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Indice

Introducció n............................2
Historia De La Cuchara...........3
Historia Del Tenedor...............5
Historia Del Pan......................8
Utensilios Utilizados En Cocina
.............................................13
Conclusió n............................17
Anexos..................................18
Bibliografía...........................19
IntroducciOn

Tome asiento profe, porque en las siguientes paginas leerá


temas muy interesantes que yo mismo acabo de leer, ya que
nos dice como fue evolucionando los utensilios importantes
que se ocupan día a día, sus historias de como han
evolucionando con el paso del tiempo, como el hombre a
evolucionado y como mejoran las cosas que se han creado
desde hace tiempos, el pan como se ha hecho dependiendo
las diferentes culturas y diferentes lugares en donde se ha
desenvuelto, los diferentes tipos de tenedores que se ocupan
para distintos platillos y no olvidemos los diferentes utensilios
que se han evolucionado con lo que ha desarrollado el
hombre, nos explican como desde simples cosas que
encontraba el hombre hacían sus utensilios.
HISTORIA DE LA CUCHARA
La palabra “cuchara”
proviene del
latín cochlea que significa
“caracol” o “concha de
molusco” y es uno de los
utensilios más antiguos del
planeta que se han utilizado
para comer, cuyo origen se
remonta a tiempos paleolíticos.
A diferencia del cuchillo y del tenedor, los primeros
instrumentos que se utilizaron a manera de cuchara no
necesitaban ser trabajados ni tallados, sino simplemente se
encontraban y es por eso que este es el instrumento más
antiguo de los tres artefactos. Conchas de mar o piedras con
forma conveniente fueron los comienzos que dieron pie al
desarrollo del objeto que hoy conocemos como cuchara.
El verdadero invento sucede cuando se les añade un mango a
los recipientes. No existe periodo exacto al que se le pueda
atribuir este gran avance, sin embargo, la evidencia
arqueológica sugiere que las cucharas con mangos fueron
utilizadas para fines religiosos por los antiguos egipcios en el
año 1000 a.C.
Los materiales se fueron sofisticando con el tiempo. El marfil,
la madera, la piedra o el cuerno de ciertos animales fueron los
primeros y se fueron detallando cada vez más e incluso
decorados con jeroglíficos, motivos religiosos o tallados con
diseño.
Cuando se trataba simplemente de consumo de alimentos, el
material más común era la madera debido a su disponibilidad
y bajo costo. Sin embargo, durante los imperios griego y
romano, las cucharas de bronce y la plata eran ya comunes
entre las sociedades de más alto nivel.
La primera evidencia documentada de una cuchara, tal cual la
conocemos hoy en día, fue en Inglaterra en el año de 1259 y
se le adjudica al vestuario de rey Edward I ya que su uso como
ornamento ceremonial con el fin de demostrar la riqueza y el
poder era una práctica común.
El diseño de la cuchara ha cambiado a lo largo del tiempo, sin
embargo, podríamos decir que desde el siglo XVIII ha
conseguido una forma estándar como elemento básico de
mesas con una amplia gama de diseños y materiales.
Otro de los relatos apunta que, en Asia, este utensilio tuvo sus
primeros bocetos a partir de las astas de los venados y alces.
De estas grandes estructuras óseas sobresalen sus puntas
con formas acanaladas, que eran pequeños cuencos que
sirvieron de utensilios y herramientas. Se cuenta que fueron
las inspiradoras para la elaboración de las cucharitas de
porcelana tan famosas en China.
En la antigua Roma se conocían dos tipos de utensilios:
cochlea y lígula. El primero probablemente utilizado para
medir diferentes sustancias o granos; el segundo, de mayor
longitud y caracterizado por un mango puntiagudo con un
orificio en la unión con el cuenco, servía para ungir y
condecorar a guerreros y personajes importantes de la
política.
Por su parte, el notable arqueólogo Jorge Olvera Hernández,
en su estudio Cucharas y utensilios en tiempos prehispánicos,
apunta: “En la cultura hohokam del suroeste de los Estados
Unidos se han encontrado cucharas de asta de ciervo, […]
tradición que continuó en esa misma región y en los grupos
del noreste de Norteamérica y Canadá”.
Olvera identifica que entre los principales enseres de la vida
cotidiana en Mesoamérica se encontraban los elaborados a
partir de las cortezas de guajes y calabazos, utilizados como
vasijas y recipientes. Posteriormente, fueron copiados por las
delicadas manos de los artesanos de las diferentes culturas en
barro y cerámica, y decoradas con exquisitas policromías,
diseños geométricos, flora y fauna.
También nos explica la gran variedad de usos y materiales
que tenían las cucharas prehispánicas: para medir granos y
semillas, como gotero para recolectar resinas como el copal y
aceites de diversas plantas, coladores, cuencos de diferentes
tamaños que llegaron a tener usos rituales, entre otros; para
muestra, el arqueólogo identificó un bello
ejemplar de jade correspondiente a la cultura
maya, con el cual recogían las gotas del rocío
de las flores para ser ofrendadas a los dioses.

