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Actividad Evaluativa Eje 2

Exploración científica de los trastornos mentales

autor:

Diana Carolina Pedraza Herrera

Charly Stephania García Manjarres.

Marzo – 2020.

Fundación Universitaria del Área Andina.

Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y Humanísticas.

Programa de Psicología Virtual.

Psicopatología.

Tabla de contenido
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1 Contenido
2 RESUMEN............................................................................................................................................................... 3
2.1 Objetivos.......................................................................................................................................................... 4
2.2 Justificació n..................................................................................................................................................... 5
2.3 Introducció n................................................................................................................................................... 6
2.4 Marco teó rico................................................................................................................................................. 7
2.4.1 Diagnó stico: Trastorno Negativista Desafiante (TND).........................................................7
2.4.2 Definició n del trastorno, causas, prevalencia..........................................................................7
2.4.3 Instrumentos de evaluació n........................................................................................................... 8
2.4.4 Edad....................................................................................................................................................... 10
2.4.5 Sexo........................................................................................................................................................ 10
2.4.6 Incidencia............................................................................................................................................ 10
2.4.7 Pronó stico........................................................................................................................................... 11
2.4.8 Curso del trastorno.......................................................................................................................... 11
2.4.9 Factores de riesgo............................................................................................................................ 12
2.4.10 Teorías explicativas......................................................................................................................... 14
2.4.11 Factores predisponentes............................................................................................................... 15
2.4.12 Diagnó stico diferencial................................................................................................................... 15
2.4.13 Características culturales.............................................................................................................. 16
2.4.14 Tratamiento........................................................................................................................................ 16
2.5 Conclusiones................................................................................................................................................ 19
2.6 Recomendaciones...................................................................................................................................... 20
2.7 Referencias................................................................................................................................................... 21
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2 RESUMEN
Diana Carolina Pedraza Herrera

dpedraza8@estudiantes.areandina.edu.co

Charly Stephania García Manjarres.

cgarcia112@estudiantes.areandina.edu.co

El trastorno negativista desafiante (TND) es una condición clínica de aparición precoz

durante la primera infancia, que tiende a persistir a lo largo de la niñez y la adolescencia. Su

diagnóstico se basa en la identificación clínica de un patrón recurrente de conductas de

enfrentamiento, hostilidad y oposición a las normas del contexto. Es frecuente que durante el

curso del TND se presentan otras comorbilidades, en especial por comportamientos

disruptivos y/o de tipo disocial, y también, aunque con menos frecuencia, trastornos de

ansiedad (TA). Existen sin embargo pocos trabajos empíricos que estimen la frecuencia de la

presencia concurrente del TND y los TA (TND+TA) durante la etapa preescolar, de los

potenciales factores de riesgo de esta comorbilidad a edades tempranas y del rol que ejercen

las funciones ejecutivas (Martín Romera, V. 2016). Este trabajo se centra en explorar los

principales factores de riesgo que conducen a presentar TND y sus principales características,

para evitar confundirla con otros trastornos, además de crear una alerta a los profesores y

padres de familia ya que la prevalencia de esta patología es alta, registrándose un aumento en

los últimos años que nos ha llevado a cifras globales de entre un 4 y 7%. (Javaloyes Sanchís

& Redondo Romero, 2014)

Esta información resulta de notable ayuda para mejorar la detección precoz de esta condición

comórbida, para el desarrollo de instrumentos de cribado y diagnóstico y para desarrollar

programas de intervención preventiva y terapéutica adecuados.


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Palabras claves: Trastorno Negativista Desafiante; Factores de riesgo, Instrumentos.

2.1 Objetivos

● Obtener información certera y veraz del Trastorno Negativista Desafiante (TND), con

el fin de comprender estrategias diagnósticas, causas, teorías y tratamientos

actualizados en el campo de la psicología clínica.

