionales y
habilidades), así como la trascendencia del proyecto.

– Los alumnos deben conocer las características precisas de los productos a


elaborar.

– El AOP parte de un planteamiento que se basa en un problema real y que


involucra distintas áreas.

– Apoya contenidos académicos y presenta propósitos auténticos.

– Ofrece oportunidades para que los estudiantes realicen investigaciones que


les permitan aprender nuevos conceptos, aplicar la información y
representar su conocimiento de diversas formas.

– Tiene metas educativas explícitas.

– Se basa en el constructivismo (teoría del aprendizaje social).

– Promueve la colaboración y el aprendizaje cooperativo.

– El profesor actúa como facilitador.

– Requiere que los alumnos se comprometan y elaboren un producto.

– La evaluación es un componente importante del AOP.

Para definir un proyecto (ITESM, 2000) es necesario tomar en cuenta:

– Relacionar el contenido del proyecto con algún tema de otra materia. Los
proyectos son una buena oportunidad para crear colaboraciones
interdisciplinarias.

– Estructurar los proyectos para que los alumnos construyan un


conocimiento nuevo. Además de que los proyectos pueden ser diseñados
para que los alumnos apliquen lo que ya saben, el método de proyectos
puede ser una forma de que los estudiantes aprendan nuevas cosas. La
mayoría de los productos requerirá que los estudiantes utilicen
conocimientos previos y agreguen nuevos conocimientos y habilidades.

– Permitir a los estudiantes diseñar algunas partes del proyecto. Incluir


actividades diseñadas para que los estudiantes planeen una estrategia, con
el fin de lograr las metas particulares del proyecto. Estas estrategias pueden
ser debatidas y criticadas constructivamente por el resto de la clase o dentro
del mismo grupo del proyecto.

– Incorporar habilidades de la comunidad al proyecto. Existen muchas


maneras de que los alumnos contribuyan con sus comunidades mientras
aprenden acerca de temas académicos tradicionales.
Uno de los pasos más importantes para la elaboración de proyectos es la
planificación de un proyecto, definir las metas u objetivos que se espera que
los alumnos logren, así como los aprendizajes que se desea que realicen. Las
metas serán muy numerosas si corresponden a un proyecto semestral, y
muy específicas si cubren un solo tema o unidad.

Los alumnos mediante el AOP logran desarrollar las siguientes capacidades:

– Aumentan su conocimiento y las habilidades en los contenidos curriculares


(interdisciplinario).

– Perfeccionan sus habilidades de investigación.

– Perfeccionan sus habilidades cognitivas.

– Participan en proyectos para aprender a tomar responsabilidades


individuales y colectivas.

– Aprenden a usar la tecnología.

– Realizan la autoevaluación y la coevaluación de los compañeros. Aprenden


a valorar su trabajo y el de los otros de una manera objetiva.

– Desarrollan un portafolio (conjunto de trabajos elaborados a lo largo del


proyecto).

– Aprenden a comprometerse con un proyecto.


Otro elemento en el desarrollo de proyectos, es la definición de los
productos, que son construcciones, presentaciones y exhibiciones realizadas
durante el proyecto (ITESM, 2000). Respecto de este punto, es importante
tomar en cuenta lo siguiente:

– Los alumnos deben entender, sintetizar y aplicar los criterios establecidos


para la elaboración y entrega del producto. Los buenos productos obligan a
los alumnos a demostrar en profundidad que han entendido los conceptos y
principios centrales de la materia y/o disciplina.
– Los resultados del proyecto deben ejemplificar situaciones reales. Esto se
puede lograr escogiendo actividades que reflejen las situaciones reales
relacionadas con el proyecto.

– Los productos deben ser relevantes e interesantes para los alumnos.

En resumen, esta metodología permite que cuando el estudiante deba


aprender algo, tenga claridad sobre los propósitos que persigue así como de
las actividades y recursos intelectuales más adecuados para la elaboración
del proyecto.

Aprendizaje por medio de casos


Este método permite a los alumnos desarrollar las competencias en un
contexto real, que implica enfrentarse a situaciones reales profesionales que
promueve el trabajo en equipo, desarrollo de habilidades y actitudes en el
mundo laboral.
La principal característica es el análisis completo de un hecho, problema o
suceso real con la finalidad de generar hipótesis, alternativas de solución y
conocer los diversos procedimientos para enfrentar una situación.