Historia del tenedor


La adquisición más reciente
a la familia de los cubiertos
es el tenedor. La palabra
viene del latín furca y el
inglés antiguo forca. Se dice
que las primeras apariciones
de este utensilio con
“dientes” fueron en el Antiguo Egipto donde constaba de un
mango con dos horquillas bastante grandes que
principalmente se usaban para cocinar y servir los alimentos.
En Italia, cuenta la historia que el Duque de Venecia,
Domenico Selvo, se casó con la princesa bizantina Teodora
Anna Doukaina, quien llevó tenedores de oro a Italia como
parte de su dote. Al parecer, el evento fue un escándalo
religioso pues se pensaba que era un instrumento monstruoso
con puntas que insultaba a Dios quien nos había dado dedos
para comer. La princesa murió dos años más tarde de una
enfermedad degenerativa misteriosa que fue considerada por
muchos como un castigo divino por su soberbia por haber
introducido el tenedor.
Durante el reinado de Carlos V en Francia (1364-1380) los
tenedores comenzaron a volverse parte del inventario de
mesa, pero se especificaba que eran sólo para ser utilizados al
comer alimentos que de otro modo podrían manchar los
dedos.
La popularidad del tenedor comenzó a crecer durante el siglo
XVI gracias a la pionera de la moda Catalina de Medici, quien
introdujo el tenedor, así como la pasta, el aceite de oliva y la
acertada separación de productos dulces y salados en 1533.
Los franceses también fueron lentos para aceptar los
tenedores debido a los mismos estigmas religiosos negativos;
sin embargo, en 1560, según un libro de modales franceses,
ya era costumbre utilizar este objeto como apoyo para comer
ingredientes sólidos.
Un inglés llamado Thomas
Coryate llevó los primeros
tenedores a Inglaterra
alrededor de 1611 después
de verlos en Italia durante
sus viajes. De nuevo muchos
británicos estaban en
desacuerdo con el objeto
pues, otra vez, creían que
sólo los dedos humanos eran dignos de tocar la comida de
Dios.