● Aprender a valorar los criterios de diagnósticos, para anular otros trastornos que

pueden asociarse al TND y así obtener el diagnóstico diferencial entre los principales

trastornos que tengan similitud en signos, síntomas asociados tales como Trastorno

de conducta, Trastorno por déficit de atención / hiperactividad, Trastorno depresivo y

bipolar, trastorno de desregulación disruptiva perturbador del estado de ánimo,

trastorno explosivo intermitente, discapacidad intelectual, trastorno de lenguaje,

trastorno de ansiedad social (Vásquez, Feria, Palacios, y Peña, 2010).


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2.2 Justificación

Este trabajo investigativo e informativo se realiza con el fin de aprender, comprender las

diversas psicopatologías crónicas que se van a presentar en el día a día de nuestra profesión,

nosotras como futuras psicólogas decidimos indagar sobre una de tantas afecciones mentales,

acercarnos más a enfermedades crónicas mentales que está padeciendo nuestra futura

generación, como lo es el Trastorno Negativista Desafiante que según la edición del

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) define el TND como

un patrón de conducta negativista y hostil desafiante, excesivo para el contexto sociocultural

y el nivel de desarrollo del niño(a), generando un deterioro significativo en su

funcionamiento en el ámbito personal, social o académico, durante un período de más de seis

meses, y que no se debe a un episodio psicótico o un episodio propio de un trastorno del

ánimo. Siendo así uno de los trastornos externalizantes más comunes en la infancia. El TND,

junto con el déficit de atención/hiperactividad (TDAH) y el trastorno de conducta (TC), es

una de las causas principales de derivación a los servicios especializados de neuropediatría y

psiquiatría infantil (Cardo, E., Meisel, V., García-Banda, G., Palmer, C., Riutort, M., Bernad,

M., & Servera, M. 2009).


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2.3 Introducción

El Trastorno Negativista Desafiante (TND) se refiere a un patrón recurrente de conducta

negativista, desobediente y hostil hacia las figuras de autoridad provocando dificultades a

nivel escolar, social y familiar (Asociación Americana de Psiquiatría, 2014).

El cual es posible que se desarrolle estimando diferentes factores de riesgo, como lo son el

factor genético con una mayor prevalencia ya que su heredabilidad es del 50% al 70%,

factores del entorno social y factores del entorno familiar ya que este trastorno es más común

en las familias en las que la continuidad de la misma se interrumpió debido a una sucesión de

diferentes incidentes, muchas veces violentos en palabras y obras, terminando en divorcio.

(Acosta, 2014)

Se estima que su prevalencia está entre el 2 y 17 % de la población general, siendo más

frecuente y severo en los niños que en las niñas (APA, 2002; Emberley & Pelegrina del Rio,

2011; Rigau, García & Artigas, 2006).


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2.4 Marco teórico

2.4.1 Diagnóstico: Trastorno Negativista Desafiante (TND)

Los criterios diagnósticos del DSM-5 para el TND requieren que cuatro o más de los

síntomas se manifiesten durante al menos seis meses. Los síntomas deben presentarse en un

nivel mayor a lo esperado en individuos de edad y nivel de desarrollo similar, y deben tener

un impacto negativo en el área social, educativa u otras importantes. Para realizar el

diagnóstico de un TND debe excluirse la presencia de un trastorno de conducta. La CIE-10

destaca como características claves del TND un patrón persistente de conducta provocativa,

hostil y rebelde, y un bajo umbral de respuesta ante estímulos emocionales.

2.4.2 Definición del trastorno, causas, prevalencia

El Trastorno Negativista Desafiante (TND) se manifiesta como un patrón recurrente de

desobediencia, hostilidad, oposición y negación ante las figuras de autoridad, caracterizada

por cuatro o más de las siguientes conductas en los últimos seis meses: a menudo se

encoleriza e incurre en pataletas, discute con el adulto, desafía activamente a los adultos o

rehúsa cumplir sus demandas, molesta deliberadamente a otras personas, acusa a otros de sus

errores o mal comportamiento, es susceptible o fácilmente molestado por otros, colérico y

resentido y es rencoroso o vengativo (Asociación Americana de Psiquiatría [APA], 2008).

