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Deterioro cognitivo en la vejez

Es difícil determinar con certeza si el avance de la edad conlleva naturalmente un

deterioro de las habilidades cognitivas. Algunos autores afirman que los cambios

fisiológicos de la vejez llevan a una disminución de la velocidad de procesamiento de la

información así como de la capacidad para codificar, almacenar y evocar información

nueva e incluso de una reducción del stock lexical. (Otero y Fontan, 2003).

Sin embargo, el deterioro cognitivo leve hoy en día se clasifica como una condición

patológica, de la cual es posible estar exento durante la vejez. Está caracterizada por

síntomas subjetivos de pérdida de memoria que pueden ser corroborados por terceros

pero que no implican un impedimento para realizar actividades de la vida diaria. (Otero

y Fontan, 2003). El DCL no debe ser tomado a la ligera, pues suele ser un predictor de

futuras demencias, entre 12 y 29% de los casos evolucionará en la enfermedad de

Alzheimer, por lo que es necesario vigilar cualquier avance en los síntomas y tomar

medidas preventivas.

El deterioro cognitivo puede afectar gravemente la calidad de vida de una persona,

llegando incluso hasta incapacitarla. La demencia se presenta en el 6.1% de los

adultos mayores en México (Ávila y Vásquez, 2007), suele estar infravalorada por los

médicos de cabecera y el diagnóstico se realiza de forma tardía, lo que impide un

tratamiento preventivo en las primeras etapas. La demencia afecta factores esenciales

para el funcionamiento, tales como orientación, atención, cálculo, memoria inmediata,


afectación del lenguaje y memoria mediata, siendo la más común la memoria

inmediata.

Sin embargo, el deterioro cognitivo y la demencia son prevenibles a través de hábitos

de vida saludables, Avila et al.(2007) mencionan que son factores de riesgo

tabaquismo, hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes, hipercolesterolemia,

alcoholismo y enfermedades cerebrovasculares. Todos son identificables y tratables

a temprana edad, antes de que produzcan un deterioro cognitivo.

La enfermedad de Alzheimer representa el 65% de todas las demencias, y su principal

de riesgo son las enfermedades cardiovasculares. Si estas son diagnosticadas y

tratadas precozmente es posible prevenir el daño neuronal que lleva a la demencia.

A su vez, la estimulación cognitiva representa un factor preventivo importante, pues el

nivel de escolaridad de primaria terminada es donde se encuentra la mayor parte de los

casos. (León-Arcilla y Millán-Suazo, 2009)

Referencias:

Avila Oliva, M., & Vázquez Morales, E., & Gutiérrez Mora, M. (2007). Deterioro cognitivo
en el Adulto Mayor. Ciencias Holguín, XIII (4), 1-11.

de León-Arcila, R., Milián-Suazo, F., Camacho-Calderón, N., Arévalo-Cedano, R. E., &


Escarpín-Chávez, M. (2009). Factores de riesgo para deterioro cognitivo y funcional en el adulto mayor.
Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social​, ​47(​ 3).

Lorenzo Otero, Jorge, & Fontán Scheitler, Luis. (2003). Las fronteras entre el
envejecimiento cognitivo normal y la enfermedad de Alzheimer.: El concepto de deterioro
cognitivo leve. Revista Médica del Uruguay, 19(1), 4-13.

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