Con el tiempo, la idea de comer con tenedor empezó a


parecer cada vez más atractiva para aquellos que preferían su
comida de forma más higiénica. Comienza a ser popular
entonces con propósitos higiénicos y para evitar plagas y
enfermedades. No obstante, su mayor uso, muchos hombres
todavía rechazaban la idea de comer con tenedor por
considerarse un acto femenino.
Poco a poco llegaron a ser adoptados por las clases altas
hasta convertirse en preciadas posesiones de materiales
costosos destinados a impresionar a los invitados en los
elegantes festines.
El diseño pasó de dos, a tres y luego cuatro dientes ya con
una ligera curva ergonómica cómoda para transportar el
mayor bocado del plato a la boca. La llegada de la Revolución
Industrial, en el siglo XVIII, comenzó también la
democratización del uso del tenedor y se logró que clases
altas, media y bajas lo usaran por igual.
Tipos de tenedor
Y una vez conocida la historia, conozcamos un poco más los
tenedores. Hemos dicho que primitivamente tuvieron dos
púas, luego estas aumentaron una y más tarde, relativamente
hace nada, llegaron a los cuatro comunes que tienen en la
actualidad. Pero en ese caso hablamos del tenedor de mesa,
el más estándar y versátil, el que incluyen todas las
cuberterías, pero como sucede con las cucharas y los
cuchillos, hay de más tipos y vamos a descubrirlos.
Tenedor de pescado: Menos curvo que el de mesa,
sensiblemente más ancho y pensado como su nombre indica
para comer pescado, este tenedor es más que un clásico de
cualquier banquete.
Tenedor de carne: Con la forma clásica de un tenedor de
mesa, un poco más grande y con los dientes ligeramente
curvados hacia el exterior, se emplea a la hora de consumir
carne gracias al mejor manejo del alimento que proporciona
su tamaño y su diseño.
Tenedor de trinchar: Sumamente similar a algunos tenedores
antiguos, con una forma idéntica a los clásicos trinchadores
pero adaptado a su empleo con una mano, este trinchador
con dos alargadas púas, un amplio espacio central y un
pequeño mango sirve para trinchar grandes piezas de carne
de una forma más cómoda.
Tenedor de ensalada: De amplia pala y con púas diminutas,
podría parecer una cuchara dentada en el extremo. Se
emplea como auxiliar de la cuchara de ensalada a la hora de
servir esta preparación.
Tenedor de ostras: Mucho más fuerte que la mayoría de
tenedores, este utensilio dispone generalmente de tres
dientes, suele ser más corto que los de mesa, pescado o
carne y se utiliza para degustar con total comodidad ostras.
Tenedor de caracoles: Con un tamaño más pequeño que el de
un tenedor tradicional, posee dos dientes largos y
especialmente curvos para poder extraer de su concha este
molusco tan apreciado en la cocina tradicional.
Tenedor de fondue: De una longitud que puede alcanzar casi
los treinta centímetros, este tenedor generalmente con
mango recubierto de algún material plástico sirve para mojar
pedazos de pan con comodidad en la olla donde se elabora
una fondue.
Tenedor de postre: Como el de mesa, pero de menor tamaño
y habitualmente fabricado con una púa menos, no tiene filo en
sus dientes y se sitúa junto a las copas,
paralelamente al borde de la mesa. Sirve, como su nombre
indica, para comer postres como puedan ser tartas o
pasteles. 