Se caracteriza por un patrón recurrente de conductas no cooperativas, desafiantes, negativas,

irritables y hostiles hacia los padres, compañeros, profesores y otras figuras de autoridad

(Vásquez, Feria, Palacios, y Peña, 2010).

El TND es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes en la infancia, con una

prevalencia de entre el 2 y el 16% (APA, 2002), El TND suele iniciar en los años

preescolares y suele identificarse con una actitud desafiante, oposicional o negativista hacia
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las figuras paternas, especialmente hacia la figura materna, que luego se generaliza hacia

otras figuras de autoridad, hacia las cuales el niños no admite consejos, correcciones y

castigos (Hamilton & Armando, 2010 Rigau-Ratera, GarcíaNonell, Artigas-Pallares, 2006;

Teeter & Semrud, 2007).

Las causas del trastorno negativista desafiante parece ser antecedentes familiares, ya que se

evidencia que es más frecuente en familias donde por lo menos uno de los padres cuenta con

una historia de trastorno del estado de ánimo, trastorno negativista desafiante, trastorno

disocial, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno antisocial de la

personalidad o trastorno por consumo de sustancias. Además, algunos estudios sugieren que

las madres con trastornos depresivos cuentan con más probabilidades de tener hijos con

trastorno negativista, aunque no está claro en qué medida la depresión materna es el resultado

del comportamiento negativista de los niños o su causa. El trastorno negativista desafiante es

más frecuente en las familias donde existen conflictos conyugales graves. (Vásquez, Feria,

Palacios, y Peña, 2010).

2.4.3 Instrumentos de evaluación

Existe una amplia gama de instrumentos para valorar los síntomas del TND y para apoyar el

proceso de diagnóstico y seguimiento. Los profesionales siempre deben tener en cuenta que

el diagnóstico se basa en su juicio y en la integración de la información obtenida a través de

las entrevistas, el examen clínico, las escalas y otros medios de evaluación.

● Child Symptom Inventory-4 (CSI-4; Gadow & Sprafkin, 1994; Gadow y Sprafkin,

2002). Instrumento de cribado basado en los criterios diagnósticos del DSM-IV que

identifica trastornos emocionales y de conducta en niños de 5 a 12 años de edad.

Presenta una versión para padres (97 ítems) y otra para maestros (77 ítems). (Angulo

Rincón et al., 2010)


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● Cuestionario de capacidades y dificultades (SDQ; Goodman, 1997), un instrumento

de detección de problemas comportamentales en niños/as de 3 a 16 años. Está

compuesto por 25 ítems, agrupados en 5 escalas; síntomas emocionales, problemas de

conducta (desobediencia y agresividad), hiperactividad, problemas con los

compañeros y conducta prosocial). Estos cuestionarios se utilizaron acompañados de

preguntas que ayudaron a configurar la descripción del cuadro clínico; información

sobre aspectos clínicos más relevantes (Peterson, Park, y Seligman, 2004).

● Cuestionario sociodemográfico (Doménech, Canals, Viñas y Jané, 1999). Instrumento

conformado por ítems que informan sobre el niño (edad, sexo, escolaridad,

nacionalidad, enfermedades, acontecimientos vitales, lengua materna) y su familia

(tipo, enfermedades crónicas familiares, número hermanos). Incluye también el índice

socioeconómico de Hollinhgshead (1975). (Angulo Rincón et al., 2010)

● Test Breve de Inteligencia de Kaufman (K-BIT; Kaufman & Kaufman, 1997): Es un

test de “screening” que permite una rápida apreciación de la inteligencia general del

niño mediante dos subtests: vocabulario y matrices. El primero evalúa habilidades

verbales relacionadas con el aprendizaje escolar y el segundo la habilidad para

resolver problemas de razonamiento. (Fonseca, 2020)