Un caso representa situaciones complejas de la vida real planteadas de


forma narrativa, a partir de datos que resultan ser esenciales para el proceso
de análisis. Constituyen una buena oportunidad para que los estudiantes
pongan en práctica habilidades que son también requeridas en la vida real,
por ejemplo: observación, escucha, diagnóstico, toma de decisiones y
participación en procesos grupales orientados a la colaboración (ITESM,
2000).

El planteamiento de un caso es siempre una oportunidad de aprendizaje


significativo y trascendente en la medida en que quienes participan en su
análisis logran involucrarse y comprometerse tanto en la discusión del caso
como en el proceso grupal para su reflexión.

Bajo esta modalidad los alumnos logran desarrollar habilidades tales como el
análisis, síntesis y evaluación de la información. Posibilita también el
desarrollo del pensamiento crítico, el trabajo en equipo y la toma de
decisiones, además de otras actitudes y valores como la innovación y la
creatividad (Schiefelbein, 2003).

Esta estrategia pedagógica consiste en proporcionar una serie de casos que


representan situaciones problemáticas de la vida real, para que los alumnos
las enfrenten por medio del análisis y del estudio, en esa medida se van
preparando en la búsqueda de soluciones, así es como se entrena a los
alumnos en la elaboración de soluciones válidas para los posibles problemas
de carácter complejo que se presenten en la realidad futura, al mismo
tiempo los entrena para pensar y contrastar sus conclusiones con las
conclusiones de otros, a aceptarlas y expresar las propias sugerencias, así
aprenden a trabajar de forma colaborativa y a tomar decisiones en equipo
(ITESM, 2000).

Dentro del enfoque de casos según Ángeles (2003) se clasifican tres


modelos:

– Modelo centrado en el análisis de casos (casos que han sido estudiados y


solucionados por equipos de especialistas). Este modelo pretende el
conocimiento y la comprensión de los procesos de diagnóstico e intervención
llevados a cabo, así como de los recursos utilizados, las técnicas empleadas
y los resultados obtenidos a través de los programas de intervención
propuestos. A través de este modelo, básicamente se pretende que los
estudiantes, y/o profesionales en formación, conozcan, analicen y valoren los
procesos de intervención elaborados por expertos en la resolución de casos
concretos. Complementariamente, se pueden estudiar soluciones
alternativas a la tomada en la situación objeto de estudio.

– El modelo que pretende enseñar a aplicar principios y normas legales


establecidos a casos particulares, de forma que los estudiantes se ejerciten
en la selección y aplicación de los principios adecuados a cada situación. Se
busca desarrollar un pensamiento deductivo, a través de la atención
preferente a la norma, a las referencias objetivas y se pretende que se
encuentre la respuesta correcta a la situación planteada. Este es el modelo
desarrollado preferentemente en el campo del derecho.

– El modelo que busca el entrenamiento en la resolución de situaciones que


si bien requieren la consideración de un marco teórico y la aplicación de sus
prescripciones prácticas a la resolución de determinados problemas, exigen
que se atienda la singularidad y complejidad de contextos específicos. Se
subraya, igualmente, el respeto a la subjetividad personal y la necesidad de
atender a las interacciones que se producen en el escenario que está siendo
objeto de estudio. En consecuencia, en las situaciones presentadas
(dinámicas, sujetas a cambios) no se da «la respuesta correcta», exigen al
profesor estar abierto a soluciones diversas.

Los casos que se les presentan a los alumnos pueden estar centrados en la
simulación, en las descripciones de la práctica, en generar propuestas en la
toma de decisiones, en el análisis crítico de la toma de decisiones, y en la
resolución de problemas.

Para concluir, se afirma que este método de trabajo docente en el aula


permite establecer una orientación pedagógica centrada en el aprendizaje
(Ángeles, 2003), donde los alumnos logran desarrollar competencias
cognitivas, competencias de trabajo colaborativo, liderazgo y creatividad,
cualidades indispensables del profesionista del siglo XXI.

Aprendizaje colaborativo
Es un enfoque educativo que promueve la interacción entre alumnos y la
organización en el aula, en donde los alumnos son responsables de su
aprendizaje y del de sus compañeros en una estrategia de
corresponsabilidad para alcanzar metas e incentivos grupales.

Esta metodología de la enseñanza permite e incentiva el desarrollo de la


interdependencia positiva entre los estudiantes, es decir, de una toma de
conciencia de que solo es posible lograr las metas individuales de
aprendizaje si los demás compañeros del grupo logran también las suyas, en
este sentido, se brindan ayuda y apoyo mutuo en el cumplimiento de las
tareas y el trabajo, al tiempo que comparten sus habilidades interpersonales
como la confianza mutua, la comunicación, asertividad, resolución de
problemas e integración como un equipo de trabajo compartido; todo ello le
va permitir a los estudiantes una preparación para enfrentar los retos
laborales actuales que implican integración de grupos de trabajo (ITESM,
2000).