Historia del pan


Para conocer los
orígenes del pan
debemos remontarnos a
un pasado remoto, el
descubrimiento fue
casual, nos situamos en
la Época Neolítica, un
antepasado del hombre
conoce ya las semillas y
cereales, y sabe que una
vez triturados y mezclados con agua, dan lugar a una papilla.
Este hombre olvida la papilla en una especie de olla, al volver
encuentra una torta granulada, seca y aplastada, el primer
pan acaba de tomar forma.
Desde ese momento, el pan ha estado unido a la evolución
del hombre, ha estado presente en conquistas, revoluciones,
civilizaciones, descubrimientos, es decir formando parte de la
cultura universal del hombre.
Los cereales son un alimento básico para el ser humano, sin
embargo, si estos no son tratados, machacados y mezclados
con otros ingredientes pueden ser indigestos para el
organismo. Es por ello que a lo largo de la historia, las
diferentes culturas han ido tratando los cereales hasta
conseguir el pan que hoy conocemos y consumimos.
Desde la antigüedad se ha elaborado pan, y se cree que las
primeras culturas machacaban los granos de trigo y
probablemente los humedecían con agua para facilitar su
ingesta. El consumo de este producto desde la Prehistoria se
debe al fácil almacenamiento y conservación de este.
Las excelentes condiciones que el río Nilo ofrecía para el
cultivo de cereales, obedecía a sus constantes crecidas.. Se
han encontrado datos por los que se sabe que en la IV egipcio
consolidó las técnicas de panificación y creó los primeros
hornos para cocer el pan, en este sentido en el año 4000 A. de
C. fue desenterrado un horno en las excavaciones próximas a
Babilonia.
Según un historiador francés, los egipcios "inventaron" la
costumbre gastronómica de colocar un pequeño pan de trigo
en el lugar de cada comensal.
El alimento de los egipcios pobres se componía
principalmente de pan y cebolla -de ahí el famoso dicho-
"Contigo, pan y cebolla".
La evolución en la panificación se produjo de forma
importante durante esta civilización, ya que fueron los
egipcios los que descubrieron la fermentación y con ella el
verdadero pan, el pan fermentado. El pan sin fermentar -sin
levadura- se denomina pan ácimo. El código de Hammurabi
(2000 A. de C.) habla ya de "cerveza comible" y "pan bebible",
refiriéndose al pan y a la cerveza de cebada, ambos
elaborados con la mezcla de cebada y levadura. Sin embargo,
los egipcios se dedicaron en mayor medida al cultivo de trigo
ya que la cebada fermentaba mal.
Los egipcios elaboraban la masa con harina y agua y
desarrollaron los hornos para su cocción. Además, esta cultura
fue la que descubrió ‘por accidente’ que si se fermentaba la
masa esta se ‘levaba’ y adquiría más sabor, y añadieron
distintas plantas para darle sabores diferentes al pan. Este
alimento llegó así a convertirse en esencial para la sociedad.
Una vez que Grecia adopta el invento del pan, a través de las
relaciones comerciales con los egipcios, lo perfecciona.
Fueron los griegos, en el siglo III A. De C los que hicieron un
arte de la panadería, crearon más de setenta panes
diferentes, los panaderos griegos inventaban formas variadas
a los panes utilizados para fiestas religiosas, probaban
diferentes masas panaderas: trigo, cebada, avena, salvado,
centeno e incluso masa de arroz; añadiendo a estas, especias,
miel, aceites, frutos secos… y seguramente fueron los
precursores de la pastelería.
En un museo de Suiza, se conserva la torta más antigua,
conocida como "torta de Corcelles" del año 2800 A. Da C.
El pan comenzó siendo para los griegos un alimento ritual de
origen divino pero luego pasó a convertirse en el sustento
popular, símbolo de la comida por excelencia. El pan ácimo
-sin fermentar- era considerado un manjar.
Este alimento es nombrado en varios escritos de poetas y
filósofos griegos: Homero, Platón, Aristófanes, Ateneo, lo que
representa que la cultura del pan ha estado presente en las
más destacadas culturas.
Para muchos historiadores el mito de Jasón en busca del
Vellocino de oro es una metáfora de las rutas griegas en
busca de trigo.
La cultura griega desarrolló la masa, añadieron todo tipo de
cereales y desarrollaron distintas formas de elaboración.
También cocían la masa y estos utilizaban hornos en forma de
cúpula y abiertos en la parte frontal para introducir los panes.
Algunas veces le aportaban al pan un sabor dulce al añadirle
miel y nueces.
En un principio, en el pueblo romano se restringe la
elaboración del pan. Preferían alimentarse de gachas y
papillas; el pan se consideraba por el pueblo como algo ajeno,
nada alcanzable; sólo aparecía en las comidas de los señores
pudientes.
En el año 30 A. De C. Roma cuenta con más de 300
panaderías dirigidas por profesionales cualificados griegos; en
estas los procesos de elaboración y cocción eran realizados
por diferentes profesionales; el precio estaba perfectamente
regulado por los magistrados y en el año 100, en época del
emperador Trajano, se constituye una primera asociación de
panaderos: el Colegio Oficial de Panaderos de carácter
privilegiado (exención de impuestos) y se reglamentaba
estrictamente la profesión: era heredada obligatoriamente de
padres a hijos.
Los romanos mejoraron los molinos, las máquinas de amasar,
y los hornos de tal manera, que, hoy en día se denomina
"horno romano" al horno de calentamiento directo.
El pan en Roma cobra gran importancia, según el poeta latino
Juvenal, en su sátira resalta que los romanos sólo necesitaban
panem et circenses, pan y el circo.
Los panaderos distinguían los panes en función de su
composición, forma y función, crearon el panis militaris,
especialmente fabricado para los soldados, y que tenía larga
duración, ya que durante sus marchas en pro de conquistas,
tenían una dieta basada en pan y vino, siendo ésta quizá la
primera unión de estos alimentos tan significativos en la
historia. Esto llevó a que se construyeran panaderías
exclusivamente militares donde se almacenaban reservas de
cereales y de pan.
El pan de harina blanca era más valorado que el pan moreno,
que lo comían pobres y esclavos: panis plebeius.
Roma propagó la cultura del pan por todas sus colonias,
excepto en Hispanía, donde la existencia del pan era anterior
a la colonización romana; los celtíberos ya conocían las
técnicas de amasar y panificar el trigo.
Los romanos, por su parte, mejoraron los hornos, los molinos y
las máquinas de amasar. En esta época el pan estaba muy
bien considerado, era un alimento de ricos y ser panadero en
aquellos tiempos estaba muy bien visto. Es en Roma cuando
nace un colegio oficial de panaderos.