● Entrevista para síndromes psiquiátricos en los niños y adolescentes (ChIPS; Teare,

Fristad, Weller & Weller, 2001): Es un protocolo de entrevista estructurada, cuya base

se encuentra estrictamente en los criterios del DSM-IV (APA, 1995). Esta entrevista

detecta la presencia de 20 trastornos psiquiátricos, entre ellos el TND, en individuos

entre 6 y 18 años de edad

● Evaluación Neuropsicológica Infantil (ENI; Matute et al., 2007). Su objetivo principal

es analizar el desarrollo neuropsicológico en niños hispanohablantes con edades

comprendidas entre los 5 y los 16 años. Incluye la evaluación de 13 áreas cognitivas


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diferentes: atención, habilidades constructivas, memoria (codificación y evocación

diferida), percepción, lenguaje oral, habilidades metalingüísticas, lectura, escritura,

matemáticas, habilidades visuoespaciales, habilidades conceptuales y funciones

ejecutivas. También evalúa la lateralidad manual y la presencia de signos

neurológicos blandos (Matute et al., 2007).

2.4.4 Edad
Este trastorno puede aparecer desde los 3 años de edad, aunque suele iniciarse a los 8 y

normalmente no después de la adolescencia. Antes de la pubertad es más común en hombres

que en mujeres, aunque la distribución por sexos se iguala en la adolescencia (Vásquez,

Feria, Palacios, y Peña, 2010).

2.4.5 Sexo

Se estima que su prevalencia está entre el 2 y 17 % de la población general, siendo más

frecuente y severo en los niños que en las niñas (APA, 2002; Emberley & Pelegrina del Rio,

2011; Rigau, García & Artigas, 2006).

El trastorno parece un fenómeno esencialmente masculino, aunque las diferencias, quizá, se

deban a que las niñas muestran una menor agresividad expresada en actos externos y la

conducta sea más encubierta, más relacional y menos disruptiva en clase, con

manifestaciones tales como insultos, extender rumores, chismes, aislamientos sociales, etc.,

comportamientos estos más sutiles y difíciles de detectar (Cardo et al., 2009).

2.4.6 Incidencia

● Se ha constatado que las niñas con TND tienen una incidencia más alta de abuso

infantil o violencia doméstica en sus familias y son derivadas a tratamiento debido a


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conflictos con sus padres en una proporción mucho mayor que los niños (Marsh,

2005).

● La disolución familiar y su incidencia en el trastorno negativista desafiante. Este

trastorno es más común en las familias en las que la continuidad de la misma se

interrumpió debido a una sucesión de diferentes incidentes, muchas veces violentos en

palabras y obras, terminando en divorcio. Es más común en las familias en las que

existe un grave conflicto marital y parece ser más común en las familias donde al

menos uno de los padres tiene una historia de trastorno de estado de ánimo, trastorno

de oposición desafiante, trastorno de conducta, de déficit de atención / hiperactividad,

trastorno de la personalidad antisocial o una sustancia (Acosta, 2014)

2.4.7 Pronóstico

Aunque tiene carácter crónico sus síntomas o manifestaciones pueden mitigarse. Ello

depende de la aparición de otros trastornos asociados, la implicación de los adultos, la

detección precoz. En muchos casos puede rebajarse los síntomas asociados, aunque la

tendencia es a evolucionar de forma persistente. Si la aparición se produce en edades

tempranas el pronóstico es peor que si aparece en la adolescencia.

El pronóstico es reservado, los efectos tienden a remitir y/o controlarse a partir de edades

maduras, en otros casos remite con la edad, pero en numerosos casos el TND tiende a ser la

antesala para el desarrollo de un futuro TD (Trastorno Disocial).