Lo más importante en la formación de grupos de trabajo colaborativo es


vigilar la interdependencia positiva, la responsabilidad individual, la
interacción promotora, el uso apropiado de habilidades sociales y lo más
importante el proceso de conformación de grupo de trabajo, que implica la
construcción de una identidad grupal en función de metas y tareas definidas
con claridad (Schiefelbein, 2003).

La base pedagógica de esta modalidad de enseñanza es el aprendizaje


cooperativo, el establecimiento de roles de cada uno de los participantes en
el proceso de integración grupal, la capacidad de los alumnos de
comunicación con sus pares, para aclarar, cuestionar, constrastar, emitir
juicios, compartir valores e interactuar y así lograr integrar o construir
procesos de aprendizaje significativos.

En el proceso de construcción de identidad de las personas, un proceso


psicológico importante es la socialización, que tiene como base el
aprendizaje continuo en la interacción con los otros, este elemento que
también es considerado como indispensable en uno de los 4 pilares de la
educación «aprender a convivir» (Delors, 1996), es decir, el proceso de
formación de las personas se adquiere en la vida cotidiana en los procesos
de interacción social.

En base a estas premisas, uno de los grandes retos de la formación de


personas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se reflejará cuando los
docentes no se preocupen porque el alumno aprenda sino porque «los
alumnos o el grupo aprendan de manera conjunta».

Se puede decir que el aprendizaje colaborativo o cooperativo es el uso


instruccional de pequeños grupos de tal forma que los estudiantes trabajen
juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás. Los
estudiantes trabajan colaborando. Este tipo de trabajo no se opone al trabajo
individual ya que puede observarse como una estrategia de aprendizaje
complementaria que fortalece el desarrollo global del alumno.

Los métodos de aprendizaje colaborativo comparten la idea que los


estudiantes trabajan juntos para aprender y son responsables del
aprendizaje de sus compañeros tanto como el suyo propio. Todo esto trae
consigo una renovación de los roles asociados a profesores y alumnos, tema
de este trabajo. Esta renovación también afecta a los desarrolladores de
programas educativos. Las herramientas colaborativas deben enfatizar
aspectos como el razonamiento y el autoaprendizaje y el aprendizaje grupal.

El papel que asumen los alumnos en este proceso de aprendizaje en grupo


(ITESM, 2000) son:

– Responsables por el aprendizaje: Los estudiantes se hacen cargo de su


propio aprendizaje y son auto-regulados. Ellos definen los objetivos del
aprendizaje y los problemas que son significativos para ellos, entienden que
actividades específicas se relacionan con sus objetivos, y usan estándares de
excelencia para evaluar qué tan bien han logrado dichos objetivos.
– Motivados por el aprendizaje: Los estudiantes comprometidos encuentran
placer y excitación en el aprendizaje. Poseen una pasión para resolver
problemas y entender ideas y conceptos. Para éstos estudiantes el
aprendizaje es intrínsecamente motivante.
– Colaborativos: Los estudiantes entienden que el aprendizaje es social.
Están «abiertos» a escuchar las ideas de los demás, a articularlas
efectivamente, tienen empatía por los demás y tienen una mente abierta
para conciliar con ideas contradictorias u opuestas. Tienen la habilidad para
identificar las fortalezas de los demás.
– Estratégicos: Los estudiantes continuamente desarrollan y refinan el
aprendizaje y las estrategias para resolver problemas. Esta capacidad para
aprender a aprender (metacognición) incluye construir modelos mentales
efectivos de conocimiento y de recursos, aun cuando los modelos puedan
estar basados en información compleja y cambiante. Este tipo de
estudiantes son capaces de aplicar y transformar el conocimiento con el fin
de resolver los problemas de forma creativa y son capaces de hacer
conexiones en diferentes niveles.
El rol del profesor en esta metodología de enseñanza, en primer lugar
«invitan» a sus estudiantes a definir los objetivos específicos dentro de la
temática que se está enseñando, brindando opciones para actividades y
tareas que logren atraer la atención de los alumnos, animando a los
estudiantes a evaluar lo que han aprendido. Los profesores animan a los
estudiantes al uso de su propio conocimiento, asegurando que los
estudiantes compartan su conocimiento y sus estrategias de aprendizaje,
tratando a los demás con mucho respeto y enfocándose en los altos niveles
de entendimiento. Ellos ayudan a los estudiantes a escuchar diversas
opiniones, a soportar cualquier crítica de una temática con evidencia, a
comprometer en pensamiento crítico y creativo y a participar en diálogos a
abiertos y significativos.