Siglos más tarde se siguen desarrollando las técnicas de
elaboración del pan y aparecen otras formas como
la baguette o el sándwich, este último le debe su nombre a
John Montagu, cuarto Conde de Sandwich. Se crean los
gremios de panaderos, se crean harinas más finas y el pan
pasa ya a ser un alimento al alcance de todas las clases
sociales.
El pan en la Edad Media
Durante la Edad Media no se produjeron progresos notables
en la panificación. Además del cultivo de trigo y de centeno,
se continuó con el de cebada.
En Europa, el cultivo de cereales descendió, y con ello
vinieron los periodos de hambre, la escasez del alimento
base, la escasez del pan. En las épocas de más hambre, el
pan es el alimento más preciado. Así se muestra en la
literatura de la época, por ejemplo en el Lazarillo de Tormes,
el hambriento Lazarillo, indica: " Y comienzo a desmigajar el
pan sobre unos no muy costosos manteles…Después como
quien toma una gragea, lo comí y algo me consolé".
En muchos lugares de Europa los monasterios se convirtieron
en los principales productores de pan.
El pan blanco, en esta época seguía siendo signo de prestigio
social, sólo accesible para clases ricas y pudientes.
En el año 943, en Francia, "el mal de los ardientes" surge por
el consumo del pan de centeno contaminado por el
cornezuelo, hongo parásito que envenena la espiga de este
cereal.
Las ciudades en la Edad Media empiezan a cobrar
importancia, y ya en el siglo XII surgen los primeros gremios
de artesanos de todo tipo de profesionales. Así, el gremio
panadero se asocia y se constituyen como profesionales del
pan. Al ser el pan alimento base de la población, en esta
época, al igual que en Roma, la producción y distribución del
pan esta regulada por el gobierno.
Además de ser alimento base, el pan también se utilizaba -en
ambientes de clases adineradas- como plato para colocar la
comida, y una vez usado se lanzaba a los pobres.
El pan en la época moderna
A finales siglo XVIII, progresa de agricultura, las
investigaciones sobre la harina y se consigue la mejora en
técnica del molino; aumenta la producción del trigo y se
consigue una harina mejor. El precio del pan baja al aumentar
la oferta y el pan blanco (antes solo para determinadas clases
sociales) llega a toda la población.
En el siglo XIX se inventa el molino de vapor; así fueron
evolucionando los sistemas de panificación y se añade una
nueva fase a la elaboración del pan: la aireación de la masa;
aparece un nuevo tipo de levadura y surgen técnicas
mecánicas para amasar el pan; con estas mejoras la industria
del pan va creciendo de manera rápida.
El pan en España
Es introducido por los celtíberos, siglo III A. De C., por lo que
ya se conocía cuando llegaron los romanos a la península.
En la España mozárabe el cultivo de cereales, que no era
extenso, era suficiente y por esto el pan era el alimento base
de la dieta cotidiana; en cada casa, el ciudadano amasaba el
que iba a ser su futuro pan, le ponía una marca que lo
distinguiera y lo llevaba a cocer a los hornos públicos, el
panadero cobraba una tasa por ello. Durante esta época se
consumía pan blanco y el llamado "pan rojo", un pan más
tosco, formado por harina y salvado.
Autores españoles, desde Gonzalo de Berceo hasta los autores
del siglo de oro, como Cervantes, Lope de Vega, Tirso de
Molina, citaron en muchas de sus narraciones o poemas el
pan de la península Ibérica. Y en la España post- renacentista,
Zurbarán y Velázquez lo representarán en sus bodegones.
Las primeras leyes que regulaban la panificación en nuestro
país aparecen en el siglo XIV. La hermandad de panaderos
españoles, que en el siglo XV se transforma en Corporación de
Oficio, se mantiene hasta el siglo XIX.
En España, especialmente en la zona mediterránea, existen
gremios de panaderos desde hace más de 750 años. En el año
1200 consta la existencia escrita del gremio de panaderos de
Barcelona.
El pan en la religión
El cristianismo también ha utilizado el pan como símbolo, Dios
se reencarnó en pan de trigo para quedarse en el mundo y
Jesús nace en Belén, que significa pan. En muchos pasajes
bíblicos, se nombra el pan. Con Jesús de Nazaret se sigue la
tradición judía de la bendición del pan y el vino. El pan fue el
alimento de la última cena, y en torno a él se celebra el
sacramento de la Eucaristía.
Dios le dijo a Ezequiel que hiciera diferentes panes con
cebada, habas, lentejas y mijo.
El pan también se ha dotado de efectos benditos y milagrosos
en muchos lugares de España,
para la curación de
enfermedades, para ahuyentar
malos espíritus
Utensilios utilizados en cocina
Cada cultura ha utilizado utensilios
aprovechando los materiales que la naturaleza
les proporcionaba en su entorno. De esta
manera se sabe de la utilización de conchas de
tortugas o moluscos por parte del hombre
primitivo; tubos sellados de bambú en
diferentes lugares de Asia; o grandes cuencos de piedra
tallados por los americanos prehispánicos.
El desarrollo de la cerámica permitió la
creación de múltiples utensilios de cocina.
Mediante el recubrimiento de la loza con
materiales naturales y, más tarde de
cerámica vidriada, se podía convertir un
recipiente poroso en un vaso resistente al
agua. Los productos de cerámica eran tan
resistentes que incluso después del uso masivo de metales
como el bronce o el
hierro, las clases menos pudientes las preferían debido a su
bajo costo de producción.
En la Edad Media se cocinaba a fuego abierto y los útiles
utilizados (de barro, hierro o bronce) solían ser ollas, sartenes
y calderos.
En el siglo XIX aumenta la variedad de
materiales y encontramos desde cacerolas
de cobre o hierro forjado a cacerolas
de aluminio. La cerámica, nunca olvidada,
resurge con fuerza en este siglo. También
se produce una preocupación por los
efectos nocivos del uso de distintos materiales en la
fabricación de utensilios. Desde principios del siglo XX el uso
del plástico y derivados (descubierto en 1850) se hizo
extremadamente popular y llegó a sustituir a otros materiales
tanto en el ámbito doméstico, como industrial iniciándose la
“era del plástico”. Se consolida el uso del aluminio gracias a
su abaratamiento.
El acero inoxidable fue inventado a principios del siglo XX
cuando se descubrió que una pequeña cantidad de cromo
añadido al acero común, le daba un aspecto brillante y lo
hacía altamente resistente a la suciedad y a la oxidación. El
abaratamiento del aluminio lo consolidan como materia. En
general,
ocurrió en 1679, pero no fue hasta 1919 en que el
español José Alix Martínez patenta lo que se denominó como
olla exprés.