2.4.8 Curso del trastorno

El TND suele ponerse de manifiesto antes de los 8 años de edad y en general no más tarde del

inicio de la adolescencia. Los síntomas negativistas acostumbran aflorar el ambiente familiar,

pero con el paso del tiempo pueden producirse en otros ambientes. Su inicio típicamente

gradual, y suelen mantenerse a lo largo de los meses o años, esto depende de muchas
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variables, entre las que se incluye la gravedad del trastorno, la estabilidad a lo largo del

tiempo, la presencia de otros trastornos. el TND puede ser comórbidos con cualquier

trastorno internalizado (ansiedad y/o depresión) y con una posible evolución hacia el

consumo de sustancias adictivas, como también altas probabilidades de desarrollar el

trastorno antisocial de la personalidad en edad adulta.

2.4.9 Factores de riesgo

A pesar que no se ha identificado ninguna causa única del TND, se ha encontrado una serie

de factores de riesgo y marcadores genéticos asociados a la conducta negativista.

● Genética: Los factores genéticos contribuyen significativamente al desarrollo de los

síntomas del TND, con estimaciones de heredabilidad superiores al 50%, donde los

factores genéticos representan más del 70% de la variabilidad en medidas

individuales, basadas en informes de los padres (Eaves et al, 1997).

● Interacción genética-ambiente: La noción de que los efectos de la exposición a un

factor ambiental (p.ej. maltrato infantil) en la conducta de un niño dependen de la

conformación genética presenta aparente validez y plausibilidad biológica (Rutter,

2006). Maltrato infantil, maltrato entre los padres, abandono del padre o la madre,

entorno de amigos, nivel social, uso inadecuado de los medios de comunicación,

temperamento difícil o malas relaciones con los miembros de la familia, escuela o el

entorno social (Ruiz, 2010)

● Factores pre- natales y peri-natales Este tipo de complicaciones puede favorecer la

vulnerabilidad a la aparición de algún trastorno de comportamiento, pero suele ir

acompañado de factores genéticos o neurobiológicos. La existencia de problemas

emocionales de la madre durante el embarazo, la falta de oxígeno en el momento del


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parto, la maternidad precoz, el uso de sustancias tóxicas durante el embarazo, el

nacimiento prematuro y bajo peso al nacer son factores de riesgo. (Ruiz, 2010)

● Edad de inicio La edad de inicio de los síntomas antisociales (Moffitt, 1993) parece

ser un buen predictor de los resultados posteriores. Moffitt (1993) hace una diferencia

entre los niños cuyos síntomas aparecen por primera vez en la infancia y persisten en

la adolescencia (inició en la infancia persistente), y aquellos cuyos síntomas aparecen

por primera vez en la adolescencia. Los individuos del grupo de inicio en la infancia y

persistencia en la adolescencia, presentan peores resultados en la vida adulta, si se los

compara con sus pares que desarrollaron los síntomas por primera vez en la

adolescencia o con aquellos que no presentan trastornos (Moffitt, 2003)

● Temperamento: Aspectos del temperamento en la infancia temprana, tales como la

irritabilidad, impulsividad, o intensidad de reacción a estímulos negativos, pueden

contribuir al desarrollo de un patrón de comportamiento negativista y desafiante. Es

posible que el TND sea el resultado de diferentes trayectorias de temperamento, que

podrían servir para explicar su comorbilidad. Stringaris et al (2010)

● Influencia de pares: Los niños que presentan conductas negativistas son más

propensos a tener relaciones problemáticas o disruptivas con sus pares.

Frecuentemente estos niños son rechazados por sus compañeros sin problemas, y

tienden a relacionarse con niños con problemas de conducta. Parece que la relación

entre el rechazo de pares y los síntomas del TND en la infancia es bidireccional,

ilustrado en una serie de estudios sobre el acoso escolar (resumidos en Arseneault et

al, 2010).

● Entorno: El amplio entorno que rodea al niño también puede ser un factor de riesgo.

La conducta disruptiva se ha relacionado sistemáticamente con la desventaja social y

económica y la violencia en el vecindario (Guerra et al, 1995; Rowe et al, 2002).