Para finalizar, se afirma que bajo esta óptica, cualquier innovación


pedagógica por parte del docente implica el desarrollo de trabajo en grupo o
colaborativo, ya que permite el desarrollo de competencias cognitivas, de
habilidades sociales y de comunicación, básicas para el desarrollo
profesional en el contexto actual.

Aprendizaje contextual
Es un método docente que consiste en que los estudiantes aprendan en el
contexto de las experiencias de la vida, se trata de aprender haciendo, de
compartir e interactuar con sus compañeros, y de la aplicación del
conocimiento en nuevas situaciones, a continuación se presenta cinco
estrategias del aprendizaje contextual según Crawford (2004) :

– Relación: Consiste en aprender en el contexto de las experiencias de la


vida o del conocimiento preexistente, cuando el profesor utiliza la estrategia
de conectar un concepto nuevo con algo que es conocido o familiar para los
estudiantes, en este sentido cuando el profesor relaciona una experiencia
conocida con la definición de una razón, los estudiantes pueden ver
inmediatamente la relevancia de su conocimiento previo.
-Experimentación: Consiste en aprender en el contexto de exploración,
descubrimiento e invención. Concretamente es aprender haciendo. También
se denomina aprendizaje a través de la experiencia. Ejemplos más
frecuentes a desarrollar en el aula es el uso de actividades manipulativas,
actividades de resolución de problemas o actividades de laboratorio.
-Aplicación: Consiste en aprender conceptos en el contexto de su puesta en
práctica, es aquí donde los profesores motivan a los estudiantes mediante el
diseño de tareas desafiantes la necesidad de aprender conceptos en la
asignación de tareas realistas y relevantes, en donde plantean situaciones
de la vida cotidiana y demuestran la utilidad de los conceptos académicos en
una de las áreas de la vida de la persona.
-Cooperación: Consiste en aprender mediante la organización de pequeños
grupos que les permita a los estudiantes desarrollar su capacidad de
compartir e interactuar bajo el enfoque de aprendizaje colaborativo o
cooperativo, anteriormente ya mencionado.
-Transferencia: Consiste en aprender en el contexto de la aplicación del
conocimiento para aplicarlos a nuevos contextos o en nuevas situaciones, así
cómo la facilidad de poder explicarlo a sus compañeros o a otras personas.
Estas estrategias de enseñanza contextuales están basadas en la creencia
de que los estudiantes aprenden mejor cuando adquieren conocimiento a
través de la exploración y del aprendizaje activo. En estas estrategias se
hace uso de actividades prácticas o manuales, alentando a los estudiantes a
pensar y explicar su razonamiento en lugar de memorizar y recitar
información, y se ayuda a que los estudiantes vean las conexiones entre
temas y conceptos a diferencia de presentarlos de forma aislada
(constructivismo de Piaget, Vigostky y Dewey).

Como conclusión, para reafirmar el concepto de aprendizaje contextual


reconoce que es un proceso complejo y multifacético, que el aprendizaje
tiene lugar sólo cuando el alumno procesa la información y conocimientos
nuevos de tal forma que le da sentido en sus marcos de referencia y se
entiende que tiene lugar en estrecha relación con la experiencia real. Se
basa en motivar a los estudiantes a que relacionen el conocimiento con la
utilidad y aplicación en la vida cotidiana.

A manera de conclusión, se afirma que cada uno de estos modelos


pedagógicos revisados anteriormente tiene una sólida base conceptual
basado en el constructivismo (Santillán, 2006), así como propuestas
metodológicas, técnicas y recursos interesantes para la educación superior
que constituyen nuevas formas de elaboración de propuestas curriculares
flexibles ya que permiten la adquisición de un conjunto de estrategias
cognitivas y metacognitivas que favorece el desarrollo potencial del
aprendizaje de los estudiantes (Ángeles, 2003).

Además, se insiste en los nuevos roles del profesor, las nuevas formas de
evaluación así como las nuevas tecnologías y ambientes de aprendizaje.
Específicamente sobre el profesor, en donde se reconoce la profesión
docente con un profundo sentido humanista (Cassasus, 2006) y como
facilitador comprometido con un mejor conocimiento de sus estudiantes y de
las bases conceptuales del aprendizaje, así como con el desarrollo de
proyectos de innovación (Nieto 2001).

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