Uno de los grandes problemas ocultos para la


salud que tuvo y tiene la humanidad estuvo
directamente relacionado con el uso de los
utensilios de cocina , tanto es así que en
todos los tratados de los árabe por el
conocido al-Kalam-ála, escrito a comienzo del
siglo xv por un ta al-Arbuli, en dicho tratado
se decía lo siguiente “ En cuanto a los recipientes en los que
se deben de guisar los alimentos se aconseja que sean de oro
en primer lugar y de plata en el segundo si no existe un
imperativo legal ( Corán IX, 34 Y 35) Les siguen en excelencia
los recipientes de cerámica vidriada y los de barro cocido,
aunque estos últimos advertía que no debía de guisar más
que una sola vez y en los vidriados un máximo de cinco,
porque la comida antigua que entra en los poros queda allí y
se corrompe y cuando se calienta en el fuego, volviendo a la
comida como si fuera una levadura , haciendo que se
corrompa esta, diciendo que es la causa segura para la
producción de fiebres pútridas, prurito y sarna, especialmente
si el ambiente exterior viene a favorecer esta acción..
Respecto a los recipientes de cobre no debe guisarse en ellos
porque su propia naturaleza es nociva.
Contaminación por metales a través de los utensilios de
cocina
Las herramientas que se utilizan para
preparar los alimentos, como por
ejemplo las ollas y sartenes, están
elaborados ya sea por uno o por
varios metales. Cada uno de estos
materiales poseen ventajas y
desventajas, las cuales son
importantes conocer a la hora de
escoger en qué superficie vamos a cocinar nuestros
alimentos, especialmente en la forma en que puedan afectar
la salud.
Sin darnos cuenta, contaminamos nuestros alimentos en la
propia cocina, con reconocidos tóxicos como metales
pesados o productos sintéticos.
Este es un hecho aún más paradójico cuando se consumen
productos ecológicos. Se compran estos alimentos porque nos
certifican que no han intervenido productos tóxicos en
ninguno de sus procesos de cultivo, crianza o elaboración y
luego en casa van directos a una sartén de material
antiadherente, a una olla de aluminio, o bien a una cazuela
que posiblemente libera plomo.
Cerámica
Las ollas de cerámica son más comúnmente
utilizadas en la población hispana, donde se han
encontrado cantidades importantes de plomo,
sustancia sumamente tóxica y que podría ser muy
peligrosa en especial para los niños y mujeres embarazadas,
inclusive luego de un periodo corto de uso.
El esmaltado es el acabado vítreo de la cerámica.
Los esmaltados de porcelana que no estén
rallados ni desconchados no desprenden ningún
componente tóxico. Los utensilios de barro no
deben estar barnizados y en caso de tener
esmalte deben certificarnos que no contienen plomo.
Esmaltado tradicional
También pueden contener plomo u otros metales
pesados los esmaltados y los barnices de cazuelas
metálicas o de barro.