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● Factores familiares: En la etiología de los problemas de conducta disruptiva es cada

vez más evidente la importancia de la interacción entre los genes y los factores

ambientales a nivel familiar (Moffitt, 2005). La evidencia proporcionada por los

estudios de adopción (O'Connor et al, 1998; Ge et al, 1996) muestra que los niños con

alto riesgo genético de conducta antisocial tienen más probabilidad de recibir

estrategias negativas de crianza por parte de sus padres adoptivos que los niños con

bajo riesgo genético de comportamiento antisocial. En otras palabras, el

comportamiento de los padres hacia los hijos puede ser un verdadero factor de riesgo

ambiental. (Quy y Stringaris, 2020)

● Factores biológicos

Causas endógenas: Alteraciones en el lóbulo prefrontal, bajos niveles de serotonina

junto con altos niveles de testosterona, niveles altos de serotonina, efecto de los

andrógenos, nivel bajo de colesterol.

Causas Exógenas: Traumatismo sobre todo el lóbulo frontal, malnutrición

desequilibrios nutricionales (Zinc y cobre), intoxicaciones por plomo u otras

sustancias, efectos causados por diversas drogas. (Orrego Álvarez, 2020)

2.4.10 Teorías explicativas

● Teoría del desarrollo: Esta teoría defiende que los problemas de conducta que

aparecen en el niño se comienzan a detectar entre el primer y segundo año de vida.

Conforme los niños van creciendo, estos problemas van afectando, progresivamente, a

otros aspectos como dificultades para aprender a ser autónomos y/o a separarse de la

persona que ha ejercido en ellos la función materna, a la que se encuentran

excesivamente unidos. Las conductas negativas, en este caso, serían debidas a


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aspectos del desarrollo que no fueron resueltos en el momento evolutivo adecuado

(Ruiz Díaz, 2010)

● Teoría del aprendizaje: Desde otro punto de vista, esta teoría intenta explicar la

aparición de conductas negativas fijándonos en el contexto que rodea al niño. Así

pues, plantea que los comportamientos negativistas son el resultado de conductas

negativas utilizadas por las personas del entorno del niño. Nos referimos a castigos,

gritos, atención deficiente y agresiones físicas y/o verbales (Ruiz Díaz, 2010). Estos

ejemplos que el niño observa y aprende dan lugar a conductas agresivas, desafiantes y

rebeldes, con las que obtiene la atención de estas personas de apego, gracias a unas

conductas inapropiadas. Cuando estas personas responden a las conductas negativas

mostrando su atención, lo que consigue es reforzarlas, favoreciendo su próxima

aparición. El niño aprende la relación causa-efecto, la cual repetirá al haber obtenido

efectos positivos para él.

2.4.11 Factores predisponentes

● Predisposición genética Los factores genéticos contribuyen al desarrollo de los

síntomas de la TND, con un porcentaje de heredabilidad del 50% y 70%, además

parece que los factores genéticos subyacen a la relación entre el TND y el TDAH

(Hewitt et al, 1997) así como también entre el TND y el trastorno depresivo (Rowe et

al, 2008).

2.4.12 Diagnóstico diferencial

● Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), asignar un diagnóstico de trastorno

negativista desafiante y errar en reconocer y abordar el trastorno de ansiedad

subyacente es contraproducente. (Quy y Stringaris, 2020)


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● Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), a menudo desarrollan

conductas de oposición. Es fundamental que el profesional pueda ver el TDAH como

el problema subyacente, aun cuando la principal preocupación de los padres sea la

conducta de oposición de sus hijos. Esto tiene implicaciones importantes en el

tratamiento. (Quy y Stringaris, 2020)

● Autismo, pueden volverse oposicionistas ante cambios en la rutina o debido a

sensibilidad sensorial. También aquí los profesionales deben reconocer los posibles

problemas que pueden estar a la base, y asegurar que estos sean tratados

adecuadamente. (Quy y Stringaris, 2020)

2.4.13 Características culturales

El trastorno parece molestar más a las personas que lo rodean que al propio niño o

adolescente que lo presenta. Pueden tener problemas en la relación con los amigos y pueden

percibir las relaciones humanas como insatisfactorias.