Cobre
Este metal es un excelente conductor del
calor, por lo que hace el proceso de cocción
es más eficiente. Se ha visto que este
compuesto también se trasmite a los
alimentos que se cocinan,
En el caso de utilizar utensilios de hierro,
aluminio o cobre al menos hay que tener
muy en cuenta que no entren en contacto con sustancias
ácidas (vinagre, limón, frutas, tomates…) ya que la reacción
química que se produce aumenta considerablemente los
niveles de intoxicación por estos metales
Hierro fundido
Este material es fuerte y muy
resistente al desgaste o corrosión que
se produce a lo largo del tiempo. No
obstante, el hierro del utensilio puede
pasar a los alimentos, especialmente si
estos son ácidos, lo cual podría
provocar problemas de salud, ya que el
exceso de hierro se deposita en órganos como el hígado, el
bazo y el corazón, dañándolos a largo plazo, principalmente a
los hombres, quienes tienen requerimientos de hierro
menores que el de las mujeres.

Aluminio
El aluminio es un excelente conductor
del calor, por lo que los alimentos se
preparan en menor tiempo. No
obstante, hay evidencia de que un
consumo excesivo de aluminio podría
ser un factor que influye en el
desarrollo de desórdenes graves como
el Alzheimer, ya que se han encontrado cantidades anormales
de aluminio en las neuronas de pacientes con esta
enfermedad.
Capas antiadherentes:
Las capas antiadherentes están
conformadas por un compuesto
mejor conocido como Teflón, el cual
se ha visto que tiene una baja
toxicidad, excepto cuando es
sometido a temperaturas mayores
de 270 ºC, a partir de la cual se
liberan sustancias dañinas.

Acero inoxidable
Se le llama acero inoxidable a la aleación de
diferentes metales, como hierro, cromo,
manganeso y níquel, en diferentes
proporciones, dependiendo de la calidad del producto; y es
conocido por su resistencia y durabilidad.

El Vidrio
El vidrio borosilicato es un tipo de vidrio que
debido a su bajo coeficiente de expansión
resiste los cambios de temperatura. Nos da
todas las garantías en la cocina, puesto que
contiene ningún metal y no reacciona con
ningún material con el ni calor (se trata del
vidrio utilizado en laboratorios por su
arreactividad). Así que es una buena alternativa para sustituir
los recipientes de plástico e incluso para cocinar y para
congelar.

ConclusiOn

Como conclusión del tema pudimos leer que desde tiempos


atrás el hombre necesitaba utensilios para poder comer sin
agarrar las cosas con las manos ya que veían que no era muy
higiénico comer con las manos sucias y como paso el tiempo
empezaron a modificar la cuchara y el tenedor con forme el
hombre desarrollaba materiales para la vida cotidiana, gracias
a los antepasados ahora comemos con cubiertos y no con las
manos, no olvidemos el pan ya que es un alimento esencial
para los platillos, ya que se puede acompañar en algunos de
los platillos que se hacen y también han hecho distintos tipos
de panes, gracias al desarrollo de los utensilios tenemos
diferentes tipos de instrumentos para la preparación de
diferentes platillos y hacerlo más fácil.
Anexos
BIBLIOGRAFIA
http://www.ceopan.es/index.php?
type=public&zone=smartportalcategorias&action=view&categoryID=295&codeID=295

http://www.lapondala.com/el-origen-del-pan/

http://www.bonviveur.es/the-food-street-journal/la-historia-del-tenedor-curiosidades-y-tipologias

https://relatosehistorias.mx/nuestras-historias/la-desconocida-historia-de-la-cuchara

https://www.animalgourmet.com/2013/10/08/tres-grandes-inventos-cuchara-cuchillo-y-tenedor/

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