A pesar de tener un nivel de inteligencias adecuado, su rendimiento académico es bajo, ya

que se niega a participar, se resisten ante las demandas externas e insisten en solucionar sus

problemas sin ayuda de los demás.

Como consecuencias secundarias a estas dificultades suelen tener una baja autoestima, escasa

tolerancia a la frustración, ánimo deprimido y estallidos de enojo. (Vásquez, Feria, Palacios,

y Peña, 2010).

2.4.14 Tratamiento

● Los estudios han demostrado que la capacitación de los padres es un medio eficaz

para reducir el comportamiento disruptivo, Entrenamiento parental en el manejo de

conductas, enseña a los padres a ser más positivos y menos duros en su estilo de
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disciplina. Se ha demostrado que la capacitación de los padres basada en los medios

(por ejemplo, mirar un video) es efectiva y los resultados continúan un año después de

la intervención. (Hamilton & Armando, 2008). El entrenamiento parental en el

manejo de conductas basado en los principios del aprendizaje social es un aspecto

clave del tratamiento en el TND. Los patrones problemáticos de interacción padre-

hijo están implicados en el desarrollo y mantenimiento de la conducta negativista; se

ha identificado que los principios del aprendizaje social, particularmente en relación

con el condicionamiento operante (el papel del refuerzo/consecuencias en la

modificación de la conducta), son útiles para modificar el comportamiento tanto de

los padres como de los hijos (Feldman & Kazdin, 1995).

● La terapia multisistémica se utiliza en una intervención comunitaria que intenta

explícitamente intervenir en múltiples entornos de la vida real (p. Ej., El hogar, la

escuela). (Hamilton & Armando, 2008)

● Los Años Increíbles (The Incredible Years) (Webster-Stratton, 1981) Este programa

incluye de 13 a 16 sesiones semanales de 2 horas de duración cada una, donde los

padres observan segmentos de video con escenas que muestran formas correctas e

incorrectas de manejar la conducta de los niños. El programa trata temas como el

juego, elogios y recompensas, el establecimiento de límites y el manejo de conductas

incorrectas. Después de ver los videos, se anima a los padres a analizar la conducta de

sus propios hijos y ensayar diferentes formas de manejarla. Los padres también

reciben semanalmente actividades para realizar en casa (tareas) y se realiza un

seguimiento del progreso mediante contacto telefónico (Quy y Stringaris, 2020)

● Triple P—Programa de Parentalidad Positiva Las intervenciones colaborativas de

resolución de problemas buscan facilitar la resolución conjunta de problemas. Este

modelo alienta a padres e hijos a identificar problemas y utilizar enfoques cognitivos


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para resolver el conflicto para la satisfacción mutua de ambas partes (Hamilton &

Armando, 2008)

● Terapia individual – manejo de la ira La evidencia disponible indica que la terapia

cognitivo conductual (TCC) basada en el entrenamiento del manejo de la ira puede ser

particularmente útil en este caso (Beck & Fernández, 1998; Lochman et al, 2011).

Este entrenamiento se centra en las habilidades de afrontamiento e incluye

intervenciones de inoculación de estrés basadas en tres elementos: preparación

cognitiva, adquisición de habilidades y ensayo de su aplicación práctica

(Meichenbaum, 1996)

● La terapia de interacción padres-hijos (parent-child interaction therapy, PCIT; Eyberg,

1988, 1999; Hembree-Kigin y McNeil, 1995) La terapia de interacción padres-hijos

(PCIT) es una forma de terapia para tratar problemas de la infancia que integra la

terapia de juego tradicional y los métodos clásicos operantes. Ha demostrado ser útil

en problemas como: desobediencia, hiperactividad, agresividad, mentiras, problemas

de conducta en clase, robos, conductas auto-lesivas, rabietas, etc. (Ferro, Vives &

Ascanio, 2010)

● según (Vásquez, J., Feria, M., Palacios, L. and Peña, F. 2010) los psicofármacos,

junto con la terapia se puede recomendar alguna interacción farmacológica para tratar

de controlar las conductas negativistas desafiantes y su comorbilidad (depresión y/o

ansiedad).
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2.5 Conclusiones

● Se concluye que el origen es tanto biológico, como psicosocial, resaltando que se

asocia con patrones de crianza agresivos, rígidos e inconscientes, una comunicación

asertiva y empática es fundamental para el tratamiento.

● Cuando el Trastorno Negativista Desafiante no se trata a tiempo puede desencadenar

enfermedades de mayor complejidad como el trastorno disocial, o comorbilidad.

generando poca adaptabilidad al sistema en que se encuentra el adolescente o infante.

● Patrones de conducta de desobediencia, rebeldía con excesiva frecuencia y que no son

propios de la etapa de cada niño puede indicar que más adelante se desencadene en un

TND, es por ello la necesidad de que los profesionales en salud mental realicen

diagnósticos e intervenciones para contrarrestar dicha problemática.

● Se considera al TND como un trastorno diferenciado de otras patologías, aunque

algunos autores señalan ciertos tipos de relación entre este trastorno y el TC.
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2.6 Recomendaciones

● En muchos casos, otro buen aspecto a trabajar seria las técnicas de relajación,

aprendiendo a controlar su impulsividad y disminuyendo la ansiedad. También es

recomendable el uso de elogios y premios, así como castigos razonables para los

niños. Dado que, los niños valoran mucho cuando su conducta bien hecha es premiada

por un adulto, y así tienden a repetirla.

● El entrenamiento con los padres: en el que éstos aprenden, ejercitan y adaptan ciertas

habilidades con sus hijos, como aprender a pedir las cosas afectivamente, o ignorar las

conductas irritantes prestando mayor atención a aquellas más deseadas. En ocasiones

es más útil ignorar una rabieta durante cierto tiempo para que el niño se pueda

tranquilizar, y después intentar reflexionar con él sobre lo sucedido.

● Ante este tipo de problemas y dependiendo de la gravedad de los mismos, lo

recomendable es acudir a un profesional que pueda hacer un registro sobre cuáles son

las características de cada caso, así como registrar la intensidad, frecuencia y duración

de este tipo de conductas. A partir de aquí se plantea una intervención sobre los

aspectos que pudieran estar condicionando en trastorno.


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2.7 Referencias

1. Asociación Psiquiátrica Americana (1995). Manual diagnóstico y estadístico de los

trastornos mentales (DSM-IV). Barcelona: Masson.

2. Fonseca Parra, L. (2020). Características neuropsicológicas trastorno negativista

desafiante. [online] Universidad de San Buenaventura. Recuperado de

http://45.5.172.45/bitstream/10819/2006/1/Caracter%c3%adsticas_neuropsicol

%c3%b3gicas_ni%c3%b1os_Fonseca_Parra_2012.pdf

3. Vásquez, J., Feria, M., Palacios, L. and Peña, F. (2010). Guías clínicas para el

trastorno negativista desafiante. Recuperado de http://www.inprf-

cd.gob.mx/guiasclinicas/trastorno_negativista.pdf

4. Angulo Rincón, R., Jané Ballabriga, M., Bonillo Martín, A., Viñas Poch, F., Corcoll

Champredonde, A., y González Rodríguez, G. et al. (2010) Nota de la sintomatología

negativista desafiante en niños de seis a ocho años: concordancia entre padres y

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5. Emberley, E., & Pelegrina del Rio, M. (2011). Prevalencia, sintomatología y

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